Tal Mikhail Quotes

We've searched our database for all the quotes and captions related to Tal Mikhail. Here they are! All 16 of them:

You must take your opponent into a deep dark forest where 2+2=5, and the path leading out is only wide enough for one.
Mikhail Tal
There are two types of sacrifices: correct ones, and mine.
Mikhail Tal
Of course, errors are not good for a chess game, but errors are unavoidable and in any case, a game without errors, or as they say 'flawless game' is colorless.
Mikhail Tal
To play for a draw, at any rate with white, is to some degree a crime against chess.
Mikhail Tal
If you wait on luck to turn up, life becomes very boring.
Mikhail Tal
Young man, consider that the train has left, and all you can do is loudly slam the door in farewell.
Mikhail Tal
The cherished dream of every chessplayer is to play a match with the World Champion. But here is the paradox: the closer you come to the realization of this goal, the less you think about it.
Mikhail Tal
I prefer to make my annotations 'hot on the heels', as it were, when the fortunes of battle, the worries, hopes and disappointments are still sufficiently fresh in my mind. Much as I would like to, I cannot say this about these few games which will be given below. In fact, if the annotator should begin to use phrases of the type: 'in reply to...I had worked out the following variation...', the reader will rightly say 'Grandmaster, you are showing off', since the 'oldest' of these games is now more than 25 years old, and even the 'newest' more than 20. Therefore, I would ask you not to regard the following 'stylised' annotations too severely.
Mikhail Tal (The Life and Games of Mikhail Tal)
...That is my biography from the first day of my chess life to the present. JOURNALIST. And your plans. PLAYER. To play!
Mikhail Tal (The Life and Games of Mikhail Tal)
I do not know from what associations the hippopotamus got into the chess board, but although the spectators were convinced that I was continuing to study the position, I, despite my humanitarian education, was trying at this time to work out: just how WOULD you drag a hippopotamus out of the marsh? I remember how jacks figured in my thoughts, as well as levers, helicopters, and even a rope ladder. After a lengthy consideration I admitted defeat as an engineer, and thought spitefully to myself: "Well, just let it drown!" And suddenly the hippopotamus disappeared. Went right off the chessboard just as he had come on... of his own accord! And straightaway the position did not appear to be so complicated.
Mikhail Tal
Avendo perso uno degli inseguiti, Ivan concentrò la sua attenzione sul gatto, e vide quello strano animale avvicinarsi al predellino del vagone di testa del tram A immobile alla fermata, spingere via con insolenza una donna, afferrare la maniglia e tentare perfino di dare una moneta da dieci copeche alla bigliettaria attraverso un finestrino aperto per l'afa. Il comportamento del gatto sbalordì talmente Ivan da lasciarlo immobile davanti alla drogheria sull'angolo; e subito una seconda volta, ma con molta più forza egli fu sbalordito dal comportamento della bigliettaria. Questa, non appena vide il gatto che saliva sul tram, gridò con una rabbia che la scuoteva tutta: - È vietato ai gatti! È vietato portare gatti! Passa via! Scendi, se no chiamo la polizia! Né la bigliettaria né i passeggeri furono colpiti dalla cosa principale: non dal fatto che un gatto salisse sul tram, questo poteva ancora passare, ma dal fatto che volesse pagare il biglietto! Il gatto si dimostrò animale non soltanto solvibile, ma anche disciplinato. Alla prima sgridata della bigliettaria cessò l'attacco, si staccò dal predellino e si sedette alla fermata, soffregandosi i baffi con la monetina. Ma non appena la bigliettaria diede il segnale e il tram si mosse, il gatto si comportò come chiunque sia cacciato da un tram, sul quale deve viaggiare per forza. Dopo essersi lasciato passare davanti tutte e tre le vetture, balzò sulla parte posteriore dell'ultima, si afferrò con la zampa a un tubo che usciva dal veicolo e filò via, economizzando in tal modo il prezzo della corsa.
Mikhail Bulgakov (The Master and Margarita)
En el fondo, la conquista no sólo es el origen, es también el fin supremo de todos los Estados grandes o pequeños, poderosos o débiles, despóticos o liberales, monárquicos o aristocráticos, democráticos y socialistas también, suponiendo que el ideal de los socialistas alemanes, el de un gran Estado comunista, se realice alguna vez. Que ella fue el punto de partida de todos los Estados, antiguos y modernos, no podrá ser puesto en duda por nadie, puesto que cada página de la historia universal lo prueba suficientemente. Nadie negará tampoco que los grandes Estados actuales tienen por objeto, más o menos confesado, la conquista. Pero los Estados medianos y sobre todo los pequeños, se dirá, no piensan más que en defenderse y sería ridículo por su parte soñar en la conquista. Todo lo ridículo que se quiera, pero sin embargo es su sueño, como el sueño del más pequeño campesino propietario es redondear sus tierras en detrimento del vecino; redondearse, crecer, conquistar a cualquier precio y siempre, es una tendencia fatalmente inherente a todo Estado, cualquiera que sea su extensión, su debilidad o su fuerza, porque es una necesidad de su naturaleza. ¿Qué es el Estado si no es la organización del poder? Pero está en la naturaleza de todo poder la imposibilidad de soportar un superior o un igual, pues el poder no tiene otro objeto que la dominación, y la dominación no es real más que cuando le está sometido todo lo que la obstaculiza; ningún poder tolera otro más que cuando está obligado a ello, es decir, cuando se siente impotente para destruirlo o derribarlo. El solo hecho de un poder igual es una negación de su principio y una amenaza perpetua contra su existencia; porque es una manifestación y una prueba de su impotencia. Por consiguiente, entre todos los Estados que existen uno junto al otro, la guerra es permanente y su paz no es más que una tregua. Está en la naturaleza del Estado el presentarse tanto con relación a sí mismo como frente a sus súbditos, como el objeto absoluto. Servir a su prosperidad, a su grandeza, a su poder, esa es la virtud suprema del patriotismo. El Estado no reconoce otra, todo lo que le sirve es bueno, todo lo que es contrario a sus intereses es declarado criminal; tal es la moral de los Estados. Es por eso que la moral política ha sido en todo tiempo, no sólo extraña, sino absolutamente contraria a la moral humana. Esa contradicción es una consecuencia inevitable de su principio: no siendo el Estado más que una parte, se coloca y se impone como el todo; ignora el derecho de todo lo que, no siendo él mismo, se encuentra fuera de él, y cuando puede, sin peligro, lo viola. El Estado es la negación de la humanidad.
Mikhail Bakunin (God and the State)
Quando se trata de botas, apelo para a autoridade dos sapateiros; se se trata de uma casa, de um canal ou de uma ferrovia, consulto a do arquiteto ou a do engenheiro. Por tal ciência especial, dirijo-me a este ou àquele cientista. Mas não deixo que me imponham nem o sapateiro, nem o arquiteto, nem o cientista. Eu os aceito livremente e com todo o respeito que me merecem sua inteligência, seu caráter, seu saber, reservando todavia meu direito incontestável de crítica e de controle. Não me contento em consultar uma única autoridade especialista, consulto várias; comparo suas opiniões, e escolho aquela que me parece a mais justa. Mas não reconheço nenhuma autoridade infalível, mesmo nas questões especiais; consequentemente, qualquer que seja o respeito que eu possa ter pela humanidade e pela sinceridade desse ou daquele indivíduo, não tenho fé absoluta em ninguém. Tal fé seria fatal à minha razão, à minha liberdade e ao próprio sucesso de minhas ações; ela me transformaria imediatamente num escravo estúpido, num instrumento da vontade e dos interesses de outrem.
Mikhail Bakunin (Deus e o Estado (Portuguese Edition))
Chess is my world. Not a house, not a fortress where I hide myself from life’s hardship, but indeed the world. The world in which I live a full life, in which I prove myself’ – Mikhail Tal, world champion, 1960–61
Stephen Moss (The Rookie: An Odyssey through Chess (and Life))
Ahead of his 1961 World Championship rematch against reigning champion Mikhail Tal, Mikhail Botvinnik put in hours of work, going over his opponent’s games and trying to look for ways around it so he didn’t feel totally helpless later. The barrier for Botvinnik was largely psychological. At the board, Tal’s moves were not about difficulty of calculation; rather, they revolved around intimidating the opponent’s mind. His approach involved posing a plethora of tactical problems.
Viswanathan Anand (Mind Master: Winning Lessons From A Champion's Life)
Hay una categoría de gentes que, si no cree, debe menos aparentar que cree. Son todos los atormentadores, todos los opresores y todos los explotadores de la humanidad. Sacerdotes, monarcas, hombres de Estado, hombres de guerra, financistas públicos y privados, funcionarios de todas las especies, policías, carceleros y verdugos, monopolizadores, capitalistas, empresarios y propietarios, abogados, economistas, políticos de todos los colores, hasta el último comerciante, todos repetirán al unísono estas palabras de Voltaire: "Si Dios no existiese habría que inventario." Porque, comprenderéis, es precisa una religión para el pueblo. Es la válvula de seguridad. Existe, en fin, una categoría bastante numerosa de almas honestas, pero débiles, que, demasiado inteligentes para tomar en serio los dogmas cristianos, los rechazan en detalle, pero no tienen ni el valor, ni la fuerza, ni la resolución necesarios para rechazarlos totalmente. Dejan a vuestra crítica todos los absurdos particulares de la religión, se burlan de todos los milagros, pero se aferran con desesperación al absurdo principal, fuente de todos los demás, al milagro que explica y legitima todos los otros milagros: a la existencia de Dios. Su Dios no es el ser vigoroso y potente, el Dios brutalmente positivo de la teología. Es un ser nebuloso, diáfano, ilusorio, de tal modo ilusorio que cuando se cree palparle se transforma en Nada; es un milagro, un ignis fatuus que ni calienta ni ilumina. Y, sin embargo, sostienen y creen que si desapareciese, desaparecería todo con él. Son almas inciertas, enfermizas, desorientadas en la civilización actual, que no pertenecen ni al presente ni al porvenir, pálidos fantasmas eternamente suspendidos entre el cielo y la tierra, y que ocupan entre la política burguesa y el socialismo del proletariado absolutamente la misma posición. No se sienten con fuerza ni para pensar hasta el fin, ni para querer, ni para resolver, y pierden su tiempo y su labor esforzándose siempre por conciliar lo inconciliable. En la vida pública se llaman socialistas burgueses. Ninguna discusión con ellos ni contra ellos es posible. Están demasiado enfermos.
Mikhail Bakunin (God and the State)