La Gratitude Quotes

We've searched our database for all the quotes and captions related to La Gratitude. Here they are! All 100 of them:

El amor expulsa al miedo y la gratitud doblega al orgullo.
Louisa May Alcott (Little Women)
i learned shukran. (thank you) first. shukran. (thank you) for this meal. shukran. (thank you) for making this for me. shukran. for everything. and in the midst of all of this. gratitude. la. (no) was lost. before. i ever found it. — the blunt force of gratitude
Nayyirah Waheed (nejma)
¿Qué decir de la gratitud que América Latina debe a la Coca-Cola, que cobra carísimas licencias industriales para proporcionarles una pasta que se disuelve en agua y se mezcla con azúcar y gas?
Eduardo Galeano
Cuando sea grande seré veterinaria - dijo de repente Nicole. —¿Quieres cuidar a los animales? —le pregunté (...) —Sí. Quiero cuidarlos a todos, hasta los más feos. Pienso que ellos lastiman menos que las personas, y aunque no hablan, su gratitud es más sincera que la de algunos humanos.
Lia Belikov (Prohibido Enamorarse de Adam Walker (Idiota Encantador, #1))
La gratitud nos hace felices porque son raras las ocasiones en que se nos hace visible; toda delicadeza nos produce un efecto saludable, y para mí, naturaleza fría y mesurada, aquella superabundancia de sentimiento significaba algo nuevo, agradable y felicísimo.
Stefan Zweig (Vingt-quatre heures de la vie d'une femme)
Amor, piedad, gratitud a la vida, a los libros y al mundo me galvanizaban el nervio azul del alma.
Roberto Arlt (El juguete rabioso (Spanish Edition))
No importa cómo sea ahora tu carácter, la gratitud te dará más paciencia, comprensión, compasión y amabilidad, hasta el punto que no te reconocerás.
Rhonda Byrne (La magia (Crecimiento personal) (Spanish Edition))
Una acción social no puede exigir el tributo de la gratitud porque ella no prodiga mercedes, sino que está destinada a restituir derechos.
Adolf Hitler (Mein Kampf)
Thanks, Pepe. You've put an extra night into my life. I would have spent it just sleeping like an ox, but I've lived it instead. I'm grateful.
Manuel Vázquez Montalbán (La soledad del manager)
No necesitas trabajar duro por dinero. Nada en la naturaleza trabaja duro. En cambio, se trata solo de agregar valor y contribuir bien a la sociedad, ser alegre, estar abierto a recibir, sentir gratitud y sentirse rico. Haz estas cosas y el dinero fluye.
Hendrith Vanlon Smith Jr. (The Wealth Reference Guide: An American Classic)
Everyday gratitude sweetens what appears flavorless and brightens all that appears dim.
Amy Leigh Mercree
A veces conviene aceptar el vacío que deja la pérdida. Renunciar a la distracción. Aceptar que ya no hay nada que decir. Permanecer sentado, a su vera. Cogiéndola de la mano.
Delphine de Vigan (Les gratitudes)
El amor desecha el temor, y la gratitud vence el orgullo".
Louisa May Alcott (Little Women)
Las relaciones en este mundo son siempre una mezcla de gratitud y rencor. Es inútil intentar separarlos, así que es mejor dejar que sigan el curso natural de la vida.
Sanmao (Diarios de las Canarias)
Tal idea lo hacía aparecer a sus propios ojos como inferior a su amada de hoy, pero no con esa inferioridad que humilla, sino con la inferioridad del creyente para con su Dios, sentimiento que aviva y aumenta el amor, porque lo complica con la admiración y la gratitud.
Ignacio Manuel Altamirano (Clemencia, El Zarco y Navidad en las montañas)
adiós, bondad, humanidad y gratitud… , adiós, todos los sentimientos que ennoblecen el alma. He querido ocupar el puesto de la Providencia para recompensar a los buenos… , ahora cédame el suyo el Dios de las venganzas para castigar a los malvados.
Alexandre Dumas (El conde de Montecristo: Ilustrado (Spanish Edition))
The gratitude of most men is but a secret desire of receiving greater benefits.
François de la Rochefoucauld (Reflections: Or, Sentences and Moral Maxims)
We more often place bounds on our gratitude than on our desires and our hopes.
François de la Rochefoucauld (Reflections: Or, Sentences and Moral Maxims)
Ningún favor produce una gratitud menos permanente que el don de la libertad, especialmente entre aquellos pueblos que están dispuestos a hacer mal uso de ella.
Livy
El mejor consejo que me han dado en la vida, es ser agradecida con todo lo que te da la vida, bueno o no tan bueno, la gratitud es la clave.
Dulce María
la gratitud, según lo creo, es entre las demás virtudes sumamente de alabar y su contraria de maldecir,
Giovanni Boccaccio (El Decamerón)
La doctrina del egoísmo es y seguirá siendo guardarse a sí mismo, no lo es ni la gratitud ni el deber ni el respeto.
Johann Wolfgang von Goethe (Fausto)
Merci est un bien modeste petit mot mais il sort de la bouche que sous l'effet d'un acte qui inspire la gratitude
Amadou Hampâté Bâ (The Fortunes of Wangrin)
El cariño destierra el temor y la gratitud vence al orgullo.
Louisa May Alcott (Little Women)
El amor desecha el temor y la gratitud vence el orgullo.
Louisa May Alcott (Mujercitas)
el amor desecha el temor, y la gratitud vence el orgullo.
Louisa May Alcott (Little Women)
Cuando pienso en la gratitud que se expande y se reproduce a sí misma en forma de cuidados, se me ocurre que cuidar a otros en la espiral de la gratitud es en realidad, el amor.
Alma Delia Murillo
Si eres el dueño de un negocio, el valor de tu negocio aumentará o disminuirá según tu gratitud. Cuanto más agradecimiento sientas por tu negocio, por tus clientes, y por tus empleados, más crecerá y aumentará tu negocio. Cuando los empresarios dejan de estar agradecidos y sustituyen la gratitud por la preocupación, su negocio experimenta un descenso en espiral. Si
Rhonda Byrne (La magia (Crecimiento personal) (Spanish Edition))
Expresar gratitud es cortés y agradable, promulgar la gratitud es generoso y noble, pero vivir la gratitud es tocar el Cielo.” JOHANNES A. GAERTNER (1912–1996) PROFESOR, TEÓLOGO, POETA A
Rhonda Byrne (La magia (Crecimiento personal) (Spanish Edition))
Amor, piedad, gratitud a la vida, a los libros y al mundo me galvanizaban el nervio azul del alma. No era yo, sino el dios que estaba dentro de mí, un dios hecho pedazos de montaña, de bosques, de cielo y de recuerdo.
Roberto Arlt (El juguete rabioso)
Había una vez un pobre granjero escocés que escuchó un lamento en un pantano. Al aproximarse descubrió a un joven que poco a poco se ahogaba en el lodo y en el estiércol, así que sin pensarlo salvó al muchacho de una muerte espantosa. Al otro día, un acaudalado noble llegó a su humilde vivienda (era el padre del muchacho que había salvado). En señal de gratitud, este noble le ofreció al granjero pagar los estudios de su hijo en las mejores universidades. Muchos años después, el hijo del noble enfermó de pulmonía, pero Alexander Fleming le salvó la vida, era el hijo del granjero que se había graduado en la escuela médica del St. Mary´s Hospital en Londres y había inventado la penicilina. Por cierto, el hijo del noble era Winston Churchill. Favor con favor se paga.
Alejandro Llantada (El libro negro de la persuasión)
empezó a comer sin decir el tradicional itadakimasu, que significa "recibo estos alimentos con humilde gratitud". Es una forma de reconocer los esfuerzos que han hecho los granjeros y otros proveedores para que la comida llegue a la mesa.
Mineko Iwasaki (Geisha, a Life)
La gratitude rend heureux parce qu'on fait rarement l'expérience palpable, la délicatesse de sentiment fait du bien et, pour moi, être mesuré et froid, une telle exaltation signifiait quelque chose de tout à fait bienfaisant, merveilleux.
Stefan Zweig (Vingt-quatre Heures de la vie d'une Femme ; Amok ; Lettre à une inconnue)
Raramente se llega a observar la gratitud de los hombres; los agradecidos no saben por lo común cómo exteriorizarlo, se sienten cohibidos, callan avergonzados y, con harta frecuencia, desean ocultar sus sentimientos y se muestran con una extrema torpeza.
Stefan Zweig (24 heures de la vie d'une femme - annoté)
One day it’s 12:27 am, and you’re sad. Not because of how life is treating you or anything. It’s just because you want someone next to you. Someone, who at the end of the day, will look at you and smile, asking what you want to have for dinner. You’ll realize that you are longing for love, a comfortable and simple love; one that gives you a reason to shut off the computer and just have a conversation. You want a companion who will be there, who will be willing to give you space and who will also keep you close. It’s hard, because as you think, the clock slowly turns to 12:30am, and you are just tired of trying, and you just want it to happen. But it will, and you’ll look back at these late nights, and smile; wishing you could tell your single self that it’s going to be okay, that all the “No’s” were leading you to a beautiful yes. So, as it gets later, you just need to remember that your sadness will be replaced with an overwhelming gratitude that you are loved; and that will be better than all the missed opportunities and made up dreams that you had.
T.B. LaBerge (Unwritten Letters to You)
... seeking to indicate to her by the extent of his gratitude the corresponding intensity of the pleasures which it was in her power to bestow on him, the supreme pleasure being to guarantee him immunity, for as long as his love should last and he remain vulnerable, from the assaults of jealousy.
Marcel Proust (Du côté de chez Swann (À la recherche du temps perdu, #1))
Yo no creía en los villancicos de Navidad, pero podía llegar a creer un poco más en ellos si ,como este,(Noche de paz) nos acercaban un poco más al asombro, un poco más a la gratitud. Incluso en los años difíciles existía algún motivo que celebrar y yo lo sentía ahora, y esperaba que Lily también.
David Levithan (The Twelve Days of Dash & Lily (Dash & Lily, #2))
Eppure sono convinto che Artù sarebbe rimasto in Dumnonia, se avesse ricevuto ciò che desiderava, ossia la gratitudine. Era un uomo orgoglioso e sapeva bene ciò che aveva fatto per il nostro regno, ma era stato ricompensato con astio e malcontento. Erano stati i cristiani a rompere per primi la pace, ma poi, dopo i fuochi di Mai Dun, gli stessi pagani si erano rivoltati contro di lui. Artù aveva dato alla Dumnonia la giustizia, aveva riconquistato gran parte delle Terre Perdute, aveva reso sicure le nuove frontiere e governato con onestà; ma per ricompensa era stato deriso come il Nemico di Dio.
Bernard Cornwell (La spada perduta)
Cuando no eres agradecido interrumpes el flujo de mejorar tu salud, mejorar tus relaciones, ser más feliz, tener más dinero y progresar en tu trabajo, carrera o negocio. Para recibir has de dar. Es la ley. La gratitud es dar gracias, y sin ella te privas de la magia y de recibir todo lo que deseas en la vida. A
Rhonda Byrne (La magia (Crecimiento personal) (Spanish Edition))
Thanksgiving is a joyous invitation to shower the world with love and gratitude.
Amy Leigh Mercree
What are five things you are grateful for? Right now? Open to gratitude and you will soften into joy.
Amy Leigh Mercree
Sólo un exceso es recomendable en el mundo: el exceso de gratitud.
Jean de La Bruyère
–Nadie hace jamás nada por gratitud
Ken Follett (Los pilares de la Tierra)
A quienquiera que tenga gratitud se le dará más, y tendrá en abundancia. A quienquiera que no tenga gratitud, incluso lo que tenga, le será arrebatado.” Por
Rhonda Byrne (La magia (Crecimiento personal) (Spanish Edition))
We don't betray the ones that want to drown us, but the ones that reach out to us, if nothing, just because we don't admit we owe them gratitude.
Carlos Ruiz Zafón (La Ciudad de Vapor)
Lo envolvió en la red invisible de la culpabilidad y de las deudas de gratitud impagas.
Isabel Allende (La casa de los espíritus)
Hay tanto de gratitud y vanidad en casi todos, los cariños, que no es nada conveniente dejarlos a la deriva.
Jane Austen (Orgullo y prejuicio)
La sinceridad recompensada es uno de los placeres más gratificantes que existen en esta vida
Albert Espinosa (Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo)
I am filled with abundance, gratitude, and love.
Amy Leigh Mercree (Joyful Living: 101 Ways to Transform Your Spirit and Revitalize Your Life)
And for what Should I show my gratitude! Tyrant of my will o'erthrown,
Pedro Calderón de la Barca (Life Is a Dream)
También dicen que el amor envejece en forma de gratitud. Así que le estaré agradecida a cualquiera que me haya hecho amar, incluso si no me hubiese amado.
Margarita García Robayo (La encomienda)
Senti un arrebato de gratitud tan dulce que hizo que me doliera la garganta. Y con ella vino el miedo. Tenerlos cerca era un lujo que iba a pagar: significaba que tenía más que perder.
Leigh Bardugo (The Grisha Trilogy (The Shadow and Bone Trilogy, #1-3))
¿Os habéis preguntado alguna vez cuántas veces en la vida habéis dado realmente las gracias? Unas gracias sinceras. La expresión de vuestra gratitud, de vuestro agradecimiento, de vuestra deuda.
Delphine de Vigan (Las gratitudes)
que aceptara a los niños como se aceptan los árboles, con gratitud, porque son una bendición, pero sin expectativas o deseos; no se espera que los árboles sean diferentes, se los ama tal cual son.
Isabel Allende (La suma de los días)
- J'aimerais vous aider, Grace, déclare-t-il. C'est comme ça qu'ils franchissent la porte. L'aide, c'est ce qu'ils offrent, mais c'est la gratitude qu'ils veulent, ils se roulent dedans comme des chats dans la cataire. Il a envie de rentrer chez lui et de se dire Je m'y suis mis et j'ai décroché le meilleur morceau, quel brave garçon je fais. Mais je ne serai le meilleur morceau de personne. Je ne réponds rien.
Margaret Atwood (Alias Grace)
Mais au-dessus de l'estime, au-dessus du respect, il y avait en elle un motif nouveau de sympathie qui ne doit pas être perdu de vue : c'était la gratitude. Elle était reconnaissante à Darcy non seulement de l'avoir aimée, mais de l'aimer encore assez pour lui pardonner l'impétuosité et l'amertume avec lesquelles elle avait accueilli sa demande, ainsi que les accusations injustes qu'elle avait jointes à son refus.
Jane Austen (Orgueil et Préjugés)
El presente es el punto en el que el tiempo coincide con la eternidad. Nuestra tarea consiste en alejarles de lo eterno y del presente. Con esto en mente, a veces tentamos a un humano (pongamos una viuda o un erudito) a vivir en el pasado. De ahí que casi todos los vicios tengan sus raíces en el futuro. La gratitud mira al pasado y el amor al presente; el miedo, la avaricia, la lujuria y la ambición miran hacia delante.
C.S. Lewis (The Screwtape Letters)
Haz estos dos ejercicios durante tres semanas y déjame saber cómo te han ido y que han hecho para ti: 1) Escribe tres cosas por las que estás agradecido todos los días. Siente la gratitud con todo tu cuerpo y alma. 2) Haz una lista de todas las cosas por las que estás agradecido en tu vida. Mi lista incluye lugares que visité, amigos, experiencias, incluso malas experiencias con personas, porque me dieron la oportunidad de aprender.
Marc Reklau (Quiérete ¡y mucho!: 30 días para aumentar tu autoestima)
No me arrepiento de nada, lo entiendo todo como lecciones. No me preocupo por lo que ocurre, solo trato de aceptar. Y no albergo expectativas, solo siento gratitud por lo que tengo. La vida es muy corta para desperdiciarla.
Ignacio Novo
«Taquipsiquia» es una palabra que yo no conocía. La oí por primera vez en labios del primer psiquiatra del que fui paciente, un hombre tierno y humano a quien guardo gratitud. La taquipsiquia es como la taquicardia, pero para la actividad mental. Los pensamientos son erráticos, discontinuos, estridentes. Se agitan en todos los sentidos, demasiado rápido. Se arremolinan e hieren. Son vrittis pero centuplicados, una tempestad de vrittis, vrittis bajo el efecto de la cocaína. Esto
Emmanuel Carrère (Yoga)
Con los Gardiner estuvieron siempre los Darcy en la más íntima relación. Darcy, lo mismo que Elizabeth, les quería de veras; ambos sentían la más ardiente gratitud por las personas que, al llevar a Elizabeth a Derbyshire, habían sido las causantes de su unión.
Jane Austen (Orgullo y prejuicio)
Pero me quedo callado. A veces conviene aceptar el vacío que deja la pérdida. Renunciar a la distracción. Aceptar que ya no hay nada que decir. Permanecer sentado, a su vera. Tomándole la mano. Nos quedamos así. Michka cierra los ojos y yo dejo pasar el tiempo.
Delphine de Vigan (Las gratitudes)
Un piège. Dressé non pour Ellana mais pour lui. Jilano bondit vers la porte. Verrouillée, elle l'aurait à peine ralenti. Elle s'ouvrit sans difficulté. Sur un mur de pierre. Il leva les yeux. La même substance huileuse qui l'avait fait glisser recouvrait tous les murs. La gouttière gisait au sol. Inutile de l'observer pour savoir qu'elle avait été sabotée. Du joli travail. Jilano inspira profondément, ralentissant son rythme cardiaque jusqu'à ce que son corps élimine l'injonction de survie induite par le danger. Ce n'était plus la peine. Il s'assit en tailleur contre un mur et attendit que la silhouette apparaisse au-dessus de lui. Elle ne tarda pas. Un sourire pâle erra sur les lèvres du maître marchombre lorsqu’il reconnut l'assassin. La guilde était donc tombée si bas ? Il faillit parler, non pas pour tenter de convaincre, encore moins pour supplier, mais pour chercher à comprendre. Il préféra détourner les yeux afin de se concentrer sur l'essentiel. Alors que l'assassin bandait son arc, les pensées de Jilano s'envolèrent vers Ellana. Bonheur. Gratitude. Amour. - Garde-toi, murmura-t-il, et que ta route soit belle. - Madame ! Que vous arrive-t-il ? Ellana était brusquement devenue livide. Elle poussa un cri rauque, leva la main à son cœur et, avant qu'Aoro ait pu intervenir, elle s'effondra.
Pierre Bottero (Ellana, l'Envol (Le Pacte des MarchOmbres, #2))
One day, a gentleman performed an immense favor for Marcel Proust, who, to thank him, brought him to the country to dine. But while they were chatting, the gentleman, who was none other than Zola, absolutely refused to acknowledge that there had been in France only one single truly great writer to whom only Saint-Simon came close, and that this writer was Léon Daudet. Upon which, my word! Proust, forgetting the gratitude he owed Zola, sent him flying ten steps backwards with a pair of blows, and knocked him flat on his back.
Marcel Proust (The Lemoine Affair)
Uno mira hacia atrás con agradecimiento a los maestros brillantes, pero con gratitud a aquellos que tocaron nuestros sentimientos humanos. El plan de estudios es tanto la materia prima necesaria, pero el calor es el elemento vital de la planta en crecimiento y para el alma del niño
C.G. Jung
Hay tanto de gratitud y vanidad en casi todos, los cariños, que no es nada conveniente dejarlos a la deriva. Normalmente todos empezamos por una ligera preferencia, y eso sí puede ser simplemente porque sí, sin motivo; pero hay muy pocos que tengan tanto corazón como para enamorarse sin haber sido estimulados
Jane Austen (Orgullo y Prejuicio (Spanish Edition))
Maman, j'ai essayé de comprendre ta jalousie, et en guise de gratitude, tu ouvres devant moi le gouffre dans lequel tu es tombée, à croire que tu cherches à m'y faire chuter, mais tu n'y réussiras pas, maman, je refuse de devenir comme toi, et je peux te dire que sans même y être tombée, rien que de sentir l'appel de ce gouffre, j'ai si mal que je pourrais hurler, c'est comme la morsure du vide, maman, je comprends ta souffrance mais ce que je ne comprends pas, c'est ton peu d'égards pour moi, en vérité tu ne cherches pas à partager ton mal avec moi, cela t'est juste égal que je souffre, tu ne le vois pas, c'est le dernier de tes soucis et c'est cela le pire.
Amélie Nothomb (Frappe-toi le cœur)
Tras sus miradas borrosas, sus gestos inseguros, sus cuerpos encorvados o doblados por la mitad, busco al muchacho o a la muchacha que fueron como quien pretende descubrir el esbozo original de un dibujo repasado torpemente con rotulador. Los observo y me digo: ella también, él también amó, gritó, gozó, nadó, corrió hasta perder el aliento, subió las escaleras de cuatro en cuatro, bailó toda la noche.
Delphine de Vigan (Les gratitudes)
On Thanksgiving Day, 2011, my pastor Peter Jonker preached a marvelous sermon on Psalm 65 with an introduction from the life of Seth MacFarlane, who had been on NPR’s Fresh Air program with Terry Gross. MacFarlane is a cartoonist and comedian. He’s the creator of the animated comedy show “The Family Guy,” which my pastor called “arguably the most cynical show on television.” Terry Gross asked MacFarlane about 9/11. It seems that on that day of national tragedy MacFarlane had been booked on American Airlines Flight 11, Boston to LA, but he had arrived late at Logan airport and missed it. As we know, hijackers flew Flight 11 into the North Tower of the World Trade Center. My preacher said, “MacFarlane should have been on that plane. He should have been dead at 29 years of age. But somehow, at the end of that terrible day, he found himself healthy and alive, still able to turn his face toward the sun.” Terry Gross asked the inevitable question: “After that narrow escape, do you think of the rest of your life as a gift?” “No,” said MacFarlane. “That experience didn’t change me at all. It made no difference in the way I live my life. It made no difference in the way I look at things. It was just a coincidence.” And my preacher commented that MacFarlane had created “a missile defense system” against the threat of incoming gratitude — which might have lodged in his soul and changed him forever. MacFarlane, “the Grinch who stole gratitude,” perfectly set up what Peter Jonker had to say to us about how it is right and proper for us to give thanks to God at all times and in all places, and especially when our life has been spared.
Cornelius Plantinga Jr. (Reading for Preaching: The Preacher in Conversation with Storytellers, Biographers, Poets, and Journalists)
The offerings of Machiavelli (1469–1527), Guicciardini (1483–1540), La Rochefoucauld (1613–80) and La Bruyère (1645–96) give us an indication of the manoeuvres that workers may, aside from their regular advertised roles, have to perform in order to flourish: The need to beware of colleagues: ‘Men are so false, so insidious, so deceitful and cunning in their wiles, so avid in their own interest, and so oblivious to others’ interests, that you cannot go wrong if you believe little and trust less.’ GUICCIARDINI ‘We must live with our enemies as if they might one day become our friends, and live with our friends as if they might some time or other become our enemies’. LA BRUYÈRE The need to lie and exaggerate: ‘The world more often rewards signs of merit than merit itself.’ LA ROCHEFOUCAULD ‘If you are involved in important affairs, you must always hide failures and exaggerate successes. It is swindling but since your fate more often depends upon the opinion of others rather than on facts, it is a good idea to create the impression that things are going well.’ GUICCIARDINI ‘You are an honest man, and do not make it your business either to please or displease the favourites. You are merely attached to your master and to your duty. You are finished.’ LA BRUYÈRE The need to threaten: ‘It is much safer to be feared than loved. Love is sustained by a bond of gratitude which, because men are excessively self-interested, is broken whenever they see a chance to benefit themselves. But fear is sustained by a dread of punishment that is always effective.’ MACHIAVELLI ‘Since the majority of men are either not very good or not very wise, one must rely more on severity than on kindness.’ GUICCIARDINI
Alain de Botton (Status Anxiety (NON-FICTION))
- He sido un necio –dijo con una voz tan temblorosa como sus manos. - Desde luego que sí –dijo Cuthbert-, ya lo creo. –Cayó de rodillas sobre el polvo, de cara a Roland-. Ahora ya puedes empezar a pegarme si quieres. Todas las veces y con la fuerza que te dé la gana. No te devolveré los golpes. He hecho todo lo que he podido para despertar tu sentido de la responsabilidad. Si sigues durmiendo, que así sea. En cualquiera de los dos casos, te quiero. Bert apoyó las manos en los hombros de Roland y besó brevemente la mejilla de su amigo. Roland se echó a llorar. En parte eran lágrimas de gratitud. Pero sobre todo una mezcla de rabia y desconcierto; había incluso una pequeña y oscura parte de sí mismo que odiaba a Cuthbert y siempre lo odiaría. Aquella parte odiaba a Cuthbert más por el beso que por el puñetazo en la mandíbula; más por el perdón que por el despertar.
Stephen King (Wizard and Glass (The Dark Tower, #4))
Una huella imborrable. Y esa mirada que juzga, buscando el punto débil. Y las amenazas. Todo eso hace mella, ¿sabes? Luego cuesta recobrar la confianza en uno mismo. Volver a quererse. Mi padre ha sufrido. Mucho. Soy consciente de ello. Y el tiempo pasa, es verdad, tienes razón. Pero ¿se arreglarán las cosas algún día? No lo sé. No estoy seguro. Me gustaría creer que sí. Yo hace tiempo que le perdoné. Pero ignoro si algo más es posible. Algo parecido al cariño.
Delphine de Vigan (Las gratitudes)
Le Bien ne laisse aucune trace matérielle – et donc aucune trace, car vous savez ce que vaut la gratitude des hommes. Rien ne s’oublie aussi vite que le Bien. Pire: rien ne passe aussi inaperçu que le Bien, puisque le Bien véritable ne dit pas son nom – s’il le dit, il cesse d’être le Bien, il devient de la propagande. Le Beau, lui, peut durer toujours: il est sa propre trace. On parle de lui et de ceux qui l’ont servi. Comme quoi le Beau et le Bien sont régis par des lois opposées: le Beau est d’autant plus beau qu’on parle de lui, le Bien est d’autant moins bien qu’il en est question. Bref, un être responsable qui se dévouerait à la cause du Bien ferait un mauvais placement. - Pourtant, le Mal, on en parle ! - Ah oui: le Mal est encore plus rentable que le Beau. Ceux qui ont investi dans le Mal ont fait le meilleur placement. Les noms des bienfaiteurs de votre époque sont oubliés depuis longtemps, quand ceux de Staline ou de Mussolini ont à nos oreilles des consonances familières.
Amélie Nothomb (Péplum)
Aquella noche tuve un sueño agitado. Al despertarme casi me asusté, en la madrugada, no recordé inmediatamente los hechos del día anterior y hasta que tuve plena conciencia miré con sorpresa la confusa realidad que me rodeaba. Pues no nos despertamos de golpe, sino en un complejo y paulatino proceso en que vamos reconociendo el mundo originario como quien viene de un larguísimo viaje por continentes lejanos e imprecisos, y en que después de siglos de existencia oscura hemos perdido la memoria de nuestra existencia anterior, y sólo recordamos de ella fragmentos incoherentes. Y después de un tiempo inconmensurable, la luz del día empieza tenuemente a iluminar las salidas de aquellos laberintos angustiosos y entonces corremos con ansiedad hacia el mundo diurno. Y llegamos al borde del sueño como náufragos exhaustos que logran alcanzar la playa después de una larga lucha con la tempestad. Y allí, semiinconsicnetes todavía, pero ya tranquilizándonos poco a poco, empezamos a reconocer con gratitud algunos de los atributos del mundo cotidiano, el tranquilo y confortable universo de la civilización.
Ernesto Sabato (Sobre héroes y tumbas)
Todos los mares del mundo se echaron sobre su corazón. Él la arrastraba hacia dentro, la quería ahogar. Se aferró con la dos manos a la barandilla. -¡Ven! ¡No! ¡No! ¡No! Era imposible. En un ataque de furor sus manos se agarrón a los barrotes. Desde el medio del mar llego un grito de angustia: -¡Eveline! ¡Evy! Corrió hasta más allá de la barrara llamándola para que le siguiera. Le gritaron que continuara, pero él seguía llamándola. Entonces ella le mostró el rostro pálido, como el de un animal desvalido. Sus ojos no le dieron ninguna señal de amor o de adiós o de gratitud.
James Joyce (Dubliners)
Apareció entonces un hombre delgado de chaleco pulido tocando el violín en la esquina. Debo explicar que a este hombre lo vi una vez al anochecer cuando yo era niño en Recife y el sonido extenuado y agudo subrayaba con una línea dorada el misterio de la calle oscura. Junto al hombre escuálido había una latita de zinc donde hacían un ruido seco las monedas de los que oían con gratitud porque él les sollozaba la vida. Sólo ahora entiendo y sólo ahora brotó en mí el sentido secreto: el violín es un aviso. Sé que cuando yo muera voy a oír el violín del hombre y pediré música, música, música.
Clarice Lispector (The Hour of the Star)
Eat with gratitude. And when you put the piece of bread into your mouth, chew only your bread and not your projects, worries, fears, or anger. This is the practice of mindfulness. You chew mindfully and you know that you are chewing the bread, the wonderful nourishment of life. This brings you freedom and joy. Eat every morsel of your breakfast like that, not allowing yourself to be carried away from the experience of eating. This is a training. When you brush your teeth, how much time can you afford for brushing your teeth? At least one minute, maybe two? Brush your teeth in such a way that freedom and joy are possible, not allowing yourself to be carried away by concerns about what you will do after you are done. “I am standing here, brushing my teeth. I still have teeth to brush. I have toothpaste and a toothbrush. And my practice is to be alive, to be free to enjoy tooth-brushing.” Don’t allow yourself to be a slave of the past or the future. This practice is the practice of freedom. And if freedom is there, you will enjoy brushing your teeth. Resist the tendency to be carried away by your thoughts and fears. It’s interesting that in the United States you call it the restroom; do you feel restful in your restroom? In France, they used to call it la cabine d’aisance. Aisance means ease; you feel at ease, you feel comfortable. So when you go to the restroom, feel at ease with it, enjoy your time in the restroom. That’s my practice. When I urinate, I allow myself to be entirely with the act of urinating. If you have freedom, then urinating is very pleasant. You allow yourself to invest 100 percent of your body and mind into the act of urinating. It can free you. It can be joyful. When you drive to and from work, instead of thinking of your destination, enjoy every moment of driving.
Thich Nhat Hanh (The Pocket Thich Nhat Hanh (Shambhala Pocket Classics))
Según las investigaciones, las personas agradecidas suelen tener una percepción más amplia de su felicidad, son más optimistas, además suelen tener más energía. En definitiva, muchas veces experimentan de forma más frecuente emociones positivas, convirtiéndose en un rasgo de su personalidad. Con este comportamiento se reduce la probabilidad de depresión, de sentirse preocupado o solo, de desarrollar una neurosis o de sentir envidia. Además, las personas que expresan su gratitud de manera habitual suelen ser más amables e indulgentes, tienen una mayor empatía y están menos pendientes de lo material.
Luis Galindo (Reilusionarse: Apasiónate por la vida (Alienta))
He ido encontrando tesoros en lugares que no queria buscar. He estado escuchando sabiduría de bocas que no quería escuchar. He ido encontrando belleza donde no queria mirar. Y he aprendido mucho de los viajes que no queria tomar. Perdóname; porque he estado cerrando los oídos y los ojos durante demasiado tiempo he aprendido que los milagros sólo son llamados milagros porque a menudo son vistos por sólo aquellos que pueden ver a través de las ilusiones de la vida. Estoy dispuesto a ver lo que realmente existe en el otro lado, lo que existe detrás de las persianas, y probar la fruta fea en lugar de la que parece bonita, y madura.
Suzy Kassem (Rise Up and Salute the Sun: The Writings of Suzy Kassem)
Hoy imagina que tienes un jefe invisible cuya función es registrar tus pensamientos y sentimientos sobre tu trabajo. Imagina que tu jefe te va a seguir a dondequiera que vayas hoy, con un bolígrafo en la mano y una libreta de notas. Cada vez que veas algo en tu trabajo por lo que puedas estar agradecido, tu jefe lo anotará. Tu misión es descubrir tantas cosas como te sea posible para estar agradecido, a fin de que al final del día tu jefe tenga una larga lista de toda tu gratitud. Cuanto más larga sea la lista, más magia podrá generar tu jefe invisible para tu dinero, éxito laboral, oportunidades, satisfacción y realización personal. Piensa
Rhonda Byrne (La magia (Crecimiento personal) (Spanish Edition))
A la fi li he preguntat si sabia alguna cosa de la Creu del Sud. Li he assenyalat aquella constel·lació d'estrelles relluents. I tant, ha dit. S'ha posat a riure. Li he explicat que ella i les dones, per orientar-se, podien fer servir la Creu del Sud, anomenada també Crux Australis. Si clous el puny dret així, li he dit. Li he agafat la mà i l'hi he tancat. L'he alçat cap a les estrelles. Tenia el braç estirat, el puny clos, com una lluitadora per la llibertat. Ara has d'alinear el primer artell amb l'eix de la Creu, he continuat. Li he aguantat la mà, el canell. He notat la majestat divina, una gratitud acaparadora. L'estómac se m'havia capgirat. Havien atès la meva súplica.
Miriam Toews (Women Talking)
Los libros pueden tener su origen en los más variados sentimientos. Se escriben libros al calor de un entusiasmo o por un sentimiento de gratitud, pero también la exasperación, la cólera y el despecho puede, a su vez, encender la pasión intelectual. En ocasiones, es la curiosidad quien da el impulso, la voluptuosidad psicológica de explicarse a sí mismo, escribiendo, unas figuras humanas o unos acontecimientos. Pero otras veces - demasiadas - impelen a la producción motivos de índole más delicada, como la vanidad, el afán de lucro, la complacencia en sí mismo. En rigor, el que escribe debería dar cuenta de los sentimientos, de los apetitos personales que le han motivado a escoger el asunto de cada una de sus obras.
Stefan Zweig
Son innumerables, Enrique, esos muertos; todo cementerio encierra centenares de santas criaturas, que, si pudieran levantarse por un momento de la sepultura, nos dirían el nombre de algún niño al que sacrificaron los placeres de la juventud,el sosiego de la vejez, los sentimientos, la inteligencia, la vida;esposas de veinte años, hombres en la flor de la edad, ancianas octogenarias, jovencitos -heroicos y oscuros mártires de la infancia-, tan grandes y gallardos, que no produce la tierra tantas flores como debiéramos poner en sus sepulcros.!Cuánto se quiere a los niños! Piensa hoy con gratitud en esos muertos y serás mejor y más afable con los que te quieren y trabajan por ti, afortunado hijo mío, tú que en el día de los fieles difuntos no tienes aún que llorar a ninguno.
Edmondo de Amicis (Corazón)
Little Moments that bloom in Christmas hue. How beautiful the night shines in the hue of dreams, as if lulling along a distant breeze, wrapped in a cold warmth of a solitary winter's eve! To me, Christmas is always about a bunch of happy moments, simple yet ornate in a colour of joy, something that connects our hearts to all that is pure and pristine, all that is beautifully simple and soulfully happy. And if we look closely, we can find those moments, every day in our regular lives, from sipping on our early morning coffee to munching on our midnight snack, from taking a moment to gaze at the sunset to simply sitting silent listening to our soul, beautiful unfiltered unadulterated moments that often go unnoticed yet remain forever warmed up in the cold embrace of our heart, frozen in a niche of a dream called Life. After all, Life is a beautiful dream. La vie est un beau rêve Stay in Love.
Debatrayee Banerjee
el que haya gustado aquellos días infernales, ese ha de estar muy contento con estos días normales y mediocres como el de hoy; lleno de agradecimiento se sentará junto a la amable chimenea y con agradecimiento comprobará, al leer el periódico de la mañana, que no se ha declarado ninguna nueva guerra ni se ha erigido en ninguna parte ninguna nueva dictadura, ni se ha descubierto en política ni en el mundo de los negocios ningún chanchullo de importancia especial; con agradecimiento habrá de templar las cuerdas de su lira enmohecida para entonar un salmo de gratitud mesurado, regularmente alegre y casi placentero, con el que aburrir a su callado y tranquilo dios contentadizo y mediocre, como anestesiado con un poco de bromuro; y en el ambiente de tibia pesadez de este aburrimiento medio satisfecho, de esta carencia de dolor tan de agradecer, se parecen los dos como hermanos gemelos, el monótono y adormilado dios de la mediocridad y el hombre mediocre algo encanecido que entona el salmo amortiguado.
Hermann Hesse (El Lobo Estepario)
Bismutul este elementul chimic cu numărul 83. Mă îndoiesc că voi mai prinde cea de-a optzeci și treia aniversare, dar îmi dă un fel de speranță, de încurajare faptul că sunt înconjurat de numărul 83. Mai mult chiar, mereu am avut o slăbiciune pentru bismut, metal cenușiu fără mari pretenții, adeseori trecut cu vederea, nebăgat în seamă nici chiar de cei pasionați de metale. În profesia mea de doctor, m-am simțit mereu apropiat sufletește de cei marginalizați sau tratați necorespunzător, afinitate prelungită și la universul anorganic; de aici slăbiciunea mea față de bismut.” ”Nu neg că mi-e teamă. Și totuși, predominant în mine rămâne sentimentul de recunoștință. Am dăruit dragoste și am primit dragoste în dar; am fost binecuvântat cu multe lucruri minunate, și la rându-mi am întors lumii din zestrea mea; m-am bucurat de cărți, de colindat prin lume, de idei și de scris. Mai presus de orice, am fost o ființă gânditoare, un animal cu rațiune, născut pe o planetă frumoasă, ceea ce în sine e un privilegiu enorm și o aventură unică.
Oliver Sacks (Gratitude)
My gratitude goes as well to the other data scientists I pestered and to the institutions that collect and maintain their data: Karlyn Bowman, Daniel Cox (PRRI), Tamar Epner (Social Progress Index), Christopher Fariss, Chelsea Follett (HumanProgress), Andrew Gelman, Yair Ghitza, April Ingram (Science Heroes), Jill Janocha (Bureau of Labor Statistics), Gayle Kelch (US Fire Administration/FEMA), Alaina Kolosh (National Safety Council), Kalev Leetaru (Global Database of Events, Language, and Tone), Monty Marshall (Polity Project), Bruce Meyer, Branko Milanović (World Bank), Robert Muggah (Homicide Monitor), Pippa Norris (World Values Survey), Thomas Olshanski (US Fire Administration/FEMA), Amy Pearce (Science Heroes), Mark Perry, Therese Pettersson (Uppsala Conflict Data Program), Leandro Prados de la Escosura, Stephen Radelet, Auke Rijpma (OECD Clio Infra), Hannah Ritchie (Our World in Data), Seth Stephens-Davidowitz (Google Trends), James X. Sullivan, Sam Taub (Uppsala Conflict Data Program), Kyla Thomas, Jennifer Truman (Bureau of Justice Statistics), Jean Twenge, Bas van Leeuwen (OECD Clio Infra), Carlos Vilalta, Christian Welzel (World Values Survey), Justin Wolfers, and Billy Woodward (Science Heroes). David Deutsch, Rebecca Newberger Goldstein, Kevin Kelly, John Mueller, Roslyn Pinker, Max Roser, and Bruce Schneier read a draft of the entire manuscript and offered invaluable advice.
Steven Pinker (Enlightenment Now: The Case for Reason, Science, Humanism, and Progress)
Sans doute, l’amitié, l’amitié qui a égard aux individus, est une chose frivole, et la lecture est une amitié. Mais du moins c’est une amitié sincère, et le fait qu’elle s’adresse à un mort, à un absent, lui donne quelque chose de désintéressé, de presque touchant. C’est de plus une amitié débarrassée de tout ce qui fait la laideur des autres. Comme nous ne sommes tous, nous les vivants, que des morts qui ne sont pas encore entrés en fonctions, toutes ces politesses, toutes ces salutations dans le vestibule que nous appelons déférence, gratitude, dévouement et où nous mêlons tant de mensonges, sont stériles et fatigantes. De plus, – dès les premières relations de sympathie, d’admiration, de reconnaissance, – les premières paroles que nous prononçons, les premières lettres que nous écrivons, tissent autour de nous les premiers fils d’une toile d’habitudes, d’une véritable manière d’être, dont nous ne pouvons plus nous débarrasser dans les amitiés suivantes ; sans compter que pendant ce temps-là les paroles excessives que nous avons prononcées restent comme des lettres de change que nous devons payer, ou que nous paierons plus cher encore toute notre vie des remords de les avoir laissé protester. Dans la lecture, l’amitié est soudain ramenée à sa pureté première. Avec les livres, pas d’amabilité. Ces amis-là, si nous passons la soirée avec eux, c’est vraiment que nous en avons envie. Eux, du moins, nous ne les quittons souvent qu’à regret. Et quand nous les avons quittés, aucune de ces pensées qui gâtent l’amitié : Qu’ont-ils pensé de nous ? – N’avons-nous pas manqué de tact ? – Avons-nous plu ? – et la peur d’être oublié pour tel autre. Toutes ces agitations de l’amitié expirent au seuil de cette amitié pure et calme qu’est la lecture. Pas de déférence non plus ; nous ne rions de ce que dit Molière que dans la mesure exacte où nous le trouvons drôle ; quand il nous ennuie nous n’avons pas peur d’avoir l’air ennuyé, et quand nous avons décidément assez d’être avec lui, nous le remettons à sa place aussi brusquement que s’il n’avait ni génie ni célébrité. L’atmosphère de cette pure amitié est le silence, plus pur que la parole. Car nous parlons pour les autres, mais nous nous taisons pour nous-mêmes. Aussi le silence ne porte pas, comme la parole, la trace de nos défauts, de nos grimaces. Il est pur, il est vraiment une atmosphère. Entre la pensée de l’auteur et la nôtre il n’interpose pas ces éléments irréductibles, réfractaires à la pensée, de nos égoïsmes différents. Le langage même du livre est pur (si le livre mérite ce nom), rendu transparent par la pensée de l’auteur qui en a retiré tout ce qui n’était pas elle-même jusqu’à le rendre son image fidèle, chaque phrase, au fond, ressemblant aux autres, car toutes sont dites par l’inflexion unique d’une personnalité ; de là une sorte de continuité, que les rapports de la vie et ce qu’ils mêlent à la pensée d’éléments qui lui sont étrangers excluent et qui permet très vite de suivre la ligne même de la pensée de l’auteur, les traits de sa physionomie qui se reflètent dans ce calme miroir. Nous savons nous plaire tour à tour aux traits de chacun sans avoir besoin qu’ils soient admirables, car c’est un grand plaisir pour l’esprit de distinguer ces peintures profondes et d’aimer d’une amitié sans égoïsme, sans phrases, comme en soi-même.
Marcel Proust (Days of Reading (Penguin Great Ideas))
Punish me for my awful pride," she said to him, clasping him in her arms so tightly as almost to choke him. "You are my master, dear, I am your slave. I must ask your pardon on my knees for having tried to rebel." She left his arms to fall at his feet. "Yes," she said to him, still intoxicated with happiness and with love, "you are my master, reign over me for ever. When your slave tries to revolt, punish her severely." In another moment she tore herself from his arms, and lit a candle, and it was only by a supreme effort that Julien could prevent her from cutting off a whole tress of her hair. "I want to remind myself," she said to him, "that I am your handmaid. If I am ever led astray again by my abominable pride, show me this hair and say, 'It is not a question of the emotion which your soul may be feeling at present, you have sworn to obey, obey on your honour.' As he was moving his hand over the soft ground in the darkness and satisfying himself that the mark had entirely disappeared, he felt something fall down on his hands. It was a whole tress of Mathilde's hair which she had cut off and thrown down to him. She was at the window. "That's what your servant sends you," she said to him in a fairly loud voice, "It is the sign of eternal gratitude. I renounce the exercise of my reason, be my master." Julien was quite overcome and was on the point of going to fetch the ladder again and climbing back into her room. Finally reason prevailed. (A few days later...) In a single minute mademoiselle de la Mole reached the point of loading Julien with the signs of the most extreme contempt. She had infinite wit, and this wit was always triumphant in the art of torturing vanity and wounding it cruelly. Hearing himself overwhelmed with such marks of contempt which were so cleverly calculated to destroy any good opinion that he might have of himself, he thought that Mathilde was right, and that she did not say enough. As for her, she found it deliciously gratifying to her pride to punish in this way both herself and him for the adoration that she had felt some days previously. She did not have to invent and improvise the cruel remarks which she addressed to him with so much gusto. Each word intensified a hundredfold Julien's awful unhappiness. He wanted to run away, but mademoiselle de la Mole took hold of his arm authoritatively. "Be good enough to remark," he said to her, "that you are talking very loud. You will be heard in the next room." "What does it matter?" mademoiselle de la Mole answered haughtily. "Who will dare to say they have heard me? I want to cure your miserable vanity once and for all of any ideas you may have indulged in on my account." When Julien was allowed to leave the library he was so astonished that he was less sensitive to his unhappiness. "She does not love me any more," he repeated to himself... "Is it really possible she was nothing to me, nothing to my heart so few days back?" Mathilde's heart was inundated by the joy of satisfied pride. So she had been able to break with him for ever! So complete a triumph over so strong an inclination rendered her completely happy. "So this little gentleman will understand, once and for all, that he has not, and will never have, any dominion over me." She was so happy that in reality she ceased to love at this particular moment.
Stendhal (The Red and the Black)
je lui tendis les trois pommes vertes que je venais de voler dans le verger. Elle les accepta et m'annonça, comme en passant : — Janek a mangé pour moi toute sa collection de timbres-poste. C'est ainsi que mon martyre commença. Au cours des jours qui suivirent, je mangeai pour Valentine plusieurs poignées de vers de terre, un grand nombre de papillons, un kilo de cerises avec les noyaux, une souris, et, pour finir, je peux dire qu'à neuf ans, c'est-à-dire bien plus jeune que Casanova, je pris place parmi les plus grands amants de tous les temps, en accomplissant une prouesse amoureuse que personne, à ma connaissance, n'est jamais venu égaler. Je mangeai pour ma bien-aimée un soulier en caoutchouc. Ici, je dois ouvrir une parenthèse. Je sais bien que, lorsqu'il s'agit de leurs exploits amoureux, les hommes ne sont que trop portés à la vantardise. A les entendre, leurs prouesses viriles ne connaissent pas de limite, et ils ne vous font grâce d'aucun détail. Je ne demande donc à personne de me croire lorsque j'affirme que, pour ma bien-aimée, je consommai encore un éventail japonais, dix mètres de fil de coton, un kilo de noyaux de cerises — Valentine me mâchait, pour ainsi dire, la besogne, en mangeant la chair et en me tendant les noyaux — et trois poissons rouges, que nous étions allés pêcher dans l'aquarium de son professeur de musique. Dieu sait ce que les femmes m'ont fait avaler dans ma vie, mais je n'ai jamais connu une nature aussi insatiable. C'était une Messaline doublée d'une Théodora de Byzance. Après cette expérience, on peut dire que je connaissais tout de l'amour. Mon éducation était faite. Je n'ai fait, depuis, que continuer sur ma lancée. Mon adorable Messaline n'avait que huit ans, mais son exigence physique dépassait tout ce qu'il me fut donné de connaître au cours de mon existence. Elle courait devant moi, dans la cour, me désignait du doigt tantôt un tas de feuilles, tantôt du sable, ou un vieux bouchon, et je m'exécutais sans murmurer. Encore bougrement heureux d'avoir pu être utile. A un moment, elle s'était mise à cueillir un bouquet de marguerites, que je voyais grandir dans sa main avec appréhension — mais je mangeai les marguerites aussi, sous son oeil attentif — elle savait déjà que les hommes essayent toujours de tricher, dans ces jeux-là — où je cherchais en vain une lueur d'admiration. Sans une marque d'estime ou de gratitude, elle repartit en sautillant, pour revenir, au bout d'un moment, avec quelques escargots qu'elle me tendit dans le creux de la main. Je mangeai humblement les escargots, coquille et tout. A cette époque, on n'apprenait encore rien aux enfants sur le mystère des sexes et j'étais convaincu que c'était ainsi qu'on faisait l'amour. J'avais probablement raison. Le plus triste était que je n'arrivais pas à l'impressionner. J'avais à peine fini les escargots qu'elle m'annonçait négligemment : — Josek a mangé dix araignées pour moi et il s'est arrêté seulement parce que maman nous a appelés pour le thé. Je frémis. Pendant que j'avais le dos tourné, elle me trompait avec mon meilleur ami. Mais j'avalai cela aussi. Je commençais à avoir l'habitude. (La promesse de l'aube, ch.XI)
Romain Gary (Promise at Dawn)
Una de esas noches, entre el agua y el viento golpeando las ventanas de nuestra habitación y, claro, también uno que otro relámpago (no tan violentos como los de Chicago, por supuesto), mientras estaba ya en la cama a punto de dormir, bien abrazadito de mi esposa Gaby, tuvimos una conversación acerca de cuál sería finalmente la casa que Dios nos permitiría comprar y dónde, ante el inminente llamado que nos había hecho de ir a Chicago a plantar una iglesia, que ahora en retrospectiva recordamos con tanto cariño y gratitud, nuestra hermosa familia de Casa de Luz. Gaby me dijo desde el fondo de su corazón, y sé que fue desde el fondo de su corazón porque impactó profundamente y para siempre el mío: «Yo no necesito una casita para sentirme amada por ti. Donde quiera que estés tú y podamos estar así, abrazaditos, será mi hogar, no importa si es una casita, una tienda de campaña o un palacio».
Hector Hermosillo (El aprendiz: 1 y 2 de Timoteo. Hoy (De lo celestial a lo terrenal) (Spanish Edition))
Veamos ahora las acciones de gracias. Cuando se recibe algo de Dios, él espera que nuestro corazón se ensanche más y más y crezca nuestro amor a través de la gratitud.
Anonymous
con agradecimiento habrá de templar las cuerdas de su lira enmohecida para entonar un salmo de gratitud mesurado, regularmente alegre y casi placentero, con el que aburrir a su callado y tranquilo dios contentadizo y mediocre, como anestesiado con un poco de bromuro; y en el ambiente de tibia pesadez de este aburrimiento medio satisfecho, de esta carencia de dolor tan de agradecer, se parecen los dos como hermanos gemelos, el monótono y adormilado dios de la mediocridad y el hombre mediocre algo encanecido que entona el salmo amortiguado.
Anonymous
Y quienes se preocupan poco o nada de las causas naturales de las cosas, temerosos por lo menos de su ignorancia misma, acerca de lo que tiene poder para hacerles mucho bien o mucho mal, propenden a suponer e imaginar por sí mismos diversas clases de poderes invisibles, y están pendientes de sus propias ficciones, invocando a esos poderes en tiempos de desgracia, y mostrándoles su gratitud cuando existe perspectiva de éxito: así hacen dioses de las creaciones de su propia fantasía. Por esto tenía que ocurrir que de la innumerable variedad de fantasías, los hombres crearan en el mundo innumerables especies de dioses. Y este temor de las cosas invisibles es la semilla natural de que cada uno en sí mismo llama religión, y en quienes adoran o temen poderes diferentes de los propios, superstición
Anonymous
la actitud hacia el pasado, hacia el futuro y en el presente. Respecto a nuestra actitud ideal en relación con el pasado para poder ser felices, destacarían la gratitud y el perdón, mientras que hacia el futuro, la clave sería fomentar nuestro optimismo. Para ser felices en el presente hemos de distinguir entre los placeres (que nos dan una satisfacción a corto plazo) y las gratificaciones (que nos la dan a largo plazo).
Anonymous
Tal vez conversar contigo sólo era posible así y tu muerte nos libró de la obviedad de las palabras, de la innecesaria herida de la increpación, del gastado ritual de la gratitud.
Orlando Gallo Isaza
La gratitud es mejor y más eficaz cuando no se evapora en frases vacías.
Isaac Asimov
Sólo unos cuantos niños se quedaron a observar con ávido interés, mientras ellos descargaban los fardos. A Ayla no le molestaban. Llevaba años enteros sin ver un niño, desde que se separara del Clan, y sentía tanta curiosidad como ellos. Liberó a Corredor del arnés y de la brida; luego dio a los dos animales unas palmaditas a modo de caricias. Después de rascar con ganas al potrillo y abrazarlo afectuosamente, levantó la vista. Latie miraba con avidez el potro. — ¿Tú quieres tocar caballo? —preguntó Ayla hablando con dificultad el idioma de los Mamutoi. — ¿Podría? —Ven. Dame mano. Yo muestro. Cogió la mano de Latie y la sostuvo contra el apelmazado pelo de invierno del potro. Corredor giró la cabeza para olfatear a la niña y la tocó con el hocico. La sonrisa de gratitud de Latie era todo un regalo. — ¡Le gusto! —Él gusta que rasquen, también. Así —observó Ayla, indicando a la criatura los lugares donde mayor comezón sentía el potrillo. Corredor estaba encantado con aquellos mimos y no dejó de demostrarlo; Latie no cabía en sí de alegría. El potrillo la había atraído desde un principio; Ayla les volvió la espalda para ayudar a Jondalar; no vio, pues, que se aproximaba otro niño. Cuando giró en redondo, ahogó una exclamación: sintió que su rostro se demudaba. — ¿No importa si Rydag toca el caballo? —preguntó la niña—. No sabe hablar, pero yo sé que lo desea. Rydag siempre provocaba sorpresa en la gente, y ella lo sabía. — ¡Jondalar! —llamó Ayla, con un susurro ronco—. Esa criatura. ¡Podría ser mi hijo! ¡Parece Durc! Él, al volverse, abrió los ojos con atónita sorpresa. Era un niño de espíritus mezclados. Los cabezas chatas (aquellos a los que Ayla siempre llamaba “el Clan”) eran, para casi todos, animales; los niños como aquél eran considerados por la mayoría como “abominaciones”, mitad animales, mitad humanos. Para él había sido un desagradable golpe enterarse de que Ayla había dado a luz a un hijo híbrido. Por lo común, la madre de semejante criatura era una paria, descastada por miedo a que atrajera otra vez al maligno espíritu animal, haciendo que otras mujeres alumbraran nuevas abominaciones. Algunos ni siquiera querían admitir que existían; descubrir a uno viviendo allí, con la gente, era algo más que inesperado: era asombroso. ¿De dónde había salido aquel niño? Ayla y el pequeño se miraban mutuamente, sin prestar atención a nada más. «Es delgado para ser medio Clan —pensó Ayla—. Por lo común son de huesos grandes y musculosos. Ni siquiera Durc era tan delgado. Está enfermo». Su mirada de mujer adiestrada en la medicina le reveló que era un problema de nacimiento, algo que afectaba a ese músculo fuerte que latía dentro del pecho, haciendo mover la sangre, supuso. Pero archivó esos datos sin pensar en prestarles mayor atención. Estaba observando con mayor interés el rostro y la cabeza, en busca de las similitudes y las diferencias entre aquella criatura y su propio hijo. Los ojos pardos, grandes e inteligentes, eran como los de Durc, incluso en la expresión de antigua sabiduría, muy superior a la edad. Sintió una punzada de nostalgia y un nudo en la garganta. Pero había también dolor y sufrimiento, no siempre físico, jamás experimentados por Durc. Se sintió llena de compasión. Las cejas del niño no eran tan pronunciadas, apostilló tras un estudio detallado. Durc tenía las protuberancias supraorbitales bien desarrolladas incluso a los tres años, al marcharse ella; sus ojos y su ceño saliente eran del Clan, pero la frente era como la de aquel niño: no echada hacia atrás y achatada, como la del Clan, sino alta y curvada como la suya. Sus pensamientos comenzaron a divagar. Durc ya tendría seis años, edad suficiente para ir con los hombres cuando practicaran con las armas de caza. Pero sería Brun quien le enseñara a cazar, no Broud. Al recordar a Broud sintió un arrebato de ira. Jamás o
Anonymous
Cette politesse a aussi un autre aspect - très répandu, pas seulement réservé à ma famille - c'est qu'elle permet d'éviter de jamais devoir être reconnaissant envers qui que ce soit. Celui qui n'accepte jamais rien ne doit jamais, non plus, dire merci et peut ainsi se soustraire à la pénible obligation d'être un jour redevable à quelqu'un de quelque chose. Cette sorte de politesse n'est rien d'autre que de l'égoïsme. J'ai toujours défendu le point de vue que donner - du moins dans notre société suralimentée, où l'on ignore le besoin matériel - rend beaucoup beaucoup moins heureux que prendre. En effet, donner, n'importe quel millionnaire peut le faire (et, sur la Rive dorée, il n'y a que des millionnaires), mais accepter quelque chose avec gratitude et ne pas envoyer, dès le lendemain, un cadeau de même valeur en échange, cela, rares sont les gens entre Zurich et Rapperswil qui en sont capables. (p. 70)
Fritz Zorn (Mars)
Temía sobre todo la forma más sutil de la gratitud que se vuelve cariño canino.
Julio Cortázar (Rayuela)