Nuestros Amantes Quotes

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«Ahora me doy cuenta de que el verdadero encanto de la vida intelectual —la vida consagrada a la erudición, a las investigaciones científicas, a la filosofía, a la estética, a la crítica— es su facilidad. Es la sustitución de las complejidades de la realidad por simples esquemas intelectuales, o de los desconcertantes movimientos de la vida por la muerte formal y tranquila. Es incomparablemente más fácil saber muchas cosas, por ejemplo, acerca de la historia del arte y tener ideas profundas acerca de la metafísica y de la sociología, que saber intuitiva y personalmente algo acerca de nuestros semejantes, y llevar relaciones satisfactorias con nuestros amigos y nuestras amantes, nuestra mujer y nuestros hijos. Vivir es mucho más difícil que el sánscrito, la química o la economía política. La vida intelectual es un juego de niños; lo cual explica el que los intelectuales tiendan a convertirse en niños, y luego en imbéciles, y finalmente, como claramente de muestra la historia política e industrial de los últimos siglos, en lunáticos homicidas y bestias salvajes. Las funciones reprimidas no mueren; se deterioran, degeneran, retrogradan al estado primitivo. Pero, entretanto, es mucho más fácil ser un niño intelectual, o un lunático, o una bestia, que un hombre adulto y armonioso. He ahí por qué, entre otras razones, existe tanta demanda de educación superior. Las gentes se abalanzan hacia los libros y las universidades como hacia los cafés. Quieren ahogar su conciencia de las dificultades que presenta el vivir adecuadamente en este grotesco mundo contemporáneo: quieren olvidar su deplorable insuficiencia en el arte de la vida. Algunos ahogan sus penas en alcohol, mientras que otros, todavía más numerosos, las ahogan en los libros y en el diletantismo artístico; algunos tratan de olvidarse a sí mismos por medio de la fornicación, el baile, el cinematógrafo, la radiotelefonía; otros, por medio de conferencias y ocupaciones científicas. Los libros y las conferencias son mejores para ahogar las penas que la bebida y la fornicación: no dejan dolor de cabeza, ni aquella desesperante sensación del post coitum triste.»
Aldous Huxley (Point Counter Point)
«La culpa unida al sexo […] crea un arma de destrucción masiva en nuestra identidad, nuestros cuerpos y nuestra autoestima», afirma Liliana Mizrahi. «Nos quieren putas, pero estrechas, exuberantes pero discretas, liberadas pero en la medida que ellos quieran, delgadas de pecho grande y culo respingón. Nos exigen lo imposible, su idea de perfección, lo que crea en nosotras frustración, que se traduce de nuevo en culpa. La pescadilla que se muerde la cola. La espiral misógina».
Amarna Miller (Vírgenes, esposas, amantes y putas (MR Divulgación) (Spanish Edition))
Nuestro encuentro en la vida parecía propio de las historias de amor, esas que alguna vez te contaron y ocupan un lugar especial en tu memoria,
Hugo Marroquín (Los años de los amantes)
Si aquellos a los que amamos nos visitan en nuestros sueños, aquellos que nos atormentan casi siempre acuden a nosotros en nuestro despertar.
Alyson Richman (Los amantes de Praga)
La primera vez que me topé con Rei nevaba en todo Tokio. Por entonces yo no sabía que mi vida cambiaría de forma radical debido a nuestro encuentro casual, pero realmente no me arrepiento de nada. Incluso hoy, después de veinte años, sé que estaba destinada a terminar entre sus brazos y encontrar el amor en ellos.
Hollie Deschanel (Amantes de Japón)
Napoleón no cenaba dos veces, ni podía tampoco tener más amantes de las que tiene cualquier estudiante de Medicina, no sé si me comprendes... Nuestra felicidad, amigo mío, tiene que caber siempre entre nuestros pies y nuestro occipucio, y, tanto si cuesta un millón al año como cien luises, la percepción intrínseca de ella es la misma en nuestro interior.
Honoré de Balzac (Père Goriot)
Ahora o nos horrorizamos o fingimos que nos horrorizamos mientras saboreamos el espectáculo como amantes de las emociones fuertes, extravagantes, que animan nuestro ocio cínico e indolente; o como niños pequeños espantamos con las manos a los fantasmas terribles y escondemos la cabeza en la almohada hasta que pase la terrible visión, para poco después olvidarla entre diversiones y juegos. Pero en algún momento también nosotros tendremos que empezar a vivir juiciosa y reflexivamente, también nosotros tendremos que dirigir la mirada hacia nosotros mismos como sociedad, también nosotros tendremos que comprender, aunque sea un poco, nuestra cosa pública o, al menos, establecer los inicios para su comprensión.
Fyodor Dostoevsky (Los hermanos Karamázov)
—Y cuando me enamore —empecé a decir— levantaré una montaña que toque el cielo, y entonces mi amante y yo tendremos lo mejor de los dos mundos: la realidad, bien firme bajo nuestros pies, y, al tiempo, la cabeza en las nubes, con todas nuestras ilusiones aún intactas. Y la hierba purpúrea creará todo en torno a nosotros, y tan alta que nos llegue a los ojos.
V.C. Andrews (Flores en el ático (Dollanganger, #1))
Tenemos amantes egoístas que gastan su fortuna no en nosotras, como afirman, sino en su vanidad. Para esos individuos se requiere que estemos alegres cuando están alegres ellos, bien del estómago cuando quieren comer, escépticas como ellos lo son. Se nos prohíbe disponer de nuestro corazón, so pena de ser escarnecidas y de perjudicar nuestro crédito. No nos pertenecemos ya. Ya no somos seres, sino cosas.
Alexandre Dumas fils (La Dama de Las Camelias)
Otra es que los hallazgos demuestran que la felicidad no es un exceso de momentos agradables en relación con los desagradables. Más bien, la felicidad consiste en ver que la vida de uno en su totalidad tiene sentido y vale la pena. Hay un importante componente cognitivo y ético de la felicidad. Nuestros valores significan toda la diferencia entre si nos vemos como «miserables esclavos de un bebé dictador» o como «amantes formadores de una nueva vida».2 Tal como lo planteaba Nietzsche, si uno tiene una razón por la que vivir, lo puede soportar casi todo. Una vida con sentido puede ser extremadamente satisfactoria incluso en medio de penalidades, mientras que una vida sin sentido es una experiencia desagradable y terrible, con independencia de lo confortable que sea. Aunque
Yuval Noah Harari (Sapiens. De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad)
Pues bien - prosiguió don Emilio -, el amante sería el observador, de modo que sólo cuando una mujer está conmigo puedo decir que existe, ya sea en forma de onda, ya sea como corpúsculo. Todo amor es entonces un amor adúltero, y todo amor adúltero es un gato de Schrödinger que no está muerto ni vivo en tanto no poseamos a la mujer. Cuando no está en nuestros brazos, la amada desaparece, amigo mío. Es inútil seguirla o perseguirla, nadie puede ser onda y corpúsculo al mismo tiempo. Los pensamientos circulares, las obsesiones, las escenas de celos son inútiles. Como ve, la mecánica cuántica está a favor de un conocido aserto popular: “Ojos que no ven, corazón que no siente”. Si el hombre fuese humilde y aceptara regirse por los mismos principios que sus átomos, no volvería a sufrir a causa de la infidelidad
Belén Gopegui (The Scale of Maps)
Mi caída empezó, como muchas historias lo hacen, con una chica. Una chica llamada Meghan Chase, la hija medio humana de nuestro antiguo rival, el Rey de Verano. El destino nos unió, y a pesar de todo lo que hice para ocultar mis emociones, a pesar de las leyes de nuestra gente y de la guerra con los feys de Hierro y de la amenaza de eterno destierro de mi hogar, aun así me enamoré de ella. Nuestros caminos estaban entretejidos, nuestros destinos entrelazados, y antes de la última batalla juré que la seguiría al fin del mundo, para protegerla de cualquier amenaza, incluyendo a mi propia familia, y para morir por ella si era llamado a hacerlo. Me convertí en su caballero, y habría servido con alegría a esta chica, la mortal que había capturado mi corazón, hasta que el último aliento abandonara mi cuerpo. Pero el destino es un amante cruel, y al final, nuestros caminos fueron forzados a separarse, como había temido que lo fueran
Julie Kagawa (The Iron Knight (The Iron Fey, #4))
Como Thomas Watson lo expresó exquisitamente tiempo atrás: «El primer fruto que rinde el amor es la meditación de la mente en Dios. Los pensamientos del enamorado giran siempre en torno al objeto amado. Quien ama a Dios es arrebatado y transportado por su contemplación. “Al despertar aún estoy contigo” (Salmos 139: 18). Los pensamientos son como viajeros de la mente, los de David permanecían camino del cielo, “aún estoy contigo”. Dios es el tesoro, y donde está el tesoro allí está el corazón. Con este criterio podemos probar nuestro amor a Dios ¿En qué se centran mayormente nuestros pensamientos? ¿Podemos decir que nos entusiasmamos con deleite cuando pensamos en Dios? ¿Se elevan nuestros pensamientos en gloriosos vuelos? ¿Contemplamos a Cristo y su majestad? ¡Cuán lejos están aquellos que apenas piensan en Dios de ser sus amantes! “No hay Dios en ninguno de sus pensamientos” (Salmos 10:4 RVR 1960). El pecador aparta a Dios de sus pensamientos. Nunca piensa en Él sino con horror, como el prisionero piensa en el juez.»
Dallas Willard (Renueva tu corazón: Renueva tu corazón: Sé como Cristo)
Su sombra se acortaba sobre las rocas cuando se inclinaba, terminando. ¿Por qué no ilimitadamente hasta la estrella más lejana? Oscuramente están ellos ahí detrás de esta luz, oscuridad brillando en la claridad, delta de Casiopea, mundos. Mi se sienta allá, augur con una vara de fresno y sandalias prestadas, sentado de día al lado de un mar lívido, ignorado, marchando en la noche violeta bajo un reino de estrellas estrambóticas. Arrojo de mí esta sombra terminada, ineluctable forma de hombre, y la llamo de vuelta. Sin límites, ¿sería mía, forma de mi forma? ¿Quién me observa aquí? ¿Quién leerá nunca en parte alguna estas palabras que escribo? Signos sobre un campo blanco. En alguna parte con tu voz más aflautada El buen obispo de Cloyne sacó el velo del templo de su sombrero eclesiástico: velo del espacio con emblemas coloreados bosquejados sobre su campo. Agárrate bien. Coloreados sobre una llanura: sí, así es. La llanura veo, luego pienso distancia, cerca, lejos, llanura veo, el Este, atrás. ¡Ah!, veamos ahora. Cae hacia atrás de repente, helado de estereoscopio. El truco está en el click. Encontráis mis palabras oscuras. La oscuridad está en nuestras almas, ¿no es cierto? Más aflautado. Nuestra alma, heridoavergonzada por nuestros pecados, se aferra cada vez más a nosotros, una mujer aferrándose a su amante, lo más lo más.
James Joyce (Ulysses)
En 1794 el escritor saboyano, aunque ruso de adopción, Xavier de Maistre escribió un delicioso relato, Viaje alrededor de mi habitación, en el que se describe de modo autobiográfico la vida de un oficial que, obligado por una convalecencia a permanecer 42 días encerrado en su cuarto, viaja con su imaginación por un territorio riquísimo en referencias y en pensamientos. El protagonista del texto es un verdadero cosmopolita, un ciudadano del mundo en el sentido literal, a pesar de que está recluido entre cuatro paredes. Me acuerdo con frecuencia del libro de Xavier de Maistre cuando escucho los balances que muchos hacen de sus travesías del mapamundi en viajes organizados, y en los que se plantea una situación inversa a la del argumento literario de aquél: recorren vastos espacios pero su imaginación —o su falta de imaginación— los atrapa en un territorio pobrísimo, tanto en referencias como en pensamientos. Consumen grandes cantidades de kilómetros aunque, como viajeros, atesoran una escasa experiencia de sus viajes. Son, por así decirlo, la vanguardia de los provincianos globales y, en ningún caso, al contrario del oficial convaleciente de Xavier de Maistre, son cosmopolitas ni aspiran a serlo. El provinciano global es una figura representativa de una época, la nuestra, que empuja al cosmopolita hacia una suerte de clandestinidad. El cosmopolita, personaje en extinción, o quizá provisionalmente retirado a las catacumbas del espíritu, es alguien que desea habitar la complejidad del mundo. Es un amante de la diferencia, ansioso siempre de explorar lo múltiple y lo desconocido para volver a casa, si es que vuelve, con el bagaje de los sucesivos saberes que ha adquirido. El cosmopolita, al no soportar la excesiva claustrofobia de la identidad propia, busca en el espacio absorto de lo ajeno aquello que pueda enriquecer su origen y sus raíces. El hijo pródigo de la parábola bíblica encarna a la perfección ese anhelo: el conocimiento de los otros es finalmente el conocimiento de uno mismo. El cosmopolita quiere saber. El provinciano global quiere acumular mientras, simultáneamente, elimina o aplana las diferencias. Hay muchos signos en nuestro tiempo que señalan en esa dirección, sin que se adivine cómo el que todavía posee la vieja alma del cosmopolita pueda oponerse. Por su espectacularidad y por su carácter reciente el turismo de masas es, sin duda, uno de esos signos. Cada vez se elevan más voces proclamando el carácter pandémico de un fenómeno que, paradójicamente, en sus inicios se consideró liberador porque el igualitarismo del viaje parecía la continuación lógica de la creencia ilustrada en el igualitarismo de la educación. Sin embargo, cualquiera que se pasee por las antiguas ciudades europeas o, con otra perspectiva, por las zonas aún consideradas exóticas del planeta, puede percibir con facilidad el alcance de una plaga que está solo en sus comienzos. Los centros históricos de las urbes ya son casi todos idénticos, como idénticos son los resorts en los que se albergan los huéspedes de los cinco continentes. La diferencia ha sido aplastada, dando lugar al horizonte por el que se mueve con comodidad el provinciano global.
Rafael Argullol
Los recuerdos son una acumulación de mentiras creadas por nuestro subconsciente para evadirnos de una realidad que nos acobarda afrontar, y aunque intentes enterrarlos en la cima de una montaña, siguen latente
Juan Antonio Marín Rodríguez (El bar de los Amantes Pésimos)
En el fondo, siempre había sabido cómo terminaría esto. Lo había intuido desde el momento en que nos conocimos, desde el momento en que había visto un atisbo de la Balisarda en su bandolera... dos amantes malhadados unidos por la providencia o el destino. Por la vida y por la muerte. Por los dioses, o quizá por los monstruos. Terminaríamos con una hoguera y una cerilla. Agité la mano para ocultarnos de la vista de cualquier cazador. La magia brotó a nuestro alrededor. —Bésame, Reid.
Shelby Mahurin (Gods & Monsters (Serpent & Dove, #3))
No es solo que las empresas de redes sociales vendan nuestros datos personales a terceros para ganar dinero con nosotros, no es solo que se haya abandonado la comunicación cara a cara en favor de la tarea más propia de Sísifo de actualizar el timeline de Facebook, sino que todas las relaciones humanas se han reconfigurado según la normalidad de las compras. Los amantes se han convertido en productos desechables, los amigos de Facebook se descartan cuando no satisfacen al cliente, los conflictos personales se evitan en favor de unas reseñas anónimas más tóxicas que las que daríamos a una aspiradora que funciona mal. Bauman señala que las aptitudes sociales declinan cuando tratamos a «otros seres humanos como objetos de consumo y los juzgamos, por el patrón de los objetos de consumo, según el nivel de placer que nos garantizan [...]. En el mejor de los casos, los otros son nuestros compañeros en la actividad esencialmente solitaria del consumo».
Stuart Jeffries (Everything, All the Time, Everywhere: How We Became Postmodern)
Enero 4 Tierra que llama Hoy nació, en 1643, Isaac Newton. Newton nunca tuvo, que se sepa, amantes ni amantas. Murió virgen, tocado por nadie, aterrorizado por la amenaza de contagios y fantasmas. Pero este señor miedoso tuvo el coraje de investigar y revelar el movimiento de los astros, la composición de la luz, la velocidad del sonido, la conducción del calor y la ley de la gravedad, esa irresistible fuerza de atracción de la tierra que nos llama y llamándonos nos recuerda nuestro origen y nuestro destino.
Eduardo Galeano (Los hijos de los días (Biblioteca Eduardo Galeano))
¿Y si nuestro cuerpo fuera transparente, como la puerta de una lavadora? Qué prodigio observarnos por dentro. Los deportistas correrían con más ahínco, bombeando sangre a toda máquina. Los amantes harían más el amor. ¡Hostia! ¡Mira esa descarga de semen! Las dietas mejorarían: kiwi y fresas, remolacha cocida con crema agria. (Del cuento Temps perdu)
Lucia Berlin (A Manual for Cleaning Women: Selected Stories)
CAMINA Sigue moviéndote Nunca hay necesidad de mirar atrás Camina Siente a la Tierra bajo tus pies Siente los sentimientos Que una vez se sintieron como fracaso Dejando significado En las huellas De tus almas Camina Con el Universo Sobre tu espalda Camina Viaja Confía Recibe Camina En la infinitud Conmigo Camina No hay ningún lugar donde estar Camina Estás conmigo Camina Siente mi abrazo Siente los ecos De la gracia de las eternidades Camina Camina conmigo No hay ningún lugar donde estar Sino aquí Alma Te veo Te siento Yo soy tú Abrazo Nos encontramos Te veo Te siento En mí Camina No estamos solos Infinitud en el cielo Eternidad sobre nuestros hombros Fe sobre el camino Confianza sobre nuestras espaldas. Camina conmigo Pues no hay retorno Camina Mantente en el sendero.
Ulonda Faye
EL CÍRCULO DEL AMOR La vida es un círculo En el cual, hay amor. Todos están incluidos Abrazados a través de los ojos del Alma Arcos iris de luz Llenan nuestros corazones Cuando destellan con delicia Al abrirse a la vista: Un portal, Una ventana En todos los corazones De un corazón unificado Todos están conectados, así como Las flores eclosionan Los árboles crecen La fragancia mana Me recuesto Todavía late El sonido del cielo Todo en un latido. Danza con mi Alma Abraza los rayos Todo dentro de nuestros días De comprensión y amor.
Ulonda Faye
a pesar del aislamiento de nuestras propias vidas, siempre seguimos conectados con nuestros ancestros; nuestros cuerpos guardan los recuerdos de aquellos que nos antecedieron, sea en los rasgos que heredamos o en una disposición que está grabada en nuestras almas.
Alyson Richman (Los amantes de Praga)
Y por qué no, si al fin y al cabo la religión consiste en clavar obsesivamente la mirada en una imagen que está fuera de nuestro alcance.
Laura Restrepo (Canción de antiguos amantes)
ABRIÉNDOSE AL AMOR Todo en la vida lleva a un amor más profundo y más grande. El amor por la belleza y el amor que está dentro y alrededor de nosotros como así también, el amor por los misterios desplegándose alrededor de nosotros. El amor dentro de la herida; el amor dentro del dolor; el amor dentro de la llama; el amor dentro del templo sagrado del Alma, y el amor desplegándose en todos los lugares a los que vamos. Cuando vamos más profundo en cada experiencia y emoción – especialmente, las dolorosas, tocamos la fuente de nuestros más grandes dones escondidos. Ven conmigo, amado, y sumérgete más profundamente en las turbias aguas, Donde solamente el miedo te prohibirá seguir. Allí en las profundidades, nos encontramos Como amantes que no tienen permitido fracasar.
Ulonda Faye
De todas las palabras desgastadas, erosionadas y ensuciadas que hay en nuestro vocabulario, -amor- es seguramente la más pestilente, maloliente y estropeada. Proferida desde un millón de púlpitos, lascivamente entonada en cientos de millones de altavoces, se ha convertido en un ultraje al buen gusto y a los sentimientos decentes, una obscenidad que cualquiera duda en pronunciar. Y sin embargo, es preciso pronunciarla, ya que, después de todo, el amor tiene la última palabra.
Aldous Huxley (Huxley and God: Essays on Religious Experience)
Se ha hecho poco hincapié en la curiosa y radical transformación que experimentan nuestros prohombres y «promujeres» de izquierda cuando viajan a Francia, como si se contagiaran o se curaran de una rara enfermedad, un verdadero «virus francés». Entonces olvidan todos sus apoyos a las reivindicaciones nacionalistas y regionalistas, se instalan contentos a vivir en París o en la campiña y se deshacen en halagos hacia el modelo francés, pasando por alto su carácter claramente centralista; el propio Picasso podría ser un buen ejemplo de ello. Sólo cuando están en España consideran fascista o de extrema derecha defender a la nación o sentir el himno nacional. Pasan la frontera, el aire les cambia y empiezan a entonar la Marsellesa, aunque no sea su himno; un pequeño detalle… sin importancia. Entonces no les importa incluso que dictadores como Napoleón también la hubieran cantado. Antes al contrario, muestran una extraordinaria habilidad en olvidar pasados errores de éstas y otras figuras del pasado, quedándose sólo con lo que interesa a la mayor grandeur de Francia. Vuelven a viajar al sur de los Pirineos y entonces se pasan los días dándose golpes de pecho sobre lo malos que son «los españolistas». África no empieza en los Pirineos pero ciertas contradicciones tal vez sí. Aquí, aliado del nacionalismo, amante de la diferencia y de los privilegios para los territorios más ricos (impuestos por cupo=privilegios por cupo), acomplejado de sentirse español, contrario a cualquier actividad de la policía que suene mínimamente a represora aunque sea contra terroristas, muy preocupado de los derechos de los delincuentes y poco de los de las víctimas, contrario a cualquier limitación de la inmigración, amante de la multiculturalidad y de la inmersión
Alberto Gil Ibáñez (La leyenda negra: Historia del odio a España (Spanish Edition))
Sabe usted, querido amigo, que en nuestra sociedad existen tres hombres, el Sacerdote, el Médico y el Hombre de justicia, que no pueden estimar el mundo? Tienen vestimentas negras, quizá porque llevan el duelo de todas las virtudes, de todas las ilusiones. El más desgraciado de los tres es el abogado’. Cuando la gente acude al sacerdote, le explica, lo hace con remordimiento, con arrepentimiento, con creencias que la engrandecen y le confieren interés, y que en cierto modo consuelan el alma del mediador. ‘Pero nosotros los abogados’ —y aquí Díaz-Varela me leyó en español de la última página de la novela, traduciendo sobre la marcha sin duda, no es que se hubiera preparado una versión—, ‘nosotros vemos repetirse los mismos sentimientos malvados, nada los corrige, nuestros bufetes son cloacas que no se pueden limpiar. ¡De cuántas cosas no me he enterado al desempeñar mi cargo! ¡He visto morir a un padre en un granero, sin blanca, abandonado por dos hijas a las que había donado cuarenta mil libras de renta! He visto arder testamentos; he visto a madres despojar a sus hijos, a maridos robar a sus mujeres, a mujeres matar a sus maridos valiéndose del amor que les inspiraban para volverlos locos o imbéciles, a fin de vivir en paz con un amante. He visto a mujeres darle al niño de un primer lecho gotas que debían traerle la muerte, a fin de enriquecer al hijo del amor. No puedo decirle todo lo que he visto, porque he visto crímenes contra los que la justicia es impotente. En fin, todos los horrores que los novelistas creen inventar se quedan siempre por debajo de la verdad. Va usted a conocer todas estas cosas tan bonitas, a usted se las dejo; yo me voy a vivir al campo con mi mujer, París me produce horror.
Javier Marías (Los enamoramientos)
escaparate el cartel de «Las mascotas también se merecen comer sano». Un agente de viajes amante de la diversión a quien ayudamos con nuestros servicios adoptó el lema de temporada: «Porque este debería ser un verano para recordar toda la vida». Antes de que la música se descargara de plataformas digitales, Tower Records promocionó su cadena de tiendas de discos utilizando el eslogan «Sin música no hay vida». El eslogan no solo les ayudó a conseguir unas ventas de más de mil millones de dólares todos los años, sino que además vendieron miles de pegatinas para coche y camisetas con esa frase a fans que querían asociarse con la creencia filosófica de que la música importaba. ¿Tu marca contribuye a una historia más profunda? ¿Se pueden posicionar tus productos como herramientas que los clientes puedan utilizar para luchar contra algo que no debería ser? Si es el caso, incluyamos alguna apuesta filosófica entre tus mensajes de marca.
Donald Miller (Cómo construir una StoryBrand)
Otra es que los hallazgos demuestran que la felicidad no es un exceso de momentos agradables en relación con los desagradables. Más bien, la felicidad consiste en ver que la vida de uno en su totalidad tiene sentido y vale la pena. Hay un importante componente cognitivo y ético de la felicidad. Nuestros valores significan toda la diferencia entre si nos vemos como «miserables esclavos de un bebé dictador» o como «amantes formadores de una nueva vida».
Yuval Noah Harari (Sapiens. De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad)
Mi defensa es a favor de que las mujeres podamos tener un espacio donde mostrar nuestras contradicciones, nuestros miedos y nuestra vulnerabilidad sin tener que ser atacadas por ello.
Amarna Miller (Vírgenes, esposas, amantes y putas (MR Divulgación) (Spanish Edition))
En virtud de Su obra redentora, Jesús es a la vez nuestro Amigo y nuestro Prometido, y ese es el modelo que ha de imperar en el matrimonio cristiano. Marido y mujer tienen que ser al mismo tiempo amantes y amigos, en imitación a Cristo.
Timothy J. Keller (El significado del matrimonio: Cómo enfrentar las dificultades del compromiso con la sabiduría de Dios)
Entrevista, escritor Rodrigo Oyarzun G" Editorial Adarve... Háblanos un poco de ti. Soy un soñador, idealista, gozador de los silencios, el mar y todo aquello diferente que expanda el contexto estrecho en el cual, la mayor parte de las personas, nos movemos. Hijo, hermano, padre, amigo y amante. Me apasiona escribir y crear, este ya es mi quinto libro (segunda novela y tres libros de relatos), el primero en colaboración con una editorial. Me incentiva y mueve el poder entregar por medio de lo que escribo alguna excusa para poder entretener y por medio de eso incentivar el sano ejercicio del cuestionamiento, la reflexión y la imaginación. Hace algún tiempo ya que me encuentro en este eterno camino de conocerme. En dicho trance he comenzado a explorar en el mundo del coaching, a través del cual aspiro a crecer y a colaborar con el crecimiento de otros, de esta forma, (en algún punto del proceso) vincular todo esto con aquello que escribo, ya que todo lo que se lleva a cabo en la vida en algún punto emerge con el fin de unir y complementar nuestros fragmentos diseminados en el tiempo. «Nada es al azar, todo ocurre con un propósito». Si quieres terminar de leer la entrevista, te espero en mi blog
Rodrigo Oyarzun G
El Soneto Sufí Por tu ascension me converti en amante, Por tus derechos me converti en revolución. No me preguntes quien soy, Mírame a los ojos y encontrarás tu reflejo. Nuestro mundo es un mundo nuevo, El alma de este mundo es la conciencia. ¡Sin conciencia todos somos animales, Marcha Adelante, oh concienzudo, con Valentia! No hay otra religion que el amor, No hay otra nacionalidad que la humanidad. La historia del ser humano es una historia de bondad, Si no, la vida es una absoluta futilidad. Somos heroes cuando estamos unidos, Unidos por siempre, ya sea vivos o muertos.
Abhijit Naskar (Generation Corazon: Nationalism is Terrorism)
No es el sexo lo que hace que una relación sea real, sino la disposición a dedicarle nuestros esfuerzos para mantenerla. Algunos amantes rompen a la primera discusión grave; algunos padres hacen tan poco por sus hijos como pueden; los dueños de algunas mascotas las ignoran cuando ya no les convienen. En todos estos casos, la gente no está dispuesta a hacer un esfuerzo. Mantener una relación real, ya sea con un amante, un niño o una mascota, exige que estemos dispuestos a equilibrar nuestros deseos y necesidades y los de los demás.
Ted Chiang (The Lifecycle of Software Objects)
Para aquellos que son alérgicos a la confesión, porque han dado con sacerdotes indiscretos o inquisidores, quiero asegurar que este sacramento, además de sus virtudes de perdón, nos hace ver que Dios es un padre amante y misericordioso, que perdona nuestras faltas y nuestros errores como el padre al hijo pródigo.
Maurice Caillet (Yo fui masón (Spanish Edition))
Como los Médicis han sido sustituidos por sus equivalentes artísticos de trabajadores del Departamento de Vehículos a Motor, la consecuencia es un mundo del arte repleto de basura visualmente repulsiva creada en cuestión de minutos por vagos aficionados sin talento que buscan obtener un rápido cheque estafando a los aspirantes a formar parte de la clase artística en todo el mundo con absurdos cuentos urdidos sobre que su arte simboliza algo más que la total depravación del sinvergüenza que pretende erigirse en artista. Sólo llevó unas horas concebir el «arte» de Mark Rothko, pero fue vendido a incautos coleccionistas con millones de la actual moneda inestable, consolidando sin duda el arte contemporáneo como el más lucrativo timo de nuestro tiempo. Un artista moderno no necesita tener talento ni trabajar duro ni esforzarse al máximo, sólo tiene que exhibir un semblante serio y una actitud esnob cuando explique a los nuevos ricos por qué las salpicaduras de pintura sobre un lienzo son algo más que espantosas e involuntarias salpicaduras de pintura, y cómo su incapacidad para entender la inexplicable obra de arte es fácil de subsanar con un buen cheque. Lo que es asombroso no es sólo la preponderancia de basura como la de Rothko en el mundo del arte moderno, sino la visible ausencia de obras maestras que puedan compararse con las grandes obras del pasado. Es imposible ignorar que no se construyen demasiadas Capillas Sixtinas en la actualidad; tampoco existen muchos cuadros comparables con las grandes pinturas de Leonardo, Rafael, Rembrandt, Caravaggio o Vermeer. Esto resulta aún más sorprendente cuando uno advierte que los avances tecnológicos y la industrialización harían que llevar a cabo dichas obras de arte fuera mucho más sencillo de lo que fue en la época dorada. La Capilla Sixtina deja a los visitantes boquiabiertos, y cualquier explicación más detallada sobre su contenido, su construcción y su historia transformará el asombro en apreciación de la profundidad de pensamiento, del oficio y del trabajo duro puesto en ella. Antes de que Rothko se hiciera famoso, incluso el crítico de arte más pretencioso podría haber pasado junto a uno de sus cuadros abandonado en la acera y no prestarle ninguna atención. Sólo después de que un círculo de críticos idiotas malgastara infinitas horas pontificando para promocionar su obra, los aduladores y los nuevos ricos empezaron a aparentar captar que hay un significado más profundo en ella y a gastar el moderno dinero inestable en ella. Con los años han aflorado varias historias sobre bromistas que han dejado objetos varios en museos de arte contemporáneo, sólo para que los amantes del arte moderno revoloteasen a su alrededor con admiración; algo que demuestra la completa vacuidad de los gustos artísticos de nuestra época. Pero tal vez no haya un tributo más apropiado al valor del arte moderno que el realizado por muchos conserjes de museos de todo el mundo, los cuales, demostrando una admirable perspicacia y dedicación a su trabajo, han arrojado en varias ocasiones costosas instalaciones de arte a la basura, el lugar que les corresponde. Algunos de los «artistas» más emblemáticos de nuestro tiempo, como Damien Hirst, Gustav Metzger, Tracey Emin y la pareja italiana formada por Sara Goldschmied y Eleonora Chiara, han recibido esta valoración crítica por parte de los ordenanzas, más entendidos que los nuevos e inseguros ricos que gastan millones de dólares en lo que aquellos tiran a la basura
Saifedean Ammous (The Bitcoin Standard: The Decentralized Alternative to Central Banking)