“
—¿Estáis dispuestos a luchar por vuestras mujeres e hijos, por vuestros hermanos, por los miles de vosotros más que pueblan las calles de Roma, por todos esos desahuciados por el Senado, por todas esas mujeres y niños y amigos que sí creen en vosotros, que sí tienen fe en vosotros? ¿Estáis dispuestos a luchar por mí, que os he armado, que os he adiestrado y que os ofrezco ésta, vuestra única oportunidad? ¿Estáis dispuestos a luchar no sólo por derrotar a los bárbaros, sino por cambiar la historia de Roma? ¿Estáis dispuestos a combatir para demostrar que estas legiones, las auténticas legiones del pueblo de Roma, son más fuertes, más poderosas, más indestructibles que cualquier otra jamás soñada? ¿Estáis dispuestos a luchar por ser partícipes de la gloria de la victoria? ¡Respondedme, porque yo sí estoy dispuesto a luchar con vosotros, a vuestro lado, en la vanguardia de vuestro ejército! ¡Yo sí estoy dispuesto a luchar con vosotros, a morir con vosotros y también a vencer con vosotros! ¿Estáis dispuestos, maldita sea? ¡Por todos los dioses, respondeeeeed!
”
”
Santiago Posteguillo (Roma soy yo: La verdadera historia de Julio César (Julio César, #1))