Mujeres Hermosas Quotes

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Creo que el amor, como la eternidad, es una ambición. Una hermosa ambición de los humanos.(Mujeres de Ojos Grandes)
Ángeles Mastretta
Estaba meditando sobre el gran placer que pueden causar un par de ojos bonitos en el rostro de una mujer hermosa.
Jane Austen (Orgullo y prejuicio)
Creo que el amor, como la eternidad, es una ambición. Una hermosa ambición de los humanos
Ángeles Mastretta (Mujeres de ojos grandes)
Una mujer hermosa no lo es por su aspecto, sino por su carácter.
David Safier (Mieses Karma (Mieses Karma, #1))
La tierra es un barco demasiado grande para mí. Es un viaje demasiado largo. Es una mujer demasiado hermosa. Es un perfume demasiado intenso. Es una música que no sé tocar. Perdonadme. Pero no voy a bajar. Dejadme volver atrás.
Alessandro Baricco (Novecento. Un monologo)
Nunca un caballero que se aprecie de serlo desaira a una dama en sus deseos aunque uno vea el engaño en sus ojos, pues todo hombre debe saber antes de comenzar a amar en la vida, que la sonrisa de una mujer hermosa es como una rosa en la punta de una daga.
Ignacio Ramírez "El Nigromante"
Cualquiera que hubiera amado de verdad alguna vez sabía que el amor era capaz de inspirar desde un acto tan simple como cortar unas hermosas flores para la mujer amada, hasta uno tan bizarro como dar la vida por ella.
Juani Hernández (Entre el Sol y la Luna (Saga de Los Lagos, #2))
Dulcinea del Toboso es la más hermosa mujer del mundo, y yo el más desdichado caballero de la tierra, y no es bien que mi flaqueza defraude esta verdad. Aprieta, caballero, la lanza, y quítame la vida, pues me has quitado la honra.
Miguel de Cervantes Saavedra
Es como la elegancia, mi María, que está en el buen gusto, y no en el costo. La elegancia del vestido,-la grande y verdadera,-está en la altivez y fortaleza del alma. Un alma honrada, inteligente y libre, da al cuerpo más elegancia, y más poderío a la mujer, que las modas más ricas de las tiendas. Mucha tienda, poca alma. Quien tiene mucho adentro, necesita poco afuera. Quien lleva mucho afuera, tiene poco adentro, y quiere disimular lo poco. Quien siente su belleza, la belleza interior, no busca afuera belleza prestada: se sabe hermosa, y la belleza hecha echa luz.
José Martí (Cartas A María Mantilla)
Es hermosa y más que hermosa: es sorprendente. Lo negro en ella abunda; y es nocturno y profundo cuanto inspira. Sus ojos son de astros en que centellea vagamente el misterio, y su mirada ilumina como el relámpago: es una explosión en las tinieblas.
Charles Baudelaire (Paris Spleen)
   Dile con lengua curiosa cosas de que no disguste, y ten por cierta una cosa: que no hay mujer que no guste de oírse llamar hermosa.
Miguel de Cervantes Saavedra (Pedro de Urdemalas)
La hermosa mujer con la que soñaba compartir la vida ya tenía una vida.
Bernhard Schlink (Die Frau auf der Treppe - Leseprobe)
Es una realidad que la historia de la humanidad es hermosa, es una pena que la del humano sea tan triste.
Simone de Beauvoir (La mujer rota)
El rostro de las mujeres hermosas envejece casi siempre antes que el alma
Stendhal (ROJO Y NEGRO (Spanish Edition))
Mi madre es una de esas mujeres que hace enmudecer a una sala cuando entra; es elegante, atractiva pero no hermosa, y proyecta esa luz que tienen aquellos que parecen tocados con la varita mágica al nacer
Laura Riñón Sirera (Amapolas en octubre)
La moda se desvanece, el estilo es eterno" "Nada hace más hermosa a una mujer que la creencia de que es hermosa" "Lo que vistes es la forma en que te presentas al mundo, especialmente hoy, cuando los contactos humanos son tan fugaces. La moda es el lenguaje instantáneo" "La moda puede comprarse. El estilo es algo que uno debe poseer" "La sencillez es la máxima sofisticacción" "Recuerda que vestirse siempre discretamente y con buen gusto es lo mismo que hacerse el muerto" "El mundo es un libro y aquellos que no viajan leen sólo una página
Nina García (The Little Black Book of Style)
»Si alguna mujer hermosa viniere a pedirte justicia, quita los ojos de sus lágrimas y tus oídos de sus gemidos, y considera de espacio la sustancia de lo que pide, si no quieres que se anegue tu razón en su llanto y tu bondad en sus suspiros.
Miguel de Cervantes Saavedra (Don Quijote de la Mancha: Edición de Francisco Rico)
La libertad hermosa y pura de una mujer era infinitamente más maravillosa que cualquier amor sexual. La única desgracia era que los hombres estuvieran tan retrasados en este asunto con respecto a las mujeres. Insistían en la cosa del sexo como perros.
D.H. Lawrence (El amante de lady Chatterley)
Se puede sobrevivir a la certeza de que una determinada mujer es la más hermosa que jamás se ha visto, sí; pero es tanto más difícil seguir viviendo luego de experimentar el convencimiento absoluto de que esa mujer es y será, también, la más hermosa que jamás se verá en toda la vida.
Rodrigo Fresán (El fondo del cielo)
La tía Daniela se enamoró como se enamoran siempre las mujeres inteligentes: como una idiota. [...] Era tan sabia que ningún hombre quería meterse con ella, por más que tuviera los ojos de miel y una boca brillante, por más que su cuerpo acariciara la imaginación despertando las ganas de mirarlo desnudo, por más que fuera hermosa como la virgen del Rosario. Daba temor quererla porque algo había en su inteligencia que sugería siempre un desprecio por el sexo opuesto y sus confusiones.
Ángeles Mastretta (Mujeres de ojos grandes)
...había pocas cosas en el mundo más hermosas que una mujer escribiendo. Ocho mujeres haciéndolo era una de esas cosas.
Gustavo Arango
La mayoría de las cosas buenas y hermosas son llevadas a cabo por mujeres menospreciadas por la mayoría.
Gillian Flynn (Gone Girl)
Sabed, le dijo la hermosa dama con quien cenaba, que las que a veces califican de mujeres sin honra casi siempre poseen las virtudes de un hombre honrado;
Voltaire (Micromegas y otros cuentos filosóficos (Spanish Edition))
Todas esas fantasmagorías son casi tan bellas como los ojos de mi hermosa amada, la locuela monstruosa de ojos verdes.
Charles Baudelaire (Paris Spleen)
Los antiguos decían: una mujer hermosa destroza la vida como un hacha. Cuando al caer la tarde, el ser de la flor y del árbol se marchitan, ya no queda más que madera y hojas secas para la hoguera.
Saikaku Ihara (The Life of an Amorous Woman and Other Writings)
sabemos lo que les pasa a las mujeres con un pelo que no brilla: la gente deja de percibirlas como seres humanos, se vuelven invisibles en la sociedad, nadie las registra, ni mucho menos las fecunda.
Malena Pichot (Hermostra: Cómo ser hermosa, sexy, joven y hermosa (Spanish Edition))
—Me dijeron que recogería a una hermosa mujer con vestido rojo —respondió el conductor—. Pero estoy seguro que el Sr. Silva no se quejará si tengo a la mujer equivocada. Le di una sonrisa mientras me deslizaba al interior del automóvil. —Estoy segura de que no lo haría. Antes de que el conductor cerrara la puerta, se detuvo. —Así que, ¿cuál es usted? ¿La mujer correcta o la incorrecta? Lo miré a los ojos y le dije—: Ambas.
Nicole Williams (Mischief in Miami (Great Exploitations, #1))
Una mujer hermosa no es la más joven, ni la más flaca, ni la que tiene el cutis más terso o el cabello más llamativo, es aquella que con tan sólo una franca y abierta sonrisa y un buen consejo puede alegrarte la vida.
Gabriel García Márquez
El pensó que el oficio de tejedora era una hermosa metáfora de la personalidad de su mujer, quien iba por la vida coleccionando y tejiendo historias y gente, así como coleccionaba y tejía hilos y lanas de todos los colores
Isabel Allende (The Wind Knows My Name)
Dulcinea del Toboso es la más hermosa mujer del mundo y yo el más desdichado caballero de la tierra, y no es bien que mi flaqueza defraude esta verdad. Aprieta, caballero, la lanza y quítame la vida, pues me has quitado la honra.
Miguel de Cervantes Saavedra (Don Quijote de la Mancha (Spanish Edition))
Si alguna mujer hermosa viniere a pedirte justicia, quita los ojos de sus lágrimas y tus oídos de sus gemidos, y considera de espacio la sustancia de lo que pide, si no quieres que se anegue tu razón en su llanto y tu bondad en sus suspiros.
Miguel de Cervantes Saavedra
No era sólo su aspecto lo que la hacía hermosa. La belleza no era una representación estética: era la esencia, el espíritu que la animaba. Se expresaba mejor a través del movimiento, de la conducta y del talento. Una mujer hermosa era una mujer dinámica y completa.
Jean M. Auel (The Mammoth Hunters (Earth's Children, #3))
Te amo más que a mi vida, Brynne. De hecho, no puedo vivir sin ti. Jamás lamentaré que vayamos a tener un bebé, nunca dejaré de amarte ni a ti ni a nuestros hijos. Eres mi vida, estás atada a mí. Y sigues siendo la mujer más hermosa del mundo. ¡De todo el puto mundo!
Raine Miller (Rare and Precious Things (The Blackstone Affair, #4))
EL AMENAZADO Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir. Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única. ¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras, la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad, las galerías de la Biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño? Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo. Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz. Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo. Es el amor con sus mitología, con sus pequeñas magias inútiles. Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar. Ya los ejércitos me cercan, las hordas. (Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.) El nombre de una mujer me delata. Me duele una mujer en todo el cuerpo.
Jorge Luis Borges (The Gold of the Tigers: Selected Later Poems)
- No tienes por qué estar nerviosa eres cómo Galatea. - ¿Quién? - Galatea. Leímos algo sobre ella en el curso de Mr. Evers. Una chica desdichada que se convirtió en una hermosa mujer y nadie la reconoció. Ella pensó un momento. - Quiero que me reconozcan - Dijo finalmente, - Te comprendo. Vamos.
Stephen King (Carrie)
El ángel y apóstol de la revelación venidera debía ser una mujer, sin duda, pero una mujer virtuosa, pura, hermosa, sabia y prudente, todo ello no a través de una oscura pena sino a la luz de la alegría, poniendo de manifiesto, con la verdad de su ejemplo, cómo el amor consagrado debe hacernos felices.
Nathaniel Hawthorne (La letra escarlata)
Y, así como la víbora no merece ser culpada por la ponzoña que tiene, puesto que con ella mata, por habérsela dado naturaleza, tampoco yo merezco ser reprehendida por ser hermosa; que la hermosura en la mujer honesta es como el fuego apartado o como la espada aguda, que ni él quema ni ella corta a quien a ellos no se acerca.
Miguel de Cervantes Saavedra (Don Quijote de la Mancha (Spanish Edition))
escogella. Y, así como la víbora no merece ser culpada por la ponzoña que tiene, puesto que con ella mata, por habérsela dado naturaleza, tampoco yo merezco ser reprehendida por ser hermosa; que la hermosura en la mujer honesta es como el fuego apartado o como la espada aguda, que ni él quema ni ella corta a quien a ellos no se acerca.
Miguel de Cervantes Saavedra (Don Quijote)
Marcela: Hízome el cielo, según vosotros decís, hermosa, y de tal manera, que, sin ser poderosos a otra cosa, a que me améis os mueve mi hermosura, y por el amor que me mostráis, decís, y aun queréis, que esté yo obligada a amaros. Yo conozco, con el natural entendimiento que Dios me ha dado, que todo lo hermosos es amable; mas no alcanzo que, por razón de ser amado, esté obligado lo que es amado por hermoso a amar a quien le ama.
Miguel de Cervantes Saavedra (Don Quijote de la Mancha I)
—Ash —dijo, su voz entusiasta—, ¿puedes hacer algo por mí? —Cualquier cosa, Sota. Dilo y es tuyo. —Hazme hermosa. El giró su rostro hacia él y le dio un beso en los labios que prendió fuego a su sangre. Retirándose él le sonrió. —Ya está. Eres la mujer más bella del mundo. Tory se giró hacia el espejo, muriéndose por ver como lucía. Cuando se vio a sí misma, frunció el ceño. No había cambiado. —¡Ash! —¿Qué? — le pregunto inocentemente, tirando de su espalda contra su pecho a fin de que pueda mirarla en el espejo. —No hiciste nada. Su mirada se encontró con la suya y la sinceridad en esos remolinantes ojos de plata la quemaron. —Tú eres la mujer más bella del mundo, Soteria. Esta es la mujer de la que me enamoré y no hay nada acerca de ti que yo cambiaría. Recostándose sobre él, se inclinó para tocar su mejilla. —¿De verdad? —Por supuesto. Y espero que algún día, tengamos una casa llena de niños que luzcan como tú.
Sherrilyn Kenyon
Y, por mucho que se sentimentalizara, este asunto del sexo era una de las relaciones y ataduras más antiguas y sórdidas. Los poetas que lo glorificaban eran hombres la mayoría. Las mujeres siempre habían sabido que había algo mejor, algo más elevado. Y ahora lo sabían con más certeza que nunca. La libertad hermosa y pura de una mujer era infinitamente más maravillosa que cualquier amor sexual. La única desgracia era que los hombres estuvieran tan retrasados en este asunto con respecto a las mujeres.
D.H. Lawrence (Lady Chatterley's Lover (Macmillan Collector's Library))
Mira, sé que eres mujer hermosa; 12en cuanto te vean los egipcios dirán: «Ésa es su mujer»; y me matarán a mí, y a ti te dejarán con vida. 13Por favor, di que eres mi hermana para que me vaya bien gracias a ti, y con tu ayuda conserve la vida. 14En efecto, cuando Abrán entró en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era muy hermosa. 15La vieron los ministros del faraón y la elogiaron ante el faraón; y la mujer fue llevada al palacio del faraón. 16A Abrán le fue bien gracias a ella y obtuvo ovejas y vacas, asnos, esclavos y esclavas, asnas y camellos.
Facultad de Teología (Sagrada Biblia: Universidad de Navarra (Spanish Edition))
Al poco tiempo tuvo una hija que era tan blanca como la nieve, tan roja como la sangre y tenía los cabellos tan negros como el ébano, y por eso la llamaron Blancanieves. Y, nada más crecer la niña, murió la reina. Pasado un año, el rey tomó otra esposa. Era una mujer hermosa, pero orgullosa y arrogante, y no podía soportar que alguien la superase en belleza. Tenía un espejo maravilloso y, cuando se situaba frente a él y se miraba, decía: -Espejito, espejito de la pared, la más hermosa de todo el reino, ¿quién es? A lo que el espejo respondía: -Mi reina y señora, en el reino vos sois la más hermosa. Entonces se quedaba satisfecha, pues sabía que el espejo decía la verdad. Pero Blancanieves fue creciendo y fue haciéndose cada vez más bella, y cuando hubo cumplido siete años, era ya tan linda como la luz del día y más hermosa que la propia reina. En una ocasión le preguntó a su espejo: -Espejito, espejito de la pared, la más hermosa de todo el reino, ¿quién es? El espejo respondió: -Mi reina y señora, vos sois aquí la más hermosa, pero Blancanieves es mil veces que vos más preciosa. Entonces la reina se asustó y se puso amarilla y verde de envidia.
Jacob Grimm (Cuentos de los hermanos Grimm)
En el fondo de las pasiones, más allá del placer, hay siempre un poco de remordimiento; por esto el Evangelio, ese recurso eterno de los desgraciados, nos ha dado por sostén a nosotras, pobres mujeres, la hermosa parábola de la pecadora y de la mujer adúltera. Así, pues, os lo confieso, recordando esos delirios de mi juventud, pienso algunas veces que Dios me los perdonará, porque, si no la excusa, al menos se ha encontrado la compensación en mis sufrimientos; pero vos, ¿qué tenéis que temer en todo esto, vosotros los hombres a quienes el mundo disculpa todo, y a quienes el escándalo ennoblece?
Alexandre Dumas (El conde de Montecristo: Ilustrado (Spanish Edition))
con cada ráfaga de viento. Era una coca vieja, y ni en sus mejores años la habrían calificado de hermosa. El mascarón de proa era una mujer que reía al tiempo que sujetaba a un recién nacido por un pie, pero tanto las mejillas de la mujer como el culo del niño estaban carcomidos. El casco había recibido capa tras capa de deslustrada pintura marrón, y las velas eran grisáceas y andrajosas. Nadie miraría dos veces aquel barco, salvo para preguntarse cómo podía mantenerse a flote. Pero la Alegre Comadrona era conocida en Puerto Blanco, ya que durante años había realizado modestos intercambios comerciales
George R.R. Martin (Danza de dragones (Canción de hielo y fuego, #5))
«—Ves a ese elegante joven, penetrando en la hermosa y calma mansión: se llama Duval, Dufour, Armando, Mauricio, ¿qué sé yo? Una mujer se ha consagrado a querer a ese maligno idiota: está muerta, con seguridad ahora es una santa en el cielo. Tú me matarás como él mató a esa mujer. Es nuestro destino, el destino de los corazones caritativos…» ¡Ay! algunos días se le antojaba que todos los hombres laboriosos eran juguetes de delirios grotescos; se reía largo rato, espantosamente. Luego recobraba sus modales de joven madre, de hermana querida. ¡Si fuera menos salvaje, estaríamos salvados! Pero su dulzura también es mortal. Yo estoy sometida a él. ¡Ah! ¡Si seré loca!
Arthur Rimbaud (A Season in Hell)
Con frecuencia se me ocurrió pensar en la razón de que sean tan perjudiciales las relaciones demasiado frecuentes entre muchachas; y me parece que esa razón está en que tales relaciones llegan a destruir la ilusión, sin que la expliquen. El más hondo destino de la mujer es ser compañera del hombre: en cambio, si se acostumbra a estar demasiado tiempo con personas del mismo sexo, se convierte en dama de compañía. Si tuviese que imaginarme a la doncella ideal, la colocaría siempre sola en el mundo: ante todo, no debería tener amigas. Es cierto que las Gracias fueron tres, pero jamás se las pinta hablando entre sí; constituyen una trinidad silenciosa, una hermosa unidad femenina.
Søren Kierkegaard (The Seducer's Diary)
TRASTORNO DE DISMORFIA CORPORAL Explica Germaine Greer en su mencionado libro, La mujer completa, cómo funciona esa perversa relación entre belleza, salud, autoestima y codicia capitalista en lo que se refiere a las mujeres. Así, expone que toda mujer sabe que por muchos que sean sus demás méritos, no vale nada si no es guapa o atractiva o aparenta serlo. También sabe que cada día que pasa va perdiendo implacablemente la belleza, poca o mucha, que posee. Aunque sea extraordinariamente hermosa, jamás será suficientemente bella. Siempre habrá alguna parte de su cuerpo que no dará la talla. Ejemplo: «Cualquiera que sea la cantidad de vello que tenga, siempre será excesiva. Si su cuerpo es lo bastante delgado, sus senos son esmirriados. Si tiene un pecho abundante, seguro que el culo es demasiado gordo. Descubrí muy pronto que una mujer hermosa no se considera en absoluto bella. A menudo vive atenazada por la inseguridad. Toda mujer tiene algo que no le gusta de su aspecto.»331 Pero ningún ejemplo mejor que la explicación sobre el Trastorno de dismorfia corporal (TDC), definido por los científicos como la preocupación anormal por algún supuesto defecto del propio cuerpo. Cita Greer la reunión anual del Real Colegio de Psiquiatría estadounidense que ya en 1996 explicó que los individuos que sufren este trastorno tienen muchas dificultades en su vida social, presentan una fuerte incidencia de depresiones y un 25 %
Nuria Varela (Feminismo para principiantes)
Una hermosa mujer con una risa radiante que la alumbraba el rostro, de opulenta cabellera trenzada en nudos antiguos, en la cual el polvo blanco aparecía como una escarcha ligera, descansaba la cabeza sobre el brazo izquierdo, desnuda entre una oscura pelliza. Su mano derecha jugaba con una fusta, y su pie, desnudo, reposaba descuidado sobre un hombre, tendido ante ella como un esclavo o un perro; y este hombre, de rasgos acentuados, pero de buen dibujo, en los que se leía una profunda tristeza y una devoción apasionada, alzaba hacia ella los ojos de un mártir, exaltado y ardiente. El hombre, taburete vivo bajo los pies de la mujer, no era otro que Severino, pero sin barba, con lo que parecía tener diez años menos.
Leopold von Sacher-Masoch (Venus in Furs)
Si los hombres pudieran vernos como realmente somos, se asombrarían; pero los hombres más inteligentes y agudos se engañan a menudo con respecto a las mujeres: no saben verlas a su auténtica luz, no las entienden, ni para bien ni para mal: la mujer que consideran buena es una cosa extraña, medio ángel, medio muñeca; la mujer que creen mala es casi siempre un demonio. ¡Tener que oír, además, cómo se extasían con las creaciones de otros, adorando a la heroína de tal poema, novela u obra teatral, tachándola de hermosa, de divina! Hermosa y divina puede que lo sea, pero casi siempre es totalmente artificial, falsa como la rosa de mi mejor sombrero, que tengo aquí. Si dijera lo que pienso sobre este asunto; si diera mi verdadera opinión sobre algunos de los principales personajes femeninos de obras de primera categoría, ¿dónde estaría? Muerta bajo un montón de piedras vengadoras en media hora.
Charlotte Brontë (Shirley)
El farol que la bruja había plantado -sin saberlo- brilló día y noche en el bosque narniano, de modo que el lugar donde creció acabó llamándose el Erial del Farol; y cuando, muchos años más tarde, otra niña de nuestro mundo entró en Narnia, una noche nevada, la pequeña encontró el farol todavía encendido. Y aquella aventura estuvo, en cierto modo, conectada con las que te acabo de contar. La cosa sucedió así. El árbol que surgió del corazón de la manzana que Digory plantó en el jardín trasero, vivió y creció hasta convertirse en un árbol espléndido. Al crecer en el suelo de nuestro mundo, muy lejos del sonido de la voz de Aslan y lejos del aire juvenil de Narnia, no dio manzanas capaces de revivir a una mujer moribunda como había sucedido con la madre de Digory, aunque sí dio las manzanas más hermosas de todo el país, que además eran sumamente saludables, aunque no del todo mágicas. Sin embargo, en su interior, en su misma savia, el árbol -por así decirlo- jamás olvidó aquel otro árbol de Narnia al que pertenecía. En ocasiones se movía de un modo misterioso cuando no soplaba viento: creo que cuando eso sucedía soplaban fuertes vientos en Narnia y el árbol inglés se estremecía porque, en aquel momento, el árbol de Narnia se balanceaba y oscilaba bajo un fuerte vendaval del sudoeste. Fuera como fuese, se demostró más tarde que quedaba aún magia en su madera; pues cuando Digory era ya un hombre de mediana edad -que se había convertido además en famoso erudito, catedrático y gran viajero- y la vieja casa de los Ketterley le pertenecía, estalló una gran tormenta en todo el sur de Inglaterra que derribó el árbol. Como no soportaba la idea de hacer que lo cortaran para convertirlo en leña, pidió que construyeran un armario con parte de la madera, que luego colocó en su enorme casa en el campo. Él no descubrió las propiedades mágicas de aquel armario, pero otra persona sí lo hizo, y así empezaron todas las idas y venidas entre nuestro mundo y el de Narnia, sobre las que puedes leer en otros libros.
C.S. Lewis (The Magician’s Nephew (Chronicles of Narnia, #6))
La tez descolorida y mate tenía una apariencia de serenidad que inspiraba como una especie de respeto instintivo hacia aquella alma, cuyos movimientos no revelaban ninguna alteración exterior; aquellos ojos en que nadaba la pálida pupila en un esmalte blanco y vidrioso, tenían una expresión vaga y misteriosa que debía excitar la curiosidad de todo observador. Parecía que leían profundamente en los de los demás, y su inmovilidad era metálica cuando dos confiaban de un examen indiscreto: una mujer no podía sostener su brillo cuando era hermosa; un enemigo no podía sorprender en ellos el secreto de ninguna debilidad. Era un hombre a quien siempre se podía mirar sin hallarle nunca inferior a sí mismo; un rostro que podía abandonarse a la distracción sin afearse, como a casi todos sucede; una fisonomía que atraía como el imán. Ninguna mujer le veía con indiferencia, y si a veces le denigraba la boca, no perdía fácilmente su recuerdo la imaginación; nadie le encontraba por primera vez sin seguirle con la vista todo el tiempo que podía; ningún artista podía verle sin admirar su singularidad y desear reproducirla.
George Sand (Valentine)
Quien sea el sustento de los suyos con su trabajo no tiene ya derecho a sacrificarse. Eso es desertar de la familia. ¡Y los que tienen hijas y los que tienen hermanas! ¿Lo habéis pensado? Dejáis que os maten, ya estáis muertos, muy bien. ¿Y mañana? Unas muchachas sin pan, ¡qué cosa tan terrible! El hombre pide limosna, la mujer se vende. (...) Pensad en vuestras hermanas, los que las tengáis. La miseria, la prostitución, los guardias, Saint-Lazare, a eso es a lo que van a ir a parar esas jóvenes delicadas y hermosas, esos frágiles prodigios de pudor, de encanto y de hermosura, más lozanos que las lilas del mes de mayo. ¡Ah, que habéis querido que os matasen! ¡Ah, que ya no estáis ahí! Muy bien; por querer sacar al pueblo de las manos de la monarquía, entregáis a vuestras hijas a la policía. Amigos, cuidado, tened compasión. Hay poca costumbre de acordarse de las mujeres, de las desdichadas mujeres. Nos fiamos de que a las mujeres no las educaron como a los hombres, les impedimos leer, les impedimos pensar, les impedimos meterse en política. Pero ¿vais a poder impedirles que vayan a la morgue esta noche para identificar vuestros cuerpos? Vamos, que quienes tengan familia se porten como buenas personas y nos den un apretón de manos y se vayan y nos dejen rematar solos este asunto. Ya sé que se necesita mucho valor para irse, es difícil; pero más que difícil es meritorio.
Victor Hugo (Les Misérables)
Se puede partir de cualquier cosa, una caja de fósforos, un golpe de viento en el tejado, el estudio número 3 de Scriabin, un grito allá abajo en la calle, esa foto del Newsweek, el cuento del gato con botas, el riesgo está en eso, en que se puede partir de cualquier cosa pero después hay que llegar, no se sabe bien a qué pero llegar, llegar no se sabe bien a qué, y el riesgo está en que en una hora final descubras que caminaste volaste corriste reptaste quisiste esperaste luchaste y entonces, entre tus manos tendidas en el esfuerzo último, un premio literario o una mujer biliosa o un hombre lleno de departamentos y de caspa en vez del pez, en vez del pájaro, en vez de una respuesta con fragancia de helechos mojados, pelo crespo de un niño, hocico de cachorro o simplemente un sentimiento de reunión, de amigos en torno al fuego, de un tango que sin énfasis resume la suma de los actos, la pobre hermosa saga de ser hombre. No hay discurso del método, hermano, todos los mapas mienten salvo el del corazón, pero dónde está el norte en este corazón vuelto a los rumbos de la vida, dónde el oeste, dónde el sur. Dónde está el sur en este corazón golpeado por la muerte, debatiéndose entre perros de uniforme y horarios de oficina, entre amores de interregno y duelos despedidos por tarjeta, dónde está la autopista que lleve a un Katmandú sin cáñamo, a un Shangri-La sin pactos de renuncia, dónde está el sur libre de hienas, el viento de la costa sin cenizas de uranio, de nada te valdrá mirar en torno, no hay dónde ahí afuera, apenas esos dóndes que te inventan con plexiglás y Guía Azul. El dónde es un pez secreto, el dónde es eso que en plena noche te sume en la maraña turbia de las pesadillas donde (donde del dónde) acaso un amigo muerto o una mujer perdida al otro lado de canales y de nieblas te inducen lentamente a la peor de las abominaciones, a la traición o a la renuncia, y cuando brotas de ese pantano viscoso con un grito que te tira de este lado, el dónde estaba ahí, había estado ahí en su contrapartida absoluta para mostrarte el camino, para orientar esa mano que ahora solamente buscará un vaso de agua y un calmante, porque el dónde está aquí y el sur es esto, el mapa con las rutas en ese temblor de náusea que te sube hasta la garganta, mapa del corazón tan pocas veces escuchado, punto de partida que es llegada. Y en la vigilia está también el sur del corazón, agobiado de teléfonos y primeras planas, encharcado en lo cotidiano. Quisieras irte, quisieras correr, sabes que se puede partir de cualquier cosa, de una caja de fósforos, de un golpe de viento en el tejado, del estudio número 3 de Scriabin, para llegar no sabes bien a qué pero llegar.
Julio Cortázar
Debido a su intuición de la unidad de la naturaleza, su mente, su ojo y su pluma se lanzaron a detectar relaciones saltando de una disciplina a otra. «Esta búsqueda constante de formas básicas, recurrentes y orgánicas suponía que, cuando miraba un corazón como un fruto rodeado de una red de venas, veía, y dibujaba a su lado, los brotes que germinan de una semilla —escribió Adam Gopnik—. Al estudiar los rizos de la cabeza de una bella mujer, pensaba en el movimiento circular de un remolino de agua.»[14] Su dibujo de un feto en el útero pone de manifiesto su parecido con una semilla dentro de la cáscara. Al inventar instrumentos musicales, Leonardo estableció una comparación entre el funcionamiento de la laringe y el glissando de una flauta. Al participar en el concurso de proyectos para el tiburio de la catedral de Milán, fijó una correspondencia entre arquitectos y médicos que reflejaba la analogía fundamental de su arte y su ciencia: la que existe entre el mundo físico y la anatomía humana. Al diseccionar una extremidad y dibujar sus músculos y tendones, trazaba asimismo cuerdas y palancas. Vimos un ejemplo de este análisis basado en pautas y patrones en la «hoja temática», en la que se disponía una relación de semejanza entre las ramas de un árbol y las arterias de un ser humano, que Leonardo también aplicaba a los ríos y sus afluentes. «La suma de todas las ramas de un árbol en cada una de sus distintas alturas resulta igual al grosor del tronco principal —escribió en otro lugar—. La suma de las ramificaciones de un curso de agua en cada uno de sus puntos, si fluyen con la misma rapidez, es igual al caudal de la corriente principal.»[15] Esta conclusión todavía se conoce como «regla de Da Vinci» y se ha demostrado cierta siempre que las ramas no sean muy grandes: la suma de las áreas transversales de todas las ramas en un determinado punto de ramificación equivale al área transversal del tronco o de la rama madre.[16] Otra analogía que hizo fue comparar la forma en que la luz, el sonido, el magnetismo y las reverberaciones causadas por un golpe de martillo se propagan siguiendo un patrón concéntrico, en general en forma de ondas. En uno de sus cuadernos realizó una serie de pequeños dibujos puestos en columna para indicar cómo se expande cada campo de fuerza. Incluso ilustró lo que sucedía cuando cada tipo de onda chocaba con un orificio en la pared; prefigurando los estudios que realizaría el físico neerlandés Christiaan Huygens al cabo de casi dos siglos, representó la difracción que se produce cuando las ondas atraviesan la abertura.[17] La mecánica de ondas constituyó para Leonardo una simple curiosidad pasajera, pero incluso en ella su genio parece asombroso. Las correlaciones que Leonardo establecía entre distintas disciplinas le servían para orientar sus investigaciones. La comparación entre los remolinos de agua y las turbulencias del aire, por ejemplo, le proporcionó el marco para estudiar el vuelo de las aves. «Con el fin de exponer la verdadera ciencia del vuelo de las aves en el aire —escribió—, tenemos que tratar primero de la ciencia de los vientos, que probaremos por el movimiento de las aguas.»[18] Aun así, los patrones que discernía eran más que simples guías útiles para el estudio. Los consideraba revelaciones de verdades esenciales, manifestaciones de la hermosa unidad de la naturaleza.
Walter Isaacson (Leonardo da Vinci: La biografía (Spanish Edition))
Pero ¡cuántas mujeres hermosas hay en este mundo, Dios mío! Casi todas. ¡Gracias, Señor, gracias; gratias agimus tibi propter magnam gloriam tuam! ¡Tu gloria es la hermosura de la mujer, Señor!
Miguel de Unamuno (Niebla)
las palabras bonitas como las mujeres bonitas se arrugan y mueren.
Charles Bukowski (The Roominghouse Madrigals: Early Selected Poems, 1946-1966)
Quizá porque nací en domingo, hija del sol, mi vida está llena de prodigios. Yo he oído campanillear los árboles del bosque a mi paso, las grullas me han llevado en su vuelo hasta las tierras pardas del sur, y he visto danzar a las hadas… Como ellas quisiera ser: hermosa y fuerte, resplandeciente, poderosa para convertir en pan la mugre de los miserables, en salud el dolor de los enfermos, y en gozo la pena de los desdichados. Pero tan sólo soy Elisabeth, duquesa en Baviera. Mis trenzas se deshacen apenas las he peinado, y mi corazón sufre a menudo. Entonces escribo poemas, para echar fuera la congoja que me invade cuando oscurece, la fatiga de un cuerpo que no se atreve a vivir lejos de la luz…
Ángeles Caso (Elisabeth, emperatriz de Austria-Hungría: Biografía definitiva de la emperatriz)
No eran mujeres delicadas y hermosas como flores de primavera. Eran duras, sinceras, valientes y decididas.
Kate Danon (Una mágica visión)
Es la mujer más testaruda, cabezota, rebelde e ingobernable que conozco. Pero también es la mujer más fuerte, valiente, noble, inteligente y hermosa que he visto en mi vida.
Josephine Lys (Trilogía Hermanos McGregor (Spanish Edition))
Esa presión que existía: sonreír; sentarse derecha; no decir groserías; comer con la debida etiqueta; vestirse a la moda; no subir de peso; cuidar de las uñas; el maquillaje perfecto; no tomar demasiado; no hablar en público de sexo; no contradecir al otro; cabello sin friz; aliento al despertar con olor a prado primaveral y con sabores de eucalipto y brisa fresca; oler bien, incluida la zona vaginal: hermosa y mítica como sirena, pero sin olor a pescado y sin vellos, por favor. Y así la lista tan larga como ancha, cambiante como cambian los tiempos, las modas, las industrias, el comercio, el marketing. Y ahí iba yo, cumpliendo estos lineamientos sin preguntarme si quería, si me sentía feliz, si era lo que de verdad me gustaba.
Ángela Falla (Entrelazadas)
Esta, es la hermosa mujer de la que me enamoré... –le dice Arkend –esta es mi flor del cielo
Arnoldo Lozano (La Leyenda de los Dolgias (Spanish Edition))
Algo así como cuando se está tocando una hermosa pieza al piano con el corazón embriagado y, de repente, se estuviera ante un sapo en lugar de ante las notas. Así pues, es humanamente posible que una mujer, a la que el destino ha ofrecido la gracia de respirar el aire de la eternidad como compañera de amor de un ser predestinado prefiera meterse en el cenagal de la familia con el primer barbilampiño que se le ponga por delante. Perplejo contemplé el caprichoso fenómeno de la mezquindad, como antaño contemplaba un cangrejo, cuando éramos niños: “¿Cómo se podrá ser un cangrejo?”, había exclamado yo entonces. Hoy exclamo: “¿Cómo alguien puede caer tan bajo?”.
Isabel Hernández (Imago)
Las bellas mujeres aprestan coronas de flores, y bajo los pórticos vense sus rostros de rosa; y la más hermosa sonríe al más fiero de los vencedores. ¡Honor al que trae cautiva la extraña bandera; honor al herido y honor a los fieles soldados que muerte encontraron por mano extranjera!
Rubén Darío (Songs of Life and Hope/Cantos de vida y esperanza (English and Spanish Edition))
Pensaba en mí, pensaba en la hermosa mujer que caminaba a mi lado, pensaba en ella y en mí, y luego volvía a pensar en mí. Estaba en una edad en que, mirara lo que mirase, sintiera lo que sintiese, pensara lo que pensase, al final, como un bumerán, todo volvía al mismo punto de partida: yo.
Haruki Murakami
A las mujeres elegantes ¡qué bellas se les ve!
David Cotos (Nicolás, Antonella y Pablo)
Es cierto que infinidad de personas decentes viven la módica dicha del amor común y corriente. Pero el amor imposible, aquél del cual solamente son capaces los Hombres Sensibles de Flores, es el único cabalmente maravilloso y digno de admiración. Pero, atención. Este amor que lo hace desgraciado es el que le hace mejor. Él ya ha renunciado a la Mujer Más Hermosa. Jamás padecerá decepciones. Su pasión no envejecerá ni se envilecerá. Nadie podrá engañarlo. Y a fuerza de bañarse cada día en el sufrimiento, habrá aprendido el secreto de la resignación.
Alejandro Dolina
—Ahora tienes que ser delicado —me explicó Cody—. Como si acariciaras a una mujer hermosa la noche antes del gran lanzamiento de troncos. —¿Lanzamiento
Brandon Sanderson (Steelheart (Reckoners, #1))
parecía más joven de lo que era, como suele ocurrir a las mujeres que saben conservar hasta las proximidades de la vejez un alma pura, un espíritu lúcido y un corazón inocente y lleno de ternura. Digamos entre paréntesis que no hay otro medio de conservarse hermosa hasta una edad avanzada
Fyodor Dostoevsky (Crime and Punishment)
Así me encuentro yo de pronto en el centro mismo que monopoliza el gobierno y el pensamiento del país. Todo me parece entonces grande, todo extraordinario. Vivo en la urbe horas de admiración transida ante el espectáculo de una Babilonia que conserva la forma de la llanura en medio de su acre pujanza y de su riqueza casi brutal. Los hombres me parecen fuertes; las mujeres, hermosas. (...) Hurgo en las librerías; vago por las calles; me detengo ante cada escaparate como ante el mundo feérico de las joyas, los mobiliarios, los vapores, las rotiserías, los bazares, las elegancias del hombre y de la mujer con etiquetas caras; entro en la oscuridad de los cinematógrafos; me paro a ver pasar las multitudes; estoy en la plenitud, soy feliz. Algún día esa ciudad leerá lo que yo escriba. Pero, ¿es que lee ahora lo que yo leo? No quiero preguntarme nada; mi gozo es demasiado grande ante la ciudad de más de dos millones de habitantes, de más de dos millones de destinos que pueden contarse como una historia...
Eduardo Mallea (Historia de una pasión argentina)
Era una mujer mayor, pequeña, ágil, enérgica; tenía facciones finas, y unos ojos claros, muy penetrantes. Una de esas mujeres hermosas a cualquier edad, con un aire de malicia que los años no borran. Hablaba con tanta vivacidad y tanta gracia que no parecía una anciana de verdad; más bien tenía el aspecto de una actriz que estuviera representando el papel de una dama ya entrada en años. («Las mujeres de mi edad no envejecen, querido, sólo enloquecen», me dijo un día.)
Ricardo Piglia (El camino de Ida (Spanish Edition))
Había escuchado su voz, por primera vez, en la isla donde viajó después de abandonar la empresa; estaba en la playa, sufría pero intentaba desesperadamente creer que aquel dolor tendría un final, cuando vio la puesta de sol más hermosa de su vida. Entonces, la desesperación se abatió sobre él con más fuerza que nunca y descendió al abismo más profundo de su alma, porque aquel atardecer merecía ser visto por su mujer y las niñas. Lloró compulsivamente, y presintió que nunca saldría del fondo de aquel pozo.
Paulo Coelho (The Devil and Miss Prym)
Además de la ropa cara, los cigarrillos ingleses, los objetos de plata y de cuero, los analgésicos para el dolor de cabeza, la vida incierta y las mujeres hermosas, a Lorenzo Falcó le gustaban las cosas salpimentadas con detalles. Con solera.
Arturo Pérez-Reverte (Falcó (Falcó, #1))
No había amor, pero estaba enganchada a él de un modo que no consigo explicar. Tampoco puedo explicar cómo, el muy cabrón, consiguió que pasara de sentirme la mujer más hermosa del mundo a creer que era la mayor mierda del universo. Yo, tan segura de mí misma, tan autosuficiente, tan... yo. Pasé a verme única y exclusivamente a través de sus ojos.
Clara Peñalver (Cómo matar a una ninfa)
MI definición de una mujer hermosa ha ido cambiando con el tiempo. En mis años mozos era una rubia despampanante; más adelante fue una mujer madura, afable, conversadora y con bueno sentido del humor; y hoy en día sería una mujer que se contenta con sentarse a mi lado a ver la televisión.
Esteban
Ls contemplaba como si estuviera dentro de un cuadro que no podía dejar de observar porque en cada vistazo encontraba un nuevo detalle que le atrapaba más que el anterior, un nuevo motivo para no apartar jamás la mirada de aquella mujer hermosa, tierna, frágil pero tremendamente vivaz. Parecía que el tiempo se había detenido y ninguno de los dos necesitara nada más.
Reyes Monforte (Besos de arena)
Y decía de ellos: son campesinos y no de la clase media: por eso no carecen de inteligencia. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 13193-13193 | Añadido el jueves, 5 de febrero de 2015 09:52:26 El escepticismo, esa caries de la inteligencia, no le había dejado ni una idea entera en la cabeza. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 13201-13202 | Añadido el jueves, 5 de febrero de 2015 09:54:04 siempre nos atrae los que nos falta; nadie ama la luz como el ciego; ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 13365-13366 | Añadido el jueves, 5 de febrero de 2015 11:56:15 Londres, metrópoli del lujo, es capital de la miseria. Sólo en la parroquia de Charing-Cross mueren cien personas al año de hambre. Tal es la Albión. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 13651-13651 | Añadido el jueves, 5 de febrero de 2015 16:51:26 Era tímido hasta la aspereza. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 13653-13653 | Añadido el jueves, 5 de febrero de 2015 16:51:48 El alma es el único pájaro que sostiene su jaula. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 13850-13852 | Añadido el jueves, 5 de febrero de 2015 17:17:36 Creía, y tal vez con razón, haber llegado a la verdad de la vida y de la fisonomía humana, y había concluido por no mirar casi más que al cielo, única cosa que la verdad puede ver desde el fondo de un pozo. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 13852-13854 | Añadido el jueves, 5 de febrero de 2015 17:18:22 Esto no le impedía multiplicar los planes, las combinaciones, los castillos en el aire, los proyectos para el porvenir. En aquel estado fantástico, si la vista de un hombre hubiera podido penetrar hasta el interior de Mario, se habría deslumbrado ante la pureza de aquella alma. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 14020-14022 | Añadido el jueves, 5 de febrero de 2015 17:39:30 La persona que ahora veía era una hermosa y alta criatura con las formas más encantadoras de la mujer, en ese momento preciso en que se combinan todavía con las gracias más cándidas de la niña; momento fugaz y puro, que sólo pueden traducir estas dos palabras: quince años. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 14022-14027 | Añadido el jueves, 5 de febrero de 2015 17:40:28 Tenía admirables cabellos castaños, matizados con reflejo de oro; una frente que parecía hecha de mármol; mejillas que parecían formada de hojas de rosa; un sonrosado pálido; una blancura que revelaba cierta emoción interior; una boca de forma exquisita, de la cual se desprendía la sonrisa como una luz y la palabra como una música, una cabeza que Rafael hubiera dado a María, colocada sobre un cuello que Juan Gujon hubiera dado a Venus. Y para que nada faltase a aquella figura encantadora, la nariz no era bella, era linda; ni recta, ni aguileña, ni italiana, ni griega; era la nariz parisiense, es decir, algo espiritual, fina, irregular y puro que desespera a los pintores y encanta a los poetas. ========== Los miserables (Colección Sepan Cuantos: 077) (Spanish Edition) (Hugo, Victor) - Tu subrayado en la posición 14062-14063 | Añadido el jueves, 5 de febrero de 2015 17:44:44 Es un lazo que la inocencia tiende a su pesar, y en el cual aprisiona los corazones sin saberlo y sin quererlo; es una virgen que mira como una muje
Anonymous
Entonces, mira, a veces una muchacha parte en bicicleta, la ves de espaldas alejándose por un camino (¿la Gran Vía, King´s Road, la Avenue de Wagran, un sendero entre álamos, un paso entre colinas?), hermosa y joven la ves de espaldas yéndose, más pequeña ya, resbalando en la tercera dimensión y yéndose, y te preguntas si llegará, si salió para llegar, si salió porque quería llegar, y tienes miedo como siempre has tenido miedo por ti mismo, la ves irse tan frágil y blanca en una bicicleta de humo, te gustaría estar con ella, alcanzarla en algún recodo y apoyar una mano en el /manubrio y decir que también tú has salido, que también tú quieres llegar al sur, y sentirte por fin acompañado porque la estás acompañando, larga será la etapa pero allí en lo alto el aire es limpio y no hay papeles y latas en el suelo, hacia el fondo del valle se dibujará por la mañana el ojo celeste de un lago. Sí, también eso lo sueñas despierto en tu oficina o en la cárcel, mientras te aplauden en un escenario o una cátedra, bruscamente ves el rumbo posible, ves la chica yéndose en su bicicleta o el marinero con su bolsa al hombro, entonces es cierto, entonces hay gente que se va, que parte para llegar, y es como un azote de palomas que te pasa por la cara, por qué no tú, hay tantas bicicletas, tantas bolsas de viaje, las puertas de la ciudad están abiertas todavía, y escondes la cabeza en la almohada, acaso lloras. Porque, son cosas que se saben, la ruta del sur lleva a la muerte, allá, como la vio un poeta, vestida de almirante espera o vestida de sátrapa o de bruja, la muerte coronel o general espera sin apuro, gentil, porque nadie se apura en los aeródromos, no hay cadalsos ni piras, nadie redobla los tambores para anunciar la pena, nadie venda los ojos de los reos ni hay sacerdotes que le den a besar el crucifijo a la mujer atada a la estaca, eso no es ni siquiera Ruán y no es Sing-Sing, no es la Santé, allá la muerte espera disfrazada de nadie, allá nadie es culpable de la muerte, y la violencia es una vacua acusación de subversivos contra la disciplina y la tranquilidad del reino, allá es tierra de paz, de conferencias internacionales, copas de fútbol, ni siquiera los niños revelarán que el rey marcha desnudo en los desfiles, los diarios hablarán de la muerte cuando la sepan lejos, cuando se pueda hablar de quienes mueren a diez mil kilómetros, entonces sí hablarán, los télex y las fotos hablarán sin mordaza, mostrarán cómo el mundo es una morgue /maloliente mientras el trigo y el ganado, mientras la paz del sur, mientras la civilización cristiana. Cosas que acaso sabe la muchacha perdiéndose a lo lejos, ya inasible silueta en el crepúsculo, y quisieras estar y preguntarle, estar con ella, estar seguro de que sabe, pero cómo alcanzarla cuando el horizonte es una sola línea roja ante la noche, cuando en cada encrucijada hay múltiples opciones engañosas y ni siquiera una esfinge para hacerte las preguntas rituales. ¿Habrá llegado al sur? ¿La alcanzarás un día? Nosotros, ¿llegaremos? (Se puede partir de cualquier cosa, una caja de fósforos, una lista de desaparecidos, un viento en el tejado - ) ¿Llegaremos un día? Ella partió en su bicicleta, la viste a la distancia, no volvió la cabeza, no se apartó del rumbo. Acaso entró en el sur, lo vio sucio y golpeado en cuarteles y calles pero sur, esperanza de sur, sur esperanza. ¿Estará sola ahora, estará hablando con gente como ella, mirarán a lo lejos por si otras bicicletas apuntaran filosas? ( - un grito allá abajo en la calle, esa foto del Newsweek - ) ¿Llegaremos un día?
Julio Cortázar
El hombre de Buenos Aires tiene la pretensión de ser el primero de América en elegancia. Se enardece y se aplaca con la misma facilidad y tiene más imaginación que su rival. Los primeros poetas que conoció América nacieron en Buenos Aires: Varela, Lafinur, Domínguez y Mármol son poetas porteños. El hombre de Montevideo es menos poético, más calmo; más firme en sus resoluciones, en sus proyectos. Si su rival pretende ser el primero en elegancia, él cree ser el primero en valentía. Entre sus poetas se encuentran los nombres de Hidalgo, de Berro, de Figueroa, de Juan Carlos Gómez. Por su parte, las mujeres de Buenos Aires tienen la pretensión de ser las más bellas mujeres de la América meridional, desde el estrecho de Lemaire[5] hasta las riberas del Amazonas. ¿Queréis saber los nombres de las que reclaman el cetro de la belleza del otro lado del Atlántico, oh despreocupadas parisienses que creéis que no puede haber mujer más hermosa más allá de la barrera de Versailles o de Fontainebleau? Pues bien, ellas son, para Buenos Aires, las señoras Agustina Rosas, Pepa Lavalle y Martina Linche[6] . Puede ser, en efecto, que el rostro de las mujeres de Montevideo sea menos deslumbrante que el de sus vecinas, pero sus formas son maravillosas, y sus pies, sus manos, sus torneadas figuras parecen haber sido pedidas en préstamo directamente a Sevilla o a Granada, pues hay allí una variedad que, en muchos casos, llega a la perfección. Y Montevideo, la ciudad europea, os mostrará con orgullo a Matilde Stewart, a Nazarea Rucker y a Clementina Batlle, es decir, tres tipos, o más bien dicho tres modelos de raza: raza escocesa, raza alemana, raza catalana. Así pues, hay entre ambos países: Rivalidad de coraje y de elegancia para los hombres. Rivalidad de belleza, de gracia y de formas para las mujeres. Rivalidad de talentos para los poetas, esos hermafroditas de la sociedad, irritables como los hombres, caprichosos como las mujeres, y, con todo eso, inocentes casi siempre, como los niños. Había, pues, como se ve, por todo lo que venimos diciendo, causas suficientes de ruptura entre Artigas y Alvear, entre los hombres de Montevideo y los de Buenos Aires.
Ezequiel de Rosso (Relatos de Montevideo)
Y es que Don Juan no sólo seduce, goza y desdeña en serie, con una prisa humillante, a sus elegidas; lo hace convencido de la justicia sensual de tale hazañas, que dará a muchas mujeres la posibilidad de satisfacer un placer deseado en lo más hondo. Para él, únicamente la pasión es hermosa y estimulante; la tranquilidad del amor, por el contrario, atonta.
Vicente Molina Foix
No desea que los hombres la consideren hermosa. Tal cosa sólo conduce a la infelicidad. Tampoco espera la admiración de otras mujeres; de ellas sólo espera una indiferencia cortés y un cotilleo rencoroso a sus espaldas.
Michel Faber (The Crimson Petal and the White)
Los maridos de mujeres muy hermosas pertenecen a la clase delictiva.
Oscar Wilde
22Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo Es la mujer hermosa y apartada de razón.
American Bible Society (Reina Valera 1960 Antiguo Testamento (Spanish Edition))
Tocaba despacio, casi con majestuosidad. Mucha gente cree que la velocidad es lo que distingue a un buen músico. Es comprensible. Lo que Marie había hecho en el Eolio era asombroso. Pero la velocidad a la que puedas marcar la digitación de las notas no es lo más importante de la música. La verdadera clave es el ritmo. Es como contar un chiste. Cualquiera puede recordar las palabras. Cualquiera puede repetirlo. Pero para hacer reír necesitas algo más. Contar un chiste más deprisa no lo hace más gracioso. Como ocurre con muchas cosas, es mejor vacilar que precipitarse. Por eso hay tan pocos músicos buenos de verdad. Mucha gente sabe cantar o arrancarle una canción a un violín. Una caja de música puede tocar una canción impecablemente, una y otra vez. Pero no basta con saber las notas. Tienes que saber cómo tocarlas. La velocidad se adquiere con el tiempo y la práctica, pero el ritmo es algo con lo que se nace. Lo tienes o no lo tienes. Denna lo tenía. Hacía avanzar la canción despacio, pero no pesadamente. La tocaba con la lentitud de un beso lujurioso. Y no es que en esa época de mi vida yo supiera mucho de besos. Pero viéndola allí de pie, con los brazos alrededor del arpa, concentrada, con los ojos entrecerrados y los labios ligeramente fruncidos, supe que quería que algún día me besaran con ese cuidado lento y deliberado. Además, Denna era hermosa. Supongo que a nadie le extrañará que sienta debilidad por las mujeres por cuyas venas corre la música. Pero mientras Denna tocaba, la vi por primera vez ese día. Hasta entonces me habían distraído su peinado, diferente, y el corte de su vestido. Pero viéndola tocar, todo eso desapareció de mi vista. Me estoy yendo por las ramas. Baste decir que Denna tocaba de forma admirable, aunque era evidente que todavía tenía mucho que aprender. Le fallaron algunas notas, pero no las rechazó ni se estremeció. Como dicen, un joyero sabe reconocer la gema en bruto. Y yo lo soy. Y ella lo era. Bueno.
Patrick Rothfuss (The Wise Man’s Fear (The Kingkiller Chronicle, #2))
Una mujer debe ser capaz de besar a un hombre hermosa y románticamente sin experimentar por ello el menor deseo de ser su esposa o su amante.
F. Scott Fitzgerald
En el taxi, de camino a Shibuya, mientras la observaba, me pregunté qué era aquella emoción que yo sentía de pronto. Pero entonces no logré hallar la respuesta. La descubrí doce o trece años después. Había viajado a Santa Fe, Nuevo México, para entrevistar a un pintor. Al atardecer entré en una pizzería y, mientras bebía cerveza y tomaba una pizza, contemplé una puesta de sol tan hermosa que parecía un milagro. El mundo entero estaba teñido de rojo. Mi mano, el plato, la mesa..., todo lo que había ante mis ojos estaba teñido de rojo. De un rojo tan brillante que parecía bañado en un jugo de frutas. En aquel atardecer abrumador me acordé de Hatsumi. Y comprendí qué había sido el estremecimiento del corazón que ella me había provocado. Era un anhelo adolescente que no había sido, ni sería jamás, colmado. Durante mucho tiempo guardé este anhelo ardiente y puro en mi interior, hasta el punto que incluso había terminado olvidándome de su existencia. Hatsumi había despertado una parte de mí que llevaba largo tiempo durmiendo. Al darme cuenta, me sentí tan triste que se me saltaron las lágrimas. Ella había sido una mujer excepcional. Alguien hubiera debido salvarla.
Haruki Murakami (Tokio blues. Norwegian Wood)
¿Cómo puedo usar la virtud aquí y ahora? «Para cada desafío, recuerda los recursos que tienes dentro de ti para enfrentarte a él. Provocado por la visión de un hombre guapo o de una mujer hermosa, descubrirás en tu interior el poder contrario del autocontrol. Enfrentado al dolor, descubrirás el poder del aguante. Si te insultan, descubrirás la paciencia. A su debido tiempo, crecerás hasta confiar en que no hay una sola impresión para la que no tengas los medios morales para tolerarla.»[9] Me parece que este pasaje es uno de los más fortalecedores de los escritos estoicos. Epicteto, un antiguo esclavo, cojo a causa de una pierna rota, nos dice que utilicemos cada una de las ocasiones, todo desafío, como una manera de ejercer la virtud, de convertirnos en un ser humano mejor mediante su aplicación constante. Notemos cómo empareja cada tentación o dificultad con una virtud que se puede practicar, desplegando el concepto estoico de que cada desafío en la vida es una oportunidad perfecta para mejorar la autosuperación. Cuando ve a una persona atractiva que pasa a su lado, no hará planes para llevarse a esa persona a la cama, excepto que se dé la circunstancia de que ambos estén libres de otras relaciones y satisfacer sus deseos no causará dolor o sufrimiento a otros. Por el contrario, recurrirá a su autocontrol y se concentrará en cómo puede alterar su mentalidad para finalmente no sentir la tentación. El segundo ejemplo es de un tipo diferente, pero aun así evoca la misma respuesta en un estoico, con un resultado similar: no se puede controlar una enfermedad y el dolor, y ocurrirá en un momento u otro de la vida. Pero se los puede controlar no solo con medicamentos (desde luego, no hay nada en la doctrina estoica que descarte el uso de la medicina cuando sea adecuada), sino también con la actitud mental correcta. No es de extrañar que con frecuencia se asocie a Epicteto con la frase «aguante y paciencia»[10] o «soportar y renunciar». Pero debemos recordar que el objetivo no es vivir una vida desgraciada y gris. Al contrario, se trata de alcanzar lo que los estoicos llaman apatheia que, a pesar del eco obvio y poco atractivo que despierta, hemos visto que significa tranquilidad mental, y también ecuanimidad hacia todo lo que la vida nos ponga en el camino.
Massimo Pigliucci (Cómo ser un estoico: Utilizar la filosofía antigua para vivir una vida moderna)
—Creéis que soy un cínico —dijo Sagaz—. Creéis que voy a deciros que los hombres reconocen valorar esos ideales, pero en secreto prefieren otros talentos más bajos. La capacidad de ganar dinero o seducir a las mujeres. Bueno, soy un cínico, pero en este caso, creo que esos eruditos fueron sinceros. Sus respuestas hablan por las almas de los hombres. En nuestros corazones, queremos creer, y elegiríamos, grandes logros y virtudes. Por eso nuestras mentiras, sobre todo las que nos decimos a nosotros mismos, son tan hermosas.
Brandon Sanderson (El camino de los reyes (El archivo de las tormentas, #1))
ver mujeres hermosas y cariñosas, muchos casinos, muchas playas hermosas, mucho licor y buena comida, unas instalaciones  maravillosas,  un  servicio  al cliente espectacular. Por esto entonces decidió irse al infierno, pero cuando llegó, se
Jose Ignacio Tobon Lopez (Negociando con un HP sin morir en el intento.: Kit de supervivencia (Spanish Edition))
Meditaba sobre el gran placer que pueden causar un par de ojos bonitos en el rostro de una mujer hermosa. - Mr. Darcy
Jane Austen (Jane Austen: Pride and Prejudice, Sense and Sensibility, Emma & Persuasion)
Wrap up Bingo "La Orden del Fénix" -Albus Dumbledore: Clásico que dé una lección o haga una crítica moral.⁣⁣ Persuasión 3/5 Es una linda historia, aunque me aburrió por momentos, te deja la enseñanza, que tenés que tener más confianza en vos qué en lo que te dicen los demás. -Minerva McGongall: Un libro feminista o que le dé visibilidad a la mujer.⁣⁣ ⁣⁣ Orgullo y Prejuicio 5/5⁣⁣ Es una historia clásica de amor, me gusto mucho Elizabeth, lo trascendental de la personalidad de Elizabeth, los cuestionamientos que hace al orden establecido, la rebeldía de una mujer que no quería casarse por comodidad, es muy fuerte y no se calla lo que piensa. Darcy un gran personaje.⁣ ⁣ -Alastor Moody: Un libro catalogado como polémico.⁣⁣ Mujercitas 3/5 Me gustó, pero no es de mis preferidos, fue un libro polémico, porque fue publicado, en una época que no se hablaba del feminismo, creo muchas controversias que a un existen. -Potter & Longbottom: Un libro en que la historia esté marcada por la tragedia.⁣⁣ Máscaras 5/5 Uno de mis libros favoritos, la historia de Fern, Ambrose y Bailey es hermosa, aunque me hace llorar mucho, es un lindo libro para que todos lean. -Sirius Black: Un libro con un protagonista rebelde.⁣⁣ La indomable Sophia 5/5 Me rei mucho con Sophia como se revelaba a las costumbres machistas de su familia, y sobre todo del pobre Charles, que quería domarla, y no lo conseguía. ⁣⁣ -Remus y Tonk: Un romance en el que los protagonistas sean de diferentes culturas (o haya prejuicio sociales de por medio).⁣⁣ ⁣⁣ Por siempre felices, Cinder y Ella 5/5 Me gustó mucho la historia de Ella y Brian (Cinder), lo bueno que es Brian para Ella, como la ayuda enfrentándose a todos los idiotas de Hollywood y al padre de Ella, es una buena lectura para que lean -Familia Weasley: Un libro en el que la trama afecte a toda una familia.⁣⁣ ⁣⁣ Hasta que deje de doler 5/5⁣⁣ Violeta y Vincent, se convirtieron en unas de mis parejas favoritas, los ame a ambos. Me entristeció y enterneció como sufrió toda la familia de Vincent, al verlo tan decido a correr todos los riesgos para terminar con su vida. Violeta un gran personaje.⁣⁣ ⁣⁣ -Kingsley Shaklebolt: Un libro en que el protagonista tenga cualidades de líder.⁣⁣ Belleza cruel 5/5 Nyx me encantó tiene muy buenas cualidades como líder, y me sorprendió como logró todo lo que se proponía. Me gustó la historia, tenía unos giros que no me esperaba. -Severus Snape: Un libro en el que el personaje que parecía malo resultase ser bueno.⁣⁣ ⁣⁣ La bestia 5/5⁣⁣ Me gusto el libro, Kyle resultó ser bueno, al principio parecía un ser despreciable, pero no lo era, todo lo que hace por Will, Lindy y Magda es increible.
MLG Raven
Demonio de Ángel, yo pagué el precio de tu ardiente fantasía. Allí pasé a ser lo que soy: un medicucho que explora, día a día, la vagina de tus virgenes. Desangrar virgenes ha sido mi ocupación durante años. De tu hermosa Virgen del Quinche, aborreceré cada día más el cuerno sin raíz en el que asienta su castidad. Al diablo con la castidad, pues la castidad la hago yo con mis tenazas. Aborrezco los prostíbulos con olor a sacristía, las iglesias con ambiente de prostíbulo. De tu misteriosa Virgen del Dedo, aborreceré siempre aquel gesto obsceno que parece ocultarse tras las sedas de su manto celestial. De esta Virgen sensual, provocativa, sólo me queda la imagen de sus grandes senos ocultando un corazón de vidrio rojo. Un corazón donde tus parientes, año tras año, refriegan tontamente sus penurias. De tu agresiva Virgen de la Ciudad, aborrecerá toda mi vida esa capacidad de disolverse como un arcángel en las sombras del callejón más cercano. Reina con alas de cemento durante el día, puta crepuscular que visita los bajos de mi casa a media noche. Aborrezco a todas estas virgenes que recorren la ciudad como fantasmas, exhibiendo sus impudicias, disimulando en pan de oro su condena madre. Apenas ha cesado la vida en sus entrañas, cuando ya comienzan a hilar las venas de sus vientre en silencio. No hay perdón, ni solución posible. De todas estas virgenes, sin embargo, yo bebo la sangre que despiden, alimentando así la avidez de mi sótano con sus pozos pestilentes. De todas estas putas, de todas estas potrancas que habitan los altares de la ciudad, las casas decentes como tú dirías, yo voy acumulando con sabor a muerte las monedas, los billetes, que justifican mi desgracia. Maldigo la hora en que te conocí, Angelote, pues ahí nació mi desgracia. Maldigo tu nefasta influencia, aunque ahora ya sea demasiado tarde. Maldigo el día en que, por primera vez, puse mis manos sobre el vientre de una mujer, puesto que esa mujer pudo haber sido mi madre.
Javier Vásconez (Angelote, amor mío)
Wrap up Bingo Mágico "La orden del Fénix" -Albus Dumbledore: Clásico que dé una lección o haga una crítica moral.⁣⁣ Persuasión 3/5 Es una linda historia, aunque me aburrió por momentos, te deja la enseñanza, que tenés que tener más confianza en vos qué en lo que te dicen los demás. -Minerva McGongall: Un libro feminista o que le dé visibilidad a la mujer.⁣⁣ ⁣⁣ Orgullo y Prejuicio 5/5⁣⁣ Es una historia clásica de amor, me gusto mucho Elizabeth, lo trascendental de la personalidad de Elizabeth, los cuestionamientos que hace al orden establecido, la rebeldía de una mujer que no quería casarse por comodidad, es muy fuerte y no se calla lo que piensa. Darcy un gran personaje.⁣ ⁣ -Alastor Moody: Un libro catalogado como polémico.⁣⁣ Mujercitas 3/5 Me gustó, pero no es de mis preferidos, fue un libro polémico, porque fue publicado, en una época que no se hablaba del feminismo, creo muchas controversias que a un existen. -Potter & Longbottom: Un libro en que la historia esté marcada por la tragedia.⁣⁣ Máscaras 5/5 Uno de mis libros favoritos, la historia de Fern, Ambrose y Bailey es hermosa, aunque me hace llorar mucho, es un lindo libro para que todos lean. -Sirius Black: Un libro con un protagonista rebelde.⁣⁣ La indomable Sophia 5/5 Me rei mucho con Sophia como se revelaba a las costumbres machistas de su familia, y sobre todo del pobre Charles, que quería domarla, y no lo conseguía. ⁣⁣ -Remus y Tonk: Un romance en el que los protagonistas sean de diferentes culturas (o haya prejuicio sociales de por medio).⁣⁣ ⁣⁣ Por siempre felices, Cinder y Ella 5/5 Me gustó mucho la historia de Ella y Brian (Cinder), lo bueno que es Brian para Ella, como la ayuda enfrentándose a todos los idiotas de Hollywood y al padre de Ella, es una buena lectura para que lean -Familia Weasley: Un libro en el que la trama afecte a toda una familia.⁣⁣ ⁣⁣ Hasta que deje de doler 5/5⁣⁣ Violeta y Vincent, se convirtieron en unas de mis parejas favoritas, los ame a ambos. Me entristeció y enterneció como sufrió toda la familia de Vincent, al verlo tan decido a correr todos los riesgos para terminar con su vida. Violeta un gran personaje.⁣⁣ ⁣⁣ -Kingsley Shaklebolt: Un libro en que el protagonista tenga cualidades de líder.⁣⁣ Belleza cruel 5/5 Nyx me encantó tiene muy buenas cualidades como líder, y me sorprendió como logró todo lo que se proponía. Me gustó la historia, tenía unos giros que no me esperaba. -Severus Snape: Un libro en el que el personaje que parecía malo resultase ser bueno.⁣⁣ ⁣⁣ La bestia 5/5⁣⁣ Me gusto el libro, Kyle resultó ser bueno, al principio parecía un ser despreciable, pero no lo era, todo lo que hace por Will, Lindy y Magda es increible.
MLG Raven
Sobre el abra, antes de pasar la cumbre, recordé las hileras de árboles de capulí que orillan los muros en ese pueblo; como caían, enredándose en las ramas, los pájaros heridos a honda; el rio pequeño, tranquilo, sin piedras grandes, cruzando en silencio los campos de linaza; los peces menudos en cuyos costados brilla el sol; la expresión agresiva e inolvidable de las gentes. Era un pueblo hostil que vive en la rabia, y la contagia… Luego regresaba a mi casa, despacio, pensando con lucidez en el tiempo en que alcanzaría la edad y la decisión necesarias para acercarme a una mujer hermosa; tanto más bella si vivía en pueblos hostiles.
José María Arguedas (Los ríos profundos)
Los “intelectuales” y ella, la muchacha: Egle Martin. Hermosa, con algo de salvaje —briosa es la palabra—: con algo de potra. Antes de su llegada, a todos, hipócritamente, pareció fastidiarles la idea de que fuese a venir. Nini había dicho: “Va a venir Lalo Palacios”. “No vendrá con la mujer”, dijo no sé quién. Su entrada fue como un lamparón de luz, ahí, en medio de tanta inteligencia nacional. (María Rosa Oliver paralítica en su silla de ruedas y esa mujer entrando, algo increíble.)
Abelardo Castillo (Diarios (1954-1991) (Spanish Edition))
Cuanto más inteligente es una mujer, más hermosa la veo. Me encantan las que se maquillan con conocimiento, poesía, buena música y bellas palabras.
Julio Cortázar
«El fuego de tu carta me hace ver que las mujeres hermosas no conocen obstáculos; lo que desean tiene que ser; pero yo me declaro el más esclavo de los hombres; y lo malo es que mi amo carece de entrañas puesto que es la misma Naturaleza».
Emil Ludwig (Napoleón (Spanish Edition))
El destino fue quien me enseñó a quererla, es una mujer única: ¡ya que sabe transformar cada gota de llanto en una hermosa perla y en un hermoso recuerdo cada pesar!
Elvis Dino Esquivel (Llantos del silencio)
Desde niños nos enseñaban lo despiadadas que eran las brujas, mujeres hermosas que podían cambiar de apariencia a su gusto, o mejor dicho, al tuyo, para conseguir aquello que deseaban. Eran criaturas malignas y provocadoras, creación del diablo para corromper la vida en la tierra, el alma pura de los humanos que debían seguir fielmente el mandato de Dios para no caer en sus trampas.
Alexia MC
con el increíble entrelazamiento de sus plantas y la obscena promiscuidad de ciertos frutos, la maravillosa verdad del asunto devoró al pintor, dejándolo poco menos que impotente frente al papel en blanco. Y tuvo que ser un pintor de América, el cubano Wilfredo Lam, quien nos enseñara la magia de la vegetación tropical, la desenfrenada Creación de Formas de nuestra naturaleza –con todas sus metamorfosis y simbiosis–, en cuadros monumentales de una expresión única en la pintura contemporánea1. Ante la desconcertante pobreza imaginativa de un Tanguy, por ejemplo, que desde hace veinticinco años pinta las mismas larvas pétreas bajo el mismo cielo gris, me dan ganas de repetir una frase que enorgullecía a los surrealistas de la primera hornada: Vous qui ne voyez pas, pensez a ceux qui voient. Hay todavía demasiados “adolescentes que hallan placer en violar los cadáveres de hermosas mujeres recién muertas” (Lautreamont), sin advertir que lo maravilloso estaría en violarlas vivas. Pero
Alejo Carpentier (El reino de este mundo (Spanish Edition))