Pura Vida Quotes

We've searched our database for all the quotes and captions related to Pura Vida. Here they are! All 100 of them:

Aquella noche Mijail me contó que él creía que la vida nos concede a cada uno de nosotros unos escasos momentos de pura felicidad. A veces son sólo dias o semanas. A veces, años. Todo depende de nuestra fortuna. El recuerdo de esos momentos nos acompaña para siempre y se transforma en un país de la memoria al que tratamos de regresar durante el resto de nuestra vida sin consegurilo.
Carlos Ruiz Zafón (Marina)
(Escre)ver-me nunca escrevi sou apenas um tradutor de silêncios a vida tatuou-me nos olhos janelas em que me transcrevo e apago sou um soldado que se apaixona pelo inimigo que vai matar
Mia Couto (Raiz de Orvalho e Outros Poemas / O Fio das Missangas)
São os espíritos superficiais que mais crêem nos êxitos retumbantes, nas fórmulas fáceis para vencer, pois isso lhes lisonjeia a incapacidade e a fraqueza de vontade.Os lances engenhosos, em que se torce a moral para obter um mais rápido efeito, conseguem grande público.Mas a vida, cujas leis são infinitamente mais sóbrias, mais puras que as dos homens, não as aceita
Agustina Bessa-Luís (A Sibila)
Era obvio que no se iba a quedar, y si de pura suerte se quedaba iba a acabar odiándome. Te digo que los tipos decentes no me van. Les traigo mala suerte.
Xavier Velasco (Diablo Guardián)
Fue un monstruo desde el principio. Eligio la vida por pura obstinación y por pura maldad.
Patrick Süskind (El perfume (Spanish Edition))
Aunque supongo que la Vida no es dura en sí misma, sino que son factores externos los que la convierten en algo complicado. Tiene su lógica que la Vida, en su naturaleza más absoluta, sea pura y sencilla.- Asteria.
Iria G. Parente (Rojo y oro)
La vida es pura contradicción. Tenemos que aprender de todos ellos, sacar partido de todas las lecciones. Porque son ciertas, no más.
Jandy Nelson (I'll Give You the Sun)
El amor no es eternidad; tampoco es el tiempo sucesivo...Es la percepción instantánea de todos los tiempos en uno solo, de todas las vidas en un instante. ¿Qué ve la pareja, en el espacio de un parpadeo? La identidad de la aparición y la desaparición, la verdad del cuerpo y del no-cuerpo, la visión de la presencia que se disuelve en un esplendor; vivacidad pura, latido del tiempo.
Octavio Paz (The Double Flame: Love and Eroticism)
existir é pura maravilha. Com o seu inesperado e tanto susto, a vida é a oportunidade da maravilha.
Valter Hugo Mãe (Contra mim)
Lo importante es tener salud, el resto se arregla". Es la más pura verdad, Victoria, para todo, todo de verdad, en esta vida hay solución, menos para la muerte.
Marcelo Puglia (Cartas para Victoria)
Y así el mal gobernará la tierra, arrebatando cada alma pura y despojándola de todo bien para convertirla en algo sin vida, sin remordimiento y llena de mal hasta el último milímetro.
Isaías Cortejosa (Protección)
Quiero llevar a cabo mis propios descubrimientos. No necesito drogas ni estimulantes artificiales. Sin embargo quiero experimentar esas mismas cosas con June, penetrar en la maldad que me atrae. Busco la vida, y las experiencias que deseo; se me niegan porque tengo en mí una fuerza que las neutraliza. Conozco a June, la seudoprostituta, y se vuelve pura.
Anaïs Nin (Henry and June)
[...] soy de los que piensan que esta vida es de risa y que la vida misma está hecha de pura risa y que, por mucho que ignoremos lo que nos espera al final de la misma, lo mejor es ir hacia todo eso riendo, con una trágica falta de seriedad.
Enrique Vila-Matas
Una novela no es buena ni por su contenido ni por como lo cuenta -dos supersticiones-, sino porque su alquimia resultó permanente sin que el autor lo mereciera. No se explica, no tiene fórmula, es pura voluntad de existencia, pulsión de vida
Álvaro Enrigue
Honor miró por la ventana... y vio la sobrecogedora imagen de un ángel con alas de color azul plateado aterrizando en la zona verde del césped. -Es... -Se quedó sin aliento. Había visto fotos, incluso imágenes de televisión, que mostraban a aquel ángel de alas azules, pero ninguna de ellas le hacía justicia. Nada podría hacérsela. Resultaba mucho más impactante de cerca. No le quitó la vista de encima mientras se reunían con él junto al coche. Tenía los ojos del color del oro veneciano, el cabello negro con matices azules, y un rostro de una belleza tan pura que resultaba casi demasiado hermoso. Casi. Era, sencillamente, la criatura más hermosa que había visto en su vida. -Soy Illium -dijo el ángel mirándola a los ojos. Honor estuvo a punto de esbozar una sonrisa al ver la curiosidad pintada en sus iris dorados. -Yo soy Honor.
Nalini Singh (Archangel's Blade (Guild Hunter, #4))
Perladas por la luz de la luna, desnudas y puras, para él representaban, según le parecía, el modo de vida que había adoptado, tal como un templo representa un dios.
John Williams (Stoner)
Un giorno sei disperato e sei mesi dopo sei milionario. Succede, è successo e succederà.
Gianluca Gotto (La Pura Vida)
entrego-as às palavras como se entrega um filme aos sais da prata. Quero dizer: numa pura suspensão de cristais, revelo a minha vida.
Carlos de Oliveira (Trabalho Poético - segundo volume)
Si quieren que tenga un misticismo, está bien, lo tengo. Soy místico, mas solo con el cuerpo. Mi alma es pura y no piensa. Mi misticismo es no querer saber. Es vivir y no pensarlo
Alberto Caeiro
La vida es pura contradicción.
Jandy Nelson (Te daría el sol)
La vida es pura contradicción. Tenemos que aprender de todos ellos, sacar partido de todas las lecciones.
Jandy Nelson (Te daría el sol)
La verdad casi nunca es pura y nunca es simple. La vida moderna sería muy aburrida si fuera ambas cosas, y la literatura moderna sería un completo imposible
Oscar Wilde (La importancia de llamarse Ernesto / El abanico de Lady Windermere)
yo estaba segura de que jamás había habido en mi vida nada más importante —ni tener hijos, ni aprobar oposiciones, ni viajar lejos— que eso, estar en la cama con ese hombre a media tarde.
Annie Ernaux (Pura pasión)
DEBES SALIR DE TU ZONA DE CONFORT”, nos adoctrina la Modernidad. A esta altura, ya saben que soy como un salmón que me encanta ir en contra de la corriente y de los eslogans imperativos de turno. ¿Por qué ese ensañamiento tan feroz con la comodidad? Como si fuera algo menor y hasta malo sentirse seguro y a gusto… ¿Acaso lo escribió algún enemigo envidioso? Es más, lograr ese confort quizá sea una de las cosas más difíciles de la vida. Y por supuesto, no hablo precisamente de lujos materiales. Pero si uno se siente bien en donde está ¿para qué salir de ese lugar tan privilegiado y arriesgar el tesoro? Si uno está mal, y no se siente confortable, es más lógico que uno intente cambiar esa situación y se lance a ciegas a cualquier otra cosa. Pero lo opuesto, suena más a un masoquismo histérico e inconformista que a un buen consejo. Por supuesto que entiendo la arenga que hay detrás de este eslogan tan popular en los coaching de época y no digo que no haya que arriesgarse, ni incluso aventurarse. Creo que no hay nada más estimulante que los desafíos difíciles e inciertos. Algunos, hasta arman su zona de confort personal con pinceladas de pura adrenalina. Lo incierto, para ellos, es puro confort. En fin, ustedes también ya se habrán dado cuenta: la vida es una eterna contradicción y lo que sirve para algunos, es nefasto para otros… Les dejo una frase que escribí para mi #libro Observados que nos habla también de estas contradicciones tan humanas. “La insatisfacción es una fuente inagotable, tanto de infelicidad como de progreso. Ironías de la Humanidad.
Gonzalo Guma (OBSERVADOS: Más allá de Equinoccio)
Muitos de nós procuramos dar um sentido à vida, mas nossas vidas só ganham sentido se formos capazes de realizar estes três destinos: amar, ser amado e saber perdoar. O restante é pura perda de tempo.
Joël Dicker (Le Livre des Baltimore (Marcus Goldman, #2))
A veces buscas ese punto de alguien que no te juzgue porque no te conoce «desde hace años». Y entablas una relación más pura, como diciendo «empezamos de cero», sin tener prejuicios de nada. Contame tu vida y yo te cuento mi vida.
Juan Manuel López (La luz de Miki Roqué: La admirable historia de un ganador en su lucha contra el cáncer (Indicios no ficción) (Spanish Edition))
Siempre me aterra esa cosa siamesa de las parejas: opinan lo mismo, comen lo mismo, se emborrachan a la par, como si compartieran el torrente sanguíneo. Debe haber un resultado químico de nivelación después de años de mantener esa coreografía constante. Mismo lugar, mismas rutinas, misma alimentación, vida sexual simultánea, estímulos idénticos, coincidencia en temperatura, nivel económico, temores, incentivos, caminatas, proyectos… ¿Qué monstruo bicéfalo se va creando así? Te volvés simétrico con el otro, los metabolismos se sincronizan, funcionás en espejo; un ser binario con un solo deseo. Y el hijo llega para envolver ese abrazo y sellarlos con un lazo eterno. Es pura asfixia la idea.
Pedro Mairal (La uruguaya)
—Estoy harta de vivir mi vida, a partir de ahora quiero vivir la nuestra. Phillip la estrechó con muchísima fuerza y apoyó la barbilla en su cabeza. —Y yo podré verla a través de tus ojos —musitó—. Cómo te quiero, Stella... Notó que se estremecía entre sus brazos y trataba de ahogar un sollozo. —Bella, por favor, eso no —la separó y tanteó su rostro pura secarle una lágrima—. Si te hace llorar, no volveré a decírtelo nunca. —Pobre de ti como no lo hagas —gimoteó.
Olivia Ardey (Delicias y secretos en Manhattan (Delicias y secretos en Manhattan, #1))
La Margo sap el secret de marxar […]: marxar proporciona una sensació bona i pura només quan deixes alguna cosa important, alguna cosa que valores. Quan arrenques la vida de socarel. Però no ho pots fer fins que la teva vida no arreli.
John Green (Paper Towns)
La velocidad pura, cuya finalidad no es ganar tiempo sino huir del tiempo y de todos los lastres que arrastra la duración, en el cenagal de los pensamientos sin atadura, de los cuerpos tristes, de las vidas obesas y de las rumias asmáticas
Amélie Nothomb (Le Sabotage amoureux)
Posso acreditar em coisas que são verdade e posso acreditar em coisas que não são verdade. E posso acreditar em coisas que ninguém sabe se são verdade ou não. Posso acreditar no Papai Noel, no coelhinho da Páscoa, na Marilyn Monroe, nos Beatles, no Elvis e no Mister Ed. Ouça bem... Eu acredito que as pessoas evoluem, que o saber é infinito, que o mundo é comandado por cartéis secretos de banqueiros e que é visitado por alienígenas regularmente -uns legais, que se parecem com lêmures enrugados, e uns maldosos, que mutilam gado e querem nossa água e nossas mulheres. Acredito que o futuro é um saco e que é demais, e acredito que um dia a Mulher Búfalo Branco vai ficar preta e chutar o traseiro de todo mundo. Também acho que todos homens não passam de meninos crescidos com profundos problemas de comunicação e que o declínio da qualidade do sexo nos Estados Unidos coincide com o declínio dos cinemas drive-in de um Estado ao outro. Acredito que todos os políticos são canalhas sem princípios, mas ainda assim melhores do que as outras alternativas. Acho que a Califórnia vai afundar no mar quando o grande terremoto vier, ao mesmo tempo em que a Flórida vai se dissolver em loucura, em jacarés, em lixo tóxico. Acredito que sabonetes antibactericidas estão destruindo nossa resistência à sujeira e às doenças, de modo que algum dia todos seremos dizimados por uma gripe comum, como aconteceu com os marcianos em Guerra dos Mundos. Acredito que os melhores poetas do século passado foram Edith Sitwell e Don Marquis, que o jade é esperma de dragão seco, e que há milhares de anos em uma vida passada eu era uma xamã siberiana de um braço só. Acho que o destino da humanidade está escrito nas estrelas, que o gosto dos doces era mesmo melhor quando eu era criança, que aerodinamicamente é impossível pra uma abelha grande voar, que a luz é uma onda e uma partícula, que tem um gato em uma caixa em algum lugar que está vivo e que está morto ao mesmo tempo (apesar de que, se não abrirem a caixa algum dia e alimentarem o bicho, ele no fim vai ficar só morto de dois jeitos), e que existem estrelas no universo bilhões de anos mais velhas do que o próprio universo. Acredito em um deus pessoal que cuida de mim e se preocupa comigo e que supervisiona tudo que eu faço, em uma deusa impessoal que botou o universo em movimento e saiu fora pra ficar com as amigas dela e nem sabe que estou viva. Eu acredito em um universo vazio e sem deus, um universo com caos causal, um passado tumultuado e pura sorte cega. Acredito que qualquer pessoa que diz que o sexo é supervalorizado nunca fez direito, que qualquer um que diz saber o que está acontecendo pode mentir a respeito de coisas pequenas. Acredito na honestidade absoluta e em mentiras sociais sensatas. Acredito no direito das mulheres à escolha, no direito dos bebês de viver, que, ao mesmo tempo em que toda vida humana é sagrada, não tem nada de errado com a pena de morte se for possível confiar no sistema legal sem restrições, e que ninguém, a não ser um imbecil, confiaria no sistema legal. Acredito que a vida é um jogo, uma piada cruel e que a vida é o que acontece quando se está vivo e o melhor é relaxar e aproveitar.
Neil Gaiman (American Gods (American Gods, #1))
Na vida pura e monótona das mulheres jovens aparece uma hora deliciosa em que o sol se expande na alma, em que a flor exprime pensamentos, em que as palpitações do coração comunicam ao cérebro o seu calor fecundante e como que fundem as ideias num desejo vago. Dia de melancolia e de alegrias suaves! As crianças sorriem quando começam a ver; quando uma rapariga entrevê o sentimento na natureza, sorri de modo igual à criança. Se a luz é o primeiro amor da vida, não será o amor a primeira luz do coração?
Honoré de Balzac (Eugénie Grandet)
La mala racha" Mientras dura la mala racha pierdo todo. Se me caen las cosas de los bolsillos y de la memoria: pierdo llaves. lapiceras, dinero, documentos, nombres, caras, palabras. Yo no se si será gualicho de alguien que me quiere mal y me piensa peor, o pura casualidad, pero a veces el bajón demora en irse y yo ando de pérdida en pérdida, pierdo lo que encuentro, no encuentro lo que busco, y siento mucho miedo de que se me caiga la vida en alguna distracción. "When Luck Runs Out” During streaks of bad luck, I lose everything. Things fall out of my pockets and my memory: I lose keys, pens, money, documents, names, faces, words. I don’t know whether someone wishes me harm and has put the evil eye on me or whether it’s pure happenstance, but sometimes this slump just won’t end and I lose one thing after another. I lose what I find, I can’t find what I’m looking for, and I’m quite afraid of losing life through some little hole in my pocket.” Eduardo Galeano: El libro de los abrazos (The Book of Embraces)
Eduardo Galeano
La filosofia és la confiança que el pensament pot transformar la vida i fer-la millor. És a dir, que podem viure pensant i pensar com volem viure, en un trànsit sense garanties entre el silenci i l'acció. La filosofia no pretén esgotar el silenci ni ser pura acció. Sap que els contorns del que podem dir i pensar són limitats i parcials, que estem, per tant, envoltats de silenci. Però sap també que sense endinsar-nos més enllà dels límits del que encara no sabem com dir, l'acció és mera repetició i acceptació del que hi ha.
Marina Garcés (Fuera de clase. Textos de filosofía de guerrilla)
Nadie mejor para espiar las acciones de los demás que aquellos que nada tienen que ver con ellas. (...) Existen seres que por saber el secreto de tales enigmas, que les son por lo demás perfectamente indiferentes, gastan más dinero, desperdician más tiempo, y se toman más trabajo, que costaría ejecutar diez buenas acciones; y todo ello lo hacen gratuitamente, por placer, sin que su curiosidad reciba más paga que la curiosidad (...) ¿para qué? Para nada. Por encarnizamiento de ver, de saber vidas ajenas, por pura comezón de murmurar.
Victor Hugo (Les Misérables)
O puro espírito é pura mentira. Enquanto o padre continuar a passar por ser uma espécie superior - o padre, esse negador, esse caluniador, esse envenenador da vida por profissão - , não há resposta para a pergunta: que é a verdade? A verdade fica logo colocada em cima da cabeça, se o advogado confesso do nada e da negação passa por ser o representante da verdade...
Friedrich Nietzsche
Cuando tenían veinte años había períodos en que miraba a sus amigos y le invadía una alegría tan profunda y pura que deseaba que el mundo se detuviera, que ninguno de ellos truncara ese momento en que todo estaba en equilibrio y el afecto que sentía por ellos era perfecto. Pero, claro está, no era posible; todo cambiaba enseguida y el momento se desvanecía en silencio.
Hanya Yanagihara (Tan poca vida)
La belleza carente de fuerza odia al entendimiento porque éste exige de ella lo que no está en condiciones de dar. Pero la vida del espíritu no es la vida que se asusta ante la muerte y se mantiene pura de la desolación, sino la que sabe afrontarla y mantenerse en ella. El espíritu sólo conquista su verdad cuando es capaz de encontrarse a sí mismo en el absoluto desgarramiento. El espíritu no es esta potencia como lo positivo que se aparta de lo negativo, como cuando decimos de algo que no es nada o que es falso y, hecho esto, pasamos sin más a otra cosa, sino que sólo es esta potencia cuando mira cara a cara a lo negativo y permanece cerca de ello. Esta permanencia [en lo negativo] es la fuerza mágica que hace que lo negativo vuelva al ser.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel (Phenomenology of Spirit)
O espírito íntimo e o sentido da vida verdadeira e pura do claustro e do ascetismo em geral, é sentirmo-nos dignos e capazes de uma existência melhor do que a nossa, e querermos fortificar e manter esta convicção pelo desprezo de todos os vãos gozos deste mundo. Espera-se com segurança e calma o fim desta vida, livre das ilusões enganadoras, para saudar um dia a hora da morte como a da libertação.
Arthur Schopenhauer (On the Suffering of the World)
Éste fue el más noble romano entre todos ellos. Todos los conspiradores, excepto él, hicieron lo que hicieron sólo por envidia al gran Cesar; sólo él, al asociarse a ellos, fue guiado por un pensamiento de general honradez y del bien común a todos. Su vida era pura, y de tal modo se combinaron en él los elementos, que la naturaleza, irguiéndose puede decir al mundo: “¡Este era un hombre!”" (Antonio)
William Shakespeare (Julius Caesar)
Bem lá no íntimo não fazia ideia de como quebrar o medo que lhe tolhia os movimentos nos instantes de puro terror. Tinha consciência de que uma coisa era falar e outra executar, sabia que, nos momentos de aflição, as suas reacções eram imprevisíveis e incontroláveis, a emoção toma conta da mente e a animalidade sobrepõe-se à humanidade. Quantos homens passavam a vida a falar de heroísmo e a preparar-se para o grande teste e fraquejavam quando o momento chegava, enquanto outros, tímidos e calados, na hora das dificuldades tudo pareciam superar? O que era afinal a temeridade senão fingimento? O que era o heroísmo senão um acto resultante do medo social que se sobrepõe ao medo animal? E o que era a bravura senão um momento de pura loucura, um gesto insano feito para benefício alheio e prejuízo nosso?
José Rodrigues dos Santos (A Filha do Capitão)
Vertieron un poco de sangre en el suelo, arrancaron los corazones, los ahumaron con tabaco, luego los partieron en trocitos y los repartieron entre los toquis y loncos; así comulgaron entre ellos y con la Tierra. —Señor Ngenechén, ésta es la pura sangre de los animales, sangre tuya, sangre que nos das para que tengamos vida y podamos movernos, Padre Dios, por eso con esta sangre estamos rogándote que nos bendigas
Isabel Allende (Inés del alma mía)
Na construção da personalidade, o instinto de destruição manifesta-se com a maior nitidez na formação do superego . Certo, por seu papel defensivo contra os impulsos irrealistas do id, por sua função na conquista duradoura do complexo de Édipo, o superego consolida e protege a unidade do ego, garante o seu desenvolvimento sob o princípio de realidade e, assim, atua a serviço de Eros. Contudo, o superego atinge esses objetivos dirigindo o ego contra o seu id, desviando parte dos instintos de destruição contra uma parte da personalidade destruindo, fragmentando a unidade da personalidade como um todo; assim, atua a serviço do antagonista do instinto de vida. Além disso, essa destrutividade dirigida para dentro constitui o âmago moral da personalidade adulta. A consciência, a mais querida agência moral do indivíduo civilizado, surge-nos impregnada do instinto de morte; o imperativo categórico que o superego impõe continua sendo um imperativo de autodestruição, enquanto constrói a existência social da personalidade. A obra de repressão pertence tanto ao instinto de morte quanto ao instinto de vida. Normalmente, a fusão de ambos é salutar, mas a obstinada severidade do superego ameaça constantemente esse equilíbrio salutar. Quanto mais um homem controla suas tendências agressivas em relação a outros, mais tirânico, isto é, mais agressivo se torna em seu ego-ideal ... mais intensas se tornam as tendências agressivas do seu ego-ideal contra o seu ego. Levada ao extremo, na melancolia, uma pura cultura do instinto de morte pode influir no superego, convertendo este numa espécie de local de reunião para os instintos de morte. Mas esse perigo extremo tem suas raízes na situação normal do ego. Como a ação do ego resulta em uma '... libertação dos instintos agressivos no superego, a sua luta contra a libido expõe-no ao perigo de maus tratos e morte. Ao sofrer os ataques do superego ou talvez ao sucumbir a eles o ego está enfrentando um destino semelhante ao dos protozoários que são destruídos pelos produtos de desintegração que eles próprios criaram.' E Freud acrescenta que do ponto de vista econômico [mental], a moralidade que funciona no superego parece ser um produto similar de desintegração. É nesse contexto que a metapsicologia de Freud se defronta com a dialética fatal da civilização: o próprio progresso da civilização conduz à liberação de forças cada vez mais destrutivas.
Herbert Marcuse (Eros and Civilization: A Philosophical Inquiry into Freud)
Mora Amor en los ojos de mi amada por lo cual cuanto mira se ennoblece. Aquel a quien saluda se estremece: todo mortal le lanza su mirada. Si ella baja la faz, el todo es nada, el ánimo en quejumbre desmerece, muere soberbia, cólera perece. ¡Oh mujeres, le cumple ser loada! Toda humildad y toda dulcedumbre nace oyendo su voz pura y afable. Dichoso el hombre que la vio primero. Cuando sonríe -que su boca es lumbre- se magnifica y hácese inefable porque es algo divino y hechicero.
Dante Alighieri (La vida nueva (Spanish Edition))
Hay realidades que difícilmente podrán ser probadas por la ciencia o por las deducciones de la razón pura. Nadie puede concebir esas verdades mientras permanezca en el reino de la experiencia humana. Cuando hayáis acabado aquí abajo, cundo completéis vuestro recorrido de prueba en la carne, cuando el polvo que forma el tabernáculo mortal sea devuelto a la tierra de donde procede, entonces, sólo entonces, el Espíritu que os habita retornará al Dios que os lo ha regalado y tu pregunta quedará plenamente satisfecha. Caballo de Troya 3
J.J. Benítez
Tienes razón, lobo estepario, mil veces razón, y, sin embargo, has de sucumbir. Para este mundo sencillo de hoy, cómodo y satisfecho con tan poco, eres tú demasiado exigente y hambriento; el mundo te rechaza, tienes para él una dimensión de más. El que hoy quiera vivir y alegrarse de su vida, no ha de ser un hombre como tú ni como yo. El que en lugar de chinchín exija música, en lugar de placer alegría, en lugar de dinero alma, en vez de loca actividad verdadero trabajo, en vez de jugueteo pura pasión, para ése no es hogar este bonito mundo que padecemos…
Anonymous
Aunque un buen relato ha de otorgarme un papel y extenderse más allá de mis horizontes, no tiene por qué ser verdadero. Un relato puede ser pura ficción, y aun así darme una identidad y hacer que sienta que mi vida tiene sentido. De hecho, hasta donde llega nuestro conocimiento científico, ninguno de los miles de relatos que las diferentes culturas, religiones y tribus han inventado a lo largo de la historia es cierto. Todos son solo invenciones humanas. Si buscamos el sentido real de la vida y a cambio obtenemos un relato, debemos saber que es la respuesta
Yuval Noah Harari (21 lecciones para el siglo XXI)
Durante a rápida estação em que a mulher permanece em flor, os caracteres da sua beleza servem admiravelmente bem à dissimulação à qual a sua fraqueza natural e as leis sociais a condenam. Sob o rico colorido do seu viçoso rosto, sob o fogo dos seus olhos, sob a fina textura das suas feições tão delicadas, com tantas linhas curvas ou retas, mas puras e perfeitamente determinadas, todas as suas comoções podem permanecer secretas: o rubor então nada revela, aumentando ainda mais cores já tão vivas; todos os focos interiores concordam tão bem com a luz desses olhos brilhantes de vida que a fugaz chama de um sofrimento aparece apenas como um encanto a mais. Por isso, na da há mais discreto do que um rosto juvenil, porque também não há nada mais imóvel. A fisionomia de uma jovem tem a serenidade, o polido, o frescor da superfície de um lago; a das mulheres só se revela aos trinta anos. Até essa idade, o pintor só lhes acha no rosto róseos e brancos sorrisos e expressões que repetem um mesmo pensamento, pensamento de mocidade e de amor, pensamento uniforme e sem profundidade; mas, na velhice, tudo na mulher fala, as paixões incrustaram-se-lhe no rosto; foi amante, esposa, mãe; as mais violentas expressões de alegria e de dor acabaram por alterar-lhe, torturar-lhe o rosto, formando aí mil rugas, tendo todas uma linguagem; e uma fronte de mulher torna-se, então, sublime pelo horror, bela pela melancolia, ou magnífica pela serenidade; se se permite desenvolver esta estranha metáfora, o lago seco deixa então ver todos os traços das torrentes que o produzi ram; uma fronte de mulher velha já então não pertence nem ao mundo, que, frívolo, se assusta de ver a destruição de todas as idéias de elegância a que está habituado, nem aos artistas vulgares, que nada descobrem por aí; mas, sim, aos verdadeiros poetas, àqueles que possuem o sentimento de uma beleza independente de todas as convenções sobre as quais repousam tantos preconceitos sobre a arte e a formosura.
Honoré de Balzac (A Woman Of Thirty)
Quem, como ele, tinha sobrevivido ao próprio nascimento no lixo não se deixava expulsar tão facilmente do mundo. Era capaz de comer sopa aguada dias e dias, sobrevivia com o leite mais diluído, suportava os legumes e as carnes mais podres. Ao longo da infância, sobreviveu ao sarampo, disenteria, varicela, cólera, a uma queda de seis metros num poço e a queimadura no peito com água fervente. É verdade que trazia disso cicatrizes, arranhões, feridas e um pé meio aleijado que o fazia capengar, mas sobreviveu. Era duro como uma bactéria resistente e auto-suficiente como um carrapato colado numa árvore, que vive de uma gotinha de sangue sugada ano passado. Precisava de um mínimo de alimentação e vestimenta para o corpo. Para a alma, não precisava de nada. Calor humano, dedicação, delicadeza, amor — ou seja lá como se chamam todas as coisas que dizem que uma criança precisa — eram completamente dispensáveis para o menino Grenouille. Ou então, assim nos parece, ele as tinha tornado dispensáveis simplesmente para poder sobreviver. O grito depois do seu nascimento, o grito sob a mesa de limpar peixe, o grito com que ele se tinha feito notar e levado a mãe ao cadafalso, não fora um grito instintivo de compaixão e amor. Fora bem pesado, quase se poderia dizer um grito maduramente pensado e pesado, com que o recém-nascido se decidira contra o amor e, mesmo assim, a favor da vida. Nas circunstâncias, isto era possível sem aquilo, e, se a criança tivesse exigido ambos, então teria, sem dúvida, fenecido miseramente. Também teria podido, no entanto, escolher naquela ocasião a segunda possibilidade que lhe estava aberta, calando e legando o caminho do nascimento para a morte sem esse desvio pela vida, e assim teria poupado a si e ao mundo uma porção de desgraças. Mas, para se omitir tão humildemente, teria sido necessário um mínimo de gentileza inata, e isto Grenouille não possuía. Foi um monstro desde o começo. Ele se decidiu em favor da vida por pura teimosia e maldade.
Patrick Süskind (Perfume: The Story of a Murderer)
Ahora comprendes que estas cosas son todas imposibles, salvo en un sueño. Comprendes que son puras locuras pueriles, las creaciones ridículas de una imaginación que no está consciente de sus monstruosidades; en una palabra, que son un sueño y tú eres su creador. Todas las señales del sueño son visibles; debías haberlas reconocido antes. Es verdad lo que te he revelado; no hay Dios, ni universo, ni raza humana, ni vida terrestre, ni cielo, ni infierno. Todo es un sueño…, un sueño grotesco y disparatado. Nada existe salvo tú. Y tú no eres más que un pensamiento…, ¡un pensamiento errante, un pensamiento inútil, un pensamiento desamparado, vagando solitario entre las eternidades!
Mark Twain (The Mysterious Stranger)
Aquí abajo, no podemos fiamos de nadie; los mortales no acarician nunca con dicha sincera; incluso del olor de la flor brota un algo amargo; y los corazones agitados sólo gozan de alegrías tristes; nunca la alegría reconforta sin nubes y una lágrima luce en la risa que duda. ¿Acaso tu frente pura tiene que ajarse en esta vida amarga, las preocupaciones turbar los llantos de tus ojos color cielo y la sombra del ciprés dispersar las rosas de tu cara? ¡No ocurrirá! te llevaré conmigo a las tierras celestes, para que unas tu voz al concierto de los habitantes del cielo. Velarás por los hombres que se han quedado aquí abajo. ¡Vamos! Una Divinidad rompe los lazos que te atan a la vida.
Arthur Rimbaud
Como la naturaleza abandona a los seres al riesgo de su oscuro deseo sin proteger a ninguno en particular en el surco y el ramaje, así, en lo más profundo de nuestro ser, tampoco nosotros somos más queridos; nos arriesga. Sólo que nosotros, más aún que la planta o el animal, marchamos con ese riesgo, lo queremos, a veces (y no por interés) hasta nos arriesgamos más que la propia vida, al menos un soplo más... Eso nos crea, fuera de toda protección, una seguridad allí, donde actúa la gravedad de las fuerzas puras; lo que finalmente nos resguarda es nuestra desprotección y el que así la volviéramos hacia lo abierto cuando la vimos amenazar, para en algún lugar del más amplio círculo, allí donde nos toca la ley, afirmarla.
Rainer Maria Rilke
Ésta es, pues, la regla, el método, la ley, la vía pura, sencilla y segura de esta alma: una ley invariable, que está vigente en todo tiempo, lugar y circunstancia de vida. Es una línea recta, por la que el alma camina valiente y fielmente, sin desviarse a derecha o a izquierda, y sin ocuparse de otra cosa. Y todo lo que vaya más allá de esto es recibido por ella pasivamente y realizado en el abandono. Es decir, es activa en todo lo que viene prescrito por el deber presente, y es, en cambio, pasiva y abandonada en todo lo demás, en lo que no hace nada por sí misma, sino acoger en paz la moción divina. No hay camino espiritual que sea más seguro que esta sencilla vía, ni que sea tan claro y fácil, tan amable y tan libre de errores e ilusiones.
Jean-Pierre de Caussade (Abandonment to Divine Providence)
El hombre de ciencia no estudia la naturaleza porque sea útil; la estudia porque encuentra placer, y encuentra placer porque es bella. Si la naturaleza no fuera bella, no valdría la pena conocerla, ni valdría la pena vivir la vida. No hablo aquí, entendámoslo bien, de esta belleza que impresiona los sentidos, de la belleza de las cualidades y de las apariencias; no es que la desdeñe, lejos de ahí, pero no tiene nada que ver con la ciencia. Quiero hablar de esa belleza, más íntima, que proviene del orden armonioso de las partes y que sólo una inteligencia pura puede comprender. Por así decirlo es ella la que da un cuerpo, un esqueleto a las halagadoras apariencias que embellecen nuestros sentidos, y sin este soporte, la belleza de estos sueños fugitivos sería imperfecta, porque sería indecisa y huiría siempre
Henri Poincaré (La Valeur de la Science (French Edition))
En ese juzgado todos usaban corbata pero se veían sucios, sudados, la ropa pegada como cataplasma, los trajes lustrados, llenos de lamparones, del horrible color café que acostumbran los morenos y los hace parecer una tablilla de chocolate rancio. Lucita suplía su baja estatura con colores chillones; por ejemplo, una falda verde con una blusa nailon amarilla o al revés; puras combinaciones cirqueras, pero ahora su expresión era tan entusiasta que se veía atractiva; el interés los ennoblecía a todos; habían dejado de chanclear, rascarse, embarrarse en contra de los muros; ninguna desidia podía flotar ahora en el recinto; cobraban vida, recordaban que alguna vez fueron hombres, y no sólo eso sino jóvenes, ajenos al papeleo y a la tarjeta marcada; una gota de agua cristalina resplandecía sobre cada una de sus cabezas: Esmeralda los estaba bañando.
Elena Poniatowska (De noche vienes)
Defendamo-nos de dizer que há leis na natureza. Existem apenas necessidades: não existe ninguém que comande ou obedeça, ninguém que infrinja. Quando souberdes que inexistem fins, sabereis igualmente que inexiste acaso; pois, unicamente sob um mundo de fins é que a palavra “acaso” toma sentido. Excusemo-nos de dizer que a morte é o contrário da vida. A vida não passa de uma variedade de morte e variedade mui rara. Defendemo-nos de acreditar que o mundo cria incessantemente o novo. Inexistem substâncias eternamente duráveis; a matéria é um engano semelhante ao deus dos eleatas. Quando acabaremos com nossos cuidados e nossas precauções? Quando deixaremos de ser obscurecidos por todas essas sombras de Deus? Quando teremos despojado dos atributos divinos a natureza? Quando teremos direito, nós homens, de nos tornarmos naturais, com a natureza pura, reencontrada, liberada?
Friedrich Nietzsche (The Gay Science: With a Prelude in Rhymes and an Appendix of Songs)
Dudé mucho antes de convencerme a mí misma de que debía seguir con aquel cometido. Reflexioné, sopesé opciones y valoré alternativas. Sabía que la decisión estaba en mi mano: sólo yo tenía la capacidad de elegir entre seguir adelante con aquella vida turbia o dejarlo todo de lado y volver a la normalidad (…) Dejarlo todo y volver a la normalidad: sí, aquélla sin duda era la mejor opción. El problema era que ya no sabía dónde encontrarla. ¿Estaba la normalidad en la calle de la Redondilla de mi juventud, entre las muchachas con las que crecí y que aún se peleaban por salir a flote tras perder la guerra? ¿Se la llevó Ignacio Montes el día en que se fue de mi plaza con una máquina de escribir a rastras y el corazón partido en dos, o quizás me la robó Ramiro Arribas cuando me dejó sola, embarazada y en la ruina entre las paredes del Continental? ¿Se encontraría la normalidad en Tetuán de los primeros meses, entre los huéspedes tristes de la pensión de Candelaria, o se disipó en los sórdidos trapicheos con los que ambas logramos salir adelante? ¿Me la dejé en la casa de Sidi Mandri, colgada de los hilos del taller que con tanto esfuerzo levanté? ¿Se la apropió tal vez Félix Aranda alguna noche de lluvia o se la llevó Rosalinda Fox cuando se marchó del almacén del Dean’s Bar para perderse como una sombra sigilosa por las calles de Tánger? ¿Estaría la normalidad junto a mi madre, en le trabajo callado de las tardes africanas? ¿Acabó con ella un ministro depuesto y arrestado, o la arrastró quizás consigo un periodista a quien no me atreví a querer por pura cobardía? ¿Dónde estaba, cuándo la perdí, qué fue de ella? La busqué por todas partes: en los bolsillos, por los armarios y en los cajones; entre los pliegues y las costuras. Aquella noche me dormí sin hallarla. Al día siguiente desperté con una lucidez distinta y apenas entreabrí los ojos, la percibí: cercana, conmigo, pegada a la piel. La normalidad no estaba en los días que quedaron atrás: tan sólo se encontraba en aquello que la suerte nos ponía delante cada mañana. En Marruecos, en España o Portugal, al mando de un taller de costura o al servicio de la inteligencia británica: en el lugar hacia el que yo quisiera dirigir el rumbo o clavar los puntales de mi vida, allí estaría ella, mi normalidad. Entre las sombras, bajo las palmeras de una plaza con olor a hierbabuena, en el fulgor de los salones iluminados por lámparas de araña o en las aguas revueltas de la guerra. La normalidad no era más que lo que mi propia voluntad, mi compromiso y mi palabra aceptaran que fuera y, por eso, siempre estaría conmigo. Buscarla en otro sitio o quererla recuperar del ayer no tenía el menor sentido.
María Dueñas (The Time in Between)
Me mostró la ciudad hechicera a través de sus ojos. Me habló de sus misterios, sus rincones encantados y el espíritu que vivía en aquellas calles. Me explicó mil y una leyendas. [...] Observé a aquel desconocido con el que había estado callejando durante horas y me pareció que le conocía desde siempre. Así se lo hice saber. Rió y en ese momento, con esa rara certeza que sólo se tiene un par de veces en la vida, supe que iba a pasar el resto de mi vida a su lado. Aquella noche Mijail me contó que él creía que la vida nos concede a cada uno de nosotros unos escasos momentos de pura felicidad. A veces son sólo días o semanas. A veces, años. Todo depende de nuestra fortuna. El recuerdo de esos momentos nos acompaña para siempre y se transforma en un país de la memoria al que tratamos de regresar durante el resto de nuestra vida sin conseguirlo. Para mí esos instantes estarán siempre enterrados en aquella primera noche, paseando por la ciudad...
Carlos Ruiz Zafón (Marina)
Chegando são e salvo à margem, virei-me e olhei para trás, para ver se ele ia me seguir pelo meio do mato e acabar comigo antes que eu tivesse a oportunidade de entrar na casa em que Coleman Silk passara a infância e, tal como Steena Palsson tantos anos antes, almoçar com a família dele em East Orange, o convidado branco daquele domingo. Só de olhar para ele senti o terror do trado — mesmo vendo que ele voltara a se sentar no balde: o branco gelado da lagoa, circundando uma manchinha minúscula que era um homem, o único sinal humano em toda a natureza, como o X de um analfabeto numa folha de papel. Ali estava, se não a história completa, a imagem completa. É muito raro, neste nosso final de século, a vida nos oferecer uma visão pura e tranquila como esta: um homem solitário sentado num balde, pescando através de um buraco aberto numa camada de gelo com meio metro de espessura, numa lagoa cuja água está constantemente se renovando, no alto de uma montanha bucólica na América.
Philip Roth (The Human Stain (The American Trilogy, #3))
Yo voy, lobo estepario, trotando por el mundo de nieve cubierto; del abedul sale un cuervo volando, y no cruzan ni liebres ni corzas el campo desierto. Me enamora una corza ligera, en el mundo no hay nada tan lindo y hermoso; con mis dientes y zarpas de fiera destrozara su cuerpo sabroso. Y volviera mi afán a mi amada, en sus muslos mordiendo la carne blanquísima y saciando mi sed en su sangre por mí derramada, para aullar luego solo en la noche tristísima. Una liebre bastara también a mi anhelo; dulce sabe su carne en la noche callada y oscura. ¡Ay! ¿Por qué me abandona en letal desconsuelo de la vida la parte más noble y más pura? Vetas grises adquiere mi rabo peludo; voy perdiendo la vista, me atacan las fiebres; hace tiempo que ya estoy sin hogar y viudo y que troto y que sueño con corzas y liebres que mi triste destino me ahuyenta y espanta. Oigo al aire soplar en la noche de invierno, hundo en nieve mi ardiente garganta, y así voy llevando mi mísera alma al infierno.
Hermann Hesse (Steppenwolf)
¡Pero en Washington! ¿Era ésa la democracia que querían los gringos para América Latina? ¿Ésa la democracia que había postulado Roosevelt con sus discursos de «buena vecindad» con América Latina? ¿Una dictadura militar al servicio de un puñado de latifundistas codiciosos y racistas y de una gran corporación yanqui? ¿Para eso habían bombardeado los sulfatos la ciudad de Guatemala, matando e hiriendo a decenas de inocentes? Todo aquello había hecho pedazos su vida, barrido sus ilusiones y su fe. ¿O comenzó antes, por su malhadada aventura con la hijita de su compañero de estudios y amigo entrañable? Sí, ése había sido el principio del fin. ¿Había tenido él la culpa, o fue más bien una víctima de la inconsciente lascivia de esa criatura que lo sacó de sus casillas? ¿Era Miss Guatemala una niñita inocente o un ser diabólico? A ratos se avergonzaba de sí mismo por buscarse esas excusas para lo que había sido pura y simplemente el atropello de un adulto lujurioso contra una niña. Entonces lo comían los remordimientos.
Mario Vargas Llosa (Tiempos recios)
La soledad, el sentirse y el saberse solo, desprendido del mundo y ajeno a sí mismo, separado de sí, no es característica exclusiva del mexicano. Todos los hombres, en algún momento de su vida, se sienten solos; y más: todos los horn­bres están solos. Vivir, es separarnos del que fuimos para internarnos en el que vamos a ser, futuro extraño siempre. La soledad es eI fondo último de la condición humana. El hombre es el único ser que se siente solo y el único que es búsqueda de otro. Su naturaleza, si se puede hablar de naturaleza al referirse al hombre, el ser que, precisamente, se ha inventado a sí rnismo al decirle “no” a la naturaleza— consiste en un aspirar a realizarse en otro. El hombre es nostalgia y búsqueda de comunión. Por eso cada vez que se siente a sí mismo se siente como carencia de otro, como soledad. Uno con eI mundo que lo rodea, el feto es vida pura y en bruto, fluir ignorante de sí. Al nacer, rompemos los Iazos que nos unen a Ia vida ciega que vivimos en el vientre materno, en donde no hay pausa entre deseo y satisfacción.
Octavio Paz (El laberinto de la soledad, Postdata, Vuelta a El laberinto de la soledad (Spanish Edition))
La exigencia de la imitación de Cristo o sea, imitar el ejemplo y llegar a ser semejantes a éste, debiera tener como objetivo el desarrollo y la elevación del hombre interior; pero el creyente superficial, que tiende a las fórmulas mecánicas, ha hecho de Cristo un objeto de culto que está fuera del hombre, al que, precisamente por la veneración, se le impide penetrar en la profundidad del alma humana y crear la integridad correspondiente al modelo que sirve de ejemplo. De esta suerte, el mediador divino se queda en una imagen exterior, mientras que el ser humano continúa siendo un fragmento intacto en lo más profundo de su naturaleza. Sí, Cristo puede ser imitado hasta la estigmatización sin que el imitador se haya ajustado ni siquiera aproximadamente al modelo y el sentido de éste. Pues no se trata sólo de una imitación pura y simple, la cual deja sin transformar a la persona, con lo que se queda en un simple artificio. Antes bien, se trata de una realización del modelo con los propios medios —Deo concedente— en la esfera de la vida individual.
C.G. Jung (Psicologia y Alquimia (Spanish Edition))
La memoría es ficción. Seleccionamos lo más brillante y lo más oscuro, ignorando lo que nos avergüenza, y así bordamos el ancho tapiz de nuestra vida. Mediante la fotografía y la palabra escrita intento desesperadamente vencer la condición fugaz de mi existencia, atrapar los momentos antes de que desvanezcan, despejar la confusión de mi pasado. Cada instante desaparece en un spolo y al punto se convierte en pasado, la realidad es efimera y migratoria, pura añoranza. Con estas fotografías y estas páginas mantengo vivos los recuerdos; ellas son mi asidero a una verdad fugitiva, pero verdad de todos modo, ellas prueban que estos eventos sucedieron y estos personajes pasaron por mi destino. Gracias a ellas puedo resucitar a mi madre, muerta cuando yo nací, a mis aguerridas abuelas y mi sabio abuelo chino, a mi pobre padre y a otros eslabones de la larga cadena de mi familia, todos de sangre mezclada y ardiente. Escribo para dilucidar los secretos antiguos de mi infancia, definir mi identidad, crear mi propia leyenda. Al final lo único que tenemos a plenitud es la memoria que hemos tejido. Cada uno escoge el tono para contar su propia historia, quisiera optar por la claridad durable de ina impresión en platino, pero nada en mi destino posee esa luminosa cualidad. Vivo entre difusos matices, velados misterios, incertidumbres; el tono para contar mi vida se ajusta más al de un retrato en sepia ...
Isabel Allende (Portrait in Sepia)
A comunidade é uma coisa bela. Aquilo que por todo o lado vemos florir não tem nada a ver com ela. Esta surgirá nova, formando-se do conhecimento recíproco dos indivíduos e, durante algum tempo, transformará o mundo. O que por aí há de agremiação é pura criação de rebanhos. As pessoas agrupam-se porque têm receio umas das outras. Os senhores juntam-se entre si, os trabalhadores uns com os outros, os estudiosos de outro lado. E, de que têm eles medo? Só tememos alguma coisa quando não estamos em conformidade connosco mesmos. Eles apavoram-se porque nunca se conheceram a si próprios. É uma comunidade de indivíduos com horror ante o desconhecido que existe dentro de si. Todos sabem que as suas normas de vida já não são correctas, que vivem segundo padrões antiquados. Nem a sua religião nem os costumes se adequam àquilo de que, actualmente, necessitamos. Durante uma centena de anos ou mais, a Europa limitou-se a estudar e a construir fábricas! Eles têm conhecimentos exactos de quantos gramas de pólvora são necessários para matar uma pessoa; contudo, não sabem como se reza a Deus. Não são capazes de passar uma só hora com prazer. Repara numa dessas tabernas de estudantes! Ou mesmo num local de divertimento onde se juntem os ricos! Que desespero!... Caro Sinclair, de todo este conjunto não poderá brotar alegria alguma. Esta gente que tão cobardemente se acotovela está cheia de terror e maldade: não se encontra, ali, quem confie noutra pessoa. Estão agarrados a ideias que já não existem e apedrejam todo aquele que pretender erguer uma nova.
Hermann Hesse (Demian)
Nadie mejor para espiar las acciones de los demás que aquellos a quienes nada les importan esas acciones. ¿Por qué este señor nunca viene antes de que oscurezca?; ¿por qué este otro no cuelga la llave en su respectivo clavo de la portería, los jueves?; ¿por qué camina siempre por callejuelas?; ¿por qué la señora desciende siempre del coche de alquiler antes de llegar a su casa?; ¿por qué mandará a comprar un cuadernillo de papel de cartas, cuando tiene repleto de papel su escritorio?, etcétera, etcétera. Hay personas que, con tal de saber el secreto de tales enigmas, que les son por completo indiferentes, gastan más dinero, consumen más tiempo y se toman más trabajo de lo que se necesitaría para ejecutar diez buenas acciones; y lo hacen gratuitamente, por placer, sin que su curiosidad reciba otro premio que la propia curiosidad. Seguirán a éste o aquél durante días enteros, se quedarán como centinelas largas horas en las esquinas, bajo los portales, de noche, con frío y con lluvia, corromperán a los criados, emborracharán a los cocheros y a los lacayos, comprarán a la doncella, sobornarán a un portero... ¿Y todo eso para qué? Para nada. Por el solo afán de ver, de saber y de penetrar en vidas ajenas. Pura comezón de murmurar. Y, con frecuencia, una vez conocidos estos secretos, publicados estos misterios, descifrados estos enigmas, acarrean catástrofes, duelos, quiebras, ruinas de familias, existencias amargadas, con gran placer de aquellos que lo han "descubierto todo", sin interés, por puro instinto. Es algo realmente triste. Ciertas personas son malas únicamente por necesidad de hablar. Su conversación, charla en el salón, diálogo en la antecámara, es como esas chimeneas que consumen rápidamente la leña, necesitan mucho combustible, y el combustible es el prójimo.
Victor Hugo (Les Misérables)
—Nunca mantengo una relación cercana con la gente con la que he salido. A casi nadie le gusta quemar las naves. En mi caso es como si las volara, seguramente porque no habría mucha nave, para empezar. A veces lo abandono todo en casa de ellos y desaparezco sin más. Odio el proceso eterno de recogerlo todo y mudarse y todas esas conversaciones post mortem que se convierten en súplicas llorosas para seguir juntos; sobre todo, odio fingir prolongar una relación cuando ya ni siquiera queremos que nos toque la persona con la que ni recordamos haber querido acostarnos. Tienes razón: no sé por qué empiezo con nadie. Una relación nueva es pura molestia. Además de las pequeñas costumbres domésticas que tengo que aguantar. El olor de la jaula del pájaro. La forma en que le gusta apilar los CD. El ruido del radiador antiguo en mitad de la noche, que me despierta siempre a mí y nunca a él. Él quiere cerrar las ventanas. A mí me gustan abiertas. Yo dejo la ropa por cualquier parte. Él quiere las toallas dobladas y guardadas. Le gusta apretar el tubo de la pasta de dientes con cuidado, de abajo arriba; yo lo aprieto como sea y siempre pierdo el tapón, que él encuentra luego en el suelo detrás del inodoro. El mando tiene su lugar, la leche tiene que estar a mano, pero no demasiado cerca del congelador, la ropa interior y los calcetines van en este cajón, no en ese otro. Y sin embargo, no soy complicada. En realidad soy buena persona, solo que un poco terca, aunque es solo fachada. Soporto a todo el mundo y lo soporto todo. Por lo menos un tiempo. Luego, un día, el impacto: no quiero estar con este tipo, no lo quiero tener cerca, necesito irme. Combato ese sentimiento, pero en cuanto un hombre lo nota te acosa con ojos desesperados de cachorrito. Una vez que veo esa mirada, uf, me voy y encuentro a otro inmediatamente. ¡Hombres! —dijo por último, como si aquella palabra resumiera todos los defectos que la mayoría de las mujeres está dispuesta a pasar por alto y aprender a soportar, y en última instancia a perdonar en los hombres a quienes esperan amar el resto de su vida, hasta que saben que no lo harán—. Odio que la gente salga herida.
André Aciman (Find Me (Call Me By Your Name, #2))
«Divorciarme, eso es lo que debo hacer», mascullaba para mis adentros, pero debo haberlo dicho más de una vez en voz alta, porque Willie paró la oreja ante la palabra divorcio. Había pasado por dos anteriores y estaba decidido a evitar untercero; entonces me presionó para que consultáramos a un psicólogo. Yo me había burlado sin piedad del terapeuta de Tabra, un alcohólico despelucado que le aconsejaba las mismas perogrulladas que yo podía ofrecerle gratis. En mi opinión, la terapia era una manía de los estadounidenses, gente muy consentida y sin tolerancia para las dificultades normales de la existencia. Mi abuelo me inculcó en la infancia la noción estoica de que la vida es dura y ante los problemas no cabe sino apretar los dientes y seguir adelante. La felicidad es una cursilería; al mundo se viene a sufrir y aprender. Menos mal que el hedonismo de Venezuela suavizó unpoco aquellos preceptos medievales de mi abuelo y me dio permiso para pasarlo bien sin culpa. En Chile, en tiempos de mi juventud, nadie iba a terapia, excepto los locos de atar y los turistas argentinos, así es que me resistí bastante a la propuesta de Willie, pero él insistió tanto que por fin lo acompañé. Mejor dicho, él me llevó de un ala. El psicólogo resultó tener aspecto de monje, llevaba el cráneo afeitado, bebía téverde y permanecía la mayor parte de la sesión con los ojos cerrados. En el condado de Marin se ve a cualquier hora hombres en bicicleta, trotando enpantalones cortos o saboreando su capuchino en mesitas de las veredas. «¿Esta gente no trabaja?», le pregunté una vez a Willie. «Son todos terapeutas», me contestó. Tal vez por eso sentí un gran escepticismo frente al calvo, pero pronto éste se reveló como un sabio. Su oficina era un cuarto desnudo pintado de color arveja, decorado con una tela -mandala, creo que se llama- colgada en la pared. Nos sentamos con las piernas cruzadassobre unos cojines en el suelo, mientras el monje sorbía como un pajarito su té japonés. Empezamos a hablar y pronto se desencadenó una avalancha. Willie y yo nos arrebatábamos la palabra para contarle lo que había pasado contigo, la existencia de espanto que llevaba Jennifer, la fragilidad de Sabrina, mil otros problemas, y mi deseo de mandar todo al diablo y desaparecer. El hombre nos escuchó sin interrumpir y cuando faltaban pocos minutos para que terminara la sesión, levantó sus párpados capotudos y nos miró con una expresión de genuina lástima.«¡Qué tristeza hay en sus vidas!», murmuró. ¿Tristeza? Eso no se nos habíaocurrido a ninguno de los dos. Se nos desinfló la rabia en un instante y sentimos hasta los huesos una pena vasta como el Pacífico, que no habíamos querido admitir por pura y simple soberbia. Willie me tomó la mano, me atrajo a su cojín y nos abrazamos. Por primera vez admitimos que teníamos el corazón muy adolorido. Fue el comienzo de la reconciliación.-Voy a aconsejarles que no mencionen la palabra divorcio durante una semana. ¿Pueden hacerlo? -preguntó el terapeuta. -Sí -respondimos a una sola voz.
Isabel Allende (La suma de los días)
2. No tengas deseo demasiado de saber, porque en ello se halla grande estorbo y engaño. Los letrados gustan de ser vistos y tenidos por tales. Muchas cosas hay que, el saberlas, poco o nada aprovecha al alma; y muy loco es el que en otras cosas entiende, sino en las que tocan a la salvación. Las muchas palabras no hartan el alma; mas la buena vida le da refrigerio, y la pura conciencia causa gran confianza en Dios.
Thomas à Kempis (Imitacion de Cristo)
As faíscas vêm diretamente da fonte de luz e são feitas de uma pura claridade, é o que dizem as lendas mais antigas. Quando um ser humano está para nascer, a faísca começa a cair. Primeiro passa pela escuridão do espaço sideral, depois pelas galáxias e enfim, antes de cair aqui, na Terra, é rebatida, coitada, pelas órbitas dos planetas. Cada um deles contamina a faísca com alguns atributos, e ela escurece e vai se apagando. Primeiro, Plutão traça os marcos dessa experiência cósmica e revela suas regras básicas — a vida é um acontecimento instantâneo, seguido pela morte, que um dia permitirá que a faísca se liberte da armadilha; não há outra saída. A vida é uma espécie de campo de manobras experimentais muito exigente. A partir desse momento, tudo o que você fizer contará, cada pensamento e cada ato. No entanto, eles não servirão para te castigar ou premiar depois, mas porque constituirão seu mundo. Assim funciona essa máquina. Mais tarde, ao cair, a faísca atravessa a faixa de Netuno e se perde em seus vapores nebulosos. Netuno lhe dá, como uma espécie de consolação, todas as ilusões, a sonâmbula memória da saída, sonhos de voar, fantasias, narcóticos e livros. Urano dota da capacidade de se rebelar, e a partir de então será a prova da memória das origens da faísca. Quando ela passa pelos anéis de Saturno, se torna claro que, no fundo, a prisão espera por ela. Um campo de trabalho, hospital, regras e formulários, um corpo doente, uma doença letal, a morte de uma pessoa querida. No entanto, Júpiter lhe oferece consolo, dignidade e otimismo, um belo presente: tudo-dará-certo. Marte acrescenta força e agressividade, que certamente serão úteis. Passando junto do Sol, fica ofuscada, de sua vasta e antiga consciência, resta apenas um pequeno e minúsculo Eu, separado de tudo. E assim será a partir de então. Imagino isso da seguinte maneira: um pequeno dorso, um ser aleijado com as asas arrancadas, uma mosca atormentada por crianças cruéis; quem sabe como ela sobreviverá nas trevas. Glória às deusas, graças a elas agora Vênus barra o caminho da queda. A faísca recebe dela o dom do amor, de uma pura compaixão, a única coisa que pode salvar a ela mesma e às outras faíscas; graças aos dons de Vênus poderão se apoiar e se unir. Um pouco antes da queda, passa ainda por um planeta estranho e pequeno que lembra um coelho hipnotizado, que não gira em torno de seu próprio eixo, mas se move velozmente, encarando o Sol — é Mercúrio. Ele lhe dá a língua, a capacidade de se comunicar. Passando pela Lua, recebe dela algo tão intangível como a alma. Só então é que cai na Terra e imediatamente se reveste de um corpo. Humano, animal ou vegetal. É assim que as coisas funcionam.
Olga Tokarczuk (Drive Your Plow Over the Bones of the Dead)
Si vives tu vida con compasión, amas a los demás y te dejas guiar por la pura y clara voz del corazón, tu espíritu crecerá.
Christopher Hansard (El arte tibetano de la serenidad (Crecimiento personal) (Spanish Edition))
XCI V Si muero sobrevíveme con tanta fuerza pura que despiertes la furia del pálido y del frío, de sur a sur levanta tus ojos indelebles, de sol a sol que suene tu boca de guitarra. No quiero que vacilen tu risa ni tus pasos, no quiero que se muera mi herencia de alegría, no llames a mi pecho, estoy ausente. Vive en mi ausencia como en una casa. Es una casa tan grande la ausencia que pasarás en ella a través de los muros y colgarás los cuadros en el aire. Es una casa tan transparente la ausencia que yo sin vida te veré vivir y si sufres, mi amor, me moriré otra vez.
Pablo Neruda (Cien Sonetos de Amor)
Desde niños nos enseñaban lo despiadadas que eran las brujas, mujeres hermosas que podían cambiar de apariencia a su gusto, o mejor dicho, al tuyo, para conseguir aquello que deseaban. Eran criaturas malignas y provocadoras, creación del diablo para corromper la vida en la tierra, el alma pura de los humanos que debían seguir fielmente el mandato de Dios para no caer en sus trampas.
Alexia MC
Aquella noche Mijail me contó que él creía que la vida nos concede a cada uno de nosotros unos escasos momentos de pura felicidad. A veces son sólo días o semanas. A veces, años. Todo depende de nuestra fortuna. El recuerdo de esos momentos nos acompaña para siempre y se transforma en un país de la memoria al que tratamos de regresar durante el resto de nuestra vida sin conseguirlo.
Carlos Ruiz Zafón (Marina)
En el viaje de la vida la fe es alimento, las obras virtuosas son un refugio, la sabiduría es la luz de día y la atención correcta es la protección por la noche. Si un hombre vive una vida pura, nada puede destruirlo." - El Buda
Gabriel Shaw (Budismo: Budismo para principiantes: Una guía para las enseñanzas budistas, meditación, atención plena y paz interna (Spanish Edition))
O estado atual da Mecânica Quântica, ao sugerir que a realidade pode sofrer de uma indeterminação fundamental, não parece inspirar sentimentos de espanto ou humildade, mas o oposto: a tentação de se pôr o ego humano no papel de Grande Determinador. Para escritores de autoajuda, é um meio fácil de adular o leitor e, ao mesmo tempo, de culpá-lo quando os clichês de sempre não funcionam. A consciência humana é o centro de nossas vidas e preocupações cotidianas, mas não há motivo algum para pô-la, também, no centro do cosmo. Fazer isso é negar o que talvez seja a principal contribuição da ciência para a compreensão filosófica do lugar do homem no Universo: um animal feito de poeira de estrelas, irmão das árvores, dos sapos e das bactérias, habitando a periferia de uma galáxia igual a bilhões de outras, tentando, como uma criança que cata conchas na praia e pondera o mar, entender a imensidão
Daniel Bezerra (Pura Picaretagem: Como Livros de Esoterismo e Autoajuda Distorcem a Ciência para te Enganar)
Él ha sido tan valioso para mí que le di las gracias muchas veces por tener el privilegio de conocer algo de lo que es “participar en sus sufrimientos”. Si este movimiento fuera el resultado de alguna cosa imprudente que yo hubiese hecho o por causa de hablar cualquier cosa que no fuera su dulce mensaje, entonces lo lamentaría pero, dado que fue por pura obediencia al predicar su Evangelio a toda criatura, me ha dado una gran alegría experimentar esto que era tan común entre los cristianos primitivos, en los primeros siglos de la Iglesia. Siento que estoy varios niveles más arriba en la vida cristiana.
Roberts Liardon (Los generales de Dios 4: Los evangelistas de sanidad (Spanish Edition))
La virtu d de la palabra es que no es dolor n i vida sino palabra que corroen las ratas los intelectuales que se alim entan de periódicos usados y lloran como niños ante la nada. ... ah la palabra im pura que todo sabe de rimas y no de vida.
Leopoldo María Panero
...y finalmente hagamos lo que hagamos, no existen los problemas, las dificultades, las adversidades, son puras ilusiones del ego, y además son Oportunidades: de crecer de aprender, de evolucionar, de madurar.
LYAH ACERO (PERDI HASTA EL PERRO!!!: UN RELATO APASIONANTE, QUE ENSEÑA EN FORMA PRÁCTICA, CÓMO AFRONTAR LAS PÉRDIDAS EN LA VIDA…. (Spanish Edition))
cuidado personal (que consiste en proteger tu mente más pura, sanar tu buen corazón, fortalecer tu cuerpo sano y alimentar tu espíritu soberano, entre otras cosas)
Robin Sharma (La riqueza que el dinero no puede comprar: Los 8 hábitos ocultos para una vida plena)
Una estrella fugaz pasa y desaparece. No vuelves a verla nunca. Habrá otras parecidas, pero nunca la misma. Y si es eso lo que la chica de la sonrisa rota ha sido en mi vida, entonces está claro que no deberíamos habernos vuelto a encontrar. Ni aunque mil mariposas hubieran movido las alas al mismo tiempo.
Alina Not (Tú, por pura casualidad (Trilogía Azar, #1))
Supongo que hay gente a la que encuentras y solo camina contigo una etapa. Y está bien, porque en la vida no hay solo personajes principales.
Alina Not (Tú, por pura casualidad (Trilogía Azar, #1))
En una perspectiva cristiana, la gratuidad es un valor que impregna e inspira todo lo que Dios ha hecho por nosotros. Dios nos salva gratuitamente, no solo sin méritos propios sino incluso a pesar de nuestros deméritos. Él nos ha entregado gratuitamente a su Hijo. Todos los dones de su Espíritu son pura gracia. Incluso nuestra conversión y nuestra fidelidad a él son obra de su gracia, que se anticipa a nuestra voluntad y suscita en ella un movimiento de acercamiento o una actitud de fidelidad. «Un cristiano nunca puede olvidar que su fidelidad está conducida, sostenida y vivificada por la fidelidad misma de Dios. La fidelidad divina está en el corazón de la nuestra; ella es su más firme apoyo»
Juan María Uriarte (Palabras de vida para el ministerio. La espiritualidad apostólica según el Nuevo Testamento)
Não sei se a vida é curta ou longa para nós, mas sei que nada do que vivemos tem sentido, se não tocarmos o coração das pessoas. Muitas vezes basta ser: colo que acolhe, braço que envolve, palavra que conforta, silêncio que respeita, alegria que contagia, lágrima que corre, olhar que acaricia, desejo que sacia, amor que promove. E isso não é coisa de outro mundo, é o que dá sentido à vida. É o que faz com que ela não seja nem curta, nem longa demais, mas que seja intensa, verdadeira, pura enquanto durar. Feliz aquele que transfere o que sabe e aprende o que ensina.
Cora Coralina
Quando eu não sei onde guardei um papel importante e a procura revela-se inútil, pergunto-me: se eu fosse eu e tivesse um papel importante para guardar, que lugar escolheria? Às vezes dá certo. Mas muitas vezes fico tão pressionada pela frase "se eu fosse eu", que a procura do papel se torna secundária, e começo a pensar, diria melhor SENTIR. E não me sinto bem. Experimente: se você fosse você, como seria e o que faria? Logo de início se sente um constrangimento: a mentira em que nos acomodamos acabou de ser movida do lugar onde se acomodara. No entanto já li biografias de pessoas que de repente passavam a ser elas mesmas e mudavam inteiramente de vida. Acho que se eu fosse realmente eu, os amigos não me cumprimentariam na rua, porque até minha fisionomia teria mudado. Como? Não sei. Metade das coisas que eu faria se eu fosse eu, não posso contar. Acho por exemplo, que por um certo motivo eu terminaria presa na cadeia. E se eu fosse eu daria tudo que é meu e confiaria o futuro ao futuro. "Se eu fosse eu" parece representar o nosso maior perigo de viver, parece a entrada nova no desconhecido. No entanto tenho a intuição de que, passadas as primeiras chamadas loucuras da festa que seria, teríamos enfim a experiência do mundo. Bem sei, experimentaríamos enfim em pleno a dor do mundo. E a nossa dor aquela que aprendemos a não sentir. Mas também seríamos por vezes tomados de um êxtase de alegria pura e legítima que mal posso adivinhar. Não, acho que já estou de algum modo adivinhando, porque me senti sorrindo e também senti uma espécie de pudor que se tem diante do que é grande demais.
Clarice Lispector
Era necessário que todos os homens vivessem em estado de lucidez, se libertassem das pedras, chegassem ao milagre de ver. Era absolutamente necessário que a vida se iluminasse na evidência da morte. Viriam a chamar-me «mórbido», «doentio». Porquê? Mais real do que o nascer era o morrer. Porque quem nasce é ainda nada. Mas quem morre é o universo, a pura necessidade de ser. Um homem só é perfeito, só se realiza até aos seus limites, depois de a morte o não poder surpreender. Não porque a tivesse decorado como um gato-pingado, não porque a tivesse esquecido, mas por tê-la incorporado na plenitude da vida.
Vergílio Ferreira (Aparição)
El paso de la Conciencia de sí a la Conciencia de Unidad se produce cuando el acto de observación incorpora todos los contenidos posibles de la experiencia. El Observador unifica todos estos contenidos y por tanto se produce la Unidad del Observador y sus objetos de observación. Esta Conciencia de Unidad es un contacto con la Existencia Pura y tanto la existencia como la vida misma sobrepasan todo intento de explicación teórica.
Jacobo Grinberg-Zylberbaum (LA TEORÍA SINTERGICA: CIENTÍFICOS MEXICANOS)
Cristo não condena ninguém à danação; ele mesmo é pura salvação, e quem se encontra nEle está no lugar da salvação e da graça. A desgraça não é decretada por Cristo, mas se dá onde o homem ficou longe d'Ele; ela ocorre quando o homem permanece em si mesmo. A palavra de Cristo, cmo oferta de salvação, tornará evidente que foi o próprio condenado quem estabeleceu a fronteira e se apartou da salvação.
Bento XVI (Escatologia - Morte e Vida Eterna)
Existe un riesgo en la vida del seminario y en el ministerio sacerdotal: que el celibato sea el «canon» que se tenga que pagar para ser presbíteros. Que, a lo sumo, sea asumido como un componente poco apreciado de «los productos de la cesta de Navidad» del ministerio. Cuando esta actitud se instala, el celibato se arrastra, más que se vive. Su vivencia depende demasiado del viento del entusiasmo por el ministerio o de la bonanza pastoral de que gocemos. Cuando las cosas vienen mal dadas, se claudica fácilmente. A lo sumo se llega a una pura continencia, pero no al celibato «como Dios manda».
Juan María Uriarte (El celibato. Apuntes antropológicos, espirituales y pedagógicos)
El celibato desborda la pura continencia por dos flancos. En primer lugar, no es una simple abstinencia, sino una renuncia. Renunciar significa reconocer el valor de aquello que se deja. No se renuncia a una enfermedad, a un suspenso o a una inundación. Un célibe cabal valora el amor sexual y el amor paternal. Si lo deja, es por otro valor que para su vida y misión es mayor.
Juan María Uriarte (El celibato. Apuntes antropológicos, espirituales y pedagógicos)
Mi fermai, fissando lo schermo incredulo. Un euro valeva più o meno settecento colones. Con i miei “miseri” seimila euro sul conto, avevo la bellezza di 4.3 milioni di colones costaricensi. Scoppiai a ridere e presi a girare in tondo sullo stretto marciapiede, le mani tra i capelli. Sembravo uno che ha appena vinto la lotteria: in Costa Rica ero, a tutti gli effetti, un milionario.
Gianluca Gotto (La Pura Vida)
Ecco, è inutile che ti spieghi di cosa si tratti. Non voglio fare il fenomeno, non voglio dirti di aver avuto un’intuizione geniale. Ti dico la verità: sono stato maledettamente fortunato. Perchè, senza entrare nei dettagli tecnici, il Bitcoin è la valuta alla base di un sistema finanziario completamente opposto a quello tradizionale. Per questo motivo, quando lavoravo, dai piani alti ricevevamo regolarmente la direttiva di non parlare né tantomeno consigliare investimenti in criptovalute. Pensa che era vietato da contratto, detenere Bitcoin e simili. Si rischiava il licenziamento.
Gianluca Gotto (La Pura Vida)
Comunque, quando mi sono licenziato provavo un tale astio e disgusto verso il mondo della finanza che mi venne voglia di investire nel suo unico potenziale nemico, in quell'asset che rappresentava la nemesi della moneta tradizionale: Bitcoin insomma. Ci ho messo sopra il venti per cento di quello che avevo sul conto, come un semplice atto di ribellione, per una pura questione di principio. Dopo anni a calcolare le percentuali di ROI sugli investimenti, ad affidarmi a bot e software complicatissimi, a studiare grafici, leggere notizie, restare in piedi fini a notte fonda per seguire i mercati asiatici, decisi di fare un investimento di cuore. Semplice e istintivo.
Gianluca Gotto (La Pura Vida)
Osservare tutte quelle linee tracciate in Costa Rica, tutte quelle cose da fare che finalmente erano state fatte, mi dava un’ immensa soddisfazione. Era la dimostrazione concreta di un’avventura che mi aveva cambiato, forse salvato, certamente guarito. E se in qualche modo ero riuscito a completare anche l’obiettivo più irrealizzabile - diventare un milionario -, ed ero abbastanza sicuro che avrei completato anche la voce numero quattordici - scrivere un libro -, restavano fuori solo un paio di obiettivi.
Gianluca Gotto (La Pura Vida)
Ma io sono davvero una strega” replicò lei candida. Mi voltai di nuovo a guardarla: sorrideva in un modo strano che trovai inquietante, mostrando i denti piccoli e imperfetti. Gli occhi sembravano diventati enormi ed erano completamente neri, come se non ci fosse più alcuna distinzione tra pupille e l’iride. I capelli lisci le scendevano lungo il viso, dritti come rami secchi.
Gianluca Gotto (La Pura Vida)
Quando avevo sedici anni, frequentavo il liceo classico a Torino ed ero un ragazzo come tanti: avevo degli amici con cui era divertente passare del tempo, giocavo a calcio, c’era una ragazza che mi piaceva e avevo le tipiche ansie adolescenziali legate al percorso scolastico e al futuro.
Gianluca Gotto (La Pura Vida)
Torino mi piaceva più di Milano, era una città più abbordabile e inclusiva, mi sembrava che li ci fosse una possibbilità per chiunque, anche per i disperati.
Gianluca Gotto (La Pura Vida)
Io ero rigido come un palo conficcato nella moquette dell’ufficio, o almeno così si sarebbe detto da fuori. Dentro, la mia mente correva, inseguendo mille suggestioni diverse. Non capivo, non riuscivo a realizzare.
Gianluca Gotto (La Pura Vida)
E riprese a parlare con entusiasmo di quanto fosse meravigliosa la sua Costa Rica, gesticolando con calma e scandendo con calma ogni parola in modo tale che il suo spagnolo mi fosse chiaro. Io lo avevo studiato sia al liceo, sia all’università. Prima di partire ero riuscito anche a leggere Cent’anni di solitudine in lingua originale, e speravo bastasse per cavarmela in Costa Rica. Ma lui lo parlava con una tale lentezza che lo avrebbe capito chiunque conoscesse anche solo l’italiano.
Gianluca Gotto (La Pura Vida)
Parlava in spagnolo, ma lo capivo a stento, aveva una pronuncia strana: pizzicava fortemente la erre e faceva sibilare le esse.
Gianluca Gotto (La Pura Vida)