Su Pearl Quotes

We've searched our database for all the quotes and captions related to Su Pearl. Here they are! All 9 of them:

For it must be remembered that at the time I knew quite nothing, naturally, concerning Milo Payne, the mysterious Cockney-talking Englishman with the checkered long-beaked Sherlockholmsian cap; nor of the latter’s ‘Barr-Bag,’ which was as like my own bag as one Milwaukee wienerwurst is like another; nor of Legga, the Human Spider, with her four legs and her six arms; nor of Ichabod Chang, ex-convict, and son of Dong Chang; nor of the elusive poetess, Abigail Sprigge; nor of the Great Simon, with his 2,163 pearl buttons; nor of — in short, I then knew quite nothing about anything or anybody involved in the affair of which I had now become a part, unless perchance it were my Nemesis, Sophie Kratzenschneiderwümpel — or Suing Sophie!
Harry Stephen Keeler
Su sueño del futuro seguía siendo real e indestructible, había dicho «iré» y esto hacía también realidad la partida. Decidir marcharse y decirlo era como estar a medio camino.
John Steinbeck (The Pearl)
Kino escuchó el leve romper de las olas de la mañana en la playa. Era estupendo...Kino volvió a cerrar los ojos y atendió a su música interior. Quiza sólo él hiciera eso, y quizá lo hiciera toda su gente. Los suyos habían sido una vez grandes creadores de canciones, hasta el punto de que todo lo que veían o pensaban o hacían u oían, se convertía en canción...
John Steinbeck (The Pearl)
El negro, el blanco, el marrón, el rojo, el amarillo, el hetero, el homo, el trans, el pobre, el rico, el analfabeto, el analfabeto, el débil, el fuerte, todos son mis hermanos y hermanas. Mi vida es su vida Y hasta el último aliento en mi cuerpo, los estaré sirviendo a todos con todo el poder en mis venas. Y más allá de la muerte, mis ideas te servirán por la eternidad.
Abhijit Naskar (I Am The Thread: My Mission)
sé. –¿No sabes? Pero tú sabías del brote de hoy en el mercado. Los labios de Cinder se entreabrieron. Claro. La ropa. Los androides paramédicos. Ellos pensaban que estaba infectada. –No te entiendo, Cinder. ¿Cómo pudiste ser tan egoísta? Ella negó con la cabeza. –A mí también me hicieron análisis, en el depósito de chatarra. No estoy infectada. No sé dónde se contagió Peony –mostró su brazo, el hematoma que se le hizo en la cara interna del codo–. Pueden verificar de nuevo si quieren. Uno de los paramédicos dio su primera señal de vida al iluminar el pequeño punto enrojecido donde la aguja la había pinchado. Pero no se movieron, y Adri no les dijo que lo hicieran. En cambio, dirigió su atención a una pequeña pantalla enmarcada sobre la repisa de la chimenea, y se puso a mirar fotografías de Pearl y Peony en su niñez. Fotografías de su antigua casa, la que tenía jardín. Fotografías con Adri antes de que ella perdiera la sonrisa. Fotografías con su padre. –Lo siento mucho –dijo Cinder–. Yo también la quiero. Adri apretó el marco. –No me insultes –dijo, deslizando el marco hacia ella–. ¿Sabes siquiera qué es el amor? ¿Puedes sentir algo o solo estás... programada? Estaba hablando para sí misma, pero sus palabras herían. Cinder se arriesgó
Marissa Meyer (Cinder (Crónicas Lunares nº 1) (Spanish Edition))
Sam Pearl, curvo su un foglio verde delle corse, gli fece un cenno di saluto con la mano grassoccia. A nessuno dei due veniva mai in mente di mettersi a chiacchierare. Che ne capiva lui delle corse di cavalli? Che ne sapeva l'altro della tragicità della vita?
Bernard Malamud (The Assistant)
Kad umrem, prekinuce se jedna srebrna nit sa nanizanim glatkim biserima koji ce se rasuti po zemlji i otkotrljati kuci svojim majkama skoljkama na dnu mora. Ko ce zaroniti za mojim biserima kad mene ne bude vise? Ko ce znati da su bili moji? Ko ce znati da je ceo svet nekad visio oko mog vrata.
Jostein Gaarder (The Christmas Mystery)
El presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt, a través de su Departamento de Estado, rechazó la propuesta y en junio de 1940 envió a Buenos Aires una delegación militar que propuso a la Argentina participar en los planes de defensa continental elaborados por el Pentágono, que incluían la posibilidad de instalar bases en las islas Malvinas. Esta vez el rechazo vino del lado argentino. En enero de 1942 se realiza en Río de Janeiro una conferencia de cancilleres americanos. Contra las presiones de Estados Unidos el ministro de Relaciones Exteriores argentino, Enrique Ruiz Guiñazú, se opone a una resolución que obliga a romper relaciones diplomáticas con el Eje. El gobierno de Washington quería que todos los países americanos lo hicieran como represalia por el ataque japonés a Pearl Harbor. La Cancillería argentina, en cambio, consiguió que se aprobara una moción distinta mediante la cual se “recomendaba” a los países latinoamericanos romper relaciones, dejándolos en libertad de hacerlo o no. Este desaire no sería olvidado por Estados Unidos y sus consecuencias quizá perduren hasta nuestros días. El hecho además causó la renuncia del secretario de Estado Sumner Welles, impulsor de la política del “buen vecino” de Roosevelt. Debido a los embarques de alimentos a Gran Bretaña los ingleses eran más tolerantes respecto de las decisiones de política internacional por parte de Argentina pues dependían de ella para subsistir y por tanto aceptaban su neutralidad.
Pacho O'Donnell (Breve historia argentina. De la Conquista a los Kirchner (Spanish Edition))
La imagen joven y desenfadada del ejército estadounidense se completaba con la presencia de un innovador vehículo militar que podía adaptarse a cualquier necesidad de transporte, como indicaba el nombre oficial de G. P. (por general purpose, utilidad general). Naturalmente, se trataba del popular Jeep. Han circulado muchas versiones sobre el origen de este nombre; mientras que el ejército aseguraba que se trataba de una corrupción de las iniciales G. P., otros afirmaban que tenía su origen en un extraño animal africano, «Eugene the Jeep», que acompañaba al popular personaje de dibujos animados Popeye. Lo más probable es que el origen sea una mezcla de ambas procedencias. El Jeep, unido a una popularísima bebida de cola que también acompañaba a las tropas allá donde iban, contribuyó a mostrar a Europa toda la atracción del american way of life.
Jesús Hernández (Breve historia de la Segunda Guerra Mundial: Normandía, Pearl Harbor, El Alamein, Stalingrado...Los episodios, los personajes y los escenarios clave de la historia)