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El problema es que escoges demasiados caminos, y por eso es posible que al final no sigas ninguno. Lo mismo da. Lo importante es que estudies lo que te guste para que tu cerebro pueda ampliarse, que no se quede anclado aquí. Estudia lo que quieras, no ya para conseguir una carrera, no invirtiendo de cara al futuro, sino para potenciar tu mente. Enriquécete. No busques beneficios materiales, sino mentales. Nútrete de todo lo que has dicho antes, sin prisas, sin forzar la voluntad; que siempre lo encuentres agradable y gozoso. Lo importante no es cuántas cosas leas, sino cuántas aprendas; no cuánto tiempo emplees, sino cuánto disfrutes. (...) Sé que te estoy soltando un sermón; pero mira, no tires a la papelera esta oportunidad que se te abre. Aprovéchala. Los libros poseen una riqueza inagotable. Si quieres saber, aprenderás. Fuera, otras personas, hombres y mujeres libres, no tendrán nunca esta oportunidad de crecer. Quedarán condenados a la ignorancia, con un horizonte ante sus ojos cada vez más pequeño y una visión del mundo empobrecedora. Tampoco se trata de ninguna competición ni superación. Siempre habrá hombres más brillantes que nosotros. Se trata de extraer el máximo provecho por propio deseo, en paz, sin rivalidades ni complejos; de disfrutar de nuestras posibilidades personales sin ambicionar las de los demás. La envidia es destructiva, y se trata de construirnos y no de destruirnos.
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