“
Hasta la vista, baby," he tells me, and I shake my head and smile at how adorably dorky he can be. His Spanish only comes from Arnold Schwarzenegger.
”
”
Cynthia Hand (Hallowed (Unearthly, #2))
“
Hasta la vista, bitch.
”
”
Libba Bray (Beauty Queens)
“
Y si, digo que me parecería de lo más bonito del mundo tomarnos de la mano y besarnos frente a los demás. Y comer fresas con crema de tu boca o de tus piernas en mi casa de campo mientras preparo chocolate caliente y tu enciendes la calefacción. Y estar cada noche en la azotea viendo constelaciones mientras te hago dibujos en la espalda de las mismas. Y decirte que me encantaría pasar horas dando vueltas en la cama mirandote y jugando contigo a que somos gatos que no quieren dormirse y quieren jugar hasta que se vaya la luna. Y quisiera despertar todos los días viendote despertar. Hacerte el desayuno, el amor. Compartirte mi vida. Decir que no hay peor ciego que el que no te quiera ver, y que la verdad el mundo sería bastante aburrido sin tu existencia. Y que me ha gustado un montón haberte encontrado. Y que sólo me sentiría perdido si te suelto de la cintura cuando bailemos. Que sólo en tus labios es que puedo calmar mi sed de verdad, y en tus ojos es que puedo disfrutar de un próspero amanecer. Que con nuestros cuerpos rozados uno al otro mi corazón da latidos de fuego artificial. Que la vida sin ti es un desperdicio, y que no me importa el tiempo que tenga que pasar esperandote por que te vistas a la hora de salir. Que no me importaría llegar tarde al trabajo si cada mañana despertamos, te hago el café comemos y hacemos el amor antes de despedirnos. Que sonreír es mucho más bonito cuando lo hago porque lo haces tú. Que me encantas con pijama, sin pijama, con lo que sea. Que eres tan bella que no dejas que nadie más para mí lo sea. Corretear por la cocina desnudos por estar jugando a las escondidas, aparecerme en la ducha cuando tu lo estás, abrazarte y besarte haciendote saber que eres la mejor persona del mundo y que ser feliz es sinónimo de estar contigo.
Y besar tu cuello y acariciar tu vientre mientras digo que soy capaz de darle la vuelta al mundo para abrazarte por la espalda. Así te quedaría claro que eres amada por mí.
”
”
J. Porcupine (La vuelta al mundo para abrazarte por la espalda)
“
How about we just go with sayonara then?” Graham laughed. “Or au revoir.” “Arrivederci.” “Hasta la vista, baby,” he said, and then he stepped forward and kissed her again, sending a shiver through her in spite of the warmth of the early-morning sun.
”
”
Jennifer E. Smith (Happy Again (This Is What Happy Looks Like, #1.5))
“
Hasta la vista, baby.
”
”
Arnold Schwarzenegger
“
Las cosas nunca son como a primera vista las figuramos, y así ocurre que cuando empezamos a verlas de cerca, cuando empezamos a trabajar sobre ellas, nos presentan tan raros y hasta tan desconocidos aspectos; tal pasa con las caras que nos imaginamos, con los pueblos que vamos a conocer, que nos los hacemos de tal o de cual forma en la cabeza, para olvidarlos repentinamente ante la vista de lo verdadero.
”
”
Camilo José Cela (The Family of Pascual Duarte)
“
Per dashurine jap jeten, dhe per lirine jap dashurine!
”
”
Petro Marko (Hasta La Vista)
“
Me duelen hasta las pestañas, pero cuando subo la vista y encuentro sus ojos, me olvido hasta de respirar. Supongo que ese es el verde al que la bruja se refería...
”
”
Lorena Pacheco Fiérrez (Hilando historias)
“
Subo la vista al cielo. Seguro que se verían miles de estrellas si apagáramos todas las luces.
”
”
Inma Rubiales (Hasta que nos quedemos sin estrellas)
“
We’re Slough House’, he said. Then added, ‘Hasta la vista baby,’ before following the others down the stairs
”
”
Mick Herron (Slough House (Slough House, #7))
“
El recuerdo se basa en recuerdos, que a su vez se esfuerzan por conseguir recuerdos. Por eso se asemeja a la cebolla, que, con cada piel que cae, deja al descubierto lo olvidado hace tiempo, hasta los dientes de leche de la primera infancia; luego, sin embargo, el filo del cuchillo la ayuda a conseguir otro fin: cortada piel a piel, provoca lágrimas que nublan la vista.
”
”
Günter Grass (Peeling the Onion)
“
No creo que tu vida no tenga sentido. He cambiado de opinión. Los milagros termodinámicos… son unos sucesos con unas probabilidades tan remotas de que lleguen a producirse que prácticamente resulta imposible que acaben dándose. Por ejemplo: que el oxígeno se transforme de manera espontánea en oro. Tengo muchas ganas de ver algo así. Y aún así, en cada apareamiento humano, mil millones de espermatozoides compiten para llegar a un solo óvulo. Multiplica esas posibilidades por las innumerables generaciones que ha habido de seres humanos, por las posibilidades de que tus antepasados vivieran, se conocieran, engendraran a ese hijo en concreto, a esa hija exactamente… hasta llegar a tu madre, que se enamorará de un hombre al que tiene todas las razones del mundo para odiar y de esa unión, de los miles de millones de niños que compiten para lograr fecundar el óvulo, fuiste tú, sólo tú, la que surgió. Destilar una forma tan específica a partir de tal caos de improbabilidades resulta tan difícil como que el aire se transforme en oro… El cenit de lo imposible. Un milagro termodinámico. Se podría decir eso de cualquier persona del mundo. Pero el planeta está tan lleno de gente, tan repleto de milagros, que acabamos considerándolos algo normal y olvidamos lo que son… Yo lo olvidé. Contemplamos la Tierra día tras día hasta que acaba convirtiéndose en un lugar al que consideramos monótono. Pero visto desde otro punto de vista, como si fuera algo nuevo, aún es capaz de asombrarnos. Ven, seca tus lágrimas, porque eres vida, algo más excepcional que un quark y más impredecible que lo que Heisenberg soñó jamás: la arcilla en la que las fuerzas que dan forma a todas las cosas dejan sus huellas de un modo más claro. Seca tus lágrimas… y volvamos a casa." Dr. Manhattan, WATCHMEN, Alan Moore
”
”
Alan Moore (Watchmen)
“
Hasta mis manos me parecían repugnantes. La deformación impúdica del dorso de mis manos me atormentaba; me sentía brutalmente impresionado a la vista de mis delgados dedos; odiaba todo mi cuerpo fláccido, y me horrorizaba llevarlo, sentirlo junto a mí. ¡Si todo esto pudiera terminar ahora! ¡Dios mío, quisiera morir!
”
”
Knut Hamsun (Hambre)
“
Pero la hora magnífica pertenece a las rosas de mayo. Entonces, hasta mas allá de donde alcanza la vista, desde las vertientes de las colinas hasta las hondonadas de las llanuras, entre diques de viñas y de olivares, afluyen de todas partes como un río de pétalos del que emergen las casas y los árboles, un río del color que damos a la juventud, a la salud y a la alegría. Diríase que el aroma a la vez cálido y fresco, pero sobretodo espacioso que entreabre el cielo, emana directamente los manantiales de la beatitud.
”
”
Maurice Maeterlinck (La inteligencia de las flores)
“
Un estudio en escarlata, ¿eh? ¿Por qué no hemos de emplear un poco el argot artístico? Nos encontramos con el hilo rojo del asesinato enzarzado en la madeja incolora de la vida, y nuestro deber consiste en desenmarañarlo, aislarlo y poner a la vista hasta la última pulgada.
”
”
Arthur Conan Doyle (A Study in Scarlet (Sherlock Holmes, #1))
“
[...] podía saborear con deleite esa voluptuosidad que es todo el lujo del amor y que consiste en poder dirigir descuidadamente la atención y la vista a otra parte, a la vez que se siente la apasionada proximidad del ser único, gracias al cual cada minuto es un trozo de paraíso, pero al cual la perversidad te ordena ignorar, sin dejar de mantenerlo atado como un perro; y ante el cual, sin embargo, estarías dispuesto a arrastrarte con la cobardía y los halagos de un verdadero perro, en cuanto estuvieras en peligro de perder a ese ser amado que hasta aquel punto fingías tratar con el inatento dandismo característico del sentimentalismo morboso.
”
”
Salvador Dalí
“
¿Cómo podía ser al mismo tiempo el Dios que todo lo sabía y el hombre que preguntaba a sus discípulos «¿Quién me ha tocado»?
Yo sugiero que en realidad, y es una verdad intemporal acerca de Dios, la naturaleza humana, y la experiencia humana de la debilidad o el sueño o la ignorancia, quedó de algún modo incluida en la totalidad de Su vida divina. Esta vida humana de Dios es, desde nuestro punto de vista, un período particular en la historia de nuestro mundo (desde el año 1. DC hasta la Crucifixión)
Por lo tanto, imaginamos que es también un período en la historia de la propia existencia de Dios. Pero Dios no tiene historia. Es demasiado definitivamente y totalmente real para tenerla. Puesto que, naturalmente, tener una historia significa perder parte de tu realidad (porque ésta ya se ha deslizado en el pasado) y no tener todavía otra parte (porque aún sigue en el futuro), de hecho, no tienes más que el mínimo presente, que ha desaparecido antes de que puedas hablar de él.
”
”
C.S. Lewis (Mere Christianity)
“
El viajero que trepa penosamente hasta la cima de un escarpado monte, goza muchísimo más cuando al término de su viaje descubre ante su vista una vasta y deliciosa llanura.
”
”
Giovanni Boccaccio (Decameron (German Edition))
“
¡Hasta entonces, silencio, alma mía! ¡Los actos criminales surgirán a la vista de los hombres, aunque los sepulte toda la tierra!
”
”
William Shakespeare (Hamlet)
“
Me encogí, presioné el rostro contra el volante e intenté respirar a pesar de mis pulmones.
Me pregunté cuánto más podría durar esto. Quizás algún día, dentro de unos años, si el dolor disminuía hasta el punto de ser soportable, me sentiría capaz de volver la vista atrás hacia esos pocos meses que siempre consideraría los mejores de mi vida.
Y ese día, estaba segura de que me sentiría agradecida por todo aquel tiempo que me había dado, más de lo que yo había pedido y más de lo que merecía. Quizá algún día fuera capaz de verlo de este modo.
”
”
Stephenie Meyer (New Moon (The Twilight Saga, #2))
“
Pronto comprendió que sólo existían dos maneras de acceder a él: mediante la violencia abierta, que no venía al caso pues era un hombre apacible y nervioso al que repugnaba hasta la vista de la sangre, o mediante la literatura, que es una forma de violencia soterrada y que concede respetabilidad y en ciertos países jóvenes y sensibles es uno de los disfraces de la escala social.
”
”
Roberto Bolaño (Nazi Literature in the Americas)
“
Antes de conocerlo se había sentido muy sola. Le conté que por las mañanas yo decía el nombre de Max incluso antes de abrir los ojos. Ella me dijo que su vida había sido como escuchar un disco horrible una y otra vez, cada día, y en un instante le habían dado vuelta al disco, y sonaba música. Max la oyó y me sonrió. Ves, amor, ahora estamos en la cara B. (Del cuento Hasta la vista)
”
”
Lucia Berlin
“
—Mi madre se detuvo en aquel lugar y se quedó con la vista fija en la otra orilla. El arroyo había crecido tanto que sus aguas rugían ensordecedoras como una cascada. Me acuerdo de que llegué junto a ella, preguntándome si era necesario quedarse así de quieta para ver correr el agua. Mi madre se sentó en cuclillas y yo la imité. Entonces se giró hacia mí sonriendo y me acarició la mejilla. Luego me pasó la mano por la cabeza, por el hombro, por la espalda. Sentí su amor como un dolor sordo que me traspasaba la piel, se hundía hasta la médula de los huesos y me encogía el corazón...
Fue entonces cuando supe lo mucho que duele amar a alguien.
”
”
Han Kang (Imposible decir adiós)
“
No puedo ni bajar la vista al suelo sin que sus rasgos se dibujen en las baldosas. En cada nube, en cada árbol, colmando el aire nocturno y refulgiendo de día a rachas en cada objeto, me veo continuamente cercado por su imagen. Los rostros más triviales de hombres y mujeres y hasta los propios rasgos de mi cara se burlan de mí, ofreciéndome su parecido. El mundo entero es una atroz colección de testimonios acreditativos de que vivió y de que ya la he perdido.
”
”
Emily Brontë (Wuthering Heights)
“
Se desarrolla entonces toda una problemática: la de una arquitectura que ya no está hecha simplemente para ser vista (fausto de los palacios) o para vigilar el espacio exterior (geometría de las fortalezas) sino para permitir un control interior, articulado y detallado (...); en términos generales, la de una arquitectura que habría de ser un operador para la transformación de los individuos: obrar sobre aquellos a quienes abriga, permitir apresar su conducta, conducir hasta ellos los efectos del poder, darlos a conocer, modificarlos.
”
”
Michel Foucault (Vigilar y castigar: Nacimiento de la prisión)
“
Los peces y los árboles se parecen.
Se parecen en los anillos. Si hiciéramos un corte horizontal a un àrbol veríamos sus anillos en el tronco. Un anillo por cada año transcurrido, es así como se sabe la edad del árbol. Los peces tambien tienen anillos en las escamas. Y al igual que sucede con los árboles, gracias a ellos sabemos cuántos años tiene el animal.
Los peces nunca dejan de crecer. Nosotros sí, nosotros menguamos a partir de la madurez (...) El anillo de los peces lo crea el invierno (...)
El anillo de los peces es microscópico, no se ve a primera vista pero ahí está. Como si fuera una herida. Una herida que no ha cerrado bien.
Y como los anillos de los peces, los momentos más difíciles van marcando nuestras vidas hasta convertirse en la medida de nuestro tiempo. Los días felices, al contrario, pasan deprisa, demasiado deprisa, y en seguida se desvanecen.
Lo que para los peces es el invierno, para las personas es la pérdida. Las pérdidas delimitan nuestro tiempo; el final de una relación, la muerte de un ser querido.
Cada pérdida es un anillo oscuro en nuestro interior.
”
”
Kirmen Uribe (Bilbao-New York-Bilbao)
“
No sé yo ahora, hay esa tendencia a encerrar a los niños en una burbuja de felicidad entontencedora y sosiego falso, a no ponerlos en contacto ni siquiera con lo inquietante, y a evitar que conozcan el miedo y hasta que sepan de su existencia creo que circulan por ahí, que hay quienes les dan a leer versiones censuradas, amañadas o edulcoradas de los cuentos clásicos de Grimm y de Perrault y Andersen, desprovistas de lo tenebroso y cruel, de lo amenazador y siniestro , a lo mejor hasta de los disgustos y de los engaños. Una estupidez descomunal desde mi punto de vista. Padres ñoños. Educadores irresponsables. Yo eso lo consideraría un delito, por desamparo y por omisión de ayuda. Porque a los niños los protege mucho percibir el miedo ajeno, y así concebirlo con serenidad, desde su seguridad de fondo; experimentarlo vicariamente, a través de otros, sobre todo por personajes de ficción interpuestos, como un contagio de corta duración. Y además sólo de prestado, y no tanto como fingido. Imaginarse algo es empezar a resistirlo y eso es también aplicable a lo ya sucedido: uno resiste mejor las desgracias si después logra imaginarlas, después de haberlas sufrido. Y claro, el recurso más común de la genta es relatarlas.
”
”
Javier Marías
“
UNA VISTA AÉREA
Desde arriba Insurgentes es sólo una amplia avenida que corta la ciudad de México de Norte a Sur repleta de pequeños autos. Se dice que es la vía más grande del mudo porque de un lado desemboca en Acapulco y del otro en Nuevo Laredo pero, en realidad, si uniéramos en línea recta todas las calles llamadas Insurgentes en todo el país, la avenida continuaría hasta llegar a las costas de Hawaii. Insurgentes está enrollada por todo el país como un laberinto. Todos los años, alguien le pone ese nombre a alguna calle de una ciudad en construcción y se siente original. Ni siquiera la ciudad de México ha evitado esa repetición: entre 1985 y 1995, aparecieron veintitrés calles, bulevares, callejones, privadas, prolongaciones y retornos llamados Insurgentes.
En el futuro todas las rutas de México terminarán por llamarse así. Caminaremos sin rumbo, doblando a la izquierda y derecha sobre Insurgentes, preguntándonos ¿Dónde estoy?
”
”
Fabrizio Mejía Madrid
“
Hay alturas del alma que hacen que, vistas desde ellas, hasta la tragedia deje de producir efecto trágico; y si se concentrase en unidad todo el dolor del mundo, ¿a quién le sería lícito atreverse a decidir si su aspecto induciría y forzaría necesariamente a la compasión y, de este modo, a una duplicación del dolor?
”
”
Friedrich Nietzsche (Más allá del bien y del mal (Espiritualidad & Pensamiento) (Spanish Edition))
“
...Nos quedamos un rato en silencio, envueltos en el perfume de las hierbas. Hasta que le pregunté.
-¿Por qué nunca hablamos de Ezequiel?
Apoyó las cosas en el piso con mucha calma. Estiró su mano como para acariciarme. Me miró. Bajó la mano. Luego la vista y dijo en un susurro.
-Hay cosas de las que es mejor no hablar.
”
”
Antonio Santa Ana
“
Nunca antes había amado a nadie, no de verdad. Nunca había sabido hacerlo, cómo abrirse, cómo hacerle sitio a otra persona, cómo ser generosa. Miró a su marido, su cara vieja y querida, su cara nueva y querida, solo para ella. Él la besó con fuerza tres veces y entró en el ascensor, y ella no apartó la vista hasta que la puerta lo borró.
”
”
Olivia Laing (Crudo)
“
cambio, es como un loro que salta de rama en rama y parlotea a la vista de todos.» Gustave se imaginaba que era una fiera salvaje: le encantaba pensar que era un oso polar, remoto, silvestre y solitario. Yo acepté esta idea suya, y hasta le dije que era un búfalo salvaje de las praderas americanas; pero es posible que no fuera más que un loro.
”
”
Julian Barnes (El loro de Flaubert)
“
Es ciertamente increíble cuán insignificante y banal, vista desde fuera, y cuán aturdida y ciega, sentida desde dentro, pasa la vida de la gran mayoría de los hombres. Es un débil anhelar y atormentarse, un sonámbulo tambalearse a través de las cuatro edades de la vida hasta la muerte, en compañía de una serie de pensamientos triviales. Se asemejan a los mecanismos de relojes, que se les da cuerda y se ponen en marcha sin saber por qué. Y cada vez que un hombre es engendrado y nace, de nuevo se le da cuerda al reloj de la vida humana para que entonces vuelva a interpretar su canción tantas veces repetida ya, movimiento a movimiento, compás por compás, con variaciones insignificantes.
”
”
Arthur Schopenhauer (El arte de sobrevivir)
“
Celia escuchó el motor del coche y alzó la vista. Ella había optado por acercarse hasta allí dando un paseo y hacía ya veinte minutos que aguardaba sentada en el hueco del Pozo de las Ánimas.
Álvaro se apeó del Mercedes y se acercó rebuscando calderilla en el bolsillo. Cuando estuvo junto a Celia, le dio una moneda.
—Dos —pidió ella.
Él le entregó otros diez céntimos. Tras un breve silencio, las tres monedas se perdieron en la oscuridad del agujero.
—¿Qué has pedido? —curioseó Álvaro, y se sentó a su lado.
—Inspiración para dibujar y valor para aceptar un no por respuesta —dijo lo último pensando en el imprevisible y reñido mundo editorial—. ¿Y tú?
—Que se cumplan los tuyos —murmuró acariciándole la mejilla.
”
”
Olivia Ardey (Bésame y vente conmigo)
“
a Jesús le dieron también un azadón y trabajó valientemente al lado de los adultos, hasta quiso el destino, que en todo es más sabio, que en el terreno por él cavado fuese sepultado su padre, cumpliéndose así la profecía, El hijo del hombre enterrará al hombre, pero él mismo quedará insepulto. Que estas palabras, a primera vista enigmáticas, no os lleven a pensamientos superiores, lo que ahí se dice pertenece a la escala de lo obvio, quise sólo recordar que el último hombre, por ser el último, no tendrá quien le dé sepultura. Pero no será el caso de este muchacho que acaba de enterrar a su padre, con él no se va a acabar el mundo, todavía permaneceremos aquí durante milenios y milenios en constante nacer y morir,
”
”
José Saramago (El Evangelio Según Jesucristo)
“
Aunque os esforcéis diligentemente en vuestro propio camino día tras día, si vuestro corazón no está de acuerdo con él, aunque penséis que estáis en el buen camino, desde el punto de vista de la justicia y de la verdad, no es un auténtico camino. Si no seguís un auténtico camino hasta el final, una pequeña maldad al principio se convierte en una gran perversión.
”
”
Miyamoto Musashi (El libro de los cinco anillos)
“
En este sentido vale la pena reflexionar hasta dónde la sensación de poseer un yo es realmente individual. Desde mi particular punto de vista, además de que el yo es un proceso y una idea, su existencia y sus características reflejan patrones colectivos en parte aprendidos y en parte asociados con la existencia de interacciones directas entre cerebros y organismos.
”
”
Jacobo Grinberg-Zylberbaum (El Yo como Idea (Spanish Edition))
“
Bueno, pues la soledad era esto: encontrarte de súbito en el mundo como si acabaras de llegar de otro planeta del que no sabes por qué has sido expulsada. Te han dejado traerte dos objetos (en mi caso, la butaca y el reloj) que tienes que llevar a cuestas, como una maldición, hasta que encuentres un lugar en el que recomponer tu vida a partir de esos objetos y de la confusa memoria del mundo del que procedes. La soledad es una amputación no visible, pero tan eficaz como si te arrancaran la vista y el oído y así, aislada de todas las sensaciones exteriores, de todos los puntos de referencia, y sólo con el tacto y la memoria, tuvieras que reconstruir el mundo, el mundo que has de habitar y que te habita. ¿Qué había en esto de literario, qué había de divertido? ¿Por qué nos gustaba tanto?
”
”
Juan José Millás (Trilogía de la soledad)
“
No imagines las cosas ausentes como ya presentes antes bien, selecciona entre las presentes las más favorables y a la vista de esto, recuerda como las buscarías si no estuvieran presentes. Pero al mismo tiempo ten precaución, no vaya a ser que por
complacerte hasta tal punto en su disfrute te habitúes a sobrestimarlas, de manera que, si alguna vez
no estuvieran presentes, pudieras sentirte inquieto
”
”
Marcus Aurelius (Meditations)
“
No imagines las cosas ausentes como ya presentes antes bien, selecciona
entre las presentes las mas favorables y a la vista de esto, recuerda como las buscarías
si no estuvieran presentes. Pero al mismo tiempo ten precaución, no vaya a ser que por
complacerte hasta tal punto en su disfrute te habitúes a sobrestimarlas, de manera que, si alguna vez
no estuvieran presentes, pudieras sentirte inquieto
”
”
Marcus Aurelius (Meditations)
“
Sin quitarme los ojos de encima, acercó aún más su pupitre.
- ¿Sabes una cosa?
- ¿Qué?
- Que he entrado en tu blog.
Ay, Dios. ¿Cómo lo había encontrado? Un momento; la pregunta que debía hacerme era la siguiente: ¿por qué lo había encontrado? Mi blog no podía buscarse a través de Google...Estaba flipando en colores.
- Ya estás acosándome otra vez, ¿no? ¿Tengo que llamar a la poli para que te ponga una orden de alejamiento?
- Ni en sueños, gatita - Sonrió - Ah, espera, que ya salgo en ellos, ¿verdad?
Puse los ojos en blanco.
- Más bien apareces en mis pesadillas, Daemon.
(pág.154)
- ¿Me estás preguntando si me atraen las humanas? - dijo. El pelo le caía hacia delante en ondas. Unas gotitas de agua le recorrían los mechones y acababan salpicándome la mejilla - ¿O si eres tú la que me atrae?
Con las manos apoyadas en la roca, fue acercándose a mí lentamente. Muy pronto nos separaban sólo unos milímetros...Sentía su respiración como si fuera la mía, y cuando movió las caderas abrí los ojos y ahogué un grito.
Vaya que si funcionaba la cosa...Me despejó la duda de un plumazo.
(pág. 240)
- Sí que es importante el helado - dije.
- Es mi vida entera.- Dee tiró el monedero a Daemon, pero erró el objetivo - ¡Y tú me lo has quitado!
(pág. 258 NUNCA TE METAS ENTRE DEE Y SU COMIDA, Y MENOS SI SE TRATA DE HELADO)
- ¿Lo estás pasando bien con...Ash?
- ¿Y tú con tu amiguito el pulpo?
Me mordí el larbio.
- Qué simpático eres, como siempre.
...
- Estás...muy guapa, por cierto. Demasiado guapa para estar con ese idiota.
Me sonrojé y bajé la vista.
- ¿Te has tomado algo?
- Pues no, la verdad. ¿Por qué me lo preguntas, si puede saberse?
- Porque nunca me dices nada agradable.
- Touché.
(pág. 303)
- Recuérdame...que no te haga enfadar nunca más ¡La leche! ¿Eres agente secreto en tus ratos libres?
... Me recorrió la espalda con sus brazos y hundió una mano en los rizos que se me habían soltado del moño.
- No me has hecho caso - susurró contra mi hombro.
- Nunca te hago caso.
(pág. 327)
Daemon murmuró algo en un idioma desconocido. Era una lengua dulce y bonita. Mágica. De otro planeta.
Podría haberlo despertado, pero no lo hice sin saber demasiado bien por qué. La emoción que sentía por el contacto con su piel era más fuerte que todo lo demás.
Daemon tenía una mano en el borde de mi camiseta, y los dedos encima del pedazo de piel que había entre el borde de la camiseta y la cinturilla de los pantalones de pijama. La mano empezaba a abrirse paso por debajo de la camiseta, a través de mi estómago, en la parte en que este empieza a descender. El pulso se me desbocó. Me rozó las costillas con la punta de los dedos. Su cuerpo se movió y sentí su rodilla contra mí.
(pág. 338) O.O o_O OMG
- Gatita
- Ni aunque fueras el último ser con aspecto humano sobre la faz de la Tierra ¿Ahora lo entiendes? ¿Capiche?
...
- Ademñas, no me atraes nada - Mentira podrida - Pero vamos, nada de nada. Eres...
De repente Daemon estaba delante de mí, a apenas un centímetro de mi rostro.
- ¿Qué soy?
- Ignorante
-¿Y qué más?
- Prepotente, controlador...-...- Y un...cretino.
- Venga ya, gatita, seguro que puedes hacerlo mejor - ... - Todavía no me creo que no te sientas atraída por mí.
(pág. 360)
- Seguro que hasta sueñas conmigo - Bajó la vista hacia mis labios y sentí que se despegaban - Seguro que escribes mi nombre en tus libretas, una y otra vez, rodeado por un corazoncito.
Me reí.
- En tus sueños, Daemon. Eres la última persona a la que...
Daemon me besó
(pág.361)
Una sonrisa pícara se le asomó a los labios.
- ¿Te das cuenta de que me encantan los retos?
Me reí entre dientes y me volví hacia la puerta mientras le dedicaba un gesto grosero con el dedo corazón.
- Y a mí, Daemon; y a mí.
(pág. 414)
”
”
Jennifer L. Armentrout (Obsidian (Lux, #1))
“
Con estas cartas he iniciado mi aproximación a Rilke. No cabe duda de que el checo respiraba y exhalaba poesía. Para ilustrarlo, unas breves citas que no necesitan mayor explicación, sólo hay que gozarlas.
“Y aun permaneciendo en mi tristeza, soy feliz sintiendo que es usted, Bella; soy feliz por haberme entregado sin miedo a su belleza como un pájaro se entrega al espacio; feliz, Querida, por haber caminado como un verdadero creyente sobre las aguas de nuestra incertidumbre hasta la isla de su corazón donde florecen dolores. En fin: feliz.”
"El trabajo del artista debe ser como la muerte; hay que entrar por entero en él, sin reserva alguna, solo, sin poseer nada salvo esta moneda que se ponía en la boca de los muertos para asegurarles el trayecto de ese río trágico que les separaba para siempre de sus amigos. ¿Sentirá usted, al menos, mi alma que volteará a menudo a su alrededor y al de nuestros queridos recuerdos?"
"Estará usted aquí, se lo digo a mi habitación, sobre todo al gran sillón al que le gusta hacerse más vasto a su alrededor y que está infinitamente orgulloso de ser casi tocado por un Alma; pues sabe que sólo un poco de delicioso cuerpo lo separa de la suya. Hasta la vista, Querida, has muy pronto."
"Mi estado, tal como lo vio, seguía empeorando; no he escrito ni una sola línea durante esos largos meses y ni siquiera la primavera ha sabido, esta vez, aliviarme; aumentaba, pero yo estaba separado de ella por todos mis sentidos que permanecían cerrados y opacos. Ése debe de ser (cuántas veces lo habré pensado) el estado de un tallo roto que una brizna de corteza sujeta todavía a su árbol, pero que, interiormente, no corresponde ya a la feliz savia con la que se embriagan todas las ramas a su alrededor.
”
”
Rainer Maria Rilke
“
De todo lo que me rodeaba -todo lo que podía ver-, el único punto de referencia era la luna, cabalgando muy por encima de las nubes, y aunque brillante y llena por alguna razón parecía extrañamente inestable, un vacío de gravedad, no era la luna pura del desierto que servía de referente sino más bien un truco de fiesta que podía desaparecer con el guiño de un ilusionista o alejarse flotando hacia la oscuridad hasta perderse de vista”.
”
”
Donna Tartt (The Goldfinch)
“
La vida buena no es igualmente accesible para todos. La pertenencia de clase, el género, el color de la piel, la raza, la nacionalidad y la casta generan disparidades, desigualdades de estatus y de poder que influyen de forma significativa en el bienestar individual. Estas diferencias estructurales influyen de manera dramática e importante en el acceso a la salud, en la trayectoria educativa y profesional, en el tratamiento de los casos individuales por el sistema judicial, en las condiciones de la vida cotidiana, en el futuro de los hijos y hasta en las tasas de mortalidad. ¿Qué realización personal cabe esperar si no se dan las condiciones mínimas que puedan favorecerla? Hacer creer que unos ejercicios de autoayuda bastan para remediar la ausencia de transfor- mación social no es solo una visión cortoplacista sino también repug- nante desde el punto de vista moral.46
”
”
Edgar Cabanas (Happycracia: Cómo la ciencia y la industria de la felicidad controlan nuestras vidas)
“
la escritura, que ha evolucionado desde los pliegos más sencillos, pasando por los rollos, hasta culminar en el libro, ha puesto fin al trágico confinamiento de las vivencias y de la experiencia en el alma individual: desde que existe el libro nadie está ya completamente solo, sin otra perspectiva que la que le ofrece su propio punto de vista, pues tiene al alcance de su mano el presente y el pasado, el pensar y el sentir de toda la humanidad.
”
”
Stefan Zweig (Encuentros con libros (El Acantilado nº 405) (Spanish Edition))
“
Quién sabe, decía Kretzschmar, si el deseo profundo de la Música es el de no ser oída, ni siquiera vista o tocada, sino percibida y contemplada, de ser ello posible, en un más allá de los sentidos y del alma misma. Pero ligada al mundo de los sentidos, es natural que anheles, por otra parte, su realización sensorial, vigorosa y hasta apasionada, como aquella Kundry que hace lo que no quiere hacer y echa sus brazos pecadores en torno al cuello del Inocente.
”
”
Thomas Mann (Doktor Faustus)
“
—¡Esperad! ¡Volved! —gritó el phooka—. Hay algo que debo deciros.
Los tres se dieron la vuelta.
—¿De qué se trata? —preguntó Jared.
—Boni noni boni —dijo el phooka, articulando con toda precisión.
—¿Es eso lo que querías decirnos?
—No, en absoluto —respondió el phooka.
—Entonces, ¿qué era? —preguntó Jared con impaciencia.
—Podría escribirse un libro entero con todo lo que no sabe un autor —declaró el phooka. Acto seguido, trepó por el tronco del árbol hasta perderse de vista.
”
”
Tony DiTerlizzi (Lucinda's Secret (The Spiderwick Chronicles, #3))
“
Nuestro punto de vista lo pasan completamente por alto: nunca hemos sentido de veras la presión de una sola ley, nuestras pasiones y desesperaciones nada tienen que ver con el comercio, nuestros vicios y virtudes florecen por igual, e imparcialmente, al margen del gobierno que está en el poder. La maquinaria que describen... logran hasta cierto punto llevarnos a creer en todo ello, pero el meollo de la cuestión lo dejan sin tocar siquiera. ¿Será acaso porque no está en su mano entenderlo?
”
”
Virginia Woolf (Horas en una biblioteca)
“
En la práctica de cada forma de vida y de cualquier trabajo, existe un estado de mente del que se dice que está desviado. Aunque os esforcéis diligentemente en vuestro propio camino día tras día, si vuestro corazón no está de acuerdo con él, aunque penséis que estáis en el buen camino, desde el punto de vista de la justicia y de la verdad, no es un auténtico camino. Si no seguís un auténtico camino hasta el final, una pequeña maldad al principio se convierte en una gran perversión. Reflexionad sobre esto.
”
”
Miyamoto Musashi (El Libro de los cinco anillos)
“
Pero casi sin excepción se describe a la mujer desde el punto de vista de su relación con hombres. Era extraño que, hasta Jane Austen, todos los personajes femeninos importantes de la literatura no sólo hubieran sido vistos exclusivamente por el otro sexo, sino desde el punto de vista de su relación con el otro sexo. Y ésta es una parte tan pequeña de la vida de una mujer… Y qué poco puede un hombre saber siquiera de esto observándolo a través de las gafas negras o rosadas que la sexualidad le coloca sobre la nariz.
”
”
Virginia Woolf (Un cuarto propio)
“
El viaje por el mundo es un peregrinar de una provincia a otra, y cada una de ellas es una estrella solitaria que brilla sólo para sí misma. Para la mayoría de la gente que vive allí, el mundo real se acaba en el umbral de su casa, en el límite de su aldea o, todo lo más, en la frontera de su valle. El mundo situado más allá no es real ni importante, ni tan siquiera necesario, mientras que el que se tiene a mano, el que se abarca con la vista, aumenta ante nuestros ojos hasta alcanzar el tamaño de un cosmos tan inmenso que nos impide ver todo lo demás. Ocurre a menudo que el habitante del lugar y el que llega desde lejos tienen grandes dificultades a la hora de encontrar un lenguaje común, pues cada uno de ellos se sirve de una óptica diferente para mirar el mismo paisaje. El visitante usa un gran angular, que le da una imagen alejada y reducida, y, en contrapartida, una larga línea de horizonte; en tanto que el interlocutor local siempre ha usado un teleobjetivo o incluso un telescopio, que aumenta hasta el detalle lo más insignificante.
”
”
Ryszard Kapuściński (The Shadow of the Sun)
“
Recordó la vez que pescó a la hembra de una pareja de peces espada. El macho siempre deja que la hembra coma primero, y ella, al morder el anzuelo, se debatió en una batalla salvaje, desesperada y llena de pánico que pronto la agotó. Todo el tiempo el macho se quedó con ella, cruzando el sedal y haciendo círculos en torno de su pareja en la superficie. Se hallaba tan próximo que el viejo había tenido temor de que cortara la cuerda con la cola, que era afilada como guadaña y casi de esa forma y tamaño. El viejo le metió el garfio, le dio golpes, la prendió de la espada, de borde como lija y la aporreó en la punta de la cabeza hasta que su color se volvió casi como el del respaldo de un espejo, y entonces, con la ayuda del muchacho, la elevó para ponerla a bordo. El macho se quedó a un costado del bote. Después, cuando el viejo limpiaba los cordeles y preparaba el arpón, el macho saltó muy alto en el aire, junto al bote, para ver dónde había quedado su pareja, y finalmente se sumergió en lo más profundo, con las alas azul-rojizas, que eran sus aletas pectorales, desplegadas a lo ancho y con todas las franjas del mismo color a la vista. "Era hermoso-recordó el viejo- y se quedó hasta el final".
”
”
Ernest Hemingway (The Old Man and the Sea)
“
(...) Sí, por las tardes, hacia las siete, le gusta encontrarse en un vagón de segunda mano del metro. La mayoría de los pasajeros son personas que regresan de sus trabajos. Se sienta entre ellos, trata de sorprender en sus caras el motivo de sus preocupaciones. Naturalmente, están pensando en lo que acaban de abandonar hasta mañana, sólo hasta mañana, y también en lo que les espera esta noche, lo cual les alegra o les preocupa aún más. Nadja se queda mirando fijamente algo definido: «Hay buenas personas». Más alterado de lo que quisiera mostrarme, ahora sí me enojo: «Pues no. Además tampoco se trata de eso. El hecho de que soporten el trabajo, con o sin las demás miserias, impide que esas personas sean interesantes. Si la rebeldía no es lo más fuerte que sienten, ¿cómo podrían aumentar su dignidad sólo con eso? En esos momentos, por lo demás, usted les ve; ellos ni siquiera la ven a usted. Por lo que a mí se refiere, yo odio, con todas mis fuerzas, esa esclavitud que pretenden que considere encomiable. Compadezco al hombre por estar condenado a ella, porque por lo general no puede evitarla, pero si me pongo de su parte no es por la dureza de su condena, es y no podría ser más que por la energía de su protesta. Yo sé que en el horno de la fábrica, o delante de esas máquinas inexorables que durante todo el día imponen la repetición del mismo gesto, con intervalos de algunos segundos, o en cualquier otro lugar bajo las órdenes más inaceptables, o en una celda, o ante un pelotón de ejecución, todavía puede uno sentirse libre, pero no es el martirio que se padece lo que crea esa libertad. Admito que esa libertad sea un perpetuo librarse de las cadenas: será preciso, por añadidura, para que ese desencadenarse sea posible, constantemente posible, que las cadenas no nos aplasten, como les ocurre a muchos de los que usted me habla. Pero también es, y quizá mucho más desde el punto de vista humano, la mayor o menor pero, en cualquier caso, la maravillosa sucesión de pasos que le es dado al hombre hacer sin cadenas. Esos pasos, ¿les considera usted capaces de darlos? ¿Tienen tiempo de darlos, al menos? ¿Tienen el valor de darlos? Buenas personas, decía usted, sí, tan buenas como las que se dejaron matar en la guerra, ¿verdad? Digamos claro lo que son los héroes: un montón de desgraciados y algunos pobres imbéciles. Para mí, debo confesarlo, esos pasos lo son todo. Hacia dónde se encaminan, ésa es la verdadera pregunta. De algún modo, acabarán trazando un camino y, en ese camino, ¿quién sabe si no surgirá la manera de quitar las cadenas o de ayudar a desencadenarse a los que se han quedado en el camino? Sólo entonces será conveniente detenerse un poco, sin que ello suponga desandar lo andado». (Bastante a las claras se ve lo que puedo decir al respecto, sobre todo a poco que decida tratarlo de manera concreta.) Nadja me escucha y no intenta contradecirme. Tal vez lo último que ella haya querido hacer sea la apología del trabajo.
”
”
André Breton (Nadja)
“
Había un no sé qué de vertiginoso que Emma sentía llegar hasta sí, como una emanación de aquellas vidas amontonadas, y su corazón se henchía profundamente al percibirlo. Era como si las ciento veinte mil almas que allí palpitaban le estuvieran enviando al unísono el vaho de aquellas pasiones que ella les atribuía. Su amor ensanchaba a la vista de aquel espacio y se llenaba con el rumoreo de confusos murmullos que subían hasta ella. Proyectaba su amor hacia fuera, hacia las plazas, los paseos y las calles, y la antigua villa normanda le antojaba una capital desmesurada, una especie de Babilonia por cuyas puertas estaba entrando. Se apoyaba con las dos manos en el borde de la ventanilla y se inclinaba hacia afuera para aspirar la brisa, mientras los tres caballos seguían su galope.
”
”
Gustave Flaubert (Madame Bovary (French Edition))
“
No se asombre de verme siempre vagando con los ojos. En realidad este es mi modo de leer, y solo así la lectura me resulta fructífera. Si un libro me interesa realmente, no logro seguirlo más que unas cuantas líneas sin que mi mente, captando un pensamiento que el texto le propone, o un sentimiento, o un interrogante, o una imagen, se salga por la tangente y salte de pensamiento en pensamiento, de imagen en imagen, por un itinerario de razonamientos y fantasías que siento la necesidad de recorrer hasta el final, alejándome del libro hasta perderlo de vista. El estímulo de la lectura me es indispensable, y de una lectura sustanciosa, aunque solo consiga leer unas cuantas páginas de cada libro. Pero ya esas páginas encierran para mí universos enteros, a cuyo fondo no consigo llegar.
”
”
Italo Calvino (If on a Winter’s Night a Traveler)
“
Hasta donde alcanzaba su vista, todo se le antojaba un páramo rocoso. Ni una sola gota de agua, ni la más pequeña brizna de hierba. Había desaparecido todo color, cualquier cosa semejante a la luz. No había sol, luna ni estrellas. Probablemente ni siquiera hubiese norte ni sur, este ni oeste. Cada cierto tiempo, un enigmático crepúsculo reemplazaba a la oscuridad infinita, pero ésta siempre regresaba. Se hallaba en los últimos confines habitables por cualquier ser humano. Al mismo tiempo, de vez en cuando, también había vida. Durante el crepúsculo, pájaros de picos afilados como cuchillos venían y le desgarraban sin piedad la carne. Cuando las tinieblas cubrían la tierra, las aves se marchaban y los huecos que habían dejado en su carne iban llenándose en silencio de otra materia, un sucedáneo de carne que no era en absoluto carne.
”
”
Haruki Murakami (Colorless Tsukuru Tazaki and His Years of Pilgrimage)
“
El problema de jugar al escondite con tu hermana es que a veces se aburre y deja de buscarte.
Y allí estás tú -debajo del sofá, dentro del armario, agazapada detrás de un árbol- empeñada en no rendirte por si acaso solo está haciendo tiempo. Pero puede que se haya marchado...
A lo mejor está en el salón, viendo la tele y acabándose la bolsa de papas fritas.
Esperas. Esperas hasta olvidar que estás esperando, hasta perder de vista que existe algo más allá de la quietud y el silencio; una hormiga trepa por tu rodilla y no mueves ni un dedo. Ya da igual si te busca o no; te basta con esconderte. (Ganas si nadie te encuentra, aunque no te estén buscando).
Y solo sales de detrás del árbol cuando tú quieres. Es el primer aliento tras una larga inmersión. Las ramillas chasquean bajo tus pies, y el mundo te recibe, más cálido y brillante. Esté lista o no, allá voy.
Allá voy, esté lista o no.
”
”
Rainbow Rowell (Fangirl)
“
Se debe considerar cuán paupérrimos son los puntos de vista de los cuales emanan generalmente los llamados «programas políticos» y la forma cómo éstos son ataviados de tiempo en tiempo con ropajes nuevos. Siempre es el mismo e invariable motivo el que induce a formular nuevos programas o a modificar los existentes: la preocupación por el resultado de la próxima elección. Se reúnen comisiones que «revisan» el antiguo programa y redactan uno «nuevo», prometiendo a cada uno lo suyo. Al campesino, se le ofrece para su agricultura; al industrial, para su manufactura; al consumidor, facilidades de compra; los maestros de escuela recibirán aumento de sueldo; los funcionarios mejoramiento de pensiones; viudas y huérfanos gozarán de la ayuda del Estado en escala superlativa; el tráfico, será fomentado; las tarifas, experimentarán considerable reducción y hasta los impuestos quedarán poco menos que abolidos.
”
”
Adolf Hitler (My Struggle)
“
Se quedó pasmado. Parecía que la mujer se hubiera quitado una máscara. La cara de la aldea se le presentaba al descubierto a través de la mujer. Hasta ese momento se suponía que la aldea, unilateralmente, era el verdugo; o tal vez una planta carnívora sin voluntad propia, o una voraz anémona de mar, y se suponía que él era una pobre víctima que casualmente había caído en la trampa. Pero desde el punto de vista de los aldeanos, eran ellos los abandonados, y naturalmente no veían razón para sentir ninguna obligación hacia el mundo exterior. De manera que, si él era uno de los causantes del perjuicio, lógicamente los colmillos de los aldeanos estaban dirigidos a él. Nunca se le había ocurrido pensar de esta manera acerca de su relación con ellos. No era raro que se sintiera confundido y molesto. Pero aunque ése fuera el caso, y así lo admitía, batirse en retirada en ese punto sería como abandonar su propia justificación.
”
”
Kōbō Abe (The Woman in the Dunes)
“
Si un historiógrafo pudiera conducir su historia como un mulero conduce a su mula,—en línea recta y siempre hacia adelante:— por ejemplo, desde Roma hasta Loreto sin volver la cabeza ni una sola vez en todo el trayecto, ni a derecha ni a izquierda,— podría aventurarse a predecirles a ustedes, con un margen de error de una hora, cuándo iba a llegar al término de su viaje;—pero eso, moralmente hablando, es imposible. Porque si es un hombre con un mínimo de espíritu, se encontrará en la obligación, durante su marcha, de desviarse cincuenta veces de la línea recta para unirse a este o a aquel grupo, y de ninguna manera lo podrá evitar. Se le ofrecerán vistas y perspectivas que perpetuamente reclamarán su atención; y le será tan imposible no detenerse a mirarlas como volar; tendrá, además, diversos:
Relatos que compaginar:
Anécdotas que recopilar:
Inscripciones que descifrar:
Historias que trenzar:
Tradiciones que investigar:
Personajes que visitar.
”
”
Laurence Sterne (Tristram Shandy)
“
Over a three-month period in 1995, Holbrooke alternately cajoled and harangued the parties to the conflict. For one month, he all but imprisoned them at Wright-Patterson Air Force Base in Dayton, Ohio—a stage where he could precisely direct the diplomatic theater. At the negotiations’ opening dinner, he seated Miloševic´ under a B-2 bomber—literally in the shadow of Western might. At a low point in the negotiations, he announced that they were over, and had luggage placed outside the Americans’ doors. Miloševic´ saw the bags and asked Holbrooke to extend the talks. The showmanship worked—the parties, several of them mortal enemies, signed the Dayton Agreement. It was an imperfect document. It ceded almost half of Bosnia to Miloševic´ and the Serbian aggressors, essentially rewarding their atrocities. And some felt leaving Miloševicć in power made the agreement untenable. A few years later, he continued his aggressions in Kosovo and finally provoked NATO airstrikes and his removal from power, to face trial at The Hague. The night before the strikes, Miloševic´ had a final conversation with Holbrooke. “Don’t you have anything more to say to me?” he pleaded. To which Holbrooke replied: “Hasta la vista, baby.” (Being menaced by a tired Schwarzenegger catchphrase was not the greatest indignity Miloševic´ faced that week.) But the agreement succeeded in ending three and a half years of bloody war. In a sense, Holbrooke had been preparing for it since his days witnessing the Paris talks with the Vietnamese fall apart, and he worked hard to avoid repeating the same mistakes. Crucial to the success of the talks was his broad grant of power from Washington, free of micromanagement and insulated from domestic political whims. And with NATO strikes authorized, military force was at the ready to back up his diplomacy—not the other way around. Those were elements he would grasp at, and fail to put in place, in his next and final mission.
”
”
Ronan Farrow (War on Peace: The End of Diplomacy and the Decline of American Influence)
“
La historiografía venezolana ha sufrido, desde los días mismos de la independencia, de una serie de procesos sucesivos de deformación, interpretación interesada y falta de objetividad que nos han llevado a no poder comprender con aceptable veracidad lo que realmente ha ocurrido en nuestro país, qué sentido ha tenido su proceso histórico, qué lo ha caracterizado y qué ha habido finalmente de acierto y desacierto en él, desde un punto de vista menos restringido y matizado de opiniones individuales en el que hemos tenido hasta ahora.
Literalmente ha sido una historia de negaciones y deformaciones. Sin excluir la etapa de la lucha por la independencia, no existe prácticamente ningún tiempo ni ninguna personalidad importante que haya podido ser apreciada y medida en su verdadera significación. Todas las etapas y los personajes han sufrido este proceso de erosión continua, que procede de la actitud retaliativa con que las facciones triunfantes han considerado las figuras de los periodos inmediatamente anteriores.
Casi siempre han sido los «enemigos», en actitud vengativa, quienes han juzgado las etapas históricas que los han precedido y esta característica no se ha detenido nunca hasta nuestros días, con los más graves daños para el valor formativo que debe tener la historia en la conciencia nacional.
”
”
Arturo Uslar Pietri (Golpe y Estado en Venezuela)
“
La vida transcurre a velocidades y ritmos disímiles. Por largos periodos avanza con lentitud y de súbito, en lapsos cortísimos, suceden eventos frenéticos y radicales que la trastornan hasta dejarla irreconocible. Cómo y por qué entra uno a esos ríos caóticos y furiosos es un misterio. Nos quejamos de la grisura de la cotidianeidad, pero con frecuencia es nuestra tabla de salvación. Una existencia sin orden termina por apabullarnos. En la mayor parte de las personas anida la mentalidad del funcionario: un sueldo mensual seguro, los días organizados hora por hora, despertar al lado del mismo hombre. Una vida predecible donde la energía no se malgasta intentando descifrar lo que depara el mañana. Saberse tranquila, serena, sin subir montañas rusas que nos dejen sin respiración y al borde del vómito. Sin embargo, una parte nuestra es indómita y se rebela, y pese a contrariar nuestra razón, nos precipitamos hacia lo desconocido, lo peligroso, lo letal. El sentido común nos pide que nos detengamos, imposible: por dentro nos late el pálpito de la adrenalina. No importa que podamos perderlo todo, no importa amenazar la vida propia y la de quienes queremos, no importa rozar la muerte, proseguimos. La sangre pulsa a chorros, las vísceras se anudan, la vista se nubla. La vida afirmándose como vida, la vida retornando a su forma más primigenia y brutal. La vida por la vida. Ese
”
”
Guillermo Arriaga (Salvar el fuego)
“
¿Así que nuestros antepasados medievales eran felices porque encontraban sentido a la vida en los engaños colectivos acerca de la vida en el más allá? Sí. Mientras nadie echara por tierra sus fantasías, ¿por qué no tenían que serlo? Hasta donde podemos saber, desde un punto de vista puramente científico, la vida humana no tiene en absoluto ningún sentido. Los humanos son el resultado de procesos evolutivos ciegos que operan sin objetivo ni propósito. Nuestras acciones no forman parte de ningún plan cósmico divino, y si el planeta Tierra hubiera de explotar mañana por la mañana, probablemente el universo seguiría su camino como de costumbre. Hasta donde podemos decir en este punto, no se echaría en falta la subjetividad humana. De ahí que cualquier sentido que la gente atribuya a su vida es solo una ilusión. Los sentidos ultramundanos que las gentes medievales encontraban que tenía su vida no eran más ilusión que lo que las gentes modernas encuentran en los modernos sentidos humanistas, nacionalistas y capitalistas. La científica que dice que su vida tiene sentido porque aumenta el compendio del saber humano, el soldado que declara que su vida tiene sentido porque lucha para defender a su patria, y el empresario que encuentra sentido en la creación de una nueva compañía, se engañan igual que sus homólogos medievales que encontraban sentido en la lectura de las Escrituras, en emprender una cruzada o en construir una nueva catedral. De
”
”
Yuval Noah Harari (Sapiens. De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad)
“
[...] las cosas por las que se nos conoce son simples chiquilladas. Por debajo, todo está oscuro, todo se extiende, todo es insondablemente profundo; pero de cuando en cuando salimos a la superficie y por eso se nos conoce. A la señora Ramsay su horizonte le parecía no tener límites. Estaban todos los lugares que no había visto; las llanuras de la India; también se veía apartando la gruesa cortina de cuero de una iglesia romana. El núcleo de oscuridad podía ir a cualquier sitio, porque nadie lo veía. Nadie podía detenerlo, pensó, exultante. Allí estaba la libertad, allí estaba la paz, allí estaba —bien más precioso que ningún otro— la posibilidad de recogerse, de descansar sobre una plataforma de estabilidad. De acuerdo con su experiencia, nunca se encontraba descanso en tanto que uno mismo (aquí realizó una maniobra muy hábil con las agujas), pero sí como cuña de oscuridad. Al perder la personalidad se perdía la preocupación, la prisa, la agitación; y siempre le subía hasta los labios alguna exclamación para expresar su triunfo sobre la vida cuando las cosas confluían en aquella paz, aquel descanso, aquella eternidad; y, haciendo una pausa, volvió la vista para encontrarse con el destello del faro, el destello largo, el último de los tres, que era su destello; porque, siempre, al contemplar las cosas con aquel estado de ánimo a aquella hora del día, resultaba inevitable sentirse especialmente atraída por una de ellas; y aquella cosa, aquel destello largo, era su destello.
”
”
Virginia Woolf (To the Lighthouse)
“
También el hombre que haya llegado a los 30 años tendrá aún mucho que aprender en el curso de su vida, pero esto únicamente a manera de una complementación dentro del marco determinado por la concepción ideológica adoptada en principio. Los nuevos conocimientos que adquiera no significarán una innovación de lo ya aprendido, sino más bien un proceso de acrecentamiento de su saber, de tal modo que sus adeptos jamás tendrán la decepcionante impresión de haber sido mal orientados; por el contrario, el visible desarrollo de la personalidad del Jefe provocará complacencia en la convicción de que el perfeccionamiento de éste refluye en favor de la propia doctrina. Ante sus ojos, esto constituye una prueba de la certeza del criterio hasta aquel momento sostenido. Un Jefe que se vea obligado a abandonar la plataforma de su ideología general por haberse dado cuenta que ésta era falsa, obrará honradamente sólo cuando, reconociendo lo erróneo de su criterio, se halle dispuesto a asumir todas las consecuencias. En tal caso deberá por lo menos renunciar a toda actuación política ulterior, pues, habiendo errado ya una vez en puntos de vista fundamentales, está expuesto por una segunda vez al mismo peligro. De todos modos ha perdido ya el derecho de recurrir, y menos aun de exigir la confianza de sus conciudadanos. El grado de corrupción de la plebe, que por ahora se siente habilitada para "hacer" política, evidencia cuán rara vez se sabe responder en los tiempos actuales a una prueba tal de decoro personal.
”
”
Adolf Hitler (Mi Lucha)
“
Te extraño, anhelo lo que aún no hemos dicho y hecho, las palabras no pronunciadas, las miradas no vistas, la piel no tocada, el labio no besado. Echo de menos los paseos que todavía no hemos dado, los libros que no te he leído al oído, las películas que no hemos visto, ver cómo te desvistes y mirar cómo te vistes, tus ronquidos en mi nuca. Lamento la distancia que se cuenta en kilómetros y separa lo que parece unido por secretos lazos invisibles, que sostienen nuestras vidas de forma sutil y aparentemente efímera. Quiero que pase el tiempo como leopardos dopados que recorren en milésimas de segundo distancias insalvables. Pero cuando pienso no estas lejos, y siento tu voz en mí oído, casi puedo tocar las palabras pronunciadas por tu boca, el calor de tu aliento dirigiéndose a mí. Entonces mi bajo cerebro palpita y cada poro de mi piel pide a gritos tu presencia, vuelvo a echarte de menos y a medir tu ausencia en cualquier tipo de unidad de medida posible, pensando en kilómetros, metros, centímetros, en días, horas, meses, minutos.... Me haces falta, contigo mis pulmones respiran mejor y mi corazón late con mayor fulgor, sonrió, río, sobrevivo con facilidad a la lucha diaria. ¿Me anhelas como yo? Y sigo pensando en acariciar tu pelo y en aprenderme de memoria cada lunar, cada arruga, cada doblez de tu piel, cada vello. Añórame y espérame, cercano se encuentra el día que intente alcanzar tu boca lejana para probar la ambrosía de tus labios. Mientras espérame en tus sueños lugar donde pretendo habitar hasta el final encuentro.
”
”
Ainhoa Escarti (Todas las cosas que escribi cuando ninguno de ellos miraba (Spanish Edition))
“
Leonardo era un maestro de los gestos, pero también sabía hacerlos enigmáticos, de modo que el espectador participara en la obra. ¿Baja la mano como diciendo: «Lo sabía»? ¿Señala con el pulgar a Judas? Ahora detengámonos en Mateo. Con las palmas de las manos vueltas hacia arriba, ¿apunta a Jesús o a Judas? El espectador no tiene por qué avergonzarse por su confusión; a su manera, Mateo y Tadeo también lo están sobre lo que acaba de ocurrir, intentan aclararse y acuden a Simón el Zelote en busca de respuesta. Jesús tiende la mano derecha hacia un vaso de vidrio lleno una tercera parte de vino tinto. En un detalle deslumbrante, se le ve el meñique a través del vaso, más allá del cual hay un plato y un pedazo de pan. La mano izquierda de Jesús, con la palma hacia arriba, se alarga hacia otro pedazo de pan, al que contempla bajando la mirada. La perspectiva y la composición de la pintura, en especial vista desde la puerta que los monjes usaban para acceder al refectorio, guían la mirada del espectador en la misma dirección que los ojos de Jesús, descendiendo por su brazo izquierdo hasta el pedazo de pan. Ese gesto y esa mirada crean el segundo momento destacado en el relato pictórico: el de la institución de la eucaristía. En el Evangelio según san Mateo, esta ocurre en el momento posterior al anuncio de la traición: «Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: “Tomad, comed, este es mi cuerpo”. Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: “Bebed de ella todos, porque esta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados”». Este pasaje del relato parte de Jesús para abarcar tanto la reacción a su revelación de que Judas lo traicionaría como la institución del santísimo sacramento.[11]
”
”
Walter Isaacson (Leonardo da Vinci: La biografía)
“
Se vieron el sábado siguiente y todos los demás sábados de otoño, con Ferguson desplazándose en autobús desde Nueva Jersey hasta la terminal de Port Authority y cogiendo luego la línea IRT del metro hasta la calle Setenta y dos Oeste, donde se apeaba para luego caminar tres manzanas en dirección norte y otras dos en dirección oeste hasta el piso de los Schneiderman en Riverside Drive esquina con la Setenta y cinco, apartamento 4B, que se había convertido en la dirección más importante de la ciudad de Nueva York. Salidas a diversos sitios, casi siempre los dos solos, de vez en cuando con amigos de Amy, cine extranjero en el Thalia de Broadway esquina con la calle Noventa y cinco, Godard, Kurosawa, Fellini, visitas al Met, al Frick, al Museo de Arte Moderno, los Knicks en el Garden, Bach en el Carnegie Hall, Beckett, Pinter y Ionesco en pequeños teatros del Village, todo muy cerca y a mano, y Amy siempre sabía adónde ir y qué hacer, la princesa guerrera de Manhattan le enseñaba cómo orientarse por la ciudad, que rápidamente llegó a convertirse en su ciudad también. No obstante, pese a todas las cosas que hacían y todo lo que veían, lo mejor de aquellos sábados era sentarse a charlar en las cafeterías, la primera serie de incesantes diálogos que continuarían durante años, conversaciones que a veces se convertían en feroces discusiones cuando sus puntos de vista diferían, la buena o mala película que acababan de ver, la acertada o desacertada idea política que uno de ellos acababa de expresar, pero a Ferguson no le importaba discutir con ella, no le interesaban las chicas facilonas, las pánfilas llenas de mohínes que sólo perseguían imaginarios ritos amorosos, eso era amor de verdad, complejo, hondo y lo bastante flexible para albergar la discordia apasionada, y cómo no podría amar a aquella chica, con su implacable y penetrante mirada y su risa inmensa, retumbante, la excitable e intrépida Amy Schneiderman, que un día iba a ser corresponsal de guerra, revolucionaria o doctora entregada a los pobres. Tenía dieciséis años, casi diecisiete. La pizarra vacía ya no lo estaba tanto, pero aún era lo bastante joven para saber que podía borrar las palabras ya escritas, suprimirlas y empezar de nuevo siempre que su espíritu la impulsara a ello.
”
”
Paul Auster (4 3 2 1 (Biblioteca Formentor) (Spanish Edition))
“
Cualquiera que sea el talento que se revele en la dirección de una propaganda, no conseguirá el éxito si no se toma en consideración siempre e intensamente un postulado fundamental: ella tiene que conformarse con poco; sin embargo, ese poco tendrá que ser repetido constantemente. La persistencia, en este caso, es, como en muchos otros de este mundo, la primera y más importante condición para el éxito. Los temas de propaganda, precisamente, no pueden ser dirigidos por estetas, ni por "blasés". Los primeros imprimen, por la forma y por la expresión, un sello a la propaganda que, dentro de poco, sólo tiene poder de atracción en los círculos literarios; los segundos, deben ser cuidadosamente evitados, pues su falta de sensibilidad hace que se busquen constantemente nuevos atractivos. Esas personas se cansan de todo con facilidad; lo que ellos desean es la variedad y son incapaces de una comprensión de las necesidades de sus conciudadanos todavía no contaminados por su pesimismo. Ellos son siempre los primeros críticos de la propaganda, o, mejor dicho, de su contenido, el cual les parece demasiado arcaico, etcétera. Sólo quieren novedades, sólo buscan variedad y se vuelven de esa forma enemigos mortales de una conquista eficiente de las masas, desde el punto de vista político. Después que una propaganda, en su organización y en su contenido, comienza a orientarse por las necesidades de aquéllos, pierde toda unidad y se dispersa completamente. La propaganda, por consiguiente, no fue creada para proporcionar a esos señores blasés una distracción interesante y sí para convencer a la masa. Ésta necesita -por ser de más lenta comprensión- de un determinado período de tiempo, antes de estar en condiciones de tomar conocimiento de un hecho y, solamente después de repetirles millares de veces los conceptos más elementales, es cuando su memoria entrará a retenerlos. La variación en la propaganda no debe alterar jamás el sentido de aquello que es el objeto de esa propaganda, sino que desde el principio hasta el fin debe significar siempre lo mismo. El motivo en cuestión puede ser considerado desde puntos de vista diferentes, mas es condición esencial que toda exposición entrañe en resumen, invariablemente, la misma fórmula. Sólo de esta suerte es posible hacer que la propaganda sea eficaz y uniforme. Sólo la línea maestra, que nunca debe ser abandonada, es capaz, guardando la acentuación uniforme y coherente, de hacer madurar el éxito final. Sólo entonces se podrá constatar con asombro cuán formidables y casi incomprensibles resultados es capaz de producir una persistencia tal. El éxito de toda propaganda, sea en el campo del comercio o en el de la política, supone una acción perseverante y la constante uniformidad de su aplicación. También en esto fue ejemplar la
”
”
Adolf Hitler (Mi Lucha)
“
Todo labora en todo.
El álgebra se aplica a las nubes; la irradiación del astro se aprovecha la rosa; ningún pensador se atrevería a decir que el perfume del espino albar no les es de utilidad a las constelaciones. ¿Quién puede calcular el trayecto de la molécula? ¿Sabemos acaso si unos granos de arena al caer no determinan la creación de mundos? ¿Quién sabe de los flujos y reflujos recíprocos de lo infinitamente grande y de lo infinitamente pequeño, ni de la repercusión de las causas en los precipicios del ser, ni de las avalanchas de la creación? Una cresa tiene importancia; lo pequeño es grande, lo grande es pequeño; todo está en equilibrio en la necesidad; visión que alarma a la mente. Hay entre los seres y las cosas relaciones prodigiosas; en este conjunto inagotable que va del sol al pulgón nadie se desprecia; se necesitan todos entre sí. La luz no se lleva hasta el azul del cielo los perfumes terrenales sin saber qué va a hacer con ellos; la noche reparte esencia de estrellas entre las flores dormidas. Todas la aves que vuelan llevan atado a la pata el hilo de lo infinito. Un meteoro que nace y un picotazo de golondrina para romper el huevo se suman a las complicaciones de la germinación, y ésta hace frente al mismo tiempo al nacimiento de una lombriz y a la llegada de Sócrates. Cuando se acaba con el telescopio, empieza el microscopio. ¿Cuál de los dos tiene mejor vista? Escoged. Un moho es una pléyade de flores; una nebulosa es un hormiguero de estrellas. La misma promiscuidad, y aún más inaudita, de las cosas de la inteligencia y los hechos de la sustancia. Los elementos y los principios se mezclan, se combinan, se acoplan, se multiplican entre sí, y hasta tal punto que consiguen que el mundo material y el mundo moral desemboquen en la misma claridad. El fenómeno se repliego continuamente sobre sí. En los enormes intercambios cósmicos, la vida universa va y viene en cantidades desconocidas y lo arrastra y lo revuelve todo en el invisible misterio de los efluvios, dándole uso a todo, no perdiendo ni uno de los sueños de todos los que duermen, sembrando un animálculo acá y desmigajando un astro allá, oscilando y serpenteando, convirtiendo la luz en fuerza y pensamiento en elemento, diseminada e invisible, disolviéndolo todo con la excepción de este punto geométrico, el ego; volviendo a llevarlo todo al alma átomo; haciendo florecer todo en Dios; enredando entre sí, desde la más alta hasta la más baja, todas las actividades en la oscuridad de un mecanismo vertiginoso, relacionando el vuelo de un insecto con el movimiento de la tierra, subordinando, aunque no sea más que mediante la identidad de la ley, ¿quién sabe?, la evolución del cometa en el firmamento y los giros del infusorio en la gota de agua. Máquina cuya materia es el espíritu. Engranaje gigantesco cuyo primer motor es una mosquita y la última rueda es el zodiaco.
”
”
Victor Hugo (Les Misérables)
“
—No hay un solo pueblo que haya organizado su vida según los principios de la razón y la ciencia. No ha habido nunca un ejemplo de ello, o quizá sólo durante un momento y eso por estupidez. El socialismo, por su índole misma, tiene que ser ateísmo, puesto que proclama desde el primer momento que es una institución atea y que trata de organizarse exclusivamente según los principios de la ciencia y la razón. Ahora bien, en la vida de los pueblos, la ciencia y la razón han cumplido un menester tan secundario como auxiliar; y lo seguirán cumpliendo por los siglos de los siglos. Los pueblos se forman y mueven por otro género de fuerza que los conduce y rige, cuyo origen es desconocido e inexplicable. Esa fuerza es la del anhelo infatigable de llegar hasta el fin, al mismo tiempo que niegan que haya un fin. Es el espíritu de la vida, o, como dice la Escritura, «los ríos de agua viva» con cuya posibilidad de secarse nos intimida el Apocalipsis. Es un principio estético, como dicen los filósofos, un principio ético con el cual lo identifican. La «búsqueda de Dios», como yo lo llamo de modo más sencillo. La meta de todo movimiento popular, en cualquier pueblo y momento de su existencia, es únicamente la búsqueda de Dios, de su Dios, del suyo propio, y de la fe en él como único verdadero. Dios es la personalidad sintética de todo un pueblo, considerada desde el principio hasta el fin. Nunca se ha dado el caso de que todos los pueblos, o muchos de ellos, tengan un solo Dios común, sino que siempre ha tenido cada uno el suyo. Cuando los dioses comienzan a ser comunes, ocurre la primera señal de descomposición de la nacionalidad. Cuanto más poderoso es un pueblo, más individual debe ser su dios. No hay pueblo sin religión, es decir, sin noción del bien y del mal. Ahora, cuando entre muchos pueblos surgen nociones comunes del bien y del mal, esos pueblos mueren, y hasta la misma diferencia entre el bien y el mal comienza a desdibujarse y termina desapareciendo. Nunca ha podido la razón definir el bien y el mal, ni distinguir siquiera aproximadamente el bien del mal; al contrario, los ha mezclado de manera vergonzosa y lamentable. La ciencia sin embargo no ha dado sino soluciones basadas en la fuerza bruta. En ello ha descollado en particular la semiciencia, el más terrible azote de la humanidad, peor que cualquier peste, peor que el hambre y la guerra. La semiciencia es un déspota de una fauna jamás vista hasta ahora, un déspota que tiene sus sacerdotes y sus esclavos, un déspota ante quien todos hincan la frente con amor y temor supersticioso inconcebibles hasta ahora, y ante quien tiembla y se rinde vergonzosamente la ciencia misma. Éstas son las mismísimas palabras de usted, Stavrogin, salvo las referentes a la semiciencia. Ésas son mías, porque yo no tengo más que semiciencia y, por lo tanto, le tengo un odio especial. Además, no he cambiado ni una sola de sus palabras y tampoco ni una sola de sus ideas.
”
”
Fyodor Dostoevsky (Demons)
“
La suposición de que todas las razas son, por sus características, iguales, puede ser seguida de una manera parecida a considerar a las naciones llegándose en escala descendente a afirmar idéntica cosa hasta de los mismos hombres. En esta forma, el mismo marxismo internacional no pasa de ser un punto de vista general del mundo – sostenido en verdad por espacio de muy largo tiempo – y llevado adelante por el judío Karl Marx a modo de credo político. De faltarle el apoyo de un proceso de envenenamiento semejante, el extraordinario éxito político de estas doctrinas habría sido imposible. Karl Marx fue sencillamente, y en realidad, el único individuo entre millones que en el lodazal de un mundo corrompido descubrió, con el ojo seguro del profeta, la ponzoña indispensable, extractándola como por arte de magia en una solución concentrada a fin de acelerar la destrucción de la existencia independiente de las naciones libres de esta Tierra. Y todo ello con el propósito de servir a su propia raza.
En este sentido puede decirse que la doctrina marxista constituye el epítome intelectual de las teorías del mundo que prevalecen hoy en día.
En esta parte del mundo la cultura humana y la civilización están indisolublemente ligadas a la presencia del elemento ario. Si ese elemento desapareciese o fuera vencido, el negro velo de un periodo de barbarie volvería a descender sobre el mundo.
Para todo aquel que contemple a este último con ojos de nacionalista, cualquier brecha abierta en la existencia de la civilización humana merced a la destrucción de la raza que la protege, será siempre el más condenable de los crímenes. Quien ose poner la mano en la más noble imagen de Dios, pecará contra el bondadoso Creador de esta maravilla y contribuirá a su propia expulsión del paraíso.
Todos sabemos que en un porvenir lejano, la humanidad deberá afrontar problemas cuya solución exigirá que una raza excelsa en grado superlativo, apoyada por las fuerzas de todo el planeta, asuma la dirección del mundo. La organización de una política mundial sólo podrá efectuarse, en todos los tiempos, mediante su enunciación definida y exacta; los prinicipios de un partido en formación son para éste lo que el dogma es para la religión. Por consiguiente, así como la organización del partido marxista traza actualmente el camino hacia el internacionalismo, así debe contar la política nacionalista con un instrumento que nos ofrezca una posibilidad de defenderla por la fuerza. Éste es el objetivo que persigue el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán.
Advertí, pues, que me estaba reservada la particular misión de extraer las ideas centrales de la masa informe de esta teoría general del mundo, para remodelarlas y darles una forma más o menos dogmática, de modo que por su franqueza y claridad fuera capaz de unir sólidamente a cuantos la aprobasen. En otras palabras: el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán se propone adaptar los principios esenciales de una teoría racista del mundo a las posibilidades prácticas que nos ofrecen los tiempos y el material humano actuales, para lograr el triunfo de aquella teoría del mundo, triunfo que tendrá lugar cuando tales métodos hayan tornado posible la rígida organización de grandes masas.
”
”
Adolf Hitler (Mi Lucha)
“
Ante la Ley hay un guardián. Hasta ese guardián llega un campesino y le ruega que le permita entrar a la Ley. Pero el guardián responde que en ese momento no le puede franquear el acceso. El hombre reflexiona y luego pregunta si es que podrá entrar más tarde. —Es posible —dice el guardián—, pero ahora, no. Las puertas de la Ley están abiertas, como siempre, y el guardián se ha hecho a un lado, de modo que el hombre se inclina para atisbar el interior. Cuando el guardián lo advierte, ríe y dice: —Si tanto te atrae, intenta entrar a pesar de mi prohibición. Pero recuerda esto: yo soy poderoso. Y yo soy sólo el último de los guardianes. De sala en sala irás encontrando guardianes cada vez más poderosos. Ni siquiera yo puedo soportar la sola vista del tercero. El campesino no había previsto semejantes dificultades. Después de todo, la Ley debería ser accesible a todos y en todo momento, piensa. Pero cuando mira con más detenimiento al guardián, con su largo abrigo de pieles, su gran nariz puntiaguda, la larga y negra barba de tártaro, se decide a esperar hasta que él le conceda el permiso para entrar. El guardián le da un banquillo y le permite sentarse al lado de la puerta. Allí permanece el hombre días y años. Muchas veces intenta entrar e importuna al guardián con sus ruegos. El guardián le formula, con frecuencia, pequeños interrogatorios. Le pregunta acerca de su terruño y de muchas otras cosas; pero son preguntas indiferentes, como las de los grandes señores, y al final le repite siempre que aún no lo puede dejar entrar. El hombre, que estaba bien provisto para el viaje, invierte todo —hasta lo más valioso— en sobornar al guardián. Este acepta todo, pero siempre repite lo mismo: —Lo acepto para que no creas que has omitido algún esfuerzo. Durante todos esos años, el hombre observa ininterrumpidamente al guardián. Olvida a todos los demás guardianes y aquél le parece ser el único obstáculo que se opone a su acceso a la Ley. Durante los primeros años maldice su suerte en voz alta, sin reparar en nada; cuando envejece, ya sólo murmura como para sí. Se vuelve pueril, y como en esos años que ha consagrado al estudio del guardián ha llegado a conocer hasta las pulgas de su cuello de pieles, también suplica a las pulgas que lo ayuden a persuadir al guardián. Finalmente su vista se debilita y ya no sabe si en la realidad está oscureciendo a su alrededor o si lo engañan los ojos. Pero en aquellas penumbras descubre un resplandor inextinguible que emerge de las puertas de la Ley. Ya no le resta mucha vida. Antes de morir resume todas las experiencias de aquellos años en una pregunta, que nunca había formulado al guardián. Le hace una seña para que se aproxime, pues su cuerpo rígido ya no le permite incorporarse. El guardián se ve obligado a inclinarse mucho, porque las diferencias de estatura se han acentuado señaladamente con el tiempo, en desmedro del campesino. —¿Qué quieres saber ahora? –pregunta el guardián—. Eres insaciable. —Todos buscan la Ley –dice el hombre—. ¿Y cómo es que en todos los años que llevo aquí, nadie más que yo ha solicitado permiso para llegar a ella? El guardián comprende que el hombre está a punto de expirar y le grita, para que sus oídos debilitados perciban las palabras. —Nadie más podía entrar por aquí, porque esta entrada estaba destinada a ti solamente. Ahora cerraré.
”
”
Franz Kafka (Ante la ley)
“
primero existe el amor que se piensa con la entrepierna. Ese lo conozco. Es divertido durante quince minutos. Luego está el amor que se piensa con la cabeza. También lo conozco: eliges hombres que, desde un punto de vista objetivo, se ajustan perfectamente a tu sistema o que no desbaratarán por completo tu plan de vida. Pero no te entusiasman. Y luego está el amor que sale del pecho, del plexo solar o de algún lugar entre ambos. Ese es el que yo quiero. Tiene que haber una magia que ilumine mi sistema vital hasta el último de sus resquicios.
”
”
Nina George (Sabor a Provenza: Un viaje de vuelta a lo mejor de la vida)
“
Lo indicado no habrá dejado ya duda en el lector sobre la opinión del autor de estas páginas: desde el principio hasta el final he sostenido que, una vez inmovilizados los ejércitos principales en Francia, la verdadera política de guerra para ambos bandos consistía en atacar a los aliados más débiles de la combinación opuesta, con la mayor rapidez y con el máximo esfuerzo. Con arreglo a este punto de vista, Alemania no procedió con prudencia al atacar a Francia en agosto de 1914 y especialmente no fue prudente invadir a Bélgica para hacerlo. En lugar de ello, debió haber puesto fuera de combate a Rusia, dejando que Francia gastara sus fuerzas contra las fortalezas y las trincheras alemanas. De este modo, probablemente habría evitado la guerra con el Imperio británico, por lo menos durante la primera fase de la lucha, que era, para ella, la más importante. La decisión inicial de atacar al más fuerte llevó a Alemania a las derrotas del Marne y del Yser, y la dejó parada y aturdida frente a la fuerza creciente de un Imperio británico implacable. Así terminó 1914.
”
”
Winston S. Churchill (La crisis mundial. Su historia definitiva de la Primera Guerra mundial 1911-1918)
“
—¿Qué me dices? —me pregunta Matilda—. ¿Quieres que vayamos?
«Vayamos». Igual que el «vamos» que me ha dicho antes de ir hasta la librería, donde se ha
llevado a cabo la multitudinaria presentación. Tiene el mismo significado implícito que ese «no
nos interesa» que pronunció cuando una operadora ofreciendo fibra óptica nos llamó por teléfono.
Y debo decir que me encanta ese plural; que vivo por ese plural. Su uso es obligatorio cuando
vives con alguien, porque las decisiones deben tomarse a la vez y por consenso, pero sigue siendo
tan especial para mí que mi pecho se encoge cuando lo escucho.
”
”
Eleanor Rigby (Un ático con vistas (Juntos y revueltos #1))
“
La paradoja de nuestro tiempo en la historia es que:
Tenemos edificios más altos pero temperamentos más cortos,
autopistas más anchas, pero puntos de vista más estrechos.
Gastamos más pero tenemos menos,
compramos más, pero gozamos menos. Tenemos casas más grandes y familias más pequeñas,
más conveniencias, pero menos tiempo. Tenemos más grados pero menos sentido,
más conocimiento, pero menos juicio,
más expertos, sin embargo más problemas,
más medicina, pero menos bienestar.
Bebemos demasiado, fumamos demasiado, gastamos muy imprudentemente, reímos muy poco,
manejamos demasiado rápido, nos ponemos demasiado irritados, nos estamos hasta muy tarde en la noche, nos levantamos demasiado cansados,
leemos muy poco, miramos demasiada TV, y rezamos muy rara vez. Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero reducido nuestros valores. Hablamos demasiado, amamos muy rara vez, y odiamos muy a menudo. Hemos aprendido cómo ganarnos la vida, pero no cómo hacer una vida.
Hemos adicionado años a la vida pero no vida a los años. Hemos ido todo el camino a la luna y de regreso, pero tenemos problema para cruzar la calle para conocer a un nuevo vecino. Hemos conquistado el espacio exterior pero no el espacio interior. Hemos hecho grandes cosas, pero no mejores cosas. Hemos limpiado el aire, pero contaminado el alma. Hemos conquistado el átomo, pero no nuestros prejuicios. Escribimos más, pero aprendemos menos. Planeamos más, pero logramos menos. Hemos aprendido a ir de prisa, pero no a esperar. Construimos más computadores para tener información, para producir más copias que siempre, pero comunicamos menos y menos.
Hay los tiempos de comidas rápidas y de baja digestión, de hombrotes y mujerzotas pero de carácter pequeño, ganancias empinadas y relaciones superficiales. Éstos son los días de dos ingresos pero más divorcios,
casas más extravagantes, pero hogares rotos. Éstos son los días de viajes rápidos, pañales desechables, moralidad desechable,
encuentros amorosos de una sola noche, cuerpos con sobrepeso, y pastillas que hacen de todo, desde animar, a aquietar, a matar.
Es un tiempo cuando hay mucho en la vidriera del mostrador y nada en el almacén. Un tiempo cuando la tecnología puede traer esta carta a ustedes, y un tiempo cuando ustedes puede escoger ya sea compartir este entendimiento, o sólo pulsar borrar. Recuerden, gasten algún tiempo con sus seres queridos, porque ellos no van a estar ahí por siempre. Recuerden decir una palabra amable a alguien quien los mira maravillado,
porque esa personita crecerá y dejará de estar a su lado.
Recuerden dar un caluroso abrazo a alguien cercano a ustedes, porque es ése el único tesoro que pueden dar con el corazón y no cuesta un centavo. Recuerden decir “te amo” a su pareja y a sus seres queridos, pero principalmente, háganlo con intención.
Un beso y un abrazo repararán heridas cuando viene de muy adentro de ustedes. Recuerden cogerse de las manos y compartan el momento porque algún día esa persona no estará allí de nuevo.
¡Dense tiempo para amar, dense tiempo para hablar! Y dense tiempo para compartir los preciosos pensamientos de su mente.
Y siempre recuerden: “La vida no es medida por el número de alientos que tomamos, sino por los momentos que nos quitan el aliento.
”
”
George Carlin
“
La conquista no ocurrió, sino que comenzó hace 500 años, cuando se impuso una lógica económica basada en el lucro que continúa avanzando hasta hoy. Nosotros mismos, no los españoles de hace 500 años, somos los protagonistas de un experimento completamente nuevo, y muy riesgoso, en el trópico suramericano: la reducción sistemática de la diversidad. Durante milenios, los indígenas se adaptaron a la diversidad, tanto desde el punto de vista cultural como económico. Cada uno de los señalamientos que solemos hacer a los conquistadores del siglo XVI podríamos hacerlo a nuestra propia sociedad. Incluso, podríamos multiplicarlos.
”
”
Carl Henrik Langebaek (Antes de Colombia (País 360): Los primeros 14.000 años (Spanish Edition))
“
Debemos reconocer, aunque esto nos sea doloroso y hasta avergonzante, que desde remotos tiempos, filósofos y religiosos —los que han leído y estudiado siempre sobre la Unidad, la Realidad, el Dios-Uno, etc.—, han sido los más entusiastas sembradores de discordia y separatividad en el género humano. Defendiendo su particular punto de vista, consciente o inconscientemente, se han dedicado al ataque de todos los demás.
”
”
Ada Albrecht (Filosofía final: Introducción a la Vedânta Advaita (Spanish Edition))
“
Quiero encontrar respuestas. Me encuentro con una amiga que la quiso mucho. Charlamos “¿Por qué no te conté antes?”, dice. Me angustio. Yo no me quiero callar. Pienso que el par dicotómico víctima-agresor opera como un mecanismo de silenciamiento. Cubre bajo un manto de lo indecible ¿Por qué nos atrapan esos vínculos? ¿O qué hacemos cuando vemos a otres atrapades? Es muy difícil pensar desde la víctima, y es muy difícil compartir experiencias complicadas cuando quienes te oyen, solo oyen a una víctima. A veces callarse es una estrategia. Callarse el tiempo suficiente hasta mandar a la mierda a quien te contiene por víctima y no tiene más escucha que una que te anula. Es callarse el tiempo necesario para poder tener un cuerpo que pueda correrse álgidamente de esa categoría política que anula nuestra voz y presencia. A veces callarse por un rato es el lugarcito que nos queda cuando nos conocemos entre todas pero nadie se quiere embarrar y nosotros estamos cubiertos de mugre. A veces es una buena idea que los demás no se embarren con nosotres. Desarmar colectivamente ese par dicotómico urge y creo que es importante tener el ojo hábil para reconocer que en ese par no hay nada pensable para nuestras formas de vida. Quedamos muertes todes, quienes ofrecen maltrato y quienes lo reciben también.
Hay quienes no queremos mandar a la siberia de la heterosexualidad a nadie por no poder habitar nuestros espacios después de llevar a cabo prácticas dañinas, pero no perdamos de vista que tampoco queremos callar a nadie para evitar el lugar de víctima. Para terminar el cóctel de esta incomodidad que es el maltrato entre nosotres, también vale resaltar que esas personas con prácticas dañinas dedican su tiempo a sofisticarlas. Una advertencia, esto es complejo, requiere escucha, reflexión, silencio y cautela y esas son cosas que en estos tiempos del apremio y la urgencia ante todo nos sobran y muchos menos cuando parece que el escrache a un agresor redunda en reconocimiento político. A veces las víctimas que escrachan devienen mártires de la causa, y acceden a lugares de representatividad desde esa herida, lo cual es una terrible manera de reforzar el paro. Cuando en las manifestaciones nos cruzábamos con esa amiga que la quiso tanto, a mí me saludaba y a ella no. Me abrazaba a escondidas. Creo que cada uno de esos abrazos dejó en mi cuerpo una memoria sensorial. Hay cosas que no se pudieron decir, pero que ahí estaban, esperando a ser escuchadas. Hay un chat en el que leo “¿De quién sos cómplice con tu silencio?” Hubo muchos meses en que habité vínculos en común con ella y no dije ni una palabra a la espera de que quien quisiera saber, se acercara. La invisibilidad del maltrato no necesariamente se combate con lógicas del espectáculo. Escrachar a una violenta. Esa estrategia de impacto activa los nervios más sucios de la moral, el punitivismo y la victimización para abrir otros canales de nuestra sensibilidad colectiva. Las estrategias son otras, por eso hace falta tiempo para que bajen las aguas y salir de la inundación interna. Yo quise esperar a que las aguas encontrarán otros cauces en el tiempo de la confianza, que es un tiempo corporal. Esos fueron meses de un tortuoso silencio, cómplice del daño, y a la vez cuidadoso del afecto.
”
”
VIto Balski (Cortar cebollas)
“
Allí, alineados en el patio, separados por curso y género (porque se fomenta la fornicación adolescente, dicen los educadores). A esa hora de la mañana, tener que escuchar los interminables discursos de la directora, que con los ojos blancos, cacarea su oración por la santa patria, por el puro Chile que te educa para ser chileno (qué novedad), por las buenas costumbres, que por lo general son para los estudiantes chupamedias, que escuchan en primera fila con cara de santurrones el discurso de la señora. Mientras atrás, a puro pellizcón, los inspectores mantienen a raya a los desordenados, a los pailones de la última fila, los que no se cansan de joder con sus bromas y chistes picantes. Los que de tiran pesos e inundan el ordenado aire de la mañana escolar con ese olor rebelde. Tal vez son los únicos que escuchan el discurso de la directora, los únicos que le ponen atención para imitarla, para remedarle su curso y mentirosa acogida. Y la escuchan porque la odian, porque saben que ella no los pasa, detesta su música, su ropa y sus peinados y su desfachatez de pararse en el mundo así. Y llega cada año con nuevos reglamentos e ideas y talleres lateros para que sus niños ocupen mejor el tiempo.
Los estudiantes de la última fila saben que la directora nunca los pierde de vista. Y por cualquiera anotación pasarán por su oficina cabizbajos, escuchando el mismo sermoneo, la misma citación de apoderados, el mismo: «Hasta cuándo González. Hasta cuándo, Loyola. Hasta cuándo, Santibáñez. ¿Nunca se va a aburrir de hacer tanto desorden?». Y la verdad, los alumnos de la última fila seguirán con sus manotazos y pifias mientras la sagrada educación nacional no los represente. Mientras les alarguen las torturan de las clases hasta las cuatro de la tarde, ellos seguirán riéndose del tiempo extra que gasta el estado para domarlos. Si nadie les pregunto, si nadie les dijo a ellos, que son los únicos afectados. Y por eso los chicos andan a patadas con los bancos, escupiendo con rabia a espaldas del inspector que los manda a cortarse el pelo. Ese largo pelo que durante las vacaciones se lo lavaron y cuidaron como seda.
Esa hermosa cascada de cabello que los péndex se sueltan femeninos cuando van a la disco. Tal vez lo único ganado de todas las revoluciones y luchas juveniles. Esa larga bandera de pelo que los chicos desatan clandestinamente y la educación se las arrebata de un zarpazo. ¿Entonces cómo esperan que ellos tengan otras actitud frente a esta agresión oficial que les quita lo que más quieren? Cómo pretender que en la última fila no vuelve una mosca, si todos los ojos del primer día de clases están puestos en ellos, entretenidos en reírse de las amorosas palabras de la directora, tirándose fotos cuando ella presenta al alcalde
”
”
Pedro Lemebel (Zanjón de la Aguada)
“
Allí, alineados en el patio, separados por curso y género (porque se fomenta la fornicación adolescente, dicen los educadores). A esa hora de la mañana, tener que escuchar los interminables discursos de la directora, que con los ojos blancos, cacarea su oración por la santa patria, por el puro Chile que te educa para ser chileno (qué novedad), por las buenas costumbres, que por lo general son para los estudiantes chupamedias, que escuchan en primera fila con cara de santurrones el discurso de la señora. Mientras atrás, a puro pellizcón, los inspectores mantienen a raya a los desordenados, a los pailones de la última fila, los que no se cansan de joder con sus bromas y chistes picantes. Los que de tiran peos e inundan el ordenado aire de la mañana escolar con ese olor rebelde. Tal vez son los únicos que escuchan el discurso de la directora, los únicos que le ponen atención para imitarla, para remedarle su curso y mentirosa acogida. Y la escuchan porque la odian, porque saben que ella no los pasa, detesta su música, su ropa y sus peinados y su desfachatez de pararse en el mundo así. Y llega cada año con nuevos reglamentos e ideas y talleres lateros para que sus niños ocupen mejor el tiempo.
Los estudiantes de la última fila saben que la directora nunca los pierde de vista. Y por cualquiera anotación pasarán por su oficina cabizbajos, escuchando el mismo sermoneo, la misma citación de apoderados, el mismo: «Hasta cuándo González. Hasta cuándo, Loyola. Hasta cuándo, Santibáñez. ¿Nunca se va a aburrir de hacer tanto desorden?». Y la verdad, los alumnos de la última fila seguirán con sus manotazos y pifias mientras la sagrada educación nacional no los represente. Mientras les alarguen las torturan de las clases hasta las cuatro de la tarde, ellos seguirán riéndose del tiempo extra que gasta el estado para domarlos. Si nadie les pregunto, si nadie les dijo a ellos, que son los únicos afectados. Y por eso los chicos andan a patadas con los bancos, escupiendo con rabia a espaldas del inspector que los manda a cortarse el pelo. Ese largo pelo que durante las vacaciones se lo lavaron y cuidaron como seda.
Esa hermosa cascada de cabello que los péndex se sueltan femeninos cuando van a la disco. Tal vez lo único ganado de todas las revoluciones y luchas juveniles. Esa larga bandera de pelo que los chicos desatan clandestinamente y la educación se las arrebata de un zarpazo. ¿Entonces cómo esperan que ellos tengan otras actitud frente a esta agresión oficial que les quita lo que más quieren? Cómo pretender que en la última fila no vuelve una mosca, si todos los ojos del primer día de clases están puestos en ellos, entretenidos en reírse de las amorosas palabras de la directora, tirándose fotos cuando ella presenta al alcalde
”
”
Pedro Lemebel (Zanjón de la Aguada)
“
Y pareciera que todos andamos esperando la primera lluvia para relajarnos, para decirle adiós al eterno verano y por fin asumir el año que recién comienza en marzo, cuando el país retoma su agenda de burócrata planificado, cuando de un dos por tres se pasa del febrero ocioso a las carreras por las tiendas buscando el uniforme escolar, porque los niños ahora crecen de pronto. Uno no se da ni cuenta y los pitufos te miran desde arriba, alegando por la ingeniosa ley que acorta las vacaciones y los mete de sopetón en el odiado primer día de clases. Ese latero reencuentro con la institución educadora, con esos profesores almidonados que les dan la bienvenida con la sonrisa chueca. Los profes que ahora son jóvenes, recién egresados de las universidades, que fuman pitos e igual odian dejar el carrete, los jeans y las zapatillas para entrar en su doble vida de impecables reformadores. Y quizás, ese es el único punto en que alumnos y profesores se encuentran realmente, planchando la ropa, ordenando papeles y cuadernos para comparecer en el bostezo ritual de la primera mañana escolar.
Allí, alineados en el patio, separados por curso y género (porque se fomenta la fornicación adolescente, dicen los educadores). A esa hora de la mañana, tener que escuchar los interminables discursos de la directora, que con los ojos blancos, cacarea su oración por la santa patria, por el puro Chile que te educa para ser chileno (qué novedad), por las buenas costumbres, que por lo general son para los estudiantes chupamedias, que escuchan en primera fila con cara de santurrones el discurso de la señora. Mientras atrás, a puro pellizcón, los inspectores mantienen a raya a los desordenados, a los pailones de la última fila, los que no se cansan de joder con sus bromas y chistes picantes. Los que se tiran peos e inundan el ordenado aire de la mañana escolar con ese olor rebelde. Tal vez son los únicos que escuchan el discurso de la directora, los únicos que le ponen atención para imitarla, para remedarle su curso y mentirosa acogida. Y la escuchan porque la odian, porque saben que ella no los pasa, detesta su música, su ropa y sus peinados y su desfachatez de pararse en el mundo así. Y llega cada año con nuevos reglamentos e ideas y talleres lateros para que sus niños ocupen mejor el tiempo.
Los estudiantes de la última fila saben que la directora nunca los pierde de vista. Y por cualquiera anotación pasarán por su oficina cabizbajos, escuchando el mismo sermoneo, la misma citación de apoderados, el mismo: «Hasta cuándo González. Hasta cuándo, Loyola. Hasta cuándo, Santibáñez. ¿Nunca se va a aburrir de hacer tanto desorden?». Y la verdad, los alumnos de la última fila seguirán con sus manotazos y pifias mientras la sagrada educación nacional no los represente. Mientras les alarguen la tortura de las clases hasta las cuatro de la tarde, ellos seguirán riéndose del tiempo extra que gasta el estado para domarlos. Si nadie les pregunto, si nadie les dijo a ellos, que son los únicos afectados. Y por eso los chicos andan a patadas con los bancos, escupiendo con rabia a espaldas del inspector que los manda a cortarse el pelo. Ese largo pelo que durante las vacaciones se lo lavaron y cuidaron como seda.
Esa hermosa cascada de cabello que los péndex se sueltan femeninos cuando van a la disco. Tal vez lo único ganado de todas las revoluciones y muchas juveniles. Esa larga bandera de pelo que los chicos desatan clandestinamente y la educación se las arrebata de un zarpazo.
”
”
Pedro Lemebel (Zanjón de la Aguada)
“
Mi perspectiva política es la de un intelectual socialdemócrata que ha defendido desde hace decenios los puntos de vista del socialismo democrático. Esta postura política es minoritaria y marginal en México, un país donde claramente son predominantes las diversas manifestaciones de la derecha, desde la populista reaccionaria hasta la más extrema, pasando por formas democráticas y liberales. Las franjas de la izquierda mexicana son delgadas y están dispersas en la sociedad, y las pocas que pasan por el gobierno actual han sido esterilizadas y anuladas.
”
”
Roger Bartra (Regreso a la jaula: El fracaso de López Obrador (Spanish Edition))
“
PAPÁ OLVIDA W. Livingston Larned Escucha, hijo: voy a decirte esto mientras duermes, una manecita metida bajo la mejilla y los rubios rizos pegados a tu frente humedecida. He entrado solo a tu cuarto. Hace unos minutos, mientras leía mi diario en la biblioteca, sentí una ola de remordimiento que me ahogaba. Culpable, vine junto a tu cama. Esto es lo que pensaba, hijo: me enojé contigo. Te regañé cuando te vestías para ir a la escuela, porque apenas te mojaste la cara con una toalla. Te regañé porque no te limpiaste los zapatos. Te grité porque dejaste caer algo al suelo. Durante el desayuno te regañé también. Volcaste las cosas. Tragaste la comida sin cuidado. Pusiste los codos sobre la mesa. Untaste demasiado el pan con mantequilla. Y cuando te ibas a jugar y yo salía a tomar el tren, te volviste y me saludaste con la mano y dijiste: " ¡Adiós, papito!" y yo fruncí el entrecejo y te respondí: "¡Ten erguidos los hombros!" Al caer la tarde todo empezó de nuevo. Al acercarme a casa te vi, de rodillas, jugando en la calle. Tenías agujeros en las medias. Te humillé ante tus amiguitos al hacerte marchar a casa delante de mí. Las medias son caras, y si tuvieras que comprarlas tú, serías más cuidadoso. Pensar, hijo, que un padre diga eso. ¿Recuerdas, más tarde, cuando yo leía en la biblioteca y entraste tímidamente, con una mirada de perseguido? Cuando levanté la vista del diario, impaciente por la interrupción, vacilaste en la puerta. "¿Qué quieres ahora?" te dije bruscamente. Nada respondiste, pero te lanzaste en tempestuosa carrera y me echaste los brazos al cuello y me besaste, y tus bracitos me apretaron con un cariño que Dios había hecho florecer en tu corazón y que ni aun el descuido ajeno puede agotar. Y luego te fuiste a dormir, con breves pasitos ruidosos por la escalera. Bien, hijo; poco después fue cuando se me cayó el diario de las manos y entró en mí un terrible temor. ¿Qué estaba haciendo de mí la costumbre? La costumbre de encontrar defectos, de reprender; esta era mi recompensa a ti por ser un niño. No era que yo no te amara; era que esperaba demasiado de ti. Y medía según la vara de mis años maduros. Y hay tanto de bueno y de bello y de recto en tu carácter. Ese corazoncito tuyo es grande como el sol que nace entre las colinas. Así lo demostraste con tu espontáneo impulso de correr a besarme esta noche. Nada más que eso importa esta noche, hijo. He llegado hasta tu camita en la oscuridad, y me he arrodillado, lleno de vergüenza. Es una pobre explicación; sé que no comprenderías estas cosas si te las dijera cuando estás despierto. Pero mañana seré un verdadero papito. Seré tu compañero, y sufriré cuando sufras, y reiré cuando rías. Me morderé la lengua cuando esté por pronunciar palabras impacientes. No haré más que decirme, como si fuera un ritual: "No es más que un niño, un niño pequeñito". Temo haberte imaginado hombre. Pero al verte ahora, hijo, acurrucado, fatigado en tu camita, veo que eres un bebé todavía. Ayer estabas en los brazos de tu madre, con la cabeza en su hombro. He pedido demasiado, demasiado.
”
”
Dale Carnegie (Cómo ganar amigos e influir sobre las personas: Versión completa)
“
si el hombre regula sus eyaculaciones hasta reducirlas a un estricto mínimo y retiene su semen, su cuerpo se fortalecerá, su mente estará clara y su vista y su oído se agudizarán
”
”
Daniel Reid (El tao de la salud, el sexo y la larga vida)
“
vez, todo estaba allí, en mi interior, todo hasta los mínimos detalles, todos los recuerdos, absolutamente todo. Sí: desde cierto punto de vista, allá la vida había sido más simple, más inequívoca. Me acordé de todo y de todos, repasando hasta a los que no me habían interesado para nada, y también a los que ya sólo existían en mis recuerdos, a todos: a Bandi Citrom, a Pietka, a Bohús, al médico y a todos los demás. Por primera vez pensé en ellos con un ligero sentimiento de reproche, de resentimiento, pero también de amor.
”
”
Imre Kertész (Sin destino)
“
hasta la vista baby
”
”
The Terminator
“
Guardar bien el corazón es como guardar un ojo. Si un poco de polvo entra en el ojo, no parará de parpadear y lagrimear hasta que lo haya sacado. De la misma forma un corazón íntegro no puede descansar hasta que haya sacado fuera sus problemas y derramado sus quejas delante del Señor.
”
”
Manuel Bento (Guardando el corazón - John Flavel: Un punto de vista puritano acerca de cómo mantener el amor por Dios (Spanish Edition))
“
Siéntese en una silla cómoda o en la cama con los pies apoyados en el suelo. Deje que sus manos le caigan sobre el regazo. Si lo prefiere, siéntese con las piernas cruzadas, en la posición de la flor de loto. Mantenga la cabeza bien erguida, no baja. Ahora concéntrese, primero en una parte del cuerpo y, después, en otra para relajarlas de forma consciente. Empiece con el pie izquierdo, después pase a la pierna izquierda, al pie derecho y así sucesivamente, hasta llegar a la garganta, el rostro, los ojos y, por último, el cuero cabelludo. La primera vez que lo haga se sorprenderá de lo tenso que estaba su cuerpo. Ahora elija un punto localizado a unos 45 grados por encima de los ojos, en el techo o en la pared, que le quede justo enfrente. Fije la vista en este punto hasta que empiece a notar los párpados un poco pesados, y entonces deje que se le cierren. Empiece la cuenta atrás del cincuenta al uno. Repita este ejercicio durante diez días; después cuente del diez al uno durante otros diez días, luego del cinco al uno y así sucesivamente. Como ya no estará limitado a las mañanas para llevar a cabo esta práctica, establezca una rutina para meditar dos o tres veces al día, y dedique aproximadamente quince minutos a cada sesión.
”
”
José Silva (El método Silva de control mental)
“
Hasta la vista, baby!” Geon said, then promptly exploded, vaporizing the Lady of the Sea in an instant. “Did you see that?” Geon asked. “And more importantly, did you hear my catchphrase?” “She’s not dead,” Roy said distractedly. “Also, I have no idea what you just said, but knowing you, you’ve probably ripped it off of someone else.” “I am one-hundred percent original,” Geon said.
”
”
Aaron Oster (Beast (Buryoku #10))
“
Hay formas similares de comunicación entre las bacterias. Por ejemplo en Myxococcus xanthus, una especie que vive en el suelo y que está formada por pequeñas asociaciones laxas. Cuando algunas células no encuentran alimento, emiten una especie de señal para indicar que sienten hambre. Al principio, la colonia prácticamente no reacciona, pero cuantas más células hambrientas hay, más intensa es la señal, hasta que supera un cierto umbral. Entonces, los miembros de la colonia comienzan a juntarse. Poco a poco se va formando una unión compleja de tipo multicelular, una unión fructífera que puede verse a simple vista. —
”
”
Frank Schätzing (El quinto día)
“
Imagínenlo: nosotros habíamos leído a Shakespeare, a fray Luis, a Horacio; nos fascinaban Baudelaire, Verlaine, nos hacíamos hasta la paja por Rimbaud, adorábamos a Whitman, Adrián vivía enamorado de Rilke, éramos devotos de Silva y de José Manuel Arango, le lamíamos los pies a Borges, le besábamos el culo a Wilde; podíamos decir algo de los clásicos, de los románticos, de los perrafaelistas, de Wordsworth y Coleridge y su lago, de las canciones de gesta, y de los zéjeles; y sabíamos de las liras y los sonetos y los romances y las canciones (hasta sabíamos qué era un párodo y un estásimo), recitábamos de memoria cantidad de poemas, y éramos muy sensibles y toda la pendejada... y... no... sabíamos... qué... era... la poesía.
”
”
Fernando Molano Vargas (Vista desde una acera)
“
A través del diálogo, Sócrates no solo buscaba confrontar puntos de vista, sino también guiar a sus interlocutores hacia una mayor claridad y entendimiento sobre sus propias creencias. Este enfoque no se limita a temas filosóficos abstractos, sino que puede aplicarse a una amplia gama de temas cotidianos, desde política y ética hasta educación y justicia. Al establecer premisas sólidas y profundizar en las implicaciones de las afirmaciones presentadas, el método socrático no solo promueve un pensamiento crítico más profundo, sino que también fomenta una comprensión más completa de los temas discutidos.
”
”
Olivia Lara Malone (Sócrates. El Método Socrático: Cómo usar el método de Sócrates para descubrir la verdad y argumentar sabiamente. (Spanish Edition))
“
que una persona esté siempre en casa, lleve siempre la misma vida y a primera vista parezca sosegada, no significa que sea una persona simple, encerrada en sí misma y apalancada. Eso indica una mentalidad tremendamente pobre. Sin embargo, la mayoría de la gente lo cree así, cuando en realidad nuestro interior puede ampliarse hasta el infinito. Son muchos los que ni siquiera hacen el esfuerzo de imaginar el tesoro que duerme en el corazón de los demás –dijo Nishiyama.
”
”
Banana Yoshimoto (Recuerdos de un callejón sin salida)
“
Cuanto más complejo sea lo que queremos aprehender, más importante es tener distintos pares de ojos, para que esos haces de luz converjan y podamos ver lo Uno a través de lo múltiple. Esa es la naturaleza de una verdadera visión: une los puntos de vista ya conocidos y muestra otros que se ignoraban hasta entonces, permitiendo que entendamos que todos son, de hecho, parte de lo mismo
”
”
Benjamín Labatut (When We Cease to Understand the World)
“
Una catedral, decía, no es una catedral hasta que ha desaparecido de la vista el último andamio.
”
”
Anonymous
“
En muchos vecindarios, sin embargo, las calles son pacíficas y fantasmales. La otra parte del
mundo podrá avanzar vertiginosamente, pero no en una pobre manzana de casuchas destartaladas
donde el único vehículo que se ve es un viejo Chevrolet color oliva pardusco, con brillantes
manchones amarillos y naranjas. Es tanto el silencio, que me siento como si se estuviera en un
275 Norman Mailer El fantasma de Harlot
bosque. No muy lejos hay un muchacho con un suéter amarillo, del mismo tono de los manchones
amarillos del viejo coche oliva pardusco. Otro automóvil viejo, en otra calle vieja, está alzado sobre
un gato por la parte delantera, con el capó tan abierto que parece un pato graznando. Lo han pintado
de un azul sucio, brillante. En un viejo balcón han puesto ropa a secar. Te aseguro, Kittredge, que
una de las camisas tiene el mismo tono azul sucio del coche.
Creo que cuando un país permanece protegido de las tormentas de la historia, los fenómenos
más pequeños adquieren prominencia. En una pradera de Maine, protegida de los vientos, las flores
silvestres surgen en los lugares más extraños, como si su único propósito fuera deleitar los ojos.
Aquí, a todo lo largo de un edificio bajo, común y corriente, del siglo XIX, veo una paleta continua
de piedra y estuco: marrón y marrón grisáceo, aguamarina, gris oliva y mandarina. Luego, lavanda.
Tres piedras fundamentales, en tonos rosados. Así como los coches reflejan los sedimentos de
antiguas latas de pintura, bajo el omnipresente hollín ciudadano está este otro despliegue más sutil.
Empiezo a sospechar que esta gente mira sus calles con un ojo interior; si han pintado un letrero de
verde musgo, entonces allí, en el extremo de la calle, alguien decide pintar una puerta con el mismo
tono de verde. El tiempo y la suciedad, la humedad y el yeso descascarillado contribuyen a dar
colorido a la vista. Las viejas puertas empalidecen hasta que ya no es posible determinar si el
original era azul o verde o de algún misterioso tono de gris que reflejaba la luz del follaje de la
primavera. Recuerda que aquí, en el hemisferio Sur, octubre es como nuestro abril.
En la Ciudad Vieja, en una calle que baja hasta el borde del agua, la playa, gris como la arcilla,
está desierta. Al fondo, se ve una plaza vacía con una columna solitaria que se recorta contra el mar.
¿Podrán haber seleccionado el lugar para demostrar que De Chirico sabe pintar? En estos paisaje
desolados, a menudo se ve una figura solitaria vestida de luto
”
”
Ezequiel de Rosso (Relatos de Montevideo)
“
(Fragmento de El fantasma de Harlot(una historia novelada de la CIA), Norman Mailer ,1991)
En muchos vecindarios, sin embargo, las calles son pacíficas y fantasmales. La otra parte del
mundo podrá avanzar vertiginosamente, pero no en una pobre manzana de casuchas destartaladas
donde el único vehículo que se ve es un viejo Chevrolet color oliva pardusco, con brillantes
manchones amarillos y naranjas. Es tanto el silencio, que me siento como si se estuviera en un bosque. No muy lejos hay un muchacho con un suéter amarillo, del mismo tono de los manchones
amarillos del viejo coche oliva pardusco. Otro automóvil viejo, en otra calle vieja, está alzado sobre
un gato por la parte delantera, con el capó tan abierto que parece un pato graznando. Lo han pintado
de un azul sucio, brillante. En un viejo balcón han puesto ropa a secar. Te aseguro, Kittredge, que
una de las camisas tiene el mismo tono azul sucio del coche.
Creo que cuando un país permanece protegido de las tormentas de la historia, los fenómenos
más pequeños adquieren prominencia. En una pradera de Maine, protegida de los vientos, las flores
silvestres surgen en los lugares más extraños, como si su único propósito fuera deleitar los ojos.
Aquí, a todo lo largo de un edificio bajo, común y corriente, del siglo XIX, veo una paleta continua
de piedra y estuco: marrón y marrón grisáceo, aguamarina, gris oliva y mandarina. Luego, lavanda.
Tres piedras fundamentales, en tonos rosados. Así como los coches reflejan los sedimentos de
antiguas latas de pintura, bajo el omnipresente hollín ciudadano está este otro despliegue más sutil.
Empiezo a sospechar que esta gente mira sus calles con un ojo interior; si han pintado un letrero de
verde musgo, entonces allí, en el extremo de la calle, alguien decide pintar una puerta con el mismo
tono de verde. El tiempo y la suciedad, la humedad y el yeso descascarillado contribuyen a dar
colorido a la vista. Las viejas puertas empalidecen hasta que ya no es posible determinar si el
original era azul o verde o de algún misterioso tono de gris que reflejaba la luz del follaje de la
primavera. Recuerda que aquí, en el hemisferio Sur, octubre es como nuestro abril.
En la Ciudad Vieja, en una calle que baja hasta el borde del agua, la playa, gris como la arcilla,
está desierta. Al fondo, se ve una plaza vacía con una columna solitaria que se recorta contra el mar.
¿Podrán haber seleccionado el lugar para demostrar que De Chirico sabe pintar? En estos paisaje
desolados, a menudo se ve una figura solitaria vestida de luto
”
”
Ezequiel de Rosso