Pesa Quotes

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Sé que mi familia es así pero este silencio me pesa. Tengo la impresión de tener millones de cosas que decir que, en el fondo, no interesan a nadie. Me viene a la memoria lo que decían los supervivientes de los campos de la última guerra al volver a su hogar: las pesadillas no se cuentan. Los demás no imaginan este género de pesadillas. Se instala, entre ellos y nosotras, una especie de statu quo que parece decir: ‘Estás aquí, se acabó, no hablemos más de ello.
Betty Mahmoody (For the Love of a Child)
– Dime, Catarro, ¿por qué si uno sabe nadar flota sin moverse y cuando no sabe se hunde? – El miedo pesa, hijo.
Miguel Delibes (La partida)
«Quanto pesa una lacrima?» «Secondo: la lacrima di un bambino capriccioso pesa meno del vento, quella di un bambino affamato pesa più di tutta la terra.»
Gianni Rodari (Il libro degli errori)
Cuando pasa algo malo, pero malo de verdad, por mucho que llores, lo peor no es llorar, que eso a veces está bien, porque te quedas nuevo, lo peor empieza cuando no puedes llorar más, y entonces te das cuenta de que la tristeza es algo sucio, como un grumo gris, espeso, una pelota de barro dentro de los pulmones, que pesa, y la notas al respirar, todo el tiempo.
Almudena Grandes
Heri kuwa maskini mwenye pesa nyingi kuliko tajiri mwenye mifuko iliyotoboka.
Enock Maregesi
Kuwa tajiri si kazi rahisi. Ukipata milioni ya kwanza utataka nyingine kulinda hiyo ya kwanza. Ukipata ya pili utataka mbili zingine kulinda hizo mbili za kwanza, n.k. Si kazi rahisi. Si kama unavyofikiria. Utajiri haujanipa furaha. Umenipa uhuru. Ndugu zangu ni maskini wa kutupwa. Ningependa kuishi kama maskini mwenye pesa nyingi.
Enock Maregesi
Nadie te dice cuánto pesa la ausencia, ni cuánto tiempo dura.
Jandy Nelson (I'll Give You the Sun)
Cuando me despierto del todo.. me pesa todo el cuerpo, como si me corriese plomo líquido por las venas.
Suzanne Collins (The Hunger Games (The Hunger Games, #1))
Nem sempre consigo sentir o que sei que devo sentir. O meu pensamento só muito devagar atravessa o rio a nado Porque lhe pesa o fato que os homens o fizeram usar.
Alberto Caeiro (The Keeper of Sheep)
La soledad me pesa. La compañía también.
Jorge Luis Borges
Unaweza kusaliti nchi kwa sababu za kiitikadi, kisiasa, matatizo ya akili, au pesa. Ukifanya hivyo na ukabainika; utawajibika kwa adhabu ya kifo, au maisha.
Enock Maregesi
Da hasta miedo seguir, si con tan pocos años pesa tanto la vida.
Idea Vilariño (Ya no será)
Os homens querem fugir - e fazem mal. As mulheres querem confiar - e fazem mal. É nesse desequilíbrio, igualado pelo facto de ambos os sexos se darem mal, que se encontra a grande electricidade que nos junta e dá pica e desconjunta. A maior parte dos homens - sobretudo os mulherengos - morre sem saber o que é receber o que uma mulher pode dar. Uma mulher inteira - alma e tudo - pesa mais do que dois homens. É mais profunda e, ao mesmo tempo, mais volúvel. Não tem a obsessão pela escolha e pela definição que têm os homens. É volátil. Quer voar. Quer evaporar-se. Quer sair dali para fora e ser outra coisa.
Miguel Esteves Cardoso (Como é Linda a Puta da Vida)
No camines delante de mí porque no podría seguirte. No camines detrás de mí, porque podría perderte. No camines debajo de mí, porque podría pisarte. No camines encima de mí, porque podría sentir que me pesas. Camina a mi lado, porque somos iguales.
Jorge Bucay (Déjame que te cuente)
Chove. Cada vez vejo mais turvo, cada vez tenho mais medo. Estamos enterrados em convenções até ao pescoço: usamos as mesmas palavras, fazemos os mesmo gestos. A poeira entranhada sufoca-nos. Pega-se. Adere. Há dias em que não distingo estes seres da minha própria alma; há dias em que através das máscaras vejo outras fisionomias, e, sob a impassibilidade, dor; há dias em que o céu e o inferno esperam e desesperam. Pressinto uma vida oculta, a questão é fazê-la vir à supuração. Esta manhã de chuva é um minuto no rodar infinito dos séculos, e os seres que passam meras sombras. Tudo isto me pesa e pesa-me também não viver. Do fundo de mim mesmo protesto que a vida não é isto. A árvore cumpre, o bicho cumpre. Só eu me afundo soterrado em cinza. Terei por força de me habituar à aquiescência e à regra?
Raul Brandão (Húmus)
Las personas grandes aman las cifras. Cuando les habláis de un nuevo amigo, no os interrogan jamás sobre lo esencial. Jamás os dicen: «¿Cómo es el timbre de su voz? ¿Cuáles son los juegos que prefiere? ¿Colecciona mariposas?» En cambio, os preguntan: «¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos tiene? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?» Sólo entonces creen conocerle.
Antoine de Saint-Exupéry (El Principito)
Engraçado como o vazio consegue ser tão pesado. Achar-se-ia que não, já que o vazio é só ar, e o ar é só nada, e o nada não existe, logo não pesa - mas só quem se habituou a esperar sabe reconhecer essa pressão, que nos impede de respirar como deve ser.
Rita da Nova (As Coisas Que Faltam)
Não podeis ministrar algum remédio A um espírito enfermo, e da memória Arrancar-lhe uma dor enraizada, Apagar-lhe os escrúpulos gravados Na alma? Não conheceis algum nepente Capaz de lhe extirpar a um peito inquieto A matéria que pesa insuportável No coração?
William Shakespeare (Macbeth)
Tienes una piedra en el corazón, y hay días en que pesa tanto que no se puede hacer nada. Pero no deberías pasarlo solo. Deberías haberme avisado. Yo lo entiendo.. (Auri)
Patrick Rothfuss (The Wise Man’s Fear (The Kingkiller Chronicle, #2))
Tienes una piedra en el corazón, y hay días en que pesa tanto que no se puede hacer nada.
Patrick Rothfuss (The Wise Man’s Fear (The Kingkiller Chronicle, #2))
Los días vividos, pletóricos o vacíos, tranquilos o agitados, son todos por igual días pasados, y la ceniza del pasado pesa lo mismo en todas las manos.
Maurice Druon (La ley de los varones (Los Reyes Malditos #4))
Artículo 37. Un Colega no está obligado a abrirle caballerosamente la puerta a nadie [...], ellas mismas pueden abrir las puertas. Seamos sinceros, una puerta no pesa tanto.
Matt Kuhn (The Bro Code)
Maskini mwenye pesa nyingi ni tajiri bahili. Tajiri mwenye mifuko iliyotoboka ni tajiri badhiri.
Enock Maregesi
En ocasiones lo que no está pesa por todas las cosas que siguen ahí.
Selene M. Pascual (La furia y el laberinto (Olympus #3))
El silencio es un vacío, pero pesa. Es la neblina que cubre el mundo.
Alaíde Ventura (Entre los rotos)
Heri kuishi kama maskini mwenye pesa nyingi kuliko tajiri mwenye mifuko iliyotoboka, kuliko kusema mbele za watu kwamba pesa haijakupa furaha. Wengi hupata jeuri ya kusema hivyo kutokana na umaskini wa watu wanaowazunguka.
Enock Maregesi
El sueño pesa sobre mis hombros y me acerca de nuevo a vos, al huequito de tu brazo, a tu respiración, a una continuación infinita de la batalla de sábanas y almohadas que empezamos y que pone risa y energía a nuestro cansancio.
Gioconda Belli
Há um cansaço da inteligência abstracta, e é o mais horroroso dos cansaços. Não pesa como o cansaço do corpo, nem inquieta como o cansaço do conhecimento pela emoção. É um peso da consciência do mundo, um não poder respirar com a alma.
Fernando Pessoa (The Book of Disquiet)
A los mayores les encantan las cifras. Si les hablas de un nuevo amigo tuyo, nunca te preguntarán por lo esencial. Nunca te dirán: "¿Cuál es el timbre de su voz? ¿Cuáles son los juegos que más le gustan? ¿Colecciona mariposas?" Te preguntarán: "¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos tiene? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?" Sólo entonces creerán conocerlo. Si dices a los mayores: "He visto una bonita casa de ladrillos color rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado...", no conseguirán imaginarse esa casa. Hay que decirles: "He visto una casa de cien mil francos". Entonces exclaman: "¡Qué fabuloso!
Antoine de Saint-Exupéry (The Little Prince)
En una carta: ¿han recogido de un cojín los ochenta gramos de una nota de despedida? Sí, el papel pesa. Cualquiera que lo ha manejado lo sabe. El tema del peso específico definido podría funcionar para el papel blanco, el papel intacto (sin cortar); la cuestión es que el papel tiene esta propiedad única, esta reactividad químico-emotiva con la cual, apenas escribes algo en é, su peso cambia.
Alice Basso (Scrivere è un mestiere pericoloso)
-¿Que os hace tanta gracia? -pregunto ella desconcertada. -La mercancía se ve, se pesa, se palpa y, si es necesario, se prueba y hasta se huele -Explico Loxan con cierto tono burlón-. Puedes valorarla y pedir algo a cambio. Pero la información... -hizo un gesto vago con la mano, como si quisiera atrapar el aire que respiraban- no se puede medir de la misma manera. ¿Cuanto vale? ¿Lo sabes tu, acaso?
Laura Gallego García (El bestiario de Axlin (Guardianes de la Ciudadela))
La soledad es un estado de ánimo, pero puede convertirse en un vicio. Le confieso que, a lo largo de mis treinta y ocho años, las pocas veces que me he quedado sin soledad, la he hechado de menos. Le advierto, sin embargo, que no es ése el caso actual. Esta vez la soledad me pesa como suele pesarle el vicio al adicto.
Mario Benedetti
Si os he referido estos detalles acerca del asteroide B 612 y si os he confiado su número es por las personas grandes. Las personas grandes aman las cifras. Cuando les habláis de un nuevo amigo, no os interrogan jamás sobre lo esencial. Jamás os dicen: '¿Cómo es el timbre de su voz? ¿Cuáles son los juegos que prefiere? ¿Colecciona mariposas?' En cambio, os preguntan: '¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos tiene? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?' Sólo entonces creen conocerle. Si decís a las personas grandes: 'He visto una hermosa casa de ladrillos rojos con geranios en las ventanas y palomas en el techo...', no acertarán a imaginarse la casa. Es necesario decirles: 'He visto una casa de cien mil fracos'. Entonces exclaman: '¡Qué hermosa es!' Si les decís: 'La prueba de que el principito existió es que era encantador, que reía, y que quería un cordero. Querer un cordero es prueba de que se existe', se encogerán de hombros y os tratarán como se trata a un niño. Pero si les decís: 'El planeta de donde venía es el asteroide B 612', entonces quedarán convencidos y os dejarán tranquilo sin preguntaros más. Son así. Y no hay que reprocharles. Los niños deben ser muy indulgentes con las personas grandes. Pero, claro está, nosotros que comprendemos la vida, nos burlamos de los números.
Antoine de Saint-Exupéry (The Little Prince)
Escrito está: "Era no início o Verbo!" Começo apenas, e já me exacerbo! Como hei de ao verbo dar tão alto apreço? De outra interpretação careço; Se o espírito me deixa esclarecido, Escrito está: No início era o Sentido! Pesa a linha inicial com calma plena, Não se apressure a tua pena! É o sentido então, que tudo opera e cria? Deverá opor! No início era a energia! Mas, já, enquanto assim o retifico, Diz-me algo que tampouco nisso fico. Do espírito me vale a direção E escrevo em paz: Era no início a Ação!
Johann Wolfgang von Goethe (Faust, First Part)
Los días empiezan por la mañana y al despertarnos nos pesa la carga de todo lo que nos espera durante la jornada. Saber que tenemos que encarar un día desconocido nos hace sentir nerviosos, en guardia. El crepúsculo es diferente, se trata del preludio de una noche cálida: es un momento liberador y cómodo, que nos enseña a disfrutar de la vida más dulce.
Sanmao
Il cielo non pesa. Non ne ha alcuna intenzione. Forse, da parte sua, non ce l'ha mai avuta.
Luciano Ligabue (La neve se ne frega)
Recuperarse no significa borrar por completo la tristeza; la ausencia pesa y duele, y en la medida que seamos emotivos no seguirá haciendo falta la persona amada.
Gaby Pérez Islas (Cómo curar un corazón roto. 10 Aniversario (Spanish Edition))
La verdad de una palabra pesa más que el mundo
Aleksandr Solzhenitsyn
Com pot pesar físicament el que ja no hi és? Com pot pesar el buit? Doncs pesa.
Antonio Iturbe (La bibliotecaria de Auschwitz)
Mtu anayesema pesa haijampa furaha hana nia ya kusaidia watu.
Enock Maregesi
Pesa ina maana kwa sababu ya wanawake.
Enock Maregesi
Piensa que escribir es también una especie de guerra, una en la que el autor lucha contra sí mismo. El relato es aquello que llevas y caada vez que añades algo pesa más.
Stephen King (Billy Summers)
Quanto pesa un corpo che è stato attraversato dalla morte, la vita è leggera, non bisogna permettere a nessuno di rendercela greve
Elena Ferrante (The Days of Abandonment)
Mungu hagawi pesa kwa watu kama watu wanavyofikiria. Anagawa upendo na hekima.
Enock Maregesi
Ciò che consente all'uomo di superare i propri demoni, è quando gli pesa troppo il culo per assecondarli
Zerocalcare (L'elenco telefonico degli accolli)
Nuestros bibliotecarios son los héroes olvidados que han servido y protegido lo mejor de nuestra civilización, una civilización sobre la que ahora pesa una amenaza.
Sally Vickers
El día en que a la mujer le sea posible amar con su fuerza, no con su debilidad, no para huirse, sino para hallarse, no para destituirse, sino para afirmarse, entonces el amor será para ella, como para el hombre, fuente de vida y no de mortal peligro. Mientras tanto, resume en su figura más patética la maldición que pesa sobre la mujer encerrada en el universo femenino, la mujer mutilada, incapaz de bastarse a sí misma. Las innumerables mártires del amor son un testimonio contra la injusticia de un destino que les propone como última salvación un estéril infierno
Simone de Beauvoir (The Second Sex)
«El calor es una materia espesa que casi puede moldearse con las manos», escribe durante la canícula, «te pesa en los hombros como una mochila, y se te aferra a la cabeza como una pesadilla».
Andrew Roberts (Churchill: La biografía)
Kama una akili kuwa kawaida. Kama una nguvu kuwa mkarimu. Kama una pesa kuwa mnyenyekevu. Ukitaka kuwa na akili kuwa kawaida. Ukitaka kuwa na nguvu kuwa mkarimu. Ukitaka kuwa na pesa kuwa mnyenyekevu.
Enock Maregesi
En el flujo y reflujo de nuestras pasiones y quehaceres (escindidos siempre, siempre yo y mi doble y el doble de mi otro yo), hay un momento en que todo pacta. Los contrarios no desaparecen, pero se funden por un instante. Es algo así como una suspensión del ánimo: el tiempo no pesa. Los Upanishad enseñan que esta reconciliación es “ananda” o deleito con lo Uno. Cierto, pocos son capaces de alcanzar tal estado. Pero todos, alguna vez, así haya sido por una fracción de segundo, hemos vislumbrado algo semejante. No es necesario ser un místico para rozar esta certidumbre. Todos hemos sido niños. Todos hemos amado. El amor es un estado de reunión y participación, abierto a los hombres : en el acto amoroso la conciencia es como la ola que, vencido el obstáculo, antes de desplomarse, se yergue en una plenitud en la que todo - forma y movimiento, impulso hacia arriba y fuerza de gravedad - alcanza un equilibrio sin apoyo, sustentado en sí mismo. Quietud del movimiento. Y del mismo modo que a través de un cuerpo amado entrevemos una vida más plena, más vida que la vida, a través del poema vislumbramos el rayo fijo de la poesía. Ese instante contiene todos los instantes. Sin dejar de fluir, el tiempo se detiene, colmado de sí. El Arco Y La Lira
Octavio Paz
Kila kipato kina mashetani yake, mengine mazuri na mengine mabaya, lakini mengi ni mabaya. Wakati mwingine maskini ahitaji pesa, pesa anaweza kushindwa kuidhibiti, anahitaji paa na kuta nne kujisetiri yeye na familia yake.
Enock Maregesi
Sólo al envejecer nos damos cuenta de la gravedad de ciertas palabras, y todo lo que nos hemos perdido —por superficialidad, por egoísmo, por prisa— pesa sobre nuestro corazón, pero el tiempo ya habrá pasado y no vuelve atrás.
Susanna Tamaro (Para siempre (Biblioteca Formentor) (Spanish Edition))
Lo que más pesa a los ochenta y cuatro años no es la fragilidad de la memoria ni la dependencia del bastón, sino el tiempo perdido y esos malditos “si tan sólo hubiera”. Nada vuelve cuando las aguas del tiempo arrasan con todo.
Pedro J. Fernández (Yo, Díaz (Spanish Edition))
«Voglio sapere perché sono così lenta» sussurrò la lumaca. [...] «Sei lenta perché hai sulle spalle un gran peso» spiegò il gufo. [...] «Io so volare ma non lo faccio. Una volta, tanto tempo prima che voi lumache veniste ad abitare nel prato, c’erano molti più alberi di quelli che si vedono adesso. C’erano faggi e ippocastani, lecci, noci e querce. Tutti quegli alberi erano la mia casa, volavo di ramo in ramo, e il ricordo di quegli alberi che non ci sono più mi pesa così tanto che non posso volare. Tu sei una giovane lumaca e tutto ciò che hai visto, tutto ciò che hai provato, amaro e dolce, pioggia e sole, freddo e notte, è dentro di te, e pesa, ed essendo così piccola quel peso ti rende lenta.»
Luis Sepúlveda (Storia di una lumaca che scoprì l'importanza della lentezza)
Odio gli indifferenti. Credo che vivere voglia dire partecipare. Chi vive veramente non può non essere cittadino partecipe. L’indifferenza è abulia, è parassitismo, è vigliaccheria, non è vita. Perciò odio gli indifferenti. L’indifferenza è il peso morto della storia. L’indifferenza opera potentemente nella storia. Opera passivamente, ma opera. È la fatalità; è ciò su cui non si può contare; è ciò che sconvolge i programmi, che rovescia i piani meglio costruiti; è la materia bruta che strozza l’intelligenza. Ciò che succede, il male che si abbatte su tutti, avviene perché la massa degli uomini abdica alla sua volontà, lascia promulgare le leggi che solo la rivolta potrà abrogare, lascia salire al potere uomini che poi solo un ammutinamento potrà rovesciare. Tra l’assenteismo e l’indifferenza poche mani, non sorvegliate da alcun controllo, tessono la tela della vita collettiva, e la massa ignora, perché non se ne preoccupa; e allora sembra sia la fatalità a travolgere tutto e tutti, sembra che la storia non sia altro che un enorme fenomeno naturale, un’eruzione, un terremoto del quale rimangono vittime tutti, chi ha voluto e chi non ha voluto, chi sapeva e chi non sapeva, chi era stato attivo e chi indifferente. Alcuni piagnucolano pietosamente, altri bestemmiano oscenamente, ma nessuno o pochi si domandano: se avessi fatto anch’io il mio dovere, se avessi cercato di far valere la mia volontà, sarebbe successo ciò che è successo? Odio gli indifferenti anche per questo: perché mi dà fastidio il loro piagnisteo da eterni innocenti. Chiedo conto a ognuno di loro del come ha svolto il compito che la vita gli ha posto e gli pone quotidianamente, di ciò che ha fatto e specialmente di ciò che non ha fatto. E sento di poter essere inesorabile, di non dover sprecare la mia pietà, di non dover spartire con loro le mie lacrime. Io partecipo, vivo, sento nelle coscienze della mia parte già pulsare l’attività della città futura che la mia parte sta costruendo. E in essa la catena sociale non pesa su pochi, in essa ogni cosa che succede non è dovuta al caso, alla fatalità, ma è intelligente opera dei cittadini. Non c’è in essa nessuno che stia alla finestra a guardare mentre i pochi si sacrificano, si svenano. Vivo, partecipo. Perciò odio chi non partecipa, odio gli indifferenti.
Antonio Gramsci
Ahora estamos muy próximas. A veces siento que me pesa esta ambigüedad... Y espero... conteniendo el aliento, pendiente del suyo... Y un instante después me puede la vergüenza, y me odio y me ahogo en esta bola de fuego que sólo quiere abandonar mi vientre.
Jul Maroh (Le bleu est une couleur chaude)
Ahora estamos muy próximas. A veces siento que me pesa esta ambigüedad... Y espero... conteniendo el aliento, pendiente del suyo... Y un instante después me puede la vergüenza, y me odio y me ahogo en esta bola de fuego que sólo quiere abandonar mi vientre
Jul Maroh (Le bleu est une couleur chaude)
S'è detto che la schiavitù è sparita dalla civiltà europea: errore! Esiste sempre, ma pesa soltanto sulla donna e si chiama prostituzione. Pesa sulla donna, ossia sulla grazia, sulla debolezza, sulla beltà, sulla maternità. E questa non è già una delle minori vergogne dell'uomo.
Victor Hugo (Les Misérables)
Ancora una volta, rimanevo solo io. Tutti se n'erano andati, ancora una volta. E ora dovevo cercare delle lettere, raccontare, spiegare. Non è vero che l'istinto di conservazione sia una legge assoluta della vita. Vi sono dei momenti in cui la vita pesa più dell'attesa della morte.
Emilio Lussu (Un anno sull'altipiano)
Credono che l'esistenza che trascinano gli sia capitata come una dannazione: invece è esattamente l'unica che desiderano, l'unica adatta a loro. Si mettono in salvo e credono di perdersi, rischiano di perdersi e credono di mettersi in salvo. Quanto pesa quello che siamo? E quello che non abbiamo?
Chiara Gamberale (Quattro etti d'amore, grazie)
—Debe de ser difícil ser sacerdote con ese carácter tuyo —sonrió ella. —El voto de obediencia pesa una tonelada, Nuria, pero jamás he cuestionado mi fe ni mi vocación. —¿Y el voto de celibato? ¿Te has enamorado alguna vez? —A cada rato, pero Dios me ayuda y se me pasa pronto, así es que no trates de seducirme.
Isabel Allende (Más allá del invierno)
Los mayores disfrutan mucho de las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, nunca preguntan por lo esencial ni dicen: “¿Cuál es el sonido de su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Acaso colecciona mariposas?” Te preguntan: “¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?” Sólo entonces creen conocerlo.
Antoine de Saint-Exupéry (El Principito (Spanish Edition))
La cuestión es ser feliz -dijo Neal-. A toda costa. Inténtalo. Se puede. Y luego cada vez resulta más fácil. No tiene nada que ver con las circunstancias. No te imaginas hasta qué punto funciona. Se aceptan las cosas y la tragedia desaparece. O pesa menos, en cualquier caso, y de pronto descubres que estás en paz con el mundo.
Alice Munro (Dear Life)
Existem dois tipos de riqueza. A que conta o dinheiro e a que pesa o dinheiro. Se o segundo tipo de riqueza não te pertence, então não sabes o que é verdadeiramente o poder. (…) Se contas o dinheiro, ou não tens nenhum ou não o tens em quantidade suficiente. Só se fores capaz de o pesar é que poderás ter a certeza do teu próprio peso.
Roberto Saviano (ZeroZeroZero)
La cocina, la verdadera cocina, está hecha por quien prueba, sueña un instante, añade un chorrrito de aceite, una pizca de sal y una hoja de tomillo; por quien pesa sin balanza, mide el tiempo sin reloj, vigila el asado con los ojos de l alma y mezcla los huevos, la mantequilla y la harina según su inspiración, como una bruja benévola
Colette Gauthier-Villars
Ikiwa huna pesa na una mke na watoto kwa mfano, mke wako (wanawake walio wengi) hatakuona wa maana kwa sababu ya ustawi wa maisha ya familia yake. Ikiwa una mwanamke asiyekuwa na busara au hekima ya kutosha, au mwanamke ambaye akili zake zimefyatuka kidogo, atakusaliti kutafuta bwana au mtu mwenye maana. Kama huna pesa huna maana kwa mwanamke.
Enock Maregesi
Sabe quando sua mãe avisa para levar guarda-chuva e você diz que não quer levar e ela diz "bom, você que sabe" e isso pesa mais do que qualquer coisa, porque de repente se tudo der errado a culpa é totalmente sua? É assim que eu me sinto em relação ao sexo. É como se Deus estivesse me dando o sermão do guarda-chuva, e se eu pecar a culpa é minha.
Vitor Martins (Um Milhão de Finais Felizes)
En resumen, la vida, al menos la mía, no ha sido miel sobre hojuelas, pero la esperanza de nuevas oportunidades llena los vacíos.
Paulina Vieitez (Helena: Cuando el pasado ya no pesa, el hoy es para siempre)
A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: "¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?" Pero en cambio preguntan: "¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?" Solamente con estos detalles creen conocerle.
Antoine de Saint-Exupéry (El Principito)
Esta manhã de chuva é um minuto no rodar infinito dos séculos, e os seres que passam meras sombras. Tudo isto me pesa e pesa-me também não viver. Do fundo de mim mesmo protesto que a vida não é isto. A árvore cumpre, o bicho cumpre. Só eu me afundo soterrado em cinza. Terei por força de me habituar à aquiescência e à regra? Crio cama, e todos os dias sinto a usura da vida e os passos da morte mais fundo e mais perto.
Raul Brandão
Deus pesa as almas numa balança. Num dos pratos fica a alma, no outro as lágrimas dos que a choraram. Se ninguém a chorou, a alma desce para o Inferno. Se as lágrimas forem suficientes, e suficientemente sentidas, ascende para o céu. Ludo acreditava nisto. Ou gostaria de acreditar. Foi o que disse a Sabalu: Vão para o Paraíso as pessoas de quem os outros sentem a falta. O Paraíso é o espaço que ocupamos no coração dos outros.
José Eduardo Agualusa (A General Theory of Oblivion)
Vivere nell'inganno o essere ingannati è facile, e anzi è la nostra condizione naturale: nessuno va esente da questo e nessuno è stupido per questo, non dovremmo opporci più di tanto e non dovremmo amareggiarci. Tuttavia ci sembra intollerabile, quando alla fine sappiamo. Quello che ci pesa, il brutto della cosa, è che il tempo in cui crediamo quel che non era si trasforma in qualcosa di strano, fluttuante o fittizio, in una specie di incantamento o sogno che deve essere soppresso dal nostro ricordo; a un tratto è come se quel periodo non lo avessimo vissuto affatto, non è vero?, come se dovessimo raccontarci di nuoco la storia o rileggere un libro, e allora pensiamo che ci saremmo comportati in maniera diversa o avremmo impiegato in altro modo quel tempo che finisce per appartenere al limbo. Questo può provocare la nostra disperazione. E oltretutto quel tempo a volte non rimane nel limbo, ma all’inferno.
Javier Marías (Tomorrow in the Battle Think on Me)
Enquanto a consciência patriarcal aniquila o tempo e ultrapassa os lentos processos de transformação e evolução da natureza através do uso deliberado de experimentação e calculo, a consciência matriarcal permanece pesa ao encantamento da lua mutável. Como a lua, sua iluminação e sua liminosidade estão ligadas ao fluxo do tempo e a periodicidade. Deve esperar que o tempo amadureça enquanto a compreensão, como uma semente plantada, também amadureça com ele.
Erich Neumann (The Fear of the Feminine and Other Essays on Feminine Psychology)
Mas então adianto-me e tomo o único partido possível: com a ajuda do médico e de uma das mulheres, passando o braço sob as costas da morta, o outro sob as pernas, carrego-a de encontro a meu peito. Sentada em meu braço esquerdo, os ombros apoiados no meu braço direito, a cabeça caída encostada sob meu queixo, Yvonne pesa; terrivelmente sobre o meu coração. Desço lentamente, degrau a degrau, a comprida e íngreme escada, enquanto embaixo tudo já está a postos.
Alain-Fournier (Le Grand Meaulnes)
Lengo kuu la Kolonia Santita kuuza madawa hayo ni kuwafadhili askari wa msituni wa Kolombia (magorila wa vyama visivyokuwa rasmi vya kisiasa au vyama haramu vya kisiasa) kushika hatamu za uongozi wa Kolombia, kwa makubaliano ya Kolonia Santita kutawala biashara ya kokeini ya taifa hilo la Amerika ya Kusini. WODEA lazima ilizuie Shirika la Madawa ya Kulevya la Kolonia Santita kuuza madawa hayo kwa gharama yoyote ile, pesa au damu, kutetea afya na amani ya dunia.
Enock Maregesi
A vida não é agradável para ninguém, afinal. Pesa-nos sobre os ombros, tolhe-nos a passada. Dilacera as coisas de que gostamos e endurece-nos a alma com desgostos. Na vida não há vencedores. A vida é sobretudo perda: da juventude, do aspecto. Mas, acima de tudo perdemos o amor. Por vezes penso que não é a passagem do tempo que nos envelhece, mas o desaparecimento das pessoas e das coisas de que gostamos. (...) A dor está nos nossos olhos. Os olhos que já viram demasiado traem-nos sempre.
C.J. Tudor
Mungu akikubariki kipaji chako watu watasema ni laana. Maisha yako ni sawa na mto. Unakoelekea ni baharini. Lakini sasa umefika kwenye mlango wa bahari. Unahangaika upite wapi kufika baharini, ambapo utaogelea kwa kadiri utakavyoweza. Utakapofika baharini, watu, badala ya kusema umebarikiwa, watasema umelaaniwa, badala ya kukuita malaika, watakuita shetani. Mafanikio hayapimwi kwa pesa au mali kiasi gani unayo, mafanikio yanapimwa kwa amani ya moyo au maisha ya watu kiasi gani umeboresha.
Enock Maregesi
Quando a gente lhes fala de um novo amigo, jamais se informam do essencial. Não perguntam nunca qual é o som da voz dele, quais os brinquedos que prefere, nem mesmo se coleciona borboletas – Mas perguntam sempre: “Qual é sua idade? Quantos irmãos ele tem? Quanto pesa? Quanto ganha seu pai?”. Somente assim é que julgam conhecê-lo. Se dizemos às pessoas grandes: “Vi uma bela casa de tijolos cor-de-rosa, gerânios na janela, pombas no telhado”, elas não conseguem, de modo nenhum, fazer uma ideia da casa. É
Antoine de Saint-Exupéry (O Pequeno Príncipe (Portuguese Edition))
Os adultos gostam de números. Quando vocês lhes falam de um novo amigo, nunca se interessam pelo essencial. Nunca perguntam: “Qual é o som da voz dele? Que brincadeiras prefere? Coleciona borboletas?”. Indagam: “Que idade ele tem? Quantos irmãos tem? Quanto pesa? Quanto ganha o pai dele?”. Só aí julgam conhecê-lo. Se vocês disserem aos adultos: “Vi uma bela casa de tijolos cor-de-rosa, com gerânios nas janelas e pombas no telhado…”, eles não conseguirão imaginá-la. Vocês precisam dizer: “Vi uma casa de cem mil francos”. Então eles exclamam: “Que beleza!
Antoine de Saint-Exupéry (O Pequeno Príncipe)
Ecce homo; si, aquí tenéis al hombre, podéis mirarlo; pero no olvidéis que bajo su humana figura se esconde un dios… Aquí estoy yo, el primer espíritu del siglo, olvidado y despreciado por todos vosotros; soy un desconocido, a pesar de mi grandeza; incluso camino rápidamente hacia la cruz: hacia la demencia, que pronto me arrastrará a sus tinieblas. Mas a pesar de vuestro olvido y vuestro desprecio, «yo soy un destino», soy el heraldo de una nueva época, sobre mí pesa una responsabilidad indecible … Pues yo llevo sobre mis espaldas el destino de la humanidad
Friedrich Nietzsche (Ecce Homo)
El cerebro pesa únicamente alrededor de kilo y medio, sin embargo es el objeto más complejo del sistema solar. Aunque supone tan solo el 2 por ciento del peso corporal, su apetito es insaciable y consume un 20 por ciento de nuestra energía total (en los recién nacidos, el cerebro consume un pasmoso 65 por ciento de la energía total del bebé), mientras que un 80 por ciento de nuestros genes codifican características del cerebro. Se calcula que dentro de la cavidad craneal existen cien mil millones de neuronas, y un número exponencialmente mayor de conexiones neuronales y vías nerviosas.
Michio Kaku (El futuro de nuestra mente: El reto científico para entender, mejorar, y fortalecer nuestra mente (Spanish Edition))
A leitura dos jornais, sempre penosa do ponto de ver estético é-o frequentemente também do moral, ainda para quem tenha poucas preocupações morais. As guerras e as revoluções - há sempre uma ou outra de que narram - chegam, na leitura dos seus efeitos, a causar não horror mas tédio. Não é a crueldade de todos aqueles mortos e feridos, o sacrifício de todos os que morrem batendo-se, ou são mortos sem que se batam, que pesa duramente na alma: é a estupidez que sacrifica vidas e haveres a qualquer coisa inevitavelmente inútil. Todos os ideais e todas as ambições são um desvio de comadres homens.
Fernando Pessoa (The Book of Disquiet: The Complete Edition)
Una mano pequeña y fría me acarició la mejilla. —No pasa nada —dijo Auri en voz baja—. Ven aquí. Empecé a llorar en silencio, y ella deshizo con cuidado el apretado nudo de mi cuerpo hasta que mi cabeza reposó en su regazo. Empezó a murmurar, apartándome el cabello de la frente; yo notaba el frío de sus manos contra la ardiente piel de mi cara. —Ya lo sé —dijo con tristeza—. A veces es muy duro, ¿verdad? Me acarició el cabello con ternura, y mi llanto se intensificó. No recordaba la última vez que alguien me había tocado con cariño. —Ya lo sé —repitió—. Tienes una piedra en el corazón, y hay días en que pesa tanto que no se puede hacer nada. Pero no deberías pasarlo solo. Deberías haberme avisado. Yo lo entiendo. Contraje todo el cuerpo y de pronto volví a notar aquel sabor a ciruela. —La echo de menos —dije sin darme cuenta. Antes de que pudiera agregar algo más, apreté los dientes y sacudí la cabeza con furia, como un caballo que intenta liberarse de las riendas. —Puedes decirlo —dijo Auri con ternura. Volví a sacudir la cabeza, noté sabor a ciruela, y de pronto las palabras empezaron a brotar de mis labios. —Decía que aprendí a cantar antes que a hablar. Decía que cuando yo era un crío ella tarareaba mientras me tenía en brazos. No me cantaba una canción; solo era una tercera descendente. Un sonido tranquilizador. Y un día me estaba paseando alrededor del campamento y oyó que yo le devolvía el eco. Dos octavas más arriba. Una tercera aguda y diminuta. Decía que aquella fue mi primera canción. —Nos la cantábamos el uno al otro. Durante años. —Se me hizo un nudo en la garganta y apreté los dientes. —Puedes decirlo —dijo Auri en voz baja—. No pasa nada si lo dices. —Nunca volveré a verla —conseguí decir. Y me puse a llorar a lágrima viva. —No pasa nada —dijo Auri—. Estoy aquí. Estás a salvo.
Patrick Rothfuss (The Wise Man’s Fear (The Kingkiller Chronicle, #2))
A autoridade policial, como seria de se esperar, apresentou números sóbrios e precisos, na tentativa de reduzir uma autêntica rebelião social à caricatura de uma baderna urbana: fútil, atabalhoada, inconsequente. [...] A matança coletiva dirige-se, via de regra, contra um objeto unificado por algum padrão abstrato que retira a humanidade das vítimas: uma seita, uma comunidade peculiar, uma facção política, uma cultura, uma etnia. Personificando nesse grupo assim circunscrito todo o mal e toda a ameaça à ordem das coisas, os executores se representam a si mesmos como herois redentores, cuja energia implacável esconjura a ameaça que pesa sobre o mundo
Nicolau Sevcenko (A Revolta da Vacina)
—Pero lo más difícil del mundo es llegar a entender lo que «quieres». A mí me parece que eso que has planeado durante tanto tiempo era una enorme crisis existencial. Otra vez el pasado, pinchándole el cuello como una etiqueta con las instrucciones de lavado, y Shep nunca había sido capaz de entender del todo esa palabra. Existencial. —Puede que al final resulte que no quiero nada en especial. —¿Y entonces? ¿Qué harías? ¿Pasarte el día tumbado y dormitando? Mírame a mí. Sinceramente, no es una perspectiva emocionante. Al contrario, sonaba fantástico. Sólo faltaba una hora y veinte minutos para que sonara el despertador. —No puedes disfrutar de este tiempo libre porque es algo impuesto —dijo Shep—. Y porque te sientes fatal. Por eso es precioso el tiempo que tenemos mientras nos sentimos bien. No estoy simplemente desperdiciando mi vida haciendo chapuzas con placas de yeso en Queens. Estoy desperdiciando mi vida mientras tengo salud. Y tú más que nadie deberías apreciar lo injusto que es. Trabajamos como esclavos los pocos años que estamos en condiciones de disfrutar; lo que nos queda son los años de la vejez y la enfermedad. Nos enfermamos a cuenta de nuestro tiempo, y sólo tenemos tiempo libre cuando pesa sobre nosotros, cuando no nos sirve para nada. Cuando ya no es una oportunidad, sino una carga.
Lionel Shriver (So Much for That)
A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: “¿Qué tono tiene su voz?”, “¿Qué juegos prefiere?” o “¿Le gusta coleccionar mariposas?” Pero en cambio preguntan: “¿Qué edad tiene?”, “¿Cuántos hermanos?”, “¿Cuánto pesa?” o “¿Cuánto gana su padre?” Solamente con estos detalles creen conocerle. Si les decimos a las personas mayores: “He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado”, jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: “He visto una casa que vale cien mil pesos”. Entonces exclaman entusiasmados: ”¡Oh, qué preciosa es!” De tal manera, si les
Antoine de Saint-Exupéry (El Principito)
What could happen if we changed our emphasis from push to pull? What if much more of the $143 billion spent on official development assistance in 2016 was channeled to support direct market-creation efforts in poor countries, even when the circumstances seemed unlikely? Imagine how many markets could be created; imagine how many Tolarams, Nollywoods, M-PESAs, and other new-market creators could emerge; imagine how many jobs could be created. As I think about this problem, I can’t help but wonder how many fathers and mothers would be afforded the dignity of work and the resources to provide simple things for their families—like food, health care, and quality education. Imagine how many people would have a renewed sense of hope and purpose when they begin to see their suffering can become a thing of the past.
Clayton M. Christensen (The Prosperity Paradox: How Innovation Can Lift Nations Out of Poverty)
Despacio, volví a mi barracón y allí encontré a un buen amigo esperándome: "¿De verdad quieres irte con ellos?", me dijo con tristeza. "Sí, voy a ir." Se le saltaron las lágrimas y yo traté de consolarle. Todavía me quedaba algo por hacer, expresarle mi última voluntad. "Otto, escucha, en caso de que yo no regrese a casa junto a mi mujer y en caso de que la vuelvas a ver, dile que yo hablaba de ella a diario, continuamente. Recuérdalo. En segundo lugar, que la he amado más que a nadie. En tercer lugar, que el breve tiempo que estuve casado con ella tiene más valor que nada, que pesa en mí más incluso que todo lo que hemos pasado aquí. Otto, ¿dónde estás ahora? ¿Vives? ¿Qué ha sido de ti desde aquel momento en que estuvimos juntos por última vez? ¿Encontraste a tu mujer? ¿Recuerdas cómo te hice aprender de memoria mi última voluntad —palabra por palabra— a pesar de tus lágrimas de niño?
Viktor E. Frankl (El Hombre En Busca De Sentido)
Bene massimo fra tutti in un paese è l'indipendenza della magistratura, sola garanzia di giustizia che è fondamento dei regni. Ma la indipendenza della magistratura non si ottiene abilitando i giovani forniti del sesto senso necessario ad emergere nella vita e che per essi è quello giuridico, ad addottorarsi grazie a borse di studio in legge ed a partecipare, tra i venti ed i venticinque anni, ai concorsi di ammissione alla carriera giudiziaria. Il concorso attesta, forse, l'attitudine alla interpretazione della legge; non quel che sovrattutto monta, la fermezza del carattere morale. Il concorso, anzi, pone tutti, a parità di intelligenza, alla medesima stregua: tutti uguali, l'arrivista, il procacciante, colui che pesa il torto e la ragione al lume della sola giurisprudenza e l'uomo retto, che non transige colla coscienza e non si piega, per esigenze di carriera, ai desideri dei superiori e dei potenti.
Luigi Einaudi (Lezioni di politica sociale)
Maskini na tajiri wana mawazo tofauti. Maskini hudhani utajiri ni chanzo cha matatizo. Tajiri hudhani umaskini ni chanzo cha matatizo. Maskini hudhani ubinafsi ni kitu kibaya. Tajiri hudhani ubinafsi ni kitu kizuri. Maskini ana mawazo ya kupata pesa bila kufanya kazi. Tajiri ana mawazo ya kupata pesa kwa kufanya kazi. Maskini hudhani tajiri ana tabia ya kuringa. Tajiri hupenda kuzungukwa na watu sahihi wenye mawazo sawa na ya kwake. Maskini hutengeneza pesa kwa kufanya kazi asizozipenda. Tajiri hutengeneza pesa kwa kufanya kazi anazozipenda. Maskini hudhani kuwa tajiri lazima usome sana. Tajiri hudhani kuwa tajiri si lazima usome sana. Maskini hutamani mambo mazuri ya wakati uliyopita. Tajiri hutamani mambo mazuri ya wakati unaokuja. Maskini huamini ili uwe tajiri lazima ufanye kitu fulani. Tajiri huamini ili uwe tajiri lazima uwe kitu fulani. Maskini hupenda kuburudishwa kuliko kuelimishwa. Tajiri hupenda kuelimishwa kuliko kuburudishwa. Maskini ana woga. Tajiri hana woga. Maskini hufundisha watoto wake jinsi ya kupambana na maisha. Tajiri hufundisha watoto wake jinsi ya kuwa matajiri. Maskini hana nidhamu ya mapato na matumizi. Tajiri ana nidhamu ya mapato na matumizi. Maskini hufanya kazi kwa bidii kupata pesa. Tajiri hutumia pesa kupata pesa. Maskini ni mdogo kuliko matatizo yake. Tajiri ni mkubwa kuliko matatizo yake. Maskini huamini unahitaji pesa kupata pesa. Tajiri huamini utapata pesa kwa kutumia pesa za wengine. Maskini ana wivu wa chuki. Tajiri ana wivu wa maendeleo. Fikiri kama anavyofikiri tajiri. Ukifikiri tofauti na anavyofikiri tajiri, utakufa maskini.
Enock Maregesi
O tempo é o maior tesouro de que um homem pode dispor; embora inconsumível, o tempo é o nosso melhor alimento; sem medida que o conheça, o tempo é contudo nosso bem de maior grandeza: não tem começo, não tem fim; é um pomo exótico que não pode ser repartido, podendo entretanto prover igualmente a todo mundo; onipresente, o tempo está em tudo; existe tempo, por exemplo, nesta mesa antiga: existiu primeiro uma terra propícia, existiu depois uma árvore secular feita de anos sossegados, e existiu finalmente uma prancha nodosa e dura trabalhada pelas mãos de um artesão dia após dia; existe tempo nas cadeiras onde nos sentamos, nos outros móveis da família, nas paredes da nossa casa, na água que bebemos, na terra que fecunda, na semente que germina, nos frutos que colhemos, no pão em cima da mesa, na massa fértil dos nossos corpos, na luz que nos ilumina, nas coisas que nos passam pela cabeça, no pó que dissemina, assim como em tudo que nos rodeia; rico não é o homem que coleciona e se pesa no amontoado de moedas, e nem aquele, devasso, que se estende, mãos e braços, em terras largas; rico só é o homem que aprendeu, piedoso e humilde, a conviver com o tempo, aproximando-se dele com ternura, não contrariando suas disposições, não se rebelando contra o seu curso, não irritando sua corrente, estando atento para o seu fluxo, brindando-o antes com sabedoria para receber dele os favores e não a sua ira; o equilíbrio da vida depende essencialmente deste bem supremo, e quem souber com acerto a quantidade de vagar ou a de espera, que se deve pôr nas coisas, não corre nunca o risco, ao buscar por elas, de defrontar-se com o que não é.
Raduan Nassar (Lavoura Arcaica)
A mesma ignorância predominou em relação a muitas criaturas maiores, inclusive um dos mais importantes e menos compreendidos de todos os animais que por vezes se encontram nas casas modernas: o morcego. Quase ninguém gosta dos morcegos, o que é lamentável, porque eles fazem muito mais bem do que mal. Comem grandes quantidades de insetos, beneficiando as plantações e o ser humano. O morcego marrom, a espécie mais comum nos Estados Unidos, consome até seiscentos mosquitos por hora. O pequenino pipistrelo — que não pesa mais que uma pequena moeda — ingere até 3 mil insetos em suas incursões noturnas. Sem os morcegos, haveria muito mais mosquitos na Escócia, larvas no solo na América do Norte e febres nos trópicos. As árvores das florestas seriam mastigadas até serem destruídas. As plantações precisariam de mais agrotóxicos. O mundo natural se tornaria um lugar estressado até a exaustão. Os morcegos também são vitais para o ciclo de vida de muitas plantas silvestres, colaborando na polinização e na dispersão de sementes. Um minúsculo morcego da América do Sul, o Carollia perspicillata, chega a comer 60 mil sementinhas a cada noite. A propagação das sementes feita por uma única colônia — cerca de quatrocentos desses morceguinhos — pode produzir, anualmente, 9 milhões de mudas de árvores frutíferas. Sem os morcegos, essas novas árvores frutíferas não existiriam. Eles também são essenciais para a sobrevivência, na natureza, de madeira balsa, abacates, bananas, frutas-pão, cajus, cravo, tâmaras, figos, goiabas, mangas, pêssegos, cactos saguaro, entre outros. Há muito mais morcegos no mundo do que a maioria das pessoas imagina. Na verdade, eles constituem aproximadamente um quarto de todas as espécies de mamíferos — cerca de 1100. Variam em tamanho desde o morcego-abelha, que realmente não é maior que uma abelha e, portanto, é o menor de todos os mamíferos, até as magníficas raposas-voadoras da Austrália e do sul da Ásia, que podem alcançar quase dois metros de envergadura. No passado já foram feitas tentativas de aproveitar as qualidades especiais dos morcegos. Na Segunda Guerra Mundial, o Exército americano investiu muito tempo e dinheiro em um plano extraordinário para acoplar minúsculas bombas incendiárias a morcegos e lançar de aviões um grande número deles — até 1 milhão de cada vez — sobre o Japão. A ideia era que os morcegos se empoleirariam nos beirais e telhados e suas pequeninas bombas-relógio iriam deflagrar, fazendo com que pegassem fogo e causassem, assim, centenas de milhares de incêndios. Elaborar bombas e timers tão pequenos exigia muita experiência e engenho; mas, finalmente, na primavera de 1943, o trabalho estava adiantado e foi marcada uma experiência em Muroc Lake, na Califórnia. No entanto, as coisas não correram bem como o planejado, para dizer o mínimo. Os morcegos estavam bem armados com suas bombas em miniatura, mas ficou claro que essa não era uma boa ideia. Eles não pousaram em nenhum dos alvos designados, mas destruíram todos os hangares e a maioria dos depósitos no aeroporto de Muroc Lake, bem como o carro de um general do Exército. O relatório do general sobre os acontecimentos do dia deve ter sido uma leitura muito interessante. Seja como for, o programa foi cancelado logo em seguida. Um plano menos maluco, mas não mais bem-sucedido, para utilizar os morcegos foi concebido pelo dr. Charles A. R. Campbell, da Escola de Medicina da Universidade de Tulane. A ideia de Campbell era construir gigantescas “torres de morcegos”, onde estes poderiam se empoleirar, procriar e sair para comer mosquitos. Isso, segundo Campbell, reduziria substancialmente a malária, e também forneceria guano em quantidades comercialmente viáveis. Várias torres foram construídas, e algumas ainda estão de pé, mesmo que precariamente, mas nunca cumpriram sua função. Ao que parece, os morcegos não gostam de receber ordens sobre onde devem morar.
Bill Bryson (At Home: A Short History of Private Life)
MÁRIO DE SÁ-CARNEIRO (1890-1916) Atque in perpetuum, frater, ave atque vale! CAT . Morre jovem o que os Deuses amam, é um preceito da sabedoria antiga. E por certo a imaginação, que figura novos mundos, e a arte, que em obras os finge, são os sinais notáveis desse amor divino. Não concedem os Deuses esses dons para que sejamos felizes, senão para que sejamos seus pares. Quem ama, ama só a igual, porque o faz igual com amá-lo. Como porém o homem não pode ser igual dos Deuses, pois o Destino os separou, não corre homem nem se alteia deus pelo amor divino; estagna só deus fingido, doente da sua ficção. Não morrem jovens todos a que os Deuses amam, senão entendendo-se por morte o acabamento do que constitui a vida. E como à vida, além da mesma vida, a constitui o instinto natural com que se a vive, os Deuses, aos que amam, matam jovens ou na vida, ou no instinto natural com que vivê-la. Uns morrem; aos outros, tirado o instinto com que vivam, pesa a vida como morte, vivem morte, morrem a vida em ela mesma. E é na juventude, quando neles desabrocha a flor fatal e única, que começam a sua morte vivida. No herói, no santo e no génio os Deuses se lembram dos homens. O herói é um homem como todos, a quem coube por sorte o auxílio divino; não está nele a luz que lhe estreia a fronte, sol da glória ou luar da morte, e lhe separa o rosto dos de seus pares. O santo é um homem bom a que os Deuses, por misericórdia, cegaram, para que não sofresse; cego, pode crer no bem, em si, e em deuses melhores, pois não vê, na alma que cuida própria e nas coisas incertas que o cercam, a operação irremediável do capricho dos Deuses, o jugo superior do Destino. Os Deuses são amigos do herói, compadecem-se do santo; só ao génio, porém, é que verdadeiramente amam. Mas o amor dos Deuses, como por destino não é humano, revela-se em aquilo em que humanamente se não revelara amor. Se só ao génio, amando-o, tornam seu igual, só ao génio dão, sem que queiram, a maldição fatal do abraço de fogo com que tal o afagam. Se a quem deram a beleza, só seu atributo, castigam com a consciência da mortalidade dela; se a quem deram a ciência, seu atributo também, punem com o conhecimento do que nela há de eterna limitação; que angústias não farão pesar sobre aqueles, génios do pensamento ou da arte, a quem, tornando-os criadores, deram a sua mesma essência? Assim ao génio caberá, além da dor da morte da beleza alheia, e da mágoa de conhecer a universal ignorância, o sofrimento próprio, de se sentir par dos Deuses sendo homem, par dos homens sendo deus, êxul ao mesmo tempo em duas terras. Génio na arte, não teve Sá-Carneiro nem alegria nem felicidade nesta vida. Só a arte, que fez ou que sentiu, por instantes o turbou de consolação. São assim os que os Deuses fadaram seus. Nem o amor os quer, nem a esperança os busca, nem a glória os acolhe. Ou morrem jovens, ou a si mesmos sobrevivem, íncolas da incompreensão ou da indiferença. Este morreu jovem, porque os Deuses lhe tiveram muito amor. Mas para Sá-Carneiro, génio não só da arte mas da inovação nela, juntou-se, à indiferença que circunda os génios, o escárnio que persegue os inovadores, profetas, como Cassandra, de verdades que todos têm por mentira. In qua scribebat, barbara terrafuit. Mas, se a terra fora outra, não variara o destino. Hoje, mais que em outro tempo, qualquer privilégio é um castigo. Hoje, mais que nunca, se sofre a própria grandeza. As plebes de todas as classes cobrem, como uma maré morta, as ruínas do que foi grande e os alicerces desertos do que poderia sê-lo. O circo, mais que em Roma que morria, é hoje a vida de todos; porém alargou os seus muros até os confins da terra. A glória é dos gladiadores e dos mimos. Decide supremo qualquer soldado bárbaro, que a guarda impôs imperador. Nada nasce de grande que não nasça maldito, nem cresce de nobre que se não definhe, crescendo. Se assim é, assim seja! Os Deuses o quiseram assim. Fernando Pessoa, 1924.
Fernando Pessoa (Loucura...)
Effi sente sì il bisogno di parlare, ma non quello di dire tutto ciò che le pesa sul cuore, e molte questioni le risolve tra sé e sé. È espansiva e chiusa nello stesso tempo, quasi si nascondesse; insomma è un carattere tutto particolare.
Theodor Fontane
Siapapun yang membantu pesaing dalam bisnis adalah orang tolol.
Multatuli (Max Havelaar, or the Coffee Auctions of the Dutch Trading Company)
Bethlehemu iliteuliwa na Mungu kuwa mahali pa kuzaliwa Mfalme. Kwa sababu ya Bethlehemu, dhambi zetu zote zilisamehewa. Wakristo wengi wakipata pesa wanakwenda Dubai, China, Marekani, Uingereza, na mahali pengine kutalii. Lakini hawaendi Bethlehemu.
Enock Maregesi
¿Qué materiales necesita para su negocio en Amazon? Entre los materiales que necesitará para hacer sus compras y enviarlas a Amazon están: 1- Teléfono celular. 2- Una computadora. 3-    Cajas para empacar de tamaños mediano y grande (dependiendo en cuanta mercancía va a enviar) y sobres manilas. 4- Cinta pegante para empacar. 5- Una impresora láser. 6-   Removedor de etiquetas ( Scotty Peeler). 7- Tijeras. 8- Una pesa electrónica. 9- Bolsas plásticas. 10- Etiquetas de correo.
Wendy Maldonado (COMO HACER DINERO DESDE SU HOGAR VENDIENDO EN AMAZON.: UN MANUAL CON INSTRUCCIONES DETALLADAS DE PRINCIPIO A FIN. (Spanish Edition))
Todos, ricos o pobres, deben sus ingresos al resultado de un juego combinado de habilidad y oportunidad, cuyo resultado agregado y las participaciones en él son tan elevados como son, sólo porque hemos convenido jugar ese juego. Y una vez que hemos convenido jugar el juego y hemos obtenido beneficios de sus resultados, es una obligación moral que pesa sobre nosotros la de atenernos a los resultados, aun si ellos se vuelven en contra nuestra.
Friedrich A. Hayek (Hayek Seleccion de Escritos (Spanish Edition))
En la balanza de la solidaridad, lo positivo siempre pesa muchísimo más que los males y la maldad.
Martín Balarezo García
Abra (goabra.com): es un servicio de remesas persona a persona. En el caso de que el destinatario no tenga una cuenta de banco (no bancarizada), Abra gestiona una red de personas físicas en muchos países, llamadas Tellers, que hacen la función de cajero automático y entregan el dinero al destinatario. • BitPesa (bitpesa.com): se ha especializado en envíos de dinero a y desde África, especialmente en países como Kenia, Nigeria, Tanzania y Uganda. De este modo, un pequeño comerciante puede desarrollar su negocio de importación y/o exportación gracias a una mayor agilidad y un menor coste en el envío de dinero. • Circle (circle.com): es una startup que permite realizar envíos de dinero sin comisiones. Para aquellos envíos que tengan como destino países desbancarizados o con controles de divisas, recurre a criptomonedas.
Alexander Preukschat (Coordinador) (Blockchain: La revolución industrial de internet)