Pantera Quotes

We've searched our database for all the quotes and captions related to Pantera. Here they are! All 61 of them:

Era fara îndoiala un paroxism, o unda de nebunie în furia ei, caci avea în joc aceeasi frenezie ca animalele din jungla. Niciodata n-o iubeam atât de mult ca în asemenea clipe si ar fi putut sa ma omoare, dar la ispita asta n-as fi renuntat. E ceea ce n-am întâlnit niciodata la alta femeie, aceasta impresie de a te juca pasionat cu o pantera întarâtata.
Camil Petrescu (Ultima noapte de dragoste, întâia noapte de război)
Vês! Ninguém assistiu ao formidável Enterro de tua última quimera. Somente a Ingratidão - esta pantera - Foi tua companheira inseparável! Acostuma-te à lama que te espera! O Homem, que, nesta terra miserável, Mora, entre feras, sente inevitável Necessidade de também ser fera. Toma um fósforo. Acende teu cigarro! O beijo, amigo, é a véspera do escarro, A mão que afaga é a mesma que apedreja. Se a alguém causa inda pena a tua chaga, Apedreja essa mão vil que te afaga, Escarra nessa boca que te beija!
Augusto dos Anjos (Eu e Outras Poesias)
I was betrayed, one more day, of my short life. You were carried away, had no shame, to suffocate my being. I was me, but you weren't you. You were sticking to me like a scab. So, I peeled you away... Bled for days... And stepped out of myself.
Pantera
—¿Y ella no tiene frío? —No, no se acuerda del frío, está como en otro mundo, ensimismada dibujando a la pantera. —Si está ensimismada no está en otro mundo. Ésa es una contradicción. —Sí, es cierto, ella está ensimismada, metida en el mundo que tiene adentro de ella misma, y que apenas si lo está empezando a descubrir.
Manuel Puig (Kiss of the Spider Woman)
Then throughout the day, mankind played with grenades...Cold hearted world!
Pantera (Pantera -- The Great Southern Trendkill: Authentic Guitar TAB)
No le sorprendió, tampoco, sentir una doble perforacIón en la garganta al echar la cabeza atrás: su preciosa pantera sólo estaba un poco domesticada en realidad, y necesitaba aprender algunas cosas básicas sobre la etiqueta de las citas, por ejemplo, que uno besa antes de morder.
L.J. Smith (Shadow Souls (The Vampire Diaries: The Return, #2))
La vida tiene varias dimensiones pero estamos condenados a elegir e ignorar las demás. Estamos condenados a sentir que, por bien que estemos, nuestra elección fue incorrecta. Estamos condenados a vivir con alguien mientras deseamos día tras día a otros. Estamos condenados a mentir, a dar besos fríos, a seguir dando golpes en la oscuridad fingiendo una pasión que se fue hace años. ¿Por qué lo hacemos? El miedo a aceptar el fracaso podría ser una de las razones.
Efraim Medina Reyes (Sexualidad de la Pantera Rosa)
Sascha era un arco iris dentro de él, una fontana resplandeciente de una belleza tal, que Lucas se sintió bendecido por tener la posibilidad de verla. Por un instante sus mentes fueron una sola y vio cuán desesperada, salvaje e irracionalmente le amaba Sascha... lo suficiente como para romper su promesa, para elegir morir a fin de que él pu¬diera vivir. Sascha vio hasta qué punto la pantera la adoraba, que su corazón latía solo por ella y que la vida daría paso a la muerte después de que ella se hubiera ido. La bestia estaba furiosa con ella por intentar arrebatarle a su compañera y el hombre lo estaba aún más, pero bajo toda esa ira había deseo, necesidad, amor. Un amor tan intenso y abrasador que no tenía principio ni fin.
Nalini Singh (Slave to Sensation (Psy-Changeling, #1))
I'd kill myself for you, I'd kill you for myself ... "This Love" Pantera
Pantera
—Hablo en nombre de todas cuando digo: perdonaré pero no olvidaré. Ni una injusticia más contra mí será cometida, y si la justicia no me respalda, será mi justa venganza la que actúe. Decido vivir con la cabeza bien alta y crecer cada día; ser más sabia que ayer pero menos que mañana; escogeré el enfrentamiento cuando mi familia se vea cercada; ayudar a quienes esté en mi mano ayudar. No huiré nunca más y pelearé cuando mi nombre sea ensuciado por personas más viles que yo.
Lena Valenti (Panteras)
Eran Panteras. Las Panteras eran fieles entre ellas, luchaban siempre para protegerse las unas a las otras, y lo hacían con elegancia y tiento; excepto cuando tenían que sacar las garras, como en ese momento.
Lena Valenti (Panteras)
Ser libertina en la alcoba no exime a una mujer de ser una dama fuera de ella. Si usted opina lo mismo, no dude en visitar nuestro exclusivo y selecto club. Queda reservado el derecho de admisión. LAS DAMAS DE DHEKELIA
Lena Valenti (Panteras)
Era vanjos si viu, trupul, in toata goliciunea lui de femeie de douazeci de ani, tare, dar fara niciun os aparent, ca al felinelor. Pielea neteda si alba avea luciri de sidef. Toate liniile incepeau, fara sa se vada cum, asa ca ale lebedei, din ocoluri. Sanii robusti, din cauza mainii mele petrecute pe sub talie, prelungeau gratios, ca niste fructe oferite, cosul pieptului, ca sub ei, spre pantec, caderea sa fie brusca. Picioarele aveau coapsele tari, abia lipite inauntru cand erau alaturi, lung arcuite in afara, din sold la genunchi, ca si cand feminitatea ei ar fi fost intre doua paranteze fine, prelungi. Cu toata inversunarea impotrivirii, mi-am apropiat gura de a ei, dar cand am simtit-o moale si buna ca un miez bun de fruct, i-am dat dintr-o data drumul si-am sarit in mijlocul dormitorului, ca de frica unui sarpe. S-a ridicat infuriata, apriga, in genunchi si in aceeasi clipa mi-a zburat in cap cartea... si de abia am avut timp sa ma feresc, caci flaconul cu apa de colonia de pe masa a zburat si el, prabusind in spatele meu o etajera cu vasul de flori cu tot, facandu-se cioburi. Daca ma lovea, nu stiu ce s-ar fi putut intampla. M-ar fi desfigurat, poate m-ar fi ucis chiar. Era fara indoiala un paroxism, o unda de nebunie in furia ei, caci avea in joc aceeasi frenezie ca animalele din jungla. Niciodata n-o iubeam atat de mult ca in asemenea clipe si ar fi putut sa ma omoare, dar la ispita asta n-as fi renuntat. E ceea ce n-am intalnit niciodata la o femeie, aceasta impresie de a te juca pasionat cu o pantera intaratata.
Camil Petrescu (Ultima noapte de dragoste, întâia noapte de război)
—¿Qué harías tú si descubrieras que alguien a quien enviaste al infierno no merecía otra cosa que el cielo? Kate se quedó en blanco. —No le he dado permiso para tutearme, duque… —¿Qué harías tú si ahora fuera demasiado tarde para hacerla regresar? —¿De qué está usted hablando?
Lena Valenti (Panteras)
Para Diego el sexo era líquido lácteo que manaba de su cuerpo como un vómito que lo despojaba, por unos breves segundos, de su deseo inagotable de morir; era echar la mirada hacia el interior de su cráneo, arboleda donde corrían sombras de panteras, y ser individualidad perfecta: ser carne, ser piel, ser huesos, ser sangre. Ser cuerpo: ser vida y no muerte.
Mónica Ojeda (Nefando)
Things are not what they seem.
Pantera Forliman
—Estoy deseando comprobarlo —susurró acercando sus labios a su boca. Kate le colocó la mano sobre la boca y lo hizo callar, cuando en realidad lo que deseaba era meterle los dedos dentro. —No hago las cosas a cambio de nada. —¿Qué demonios quieres?
Lena Valenti (Panteras)
La pantera, insaciable, escudriña la tierra Condenada por nuestro ancestral delito ... El hado funesto consuma ese apetito. En la estela de este felino feroz, Ardiendo como antorchas para su dicha, Carbonizadas y destrozadas, yacen las mujeres, Convertidas en la carnaza de su cuerpo voraz. ... Yo le arrojo mi corazón para detener su avance, Para apagar su sed malgasto mi sangre, porque Él lo devora todo y, en su ansia, continúa buscando comida, Exigiendo un sacrificio absoluto. ... Las pisadas de la pantera lamen los peldaños, Subiendo, subiendo las escaleras.
Sylvia Plath
Zlo je to vrijeme'', reče crna pantera jedne večeri kad se zrak žario kao užarena peć, ''ali popravit će se ako uzmognemo dočekati kraj. Je li tvoj želudac pun, ljudsko mladunče? ''Želudac mi je pun, ali nemam koristi od toga. Što misliš, Bagira, jesu li kiše zaboravile na nas i zar neće nikad više doći?'' ''Ne mislim tako. Opet ćemo vidjeti mohvu gdje cvjeta i mladu srnčad masnu od svježe trave. Siđi na Pećinu mira da čuješ novosti! Skoči mi na leđa, mali brate.'' ''Nije sada vrijeme da se nosi teret. Još mogu stajati na nogama, ali uistinu… nas dvoje nismo nikako nalik na ugojene volove.
Rudyard Kipling (The Jungle Book)
They started calling people my grandfather’s age “generation ink”. He represents the era when extensive tattoos tipped into the mainstream. Now the old men and women sit together in the lounge room of my grandfather’s nursing home, watching daytime television. They don’t watch sport. Tattoos from their wrist to shoulders and across their chest, snake beneath their woolen cardigans and cotton shirts. Withered souls eternally painted in often incomprehensible scrawling. Faded colours. But that’s not to say that they regret getting inked. Far from it. It’s a part of who they are. As real and as precious as the blank skin they were born with. Their tastes in music haven’t mellowed either. They slowly approach the sound-system, leaning on their walking frame, and skip to songs by Pantera and Sepultura. Or Metallica, Slayer and Iron Maiden. My grandfather enjoyed punk and post-rock bands like Millencolin, Thursday, Coheed and Cambria or At The Drive-In.
Nick Milligan (Part Two (Enormity Book 2))
E c'era davvero qualcosa che si avvicinava dal vialetto, in direzione della casa. Lo vedevo dal binocolo, chiaro come il giorno. Era il Diavolo. Non avevo mai visto il Diavolo prima, e pur avendo scritto di lui in passato, se costretto avrei ammesso che non ci credevo affatto, se non come figura immaginaria, tragica e miltoniana. Ma la sagoma che si avvicinava dal vialetto non era il Lucifero di Milton. Era il Diavolo. Il cuore cominciò a martellarmi in petto, a battere così forte da far male. Sperai che non potesse vedermi, e di essere, in una casa al buio, protetto dai vetri delle finestre, invisibile. Nel percorrere il vialetto, la sagoma tremolava e si tramutava. Un attimo prima era scura, taurina, minotauresca, quello dopo era magra e femminea, il momento successivo ancora era lei stessa un gatto, un gatto selvatico sfregiato, enorme, grigio-verde, il volto contorto dall'odio. Ci sono dei gradini davanti alla nostra veranda, quattro scalini bianchi di legno che necessitano di una mano di vernice; sapevo che erano bianchi, pur vedendoli verdi, come tutto il resto, attraverso il binocolo. Davanti agli scalini, il Diavolo si arrestò e gridò qualcosa che non riuscii a comprendere: tre, forse quattro parole in una lingua di mugolii e ululati, che già doveva essere perduta quando Babilonia era giovane. Sebbene non comprendessi le parole, sentii i capelli rizzarmisi in testa al suono di quella voce. E poi udii, attutito dal vetro ma ancora udibile, un ringhio gutturale, di sfida. Lenta e malferma, una figura nera discese i gradini della casa, in direzione del Diavolo. In qui giorni Gatto Nero non aveva più le movenze di una pantera: incespicava e vacillava, come un marinaio da poco tornato sulla terraferma.
Neil Gaiman (M Is for Magic)
I'd kill myself for you, I'd kill you for myself ... {This Love}
Pantera
I'd kill myself for you, I'd kill you for myself ... [This Love]
Pantera
I'd kill myself for you, I'd kill you for myself
Pantera (Pantera - Selections from Vulgar Display of Power and Cowboys from Hell (Authentic Guitar-Tab Editions))
I'd kill myself for you, I'd kill you for myself
PANTERA "This Love " Vulgar Display of Power
Lo tuyo es un atributo natural, casi animal, como el caminar de una pantera, la gracia de una gacela. ¡Eres perfecta!
Oscar Montenegro (Confesiones de diván (Spanish Edition))
black Pantera t-shirt and skinny jeans.
Danda K. (You Broke Me First (The Savage Love Duet, #1))
You only live once, but, if you do it right, once is enough.
"Dimebag" Darrell Abbott
Guy Bodie was in charge of the infiltration of Pantera’s property. With the assistance of Cassidy and Jemma, he sneaked in under cover of darkness. Jemma in particular seemed to delight in returning to the field, possibly reliving her former career as a cat burglar
David Leadbeater (The Atlantis Cipher (The Relic Hunters #2))
I gradually came to realize that in spite of everything negative that comes along, you have to be thankful for whatever is put in front of you in life, and only once you reach that point of realization can you even think about recounting the past with any semblance of clarity.
Rex Brown (Official Truth, 101 Proof: The Inside Story of Pantera)
A mí me tocó ser adolescente en el tiempo en que se leía a Salgari. Hoy poca gente lo hace y es lástima. Pobre Emilio Salgari, atado al banco de galeote de un editor italiano, produciendo novelas y novelas sin término sobre todo lo que en su tiempo pertenecía a la geografía fabulosa. Del fondo de la memoria me vienen los nombres de su India y su Malasia. Sandokan, Yáñez, Tremal Naik, Kammamuri, los «thugs» asesinos. Una geografía de visiones. Y también el «Libro de la jungla» de Kipling. Lo que está en alguna parte del nocturno, en invisible abajo, es la jungla de Kipling. Donde el tigre Shere-Kan bosteza y la pantera negra Bagheera se agazapa. La de Naga la cobra y Rikki-Tiki-Tavi la mangosta, la de los lobos de Seoanee y la de Balú el oso y la del consejo de animales y los cantos de las tribus. Los que vamos dentro del monótono tabaco del avión ya no tenemos nada en común con Mowgli, el niño-lobo, y estamos desterrados de por vida de la geografía de Salgari y de la zoología de Kipling.
Arturo Uslar Pietri (El globo de colores)
La vida tenía giros inesperados. Un día amanecía siendo una mujer feliz y comprometida, con un espléndido futuro por delante, y al día siguiente descubría que ya no tenía futuro.
Lena Valenti (Panteras)
¿Era arriesgado para unas mujeres de ese calibre tomarse la justicia por su mano? ¿Era correcto? [...] Sus heridas habían cerrado, o eso decían ellas; no obstante, persistían las cicatrices como recuerdo de lo que jamás debían olvidar.
Lena Valenti (Panteras)
—¿Quieren ser panteras? —Sí —contestaron todas, intrigadas. —Les demostraremos que ser libertina en la alcoba no exime a una mujer de ser una dama fuera de ella. Sabiendo eso… ¿Quieren entrar en nuestro selecto y exclusivo club? —¡Sí! —gritaron todas, emocionadas como niñas pequeñas. —Entonces, bienvenidas al Club de las Panteras, señoras. Prepárense para cultivarse y aleccionarse en cosas que jamás han soñado aprender. ¡Por las Panteras! —¡Por las Panteras!
Lena Valenti (Panteras)
—¿Te gustaría quedarte aquí con nosotras? ¿En Dhekelia? Esta no es nuestra residencia fija. Solemos viajar, ¿sabes? Pero, ¿te gustaría quedarte junto a nosotras y formar parte de nuestra atípica familia? Ella no esperaba esa pregunta, pero apreció que se la hiciera. Ella ya tenía una familia. O, al menos, la había tenido. Su padre, su madre, su primo, sus tíos, sus amigas… Ahora todo eso quedaba desdibujado porque ya no parecía real. Ellos ya no estaban ahí.
Lena Valenti (Panteras)
—No creo que sea de recibo acariciar a un esclavo con intenciones lúbricas, vizcondesa. La mujer de edad avanzada se echó a reír y miró a la más joven por encima del hombro. —Querida, lo que no sería de recibo sería no tocarlo. Mi estimado vizconde hace años que no tiene nada tan duro como este hombre. Creo que todas sus partes se sienten atraídas por el suelo. —Bebió del café helado y emitió una carcajada propia de alguien a quien ya no le importaban las habladurías—. Y caen, ya se lo aseguro, jovencita. Caen en picado y miran hacia abajo. Aquello no hay Dios que lo levante. —Y alzó el dedo índice repetidas veces, insinuando con el gesto que su dedo era la parte más noble de la anatomía del vizconde de Sidmouth.
Lena Valenti (Panteras)
Aquella era la única pregunta que se hacían ambos, mientras Kate arrancaba a llorar y Matthew la abrazaba pidiéndole todo tipo de disculpas. ¿Puede la víctima seguir queriendo a su verdugo? ¿Podría Kate?
Lena Valenti (Panteras)
—¿Qué pone aquí, querida? —preguntó Ariel con tono dulce mientras estaban las cuatro reunidas para comer en la mesa del jardín—. ¿Te quieres comer al pescador? Negó con la cabeza. «Por favor, que está bien claro. Pone: “¿Hay pescado para comer?”». Tess cogió la libreta y la hojeó. —Déjame a mí. Sí —sonrió—, es obvio. Aquí dice: «¿Hay pelador por ver?». ¿El pelador? —Frunció el ceño cómicamente—. El joven que se oculta entre las rocas mientras nos lavamos después de la natación y empieza a… —Dibujó un círculo hueco con los dedos, como si sostuviera una porra, y movió la mano arriba y abajo—… lustrar su… fusil? «Tess, creo que andas mal de la cabeza», meditó Kate mientras observaba atónita su gesto. —Es el hombre mono, no un pelador —añadió Marian cogiendo una uva del cuenco de frutas—. Le van a salir callos. Kate recuperó su libreta con dignidad y la cerró de golpe. «Brujas.»
Lena Valenti (Panteras)
This scathing attack on the Christian claim of parthenogenesis may well explain the use of the strange name Panthera/Pantera/Pandera/Pantiri in most of its variations6 for Miriam’s lover and Jesus’ real father (in Greek as well as in rabbinic sources). The last derivation among all the possibilities that Maier discusses, and that he finds “captivating at first glance” but nevertheless dismisses,7 is the assumption of an intentional distortion of parthenos (“virgin”) to pantheros (“panther”).
Peter Schäfer (Jesus in the Talmud)
Since Marina and I know that’s the truth, we never fight because my second-favorite thrash is Pantera and hers is Sepultura. And then there’s Selena. Selena Quintanilla, frontwoman of Selena y Los Dinos.
Marcela Fuentes (Malas)
Pantera.
Dave Grohl (The Storyteller: Tales of Life and Music)
The four guys were just staring at me—or Rome—their mouths a little unhinged. “Did she say that she set a building on fire?” Yael rasped. “And knocked someone out and stuffed them into a cupboard?” Aros, this time. “And set a bunch of panteras free.” Coen was scratching his head. “That’s my girl.” Siret was the only one who seemed pleased by my overload of information. “Rome is messing with us.” Yael was shaking his head. “This is too fucked-up.” “I’m not.” I tried to sound as convincing as possible, but Yael only shook his head and stepped closer to Rome, his fists clenched. “Cut this shit out right now,” he seethed, “or I’ll hit you so hard she’ll have to start calling you Crushed.” “That’s not very nice—” I started to say, but apparently Yael wasn’t in the mood for pacifications. He pulled his arm back and slammed it into the side of Rome’s face. I couldn’t feel the actual blow, but my vision swam to the side, and then suddenly I was staring at the sky—I hadn’t paid much attention to where we were, but the sky was bluer than blue, the clouds all happy and perfect. They were still in Topia. “You hit me!” I yelled at the sky, and it was almost humorous to hear Rome’s deep voice so full of feminine outrage. “Oh.” Yael sounded genuinely shocked. “It really is her. Rome just dropped like a bag of rocks.” “He’s still not moving,” Coen noted, his head appearing in my field of vision. “You okay in there, dweller-baby?” “He hit me!” I repeated. “I think she’s fine.” Yael’s head appeared beside Coen’s. “Rome’s head is too damn thick for any of the pain to reach her—right, Willa-toy?” “You still hit me!” This time, it was a growl, and Siret’s head popped up beside Yael’s. “You should get revenge,” he suggested helpfully. “You have so many muscles right now. You’re the God of Strength right now. The possibilities are endless.” “No they aren’t,” I said, “Rome is going to wake up soon. I don’t always black out for long. But you have a point.” I struggled to get back to my feet, but controlling Rome wasn’t so easy. His limbs were bigger than expected, and I accidently knocked over a low wooden table, up-ending a bowl of fruit and sending apples and oranges scattering over the marble floor. When I was finally standing, I focussed on Yael, and tried to swing a punch at him. Unfortunately, I miscalculated the distance to his face, and Rome’s fist connected with the pillar just to the right of Yael’s head. I watched in fascination as the stone cracked beneath Rome’s fist, caving in around his hand. I was so fascinated that I didn’t even realise I was stuck until I tried to pull his fist back again and it wouldn’t budge. “Well … this is awkward.” Yael was smirking, turned to the side so that he could see the fist I had embedded into the pillar.
Jane Washington (Seduction (Curse of the Gods, #3))
El águila ratonera no suele reprocharse nada.    Carece de escrúpulos la pantera negra.    Las pirañas no dudan de la honradez de sus actos.    Y el crótalo a la autoaprobación constante se entrega.    El chacal autocrítico está aún por nacer.    La langosta, el caimán, la triquina y el tábano    viven satisfechos de ser como son.
Wislawa Szymborska
E a pantera açaimada fica no seu canto, acolhida mas viva, alerta, esperando a hora da libertação. Se um dia alguém lhe tirar o açaimo ou ela própria arrancá-lo num momento de revolta… que poderá acontecer? Decerto saltará faminta sobre a vida, sairá correndo livre… e o juíz morrerá de susto e vergonha. Mas não! Os dois filhos do casal mantêm nas mãozinhas a corrente que prende a pantera. E, haja o que houver, ela continuará afrodisíaca no seu borralho. Que lástima! Não me conformo com a ideia de que esse magnífico espécime humano tenha de passar o resto da vida fazendo o papel de gata doméstica. Não há justiça na Terra.
Erico Verissimo (Incidente em Antares)
E a pantera açaimada fica no seu canto, encolhida mas viva, alerta, esperando a hora da libertação. Se um dia alguém lhe tirar o açaimo ou ela própria arrancá-lo num momento de revolta… que poderá acontecer? Decerto saltará faminta sobre a vida, sairá correndo livre… e o juíz morrerá de susto e vergonha. Mas não! Os dois filhos do casal mantêm nas mãozinhas a corrente que prende a pantera. E, haja o que houver, ela continuará enrodilhada no seu borralho. Que lástima! Não me conformo com a ideia de que esse magnífico espécime humano tenha de passar o resto da vida fazendo o papel de gata doméstica. Não há justiça na Terra.
Erico Verissimo (Incidente em Antares)
¿Por qué vestía Juan de forma tan extraña? ¿Qué significa bautizar con Espíritu Santo? ¿Cuántas millas había desde Nazaret hasta el Jordán? ¿Era importante Nazaret? Si el bautismo era para perdonar pecados, ¿por qué se bautizó Jesús? ¿Había cometido algún pecado? ¿Cómo lo probaba Satanás en el desierto? ¿Qué animales estaban allí con Jesús? ¿Leones, panteras, como los que dicen que se ven en los circos? ¿Sería verdad que se abrió el cielo y bajó el Espíritu, o es como lo que dicen de Zeus y de otros dioses griegos?
José Luis Sicre (Memorias de Andrónico: Parte novelada de El Cuadrante (Spanish Edition))
O mundo do sertão Diante de mim, as malhas amarelas do mundo, Onça castanha e destemida. No campo rubro, a Asma azul da vida à cruz do Azul, o Mal se desmantela. Mas a Prata sem sol destas moedas perturba a Cruz e as Rosas mal perdidas; e a Marca negra esquerda inesquecida corta a Prata das folhas e fivelas. E enquanto o Fogo clama a Pedra rija, que até o fim, serei desnorteado, que até no Pardo o cego desespera, o Cavalo castanho, na cornija, tenha alçar-se, nas asas, ao Sagrado, ladrando entre as Esfinges e a Pantera.
Ariano Suassuna
30 de junio de 1936 Calor y humedad. Las cigarras cantan bajo mi ventana. Sueños extraños esta noche: leones y panteras devoran mis libros. Una mujer, hermosa, naturalmente, está leyendo en el primer piso de mi librería. Amigos que ríen por la noche bajo la cálida luz de la calle Charras, instalados en unos extraños sillones que flotan por los aires.
Kaouther Adimi (Nos richesses)
A Pele hay que separarlo, después puedes hablar de los demás. Perfecto es dios, pero Pele futbolísticamente fue la perfección. Jugar contra el daba miedo. Era el único jugador que tiraba paredes con los defensores. Inventó todo el negro, tenía doble salto, una pantera.
Hugo Orlando Gatti
Jah – or at least I know about him. My father knew him well. They fought together at the battle of Zacatecas, the fiercest battle of the war. There is a rumor that my father fell because El Pantera abandoned him at the wrong time. My father, too, was a great warrior.
Dale Cramer (Paradise Valley (Daughters of Caleb Bender, #1))
- Allegra è la mia kryptonite e la adorerò fino al mio ultimo respiro. - Voglio che mi urli addosso il tuo dolore e le tue gioie. Voglio farti incazzare più spesso possibile perché mi fai vibrare dentro quando ti trasformi nella mia pantera. Voglio spalmarti la crema sulla pancia e massaggiarti i piedi gonfi. Voglio sentire le tue offese da dama del quattrocento o peggio mentre partorirai. Voglio essere il tuo nonnetto. Voglio questo e tutto quello che vorrai concedermi. Voglio te, Alice. - Ti amo, Ivy. Solo te, per sempre. E per sempre intendo che, se anche il destino dovesse separarci tra un istante, il mio amore per te brillerà come una stella eterna per cui non arriverà mai la supernova. - ...Entrare nel tuo cuore e prendervi la residenza permanente e incondizionata. (Se fosse possibile anche nella tua anima, nella tua testa, nel tuo corpo. Insomma, ovunque.) E ANCHE DI PIÙ di tutto ciò che ti viene in mente. - Due corpi, una sola anima. Due anime, un solo cuore. Due cuori, un solo palpito. - Perché a un certo punto non devi scegliere con chi stare, ma senza chi non puoi stare. - Sei la spinta che lo fa battere. L’emozione che lo fa palpitare. La paura che lo fa fermare. - Mi hai permesso di vedere la Grace che nessuno conosce e mi sono perdutamente innamorato. Forse ti conosco più di quanto pensi. - Me ne infischio di così tante cose da essere un imbarazzante essere anaffettivo, ma credo nell’amore eterno e tu sei il mio.
Charlotte Lays
Un tempo non sei stato capace di fare il servo. E non sei nemmeno riuscito trasformarti in gatto. Ora però tieni duro. E cerca di diventare pantera.
Davide Morosinotto (La legge della giungla: La vera storia di Bagheera)
Al di là del palazzo di Seeonee, delle campagne coltivate e dei villaggi, lungo le sponde di un fiume chiamato Waingunga, si estende una giungla così grande che nessun uomo ha mai avuto il coraggio di esplorarla tutta. Si dice che al suo interno si nasconda una città perduta, tana di scimmie e nido di cobra, e che nelle sue viscere riposi un favoloso tesoro. Si dice anche che da qualche parte vi sia una grotta dove viveva un’orsa saggia, e una Roccia del Consiglio dove siede il Signore dei Lupi. E che, tra fronde così fitte che la luce non vi arriva mai, si aggiri una tigre zoppa è uno sciacallo leccapiatti, e mille altre animali, e ognuno di loro ha una leggenda e un’avventura da raccontare. Si dice infine che da qualche parte vi sia una pantera con gli occhi verdi, nera come il solstizio d’inverno e più silenziosa di un pensiero. È coraggiosa e nobile, rispetta la Legge e conosce gli antichi Canti. Non sperate però di incontrarla. Le Pantere sono fatte d’ombra, si possono vedere solo con la coda dell’occhio e si tengono sempre alla larga dall’Uomo. Così il ruggito di Bagheera si perde nella favola, l’ombra della sua zampa scompare tra le foglie, il silenzio si fa assoluto tra gli alberi, le liane, il vento e il grande fiume. Perché, alla fine della storia, rimane solo la Giungla.
Davide Morosinotto (La legge della giungla: La vera storia di Bagheera)
Quem fez a primeira pergunta? Quem fez o mundo? Se foi Deus, quem fez Deus? Por que dois e dois são quatro? Quem disse a primeira palavra? Quem chorou pela primeira vez? Por que o Sol é quente? Por que a Lua é fria? Por que o pulmão respira? Por que se morre? Por que se ama? Por que se odeia? Quem fez a primeira cadeira? Por que se lava roupa? Por que se tem seios? Por que se tem leite? Por que há o som? Por que há o silêncio? Por que há o tempo? Por que há o espaço? Por que há o infinito? Por que eu existo? Por que você existe? Por que há o esperma? Por que há o óvulo? Por que a pantera tem olhos? Por que há o erro? Por que se lê? Por que há a raiz quadrada? Por que há flores? Por que há o elemento terra? Por que a gente quer dormir? Por que acendi o cigarro? Por que há o elemento fogo? Por que há o rio? Por que há a gravidade? Por que e quem inventou os óculos? Por que há doenças? Por que há saúde? Por que faço perguntas? Por que não há respostas? Por que quem me lê está perplexo? Por que a língua sueca é tão macia? Por que fui a um coquetel na casa do Embaixador da Suécia? Por que a adida cultural sueca tem como primeiro nome Si? Por que estou viva? Por que quem me lê está vivo? Por que estou com sono? Por que se dão prêmios aos homens? Por que a mulher quer o homem? Por que o homem tem força de querer a mulher? Por que há o cálculo integral? Por que escrevo? Por que Cristo morreu na cruz? Por que minto? Por que digo a verdade? Por que existe a galinha? Por que existem editoras? Por que há o dinheiro? Por que pintei um jarro de vidro de preto opaco? Por que há o ato sexual? Por que procuro as coisas e não encontro? Por que existe o anonimato? Por que existem os santos? Por que se reza? Por que se envelhece? Por que existe câncer? Por que as pessoas se reúnem para jantar? Por que a língua italiana é tão amorosa? Por que a pessoa canta? Por que existe a raça negra? Por que é que eu não sou negra? Por que um homem mata outro? Por que neste mesmo instante está nascendo uma criança? Por que o judeu é raça eleita? Por que Cristo era judeu? Por que meu segundo nome parece duro como um diamante? Por que hoje é sábado? Por que tenho dois filhos? Por que eu poderia perguntar indefinidamente por quê? Por que o fígado tem gosto de fígado? Por que a minha empregada tem um namorado? Por que a Parapsicologia é ciência? Por que vou estudar matemática? Por que há coisas moles e coisas duras? Por que tenho fome? Por que no Nordeste há fome? Por que uma palavra puxa a outra? Por que os políticos fazem discurso? Por que a máquina está ficando tão importante? Por que tenho de parar de fazer perguntas? Por que existe a cor verde-escuro? Por quê? É porque. Mas por que não me disseram antes? Por que adeus? Por que até o outro sábado? Por quê?
Clarice Lispector
I still get that today: "I used to listen to you guys in high school." What do you mean used to? "Oh you know man, you fucking get older." No, I don't know, because I'm going to go home and put on Ride The Lightning right now. I'm going to get online and play poker and listen to Exodus or Pantera. So I don't understand what you're talking about. I'm older than you and I don't get it, dude. You don't grow out of it. That's bullshit to me. - Anthrax guitarist Scott Ian
Martin Popoff (Tornado Of Souls: Thrash's Titanic Clash)
They knew of the Vth, my legion, of their skill in battle, of how they had won Antium for Octavian, and then fought against Parthia for Tiberius; they were glad the Vth was not yet on their borders, although concerned that it was camped so close in Moesia. I may have loathed the Vth on principle when I was forced to march in its company, but here it was my legion; the men were my brothers. I caught myself smiling broadly once, or rather, Pantera caught me, and threw me a look that ensured I didn’t smile again for the rest of the meal.
M.C. Scott (Rome: The Eagle of the Twelfth (Rome, #3))
Demalion, we’re alive.’ Pantera’s voice was unusually clipped, as if his patience had finally run to an end. ‘If we were trying to get ourselves killed, we three would have managed it, I think. Two officers of the Fifth and a spy trained by Seneca could manage that much at least.
M.C. Scott (Rome: The Eagle of the Twelfth (Rome, #3))
Why not now?’ Horgias said. ‘We could go back in now and take it.’ ‘You can certainly try.’ Pantera rolled his tongue around his teeth and then said something in the native tongue that neither of us understood. When we made no response, he repeated it, more slowly, louder. We looked at each other, and at him. He smiled tightly. ‘I said, “You are Roman and we of Eleazir’s party take great pleasure in slaughtering your countrymen. We took five days to skin alive a man who tried to join you. Imagine what we can do now, when we have all winter.”’ ‘Very funny.’ I wasn’t smiling. Nor was Pantera. ‘If you want to go, I won’t stop you. But without fluency in both Aramaic and Hebrew, you will die.
M.C. Scott (Rome: The Eagle of the Twelfth (Rome, #3))
He bared thick teeth. ‘I am Zacchariah. My price will be right. You show me now?’ In that moment, ten generations of horse-traders counted for more than half a lifetime in the legions. I was my father made young again, itching to make a sale. Abandoning the Eagle – I was a horse-trader, what did I care for a gold bird on a stick, however venerated by the Hebrews? – I gathered Pantera and Horgias about me, and trekked back to the inn of the Cedar Tree. Along the way, we collected Zacchariah’s well-muscled younger relatives, three other, unrelated, horse merchants who gazed at him with undisguised venom, a woman who claimed she could more accurately assess the sex of the foal our pregnant mare carried, a bone-setter who set to arguing with Horgias but gave up when his poor Greek met Horgias’ worse Greek – and Nicodemus and his seven zealots who stood about as we conducted our business, obviously waiting for a chance to inflict violence upon us.
M.C. Scott (Rome: The Eagle of the Twelfth (Rome, #3))
It would have been easy to ask, then, ‘What of this Eagle?’, to have wheedled out of them all they knew: where it was kept, when and where paraded through the streets. I was halfway to asking when Pantera, swaying a little, trod on my foot and I bit the words back and glanced at Horgias, who had seen and gave the barest nod and continued to grin in the mindless manner of a man who only understands one word in every dozen that he hears. The Hebrews didn’t notice; they were too busy reminding each other of their victories, of the men killed, the stones dodged, the slingstones hurled.
M.C. Scott (Rome: The Eagle of the Twelfth (Rome, #3))
No passado, os movimentos jovens quebraram a unidade da luta pela humanidade lhe contrapondo as mulheres divorciadas queimando seus sutiãs, os negros miliciados em bandos de panteras e os homossexuais rebelados exigindo a revelação de sua condição. Hoje os jovens precários padecendo de uma juventude interminável, de uma educação permanente, mas capazes de inventar as novas relações que constituem o mundo cansaram de ser objeto da promessa de ganhos mirabolantes escondidos ao final de grandes maratonas. Gostam de compartilhar, querem colaborar livremente entre seus coletivos e exigem que lhes seja devolvida a franqueza com que se relacionam com os estados, as corporações e as instituições. Se as condições para o jogo da franqueza social são o anonimato e o vazamento, eles estão dispostos a inundar as ruas e as praças, sobrecarregar as redes sociais e informacionais exigindo honestidade e transparência na governança, condições mínimas para aceitação da governamentalidade.
Henrique Antoun (A internet e a rua)