Ofelia Quotes

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Her mother said fairy tales didn't have anything to do with the world, but Ofelia knew better. They had taught her everything about it.
Guillermo del Toro (Pan's Labyrinth: The Labyrinth of the Faun)
Un padre nunca…, nunca debería enterrar a su hijo. Eso no está bien —bajó la voz mientras mi abuela, Ofelia, escondía la cabeza y empezaba a llorar de nuevo—. No es un dolor que se pueda soportar
Alessandra Neymar (Mírame y dispara)
Her mother said fairy tales didn’t have anything to do with the world, but Ofelia knew better. They had taught her everything about it.
Guillermo del Toro (Pan's Labyrinth: The Labyrinth of the Faun)
Quando gli ematomi si fossero riassorbiti e l'artigliata di Freya si fosse trasformata in cicatrice, Ofelia avrebbe rivisto il viso che conosceva. Lo sguardo però, non sarebbe più stato come prima. A forza di vedere illusioni aveva perso le proprie, e andava bene così. Quando le illusioni spariscono rimane solo la verità.
Christelle Dabos (Les Fiancés de l'hiver (La Passe-Miroir, #1))
Bueno, usted también pensará que es una locura. Pero de todas las personas a las que se lo puedo decir y que van a pensar que es una barbaridad prefiero decírselo a usted, porque en el fondo es la única que me importa que lo sepa. No sirve para nada que lo sepa. Y sospecho que es peor, eso de que lo sepa. Pero ya ve, se lo digo igual. Parece que la quiero, Ofelia. Mil perdones, pero me parece que la quiero mucho.
Eduardo Sacheri (Lo mucho que te amé)
Ofelia's mother didn't know it, but she also believed in a fairy tale. Carmen Cardoso believed the most dangerous tale of all: the one of the prince who would save her.
Guillermo del Toro (Pan's Labyrinth: The Labyrinth of the Faun)
The only piece of home Ofelia had been able to take with her were some of her books. She closed her fingers firmly around the one on her lap, caressing the cover. When she opened the book, the white pages were so bright against the shadows that filled the forest and the words they offered granted shelter and comfort. The letters were like footprints in the snow, a wide white landscape untouched by pain, unharmed by memories too dark to keep, too sweet to let go of.
Guillermo del Toro (Pan's Labyrinth: The Labyrinth of the Faun)
From the beginning, the highway has always lacked grace-those who worship desert gods know them to favor retribution over the tender dove of forgiveness. In Desolation, doves are at the bottom of the food chain. Tohono O'Odham poet Ofelia Zepeda has pointed out that rosaries and Hail Marys don't work out here. "You need a new kind of prayers," she says "to negotiate with this land.
Luis Alberto Urrea (The Devil's Highway: A True Story)
Not for the first time, Ofelia wondered if humans had thought of anything really new in the past ten thousand years. Had they only wandered the stars because they were tired of their stale jokes and curses?
Elizabeth Moon (Remnant Population)
Victor felt relieved: if one lives long enough, circles close. The Ofelia del Solar circle closed neatly for him in that Athenaeum café, without leaving any ashes.
Isabel Allende (A Long Petal of the Sea)
Hace ya miles de años que la pálida Ofelia pasa, fantasma blanco por el gran río negro; más de mil años ya que su suave locura murmura su tonada en el aire nocturno.
Arthur Rimbaud
Cinquantasei". Si schiarì la gola. Mai Ofelia l'aveva visto così intimidito, nonostante lui si sforzasse di non lasciar trapelare niente. "è il numero delle mie cicatrici".
Christelle Dabos (La Mémoire de Babel (La Passe-Miroir, #3))
Ofelia, betänk din ära, hur den skadas om du lyssnar alltför naivt och villigt till hans locksång och skänker bort ditt hjärta eller öppnar jungfrulighetens skattegömma för prins Hamlets envist pockande begär. Var rädd om dig, Ofelia, var rädd!
William Shakespeare (Hamlet)
Ofelia could still hear Mercedes crying while the blood of the dying girl in her arms was dripping down into the well. She recognized the lullaby Mercedes hummed. And then... Ofelia smiled - oh, so faintly - and then could hear no more. And Mercedes bent over the dead girl and sobbed until the dark hair was wet with her tears.
Cornelia Funke (Pan's Labyrinth: The Labyrinth of the Faun)
She did not want to be Bilong’s mother, or her grandmother. She had done with these roles, with being a good child, a good wife, a good mother. She had put seventy-odd years into it; she had worked hard at it; now she wanted to be that Ofelia who painted and carved and sang in an old cracked voice with strange creatures and their stranger music. The
Elizabeth Moon (Remnant Population)
Duda que sean del fuego las estrellas duda si al sol el movimiento falta, duda lo cierto, admite lo dudoso; pero no dudes de mi amor las ansias. No sirvo para hacer versos, querida Ofelia; no sé expresar mis penas con arte; pero cree que te amo en extremo, con el mayor extremo posible. Adiós. Tuyo siempre, mi adorada niña, mientras esta máquina exista.
William Shakespeare (Hamlet)
Duda que hay fuego en los astros, duda de que se mueve el sol, duda de que lo falso es cierto, mas no dude de mi amor.
William Shakespeare (Hamlet)
- ¿Esto es el prólogo, o unos pocos versitos? - ¡Qué breve ha sido! - Como amor de mujer.
William Shakespeare (Hamlet)
I'm almost longing for the dead birds.
Ofelia Gränd
Pero al igual que el sol, dispersarse la oscuridad que hay en mí y arrojaré una luz sobre la verdad
Lisa Klein (Ofelia)
El plan de Hamlet era la venganza, y el amor era el mío.
Lisa Klein (Ofelia)
your cackle reverberates through the ether as if there were 3000 ancestors laughing with you.
Ofelia Nibari
If strangling Tristan would miraculously provide him with a large latte, he'd gladly do it.
Ofelia Gränd (Once in a Snowstorm (Nortown, #1))
Parecía que todo el amor no era más que lujuria, y toda verdad aparente, solo una máscara de mentiras.
Lisa Klein (Ofelia)
Aquí os traigo hinojo y aguileñas. Aquí, ruda para vos, y también algo de ella para mí; nosotros podemos llamarla hierba de gracia de los domingos. ¡Ah!, mas vos habéis de llevar vuestra ruda de un modo distinto. Ahí va margarita. Bien quisiera ofreceros algunas violetas; pero se marchitaron todas cuando murió mi padre. Dice que tuvo un bien fin.
William Shakespeare (Hamlet)
¡Oh tristísima Ofelia, bella como la nieve, muerta cuando eras niña, llevada por el río! Y es que los fríos vientos que caen de Noruega te habían susurrado la adusta libertad. Y es que un arcano soplo, al blandir tu melena, en tu mente traspuesta metió voces extrañas; y es que tu corazón escuchaba el lamento de la Naturaleza —son de árboles y noches. Y es que la voz del mar, como inmenso jadeo rompió tu corazón manso y tierno de niña; y es que un día de abril, un bello infante pálido, un loco misterioso, a tus pies se sentó. Cielo, Amor, Libertad: ¡qué sueño, oh pobre Loca! Te fundías en él como nieve en el fuego; tus visiones, enormes, ahogaban tu palabra. —Y el terrible Infinito espantó tu ojo azul.
Arthur Rimbaud
En aquella casa de 523 bis, entre 7 y 8, donde Cristina creció y de la que recién se iría para casarse con Kirchner, aún sigue viviendo Ofelia con Gisele, que volvió con la madre en 2014 después de separarse de su pareja, el médico
Laura Di Marco (Cristina Fernández: La verdadera historia)
Mas la sorpresa vino cuando puse atención en lo que esta- ba escrito en el folio mismo del cuadernillo, que separaba el volante. Se leía una lista de libros, donde el número once po- nía: Manuscrito pernicioso de los indios infieles de Ilabaya; y en corchetes le seguía una glosa en tinta azul moderna, hecha con un bolígrafo común de nuestros días: [Arte de los Qui- pus, 1574]. Enseguida saqué la nota de papel que aún conser- vaba arrugada en el bolsillo de atrás de mis vaqueros; la releí con mayor detenimiento y sentí que volvía a ser observada; me giré a mirar hacia la puerta y ésta se cerró con un golpe de viento. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Entonces pensé en cuestión de segundos cuál tendría que ser el paso a seguir. ¿Fotografiar estas listas?, ¿llamar a Salamanca a mi profesora, la doctora Del Pozo?, ¿llamar a Burgos y contárselo a María Con- cepción?, ¿guardar silencio?, ¿comunicarme con el de la carta?, ¿y si era una broma?, ¿quién me gastaría una broma así?, ¿me estaría poniendo a prueba el Padre José?. De pronto, mis pen- samientos consiguieron asociar la palabra ‘Inquisición’ impre- sa en el viejo volante, que hizo de separador en el cuadernillo, con aquella foto del folio de algún Índice colonial, que yo vie- ra en la exposición fotográfica itinerante del Museo de la Santa Inquisición el primer día que llegué al Perú. Yo había estado soñando con poseer ese libro pecaminoso, que supuse un Bes- tiario indiano. Pero el gran pecado del libro de Ilabaya parecía ir por el camino de dar luces a la escritura indígena, idólatra hijastra de Belcebú para ciertos inquisidores. Mi corazón casi detuvo sus latidos. Entonces clavé mis ojos en la poca luz que aún entraba por la claraboya del techo, y luego los cerré. Oí el zumbido de un moscardón, o tal vez sólo le imaginé. Resoplé. O suspiré. Mis cartas estaban echadas desde un principio".
Ofelia Huamanchumo de la Cuba (Por el Arte de los Quipus (Spanish Edition))
Sucedió en un barrio peculiar de la babilónica Lima, donde reinaban en aquellos años unas pestilencias soportables. Y es que con frecuencia los trabajadores municipales estaban de huelga por semanas. Sucedía entonces que en las madrugadas ciertos vecinos, o quizás alguno de los mismos vendedores ambulantes de la avenida que cruzaba el barrio ---alguien vio una vez al emolientero---, en una especie de rituales casi mágicos, rociaban con kerosene y les echaban fuego a los cerros de basura acumulada en las veredas. Así se evitaba la propagación de enfermedades y de roedores, decían. Pero lo que querían aminalar esos individuos eran aquellos violentos aires nauseabundos que avanzaban sin freno por las pistas y calzadas de todo el distrito, mejor y más rápido que cualquier refinado palito de incienso de sándalo en un cuarto cerrado o que un trozo regular de palo de rosa en una capillita de provincia" (De: "Cuando algo huele mal").
Ofelia Huamanchumo de la Cuba (En un tiempo de mi ciudad)
stand in your agency. -ON
Ofelia Nibari
respirate en el manos de Dios. -ON
Ofelia Nibari
affirm. confirm. discern. -ON
Ofelia Nibari
elevate what resonates. this is how we generate good karma and feed the collective. -ON
Ofelia Nibari
be it the lack of letters at the end of my name, or the letters in mychart, you cannot deny my flame, you cannot take away my art. -ON
Ofelia Nibari
lingustic legend leaving legacy.
Ofelia Nibari
4 them: cite your sources. 4 us: protect your IP.
Ofelia Nibari
i read. i water. i serve.
Ofelia Nibari
live in your assignment.
Ofelia Nibari
interpersonal. intergenerational. intergalactic.
Ofelia Nibari
this timing stay divine.
Ofelia Nibari
talk yo shit sis.we’re listening.
Ofelia Nibari
elder woven. God chosen.
Ofelia Nibari
Bilingual speakers constantly select some features from their linguistic repertoire and inhibit others, relying on what psycholinguists call the executive function of the brain. Bialystok and her colleagues, who study how bilingualism affects the mind and brain, have used behavioral and neuroimaging methods to show that bilinguals, because of their constant use of two languages, perform better on executive control tasks than do monolinguals (Barac & Bialystok, 2012; Bialystok, 2011, 2015, 2016; Kroll & Bialystok, 2013).
Ofelia García (Educating Emergent Bilinguals: Policies, Programs, and Practices for English Learners (Language and Literacy Series))
It has been found that bilinguals’ constant use of their different language practices strengthens the control mechanisms of the brain (the inhibitory control) and changes the associated brain regions
Ofelia García (Educating Emergent Bilinguals: Policies, Programs, and Practices for English Learners (Language and Literacy Series))
Bilingual practices have been shown to strengthen certain cognitive mechanisms, which in turn may increase one’s creative potential.
Ofelia García (Educating Emergent Bilinguals: Policies, Programs, and Practices for English Learners (Language and Literacy Series))
Possibly in the past there had been girls like Ofelia: fresh, kept from the ugliness of the world, with spotless lives like blank pages where their destinies could be written in elegant handwriting without a single crossing-out,
Isabel Allende (A Long Petal of the Sea)
Duda que sean del fuego las estrellas duda si al sol el movimiento falta, duda lo cierto, admite lo dudoso; pero no dudes de mi amor las ansias." No sirvo para hacer versos, querida Ofelia; no sé expresar mis penas con arte; pero cree que te amo en extremo, con el mayor extremo posible. Adiós. Tuyo siempre, mi adorada niña, mientras esta máquina exista.
Shakespeare (Hamlet)
Duda que sean del fuego las estrellas duda si al sol el movimiento falta, duda lo cierto, admite lo dudoso; pero no dudes de mi amor las ansias. No sirvo para hacer versos, querida Ofelia; no sé expresar mis penas con arte; pero cree que te amo en extremo, con el mayor extremo posible. Adiós. Tuyo siempre, mi adorada niña, mientras esta máquina exista.
William Shakespeare
Duda que hay fuego en los astros, duda de que se mueve el sol, duda de que lo falso es cierto, mas no dude de mi amor.
William Shakespeare
You'll meet her. She's very pretty, even though sometimes she's sad for many days at a time. You'll see, when she smiles, you'll love her.
Ofelia, Pan's Labyrinth
TO A BLOSSOMING SAGUARO You have kin in Mexico. Shooting you is called “cactus plugging.” Humidity & wind speed shape the path of a bullet. Your shadow will outlive my father. That’s kind of comforting. Ghost-faced bats pollinate your dog-eared flowers which smell like wet rope, melon. The sky is a century with no windows. I say things like that. Sorry. You have more rights than the undocumented: I need a permit to uproot you. Ofelia believes only rain can touch all of you. My mother is my favorite immigrant. After her? The sonnet.
Ada Limon (You Are Here: Poetry in the Natural World)
To translanguage is to speak naturally and freely, without regard for the restrictions established by the boundaries of named languages, without heed for the constraints that give dual names and borders and limits to the bilingual’s unitary competence.
Ofelia García (Translanguaging with Multilingual Students: Learning from Classroom Moments)
Los románticos del XIX idealizaban el suicidio. Lo pintaban con rubores en las mejillas de Ofelia, lo escribían con heroísmo en Werther, lo enfundaban en vestidos blancos y lo dibujaban con una mano sobre la frente y unos ojos cerrados, plácidos, soñadores, bellos. Lo que Hernán se había hecho destruía toda idealización. Era un acto de salvajismo,, de desesperación, de inexplicable brutalidad. Una vez imaginado, Federico no pudo desprenderse de ese cuadro horripilante que lo llenaba de dolor. No podía darle validez ni descartarlo, porque nadie le permitió ver el cuerpo. Nadie le permitió conocer su apariencia durante el funeral. La impotencia de no poder hacer nada, la fantasía de miles de cosas que habría hecho de hallarse en el lugar exacto y en el momento justo, se colaron en su pecho junto a la opresión de saber que el chico que lo había acompañado desde la infancia, a quien él mismo se había jurado proteger, había sucumbido de la peor manera ante una muerte horrible. Y no había sido capaz de evitarlo.
Rodrigo Éker (Melodías Sepultadas)
Ofelia non sapeva quale prospettiva fosse più terrificante, se un mondo governato da Dio o un mondo governato da uomini che si sentono Dio.
Christelle Dabos (La Mémoire de Babel (La Passe-Miroir, #3))
Ofelia could still hear Mercedes crying while the blood of the dying girl in her arms was dripping down into the well. She recognized the lullaby Mercedes hummed. And then... Ofelia smiled - oh, so faintly - and then could hear no more. And Mercedes bent over the dead girl and sobbed until the dark hard was wet with her tears.
Cornelia Funke (Pan's Labyrinth: The Labyrinth of the Faun)
Parece que la quiero, Ofelia. Mil perdones, pero me
Eduardo Sacheri (Lo mucho que te amé)
La madre de Ofelia no lo sabía, pero ella también creía en los cuentos de hadas. Carmen Cardoso creía en el cuento más peligroso de todos: aquel en que un príncipe la salvaría.
Guillermo del Toro (El laberinto del fauno)
big back doing big tings. -ON
Ofelia Nibari
use your knees to pray and worship. not to beg. -ON
Ofelia Nibari
cuidar a la tierra como te cuidas la alma. -ON
Ofelia Nibari
come outside. the birds are singing awaiting your presence. -ON
Ofelia Nibari
what you believe in, believes in you too.
Ofelia Nibari
the same ones that mock you, imitate you.
Ofelia Nibari
she the blueprint and the architect.
Ofelia Nibari
her queer eye stay watching God.
Ofelia Nibari
you’ll find me in the margins.
Ofelia Nibari
you felt me before I walked in.
Ofelia Nibari
the tree is where the fruit is born.
Ofelia Nibari
don't discount who you are, to appease who they arent. -ON
Ofelia Nibari
the spaces between stanzas the suspenses of pregnant pauses, the ellipsis at the end of unfinished sentences thoughts, is where I am given permission to breathe. -ON
Ofelia Nibari
entre tu y yo, me perdiste. -ON
Ofelia Nibari
disrupt, interrupt, deconstruct, the narratives that contribute to your spiritual oppression. -ON
Ofelia Nibari
love cultivation > fear indoctrination. -ON
Ofelia Nibari
retire the "coulda woulda shoulda" rhetoric and replace with "I can, I will, I shall." power lives in affirmative and declarative statements.
Ofelia Nibari
the pen of the faithful is mightier than the sword of the destroyer.
Ofelia Nibari
storytelling is prehistoric. it existed before the written word and will exist long after all the books have been banned. return to oral traditions. let our children hear our stories.
Ofelia Nibari
sunflowers drop seeds for free. just like me. -ON
Ofelia Nibari
birth the dream. feel it move through you until it is out of you. nurture it. raise it. and never be afraid of where it could go.
Ofelia Nibari
It feels like I could get pregnant just from watching him. Sweet baby Jesus.
Ofelia Martinez
Oh, this is rich. I never thought I’d see the day I’d be slut-shamed by a rock star who has undoubtedly fucked thousands.
Ofelia Martinez (Hiding in the Smoke (Industrial November on Tour, #1))
Y yo, a bordo de esta velera nave que me llevará por todos los rumbos, canto a los vientos una oración fúnebre dedicada a Afrodita, queriendo que estas últimas frases queden grabadas para siempre en Alejandría, por si alguno me escuchara: "El amor de las almas no tiene sexo.
Beatriz Ofelia (Eufeba y Nemisa)
Cuando muera, Nemisa, te ruego no me llores, porque siento que soy inmortal como esa estrella que brilla, como ese sol, y como ese río que va corriendo silencioso bajo las frondas. Sé que Eustófena ha de volver algún día, cuando no existas ni tú ni yo, y empezará una nueva ruta, tal vez cuando no queden rastros de estas ciudades, y otros hombres vivan sobre la tierra. Para entonces, Nemisa, yo estaré en ti, y tú en mí.
Beatriz Ofelia (Eufeba y Nemisa)
Tuve miedo; sin embargo me entró el anhelo de olvidarte y de no serle fiel a Afrodita. Mas cuando los brazos de mi compañero rodearon mi cintura, sentí un dolor tan intenso, que preferí vivir con tu recuerdo.
Beatriz Ofelia (Eufeba y Nemisa)
Perdóname, Eufeba, voy a ver si te olvido, y si me es posible me haré como ellas que no aman a nadie, solamente esperan la caricia eventual del momento, tienen los ojos grises y el corazón de piedra.
Beatriz Ofelia (Eufeba y Nemisa)
Sucumbí / ante tu canto ultramarino. / Me entonaste / proezas oceánicas / y nos bebimos los jugos / de nuestras caracolas. / Cuando alcanzamos salado hadal, / muda quedé / como los peces.
Ofelia Huamanchumo de la Cuba (Elixires de Exilio)
Y aunque los adultos recobramos el Habla y alcanzamos la Inmortalidad, nunca más hubo Gallo Nono que cantara ni Ave que trinara ni Niño que tarareara. Los niños no cantaron más porque no hubo más niños desde entonces. Y se hizo un Silencio Musical iInfinito. Y no salió nunca más el Sol. Y desde entonces fuimos solos, Adultos, a oscuras. Sin aves y sin niños todo se redujo a contar, repitiéndola una y otra vez como historia sin fin, esta leyenda de cuando aquello sucedió. Aquello que sucedió en los tiempos de entre la espada y la pared, cuando las alternativas de supervivencia eran mínimas y una única, la última opción...
Ofelia Huamanchumo de la Cuba (El Gallo Nono. Cuento Infantil para Adultos)
Mi amigo sabía muy bien que yo nunca había tenido una mascota en casa, que mi madre no aceptaba ni moscas bajo su mismo techo, que mi hermana era alérgica a los gatos, que mi hermano estaba en contra del cautiverio de animales salvajes, que mi padre se opondría de manera contundente sin mayor motivo, etc., sin embargo, se arriesgó a encargarme su bicho, porque se acordaría tal vez de cuando hojeábamos juntos en las tardes de nuestra niñez una y otra vez todos mis libros de 'La vida de los animales' de Espasa Calpe. O simplemente se atrevió porque el amigo de la infancia es ese al que no podríamos negarle ningún favor y, aunque no lo viéramos varios años, bastaría con reencontrarlo de casualidad en la calle para tener la sensación de que el día anterior fue la última vez que lo vimos".
Ofelia Huamanchumo de la Cuba (Bestiario Personal: Narrativa (Spanish Edition))
Cuando lancé una última mirada al interior de la habitación, antes de cerrar muy sigilosa la puerta, vi que el Padre José regresaba a sentarse en su escritorio y ya tenía un rosario entre sus gruesas manos blancas que habían empezado a temblar como flores de cementerio. Al cerrar del todo la puerta, ya afuera, miré hacia todos lados y un inusitado ventarrón a esas horas del mediodía estremeció los arbustos del bien cuidado jardín. Fijando mi mirada en las espinas de uno de los rosales intenté controlar la excitación que ese encuentro había producido en mí, no solo por el convencimiento de mi inclinación hacia la persona del Padre José, sino porque me quedé más sedienta de libros que nunca. Con una sed por poseer ese Manuscrito de Ilabaya que parecía tener muchas caras. A partir de entonces incluso, y efectivamente, la del mismo Dios del pecado carnal, el Demonio".
Ofelia Huamanchumo de la Cuba (Por el Arte de los Quipus)
Amado papá: Eres muy importante. Tu influencia es poderosa. Tus hijos necesitan tu participación en sus vidas. Tu ausencia causa un daño indefinido en tus hijos y en los hijos de tus hijos. Tu hija espera a ver cómo eres, para saber qué tipo de hombre va a escoger como pareja. Tu hijo te observa para decidir la clase de hombre en quien se va a convertir. No naciste sabiendo ser padre. Quizás no tuviste un padre que te enseñara. Todo eso es lamentable, pero éste es tu momento y ésta es tu vida. Éstos son tus hijos.
Ofelia Perez (¡Necesito a papa!: El grito de una sociedad sin padre (Spanish Edition))
Y no sé para qué quiero que lo sepa. No sirve para nada que lo sepa. Y sospecho que es peor, eso de que lo sepa. Pero ya ve, se lo digo igual. Parece que la quiero, Ofelia. Mil perdones, pero me parece que la quiero mucho.
Eduardo Sacheri (Lo mucho que te amé)
No me importa nada más, le juro. Me alcanza saberla conmigo en este entuerto. Sabiendo eso, me aguanto el silencio y la distancia y los años y lo que venga. Eso es todo, Ofelia. Disculpe la osadía de escribirle esta carta. Y disculpe la osadía de decirle, en cinco letras imperdonables: la amo.
Eduardo Sacheri (Lo mucho que te amé)
Santa isn’t real,” Ofelia insisted. “Of course he is.” “Um … he is not.” “Why do you think he isn’t real?” “Why do you think he is?” Ofelia shot back. “Because I’ve met the man.” “You’re just messing with me now,” Ofelia muttered. “Is this your idea of a joke?” “No.” Pascal’s expression didn’t change. “Santa is most definitely real.
Lily Harper Hart (Merry Hexmas (Supernatural Speakeasy, #16))
One who walks between worlds will shatter what is written and forge what was lost.
Ofelia Webb (Eclipsed Destinies: The Awakening)
Some of the other mudlarks also swore that Ofelia Fuente's mother was a Witch, but they said that about almost every woman, especially the ones who managed to make a living for themselves.
Cornelia Funke
Lo cierto es que conocí a una joven, de la penúltima generación «romántica», que después de algunos años de profesar un enigmático amor a un señor con quien, dicho sea de paso, bien podría haberse casado con toda tranquilidad, acabó, sin embargo, imaginándose toda clase de impedimentos insalvables y una noche tempestuosa se arrojó desde una escarpada orilla, una especie de acantilado, a un río bastante profundo e impetuoso y pereció en él, sin duda alguna por culpa de sus propios antojos, solo para imitar a la Ofelia de Shakespeare,
Fyodor Dostoevsky (Los hermanos Karamázov)
¡Au soleil de la Côte d'Azur, au soleil de la Côte d'Azur! Me resultarías mil veces más divertido, más brillante y más humano, tú, sol de la Côte d'Azur, si hicieras como en el cuento de la apuesta entre el Viento y el Sol, que e elemento masculino se dejara estudiar también. Las aguas de tu Mar Mediterráneo me resultarían más salerosas, su quietud haría calmado contraste con el torbellino que a mis ojos desatarías. Pero ahora parece que los hombres de este lado del mundo son más recatados que sus mujeres. ¿Quién tuvo vergüenza primero de la desnudez de su cuerpo? ¿Fue Adán o fue Eva? Como quiera que haya sido, adonde fueres haz lo que vieres: me desnudo. De pronto, otras ideas me invaden. La anatomía no hace sino comprobarnos la pobre realidad de que el ser humano no ve más allá de la tercera dimensión y llama 'avance' a cuanto más y mejor logra ver objetivamente. Somos pudorosos; incapaces de desnudar nuestros corazones para ---solo sintiéndolo--- decir 'esto existe' ".
Ofelia Huamanchumo de la Cuba (Dias de un viaje. Fotorrelatos de una limeña)
Para zarpar hacia el altamar del amor/ no hace falta guiarse / por la luz de las estrellas / o las el puerto más cercano. / Alistarse a poner los pies en tierra firme / o predisponerse a un viaje al infinito / no hacen falta. / Para amar no es necesario elegir nada. / A la luz de lo que sea / las tonalidades del amor son siempre bellas".
Ofelia Huamanchumo de la Cuba (Viejas palabras. Poesía rescatada (Lima, 1990 - 2000))