Mario Benedetti Quotes

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Five minutes are enough to dream a whole life, that is how relative time is.
Mario Benedetti
Tengo la horrible sensación de que pasa el tiempo y no hago nada y nada acontece, y nada me conmueve hasta la raíz
Mario Benedetti (La tregua)
Ella me daba la mano y no hacía falta más. Me alcanzaba para sentir que era bien acogido. Más que besarla, más que acostarnos juntos, más que ninguna otra cosa, ella me daba la mano y eso era amor.
Mario Benedetti (La tregua)
Cada vez que te enamores no expliques a nadie nada, deja que el amor te invada sin entrar en pormenores
Mario Benedetti
Posiblemente me quisiera, vaya uno a saberlo, pero lo cierto es que tenía una habilidad especial para herirme
Mario Benedetti (La tregua)
Después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida.
Mario Benedetti
Lo qué uno quiere de verdad, es lo que está hecho para uno; entonces hay que tomarlo, o intentar: En eso se te puede ir la Vida, pero es una vida mucho mejor…
Mario Benedetti (La tregua)
El Olvido está lleno de Memoria
Mario Benedetti (El olvido está lleno de memoria)
Debe ser una regla general que los solitarios no simpaticemos ¿O será que sencillamente, somos antipáticos?
Mario Benedetti (La tregua)
Así estamos, cada uno en su orilla, sin odiarnos, sin amarnos, ajenos.
Mario Benedetti (La tregua)
Qué buen insomnio si me desvelo sobre tu cuerpo
Mario Benedetti
creen en Dios sólo porque ignoran que hace mucho tiempo que Dios ha dejado de creer en ellos.
Mario Benedetti (La tregua)
Pedir perdón es humillante y no arregla nada. La solución no es pedir perdón, sino evitar los estallidos que hacen obligatorias las excusas
Mario Benedetti (La muerte y otras sorpresas)
Cuántas palabras, sólo para decir que no quiero parecer patético.
Mario Benedetti (La tregua)
عندما تتراكم الأعوام في عمر الإنسان، يبدأ بإدراك أن الوقت يفلت من بين يديه *
Mario Benedetti (بقايا القهوة)
Me aburrí de mí mismo, de mi propia paciencia.
Mario Benedetti (La tregua)
A mí me cuesta ser cariñoso, inclusive en la vida amorosa. Siempre doy menos de lo que tengo. Mi estilo de querer es ése, un poco reticente, reservando, el máximo sólo para las grandes ocasiones. De modo que si siempre estuviera expresando el máximo ¿qué dejaría para esos momentos (siempre hay cuatro o cinco en cada vida, en cada individuo) en que uno debe apelar el corazón en pleno? También siento un leve resquemor frente a lo cursi, y a mí lo cursi me parece justamente eso: andar siempre con el corazón en la mano.
Mario Benedetti (La tregua)
Una de las cosas más agradables de la vida: ver cómo se filtra el sol entre las hojas
Mario Benedetti
Me tomó de un brazo y me dijo, casi apoyándose en mí: ¿Sabés lo que te pasa? Que no vas a ninguna parte.
Mario Benedetti (La tregua)
No hay que prometer nada porque las promesas son horribles ataduras, y cuando uno se siente amarrado tiende a liberarse, eso es fatal.
Mario Benedetti (Puentes como liebres y otros cuentos)
Si tu bendita soledad se funde con la mía ya no sabré si soy en vos o vos terminás siéndome.
Mario Benedetti (El amor, las mujeres y la vida)
A veces me siento desdichada, nada más que de no saber qué es lo que estoy echando de menos.
Mario Benedetti (La tregua)
Lo perdido tuvo color pero ahora es incoloro. Los latidos del gastado corazón invaden nuestra noche, pero el insomnio actual tiene otra partitura. Lo perdido es también un par o dos de labios que probaron el sabor de los míos, y que ahora tan sólo puedo besar en mi memoria.
Mario Benedetti
Se es o no se es, no importa el día.
Mario Benedetti (La tregua)
De pronto tuve conciencia de que ese momento, de que esa rebanada de cotidianidad, era el grado máximo de bienestar, era la Dicha. Nunca había sido tan plenamente feliz como en ese momento, pero tenía la hiriente sensación de que nunca más volvería a serlo, por lo menos en ese grado, con esa intensidad
Mario Benedetti (La tregua)
Pero a mí me falta decisión, me falta estar seguro. ¿Usted ha pensado alguna vez en el suicidio? Yo sí. Pero nunca podré. Y eso también es una carencia. Porque yo tengo todo el cuadro mentar y moral de suicida, menos la fuerza que se precisa para meterse un tiro en la sien.
Mario Benedetti (La tregua)
أحياناً أشعر بالتعاسة لمجرد أني لا أعرف ما هو الشيء الذي أحن إليه
Mario Benedetti (La tregua)
After all Death is a Symbol that there was Life.
Mario Benedetti
أشعر أحيانا بالتعاسة لمجرد أني لا أعرف ما هو الشيء الذي أحن إليه.
Mario Benedetti (La tregua)
Que te quede bien claro. Donde acaba tu boca, ahí empieza la mía.
Mario Benedetti
Un sociólogo norteamericano dijo hace más de treinta años que la propaganda era una formidable vendedora de sueños, pero resulta que yo no quiero que me vendan sueños ajenos, si no sencillamente que se cumplan los míos.
Mario Benedetti
Hay pocas cosas tan ensordecedoras como el silencio
Mario Benedetti (Rincón de haikus)
Sigue llenando éste minuto de razones para respirar.
Mario Benedetti
La verdadera división de las clases sociales habría que hacerla teniendo en cuenta la hora en que cada uno se tira de la cama
Mario Benedetti (La tregua)
-¿Y qué harías en mi lugar? -Yo en tu lugar no tendría problemas
Mario Benedetti
Hay menos tiempo que lugar, no obstante, hay lugares que duran un minuto y para cierto tiempo no ha lugar.
Mario Benedetti
Algunas cosas del pasado desaparecieron pero otras abren una brecha al futuro y son las que quiero rescatar.
Mario Benedetti
Me gusta el viento. No sé por qué, pero cuando camino contra el viento parece que me borra cosas. Quiero decir: cosas que quiero borrar
Mario Benedetti
El plan trazado es la absoluta libertad. Conocernos y ver que pasa, dejar que corra el tiempo y revisar. No hay trabas. No hay compromisos
Mario Benedetti (La tregua)
Es casi ley, los amores eternos, son lo más breves.
Mario Benedetti (Rincón de haikus)
Viceversa" Tengo miedo de verte necesidad de verte esperanza de verte desazones de verte tengo ganas de hallarte preocupación de hallarte certidumbre de hallarte pobres dudas de hallarte tengo urgencia de oírte alegría de oírte buena suerte de oírte y temores de oírte o sea resumiendo estoy jodido y radiante quizás más lo primero que lo segundo y también viceversa.
Mario Benedetti
Era ese llanto que sobreviene cuando uno se siente opacamente desgraciado. Cuando alguien se siente brillantemente desgraciado, entonces sí vale la pena llorar con acompañamiento de temblores, convulsiones, y, sobre todo, con público. Pero cuando, además de desgraciado, uno se siente opaco, cuando no queda sitio para la rebeldía, el sacrificio o la heroicidad, entonces hay que llorar sin ruido, porque nadie puede ayudar y porque uno tiene conciencia de que eso pasa y al final se retoma el equilibrio, la normalidad.
Mario Benedetti (La tregua)
La seguridad de saberme capaz para algo mejor, me puso en las manos la postergación, que al fin de cuentas es un arma terrible y suicida.
Mario Benedetti (La tregua)
Ignoraba porque te quería. El deleite frente al misterio, el goce frente a los inesperado, son sensaciones que aveces las módicas fuerzas no soportan
Mario Benedetti (La tregua)
We are born sad and we die sad, but meanwhile we love bodies whose sad beauty is a miracle.
Mario Benedetti
Mi táctica es mirarte aprender como sos quererte como sos mi táctica es hablarte y escucharte construir con palabras un puente indestructible mi táctica es quedarme en tu recuerdo no sé cómo ni sé con qué pretexto pero quedarme en vos mi táctica es ser franco y saber que sos franca y que no nos vendamos simulacros para que entre los dos no haya telón ni abismos mi estrategia es en cambio más profunda y más simple mi estrategia es que un día cualquiera no sé cómo ni sé con qué pretexto por fin me necesites
Mario Benedetti
No es la eternidad pero es el instante, que, después de todo, es su único sucedáneo verdadero.
Mario Benedetti (La tregua)
¿Sabe que usted es culpable de una de las crisis más importantes de mi vida? Preguntó ¿Económicamente? y todavía ríe. Contesté, No sentimental.
Mario Benedetti (La tregua)
qué bueno que tengas el valor de ser distinto y no sucumbas al poder unánime
Mario Benedetti (Testigo de uno mismo)
Estar feliz y, sin embargo, no ser feliz. Ah, pero nunca imaginé que el estar feliz incluyera ¿sabés? tanta tristeza.
Mario Benedetti (Primavera con una esquina rota)
que el dolor no me apague la rabia, que la alegría no desarme mi amor
Mario Benedetti
Si alguna vez me suicido, será en domingo. Es el día más desalentador, el más insulso.
Mario Benedetti (La tregua)
Cómo la necesito. Dios había sido mi más importante carencia. Pero a ella la necesito más que a Dios.
Mario Benedetti (La tregua)
Entonces sentí una tremenda opresión en el pecho, una opresión en la que no parecía estar afectado ningún órgano físico, pero que era algo asfixiante, insoportable. Ahí, en el pecho, cerca de la garganta, ahí debe estar el alma, hecha un ovillo.
Mario Benedetti (La tregua)
Usted no sabe, ya que nunca lo he dicho, siquiera en esas noches en que usted me descubre con sus manos incrédulas y libres. Usted no sabe como yo valoro su sencillo coraje de quererme
Mario Benedetti
usted aprende y usa lo aprendido para volverse lentamente sabio para saber que al fin el mundo es esto en su mejor momento una nostalgia en su peor momento un desamparo y siempre siempre un lío.
Mario Benedetti (El amor, las mujeres y la vida)
Francamente, no sé si creo en Dios. A veces imagino que, en el caso de que Dios exista, no habría de disgustarle esta duda.
Mario Benedetti (La tregua)
Te libero de mí, de mis males, de mi mal genio, de los domingos por la tarde en donde nunca puedo más, del odio a mi cumpleaños, de no saber cómo hacer para regalarte algo que no pierdas. Te libero de mi desengaño, de tu karma, de mis novedades, de la contradicción que represento. Te libero de mis llamadas que te saben a autocompasión, de mis enredos, de mi cabello suelto, largo, sin peinar,. Te libero de mi consciencia , del desconcierto a fin de mes, de la caída, de la llegada, de mi huída inevitable. Te dejo libre para que me dejes, para que me veas de lejos y me quieras menos.
Mario Benedetti
2. El tiempo se va. Porque la vida es muchas cosas (trabajo, dinero, suerte, amistad, salud, complicaciones). La palabra vida la asociamos al placer. Pienso en el placer y estoy seguro que es es vida.
Mario Benedetti (La tregua)
Sus labios eran una caricia necesaria, cómo podía haber vivido hasta ahora sin ellos.
Mario Benedetti
Porque hay una cosa que es cierta y es que la quiero.
Mario Benedetti (La tregua)
Contigo no tengo necesidad de vivir a la defensiva. Me siento feliz.
Mario Benedetti (La tregua)
...y besarnos un poco, no demasiado, porque lo mejor vendría después.
Mario Benedetti
Tengo la horrible sensación de que pasa el tiempo y no hago nada y nada acontece, y nada me conmueve hasta la raíz.
Mario Benedetti (La tregua)
Usted tiene todas las condiciones para concurrir a mi felicidad, pero yo tengo muy pocas para concurrir la suya
Mario Benedetti (La tregua)
¿Por qué las palmas de mi mano tienen una memoria más fiel que mi memoria?
Mario Benedetti (La tregua)
Nunca un hombre está más seguro de lo que hace, que cuando un dolor prolongado no logra quitarle el aliento y derrotarlo.
Mario Benedetti (Primavera con una esquina rota)
Más que sus ojos, su mirada. Miraba como queriendo decir algo y no diciéndolo.
Mario Benedetti
osea, resumiendo, estoy jodido y radiante
Mario Benedetti
Es tan lindo saber que Usted existe.
Mario Benedetti
Pero como aprendí varios años más tarde, las equidistancias nunca duran mucho, y tenía que decidirme por una u otra orilla. Y estaba claro que yo pertenecía sólo a una de ellas.
Mario Benedetti (Primavera con una esquina rota)
Bienvenida" Se me ocurre que vas a llegar distinta no exactamente más linda ni más fuerte ni más dócil ni más cauta tan solo que vas a llegar distinta como si esta temporada de no verme te hubiera sorprendido a vos también quizá porque sabes cómo te pienso y te enumero después de todo la nostalgia existe aunque no lloremos en los andenes fantasmales ni sobre las almohadas de candor ni bajo el cielo opaco yo nostalgio tu nostalgias y cómo me revienta que él nostalgie tu rostro es la vanguardia tal vez llega primero porque lo pinto en las paredes con trazos invisibles y seguros no olvides que tu rostro me mira como pueblo sonríe y rabia y canta como pueblo y eso te da una lumbre inapagable ahora no tengo dudas vas a llegar distinta y con señales con nuevas con hondura con franqueza sé que voy a quererte sin preguntas sé que vas a quererme sin respuestas.
Mario Benedetti
El 10 de abril: <> Bueno, ¿y qué era? Todavía no lo sé. Me atraían sus ojos, su voz, su cintura, su boca, sus manos, su risa, su cansancio, su timidez, su llanto, su franqueza, su pena, su confianza, su ternura, su sueño, su paso, sus suspiros. Pero ninguno de estos rasgos bastaba para atraerme compulsiva, totalmente. Cada atractivo se apoyaba en otro. Ella me atraía como un todo, como una suma insustituible de atractivos, acaso sustituibles.
Mario Benedetti (La tregua)
Una de las cosas mas agradables de la vida: ver como se filtra el sol entre las hojas
Mario Benedetti (La tregua)
Después de la alegría viene la soledad Después de la plenitud viene la soledad Después del amor viene la soledad. Ya sé que es una pobre deformación Pero lo cierto es que en ese durable minuto Uno se siente solo en el mundo.
Mario Benedetti (Inventario)
La verdad, es que en el fondo soy un fatalista. Si a uno le llega la hora, da lo mismo un Boeing que la puntual maceta que se derrumba sobre uno desde un séptimo piso
Mario Benedetti (La muerte y otras sorpresas)
Generosity is the only legitimate selfishness.
Mario Benedetti
nos conocemos tan precariamente que respiramos y eso nos asombra
Mario Benedetti (Testigo de uno mismo)
Sé que voy a quererte sin preguntas sé que vas a quererme sin respuestas.
Mario Benedetti (Antología poética)
No sé si soy una persona triste con vocación de alegre, o viceversa, o al revés. Lo que sí sé es que siempre hay algo de tristeza en mis momentos más felices, al igual que siempre hay un poco de alegría en mis peores días.
Mario Benedetti
No te rindas, por favor no cedas, Aunque el frío queme, Aunque el miedo muerda, Aunque el sol se ponga y se calle el viento, Aún hay fuego en tu alma, Aún hay vida en tus sueños
Mario Benedetti
El olvido está tan lleno de memoria / que a veces no caben las remembranzas / y hay que tirar rencores por la borda / en el fondo el olvido es un gran simulacro / nadie sabe ni puede / aunque quiera /olvidar
Mario Benedetti (El olvido está lleno de memoria)
Cada cuerpo tiene su armonía y su desarmonía. En algunos casos la suma de armonías puede ser casi empalagosa. En otros el conjunto de desarmonías produce algo mejor que la belleza.
Mario Benedetti
Los pensamientos sirven para edificar lo digno sin excusa, lo estoico sin claudicación, el equilibrio sin reservas, pero las excusas, las claudicaciones, las reservas, están agazapadas en la realidad, y cuando allí llegamos, nos desarman, nos aflojan.
Mario Benedetti (La tregua)
En definitiva, ¿importa algo la memoria? "A veces me siento desdichada, nada más que de no saber qué es lo que estoy echando de menos", murmuró Blanca, mientras repartía los duraznos en almíbar. Nos tocaron tres y medio a cada uno.
Mario Benedetti
Sábado 23 de febrero Dios mío, qué aburrimiento. Sólo entonces formuló la pregunta más lógica: "Che, ¿total te casaste con Isabel?"."Sí, y tengo tres hijos", contesté, acortando camino. Él tiene cinco. Qué suerte. "¿Y cómo está Isabel? ¿Siempre guapa?" "Murió", dije, poniendo la cara más inescrutable de mi repertorio. La palabra sonó como un disparo y él -menos mal- quedó desconcertado. Se apuró a terminar el tercer café y en seguida miró el reloj. Hay una especie de reflejo automático en eso de hablar de la muerte y mirar en seguida el reloj.
Mario Benedetti (La tregua)
Defender la alegría como una trinchera Defenderla de la rutina y del escándalo, de las ausencias transitorias y definitivas. Defender la alegría como un principio... de las dulces infamias y graves diagnósticos. Defender la alegría como un destino. Como una certeza. Defender la alegría como un derecho...
Mario Benedetti
Mi táctica es mirarte aprender como sos quererte como sos Mi táctica es hablarte y escucharte construir con palabras un puente indestructible Mi táctica es quedarme en tu recuerdo no sé cómo ni sé con qué pretexto pero quedarme en vos Mi táctica es ser franco y saber que sos franca y que no nos vendamos simulacros para que entre los dos no haya telón ni abismos Mi estrategia es en cambio más profunda y más simple Mi estrategia es que un día cualquiera no sé cómo ni sé con qué pretexto por fin me necesites.
Mario Benedetti (Inventario uno: Poesía completa, 1950-1985)
Ayer de tarde estábamos sentados junto a la mesa. No hacíamos nada, ni siquiera hablábamos. Yo tenía apoyada mi mano sobre un cenicero sin ceniza. Estábamos tristes: eso era lo que estábamos, tristes. Pero era una tristeza dulce, casi una paz. Ella me estaba mirando y de pronto movió los labios para decir dos palabras. Dijo: Te quiero. Entonces me di cuenta de que era la primera vez que me lo decía, más aún, que era la primera vez que lo decía a alguien. Isabel me lo hubiera repetido veinte veces por noche. Para Isabel, repetirlo era como otro beso, era un simple resorte del juego amoroso. Avellaneda, en cambio, lo había dicho una vez, la necesaria. Quizá ya no precise decirlo más, porque no es juego: es una esencia.
Mario Benedetti (La tregua)
Sin prevenciones me doy vuelta y siguen aquellos dos a la izquierda del roble eternos y escondidos en la lluvia diciéndose quién sabe qué silencios. No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico aquí se quedan sólo los fantasmas. Ustedes pueden irse. Yo me quedo.
Mario Benedetti (El amor, las mujeres y la vida)
Compañera usted sabe que puede contar conmigo no hasta dos o hasta diez sino contar conmigo si alguna vez advierte que la miro a los ojos y una veta de amor reconoce en los míos no alerte sus fusiles ni piense qué delirio a pesar de la veta o tal vez porque existe usted puede contar conmigo si otras veces me encuentra huraño sin motivo no piense qué flojera igual puede contar conmigo pero hagamos un trato yo quisiera contar con usted es tan lindo saber que usted existe uno se siente vivo y cuando digo esto quiero decir contar aunque sea hasta dos aunque sea hasta cinco no ya para que acuda presurosa en mi auxilio sino para saber a ciencia cierta que usted sabe que puede contar conmigo
Mario Benedetti
La beso, a ella la beso, y no soy hipócrita. La beso como podría morderla, y a veces la muerdo, o comérmela y masticarla y digerirla. Porque hay una desesperada necesidad, casi diría una obligación, de marcar al otro, a la otra, aunque sea con los dientes, y aunque alguno de estos sea postizo. Dejar una marca propia es cosa de vida o muerte, o de muerte solamente, porque la intención subterránea es pasar la muerte, es seguir existiendo después del fin. Y a esos efectos tanto sirve la existencia de un hijo como la de una cicatriz. Después de todo, también el hijo es una cicatriz. Buena definición para proponer a la Academia. Hijo: cicatriz de amor.
Mario Benedetti (Gracias por el fuego)
My tactic is to look at you To learn how you are Love you as you are My tactic is to talk to you And listen to you And construct with words An indestructible bridge My tactic is to stay in your memory I don't know how Nor with what pretext But stay within you My tactic is to be honest And know you are too And that we don't sell each other illusions So that between us there is no curtain or abyss My strategy instead is Deeper and simpler. My strategy is that some day I don't know how, nor with what pretext That finally you need me.
Mario Benedetti
Y al final resultaba que ser soldado de la patria no era precisamente defender el suelo, las fronteras, la famosa dignidad nacional, de los fueros civiles el goce defendamos el código fiel, no, ser soldado de la patria, mejor dicho, coronel de la patria, era joder a los muchachos, visitar al embajador, joder a los obreros, recibir la visita del subsecretario del secretario del embajador, joder a uno que otro cabecilla, dejar que los estimados colaboradores de esta Jefatura den rienda suelta a su sadismo en vías de desarrollo, insultar, agraviar, joder, siempre joder, y en el fondo también joderse a sí mismo.
Mario Benedetti (La muerte y otras sorpresas (Leer en español, nivel 4))
No lo creo todavía estás llegando a mi lado y la noche es un puñado de estrellas y de alegría palpo gusto escucho y veo tu rostro tu paso largo tus manos y sin embargo todavía no lo creo tu regreso tiene tanto que ver contigo y conmigo que por cábala lo digo y por las dudas lo canto nadie nunca te reemplaza y las cosas más triviales se vuelven fundamentales porque estás llegando a casa sin embargo todavía dudo de esta buena suerte porque el cielo de tenerte me parece fantasía pero venís y es seguro y venís con tu mirada y por eso tu llegada hace mágico el futuro y aunque no siempre he entendido mis culpa y mis fracasos en cambio sé que en tus brazos el mundo tiene sentido y si beso la osadía y el misterio de tus labios no habrá dudas ni resabios te querré más todavía.
Mario Benedetti
Porque te tengo y no porque te pienso porque la noche está de ojos abiertos porque la noche pasa y digo amor porque has venido a recoger tu imagen y eres mejor que todas tus imágenes porque eres linda desde el pie hasta el alma porque eres buena desde el alma a mí porque te escondes dulce en el orgullo pequeña y dulce corazón coraza porque eres mía porque no eres mía porque te miro y muero y peor que muero si no te miro amor si no te miro porque tú siempre existes dondequiera pero existes mejor donde te quiero porque tu boca es sangre y tienes frío tengo que amarte amor tengo que amarte aunque esta herida duela como dos aunque te busque y no te encuentre y aunque la noche pase y yo te tenga y no.
Mario Benedetti
Cuando uno tiene que estar irremediablemente fijo, es impresionante la movilidad mental que es posible adquirir. Se puede ampliar el presente tanto como se quiera, o lanzarse vertiginosamente hacia el futuro, o dar marcha atrás que es lo más peligroso porque ahí están los recuerdos, todos los recuerdos, los buenos, los regulares y los execrables. Ahí está el amor, o sea estás vos, y las grandes lealtades y también las grandes traiciones. Ahí está lo que uno pudo hacer y no hizo, y también lo que pudo no hacer y sí hizo. La encrucijada en la que el camino elegido fue el erróneo. Y ahí empieza la película, es decir, cómo habría sido la historia si se hubiera tomado el otro rumbo, aquel que entonces se descartó. Generalmente, después de varios rollos uno suspende la proyección y piensa que el camino elegido no fue tan equivocado y que acaso, en igual encrucijada, hoy la elección sería la misma. Con variantes, claro. Con menos ingenuidad, por supuesto. Con más alertas, por las dudas. Pero eso sí manteniendo el rumbo primordial.
Mario Benedetti (Primavera con una esquina rota)
No te rindas, aún estás a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo, aceptar tus sombras, enterrar tus miedos, liberar el lastre, retomar el vuelo. No te rindas que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo. No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños, porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, porque lo has querido y porque te quiero. Porque existe el vino y el amor, es cierto, porque no hay heridas que no cure el tiempo, abrir las puertas, quitar los cerrojos, abandonar las murallas que te protegieron. Vivir la vida y aceptar el reto, recuperar la risa, ensayar el canto, bajar la guardia y extender las manos, desplegar las alas e intentar de nuevo, celebrar la vida y retomar los cielos, No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños, porque cada día es un comienzo, porque esta es la hora y el mejor momento, porque no estas sola, porque yo te quiero.
Mario Benedetti
El tiempo se va. A veces pienso que tendría que ir apurado, que sacarle el máximo partido a estos años que quedan. Hoy en día, cualquiera puede decirme, después de escudriñar mis arrugas: Pero si usted todavía es un hombre joven. Todavía. ¿Cuántos años me quedan de todavía? Lo pienso y me entra el apuro, tengo la angustiante sensación de que la vida se me está escapando, como si mis venas se hubieran abierto y yo no pudiera detener mi sangre. Porque la vida es muchas cosas (trabajo, dinero, suerte, amistad, salud, complicaciones), pero nadie va a negarme que cuando pensamos en esa palabra Vida, cuando decimos, por ejemplo, que nos aferramos a la vida, la estamos asimilando a otra palabra más concreta, más atractiva, más seguramente importante: la estamos asimilando al Placer. Pienso en el placer (cualquier forma de placer) y estoy seguro de que eso es vida. De ahí el apuro, el trágico apuro de estos cincuenta años que me pisan los talones. Aún me quedan, así lo espero, unos cuantos años de amistad, de pasable salud, de rutinarios afanes, de expectativa ante la suerte, pero ¿cuántos me quedan de placer? Tenía veinte años y era joven; tenía treinta y era joven; tenía cuarenta y era joven. Ahora tengo cincuenta años y soy todavía joven. Todavía quiere decir: se termina.
Mario Benedetti (La tregua)
Usted tiene todas las condiciones para concurrir a mi felicidad, pero yo tengo muy pocas para concurrir a la suya. Y no crea que me estoy mandando la parte. En otra posición (quiero decir, más bien, en otras edades) lo más correcto sería que yo le ofreciese un noviazgo serio, muy serio, quizá demasiado serio, con una clara perspectiva de casamiento al alcance de la mano. Pero si yo ahora le ofreciese algo semejante, calculo que sería muy egoísta, porque sólo pensaría en mí, y lo que yo más quiero ahora no es pensar en mí sino pensar en usted. Yo no puedo olvidar usted tampoco que dentro de diez años yo tendré sesenta. Escasamente un viejo, podrá decir un optimista o un adulón, pero el adverbio importa muy poco. Quiero que quede a salvo mi honestidad al decirle que ni ahora ni dentro de unos meses, podré juntar fuerzas como para hablar de matrimonio. Pero siempre hay un pero ¿de qué hablar entonces? Yo sé que, por más que usted entienda esto, es difícil, sin embargo, que admita otro planteo. Porque es evidente que existe otro planteo. En ese otro planteo hay cabida para el amor, pero no la hay en cambio para el matrimonio. Levantó los ojos, pero no interrogaba. Es probable que sólo haya querido ver mi cara al decir eso. Pero, a esta altura, yo ya estaba decidido a no detenerme. A ese otro planteo, la imaginación popular, que suele ser pobre en denominaciones, lo llama una Aventura o un Programa, y es bastante lógico que usted se asuste un poco. A decir verdad, yo también estoy asustado, nada más que porque tengo miedo de que usted crea que le estoy proponiendo una aventura. Tal vez no me apartaría ni un milímetro de mi centro de sinceridad, si le dijera que lo que estoy buscando denodadamente es un acuerdo, una especie de convenio entre mi amor y su libertad. Ya sé, ya sé. Usted está pensando que la realidad es precisamente la inversa; que lo que yo estoy buscando es justamente su amor y mi libertad. Tiene todo el derecho de pensarlo, pero reconozca que a mi vez tengo todo el derecho de jugármelo todo a una sola carta. Y esa sola carta es la confianza que usted pueda tener en mí.
Mario Benedetti (La tregua)