Mis U Quotes

We've searched our database for all the quotes and captions related to Mis U. Here they are! All 27 of them:

Silenciadores: ¿humanos, semihumanos, humanos clonados u hologramas humanos proyectados por los alienígenas? Da igual. El objetivo final de los Otros: ¿erradicación, internamiento o esclavitud? Da igual. Mis posibilidades de éxito: ¿uno por ciento, cero coma uno por ciento, o cero coma cero, cero, cero uno por ciento? Da igual.
Rick Yancey (The 5th Wave (The 5th Wave, #1))
...nunca construyas nada propio en brazos de un tercero porque, de una forma u otra, siempre se van.
Elísabet Benavent (Toda la verdad de mis mentiras)
Y de pronto sentí lo que siempre siento cuando trato de explicar el Dharma a la gente, a Alvah, a mi madre, a mis parientes, a mis novias, a todo el mundo: nunca escuchan, siempre quieren que yo les escuche a ellos, porque ellos saben y yo no sé nada, sólo soy un inútil y u idiota que no entiende el auténtico significado y la gran importancia de este mundo tan real.
Jack Kerouac
Los pensamientos son imprecisos. Si te abro mi mente, no puedo controlar realmente lo que puedas leer en ella. Y, si soy yo quien lee en la tuya, es posible malinterprete lo que vea u oiga. Prefiero utilizar el lenguaje hablado y dejar que mis facultades mentales se expresen a traves de el....Para ser totalmente sincero, creo que el lenguaje es el mayor don que comparten mortales e inmortales.
Anne Rice (The Vampire Lestat (The Vampire Chronicles, #2))
MISS U MIS U MIS U There’s a shortage of S’s and only two M’s, so the last one is an upside-down W. I fall asleep to the sound of Dad murmuring into the phone behind his bedroom door. In the morning there’s a message from Mom: ME TOO PICKLE
Rebecca Stead (Liar & Spy)
Compañera, cuando amábamos (for Juanita Ramos and other spik dykes) ¿Volverán, campañera, esas tardes sordas Cuando nos amábamos tiradas en las sombras bajo otoño? Mis ojos clavados en tu mirada Tu mirada que siempre retiraba al mundo Esas tardes cuando nos acostábamos en las nubes Mano en mano nos paseábamos por las calles Entre niños jugando handball Vendedores y sus sabores de carne chamuzcada. La gente mirando nuestras manos Nos pescaban los ojos y se sonreían cómplices en este asunto del aire suave. En un café u otro nos sentábamos bien cerquita. Nos gustaba todo: las bodegas tiznadas La música de Silvio, el ruido de los trenes Y habichuelas. Compañera, ¿Volverán esas tardes sordas cuando nos amábamos? ¿Te acuerdas cuando te decía ¡tócame!? ¿Cuándo ilesa carne buscaba carne y dientes labios En los laberintos de tus bocas? Esas tardes, islas no descubiertas Cuando caminábamos hasta la orilla. Mis dedos lentos andaban las lomas de tus pechos, Recorriendo la llanura de tu espalda Tus moras hinchándose en mi boca La cueva mojada y racima. Tu corazón en mi lengua hasta en mis sueños. Dos pescadoras nadando en los mares Buscando esa perla. ¿No te acuerdas como nos amábamos, compañera? ¿Volverán esas tardes cuando vacilábamos Pasos largos, manos entrelazadas en la playa? Las gaviotas y las brizas Dos manfloras vagas en una isla de mutua melodía. Tus tiernas palmas y los planetas que se caián. Esas tardes tiñadas de mojo Cuando nos entregábamos a las olas Cuando nos tirábamos En el zacate del parque Dos cuerpos de mujer bajo los árboles Mirando los barcos cruzando el río Tus pestañas barriendo mi cara Dormitando, oliendo tu piel de amapola. Dos extranjeras al borde del abismo Yo caía descabellada encima de tu cuerpo Sobre las lunas llenas de tus pechos Esas tardes cuando se mecía el mundo con mi resuello Dos mujeres que hacían una sola sombra bailarina Esas tardes andábamos hasta que las lámparas Se prendían en las avenidas. ¿Volverán, Compañera, esas tardes  cuando nos amábanos?
Gloria E. Anzaldúa (Borderlands/La Frontera: The New Mestiza)
Le tendí la mano (no sé por qué, no soy dado a estos formalismos, al menos no en un bar y de noche) y él vaciló antes de darme la suya. Cuando se la estreché mi sorpresa fue mayúscula. Su diestra, que esperaba suave y vacilante como la de cualquier adolescente, exhibía al tacto una acumulación de callosidades que le daba una apariencia de hierro, una mano no demasiado grande, de hecho, ahora que lo pienso, ahora que vuelvo a aquella noche een los suburbios de Irapuato, lo que aparece ante mis ojos es una mano pequeña, una mano pequeña rodeada u orlada por los exiguos resplandores del bar, una mano que surge de un lugar desconocido, como el tentáculo de una tormenta, pero dura, durísima, una mano forjada en el taller de un herrerro.
Roberto Bolaño
Pasé una tonta cantidad de tiempo el año pasado leyendo libros y mirando películas, y en todos ellos, cuando mueres y te resucitan, los poderes sobrenaturales son parte del trato. ¡Perdona que no ganaras el gran premio de la paz eterna, pero no te vas con las manos vacías! Puedes volver roto y confundido, pero al menos tienes algún premio cósmico de consuelo, como la habilidad de leer mentes o hablar con los muertos u oler mentiras. Algo así de genial. Yo ni siquiera puedo manipular los elementos. Claro que si fuera a tomar enserio los libros, también tendría que creer que todos los chicos adolescentes llaman a las chicas nena, porque al parecer eso expresa completo amor. Él era un imbécil hace un minuto, pero te arroja un nena y estás acabada. Completa perdida del autocontrol y la dignidad activada. Oooh, me dijo nena. Mis bragas están mojadas y lo amooooooo.
Katja Millay (The Sea of Tranquility)
One day in September 2015, FBI agent Adrian Hawkins placed a call to the Democratic National Committee headquarters in Washington, D.C., and asked to speak to the person in charge of technology. He was routed to the DNC help desk, which transferred the call to Yared Tamene, a young IT specialist with The MIS Department, a consulting firm hired by the DNC. After identifying himself, Hawkins told Tamene that he had reason to believe that at least one computer on the DNC’s network was compromised. He asked if the DNC was aware of this and what it was doing. Tamene had nothing to do with cybersecurity and knew little about the subject. He was a mid-level network administrator; his basic IT duties for the DNC were to set up computer accounts for employees and be on call to deal with any problems. When he got the call, Tamene was wary. Was this a joke or, worse, a dirty trick? He asked Hawkins if he could prove he was an FBI agent, and, as Tamene later wrote in a memo, “he did not provide me with an adequate response.… At this point, I had no way of differentiating the call I received from a prank call.” Hawkins, though, was real. He was a well-regarded agent in the FBI’s cyber squad. And he was following a legitimate lead in a case that would come to affect a presidential election. Earlier in the year, U.S. cyber warriors intercepted a target list of about thirty U.S. government agencies, think tanks, and several political organizations designated for cyberattacks by a group of hackers known as APT 29. APT stood for Advanced Persistent Threat—technojargon for a sophisticated set of actors who penetrate networks, insert viruses, and extract data over prolonged periods of time.
Michael Isikoff (Russian Roulette: The Inside Story of Putin's War on America and the Election of Donald Trump)
Sin embargo, no por ello pienso vivir eternamente, y cuando, con mi último suspiro, todo haya acabado acá abajo para Wanda Dunaiew, ¿qué ventaja sacaré de que mi espíritu cante en un coro de ángeles o de que mis cenizas tomen una nueva existencia? De uno u otro modo, yo no renaceré tal como soy, de modo que he de renunciar a aquella consideración. ¿Pertenecer a un hombre a quien no amo, sólo por la razón de que le amé alguna vez? No, no renunciaré; amo a quien me place y le hago dichoso. ¿Acaso es repugnante esto? No; por lo menos es mucho más hermoso que si me regocijara del tormento cruel que provocan mis encantos, y me desviara, virtuosa, del desgraciado que se consume por mí. Soy joven, rica y bella, y vivo sólo para el goce y el placer.
Leopold von Sacher-Masoch
¿Qué me motivaba? Creo que la mayoría de las personas creativas quieren expresar su agradecimiento por ser capaces de aprovechar el trabajo que otros han llevado a cabo antes que ellos. Yo no inventé el lenguaje ni las matemáticas que utilizo. Produzco solo una pequeña parte de mis alimentos, y ninguna de mis prendas de ropa está hecha por mí. Todo lo que hago depende de otros miembros de nuestra especie y de los hombros a los que nos subimos. Y muchos de nosotros queremos contribuir con algo para devolverle el favor a nuestra especie y para añadir algo nuevo al flujo de la humanidad. Es algo que tiene que ver con el intento de expresar una idea de la única forma en que muchos sabemos, porque no podemos escribir canciones como Bob Dylan u obras como Tom Stoppard. Tratamos de utilizar el talento que sí tenemos para expresar nuestros sentimientos más profundos, para mostrar nuestro aprecio por todas las aportaciones que vinieron antes que nosotros y para añadir algo a toda esa corriente. Eso es lo que me ha motivado. C
Walter Isaacson (Steve Jobs La biografía)
Desde ese día tuve noción de que existía la muerte, y sobre todo de su insoportable misterio. Creo que por eso el cura de la iglesia del barrio no protestó cuando yo decidí abandonar la religión por la pelota a causa de mis dudas sobre su explicación mística acerca de las fronteras de la muerte: la fe no me bastaba para aceptar la existencia de un mundo eterno y estratificado de buenos al cielo, regulares al purgatorio, malos al infierno e inocentes directo al limbo, a vagar para siempre, como solución teórica a lo que nadie había vivido ni contado, a pesar de que hice mis concesiones cuando llegué a imaginarme que el alma es como un saco transparente, lleno de un gas rojizo y tenue, que está colgando de las costillas, al lado del corazón y por eso sale flotando al momento de la muerte, como un globo furtivo. Sólo me convencí desde entonces de la inevitabilidad de la muerte y, sobre todo, de su larga presencia y del vacío real que deja su llegada: no hay nada, es la nada, y por eso tantas gentes en el mundo se consuelan de un modo u otro tratando de imaginar algo distinto a la nada, porque la sola idea de que el tránsito del hombre por la tierra sea apenas una breve estadía entre dos nadas ha sido la mayor angustia humana desde que se tuvo conciencia de existir.
Leonardo Padura (Havana Gold (Mario Conde, #2))
Als Berthe vraagt of ze ergens trots op is aarzelt ze even en zegt dan dat ze jaren geleden, in dat strafkamertje, waar ze dus inderdaad vaak zat, wat ze eigenlijk prettig vond omdat dan niemand zich met haar bemoeide, dat ze, toen ze nog echt een kind was, probeerde op haar handen te staan met haar voeten tegen de muur, bijna zo lang als het Misearatur duurde en dat dat lukte en dat het haar voor het eerst een ongekend gevoel van vrijheid gaf en dat ze toen, dat ze zich toen afvroeg wat er nog meer kon zijn dat haar vrijheid gaf, maar dat ze dit aan niemand heeft verteld omdat op je handen staan toch niet echt nodig wordt gevonden en ook niet gepast, dus het is iets wat niemand weet. Een wolk haalt het groene veldje licht en de rode toef op het bureau weg. Berthe vraagt of ze het nog steeds kan, op haar handen staan, en ze zegt dat ze het al wel drie jaar niet meer heeft gedaan en dat ze nu ook een stuk langer is geworden en Berthe vraagt of ze het voor haar alleen toch nog een keer wil doen, en hoewel het zo lang geleden is en nog nooit iemand heeft gekeken en het vast niet meer goed gaat als iemand naar haar kijkt terwijl ze het doet, omdat alles altijd het beste gaat als niemand kijkt, zegt ze toe, omdat het voor Berthe is en voor niemand anders, ze wil graag iets doen voor Berthe alleen, iets waar Berthe haar om vraagt, daarom probeet ze het, met haar lijf dat zoveel langer is geworden en haar borsten die last hebben van de zwaartekracht, het gaat vijf keer mis en vijf keer zegt ze: Ziet-u-wel-ik-kan-het-niet-meer-en-vroeger-kon-ik-het en de zesde keer staat ze daar op haar handen met haar voeten tegen een blinde wand aan en zegt ze in één teug: Misereatur-mei-omnipotens-Deus-et-dimittat-mihi-omnia-peccata-mea-liberet-me-ab-omni-malo-salvet-et-confirmet-in-omni-opere-bono-et-perducat-me-ad-vitam-aeternam-amen, waarna ze haar voeten weer naar de vloer laat vallen.
Joke van Leeuwen (Feest van het begin)
Imagine el lector un sistema que, en palabras de la famosa canción de Police, vigile cada bocanada de aire que inhale, cada movimiento que haga y cada lazo que rompa. Un sistema que supervise su cuenta bancaria y su ritmo cardíaco, sus niveles de azúcar y sus aventuras sexuales. Es evidente que conocerá al lector mucho mejor de lo que este se conoce a sí mismo. Los autoengaños y las ilusiones que hacen que la gente quede atrapada en malas compañías, carreras equivocadas y hábitos perniciosos no engañarán a Google. A diferencia del yo narrador que nos controla en la actualidad, Google no tomará decisiones a partir de relatos amañados, no caerá en la trampa de atajos cognitivos ni se guiará por la regla de la «arte culminante-parte final». Google recordará en verdad cada paso que demos y cada mano que estrechemos. Muchas personas estarán encantadas de transferir gran parte de sus procesos de toma de decisiones a manos de un sistema de este tipo, o al menos de consultar con él siempre que se enfrenten a decisiones importantes. Google nos aconsejará qué película ver, adónde ir de vacaciones, qué estudiar en la universidad, qué oferta laboral aceptar e incluso con quién salir y casarse. «Oye, Google —le dirá—, tanto John como Paul me cortejan. Los dos me gustan, pero de una manera diferente, y me está costando mucho decidirme. Considerando todo lo que sabes, ¿qué me aconsejas que haga?» Y Google contestará: «Bueno, te conozco desde el día que naciste. He leído todos tus correos electrónicos y registrado todas tus llamadas telefónicas y conozco tus películas favoritas, tu ADN y el historial completo de tu corazón. Tengo datos exactos acerca de cada cita que has tenido y, si quieres, puedo mostrarte gráficos segundo a segundo de tu ritmo cardíaco, tensión arterial y niveles de azúcar de cada vez que quedaste con John o con Paul. Si es necesario, incluso puedo proporcionarte una puntuación matemática precisa de cada encuentro sexual que tuviste con uno u otro. Y, naturalmente, los conozco tan bien como a ti. Sobre la base de toda esta información, de mis magníficos algoritmos y de estadísticas sobre millones de relaciones que hace décadas que reúno…, te aconsejo que te quedes con John, ya que tienes un 87 por ciento de probabilidades de vivir a la larga más satisfecha con él. »De hecho, te conozco tanto que también sé que no te gusta esta respuesta. Paul es mucho más guapo que John, y puesto que concedes tanto peso a la apariencia externa, querías secretamente que yo te dijera ”Paul”. La apariencia es importante, desde luego, pero no tanto como crees. Tus algoritmos bioquímicos (que evolucionaron hace decenas de miles de años en la sabana africana) conceden a la apariencia un 35 por ciento de la puntuación global de parejas potenciales. Mis algoritmos, que se basan en los estudios y las estadísticas más actualizados, dicen que el aspecto solo tiene un 14 por ciento de impacto en el éxito a largo plazo de las relaciones románticas. Así, aunque he tenido en cuenta la apariencia de Paul, continúo diciéndote que estarás mejor con John».[31] A cambio de estos devotos servicios de asesoramiento, solo tendremos que abandonar la idea de que los humanos son individuos, y de que cada humano tiene un libre albedrío que determina qué es bueno, qué es hermoso y cuál es el sentido de la vida. Los humanos ya no serán entidades autónomas dirigidas por los relatos que inventa su yo narrador. En cambio, serán parte integral de una enorme red global.
Yuval Noah Harari (Homo Deus: Breve historia del mañana)
—[...] ¿Están las cosas tan mal como parece? ¿O me he vuelto viejo, como mi padre, y a todo le encuentro un sabor amargo comparado con cuando era niño? Kote se entretuvo frotando la barra, como si se resistiera a hablar. —Creo que las cosas siempre van mal de un modo u otro —declaró—. Quizá sea que solo nosotros, los mayores, nos damos cuenta. Graham fue a asentir, pero frunció el entrecejo. —Pero tú no eres mayor, ¿no? Siempre se me olvida. —Miró de arriba abajo al pelirrojo—. Es decir, te mueves como un viejo y hablas como un viejo, pero no lo eres, ¿verdad? Calculo que tendrás la mitad de mis años. —Lo miró entornando los ojos—. ¿Qué edad tienes, por cierto? —La suficiente para sentirme viejo —contestó el posadero con una sonrisa que denotaba cansancio.
Patrick Rothfuss (The Wise Man’s Fear (The Kingkiller Chronicle, #2))
Nothing wreaks more havoc in our society than pornography. Dr. Mary Anne Layden, of the Sexual Trauma and Psychopathology Program of the University of Pennsylvania, told a U.S. Senate sub-committee in 2004 that pornography is every bit as addictive and destructive as compulsive gambling and heroin use. She pulled no punches in her description: Pornography, by its very nature, is an equal opportunity toxin. It damages the viewer, the performer, and the spouses and children of the viewers and performers. It is toxic mis-education about sex and relationships. It is more toxic the more you consume, the “harder” the variety you
Sean McDowell (Same-Sex Marriage (Thoughtful Response): A Thoughtful Approach to God's Design for Marriage)
He cometido el error típico de principiante, el 101, «uan o uan», del que siempre me he burlado entre lesbianas. En parrilladas o entre tragos siempre comentamos: «fulana se ha mudado con mengana, horror, solo llevan dos meses». Y apostamos cuánto tiempo durarán. Yo voy una semana y me he enganchado a una extraña, he vaciado la mitad de mis cajones y mi clóset para que se instale. En el baño ahora hay dos toallas y dos cepillos de dientes. A esta situación, en los monólogos queer o en shows cómicos norteamericanos, le llaman el síndrome U-Haul, haciendo alusión a los camiones de mudanzas de dicha empresa. Conoces a una chica con la que parece que tendrás la relación perfecta y quieres mudarte a los dos días con ella, porque no quieres perder tiempo, cuando en realidad tiempo es lo que dos personas necesitan para conocerse. Por separado. Ahora yo soy la broma.
Karen Luy de Aliaga (Compórtense como señoritas)
Yo nunca me había acostado antes con una mujer, aunque me había pasado la mayor parte de la adolescencia y de la universidad obsesionada con una u otra. Todas tenían novio, o novia, o evidentemente eran personas a las que yo no les habría gustado en la vida. Cuando se lo conté a Edith, me preguntó si no pensaba que había ido a por gente no disponible porque sabía que así nunca tendría que enfrentarme a la realidad de que estar con esas personas no resolvería todos mis problemas. Le respondí que no tenía derecho a decir algo tan perspicaz. —A todo el mundo le pasa, Ava. Siempre te estás describiendo como una persona con un sufrimiento único, cuando buena parte de todo ese sufrimiento es completamente normal. Creo que quieres sentirte especial (y quién no, es muy lícito), pero no consientes sentirte especial en el buen sentido, así que te dices a ti misma que eres especialmente mala.
Naoise Dolan (Exciting Times)
mis posibilidades de llegar a ser feliz. Puedo decidir cómo paso el tiempo, con quién me relaciono, con quién comparto mi vida, mi dinero, mi cuerpo y mi energía. Puedo seleccionar lo que como, leo y estudio. Puedo establecer cómo voy a reaccionar ante las circunstancias desfavorables de la vida; si voy a considerarlas maldiciones u oportunidades (y cuando no consiga ser optimista, porque esté pasando por un momento de bajón, puedo decidir intentar cambiar de actitud). Puedo elegir las palabras que uso y el tono de voz que empleo para hablar con los demás. Y, por encima de todo, puedo elegir mis pensamientos.
Elizabeth Gilbert (Come, reza, ama)
pase lo que pase, estamos vivos. Estamos. Y, mientras estemos, siempre podremos empezar de nuevo y darnos cuenta de que la felicidad no se busca, simplemente se vive... en cada mirada, en cada gesto, en cada sonrisa y en cada momento que la sentimos, aunque sea fugazmente. Ahora mismo no soy feliz, pero sé que este sol que asciende frente a mis ojos me está dando la oportunidad de serlo o, por lo menos, de intentarlo. Y, si no lo consigo, mañana u otro día quizás sí, porque nunca es tarde para cumplir sueños, nunca es tarde para hacer lo que deseas, nunca es tarde para convertirte en lo que quieres ser, nunca es tarde para ser feliz. Nunca es tarde para vivir.
Javier Martínez (Nunca es tarde (Aquí y ahora, #3))
Saray "hâs" bahçelerinde veya kasr (köşk)larda "halvette" düzenlenen geleneksel işret meclisleri şâir, mutrib, hânende gibi sanatçıların hükümdar önünde kendilerini göstermek fırsatını elde ettikleri bir yarışma meydanı oluştururdu. Firdevsî, Şehnâme'de (1000 tarihlerinde) kadîm İranlı hükümdar Hüsrev'in verdiği işret meclislerini uzun uzun tasvir eder (N. Lugal çevirisi; IV, İstanbul 1994, s. 194, 275-276, 299, 330, 332, 389-390). Bir zafer veya başka vesilelerle süslenmiş saray bahçe ve kasrlarında tertib olunan bu ziyâfetler, üç gün üç gece, bazen bir hafta sürer, "nahiller dikilir, mis kokuları içinde güzel çalgıcılar çalarken peri yüzlü sakîler misafirlere yıllanmış şarap sunar". Herkes sarhoş olur; zafer hikâyeleri dinlenir, şâirler karşılıklı en güzel şiirlerini söyler, muşâ'ara ederler. Firdevsî, böyle bir mecliste rakibi şâirler önünde Sultan Mahmud'un takdirini kazanır. Selçuklu sultanı Alâeddîn'e kasîde sunan Hoca Dehhânî, "şâhlar-şâhı'nın çalgılı, içkili zengin bezmler"inden söz eder. Yine böyle bir işret meclisinde Anadolu Selçuklu sultanı bir kasîde için şâir Zahîreddin'e beş nefer güzel kul bağışlamış, I. İzzeddîn Keykâvûs (1210-1220) Sinop fethi üzerine düzenlenen bir işret meclisinde nedîmlere ve şâirlere in'âmlarda bulunmuştur. Osmanlı kaynakları şâirlerin çoğu kez bu gibi işret meclislerinde hükümdarın takdir ve lûtflarına eriştiklerini belirtirler. Hükümdar hizmetindekiler arasında patrimonyal ilişkileri pekiştiren sosyal bir kurum olarak işret meclisleri, şölenler ve toylar Avrasya Türk-Moğol devletlerinde hayatî sosyal bir fonksiyona sahipti. K. Jettmar'a göre "en ince ayrıntılarına kadar düzenlenmiş içki âlemleri" hükümdarın şöhret ve prestijini yükseltmek için yapılan bir çeşit âyin (ritual) hükmünde idi. Osmanlılar'da haftalarca süren muhteşem sûr-i hümâyûnlar (pâdişâh düğünleri) bu geleneğin ne kadar önem taşıdığını kanıtlayan olaylar olup görkemli sûrnâmeler'de yaşatılmak istenir. Bu işret meclislerinin, hükümdarın ve sarayın hayatında nasıl hayatî bir yer tuttuğunu ayrıntılı tasvirlerle İbn-i Bîbî'nin tarihinde görüyoruz: Alâeddîn Keykubad'ın işret meclisi kuruldu... l'al şaraplarla ve dürlü dürlü nakiller (nahil) birle ârâste edüp döşediler ve mutribler hezâr destân gibi elhân-i cân-fezay birle surûda şuru' kıldılar ve câm-i şarâb içmeye ve barbut ve rubâb istimâ'ına meşgul oldular" (Yazıcızâde çevirisi, 170, sık sık yapılan bu işret meclisleri için keza bkz. s. 140-151, 117). Bir defasında sultan meclis-i işrette "ber sebîl-i imtihan heriflere (sanatkârlara) eyitti ki, yerin adını (Kayseri ve Aksaray) ol beyitlere telfîk etsun" dedi, münşî Şemseddîn'inkini çok beğendiğinden mansıbına ilâve yaptı. Bu işret meclisleri bazı sultanların sarayında sık sık toplanırdı. Bütün kaynakların "gâyet mertebede 'âyyâş" olduğunda birleştikleri divan sahibi II. Murad, herhalde böyle bir mecliste sarhoşken şu Hayyâmâne kıtayı demiştir (Sehî, 95). Sâkî getür getür yine dünkü şarâbımı Söyle dile getür yine çeng ü rebâbımı Ben var iken gerek bana bu zevk bu safâ Bir gün gele ki görmiye kimse türâbımı Paşalar da işret meclisleri düzenlerdi. Fâtih'in fâzıl vezîri Mahmud Paşa'nın şu'arâ meclisleri ünlü idi. Fuzûlî, hâmisi olup kasîde sunduğu Bagdad valisi Üveys Paşa için "ehl-î 'işret"tendi der. Sâkînâme'de (677): Beyâ sâkî âb-i âtaş-mizâc k'ezo cümle dard dâred ilâc (Sâkî, o ateş içeren şarabı getir ki, o her derde devâdır) derken, herhalde mistik sarhoşluğu anmıyordu. Fuzûlî, divanlarının girişlerinde böyle görkemli saray işret meclislerini tasvir ediyor, sultanlar ve şâirlerle paylaşamadığı bu zevklerden yoksun, kendi "külbe-i ahzânına" sığınıyordu. Şu'arâ oldukça serbest bir yaşam sürerlerdi (bak. Halîlî, Melîhî, Gazâlî'nin yaşamı: Latîfî, 254, 315, Latîfî kendisi hakkında, 298). Onlar hakkında ulemanın görüşü Abussu'ûd’un bir fetvâsında yansımıştır (Âşık Çelebi, 16a). Şâirler için şarap, sûfîler için haşîş mubâh idi (bak. Fuzûlî, Bang u Bâde).
Halil İnalcık (Şair ve Patron: Patrimonyal Devlet ve Sanat Üzerine Sosyolojik Bir İnceleme)
U dacht dat opa Jan Goossens koppig was? Dat dacht u? Dan had u het zeker mis. Wij, bij Hermans-Goossens, wij wijken niet. Wij capituleren noch collaboreren. Geen sprake van.
Petra Hermans
is to certify that someone so far unidentified wrote deliberate errors into the corrected final proofs of this book after they left my hands, then stole the proofs and the typescript, presumably to avoid detection from their hand-writing.     These errors were picked up by me in the advance copies and I immediately phoned the publishers, Canongate, and wrote the same day, July 18, 1980, giving details for an errata slip, which they promised to post out to everyone who had received a review copy.     The most dangerous errors were that a Seumas MacNeill's name had been given three incorrect spellings, which, as I feared, appeared to incense him, as he deeply resented any mis-spelling of his name, indicating the person responsible well knew of him.     He maturely retaliated in his Piping Times (Nov, 1980), at the age of 63, by mis-spelling my name five different ways and also mis-spelled the publisher's name in a "book review" signed Seumas MacNeill, He then distributed his magazine throughout the U.K., Europe, the Commonwealth and the U.S.A., asserting to the piping world the book was totally inaccurate, an allegation he was also permitted to make on BBC,
Alistair Campsie (The MacCrimmon Legend: The Madness of Angus MacKay)
Se levantó y, completamente desnudo, se dirigió hacia el vestidor, una habitación a la que se llegaba después de cruzar una puerta disimulada debajo de un tapiz, y salió de allí con un cepillo del pelo de marfil con adornos dorados. Empezó a cepillarse el pelo delante de ella mientras miraba por el ventanal hacia el día que estaba apuntando. –Eres un… –masculló Erinni. Dayan se giró y la miró con ojos inocentes. –¿Qué ocurre? –Lo sabes perfectamente –farfulló ella, medio enfadada y medio divertida por la sutileza de Dayan a la hora de sobornarla para que se quedara un poco más–. Trae. Erinni caminó hacia él con la mano extendida, pidiéndole el cepillo. Él se lo ofreció con una pícara sonrisa curvando sus labios, y se sentó en el diván para que ella pudiera peinarlo sin tener que ponerse de puntillas. –Mi pelo te vuelve loca. –Entre otras cosas, sí. Dayan frunció el ceño. –No sé si sentirme halagado u ofendido. Erinni se rio, y el sonido musical llenó toda la estancia. –Siéntete halagado. La mayoría de hombres tienen el pelo hecho un desastre. A las mujeres nos gustan los hombres como tú, varoniles pero aseados, y pasar nuestras manos por un pelo como el tuyo nos excita. Claro que eso ya lo sabes. –Me gusta que las mujeres que me rodean sean muy felices –contestó a propósito. Quería tantear el terreno, ver hasta qué punto él significaba algo para ella. ¿Se pondría celosa? ¿O por el contrario no le importarían sus devaneos con otras mujeres? La respuesta la tuvo en forma de tirón que casi le arranca un mechón de pelo–. ¡Auch! –No seas quejica –le espetó Erinni dándole otro tirón. Dayan se giró y le cogió la mano. –¿Te has propuesto dejarme calvo? –Tienes el pelo muy enredado –replicó ella haciendo un mohín y entrecerrando los ojos. Dayan estuvo a punto de echarse a reír. Definitivamente, a ella no le gustaba que hablara de otras mujeres. –¿Y no puedes ir con más cuidado? –Mejor cepíllate el pelo tú mismo. No pienso esforzarme en algo para que lo disfrute alguna otra. Erinni se giró dejando caer el cepillo en el suelo y se propuso marcharse de allí, pero Dayan se lo impidió cogiéndola por la cintura y tirando de ella hasta que la obligó a sentarse sobre sus rodillas. –¡Suéltame! Erinni lo empujó poniendo las manos en su pecho, pero él la apretó por la cintura y la atrajo más hacia él. –No pienso hacerlo, cariño. –No me llames así. –Erinni… –No. Dayan soltó una risita divertida mientras la obligaba a mirarlo. –Cariño, ninguna otra mujer recibirá mis atenciones mientras tú y yo estemos juntos. Te lo prometo. Erinni se quedó muda por el asombro. No se esperaba algo así. –¿Por qué? –musitó. –Porque tú no eres una esclava con la que… desahogar una necesidad. –Le pasó el dedo por el mentón, acariciándola–. Tú eres mi hechicera." (Dayan y Erinni. Capítulo 7, parte D. Final del capítulo.)
Alaine Scott (La hechicera rebelde (Cuentos eróticos de Kargul #2))
Quien quisiera hacer un catálogo de monstruos no tendría más que fotografiar con palabras esas cosas que la noche trae a las almas somnolientas que no consiguen dormir. Planean como murciélagos sobre la pasividad del alma, o vampiros que chupasen la sangre de la sumisión. Son larvas del declive y del desperdicio, sombras que llenan el valle, vestigios que quedan del destino. Unas veces son gusanos, nauseabundos para la propia alma que los alimenta y cría; otras veces son espectros, y rondan siniestramente a nada; otras veces, también, emergen, culebras, de los antros absurdos de las emociones perdidas. Lastre de lo falso, no sirven sino para que no sirvamos. Son dudas del abismo, echadas en el alma, que arrastran arrugas somnolientas y frías. Duran humos, pasan rastros, y no hay más que el haberlo sido en la substancia estéril de haber tenido conciencia de ellos. Uno u otro es como pieza íntima de fuego artificial: chisporrotea un rato entre sueños, y el resto es la inconsciencia de la conciencia con que lo vivimos. Cinta desatada, el alma no existe en sí misma. Los grandes paisajes son para mañana, y nosotros ya hemos vivido. Ha fracasado la conversación interrumpida ¿Quién diría que la vida había de ser así? Me pierdo si me encuentro, dudo si opino, no tengo si obtuve. Como si me pasease, duermo, pero estoy despierto. Como si durmiese, despierto, y no me pertenezco. La vida, al final, es, en sí misma, un gran insomnio, y hay un aletargamiento lúcido en todo cuanto pensamos y hacemos. Sería feliz si pudiese dormir. Esta opinión es de este momento, porque no duermo. La noche es un peso inmenso por detrás del ahogarme con el cobertor mudo de lo que sueño. Tengo una indigestión en el alma, Siempre, después de después, llegará el día, pero será tarde, como siempre. Todo duerme y es feliz, menos yo. Descanso un poco, sin osar dormir. Y grandes cabezas de monstruos sin ser emergen confusas del fondo de lo que soy. Son dragones del Oriente del abismo, con lenguas encarnadas al margen de la lógica, con ojos que miran sin vida mi vida muerta que no los mira. ¡La tapa, por el amor de Dios, la tapa! ¡Conclúyanme la inconsciencia y la vida! Afortunadamente, por la ventana fría, con los postigos abiertos hacia atrás, un hilo triste de luz pálida empieza a sacar sombra del horizonte. Afortunadamente, lo que va a rayar es el día. Sosiego, casi, del cansancio del desasosiego. Un gallo canta, absurdo, en plena ciudad. El día lívido comienza en mi vago sueño. Alguna vez dormiré. Un ruido de ruedas hace carro. Mis párpados duermen, pero no yo. Todo, en fin, es el Destino. 4-11-1931.
Anonymous
Ojalá nunca nadie nos pidiera nada, ni casi nos preguntara, ningún consejo ni favor ni préstamo, ni el de la atención siquiera, ojalá no nos pidieran los otros que los escucháramos, sus problemas míseros y sus penosos conflictos tan idénticos a los nuestros, sus incomprensibles dudas y sus meras historias tantas veces intercambiables y ya siempre escritas (no es muy amplia la gama de lo que puede intentar contarse), o lo que antiguamente se llamaban cuitas, quién no las tiene o si no se las busca, 'la infelicidad se inventa', cito a menudo para mis adentros, y es una cita cierta cuando son desdichas que no vienen de fuera y que no son desdichas inevitables objetivamente, no una catástrofe, no un accidente, una muerte, una ruina, un despido, una plaga, una hambruna, o la persecución sañuda de quien no ha hecho nada, de ellas está llena la Historia y también la nuestra, quiero decir estos tiempos inacabados nuestros (y hasta hay despidos y ruinas y muertes que sí son buscados o merecidos o que sí se inventan). Ojalá nadie se nos acercara a decirnos 'Por favor', u 'Oye', son las palabras primeras que preceden a las peticiones, a casi todas ellas: 'Oye, ¿tú sabes?', 'Oye, ¿tú podrías decirme?', 'Oye, ¿tú tienes?', 'Oye, es que quiero pedirte: una recomendación, un dato, un parecer, una mano, dinero, una intercesión, o consuelo, una gracia, que me guardes este secreto o que cambies por mí y seas otro, o que por mí traiciones y mientas o calles y así me salves'.
Javier Marías (Dance and Dream (Your Face Tomorrow, #2))
Uno de los mejores hábitos que podés desarrollar es una actitud de perdón permanente porque, te guste o no, te van a lastimar u ofender muchas veces a lo largo de la vida. El término “ofensa” proviene del griego y significa “trampa”. Es decir que, cuando a vos te ofenden, te están poniendo una trampa. Cada palabra o acción que hiere tu estima es una trampa para que caigas. Tal vez, si caés en una trampa, no mueras, pero quedes desangrado. Si no aprendés a perdonar, a desatar el perdón, a sacar a la gente que se metió en tu casa sin permiso, quedás entrampado, atascado en esa ofensa que te atrapó. ¡No muerdas la trampa!
Bernardo Stamateas (Soluciones prácticas: 30 estrategias para potenciar mis fortalezas y resolver los conflictos (Spanish Edition))