Nuestra Familia Quotes

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Hay cosas que podemos hacer sin problema en nuestra familia –comer tranquilamente, prestar dinero, contar secretos–, pero cuando nos juntamos, los ecos del pasado nos desbordan.
Jane Smiley (Un amor cualquiera)
Pero en nuestra familia la heroína era mi madre. Ella los había salvado a todos. Salvó a la familia y salvó la casa. Su guerra había sido la más terrible. Papá nunca se ponía sus órdenes, consideraba que era vergonzoso pavonearse delante de mamá. Le resultaba embarazoso. Porque a mi madre no le habían concedido medallas...
Svetlana Alexievich (War's Unwomanly Face)
Los poderes de nuestras familias son muy antiguos. Descendemos de los ángeles. Y tu que eres? Una humana patetica infectada por un parásito. Un monstruo" "Seras siempre increíblemente poderosa, Sophie me dijo la directora. Esperemos que como tu padre sepas utilizar este poder al servicio del Concilio
Rachel Hawkins (Hex Hall (Hex Hall, #1))
—Nuestra vida jamás va a estar asegurada —dice—, pero recuerda que hemos pactado morir por los nuestros, al lado de los nuestros. Porque si no vemos que más allá de ser un deber, es un honor, entonces ninguna de nuestras luchas estaría justificada.
Mariana Palova (El señor del Sabbath (La nación de las bestias, #1))
Le damos tanta importancia a nuestra propia vida que tendemos a creer que su historia comienza con nuestro nacimiento. Primero no había nada, entonces nací yo... Pero no es así. Las vidas humanas no son pedazos de cuerda que podemos separar del nudo que forman con otros pedazos de cuerda para enderezarnos. Las familias son tejidos. Resulta imposible tocar una parte sin hacer vibrar el resto. Resulta imposible comprender una parte sin poseer una visión del conjunto. - Vida Winter
Diane Setterfield (The Thirteenth Tale)
Nuestra familia Titanic se fue hundiendo cada vez más a medida que pasaban los años.
Chris Colfer (Fulminado por un rayo)
Calibrar la moral de nuestra familia con arreglo a los modelos ordinarios sería tan erróneo como meter un termómetro en agua hirviendo.
Charlie Chaplin (Autobiografía: La biografía imprescindible de un icono universal del cine (Spanish Edition))
Ponerse en los “zapatos del otro” Ponerse en los “zapatos del otro”, es un buen sistema para poder leer la mente. A menudo nos cruzamos con personas que no entendemos, y que no podemos llegar a comprender la coherencia de sus palabras, actos y reacciones. ¿No les pasó?… Seguramente pensaron en estos casos: ¡qué ganas de poder leerle la mente para entender por qué actúa de esta forma!!!… Creo que la principal razón por la cual no llegamos a comprender del todo en estos casos, es que tratamos de hacerlo utilizando nuestros propios esquemas mentales; en otras palabras, tratamos de entender a esta persona de acuerdo a nuestra forma de pensar, sentir, actuar y -en definitiva- vivir… Y ese es un error, si es que queremos entender realmente qué le está pasando por su cabeza. Si bien hay esquemas mentales similares y que se repinten, cada ser humano es diferente a otro. Sus vivencias, experiencias, familia, educación, valores, todo, absolutamente todo, influye en cómo actúa alguien, en incluso -a veces- hasta casi lo determina. Probemos entonces ponernos realmente en sus zapatos. Analicen, averigüen, piensen y observen… Traten de colocarse en su pellejo. Esto no significa qué harían ustedes en su lugar (si bien este es también un parámetro valido, a veces confunde en estos casos), sino, tratar de entender cómo funciona su mente, quién es y de dónde viene, cómo es su personalidad, cómo actúo anteriormente en casos similares, qué necesidades tiene, cuáles son sus objetivos, inquietudes e intereses, tiene condicionantes externos que lo están afectando, etc., etc., etc… Sé que suena algo de Perogrullo y sabido, pero les aseguro que un una herramienta ¡I M P R E S I O N A N T E M E N T E PODEROSA! Al fin y al cabo, los mayores secretos para lograr algo con éxito generalmente son sonsos y de conocimiento público, lo difícil es tener la conciencia real de lo importante que son y saber aplicarlos adecuadamente. La importancia de “ponerse en los zapatos del otro” se estudia en el Mundo, hay ejercicios bien concretos que demuestran su potencialidad. De hecho, yo tuve real dimensión de todo esto, con ejercicios que hice en Harvard cuando estudié Negociación. Uno, cuando logra comprender verdaderamente a alguien, se le abre un mundo nuevo de posibilidades respecto de esta persona. Es una herramienta con una potencialidad impresionante, así que úsenla con cuidado y prudencia… ¡Pruebelo y me cuentan! Espero respuestas… Gonzalo GUMA
Gonzalo Guma (Índigo Mentes en Juego)
La muerte de un ser querido, cualquiera sea el vínculo, es la experiencia más dolorosa por la que puede pasar una persona. Toda la vida, en su conjunto, duele. Nos duele el cuerpo. Nos duele la identidad y el pensamiento. Nos duele la sociedad y nuestra relación con ella. Nos duele el dolor de la familia y los amigos. Nos duele el corazón y nos duele el alma. En esta pérdida como en ninguna otra situación el dolor atraviesa el tiempo. Duele el pasado, duele el presente y especialmente duele el futuro.
Jorge Bucay (El camino de las lágrimas)
—En París, es común reconocer a alguien atractivo. El francés no desvía la mirada como otras culturas lo hacen. ¿No te habías dado cuenta? St. Clair piensa que soy atractiva. Me llamó hermosa. —Créeme, no quieres dormir en mi cama. Me estoy tele transportando a Atlanta. Te estoy recogiendo, e iremos a algún lugar donde nuestras familias no nos encuentren. Nos llevaremos a Seany. Y le dejaremos correr todo lo que quiera hasta que se canse, y luego tú y yo tomaremos una larga caminata. Como Acción de Gracias. ¿Recuerdas? Y hablaremos sobre todo EXCEPTO sobre nuestros padres… O tal vez ni siquiera hablaremos. Simplemente caminaremos. Y seguiremos caminando hasta que el resto del mundo deje de existir. —Anna. —Etienne habla lentamente—. No me hiciste hacer algo que no quería hacer. Mi cara se calienta mientras el conocimiento estalla dentro de mí como dinamita. Le gusto. En verdad le gusto a Etienne. —Si me pides que te bese, lo haré. —Dice. Sus dedos aprietan mis muñecas, y me enciendo en llamas. —Bésame. —Digo. Lo hace. —La engañaba todos los días. En mi mente, pensaba en ti en formas que no podía, una y otra vez. Ella no era nada comparada contigo. Nunca antes me he sentido de esta forma por nadie. —Eres la chica más increíble que he conocido. Eres hermosa e inteligente, y me haces reír como nadie más puede. Y puedo hablar contigo. Y sé que después de todo esto no te merezco, pero lo que estoy tratando de decir es que te amo, Anna. Mucho. —¿Por favor dirías que me amas? Me estoy muriendo aquí.
Stephanie Perkins (Anna and the French Kiss (Anna and the French Kiss, #1))
Ni por cien fortunas renunciaríamos a nuestras hijas. Ricos o pobres, no nos separaremos y seremos felices todos reunidos.
Louisa May Alcott (Mujercitas)
Entiendo que crecimos en una familia religiosa y sé que nuestra fe importa, pero ¿importa más que la felicidad y seguridad de su propio hijo?
Kevin van Whye (Date Me, Bryson Keller)
—Entonces, ¿qué es lo que deseas buscar en primer lugar? ¿Leones, tigres, elefantes? Tenemos el zoológico entero en nuestras manos. Pero no sólo se siente como el zoológico. En este mismo segundo, por primera vez, se siente como si tuviera el mundo en mis manos y voy a extender la mano y agarrarlo. Incluso si es sólo temporal. O si a él sólo parezco gustarle porque su familia lo hace, lo tomo.
Nyrae Dawn (Measuring Up)
Esta ha sido nuestra lucha por años. Son nuestras familias que Sulifer ha estado desgarrando, nuestras vidas que él ha aplastado. Sólo hemos estado esperando a que la persona adecuada nos guíe, y aquí está usted. Llevan sus colores, pintan su sigilo en las paredes. Tal vez usted no se dispuso a crear una revolución, pero la revolución ha estado esperando durante años la chispa correcta. Vamos a luchar, y todos vamos a recuperar nuestra ciudad juntos.
Jessica Khoury (The Forbidden Wish (The Forbidden Wish, #1))
Yo miraba los trozos de papel tirados por el suelo, y me ahogaba la rabia. Que me tuvieran por traidor si querían. ¿A quien había hecho traición? ¿A nuestra familia? ¿A nuestra raza? Pero lo que o había traicionado era la verdad, la verdad de la vida, la verdad de aquellos dos seres. Recordé su partida del aíl, y experimenté el deseo incontenible de partir yo también, de partir igual que ellos, para emprender audaz y resueltamente el camino difícil de la dicha.
Chinguiz Aitmatov
Nuestros hijos no aprenden lo que les enseñamos, nos aprenden a nosotros: nuestros miedos, nuestras ilusiones, nuestros hábitos, nuestros valores y nuestros sueños. Los niños y niñas nos ven siempre, aunque pensemos que no nos están mirando.
Mar Romera (La familia, la primera escuela de las emociones)
-En casi todas las familias hay algún tonto o un loco, hijita -aseguró Clara mientras se afanaba en su tejido, porque en todos esos años no había aprendido a tejer sin mirar -. A veces no se ven, porque los esconden, como si fuera una vergüenza. Los encierran en los cuartos más apartados, para que no los vean las visitas. Pero en realidad no hay de qué avergonzarse, ellos también son obra de Dios. -Pero en nuestra familia no hay ninguno, abuela -replicó Alba. -No. Aquí la locura se repartió entre todos y no sobró nada para tener nuestro propio loco de remate.
Isabel Allende (The House of the Spirits)
Los hechos no penetran en el mundo donde viven nuestras creencias, y como no les dieron vida no las pueden matar; pueden estar desmintiéndolas constantemente sin debilitarlas, y un alud de desgracia o enfermedades que una tras otra padece una familia, no le hace dudar de la bondad de su Dios ni de la pericia de su médico.
Marcel Proust (Swann’s Way (Marcel Proust's "In Search of Lost Time" Collection Book 1))
Quiere a tu maestro, porque pertenece a la gran familia de cincuenta mil docentes primarios, esparcidos por toda la geografía de Italia, y que son como los padres intelectuales de los millones de chicos que crecen contigo, unos trabajadores no conceptuados merecidamente y mal pagados, que preparan para nuestra patria una generación mejor, más próspera y desarrollada que la presente. No me satisfará el cariño que me tienes si no lo profesas también a todos los que te hacen algún bien y entre ellos ha de ocupar el primer lugar tu maestro, después de tus padres. Quiérele como querrías a un hermano mío; quiérele cuando te complace y cuando te regaña, cuando a tu parecer, obra con injusticia y cuando creas que es injusto; quiérele cuando se muestre afable y de buen humor, pero más todavía cuando lo veas triste. Quiérele siempre. Pronuncia en todo momento con respeto el nombre de maestro que, después del de padre,es el más noble y dulce que un hombre puede dar a otro.
Edmondo de Amicis (Cuore)
La expansión urbana de nuestro país se sustentó en una migración traumática que esparció a las familias y provocó un desarraigo generacional, los abuelos se quedaron en la aldea, los padres en el pueblo, y los nenos en la ciudad, por lo que muchas fuimos criadas desprovistas de una red familiar que sostuviera a nuestras madres.
Aida Dos Santos (Hijas del hormigón: Historias de clasismo, sexismo y violencia en las periferias españolas)
nuestro país y de nuestra cultura sino también de nuestra familia, del pasado, del futuro que habíamos esperado, porque, como los animales, estábamos reducidos al momento presente. De esa situación de abatimiento habíamos salido sólo a raros intervalos, en los poquísimos domingos de descanso, en los minutos fugaces antes de caer dormidos, durante la furia de los bombardeos aéreos, y eran salidas dolorosas, precisamente porque nos daban ocasión de medir desde afuera nuestro envilecimiento. Creo que precisamente a este volverse atrás para mirar «las aguas peligrosas» se hayan debido los muchos casos de suicidio posteriores (a veces inmediatamente posteriores) a la liberación
Primo Levi (Trilogía de Auschwitz)
Una carta? Los mundos habían sido aislados los unos de los otros por siglos. ¿A quién podría estar escribiéndole ella? —A mi familia —dijo la mujer, leyendo la pregunta en sus ojos—. Eras atrás, cuando el Londres Negro cayó y las puertas fueron selladas, fuimos divididos. A lo largo de los siglos, nuestras familias han intentado mantener el hilo… pero soy la única que queda.
Victoria Schwab
La clave de vuestra felicidad es aceptar vuestras babuchas, lo que sois, vuestro aspecto, a vuestra familia, las dotes que tenéis y las que no tenéis. Si seguís repitiendo que vuestras babuchas no son vuestras, moriréis buscando y amargados, creyendo siempre que os habían prometido más. «No sólo se convierten en nuestro destino nuestras acciones, sino también nuestras omisiones.»
Abraham Verghese (Hijos del ancho mundo (Spanish Edition))
No existe soledad mayor que la de no sentirte acompañado por tu propia imagen. El testimonio de los demás no basta, ni siquiera el de los seres queridos. Al no poder contemplar mi propio rostro llegué a pensar que carecía de él. Estaba seguro de que, si Dios existía, pertenecía a la familia de los Espejos y, por alguna razón que se me escapaba, le gustaba negar nuestra existencia.
Pedro Almodóvar (El último sueño)
«Mientras, seguían abriendo túnel, guiados por las zapas expertas de don Tejón. De repente, éste se detuvo y volviéndose hacia el zorro... "Amigo zorro", le confesó, "estoy algo preocupado por lo que estamos haciendo". "¿Y qué estamos haciendo, si puede saberse?", le preguntó don Zorro. "Pues qué va a ser... ¡robar!", exclamó el tejón. Don Zorro dejó de cavar y se volvió estupefacto hacia su amigo: "Mi buen tejón...", comenzó el zorro. "¿Te das cuenta de lo que estás diciendo? Si tus hijos se están muriendo de hambre... ¿es que no piensas ayudarles?" Don Tejón asintió cabizbajo. "A ti lo que te pasa", continuó el zorro, "es que eres demasiado bueno". "¿Y qué hay de malo en eso?", le preguntó el tejón. "¡Nada... sólo que nuestros enemigos son demasiado malos! ¿Te das cuenta de que Benito, Buñuelo y Bufón nos quieren matar?" "Claro que me doy cuenta...", dijo el tejón con tristeza. "Nosotros, en cambio, no queremos matarles a ellos... "¡Dios nos libre!", exclamó el buen tejón. "Sólo pretendemos", continuó el zorro, "distraerles un poco de comida para alimentarnos nosotros y nuestras familias... ¿Qué hay de malo en ello?" "Supongo que nada", murmuró el tejón. "¡Son ellos los que nos hacen la guerra", exclamó el zorro. "¡Nosotros somos animales pacíficos!"»
Roald Dahl (El Superzorro)
Esta noche, nuestra oración no puede ser diferente. Pues, como recordaba el Metropolita Ignacio IV Hazim, sin el Espíritu Santo Dios resulta lejano, Cristo permanece en el pasado, la Iglesia se convierte en una simple organización, la autoridad se transforma en dominio, la misión en propaganda, el culto en evocación y el actuar de los cristianos en una moral de esclavos (cf. Discurso en la Conferencia Ecuménica de Uppsala, 1968).
Pope Francis (LA ALEGRÍA DEL AMOR. Edición de trabajo de la Exhortación apostólica postsinodal Amoris Laetitia: Edición de trabajo de la exhoratación aposólica postsinodal ... laetitia (Familia nº 2) (Spanish Edition))
El último chiste de Van Daan: A raíz de la clase de religión y de la historia de Adán y Eva, un niño de trece años le pregunta a su padre: —Papá, ¿me podrías decir cómo nací? —Pues... —le contesta el padre—. La cigüeña te cogió de un charco grande, te dejó en la cama de mamá y le dio un picotazo en la pierna que la hizo sangrar, y tuvo que guardar cama una semana. Para enterarse de más detalles, el niño fue a preguntarle lo mismo a su madre: —Mamá, ¿me podrías decir cómo naciste tú y cómo nací yo? La madre le contó exactamente la misma historia, tras lo cual el niño, para saberlo todo con pelos y señales, acudió igualmente al abuelo: —Abuelo, ¿me podrías decir cómo naciste tú y cómo nació tu hija? Y por tercera vez consecutiva, oyó la misma historia. Por la noche escribió en su diario: «Después de haber recabado informes muy precisos, cabe concluir que en nuestra familia no ha habido relaciones sexuales durante tres generaciones».
Anne Frank (Diario de una adolescente)
La familia y la comunidad parecen tener más impacto en nuestra felicidad que el dinero y la salud. Las personas con familias fuertes que viven en comunidades bien trabadas y que apoyan a sus miembros son significativamente más felices que las personas cuyas familias son disfuncionales y que nunca han encontrado (o nunca han buscado) una comunidad de la que formar parte. El matrimonio es particularmente importante. Diversos estudios han demostrado que hay una correlación muy estrecha entre
Yuval Noah Harari (Sapiens. De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad)
Habitualmente, los estudiosos distinguen entre agápe, éros, philía y storgē. Agápe se refiere al tipo de amor que se siente por la esposa y los hijos, y que posteriormente los cristianos asociaron con el amor de Dios por toda la humanidad: como lo explicó Tomás de Aquino, agápe es la voluntad de hacer el bien a los demás. Si cree que sabe lo que significa éros, tendrá que pensar un poco más. Sí, la palabra tiene el significado claro de placer sensual y atracción sexual, pero, como explicó Platón en El banquete, éros amplía su significado en un aprecio por la belleza interior de la persona, y a través de él expresamos nuestra admiración por la propia belleza, sin importar su encarnación específica. Philía es el amor desapasionado y virtuoso que sentimos por los amigos, la familia y la comunidad porque los vemos y tratamos como iguales. Finalmente, storgē, una palabra que se usa mucho menos, se refiere específicamente al amor por los hijos, pero también, y esto resulta interesante, por el país o el equipo deportivo. Lleva aparejado el significado de un amor que se siente intrínsecamente sin que tenga nada ver con la razón o la reflexión.[4]
Massimo Pigliucci (Cómo ser un estoico: Utilizar la filosofía antigua para vivir una vida moderna)
En cuanto a mis gustos, iban tal vez demasiado lejos en el extremo opuesto. Yo odiaba los coches, aeroplanos, aparatos de radio y televisión, de hecho, la mayoría de las manifestaciones de nuestra civilización de los últimos cincuenta años, y siempre me encantaba, en Irak o en cualquier sitio, compartir un cuchitril lleno de humo con un pastor, su familia y las bestias. En hogares de este tipo, todo me era extraño y diferente, la seguridad que demostraban en sí mismos me hacía sentir cómodo y me fascinaba la sensación de continuidad con el pasado. Les envidiaba una satisfacción con la vida rara hoy en el mundo, y un dominio de ciertas habilidades, por simples que fueran, que yo no podía ni soñar en llegar a adquirir.
Wilfred Thesiger
estrés proceda de nuestras relaciones con la familia, amigos, compañeros de trabajo y extraños.  ¿Le animaron sus padres a nutrir su autoestima o le obligaban a aceptar expectativas que no deseaba y que usted sentía que debía alcanzar a fuerza?  ¿qué tipo de modelos fueron sus padres y su relación entre ellos mismos?  ¿siente usted que actúa de forma similar y con comportamientos destructivos con su esposo/a, amistades o compañeros de trabajo?  Es muy fácil apuntar con el dedo y culpar a los demás pero si queremos minimizar el estrés en nuestras vidas debemos entender que a veces provocamos estas situaciones estresantes por medio de interacciones no saludables.  Es como suelen decir, ¡hacen falta dos para bailar un tango!
Moisés-Moses Durazo (Cómo los imanes pueden salvar tu Vida: Una Guía Holística para una Vida Óptima (Secreto Médico nº 1) (Spanish Edition))
Mi única intención es ayudar. No creo en la curación. Todos nacemos con nuestras manías o, por lo menos, con cierta tendencia a desarrollar una manía, nuestro afán de protagonismo tiene que escapar por alguna parte, pero no podemos arrrancarlo de raíz, sólo podemos arrinconar ese absurdo instinTo, esas ansias de proyectarnos en el vacío. Todo el mundo, incluso los intelectuales, y ellos más que nadie, tienen un rincón oscuro en su cerebro al que no llega la luz de la razón: Napoleón estaba obsesionado con la familia, Dostoievski con el juego, Balzac quería ser dramaturgo y hombre de negocios. Conocerlo no sirve de nada. Todavía no he encontrado a nadie a quien le haya ayudado luchar contra su obsesión personal, ni a mí mismo.
Stefan Zweig (Clarissa)
Más bien -tú sabes mejor que nadie- lo misterioso de nuestras vidas, lo más apasionante quizás, es que desde la infancia comenzamos a tejer una tela por encima (o por debajo) de los acontecimientos familiares. Siempre será fascinante la sorpresa de saberse capturado dentro del círculo familiar que nos viste, alimenta y educa, pero libres, secretamente libres, en el mundo interior que aprendemos a crear, que a menudo simplemente descubrimos esperándonos y que desde la niñez nos compromete por partida doble. Con nuestro entorno objetivo y con nuestra subjetividad. El mundo exterior que nos rodea cambia y cambiamos nosotros, interiormente, también. Ya estamos allí: midiendo fuerzas entre lo que está fuera de nosotros y nos contiene y lo que está dentro de nosotros y contenemos. Creo, a estas alturas, que toda la vida es un combate entre esas dos fuerzas.
Carlos Fuentes (The Eagle's Throne)
¿Por qué tenían los holandeses, en tiempos de De Witt, almirantes en sus flotas balleneras? ¿Por qué Luis XVI de Francia equipó, de su propio peculio, naves balleneras en Dunquerque e invitó cortésmente a esa ciudad a unas veinte o cuarenta familias de nuestra isla de Nantucket? ¿Por qué pagó Inglaterra, entre los años 1750 y 1788, más de 1.000.000 de libras a sus balleneros, en concepto de remuneración? Y por fin, ¿cuál es el motivo por el cual nosotros, los balleneros de Norteamérica, superamos hoy en número a todos los demás balleneros del mundo, botamos una flota de más de setecientas naves, equipadas por dieciocho mil hombres, invertimos 4.000.000 de dólares por año, y el valor de las naves, en el momento de zarpar, es de veinte millones de dólares y cada año importamos a nuestros puertos una pingüe cosecha de 7.000.000 de dólares? ¿Cómo se explica todo esto, si no por algo poderoso que existe en la caza de ballenas?
Herman Melville (Moby Dick)
Mi caída empezó, como muchas historias lo hacen, con una chica. Una chica llamada Meghan Chase, la hija medio humana de nuestro antiguo rival, el Rey de Verano. El destino nos unió, y a pesar de todo lo que hice para ocultar mis emociones, a pesar de las leyes de nuestra gente y de la guerra con los feys de Hierro y de la amenaza de eterno destierro de mi hogar, aun así me enamoré de ella. Nuestros caminos estaban entretejidos, nuestros destinos entrelazados, y antes de la última batalla juré que la seguiría al fin del mundo, para protegerla de cualquier amenaza, incluyendo a mi propia familia, y para morir por ella si era llamado a hacerlo. Me convertí en su caballero, y habría servido con alegría a esta chica, la mortal que había capturado mi corazón, hasta que el último aliento abandonara mi cuerpo. Pero el destino es un amante cruel, y al final, nuestros caminos fueron forzados a separarse, como había temido que lo fueran
Julie Kagawa (The Iron Knight (The Iron Fey, #4))
-... dime: ¿qué otra cosa podemos hacer? — Abandonar. — ¿Y volver a la ciudad? —inquirió Gacel en tono despectivo —. ¿O volver a vagabundear como leprosos? Nadie nos quiere en ninguna parte, pequeña. Nadie quiere saber nada de la familia Sayah, y no podemos obligar a la gente a que nos acepte. Pero sí podemos obligar al desierto a que nos acepte, aunque sea profundizando en él hasta que lleguemos a su mismísimo corazón. — ¿Pero y si no llegamos nunca? — Llegaremos — replicó su hermano mayor con absoluta firmeza —. Si las palmeras han conseguido llegar, nosotros también. —¿Cómo puedes estar tan seguro? —Porque el día que un imohag no sea capaz de hacer lo que es capaz de hacer una palmera, nuestra raza estará condenada a desaparecer de la faz de la tierra. Y aún no ha llegado ese momento. — Pero una palmera tiene raíces y nosotros no. — Las raíces de nuestro pueblo son más profundas y están más firmemente asentadas en esta tierra que las de la más alta de las palmeras — intervino su madre con voz pausada...
Alberto Vázquez-Figueroa (Tuareg (Tuareg #1))
Nunca vi la habitación que Keiko tenía en Manchester, la habitación en que murió. Viniendo de una madre, estas ideas pueden resultar macabras, pero al enterarme de que se había suicidado, lo primero que me vino a la mente, antes incluso de asumir el disgusto, fue pensar cuánto tiempo había permanecido en ese estado antes de que la encontraran. Viviendo con su propia familia, pasaban días y días sin que nadie la viese, de modo que en una ciudad extraña donde nadie la conocía, era aún menos probable que la descubriesen inmediatamente. Más tarde, el juez dijo que había estado allí ‘durante varios días’. Fue la casera la que abrió la puerta, pensando que Keiko se había ido sin pagar el alquiler. La imagen de mi hija ahorcada en su habitación durante días y días, me ha obsesionado continuamente. El horror que me produce esa imagen no ha disminuido, pero hace tiempo que ha perdido su carácter macabro. Del mismo modo que soportamos una herida en nuestro propio cuerpo, es posible llegar a hacer nuestras las cosas más perturbadoras.
Kazuo Ishiguro (A Pale View of Hills)
Conclusión A lo largo de estas páginas, hemos visto cómo se desarrollan los procesos perversos en algunos contextos, pero es evidente que nuestra lista no es exhaustiva y que estos fenómenos van más allá del mundo de la pareja, de la familia o de la empresa. Los volvemos a encontrar en todos los grupos en donde los individuos pueden establecer rivalidades, especialmente en las escuelas y en las universidades. La imaginación humana no tiene límites cuando pretende aniquilar la buena imagen que el otro tiene de sí mismo; sirve para enmascarar las propias debilidades y para colocarse en una posición de superioridad. La cuestión del poder atañe a toda la sociedad. En todas las épocas ha habido seres carentes de escrúpulos, calculadores y manipuladores, y para los que el fin justifica los medios. Sin embargo, la multiplicación actual de los actos de perversidad en las familias y en las empresas es un indicador del individualismo que domina en nuestra sociedad. En un sistema que funciona según la ley del más fuerte, o del más malicioso, los perversos son los amos. Cuando el éxito es el valor principal, la honradez parece una debilidad y la perversidad adopta un aire de picardía. Con el pretexto de la tolerancia, las sociedades occidentales renuncian poco a poco a sus propias prohibiciones. Pero, al aceptar demasiado, como lo hacen las víctimas de los perversos narcisistas, permiten que se desarrollen en su seno los funcionamientos perversos. Numerosos dirigentes o políticos, que ocupan no obstante una posición de modelo para la juventud, no muestran ninguna preocupación moral a la hora de liquidar a un rival o de mantenerse en el poder. Algunos de ellos abusan de sus prerrogativas y utilizan presiones psicológicas, y razones y secretos de Estado, para proteger su vida privada. Otros se enriquecen gracias a una delincuencia astuta hecha de abusos de bienes sociales, de estafas o de fraudes fiscales. La corrupción se ha convertido en una moneda corriente. Ahora bien, basta con que un grupo, una empresa o un gobierno cuenten con uno o con varios individuos perversos para que todo el sistema se vuelva perverso. Si esta perversión no se denuncia, se extiende subterráneamente mediante la intimidación, el miedo y la manipulación. Efectivamente, para atar psicológicamente a un individuo, basta con inducirlo a la mentira o a ciertos compromisos para convertirlo en cómplice del proceso perverso. Sin ir más lejos, ésta es la base del funcionamiento de la mafia o de los regímenes totalitarios. Tanto en las familias como en las empresas y los Estados, los perversos narcisistas se las arreglan para atribuir a los demás los desastres que provocan, se presentan luego como salvadores y se hacen así con el poder. En lo sucesivo, para mantenerse en él, les basta con no tener escrúpulos. La historia nos ha mostrado hombres que se niegan a reconocer sus propios errores, que no asumen sus responsabilidades, y que falsean las cosas y manipulan la realidad a fin de borrar las huellas de sus fechorías. Más allá del aspecto individual del acoso moral, se nos plantean dilemas más generales. ¿Cómo restablecer el respeto entre los individuos? ¿Qué límites debemos poner a nuestra tolerancia? Si los individuos no pueden detener por sí mismos estos procesos destructivos, la sociedad deberá intervenir y establecer una legislación. Recientemente, se ha presentado un proyecto de ley que proponía instituir un delito de novatada para reprimir cualquier acto degradante y humillante en el ámbito escolar y socioeducativo. Si no queremos que nuestras relaciones humanas acaben completamente reglamentadas por leyes, es esencial prevenir a los niños.
Marie-France Hirigoyen (El acoso moral: El maltrato psicológico en la vida cotidiana)
La memoría es ficción. Seleccionamos lo más brillante y lo más oscuro, ignorando lo que nos avergüenza, y así bordamos el ancho tapiz de nuestra vida. Mediante la fotografía y la palabra escrita intento desesperadamente vencer la condición fugaz de mi existencia, atrapar los momentos antes de que desvanezcan, despejar la confusión de mi pasado. Cada instante desaparece en un spolo y al punto se convierte en pasado, la realidad es efimera y migratoria, pura añoranza. Con estas fotografías y estas páginas mantengo vivos los recuerdos; ellas son mi asidero a una verdad fugitiva, pero verdad de todos modo, ellas prueban que estos eventos sucedieron y estos personajes pasaron por mi destino. Gracias a ellas puedo resucitar a mi madre, muerta cuando yo nací, a mis aguerridas abuelas y mi sabio abuelo chino, a mi pobre padre y a otros eslabones de la larga cadena de mi familia, todos de sangre mezclada y ardiente. Escribo para dilucidar los secretos antiguos de mi infancia, definir mi identidad, crear mi propia leyenda. Al final lo único que tenemos a plenitud es la memoria que hemos tejido. Cada uno escoge el tono para contar su propia historia, quisiera optar por la claridad durable de ina impresión en platino, pero nada en mi destino posee esa luminosa cualidad. Vivo entre difusos matices, velados misterios, incertidumbres; el tono para contar mi vida se ajusta más al de un retrato en sepia ...
Isabel Allende (Portrait in Sepia)
Cada día progresa el delirio con mayor profusión, se desborda. Un día le digo al niño: ¿Y si formamos una gran familia con mi marido y mi mujer, contigo también? Río con mi travesura. Me emociona vivir con un arado en una mano y una antorcha en la otra. Hago experimentos imaginarios con combinaciones peligrosas. Construyo una pequeña bomba. Le propongo jugar, entrar al poliamor, pero lo hago incumpliendo todas sus reglas. Y estos días a su lado se convierten en una sucesión de breves reflexiones sobre todo lo que no seremos, nuestra diferencia de edad, los límites de la distancia geográfica, lo sexy de la imposibilidad. Él es un recién llegado, mientras yo juego a qué sucedería si dejara por él todo lo que me ha costado años poner en pie. Como estar casado y pedirle matrimonio a alguien, que fue exactamente lo que hizo mi padre. Sé que no lo haré nunca. Que solo estoy esperando que sea real para él para quitarme la máscara y enseñarle la cámara escondida. Y aun así, sin convicción, tejo el vínculo defectuoso entre nosotros, tiro de la lana del ovillo, de la seda pegajosa, el mismo puente que suelo construir “entre mi subjetividad y el resto del mundo, para hacerlo lidiar también a él con mis inseguridades. Pobre, lo hago responsable de mí. Me paso horas mostrando incredulidad ante sus sentimientos imberbes, que no son exagerados y dolientes como los míos, y por eso me saben a poco. No cae en mi trampa. Peleamos mucho y eso me hace sentir más cerca, más comprometida. Jugamos a la fidelidad dentro de la infidelidad, como mi papá con su amante: «Si al volver lo haces con otro que no sea Jaime te jodes». Otra vez descubro cómo me enganchan del amor sus formas reconocibles, tóxicas. Juego a que es verdad, pero en realidad hay en este ejercicio más verdad sobre mí que juego. Una constatación aún más terrible. Y como en toda relación inesperada, hay un gran componente de narcisismo.
Gabriela Wiener (Huaco retrato)
Jehová, él es nuestro Dios; Sus juicios están en toda la tierra. 15 Él hace memoria de su pacto perpetuamente, Y de la palabra que él mandó para mil generaciones; 16 Del pacto que concertó con Abraham, Y de su juramento a Isaac; 17 El cual confirmó a Jacob por estatuto, Y a Israel por pacto sempiterno, 18 Diciendo: A ti daré la tierra de Canaán, Porción de tu heredad. 19 Cuando ellos eran pocos en número, Pocos y forasteros en ella, 20 Y andaban de nación en nación, Y de un reino a otro pueblo, 21 No permitió que nadie los oprimiese; Antes por amor de ellos castigó a los reyes. 22 No toquéis, dijo, a mis ungidos, Ni hagáis mal a mis profetas. 23 Cantad a Jehová toda la tierra, Proclamad de día en día su salvación. 24 Cantad entre las gentes su gloria, Y en todos los pueblos sus maravillas. 25 Porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza, Y de ser temido sobre todos los dioses. 26 Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; Mas Jehová hizo los cielos. 27 Alabanza y magnificencia delante de él; Poder y alegría en su morada. 28 Tributad a Jehová, oh familias de los pueblos, Dad a Jehová gloria y poder. 29 Dad a Jehová la honra debida a su nombre; Traed ofrenda, y venid delante de él; Postraos delante de Jehová en la hermosura de la santidad. 30 Temed en su presencia, toda la tierra; El mundo será aún establecido, para que no se conmueva. 31 Alégrense los cielos, y gócese la tierra, Y digan en las naciones: Jehová reina. 32 Resuene el mar, y su plenitud; Alégrese el campo, y todo lo que contiene. 33 Entonces cantarán los árboles de los bosques delante de Jehová, Porque viene a juzgar la tierra. 34 Aclamad a Jehová, porque él es bueno; Porque su misericordia es eterna. 35 Y decid: Sálvanos, oh Dios, salvación nuestra; Recógenos, y líbranos de las naciones, Para que confesemos tu santo nombre, Y nos gloriemos en tus alabanzas. 36 Bendito sea Jehová Dios de Israel, De eternidad a eternidad.
Casiodoro de Reina (Reina Valera 1960)
¿Qué clase de hombres son, pues, estos aviadores? Proceden de ese ejército gigantesco que, allá delante en las trincheras, está sometido a un fuego permanente, y constituyen una selección a la que ha congregado el afán de entregarse a formas de combate cada vez más audaces. También hay entre ellos soldados de caballería, figuras delgadas como yóqueis, de rostros afilados y monóculos brillantes. Se han cansado de estar inactivos en las aldeas y en las mansiones señoriales de la retaguardia y de esperar, sin hacer nada, a que se reanude el avance. Se les nota que pertenecen a familias que desde hace siglos llevan en la sangre el espíritu de los combates ecuestres y que miran con desdén, como poco adecuado a su rango, ese modo de luchar que consiste en situarse detrás de máquinas y de fusiles automáticos. Por ello se les acusa de que entienden más de cazar y disparar que de manejar los motores. Pero entre los aviadores hay también otros hombres que han nacido y crecido en las zonas llenas de humo de las grandes industrias y que desde su infancia han estado cerca de los medios y poderes propios de nuestra época. Ellos se han adentrado un poco más en este mundo nuestro que, por debajo de su superficie fría, hierve de misterios y prodigios incandescentes; estos hombres barruntan ese espíritu elemental que comienza a dar señales de vida en los átomos del acero y de los materiales explosivos y en las crepitantes chispas del encendido de una máquina. Y, sin embargo, sus pasos se orientan hacia lo sencillo; los aviadores dominan su avión como el australiano domina su bumerán. Hay, en fin, entre ellos, otros hombres en los que parecen haber resucitado, haber re-nacido de una manera extraña, los antiguos vikingos; apenas representa diferencia ninguna el que éstos de ahora suban a pájaros artificiales y los vikingos de otros tiempos subieran a naves piratas adornadas con escudos multicolores. Es cierto que han cambiado los tiempos y los medios, pero ha permanecido viva la audacia con que se enfrentan a la Muerte.
Ernst Jünger (Copse 125: A Chronicle from the Trench Warfare of 1918)
Con el manoseado valor de la “tolerancia” pasa algo similar a lo que con frecuencia se les escucha decir a los antiderechos: que ellos “no comparten” tal o cual forma de existir en el mundo, pero “la toleran”479. Suena muy bonito y bondadoso, ¡cuánta altura moral! ¡Si la tolerancia al otro es el pilar de la democracia! Y como esa palabreja, tolerancia, sale en casi todas las cartillas que enseñan “valores”, suena como una excelente solución, muy pacífica también, no tienes que escuchar al otro, no tienes que entenderlo, solo tienes que tolerarlo. Pero no es lo mismo tolerar la música alta de la vecina fiestera o el llanto de un bebé en un avión que tolerar los discursos de odio, los prejuicios que se convierten en discriminación, o la violencia. A las mujeres nos enseñan desde chiquitas a tolerar todo tipo de violencia en contra nuestra, y luego en la comisaría de familia, con un ojo morado, o quizás en la iglesia, o con nuestra familia, la jueza, el cura y nuestra propia hermana nos dirán que la tolerancia es el valor que puede salvar nuestra vida en familia y con ese consejito nos regresan bien dispuestas a nuestros agresores
Catalina Ruiz-Navarro (Las mujeres que luchan se encuentran: Manual de feminismo pop latinoamericano)
Los niños y jóvenes quizá no deban ser obligados a leer literatura, pero todos sin excepción deben tener la oportunidad de escuchar buenas historias. Y eso nos toca a todos, a los padres de familia, a los medios de comunicación y, desde luego, a los maestros.
Pablo Boullosa (El corazón es un resorte: Metáforas y otras herramientas para mejorar nuestra educación (Spanish Edition))
de reactivar el recuerdo de un momento feliz en el que estábamos protegidos por nuestra afectuosa familia.
Boris Cyrulnik (Psicoterapia de Dios: La fe como resiliencia (Libertad y Cambio nº 137) (Spanish Edition))
La paradoja de nuestro tiempo en la historia es que: Tenemos edificios más altos pero temperamentos más cortos, 
autopistas más anchas, pero puntos de vista más estrechos. Gastamos más pero tenemos menos, 
compramos más, pero gozamos menos. Tenemos casas más grandes y familias más pequeñas, 
más conveniencias, pero menos tiempo. Tenemos más grados pero menos sentido, 
más conocimiento, pero menos juicio, 
más expertos, sin embargo más problemas,
más medicina, pero menos bienestar. Bebemos demasiado, fumamos demasiado, gastamos muy imprudentemente, reímos muy poco, 
manejamos demasiado rápido, nos ponemos demasiado irritados, nos estamos hasta muy tarde en la noche, nos levantamos demasiado cansados, 
leemos muy poco, miramos demasiada TV, y rezamos muy rara vez. Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero reducido nuestros valores. Hablamos demasiado, amamos muy rara vez, y odiamos muy a menudo. Hemos aprendido cómo ganarnos la vida, pero no cómo hacer una vida. Hemos adicionado años a la vida pero no vida a los años. Hemos ido todo el camino a la luna y de regreso, pero tenemos problema para cruzar la calle para conocer a un nuevo vecino. Hemos conquistado el espacio exterior pero no el espacio interior. Hemos hecho grandes cosas, pero no mejores cosas. Hemos limpiado el aire, pero contaminado el alma. Hemos conquistado el átomo, pero no nuestros prejuicios. Escribimos más, pero aprendemos menos. Planeamos más, pero logramos menos. Hemos aprendido a ir de prisa, pero no a esperar. Construimos más computadores para tener información, para producir más copias que siempre, pero comunicamos menos y menos. Hay los tiempos de comidas rápidas y de baja digestión, de hombrotes y mujerzotas pero de carácter pequeño, ganancias empinadas y relaciones superficiales. Éstos son los días de dos ingresos pero más divorcios, 
casas más extravagantes, pero hogares rotos. Éstos son los días de viajes rápidos, pañales desechables, moralidad desechable, 
encuentros amorosos de una sola noche, cuerpos con sobrepeso, y pastillas que hacen de todo, desde animar, a aquietar, a matar. Es un tiempo cuando hay mucho en la vidriera del mostrador y nada en el almacén. Un tiempo cuando la tecnología puede traer esta carta a ustedes, y un tiempo cuando ustedes puede escoger ya sea compartir este entendimiento, o sólo pulsar borrar. Recuerden, gasten algún tiempo con sus seres queridos, porque ellos no van a estar ahí por siempre. Recuerden decir una palabra amable a alguien quien los mira maravillado,
porque esa personita crecerá y dejará de estar a su lado. Recuerden dar un caluroso abrazo a alguien cercano a ustedes, porque es ése el único tesoro que pueden dar con el corazón y no cuesta un centavo. Recuerden decir “te amo” a su pareja y a sus seres queridos, pero principalmente, háganlo con intención. Un beso y un abrazo repararán heridas cuando viene de muy adentro de ustedes. Recuerden cogerse de las manos y compartan el momento porque algún día esa persona no estará allí de nuevo. ¡Dense tiempo para amar, dense tiempo para hablar! Y dense tiempo para compartir los preciosos pensamientos de su mente. Y siempre recuerden: “La vida no es medida por el número de alientos que tomamos, sino por los momentos que nos quitan el aliento.
George Carlin
¡Nosotros somos un partido conservador, somos el partido burgués; el anarquismo, que es el engendro monstruoso, que es la aberración del socialismo y que pretende atacar en este momento la organización fundamental de la sociedad, desde la familia hasta la propiedad, no debe intimidarnos, nosotros tenemos en nuestras manos el ejército, la fuerza moral, la tradición y el poder, estamos autorizados por todos los artículos de la Constitución, desde la cláusula inicial hasta la última de sus disposiciones, para poner en ejercicio todos los poderes —los explícitos, los implícitos, los virtuales— para defender lo que constituye nuestra vida, nuestro honor, nuestro progreso y nuestra estabilidad futura como nación! Diputado Lucas Ayarragaray, Diario de Sesiones, Buenos Aires, 27 de junio de 1910
Marcelo Larraquy (Marcados a fuego (1890-1945). De Yrigoyen a Perón (Spanish Edition))
El orden social ejerce su influencia sobre todos. Y quienes gustan de que todo esté “resuelto”, cargado de “sentido” y “referencias”, pueden contar tanto con esta adhesión a la norma que se inscribe, desde la primera infancia, en lo más profundo de nuestras conciencias a través del aprendizaje del mundo social, como con la incomodidad —la vergüenza— que se siente cuando el entorno social en el que uno se desenvuelve actúa contrariamente a ese bello ordenamiento jurídico y político que toda la cultura circundante se representa como si fuese la única realidad que es posible vivir y un ideal que se debe alcanzar, incluso si esa familia normal —esa familia normativa— no corresponde para nada a las vidas reales.
Didier Eribon (Regreso a Reims (Spanish Edition))
Es una carga para ella. Nuestra historia familiar parece una enfermedad de la que no puede librarse.
Shea Ernshaw (Winterwood)
Ese falso sueño universalista termina quitando al mundo su variado colorido, su belleza y en definitiva su humanidad. Porque «el futuro no es monocromático, sino que es posible si nos animamos a mirarlo en la variedad y en la diversidad de lo que cada uno puede aportar. Cuánto necesita aprender nuestra familia humana a vivir juntos en armonía y paz sin necesidad de que tengamos que ser todos igualitos»
Pope Francis (Fratelli tutti: carta encíclica sobre la fraternidad y la amistad social)
He aprendido que de los hijos solo podemos esperar lo que hicimos con nuestros padres. Si recibimos menos que eso, habrá sido nuestra culpa por mala crianza. En cambio, si recibimos más, debemos considerarnos sencillamente afortunados.
Jasmina Alexander (MI VIDA ENTRE COMILLAS)
Te invitamos a unirte a nuestra familia y experimentar la transformación de tu piel y tu vida, con productos tan poderosos como las olas del mar, y tan suaves como la brisa marina. ¡Sumérgete en la experiencia Kendra mar, y descubre lo que significa realmente cuidar de tu piel!
Kendra Mar
Descendientes de África (Soneto de la Historia Negra) Si una familia negra vive lo suficiente en un clima frío, en aproximadamente 100 generaciones, sus descendientes nacerán blancos. Así nacieron los blancos, Porque todos venimos de una madre negra. No importa dónde vivamos en la tierra, Somos todos africanos - nuestra patria, África. Si no comprendes este hecho antropológico, No eres más que un traidor a la tierra. La historia negra es historia mundial, Somos todos descendientes de África.
Abhijit Naskar (Bulletproof Backbone: Injustice Not Allowed on My Watch)
Si una familia negra vive lo suficiente en un clima frío, en aproximadamente 100 generaciones, sus descendientes nacerán blancos. Así nacieron los blancos, Porque todos venimos de una madre negra. La historia negra es historia mundial, Somos todos africanos - nuestra patria, África.
Abhijit Naskar (Bulletproof Backbone: Injustice Not Allowed on My Watch)
Siempre me ha parecido que el rasgo distintivo de nuestra familia es el recato. Llevamos el pudor a extremos increíbles, tanto en nuestra manera de vestirnos y de comer como en la forma de expresarnos y de subir a los tranvías. Los sobrenombres, por ejemplo, que se adjudican tan desaprensivamente en el barrio de Pacífico, son para nosotros motivo de cuidado, de reflexión y hasta de inquietud. Nos parece que no se puede atribuir un apodo cualquiera a alguien que deberá absorberlo y sufrirlo como un atributo durante toda su vida. Las señoras de la calle Humboldt llaman Toto, Coco o Cacho a sus hijos, y Negra o Beba a las chicas, pero en nuestra familia ese tipo corriente de sobrenombre no existe, y mucho menos otros rebuscados y espamentosos como Chirola, Cachuzo o Matagatos, que abundan por el lado de Paraguay y Godoy Cruz. Como ejemplo del cuidado que tenemos en estas cosas bastará citar el caso de mi tía la segunda. Visiblemente dotada de un trasero de imponentes dimensiones, jamás nos hubiéramos permitido ceder a la fácil tentación de los sobrenombres habituales; así, en vez de darle el apodo brutal de Ánfora Etrusca, estuvimos de acuerdo en el más decente y familiar de la Culona.
Julio Cortázar (Historias de cronopios y de famas (Spanish Edition))
¡Viva la Familia Mundial! (Soneto 1142) Naskar el científico dice que, La ciencia que no eleva la condición humana, no es ciencia, es superstición. Naskar el monje dice que, La inclusión es iluminación, la discriminación es engaño. Naskar el filósofo dice que, Es mejor perder la verdad que perder la humanidad - Es mejor perder la verdad que perder el amor. Naskar el sufí dice que, Siéntete a ti mismo hasta que no sientas nada pero el amor. Naskar el humanista dice que, No me importa tu creencia o incredulidad, solo importa, tu comportamiento con los demás. Naskar el humanitario dice que, Los humanos debemos ganarnos nuestra admisión en la raza humana con acciones humanas. El espíritu de amor habla de amor, más allá de toda fe y razón; El odio es sólo una señal de estrechez. Cuando te expandes en corazón y alma, el mundo entero se vuelve pariente.
Abhijit Naskar (Bulletproof Backbone: Injustice Not Allowed on My Watch)
A veces se nos olvida que con nuestra pareja tampoco existen vínculos genéticos, y eso nunca lo hemos visto como un obstáculo para crear una familia.
Marisa Lacouture (En tu amor encontre mi hogar: Testimonio de una madre adoptiva (Spanish Edition))
En primer lugar, la vida real es multifacética. Nuestras vidas son más que nuestro trabajo; son incluso más que nuestra familia. Como yo lo veo, nuestras vidas consisten en diez dominios interrelacionados: Espiritual: Tu conexión con Dios Intelectual: Tu relación con ideas importantes Emocional: Tu salud psicológica Físico: Tu salud corporal Matrimonial: Tu cónyuge u otra persona importante Parental: Tus hijos, si tienes Social: Tus amigos y asociados Vocacional: Tu profesión Lúdico: Tus hobbies y pasatiempos Financiero: Tus finanzas personales o familiares
Michael Hyatt (Tu mejor año: Un plan de 5 pasos para alcanzar tus metas más Importantes (Spanish Edition))
¿Qué dirían tus amigos que les gusta de ti? ¿Qué desearías que fuera distinto en nuestra familia? ¿Crees que nuestra familia está demasiado ocupada, no lo suficiente o en la justa medida? ¿Cómo te imaginas el mejor día de tu vida? ¿Qué te gusta de tu maestro en estos días? ¿Qué te gustaría que fuera distinto?
Kara Powell (Cómo criar jóvenes de fe sólida: Ideas diarias para edificar sobre convicciones firmes (Spanish Edition))
En mi familia cada uno tenía su revolución favorita, igual que cada uno tenía su fruta de verano favorita. La fruta favorita de mi madre era la sandía y su revolución favorita era la inglesa. Las mías eran los higos y la rusa. Mi padre afirmaba que él simpatizaba con todas nuestras revoluciones, pero que su favorita era la que todavía estaba por llegar.
Lea Ypi (Free: A Child and a Country at the End of History)
Eso es lo que quiero para mí y para mi familia, para la iglesia a la que sirvo, y para todo el que lea este libro. Porque nada glorifica más a Dios, que el que mantengamos nuestra estabilidad y nuestro gozo cuando lo perdemos todo menos a Él. Ese día nos llegará a todos y cada uno de nosotros, y haríamos bien en prepararnos, y ayudar a prepararse a las personas que amamos. Los
John Piper (La Sonrisa escondida de Dios)
... entre los brazos del embrutecimiento general, y que los gobernantes, para sostenerse y crear un fantasma de orden, se verán obligados a recurrir a procedimientos que harían estremecer a nuestra humanidad de hoy, ya tan endurecida? — Entonces, el hijo huirá la familia, no a los diez y ocho años, sino a los doce, emancipado por su precocidad ambiciosa; la huirá, no para ir al encuentro de aventuras heroicas, no para libertar una beldad prisionera en una torre, ni para inmortalizar con sus pensamientos sublimes una pobre bohardilla, sino para poner un comercio, para enriquecerse y hacer la competencia a su infame papá, fundador y accionista de un diario que derramará las «luces»
Baudelaire, Charles
Somos humanos y la humanidad es nuestra nacionalidad suprema - o mejor aún- la humanidad es nuestra única nacionalidad.
Abhijit Naskar (Tum Dunya Tek Millet: Greatest Country on Earth is Earth (Inclusivity Diaries))
Educamos desde la cuna, sin libros de texto, y educamos mucho antes un corazón que una mente. Si nuestros hijos tan sólo nos reflejan y se han convertido en pequeños clones de nuestras familias, ¿qué han traído al mundo de original? Si hemos convertido a los niños en copia de sus padres, ¿para qué han venido entonces al mundo?
Andy Stalman (Humanoffon: ¿Está internet cambiándonos como seres humanos?)
Creo de verdad que las familias son instituciones perversas, pese a todos los argumentos que se esgrimen a favor de ellas... Incluso en las más inteligentes, como la nuestra, hay muchos vicios que parecen inevitables.
María Fernández-Miranda (El verano que volvimos a Alegranza)
Después de que Marko y yo nos casáramos, vivimos con sus padres. Con siete miembros de la familia compartiendo dos habitaciones. Marko y yo nos estabilizamos en nuestra nueva vida juntos. Él supervisaba la construcción de nuestra casa y yo continuaba trabajando en la agencia de viajes. Qué afortunada era por haberme casado con un hombre cuyos pensamientos y sentimientos eran tan parecidos a los míos. Nuestra compatibilidad era claramente un fruto del intento de vivir los mensajes de Nuestra Señora. La oración y el ayuno abrieron nuestros corazones para ser más comprensivos y nos permitió ver el valor de dar.
Mirjana Soldo (My Heart Will Triumph)
Saben que nuestros padres tienen importancia, con independencia de si saben ser buenos padres o no. Es innegable: la historia de nuestra familia es nuestra historia. Reside en nosotros, nos guste o no.
Mark Wolynn (Este dolor no es mío)
Dios tiene el poder de restaurar todas las cosas. Acerquémonos a su presencia, y presentemos nuestra familia ante altar del Señor en oración confiados en que poderoso es él para hacer milagros en nuestra familia. Permitamos que el Espíritu Santo avive su fuego en nuestros corazones, y desechemos las cosas, cargas y pecados que procuran apagar el fuego de Dios en nuestro corazón.
Gonzalo Sanabria (Cómo renovar y fortalecer mi vida de oración: Dios desea hablar contigo (Enseñanzas de Dios nº 4) (Spanish Edition))
Nuestras imágenes no envejecen, se añejan, vamos quedando como un recuerdo en un portaretratos olvidado en las casas de nuestras familias en Venezuela, haciendo de nuestro regreso una utopía que se aleja tres pasos cada vez que damos dos.
Tannous Thoumi (La falta de papel en Venezuela (Spanish Edition))
Nuestra propia necesidad de amor, atención, cariño y seguridad quedó insatisfecha mientras fingíamos ser más poderosas y menos temerosas, más adultas y menos necesitadas, de lo que realmente nos sentíamos. Y habiendo aprendido a negar nuestro propio anhelo de que nos cuidaran, crecimos buscando más oportunidades de hacer lo que habíamos aprendido a hacer tan bien: preocuparnos por las necesidades y exigencias de los demás en lugar de admitir nuestro miedo, nuestro dolor y nuestras necesidades insatisfechas. Escuchábamos porque teníamos miedo de las consecuencias que podrían aquejar al progenitor que sufría si no lo hacíamos, y miedo de la pérdida de amor si no cumplíamos el rol que nos había tocado en suerte. Por eso no nos protegíamos, y nuestros padres tampoco nos protegían, porque necesitaban vernos más fuertes de lo que éramos en realidad. Si bien éramos demasiado inmaduras para esa responsabilidad, terminamos protegiéndolos a ellos. Al ocurrir esto, aprendimos a edad demasiado temprana y demasiado bien a cuidar a todos menos a nosotras mismas. O quizás alguno de nuestros padres estuvo ausente debido a su muerte o a un divorcio y nosotras tratamos de tomar su lugar, ayudando a cuidar tanto a nuestros hermanos como al progenitor que nos quedaba. Tal vez nos convertimos en la madre de la familia mientras nuestra madre trabajaba para mantenemos.
Robin Norwood (Las mujeres que aman demasiado: El best seller que ha ayudado a millones de mujeres (Spanish Edition))
Por nuestro hilo notaba que estaba mal, pero él nunca me quería decir por qué de primeras, como si no quisiese darle presencia cuando estábamos a solas, o solo para no revivir aquellas cosas que rozaban, tocaban y retorcían lo grotesco. Al final siempre me lo decía. Me daba mucha pena. En esos momentos quería estar con él más que nunca. No para besarle ni para demostrar que me tenía colada por completo, sino para darle un hombre donde apoyarse, para darle un abrazo para comprarle un paquete de pipas y sentarme con él en su banco a comer tijuana y a escuchar Crystal Castles. Le hablaría de mi gata Virutas para que se alegrara, le enseñaría fotos suyas y nos reiríamos juntos. Le comentaría mi amor por Winnie The Pooh y su amigo Puerquito, que es así como se llama en mi cabeza. Cómo un día me pasé el día con mi familia en el Max Center, el epicentro comercial de Barakaldo, y me compraron un libro de Puerquito que me hizo feliz. Le escucharía todos los minutos y las horas que necesitase soltarlo todo, nuestros clásicos let it out. Le haría reír con mis cosas de Pringada y con sus cosas de fan. Le tumbará en un césped escucharíamos The Cure mirando al cielo. Le pasaría un rotulador para que entre entretuviese pintándome barbaridades en los brazos. Le recordaría la escena de Phiphi vs. Sharon de RuPaul's Drag Race y el fracaso que fue Serena ChaCha. Le permitiría ser pedante sobre lo mala que le parece American Beauty, mi peli favorita. Le preguntaría sobre los orígenes de PXXR GVNG, el realismo sucio de Bukowski, su descubrimiento de The Drums y el outfit que tenía pensado llevar a nuestra próxima pinchada en Razzmatazz. Le haría elegir entre Vetements y Maison Margiela. Le sacaría todas sus nuevas ideas estéticas de haute cuture, como juntar dos camisas en una y parecer la promesa de la próxima MET Gala. Le haría saber que dentro de mí hay alguien que le acepta, le admira y le quiere tal y como es, sin cambiar ni una pizca, sin miedo a que parezca un maricón o a que pierda las formas con gente que en realidad importa una mierda. Le enseñaría que hay un mundo ahí fuera con más freaks como nosotros y que él era una estrella de las cegadoras que había ahí arriba. Que vivir en un mundo pequeño no le condenaba a una vida pequeña. la aseguraría que lo arreglarían mientras me haría un nudo de la garganta, dejaría mis bloqueos y le abrazaría hasta que se le fuese toda la tristeza por los pies. Y si se nos hacía de noche le dejaría mi chaqueta para que no se congelase de frío.
Esty Quesada (FREAK)
En mi casa, cada vez que se pronunciaba algo cierto, las consecuencias se hacían insoportables: la familia se resquebrajaba. La vida se volvía más difícil. Y hacía falta volver a nuestras mentiras y nuestros silencios para recobrar la calma
Santiago Roncagliolo (Y líbranos del mal)
—Así es. En el 78 se produjo el golpe de Estado comunista, esta vez más cruento y con unas consecuencias que aún hoy estamos sufriendo. Aquello acabó con la vida tranquila que teníamos hasta entonces, y también con la mía y la de mi familia. Yo tenía dos hijos y una esposa muy bella. Por orden del nuevo gobierno, fuimos despojados de nuestras tierras de labranza donde se cultivaban cereales y algodón, que se repartieron entre los amigos y familiares afectos al nuevo dictador. ¿Sabe
Mercedes Guerrero (El baile de las marionetas)
Nuestra cosmovisión afectará no solo el futuro de nuestra vida cristiana, sino también el de nuestra familia.
Miguel Núñez (Revolución sexual: Una mirada bíblica y científica (Spanish Edition))
Piense en cuánta (emoción positiva) sentirá cuando finalmente (lo que quiere que haga, piense o sienta). Algunos ejemplos: “Piense en la felicidad que sentirá cuando finalmente tenga un hermoso jardín”. “Piense en cuanto alivio sentirá cuando finalmente deje nuestra oficina”. (Posiblemente de un dentista). “Piense cuanta tranquilidad sentirá su familia cuando finalmente se muden a esta casa”.
Steve Allenx (Técnicas prohibidas de Persuasión, manipulación e influencia usando patrones de lenguaje y técnicas de PNL: Cómo persuadir, influenciar y manipular usando ... y técnicas de PNL. (Spanish Edition))
excelentes libros sobre estos hechos, entre los que deseo mencionar Los niños españoles evacuados a la URSS (1937), de Enrique Zafra, Rosalía Crego y Carmen Heredia; 20.000 días en la URSS, de Bernardo Clemente del Río; Palabras huérfanas: los niños exiliados en la guerra civil, de Verónica Sierra Blas; Después de todo: recuerdos de un periodista de la Pirenaica, de Luis Galán, o Fuentes históricas para el estudio de la emigración española a la URSS, de Ángel Luis Encina Moral, entre otros. Quiero agradecer muy especialmente al Centro Español de Moscú, cuyos responsables me pusieron en contacto con varios Niños de Rusia, entre la que destaco a Virtudes Compañ Martínez, con la que he forjado una cálida amistad en la distancia. Ella tuvo a bien compartir conmigo sus experiencias en Rusia, donde aún vive con su familia. A través de nuestras conversaciones en la red y de su libro de memorias La española rusa, que me envió desde Moscú, conocí su trayectoria vital desde que salió de España con nueve años hasta el día de hoy: su estancia en la
Mercedes Guerrero (El baile de las marionetas)
Es innegable: la historia de nuestra familia es nuestra historia. Reside en nosotros, nos guste o no.
Mark Wolynn (Este dolor no es mío)
nos fuimos con la promesa de que íbamos a volver. Aunque no lo supiéramos, diez años después, en 2020, íbamos a retornar a Santiago de Chile y a nuestra querida U para una etapa más, la última como jugador profesional y ya con la familia ampliada por la llegada de Emma Sofía, nuestra hija menor. Con Valentín jugando en las inferiores del club y con Santino, el de los milagros, formando parte de la escuela de fútbol inclusiva de la Universidad de Chile.
Walter Montillo (Gracias a la vida (Spanish Edition))
ha hecho exactamente lo que usted dijo en su conferencia referente a «Su amor sin importar su respeto». Él me amó cuando yo no en absoluto amorosa, y se aferró a su matrimonio y a su familia cuando no había absolutamente NADA a qué aferrarse. En octubre pasado, le pedí por favor que se fuera de la casa. Deseaba estar sola y solo sentía que ya no lo amaba. Se marchó de mala gana durante un par de semanas […] Yo sabía que mi vida y la vida de las niñas cambiaria drásticamente con un divorcio. Pensé en una visita compartida y en cómo haríamos para vender nuestra casa, la cual habíamos terminado de remodelar poco tiempo antes; pero no me importaba. ¡Solo quería terminar con todo eso! [Mientras tanto] él oraba, estudiaba libros y grabaciones sobre el matrimonio, y tomó la decisión de amarme sucediera lo que sucediera. Las niñas estaban empezando a extrañar no tenerlo en casa, entonces decidimos que no regresaría sino «hasta nuevo aviso». Y bien, él ponía su mano sobre la mía y oraba por mí y por nuestro matrimonio, mientras yo miraba el techo esperando ansiosa que terminara. Me dejaba notitas o una pequeña flor en el espejo del baño o en mi coche. Hacía tantas pequeñas cosas para mostrarme que me amaba y que no iba a dejar que su matrimonio terminara tan fácilmente. Todo esto me fastidiaba. ¿No puede entender que ya no lo amo, que ya no quiero estar con él? ¿Para qué está esforzándose tanto? Ya no sentía estar perdidamente «enamorada» de él. Mis necesidades no estaban siendo satisfechas así que quería terminar con todo; era muy egoísta
Emerson Eggerichs (Amor y respeto)
Una reciente encuesta que realizó la organización cristiana Cumplidores de Promesas, en los Estados Unidos, reveló que el sesenta y cinco por ciento de los hombres encuestados informaron del uso regular de la pornografía.1 Sin embargo, el pecado sexual es indudablemente un problema de enormes proporciones en el cuerpo de Cristo, y por lo general no se denuncia. Existen numerosas razones por las cuales estos hombres mantienen oculto su pecado. En primer lugar, es vergonzoso admitir el pecado sexual. En nuestra sociedad se adula a un hombre por ser un don Juan, pero casi cualquier otro comportamiento sexual que esté fuera de control se mira con suspicacia e inclusive con desdén. Si un hombre admite sus luchas ante un pastor, desde ese día se preguntará qué pensará su líder espiritual de él: «¿Pensará que soy raro? ¿Se preocupará de que yo esté cerca de los adolescentes, o peor todavía, de los niños? ¿Estará ese sermón sobre la lujuria dirigido a mí? ¿Le habrá dicho a otros de la iglesia acerca de mi problema?» Estas preocupaciones hacen difícil que el creyente pueda confiar en su pastor, y ni se diga en otros de la iglesia. En segundo lugar, aunque nuestra sociedad no considera que la fornicación o incluso el adulterio sean vergonzosos, en el movimiento evangélico estos pecados se consideran graves. Una mujer puede tener el terrible hábito de propagar chismes en la iglesia, un hombre puede estar obsesionado con su trabajo a costa de su familia, otro puede ser en extremo crítico con los que lo rodean, pero estos —así como muchos otros pecados— se pasan por alto en la iglesia. No obstante, si un hombre admite haber cometido adulterio, al instante se le juzga como alguien que está lejos de Dios. Aunque es probable que esa sea la verdad, existe desde luego una doble norma dentro del cuerpo de Cristo. Otro factor que contribuye para que un hombre mantenga oculto su pecado es la facilidad con que se puede llevar una doble vida, siendo religioso en lo exterior y practicando un pecado sexual en secreto. A diferencia de lo que ocurre con el abuso de drogas o el alcoholismo, un hombre puede mantener una vida normal aparente, sin que se le descubra. Hay un estilo de vida que acompaña al que se embriaga. Las drogas y el alcohol afectan la capacidad de la persona para funcionar de modo adecuado. La mayoría no puede mantener esta clase de hábito en secreto. En cambio, un hombre puede ser presidente, una celebridad o hasta un famoso evangelista y mantener una fachada exterior de respetabilidad, pero ser un adicto sexual.
Anonymous (En el altar de la idolatría sexual (Spanish Edition))
El país más rico del mundo no es el más feliz - Univision Dinero La historia de Qatar Gracias a su gas y su petróleo, Qatar se ha convertido en el país más rico del mundo, pero esa riqueza quizá no haya alcanzado para alegrar a loa cataríes. “Nos hemos vuelto urbanos. Nuestra vida social y económica ha cambiado, las familias se han separado y la cultura del consumo ha ganado terreno”, dice Kaltham Al Ghanim, profesor de sociología de la Universidad de Qatar. La web BBC Mundo afirma que la que fuera una nación extremadamente pobre hace un siglo, Qatar se ha vuelto el país más rico del mundo, con un ingreso per cápita de nada menos 100,000 dólares. Doha, la capital de Qatar, es un sitio en construcción. El país dispone de 200,000 millones de dólares para gastar en estadios e infraestructura de cara al Mundial de Fútbol de 2022. Lo que fuera una costa totalmente plana, hoy en día se encuentra en plena obra o a mitad del proceso de demolición. Según los medios locales, el 40 por ciento de los matrimonios llegan al divorcio. Más de dos terceras partes de la población –niños y adultos—son obesas. Educación y medicina gratuitas, trabajo garantizado, subvenciones para la compra de viviendas, ninguna cuota por el agua o la electricidad son algunas de las ventajas de los cataríes, aunque, resalta el medio, la abundancia les trajo problemas.
Anonymous
prendiendo a Pablo y a Silas, los condujeron al juzgado ante los jefes de la ciudad; 20 y presentándolos a los magistrados, dijeron: Estos hombres alborotan nuestra ciudad, son judíos; 21 y quieren introducir una manera de vida, que no nos es lícito abrazar, ni practicar, siendo como somos romanos. 22 Al mismo tiempo la plebe conmovida acudió de tropel contra ellos; y los magistrados mandaron que, rasgándoles las túnicas, los azotasen con varas. 23 Y después de haberles dado muchos azotes, los metieron en la cárcel, apercibiendo al carcelero para que los asegurase bien. 24 El cual recibida esta orden, los metió en un profundo calabozo, con los pies en el cepo. 25 Mas a eso de media noche, puestos Pablo y Silas en oración, cantaban alabanzas a Dios; y los demás presos los estaban escuchando, 26 cuando de repente se sintió un gran terremoto, tal que se meneaban los cimientos de la cárcel. Y al instante se abrieron de par en par todas las puertas; y se les soltaron a todos las prisiones. 27 En esto despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, desenvainando una espada iba a matarse, creyendo que se habían escapado los presos. 28 Entonces Pablo le gritó con grande voz, diciendo: No te hagas ningún daño, que todos sin faltar uno estamos aquí. 29 El carcelero entonces habiendo pedido luz, entró dentro; y estremecido se arrojó a los pies de Pablo y de Silas. 30 Y sacándolos a fuera, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para salvarme? 31 Ellos le respondieron: Cree en el Señor Jesús, y te salvarás tú y tu familia. 32 Y le enseñaron la doctrina del Señor a él y a todos los de su casa. 33 El carcelero en aquella misma hora de la noche llevándolos consigo, les lavó las llagas; y recibió luego el bautismo así él, como toda su familia. 34 Y conduciéndolos a su habitación, les sirvió la cena, regocijándose con toda su familia de haber creído en Dios. 35
Félix Torres Amat (La Sagrada Biblia (Spanish Edition))
Nuestras mejores soluciones, ideas y esfuerzos no bastan. Entonces es cuando necesitamos caer de rodillas y confiar en que Dios haga lo que solo él puede hacer. Al fin y al cabo, la oración es la diferencia entre lo mejor que tú puedes hacer y lo mejor que Dios puede hacer. ¡Y esa diferencia sí que es grande! Si caemos de rodillas, el Espíritu Santo cargará las cosas pesadas. Si caemos de rodillas, el Espíritu Santo nos revelará cosas que solo se pueden descubrir en la presencia de Dios. Si caemos de rodillas, el Espíritu Santo nos dará ideas divinas para nuestro ministerio, nuestra familia, nuestro negocio… para nuestra vida. La
Mark Batterson (Dibuja el círculo: 40 días para un reto devocional (Spanish Edition))
Enséñale sobre privilegios y desigualdades y la importancia de respetar la dignidad de todo aquel que no le quiera mal: enséñale que el servicio es igual de humano que ella, enséñale a saludar siempre al chófer. Relaciona estas expectativas con su identidad; dile, por ejemplo: «En nuestra familia, cuando eres pequeño, saludas a los mayores con independencia del trabajo que desempeñen».
Chimamanda Ngozi Adichie (Querida Ijeawele. Cómo educar en el feminismo)
Estoy seguro de que has oído las mismas historias de horror que yo: el remozamiento de la cocina que supuestamente llevaría dos semanas y terminó tardando seis, obligando así a la familia a consumir comida rápida durante más de un mes; la reparación eléctrica que se prolongó tres veces más de lo previsto; la minucia que acabó resultando interminable. Pues bien, hace un par de años mi amigo Eelco Rustenburg, también adepto a Agile, me contó en una cena que había decidido remodelar su casa de cabo a rabo. Acometería todas las habitaciones, haciendo una nueva instalación eléctrica, incorporando nuevos aparatos y dando a todo una nueva capa de pintura. Planeaba tardar únicamente seis semanas. Todos reímos y empezamos a obsequiar a Eelco nuestras trágicas historias de remodelación.
Jeff Sutherland (Scrum: El arte de hacer el doble de trabajo en la mitad de tiempo)
Vivir en una caja implica estar convencido de que son las demás personas y las circunstancias las responsables de nuestros sentimientos y de nuestra incapacidad para superarlos.
C. Terry Warner (Ataduras que liberan (Educación y familia) (Spanish Edition))
Tantos años asustando con que los comunistas nos quitarían las viviendas y al final hemos comprobado que han sido los bancos privados, protegidos y representados por trajeados hombres de negro, los que nos han robado la vivienda, el trabajo y el futuro de nuestras familias.
Alberto Garzón Espinosa (Por qué soy comunista (ATALAYA) (Spanish Edition))
Todo el mundo sueña con no morir nunca pero ¿y si nuestra longevidad extrema se generaliza y cualquiera puede vivir cinco mil años?
Eva García Sáenz (La vieja familia / Los hijos de Adán (La saga de los longevos #1-2))
¿Por qué esa súbita ternura cuando vemos tierra desde el barco? De golpe descubrimos que la amamos, que es nuestra patria de la que huimos pocos días antes, y volveremos a huir apenas pasada una semana. Igual que la familia.
Aurora Bernárdez (El libro de Aurora: Textos, conversaciones y notas de Aurora Bernárdez (Spanish Edition))
Creo interesante que todos nos hagamos una serie de preguntas respecto al talante educativo que se da muchas veces día con día en nuestras universidades: ¿se mueve la universidad según un espíritu elitista en la selección de los estudiantes, en la atención que se les presta a los más listos, o dóciles, o simpáticos, o de mejores familias? ¿Se rechaza por sistema a los problemáticos? ¿Quedan marginados los menos aptos? ¿Se fomenta en los métodos educativos un espíritu competitivo, sólo atento a reconocer el mérito de los mejores, o reina en la universidad la convicción de que cada uno será estimado por todos por lo que es, sin ser valorado únicamente por lo que rinda? ¿Se fomenta en la universidad una verdadera solidaridad?
Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León (La presencia de la ausencia)
Quiero contarle cómo se despidió mi abuela de nuestra casa. Le pidió a papá que sacara del desván un saco de grano y lo esparció por el jardín: "Para los pajarillos de Dios". Recogió en un cesto los huevos y los echó al patio: "Para nuestro gato y para el perro". Les cortó unos trozos de tocinoo. De todos los saquitos echó las simientes: de zanahoria, de calabaza, de pepinos, de cebollas. De diferentes flores. Y las esparció por el huerto: "Que vivan en la tierra". Luego le hizo una reverencia a la casa. Se inclinó ante el cobertizo. Recorrió los manzanos y los saludó a cada uno. Y el abuelo se quitó el gorro cuando nos marchamos.
Svetlana Alexievich (Voices from Chernobyl: The Oral History of a Nuclear Disaster)
El Señor nos ha dejado la misión de pacificar la tierra, comenzando por poner paz en nuestra alma, en la familia, en el lugar donde trabajamos… Contribuiremos eficazmente a que cesen rencores y discordias, a crear un clima de colaboración y de entendimiento mutuo.
Francisco Fernández-Carvajal (Hablar con Dios - Mayo 2018 (Spanish Edition))
1. Tratando a mis hijos con el mismo respeto que yo desearía recibir y dar. 2. Tratando a mis hijos de maneras que realcen sus sentimientos de importancia. 3. Aceptando a mis hijos como individuos únicos e independientes con derecho a tener sus propias ideas, sentimientos, pensamientos y opiniones. 4. Ayudando a mis hijos a tener una sensación de comunidad; creando actividades familiares en las que estén involucrados y considerando a nuestra familia como una “Comunidad de aprendizaje”. 5. Aumentando la sensación de seguridad de mis hijos al modelar una relación amorosa y respetuosa con mi cónyuge o, si soy padre soltero, con las otras personas significativas en mi vida.
Gerald Newmark (Como Criar Niños Emocionalmente Sanos: Satisfaciendo Sus Cinco Necesidades Vitales Y También Las de los Padres! Edición Actualizada (Spanish Edition))
No respira, apenas cuenta ya en absoluto, renquea, es pobre, está marginada, sus edificios se caen a pedazos, sus profesores se ven humillados, frustrados, ridiculizados, sus alumnos han dejado de estudiar, se muestran distraídos o violentos, defendidos por sus familias, caprichosos y procaces, su noble tradición está en irremisible decadencia. Decepcionada, angustiada, deprimida, no sólo nadie le otorga reconocimiento, sino que es criticada, ignorada, violada por nuestros gobernantes, que han recortado cínicamente sus recursos y han dejado de creer en la importancia de la cultura y de la formación que ésta debe defender y transmitir. ¿Ha muerto ya? ¿Sigue viva? ¿Sobrevive? ¿Sirve aún de algo, o está destinada a ser un residuo de un tiempo definitivamente pasado? Éste es el retrato del extravío de nuestra Escuela.
Massimo Recalcati (La hora de clase: Por una erótica de la enseñanza (Argumentos nº 504))
El universo nos apoya en cada una de nuestras deciciones
Yahaira Florentino (La Salud Que Te Conviene: Guia Fácil Para Mantener A Tu Familia Sana (Spanish Edition))
Él se volvió a reír, esta vez sin humor. Estoy siendo duro conmigo mismo. A mí no me llames hombre ni soldado. Llama hombres y soldados a los hombres que se quedaron allí. A los hombres de mi compañía. A Man. Todos están muertos o en la cárcel, pero al menos saben que son hombres. De hecho, son tan peligrosos que para tenerlos encerrados hacen falta hombres armados. Aquí no damos miedo a nadie. La única gente a la que asustamos es a nuestras mujeres e hijos. Y a nosotros mismos. Yo conozco a estos tipos. Les vendo alcohol. Oigo sus historias. Vuelven a casa del trabajo, gritan a sus mujeres e hijos y les dan una paliza de vez en cuando solamente para demostrarles que son hombres. Pero no lo son. Los hombres protegen a sus mujeres e hijos. Los hombres no tienen miedo de morir por su familia, por su país, por sus amigos. No viven el tiempo suficiente como para verlos morir a todos. Y sin embargo, eso es lo que yo he hecho.
Viet Thanh Nguyen (The Sympathizer (The Sympathizer, #1))
Esta casa es demasiado grande para lo que queda de nuestra familia.
Lize Spit (El deshielo)
Las peores organizaciones ofrecen un sueldo, pero espiritualmente están en bancarrota y son perfectamente incapaces de proporcionarnos la alegría, la satisfacción o la paz que encontramos, por ejemplo, en nuestras familias y tradiciones espirituales.
Chris Lowney (Vivir heroicamente: Las Prácticas De La Compañía De Jesús Que Cambiaron El Mundo (Spanish Edition))
nuestras familias, recuerdos, traumas, sueños, temores, amores y esperanzas determinan nuestras identidades, nuestras conciencias.
G.G. Melies (ALGOCRACIA CUÁNTICA: Las conciencias muertas de Sagitario A* (Novela de Ciencia Ficción en español))
August es el Sol. Mamá, papá y yo somos planetas que orbitamos alrededor del Sol. El resto de nuestra familia y amigos son asteroides y cometas que flotan alrededor de los planetas que orbitan alrededor del Sol. El único cuerpo celeste que no orbita alrededor del Sol August es la perra Daisy, y eso se debe únicamente a que, para sus diminutos ojos perrunos, la cara de August no se diferencia gran cosa de la de cualquier otro ser humano. Para Daisy, todas nuestras caras son parecidas, tan planas y pálidas como la luna.
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