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Sin quitarme los ojos de encima, acercó aún más su pupitre.
- ¿Sabes una cosa?
- ¿Qué?
- Que he entrado en tu blog.
Ay, Dios. ¿Cómo lo había encontrado? Un momento; la pregunta que debía hacerme era la siguiente: ¿por qué lo había encontrado? Mi blog no podía buscarse a través de Google...Estaba flipando en colores.
- Ya estás acosándome otra vez, ¿no? ¿Tengo que llamar a la poli para que te ponga una orden de alejamiento?
- Ni en sueños, gatita - Sonrió - Ah, espera, que ya salgo en ellos, ¿verdad?
Puse los ojos en blanco.
- Más bien apareces en mis pesadillas, Daemon.
(pág.154)
- ¿Me estás preguntando si me atraen las humanas? - dijo. El pelo le caía hacia delante en ondas. Unas gotitas de agua le recorrían los mechones y acababan salpicándome la mejilla - ¿O si eres tú la que me atrae?
Con las manos apoyadas en la roca, fue acercándose a mí lentamente. Muy pronto nos separaban sólo unos milímetros...Sentía su respiración como si fuera la mía, y cuando movió las caderas abrí los ojos y ahogué un grito.
Vaya que si funcionaba la cosa...Me despejó la duda de un plumazo.
(pág. 240)
- Sí que es importante el helado - dije.
- Es mi vida entera.- Dee tiró el monedero a Daemon, pero erró el objetivo - ¡Y tú me lo has quitado!
(pág. 258 NUNCA TE METAS ENTRE DEE Y SU COMIDA, Y MENOS SI SE TRATA DE HELADO)
- ¿Lo estás pasando bien con...Ash?
- ¿Y tú con tu amiguito el pulpo?
Me mordí el larbio.
- Qué simpático eres, como siempre.
...
- Estás...muy guapa, por cierto. Demasiado guapa para estar con ese idiota.
Me sonrojé y bajé la vista.
- ¿Te has tomado algo?
- Pues no, la verdad. ¿Por qué me lo preguntas, si puede saberse?
- Porque nunca me dices nada agradable.
- Touché.
(pág. 303)
- Recuérdame...que no te haga enfadar nunca más ¡La leche! ¿Eres agente secreto en tus ratos libres?
... Me recorrió la espalda con sus brazos y hundió una mano en los rizos que se me habían soltado del moño.
- No me has hecho caso - susurró contra mi hombro.
- Nunca te hago caso.
(pág. 327)
Daemon murmuró algo en un idioma desconocido. Era una lengua dulce y bonita. Mágica. De otro planeta.
Podría haberlo despertado, pero no lo hice sin saber demasiado bien por qué. La emoción que sentía por el contacto con su piel era más fuerte que todo lo demás.
Daemon tenía una mano en el borde de mi camiseta, y los dedos encima del pedazo de piel que había entre el borde de la camiseta y la cinturilla de los pantalones de pijama. La mano empezaba a abrirse paso por debajo de la camiseta, a través de mi estómago, en la parte en que este empieza a descender. El pulso se me desbocó. Me rozó las costillas con la punta de los dedos. Su cuerpo se movió y sentí su rodilla contra mí.
(pág. 338) O.O o_O OMG
- Gatita
- Ni aunque fueras el último ser con aspecto humano sobre la faz de la Tierra ¿Ahora lo entiendes? ¿Capiche?
...
- Ademñas, no me atraes nada - Mentira podrida - Pero vamos, nada de nada. Eres...
De repente Daemon estaba delante de mí, a apenas un centímetro de mi rostro.
- ¿Qué soy?
- Ignorante
-¿Y qué más?
- Prepotente, controlador...-...- Y un...cretino.
- Venga ya, gatita, seguro que puedes hacerlo mejor - ... - Todavía no me creo que no te sientas atraída por mí.
(pág. 360)
- Seguro que hasta sueñas conmigo - Bajó la vista hacia mis labios y sentí que se despegaban - Seguro que escribes mi nombre en tus libretas, una y otra vez, rodeado por un corazoncito.
Me reí.
- En tus sueños, Daemon. Eres la última persona a la que...
Daemon me besó
(pág.361)
Una sonrisa pícara se le asomó a los labios.
- ¿Te das cuenta de que me encantan los retos?
Me reí entre dientes y me volví hacia la puerta mientras le dedicaba un gesto grosero con el dedo corazón.
- Y a mí, Daemon; y a mí.
(pág. 414)
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Jennifer L. Armentrout (Obsidian (Lux, #1))