Plato The Banquet Quotes

We've searched our database for all the quotes and captions related to Plato The Banquet. Here they are! All 29 of them:

According to Aristophanes in Plato's The Banquet, in the ancient world of legend there were three types of people. In ancient times people weren't simply male or female, but one of three types : male/male, male/female or female/female. In other words, each person was made out of the components of two people. Everyone was happy with this arrangment and never really gave it much thought. But then God took a knife and cut everyone in half, right down the middle. So after that the world was divided just into male and female, the upshot being that people spend their time running around trying to locate their missing half.
Haruki Murakami (Kafka on the Shore)
Just as the banqueteers are drunk from wine, the citizens are drunk from fears, hopes, desires, and aversions and are therefore in need of being ruled by a man who is sober.
Leo Strauss (History of Political Philosophy)
el que desea, desea lo que no está seguro de poseer, lo que no existe al presente, lo que no posee, lo que no tiene, lo que le falta. Esto es, pues, desear y amar.
Plato (El Banquete)
mira si no es más bien necesario que el que desea le falte la cosa que desea, o bien que no la desee si no le falta.
Plato (El Banquete)
Não é possível dar a outrem o que não se tem, bem como não é possível ensinar o que não se sabe.
Plato (O Banquete / Fedro / Apologia de Sócrates / Critón)
... aos seres humanos a paz, ao mar a calma; Aos ventos o repouso, e na nossa dor o sono.
Plato (O Banquete / Fedro / Apologia de Sócrates / Critón)
Sólo de libre voluntad se somete uno al Amor,
Plato (El Banquete)
E não é que é só no corpo, mas também na alma os modos, os costumes, as opiniões, desejos, prazeres, aflições, temores, cada um desses afetos jamais permanece o mesmo em cada um de nós, mas uns nascem, outros morrem.
Plato (O Banquete (o amor, o belo))
La mayor ventaja del Amor es que no puede recibir ninguna ofensa de parte de los hombres o de los dioses, y que ni dioses ni hombres pueden ser ofendidos por él, porque si sufre o hace sufrir es sin coacción, siendo la violencia incompatible con el amor.
Plato (El Banquete)
La mayor perfección en la injusticia es parecer justo sin serlo.” (Platón, República)
Plato (La Republica/Dialogos: Gorgias/Fedon/El banquete)
Pour Aristophane, Éros est le seul dieu qui puisse nous permettre de réaliser ce à quoi tend tout être humain : la réunion avec la moitié de lui-même dont il a été séparé par Zeus.
Plato (Le Banquet)
o semelhante sempre do semelhante se aproxima.
Plato (O Banquete (o amor, o belo))
Llamo hombre vicioso al amante popular que ama el cuerpo más bien que el alma; porque su amor no puede tener duración, puesto que ama una cosa que no dura.
Plato (El Banquete)
Recuerda que debes conducirte en la vida como en un banquete. ¿Un plato ha llegado hasta ti? Extiende tu mano sin ambición, tómalo con modestia. ¿Se aleja? No lo retengas. ¿No ha llegado aún? No lances desde lejos tu deseo, sino que espera a que el plato esté a tu lado.
Epictetus (Manual de vida: Pasajes escogidos)
el amor, como dije antes, no es bello ni feo por sí mismo. Es bello si se ama obedeciendo a las leyes de la honorabilidad, y feo si se ama faltando a ellas; porque no es honrado conceder sus favores a un hombre vicioso y por malos motivos, y es honorable rendirse por buenas causas al amor de un hombre que practica la virtud.
Plato (El Banquete)
parecerá su conducta poco conforme con estos principios, si no te fijas en que los hombres están poseídos del deseo de crearse un nombre y de adquirir una gloria inmortal en la posteridad; y que este deseo, más que el amor paterno, es el que les hace despreciar todos los peligros, comprometer su fortuna, resistir todas las fatigas y sacrificar su misma vida. ¿Piensas,
Plato (El Banquete)
daí então é que se voltam ao que é másculo os inspirados deste amor, afeiçoando-se ao que é de natureza mais forte e que tem mais inteligência. E ainda, no próprio amor aos jovens poder-se-iam reconhecer os que estão movidos exclusivamente por esse tipo de amor;não amam eles, com efeito, os meninos, mas os que já começam a ter juízo, o que se dá quando lhes vêm chegando as barbas. Estão dispostos, penso eu, os que começam desse ponto, a amar para acompanhar toda a vida e viver em comum, e não a enganar e, depois de tomar o jovem em sua inocência e ludibriá-lo, partir à procura de outro.
Plato (O Banquete (o amor, o belo))
14- LA VIDA ES UN BANQUETE Recuerda que debes portarte en la vida como en un banquete. Si te acercan un plato, extiende tu mano y cógelo con modestia. Si alejan un plato de ti, no lo retengas. Si aún no te ha llegado el plato, no hagas conocer de lejos que lo deseas, sino que espera con paciencia hasta que lo acerquen. Pórtate así con tu mujer y tus hijos, con los cargos y las dignidades, con los honores y las riquezas; entonces serás digno de ser admitido en la mesa de los dioses. Y si pudiendo gozar de estos bienes los desechas y desprecias, no sólo serás convidados por los dioses, sino que reinarás con ellos.
Arrian (Manual para ser Feliz: Enquiridión (Spanish Edition))
¡Pero qué!, la respondí, ¿es que el Amor es mortal? — De ninguna, manera. — Pero, en fin, Diotima, dime qué es. — Es, como dije antes, una cosa intermedia entre lo mortal y lo inmortal. — ¿Pero qué es por último? — Un gran demonio, Sócrates; porque todo demonio ocupa un lugar intermedio entre los dioses y los hombres. — ¿Cuál es, la dije, la función propia de un demonio? — La de ser intérprete y medianero entre los dioses y los hombres; llevar al cielo las súplicas y los sacrificios de estos últimos, y comunicar a los hombres las órdenes de los dioses y la remuneración de los sacrificios que les han ofrecido. Los demonios llenan el intervalo que separa el cielo de la tierra; son el lazo que une al gran todo. De ellos procede toda la esencia adivinatoria y el arte de los sacerdotes con relación a los sacrificios, a los misterios, a los encantamientos, a las profecías y a la magia. La naturaleza divina como no entra nunca en comunicación directa con el hombre, se vale de los demonios para relacionarse y conversar con los hombres, ya durante la vigilia, ya durante el sueño. El que es sabio en todas estas cosas es demoníaco18; y el que es hábil en todo lo demás, en las artes y oficios, es un simple operario. Los demonios son muchos y de muchas clases, y el Amor es uno de ellos. —
Plato (El Banquete)
XXIV. But Molon, who had a great dislike to Plato, says “There is not so much to wonder at in Dionysius being at Corinth, as in Plato’s being in Sicily.” Xenophon, too, does not appear to have been very friendlily disposed towards him: and accordingly they have, as if in rivalry of one another, both written books with the same title, the Banquet, the Defence of Socrates, Moral Reminiscences. Then, too, the one wrote the Cyropædia and the other a book on Politics; and Plato in his Laws says, that the Cyropædia is a mere romance, for that Cyrus was not such a person as he is described in that book. And though they both speak so much of Socrates, neither of them ever mentions the other, except that Xenophon once speaks of Plato in the third book of his Reminiscences.
Diogenes Laertius (The Lives and Theories of Eminent Philosophers)
In the first place, the lords of philosophy have never, from their youth upwards, known their way to the Agora, or the dicastery, or the council, or any other political assembly; they neither see nor hear the laws or decrees, as they are called, of the state written or recited; the eagerness of political societies in the attainment of offices—clubs, and banquets, and revels, and singing-maidens,—do not enter even into their dreams. Whether any event has turned out well or ill in the city, what disgrace may have descended to any one from his ancestors, male or female, are matters of which the philosopher no more knows than he can tell, as they say, how many pints are contained in the ocean. Neither is he conscious of his ignorance. For he does not hold aloof in order that he may gain a reputation; but the truth is, that the outer form of him only is in the city: his mind, disdaining the littlenesses and nothingnesses of human things, is 'flying all abroad' as Pindar says, measuring earth and heaven and the things which are under and on the earth and above the heaven, interrogating the whole nature of each and all in their entirety, but not condescending to anything which is within reach.
Plato (Theaetetus)
 Así, pues, la injusticia se nos muestra con un poder especial de tal índole que a aquello en que se introduce, sea una ciudad o un linaje o un ejército a otro ser cual­quiera, lo deja impotente para conseguir nada en concor­dia consigo mismo a causa de la reyerta y disensión y además lo hace tan enemigo de sí mismo como de su con­trario el justo; ¿no es así?  Bien de cierto.  E igualmente creo que, cuando se asienta en una sola persona, produce todo aquello que por su naturaleza ha de producir: lo deja impotente para obrar, en reyerta y discordia consigo mismo, y lo hace luego tan enemigo de sí mismo como de los justos; ¿no es esto?  ¿Y no son justos, oh, amigo, también los dioses?  Conforme  replicó.  Por lo tanto, ¡oh, Trasímaco!, para los dioses el injus­to será odioso; y el justo, amigo.  Goza sin miedo  dijo  del banquete de lo argumen­tación; yo no he de contradecirte para no indisponerme con éstos.  Ea, pues  dije yo , complétame el resto del banquete contestándome como lo hacías ahora; porque los justos se nos muestran como más discretos, mejores y más do­tados para obrar, y los injustos, como incapaces para toda acción en común, y así, cuando decimos que siendo injustos hacen algo eficazmente en compañía, no deci­mos la verdad. En efecto, si fueran totalmente injustos no se perdonarían unos a otros; evidentemente, hay en ellos cierta justicia que les impide hacerse injuria recíprocamente al mismo tiempo que van a hacerla a los demás, y por esta justicia consiguen lo que consiguen, y se lanzan a sus atropellos corrompidos sólo a medias por la injusti­cia, ya que los totalmente malvados y completamente in­justos son también completamente impotentes para obrar. Así entiendo que es esto y no como tú en primer término sentaste. Y en cuanto a aquello de si los justos vi­ven mejor que los injustos y son más felices que ellos, cosas que nos propusimos examinar después, habrá que probarlo. Tales se nos muestran ya desde ahora, me pare­ce, en virtud de lo que llevamos dicho; no obstante, habrá que examinarlo mejor, porque la discusión no es sobre un asunto cualquiera, sino sobre el modo como se debe vivir.
Plato (La República)
 Ahora pienso que podrás entender mejor lo que últimamente preguntaba al informarme de si era opera­ción propia de cada cosa aquello que realiza ella sola o ella mejor que las demás.  Lo entiendo  dijo , y me parece que ésa es, efec­tivamente, la operación propia de cada una.  Bien  dije ; ¿te parece que hay también una virtud en cada una de las cosas a que se atribuye una operación? Volvamos a los mismos ejemplos: ¿hay una operación propia de los ojos?  La hay.  Y así, ¿hay también una virtud en ellos?  También una virtud.  ¿Y qué? ¿No había también una operación propia de los oídos?  Sí.  ¿Y, por tanto, también una virtud?  También.  ¿Y no ocurrirá lo mismo con todas las otras cosas?  Lo mismo.  Bien está: ¿acaso los ojos podrán realizar bien su operación sin su propia virtud, con vicio en lugar de ella?  ¿Qué quieres decir?  preguntó . Acaso hablas de la ceguera en vez de la visión.  De la virtud de ellos, sea cual sea  dije yo ; porque todavía no pregunto esto, sino si se realizará bien su ope­ración con su propia virtud y mal con el vicio contrario.  Dices bien  respondió.  ¿Y del mismo modo los oídos privados de su virtud realizarán mal su propia operación?  Bien de cierto.  ¿Ponemos, en fin, todas las demás cosas en la misma cuenta?  Eso creo.  Vamos, pues, adelante y atiende a esto otro: ¿hay una operación propia del alma que no puedes realizar sino por ella? Pongo por caso: el dirigir, el gobernar, el delibe­rar y todas las cosas de esta índole, podríamos atribuírse­las a algo que no sea el alma misma o diríamos que son propias de ésta?  De ella sólo.  ¿Y respecto de la vida? ¿No diremos que es operación del alma?  Sin duda  dijo.  ¿No diremos, pues, que existe una virtud propia del alma?  Lo diremos.  ¿Y acaso, oh Trasímaco, el alma realizará bien sus ope­raciones privada de su propia virtud o será ello imposible?  Imposible.  Fuerza será, por tanto, que el alma mala dirija y go­bierne mal y que la buena haga bien todas estas cosas.  Fuerza será.  ¿Y no convinimos en que la justicia era virtud del alma y la injusticia vicio?  En eso convinimos, en efecto.  Por tanto, el alma justa y el hombre justo vivirá bien; y el injusto mal.  Así aparece conforme a lo argumento  dijo.  Y, por otra parte, el que vive bien es feliz y dichoso, y el que vive mal, lo contrario.  ¿Cómo no?  Y así, el justo es dichoso; y el injusto, desgraciado.  Sea  dijo.  Por otro lado, no conviene ser desgraciado, sino di­choso.  ¿Qué duda tiene?  Por tanto, bendito Trasímaco, jamás es la injusticia más provechosa que la justicia.  Banquetéate con todo eso, ¡oh, Sócrates!, en las fies­tas Bendidias di dijo.  Banquete que tú me has preparado, ¡oh, Trasímaco!  observé yo , pues lo aplacaste conmigo y cesaste en lo enfado. Mezquino va a ser, sin embargo, no por lo culpa, sino por la mía; y es que, así como los golosos gustan siempre con arrebato del manjar que en cada momento se les sirve sin haber gozado debidamente del anterior, así me parece que yo, sin averiguar lo que primeramente considerábamos, qué cosa sea lo justo, me desprendí del asunto y me lancé a investigar acerca de ello, si era vicio e ignorancia o discreción y virtud; y presentándose luego un nuevo aserto, que la injusticia es más provechosa que la justicia, no me retraje de pasar a él, dejando el otro, de modo que ahora me acontece no saber nada como resul­tado de la discusión. Porque no sabiendo lo que es lo justo, difícil es que sepa si es virtud o no y si el que la po­see es desgraciado o dichoso.
Plato (La República)
—¿Acaso todo lo que no sea una loca carrera en pos de un desenlace final es aburrido? Cuando masticas este magnífico muslo, ¿te aburres? ¿Tienes prisa por llegar al final? Al contrario, quieres que el pato penetre dentro de ti lo más lentamente posible y que su sabor no se acabe nunca. Una novela no debe parecerse a una carrera de bicicletas, sino a un banquete con muchos platos.
Milan Kundera (Immortality)
Si nos sirven un plato caliente en un banquete multitudinario, no es necesario esperar para comenzar a comer a que el resto de los comensales estén servidos. Únicamente se espera a todos cuando los platos son fríos.
Carmen Cuadrado (Las buenas maneras contadas con sencillez (Contado con Sencillez) (Spanish Edition))
—La mosca española. Livia, la mujer de César, la usaba con sus invitados. Añadía cantárida a los platos en sus banquetes, dejaba que la madre naturaleza hiciese su papel y después los chantajeaba con destruir su reputación.
Eva García Sáenz de Urturi (Los señores del tiempo)
The “place” Plato speaks of in the Phaedrus is, rather, uniquely defined by the presence of the Gods. Similarly, why should we imagine that what nourishes the Gods at their banquet is something other than the society and fellowship existing among them, where jealousy is unknown (247a9) and every virtue is there to be seen in one another?
Edward P. Butler (Essays on Plato)
En el verdadero amor no existen las distancias. Un día el mundo se convertirá en un inmenso plato donde todos comerán de él. No renuncies jamás a tu banquete. Si crees que ella es tu destino, ¡búscala!
Ángela Becerra (Algún día, hoy)
Sometimes the effects of frugal simplicity may be the reverse of what is intended or expected. For instance, although frugality is said to foster humility, some of the ancients who practiced it took pride in their austere lifestyle and came to see themselves as superior to others. Diogenes is a case in point; no one ever accused him of humility. On one occasion at a banquet he supposedly trampled on Plato’s rich carpets, saying, “Thus do I trample on the empty pride of Plato,” to which Plato responded, “With quite as much pride yourself, O Diogenes.”23 Spartan austerity, monastic self-discipline, bucolic naturalness, and working-class frugality may carry positive associations, but other associations are also possible. Monasteries sometimes became rife with religious narcissism and intrigue. Peasants may live close to nature, but they have also enjoyed a long-standing reputation for being ignorant, greedy, and cunning. Struggling against economic adversity may foster virtues such as resilience, self-sufficiency, and solidarity with one’s community, whereas prosperous leafy suburbs may be hotbeds of smug, self-serving complacency; but poverty can also be a breeding ground for crime, alcoholism, drug addiction, child abuse, delinquency, and depression, while a privileged upbringing can sometimes instill moral integrity and an impressive sense of social obligation—the emperor-philosopher Marcus Aurelius being a case in point. The general point here is that the link between living frugally or simply and practicing the moral virtues is not a necessary connection. A frugal lifestyle is no guarantee of a virtuous character.
Emrys Westacott (The Wisdom of Frugality: Why Less Is More - More or Less)