Fuiste Quotes

We've searched our database for all the quotes and captions related to Fuiste. Here they are! All 100 of them:

Siempre fuiste mi espejo, quiero decir que para verme tenía que mirarte.
Julio Cortázar
Y debo decir que confío plenamente en la casualidad de haberte conocido. Que nunca intentaré olvidarte, y que si lo hiciera, no lo conseguiría. Que me encanta mirarte y que te hago mío con solo verte de lejos. Que adoro tus lunares y tu pecho me parece el paraíso. Que no fuiste el amor de mi vida, ni de mis días, ni de mi momento. Pero que te quise, y que te quiero, aunque estemos destinados a no ser.
Julio Cortázar
El día que te fuiste entendí que no te volvería a ver. Ibas teñida de rojo por el sol de la tarde, por el crepúsculo ensangrentado del cielo; Sonreías. Dejabas atrás un pueblo del que muchas veces me dijiste: ‘Lo quiero por ti; pero lo odio por todo lo demás, hasta por haber nacido en él’. Pensé: ‘No regresará jamás; no volverá nunca.
Juan Rulfo (Pedro Páramo)
- Tú fuiste mi comienzo, es justo que seas mi final.
Ariana Godoy (Mi desesperada decisión (Darks #0))
Cierra las puertas de tu rostro para que no digan luego que aquella mujer enamorada fuiste tú.
Alejandra Pizarnik
Fuiste la forma más triste y bonita que tuvo la vida de decirme que no se puede tener todo.
Elísabet Benavent (Seremos recuerdos (Canciones y recuerdos, #2))
Los corazones son frágiles. Y creo que incluso cuando te recuperas, nunca eres lo que fuiste antes. -Isabelle Lightwood.
Cassandra Clare (City of Fallen Angels (The Mortal Instruments, #4))
El pasado no es más que una huella sombría de lo que un día fuiste, pero no puedes dejar que te defina y te esclavice.
Beatriz Esteban (Aunque llueva fuego)
Aquí estabas tú, dejándome, apareciendo para luego desaparecer. Te pusiste más bonita que de costumbre, como para hacerme notar que perdía lo más valioso de mi vida. Lo que yo nunca te expliqué, fue que tú hacías de lo más valioso de mi vida, porque me dabas amor, me dabas cariño, me compartías la vida, me dabas tiempo y me hacías ser más yo que nadie. Y supongo que por eso no supliqué mucho cuando te fuiste, ni me volví un desesperado, ¿y sabes por qué más? Porque antes de que te fueras, ya se había marchado el tiempo, el amor, el cariño, mi vida, yo. Todo se fue, que luego siguieras tú ya no importaba.
J. Porcupine (La vuelta al mundo para abrazarte por la espalda)
Y es que el amor no consiste en buscar a esa persona que no puede vivir sin ti y sin la que tú tampoco puedes hacerlo, sino que consiste en no necesitarla para vivir, pero elegir hacerlo a su lado.
Neïra (Fuiste mi verano)
No sé qué hacer, Luca, porque tome la decisión que tome, tanto si es lanzarme a tus brazos como no volver a verte, ambas me hacen un agujero en el pecho. No es que me hagas daño, Luca, es que me dueles; puede parecer lo mismo, pero no lo es, porque algo que te duele está dentro de ti y no hay manera de desprenderse de ello.
Neïra (Fuiste mi verano)
Nunca te llevé a que madame Leonie te mirara la palma de la mano, a lo mejor tuve miedo de que leyera en tu mano alguna verdad sobre mí, porque fuiste siempre un espejo terrible, una espantosa máquina de repeticiones, y lo que llamamos amarnos fue quizá que yo estaba de pie delante de vos, con una flor amarilla en la mano, y vos sostenías dos velas verdes y el tiempo soplaba contra nuestras caras una lenta lluvia de renuncias y despedidas y tickets de metro.
Julio Cortázar (Rayuela)
Eres cada una de las personas diversas que has sido y también las que imaginabas que serías, y cada una de las que nunca fuiste, y las que deseabas fervorosamente ser y ahora agradeces no haber sido.
Antonio Muñoz Molina (Sefarad (Biblioteca Breve) (Spanish Edition))
-En mis ojos, fuiste mía desde el momento en el que te vi en el Starbucks con tu amiga. En mi mente, eres mía desde que trabajas en las cocinas y te vi sonreír. En mi cabeza, eres mía desde que probé la nata que tenías en la boca aquel día que te caíste. En mi corazón, eres mía desde que, como una leona, me hiciste el amor en el almacén. Y en mi vida, eres mía desde que hoy te he tenido para mí y me he dado cuenta de que eres mi mujer.
Megan Maxwell
Sin hacerle caso, acaricié cariñosamente el cabello de su yo inconsciente. —¡Te has dejado K.O. A ti mismo! ¿Aún recuerdas lo cruel que fuiste conmigo por eso? Gideon sonrió débilmente. —Sí, lo recuerdo —dijo—. Y lo siento de verdad. Pero ¿quién puede contar con que pase algo así? ¡Ahora ven de una vez! Antes de que ese tonto se despierte. Hace rato que ha entregado la carta. —Y, a continuación, soltó unas cuantas palabras francesas tras las que supuse que se ocultaban otras tantas maldiciones jugosas, porque recurrió varias veces, igual que su hermano antes, a la palabra merde.
Kerstin Gier
¿De que sirve prometer a alguien hacerle feliz para los restos , si no eres capaz de hacerle sonreir a diario?
Neïra, fuiste mi verano
Te ofrecí una aventura, Ed, justo delante de ti, pero tu no fuiste capaz de verla hasta que yo te la mostré, y por eso rompimos
Daniel Handler (Y por eso rompimos - Episodio 1)
Si fuiste tibio, te toca volver a nacer (la peor opción de lejos porque quién se aguanta este mundo de mierda dos veces).
Dross (Festival de la blasfemia)
Y yo caminaría por todos los desiertos de este mundo y aun muerta te seguiría buscando, a ti, que fuiste el lugar del amor.
Alejandra Pizarnik (Alejandra Pizarnik. Poesía completa.)
Rezonga que no has rezongado, perverso estropicio achacoso. Cuánto tiempo en ti he gastado, ¡oh, soliloquio tedioso! Ronquido de mi quimera, rey de linaje mohoso. Entre bostezos te halagas, ¡bufón de atavío pomposo! Fuiste antaño tan amable, tan zalamero y meloso, que así lograste engañarme, ¡gusarapo pegajoso! Yo hubiera bien apostado, sopa de trapo verdoso, que eras un troll reencarnado… ¡gorro de duende leproso! ¡Que no, que no te quiero! ¿Por qué el mohín vanidoso? ¿O juzgas digno de amores un catarro contagioso? ¡Truenos, rayos y centellas! ¡Otro grito aspaventoso! Pareces una doncella sin trovador ojeroso. Cierto es que no te olvido, nigromante verrugoso. De mis recuerdos surtidos tuyos son los más penosos. Si a donde vienes, siempre torpe y sospechosos, ¿Cómo borrar tus desfiles afectados y engorrosos? Si mi verso te acongoja por sacrilegio pringoso, si con el dedo te apuntan en un lugar tumultuoso… Enhorabuena, querido, ¡mira tu halo brilloso! Era justo y merecido: has logrado ser famoso.
Carolina Andújar (Vampyr (Carmina Nocturna #1))
¡Un brindis! ¡Por los idiotas! Y por las chicas que rompen tu corazón y por el absoluto y horrible horror de perder a tu mejor amiga porque fuiste lo suficientemente estúpido como para enamorarte de ella
Jamie McGuire (Beautiful Disaster (Beautiful, #1))
Todos dicen que cayó porque voló demasiado cerca del sol, pero voló, ¿entendés, hijo? Pudo volar. No importa caer, si fuiste un pájaro al menos por unos segundos”.
Agustina Bazterrica (Cadáver exquisito)
Tenía miedo de que te fueras y te fuiste. Un miedo menos...
Andrés Ixtepan
«Amo quien fuiste y quien eres, porque si hay algo cierto en esta vida, mo anam, es que nací solo para amarte. Cuando mi corazón se silencie con mi muerte, nunca olvides que mi alma te seguirá amando.»
Caroline March (No todo fue un sueño (Spanish Edition))
—Y hay más. Tan pronto no van a cortar tu planta de naranja-lima. Cuando la corten estarás lejos y no sentirás nada. Sollozando me abracé a sus rodillas. —Ya no me interesa, papá. No me interesa… Y mirando su rostro, que también se encontraba lleno de lágrimas, murmuré como un muerto: —Ya la cortaron, papá, hace más de una semana que cortaron mi planta de naranja-lima. Los años pasaron, mi querido Manuel Valadares. Hoy tengo cuarenta y ocho años y, a veces, en mi nostalgia, siento la impresión de que continúo siendo una criatura. Que en cualquier momento vas a aparecer trayéndome fotos de artistas de cine o más bolitas. Tú fuiste quien me enseñó la ternura de la vida, mi Portuga querido. Hoy soy yo el que tiene que distribuir las bolitas y las figuritas, porque la vida sin ternura no vale gran cosa. A veces soy feliz en mi ternura, a veces me engaño, lo que es más común. En aquel tiempo… En el tiempo de nuestro tiempo no sabía que muchos años antes un Príncipe Idiota, arrodillado frente a un altar, preguntaba a los iconos, con los ojos llenos de lágrimas: “¿POR QUÉ LES CUENTAN LAS COSAS A LAS CRIATURITAS?” Y la verdad es, mi querido Portuga, que a mí me contaron las cosas demasiado pronto. ¡Adiós!
José Mauro de Vasconcelos (Mi planta de naranja-lima)
— Dijiste que yo no te gustaba. — No me gustas. No me gusta la forma en que tu cabello huele, y cómo no puedo dejar de pensar en despertar y ver tu cara. Odio como mi cama se sentía vacía cuando te fuiste. No me gusta lo bien que estábamos con mi familia, especialmente con Harper, y cómo yo quería verte de nuevo con ellos, pero no sólo como invitada. Sino como miembro. Tienes razón. No me gustas en absoluto.
Chelsea M. Cameron (My Favorite Mistake (My Favorite Mistake, #1))
Tampoco se si sere capaz de ofrecerte un futuro, pero lo que si se es que quiero regalarte mi presente, que al final es todo lo que soy a dia de hoy.
Neïra, fuiste mi verano
—¿Elec? —Sí... —Tú fuiste lo mejor que me ha pasado. Espero que algún día pueda decir que eras uno de los mejores, pero por ahora, sólo eres tú.
Penelope Ward (Stepbrother Dearest)
De Harry Potter aprendí que una cicatriz es la evidencia de que fuiste mucho más fuerte que aquello que quiso acabar contigo.
Ignacio Novo
Todos dicen que voló demasiado cerca del sol, pero voló, ¿entendés, hijo? Pudo volar. No importa caer, si fuiste un pájaro al menos por unos segundos.
Agustina Bazterrica (Tender is the Flesh)
Cubre la memoria de tu cara con la máscara de la que serás y asusta a la niña que fuiste
Alejandra Pizarnik (Poesía completa)
- Cuando un hijo muere, un padre pierde una parte de sí mismo - dijo -. Tu mundo entero deja de existir y no eres más que un cascaron de la persona que una vez fuiste. Tu mamá ha lidiado en su propia manera, yo en la mía, y tú en la tuya - dijo, levantando su mano de la lápida de John y levantándose -. Tu mamá odia el mundo, yo lo evito y tú intentas salvarlo.
Nicole Williams (Crash (Crash, #1))
—Chloe, somos queer. No se nos dan bien las mates. —Por eso te necesitamos. Una vez en cada generación, nace una persona bisexual capaz de hacer cálculos matemáticos. Tú fuiste la elegida.
Casey McQuiston (I Kissed Shara Wheeler)
Éramos más que enamorados, Gee. Hermanos, cómplices. Las dos caras de una moneda. Así de unidos. Tú fuiste muchas cosas para mí. La madre que perdí a los nueve años. Los amigos que nunca tuve. Contigo me sentí siempre mejor que con mis propios hermanos. Me dabas confianza, seguridad en la vida, alegría.
Mario Vargas Llosa (El sueño del celta)
No creo que tu vida no tenga sentido. He cambiado de opinión. Los milagros termodinámicos… son unos sucesos con unas probabilidades tan remotas de que lleguen a producirse que prácticamente resulta imposible que acaben dándose. Por ejemplo: que el oxígeno se transforme de manera espontánea en oro. Tengo muchas ganas de ver algo así. Y aún así, en cada apareamiento humano, mil millones de espermatozoides compiten para llegar a un solo óvulo. Multiplica esas posibilidades por las innumerables generaciones que ha habido de seres humanos, por las posibilidades de que tus antepasados vivieran, se conocieran, engendraran a ese hijo en concreto, a esa hija exactamente… hasta llegar a tu madre, que se enamorará de un hombre al que tiene todas las razones del mundo para odiar y de esa unión, de los miles de millones de niños que compiten para lograr fecundar el óvulo, fuiste tú, sólo tú, la que surgió. Destilar una forma tan específica a partir de tal caos de improbabilidades resulta tan difícil como que el aire se transforme en oro… El cenit de lo imposible. Un milagro termodinámico. Se podría decir eso de cualquier persona del mundo. Pero el planeta está tan lleno de gente, tan repleto de milagros, que acabamos considerándolos algo normal y olvidamos lo que son… Yo lo olvidé. Contemplamos la Tierra día tras día hasta que acaba convirtiéndose en un lugar al que consideramos monótono. Pero visto desde otro punto de vista, como si fuera algo nuevo, aún es capaz de asombrarnos. Ven, seca tus lágrimas, porque eres vida, algo más excepcional que un quark y más impredecible que lo que Heisenberg soñó jamás: la arcilla en la que las fuerzas que dan forma a todas las cosas dejan sus huellas de un modo más claro. Seca tus lágrimas… y volvamos a casa." Dr. Manhattan, WATCHMEN, Alan Moore
Alan Moore (Watchmen)
Pero si tienes que irte, vete. Si te duele, vete. Si es tu hora, vete. Pero vete sabiendo que fuiste amado, que jamás te olvidaré, que seguirás vivo en todo lo que hagamos Connor y yo. Vete sabiendo que te quiero con pureza, Harry, que fuiste un padre increíble. Vete sabiendo que te conté todos mis secretos. Porque fuiste mi mejor amigo.
Taylor Jenkins Reid (The Seven Husbands of Evelyn Hugo)
MI FELICIDAD NO DEPENDE DE TU INFELICIDAD
Neïra (Fuiste mi verano)
¿Por qué arrasarían esos dos hombres el mundo entero, de lo contrario? ¿Por tus conocimientos de historia? ¿Por tu aguda conversación? No. Eras una chica bonita embellecida por los bardos en un intento por explicar lo que desencadenaste. No me malinterpretes -añadió-, estaba tan loco por ti que me pasaba las noches en vela. Fuiste mi primer gran amor no correspondido.
Brent Weeks (The Black Prism (Lightbringer, #1))
Pero más que nada, puedes saber que todos te amamos, que fuiste una de las mejores personas que he conocido y conoceré, y que sin importar cuantos errores hayas cometido, todo ellos desaparecen como espectros tras la presencia de tus buenas acciones.
June Vernet (Otra oportunidad de amar (Segundas oportunidades #1))
—¿Por qué estás intentando con tanta fuerza el hacerme pensar que eres una mala persona? —pregunté. —Porque sería mejor para ti tener un sano temor hacia mí de modo que no puedas decir que no fuiste advertida. No soy como los chicos de tu escuela. Piensa en la atracción que sientes hacia las drogas. Así me siento respecto al sexo. Oh. —¿Comienzas a comprenderlo ya? Déjame ser aún más claro. —Su voz bajó mientras me guiaba a través de su trabajo—. Puedo entender a alguien en solo cinco minutos de conversación para saber qué tendría que decir o hacer para atraerlas a la cama. Eso te incluye, aunque admito que estaba fuera de juego anoche. Con alguna personas basta con simple adulación y atención. Con otras toma más tiempo y energía. Hago lo que se necesite para quitarles la ropa, y luego intento hacerlo de modo que nunca estén con otra persona sin pensar en mí. Sé secretos del cuerpo humano que la mayoría de las personas ni siquiera sabe de ellos mismos. Y cuando me voy, sé que están arruinadas cuando comienzan a suplicarme que me quede.
Wendy Higgins (Sweet Evil (Sweet, #1))
No, amor mío, no estás embarazada, y yo me niego a ser manipulado. Esta conversación ya me resulta insoportablemente tediosa. Te quiero con todo mi corazón y... ¿Estás llorando, cariño? Sí moqueó Sugar Beth_ . Casi no he hecho otra cosa desde que te fuiste ¿ Es eso cierto? Me temo que sí. Espléndido Y colgó.
Susan Elizabeth Phillips (Ain't She Sweet?)
Ahora me pregunto si sueñas conmigo y me sostienes para que las progresiones de nuestras memorias sean amables y las pesadillas se mantengan a raya. Adam, ahora me pregunto si no fuiste solo un sueño que vino a arrebatarme la realidad. Y, aunque solo fueras un sueño, créeme que no me importaría dormir entre las sombras para encontrarte.
@fabiantapiaescritor (Cartas por el cielo)
¡Oh, Luna! Siempre estuviste a mi lado, alumbrándome en los momentos más terribles; desde mi infancia fuiste el misterio que velaste por mi terror, fuiste el consuelo en las noches mas desesperadas, fuiste mi propia madre, bañándome en un calor que ella tal vez nunca supo brindarme; en medio del bosque, en los lugares más tenebrosos, en el mar; allí estabas tu acompañándome; eras mi consuelo, siempre fuiste la que me orientaste en los momentos más difíciles. Mi gran diosa, mi verdadera diosa, que me has protegido de tantas calamidades; hacia ti en medio del mar; hacia ti junto a la costa; hacia ti entre las costas de mi isla desolada. Elevaba la mirada y te miraba; siempre la misma; en tu rostro veía una expresión de dolor, de amargura, de compasión hacia mí; tu hijo. Y ahora, súbitamente, luna, estallas en pedazos delante de mi cama. Ya estoy solo. Es de noche.
Reinaldo Arenas
De los pedazos es imposible construir nada sin que se noten las grietas.
Neïra (Fuiste mi verano)
No puedes ser feliz si no fuiste infeliz al menos una vez.
Lauren Oliver
Viniste a visitarme en sueños pero el vacío que dejaste cuando te fuiste fue realidad.
Ernesto Cardenal (Vida perdida. Memorias, I (Spanish Edition))
Con todos derretidos sobre ti en un cálido abrazo Te fuiste distanciando de los pinceles y los reyes.
Alexandre Alphonse (Crucifijo en la Saatchi Gallery)
Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta. Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro. —Pablo Neruda, “La canción desesperada
Jeanine Cummins (Tierra americana (Spanish Edition))
Mientras estuviste conmigo fuiste la ruina absoluta de mi Arte.
Oscar Wilde (De Profundis)
Fuiste y aunque digo que ya no te espero... espero.
Alberto Villarreal (Todo lo que fuimos)
Fuiste mi castigo. Eres mi tortura y serás mi verdugo" - Shadow
Ariana Godoy (La revelación (Almas perdidas #1))
Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
Anonymous (Biblia Reina Valera: 1960)
fuiste creado como un ser único y de que hay algo especial que tú puedes hacer mejor que nadie.
Mabel Katz (MIS REFLEXIONES SOBRE HO´OPONOPONO (Spanish Edition))
-Ningún oro de este Castillo podría reemplazar el ¡inmenso amor que siento por ti! ¡Fuiste mi mayor regalo de Dios!
Pet Torres (El hechizo)
Al menos historia era fácil, bueno solo si tu fuiste la causante de la primera y segunda guerra mundial.
Lolo Mayaya (The Angel From Hell)
Podríamos decir que eramos jóvenes y estúpidos, pero esa excusa solo dura hasta que te das cuenta de que fuiste egoísta y simplemente unos imbéciles muy grandes.
Penelope Douglas (Next to Never (Fall Away, #4.5))
Yo no podía contar contigo, y la vida es una cuenta atrás donde dos personas se dan la vuelta en el último momento. Una de ellas desaparece, otra se queda. Adivina cuál fuiste tú.
Chris Pueyo (Aquí dentro siempre llueve)
Y como tus besos fueron poemas escritos en mis labios, te confundí por incendio, cuando solo fuiste un simulacro.
Gus Vazquez
¡Intrépido ciervo, aquí fuiste cazado! ¡Aquí caíste y aquí están en pie tus cazadores con las señales de tus despojos y el carmesí de tu sangre!
William Shakespeare (Julius Caesar)
Nadie te culpa por no ser capaz de recordar. Te ofreciste como sacrificio, fuiste valiente. Salvaste a Magnus. Y salvaste a Isabelle. Me salvaste a mí [...].
Cassandra Clare (The Whitechapel Fiend (Tales from the Shadowhunter Academy, #3))
Fuiste la llama de mi razón alucinada. No había espacio donde apoyar ya mis símbolos. Te amaré tanto, decías, y aprendimos la importancia del café del desayuno en tanto yo salía a robar para ti naranjas. Devoramos el mundo, esa bestia sordomuda, para hacernos menos sordos, menos mudos, siguiendo una ley por la cual buscando crear y destruir energía la encuentras en belleza transformada. Yo no sabía qué pasa cuando un péndulo se detiene porque jamás he visto uno detenido. Llorabas y llovía. Vi cosas en tus ojos que nadie había visto, me apretabas la mano buscando exprimir aquella fruta robada a mí; a nadie; transgénico zumo de lluvia en lágrimas. La verdad es a veces tan verdad que se vuelve 100% cristalina, y así innombrable.
Agustín Fernández Mallo (Carne de píxel)
-Te fuiste sin llevarte nada, entregaste la casa a un hostelero sin escrúpulos. Abandonaste todo y todo se ha perdido. -Nada se ha perdido si nos hemos encontrado.-Leonora tiembla pero Max no la escucha.
Elena Poniatowska (Leonora)
¿Podrías decirlo una vez? —suplicó—. Como dicen que hace la gente. El corazón de Eleanor latió con la fuerza de las alas de un águila y la elevó a lo más alto mientras se lo decía: —Te amo, Will Parker. Will sintió una punzada de dolor y bajó la cabeza porque nadie le había preparado para eso, nadie le había dicho: «Cuando ocurra, resucitarás. Dejarás de ser lo que fuiste. Serás lo que no eras.» Se precipitó hacia ella y hundió la cara en su pecho. —Oh, Dios mío… —gimió, abrazado con fuerza a ella—. Oh, Dios mío. Elly le sujetó la cabeza como si fuera un niño que se despertaba de una pesadilla. —Te amo —le susurró en el pelo con lágrimas en los ojos. —Oh, Elly, yo también te amo —dijo con la voz entrecortada—, pero tenía tanto miedo de que nadie pudiera amarme. Creía que tal vez era imposible que alguien lo hiciera.
LaVyrle Spencer (Morning Glory)
-Fuiste tú-dijo, expresando sus crecientes sospechas y con la certeza, a medida que a él se le contraía el semblante, de que tenía razón.-.Tú eres la razón por la que acabé en esa prisión. La miró a los ojos. -Sí.
Marie Rutkoski (The Winner's Kiss (The Winner's Trilogy, #3))
Fuiste creado por Dios y para Dios, y hasta que lo entiendas, tu vida no tendrá ningún sentido. Solo en él encontramos nuestro origen, nuestra identidad, nuestro sentido, nuestro propósito, nuestro significado y nuestro destino.
Rick Warren (Una vida con propósito: ¿Para qué estoy aquí en la tierra?)
Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta. Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro. There were thirst and hunger, and you were the fruit. There were grief and ruins, and you were the miracle. —Pablo Neruda, “THE SONG OF DESPAIR
Jeanine Cummins (American Dirt)
Cada ser nació con algún destino, como el caballo y la vid. ¿Te admiras de esto? También el sol nació destinado para una función, así como los otros dioses. Según ello, ¿para qué fuiste tú creado? ¿Para disfrutar? Reflexiona si puede sustentarse este pensamiento.
Marcus Aurelius (Meditaciones)
No sé por qué tendemos a temer tanto estar solos. Sé que no le ocurre a todo el mundo, pero hay una tendencia general a entrar en un estado de pánico tras la ruptura ante la posibilidad de no encontrar a nadie con quien compartir tu vida ¿Y qué? ¿Qué importa si eso no sucede? Nada, absolutamente nada; volcar la posibilidad de ser feliz en la existencia de otra persona es la única raíz del problema, ni más ni menos.
Neïra (Fuiste mi verano)
Ya no será ya no no viviremos juntos no criaré a tu hijo no coseré tu ropa no te tendré de noche no te besaré al irme nunca sabrás quién fui por qué me amaron otros. No llegaré a saber por qué ni cómo nunca ni si era de verdad lo que dijiste que era ni quién fuiste ni qué fui para ti ni cómo hubiera sido vivir juntos querernos esperarnos estar. Ya no soy más que yo para siempre y tú ya no serás para mí más que tú. Ya no estás en un día futuro no sabré dónde vives con quién ni si te acuerdas. No me abrazarás nunca como esa noche nunca. No volverá a tocarte. No te veré morir.
Idea Vilariño (Poesía completa)
En una realidad tan llena de superficialidades sentir algo profundo es maravilloso. Y por eso, como te dije, te lo agradezco. No por haber hecho algo, pues creo que no hiciste nada para que surgiera en mí eso. Sólo fuiste, sólo eres. Ser fue suficiente. En un mundo tan complejo es bello saber que ser basta para aclararlo todo.
Ricardo Garza
Si tienes que irte, vete. Si te duele, vete. Si es tu hora, vete. Pero vete sabiendo que fuiste amado, que jamás te olvidaré, que seguirás vivo en todo lo que hagamos Connor y yo. Vete sabiendo que te quiero con pureza, Harry, que fuiste un padre increíble. Vete sabiendo que te conté todos mis secretos. Porque fuiste mi mejor amigo.
Taylor Jenkins Reid (The Seven Husbands of Evelyn Hugo)
Supiste coser un corazón deshilachado sobre un pecho a la intemperie. Enhebraste el hilo de la conversación con mano artesana. Me hiciste un traje con los sueños que quedaban por cumplir. Deshiciste lod nudos de mi garganta mientras bordabas tu nombre en mi destino. Fuiste sastre ante el desastre porque, sin desvestirme, supiste desnudar mi alma.
Pablo Pérez Rueda (Blon) (Eternamente (Spanish Edition))
El unico problema en mi vida ere tú, Pirata. Estás en todas partes. Como si fueras un pequeño Dios, un pequeño emperador, una fuerza sobrenatural. Y estoy harta de eso. Estoy harta de ti. Escucha lo que digo, Julio; Tú no mandas sobre mí ni sobre mi historia. La que manda sobre mi historia soy yo. Y tú ya estás muerto, ya te fuiste al diablo ¿Entiendes?.
Ana Pessoa (Mary John)
El dolor que se siente por la pérdida de un ser querido es mortífero, pero el sufrimiento que se siente cuando todo mundo desaparece es demoledor, incontestable. Contra el primero, el paso del tiempo puede restañar las heridas, al menos en parte, pero cuando ya no existe nada de lo que fuiste, de quien fuiste, de lo que ibas a seguir siendo, la existencia carece de sentido alguno.
Santiago Posteguillo (Circo Máximo: La ira de Trajano (Trajano, #2))
Mueve la cabeza de arriba abajo y frunce el ceño. - Ese es Matt Fuller. Es un sénior y nuestro Asesor promesa. -Me mira con los ojos entrecerrados y trata de leer mi mente. - ¿En serio? - Sonrío demasido grande, porque ahora él sabe totalmente que estaba mintiendo acerca de la parte linda. - ¿Cuándo? Estoy muy segura de que me acordaría de él. -Miro a Phillip con curiosidad. - No lo recuerdo exactamente, pero creo que me vio cuando llevé en mis hombros a través del campus.- Phillip niega con la cabeza hacia mí-. Realmente no sé por qué dejo que te salgas con la tuya, con las cosas que haces. - Porque soy irresistible, Phillip. - Sonrió y me encojo de hombros-. Tú no puedes ayudarte a ti mismo. Además, no fuiste por todo el campus, soló fueron unos cincuenta metros antes de que fingieras un ataque al corazón y te apoyarás en mi peso colapsando sobre mí en la hierba. -Oh, sí. Lo recuerdo. Creo que has ganado algo de peso. - Golpeo su hombro. Lo ignora y continúa -Ahora que lo pienso, creo que es cuando Matt te vió. Me da una gran sonrisa. Justo ahora lo recordaba. -Tu probablemente no te diste cuenta, porque estabas muy ocupada rodando en el césped conmigo. - Estoy bastante segura de que estaba tratando de quitarte de encima de mí. - Bueno, Matt no lo vio de esa manera puesto que me preguntó si tú eras mi novia. -Oh Dios. ¿Qué historia inventaste está vez, Phillip? Él sonríe. - Oh solo le dije que a pesar de que estas locamente enamorada de mí, no quiero estar atado, por lo que soló somos amigos. Por supuesto, lo que tendría que haber dicho es por favor solo llévatela, ella son muchos problemas de los que no valen la pena.
Jillian Dodd (That Boy (That Boy, #1))
¿Crees que no lo entiendo? El sueño imposible de ser. No de parecer, sino de ser. Consciente en cada momento. Vigilante. Al mismo tiempo, el abismo entre lo que eres para los otros y para ti misma, el sentimiento de vértigo y el deseo constante de, al menos, estar expuesta, de ser analizada, diseccionada, quizás incluso aniquilada. Cada palabra una mentira, cada gesto una falsedad, cada sonrisa una mueca. ¿Suicidarse? ¡Oh, no! ¡Eso es horrible! Tú no harías eso. Pero puedes quedarte inmóvil y en silencio. Por lo menos así no mientes. Puedes encerrarte en ti misma, aislarte. Así no tendrás que desempeñar roles, ni poner caras ni falsos gestos. Piensas. Pero, ¿ves? La realidad es atravesada, tu escondite no es hermético. La vida se cuela por todas partes. Estás obligada a reaccionar. Nadie pregunta si es real o irreal, si tú eres verdadera o falsa. La pregunta sólo importa en el teatro. Y casi ni siquiera allí. Te entiendo, Elisabeth. Entiendo que estés en silencio, que estés inmóvil, que hayas situado esta falta de voluntad en un sistema fantástico. Te entiendo y te admiro. Creo que deberías mantener este papel hasta que se agote, hasta que deje de ser interesante. Entonces podrás dejarlo. Igual que poco a poco fuiste dejando los demás papeles.
Ingmar Bergman
Fuiste la forma mas triste y bonita que tuvo la vida de decirme que no se puede tener todo. Lamento que esa frase no sea mía. Ni siquiera se de quien es. Solo se lo roto que me siento ahora mismo. Te quiero, Macarena. Te quiero. Quédate con eso. Guárdalo. Cuídalo. Yo hare lo mismo con la huella que me dejas. Y si algún día es posible, sé que será contigo. Ahora vive mucho. Tienes que crear recuerdos que contarme cuando seamos viejos.
Elísabet Benavent (Seremos recuerdos (Canciones y recuerdos, #2))
LA ESTACIÓN DE FERROCARRIL. Mi no llegada a la ciudad de N tuvo lugar puntualmente. Fuiste avisado con una carta no enviada. Lograste no llegar a la hora prevista. El tren llegó al andén número tres. Bajó mucha gente. Entre la muchedumbre se dirigió a la salida la ausencia de mi persona. Varias mujeres me sustituyeron rápidamente en aquella prisa. A una de ellas se acercó corriendo alguien desconocido para mí pero ella lo reconoció al instante. Ambos intercambiaron un beso no nuestro, durante el cual se perdió no mi maleta. La estación de la ciudad de N pasó bien el examen de la existencia objetiva. La totalidad estaba en su lugar. Los detalles se movían por las vías marcadas. Tuvo lugar incluso la cita acordada. Fuera del alcance de nuestra presencia. En el paraíso perdido de la posibilidad. En otra parte. En otra parte. Como suenan estas palabras.
Wisława Szymborska
Había una vez, Una vez, cuando fuistes mía. Me acuerdo de cielos, Reflejada en tus ojos. Me pregunto dónde te encuentras? Me pregunto si Piensas en mí? Había una vez En tus sueños más distantes? Por una vez, el mundo era nuevo. Nuestros cuerpos se sentía el rocío de la mañana, Que da la bienvenida al nuevo día. Y no nos podíamos separar. Me pregunto si a ti te importa? Me pregunto si ay aún recuerdo de mi? Había una vez, En tus sueños más distantes? Y cuando suena Enrique... Y cuando las palabras son Conmovido por el dolor... Cuando suena la música, Oigo el sonido. Tuvia que seguirlo, Había una vez. Una vez bajo las estrellas, El universo era de nosotros. El amor era todo lo que yo sabía Y todo lo que sabía eras tu. Me pregunto si usted sabe? Me pregunto si te piensas en eso? Había una vez En tus sueños más distantes? Había una vez En tus sueños más distantes, que te recuerdas de mi?
José N. Harris
Bella, mi vida era como una noche sin luna antes de encontrarte, muy oscura, pero al menos había estrellas, puntos de luz y motivaciones... Y entonces tú cruzaste mi cielo como un meteoro. De pronto, se encendió todo, todo estuvo lleno de brillantez y belleza. Cuando tú te fuiste, cuando el meteoro desapareció por el horizonte, todo se volvió negro. No había cambiado nada, pero mis ojos habían quedado cegados por la luz. Ya no podía ver las estrellas. Y nada tenía sentido. •La verdad, 523
Stephenie Meyer (New Moon (The Twilight Saga, #2))
entonces fuiste notando poco a poco que el mundo no exigía de ti hechos ningunos, ni sacrificios, ni nada de eso, que la vida no es una epopeya con figuras de héroes y cosas por el estilo, sino una buena habitación burguesa, en donde uno está perfectamente satisfecho con la comida y la bebida, con el café y la calceta, con el juego de tarot y la música de la radio. Y el que ama y lleva dentro de silo otro, lo heroico y bello, la veneración de los grandes poetas o la veneración de los santos, ése es un necio y un quijote.
Hermann Hesse (El lobo estepario)
Cuando me divorcié de tu padre me preparé para seguir andando sola, porque pensé que sería casi imposible encontrar otro compañero. Soy mandona, independiente, tribal y tengo un trabajo poco común que me exige pasar la mitad de mi tiempo sola, callada y escondida. Pocos hombres pueden con todo eso. No quiero pecar de falsa modestia, también tengo algunas virtudes. ¿Te acuerdas de alguna, hija? A ver, déjame pensar… Por ejemplo: requiero poco mantenimiento, soy sana y cariñosa. Tú decías que soy divertida y nadie se aburre conmigo, pero eso era antes. Después de que tú te fuiste se me acabaron las ganas de ser el alma de la fiesta. Me he vuelto introvertida, no me reconocerías.
Isabel Allende (La suma de los días)
—Recuerda todo lo que has visto en tu vida. Los olores, los sonidos, las luces y las sombras de todo lo que alguna vez tocaste. Recuerda los paisajes que has visitado. Recuerda todo eso, hija, porque ya forman parte de tu pasado. Nunca debes olvidar que vienes de aquí, de este planeta maravilloso. Que fuiste criada con amor bajo un techo azul y diste tus primeros pasos en el verde. No olvides que tus alimentos fueron frutas que cayeron de los árboles y vegetales que crecieron en nuestros suelos —el ascensor se detuvo—. Recuerda el calor del sol en tu frente y el sonido de las cigarras por la noche. Recuerda a la tierra de los insectos y animales más maravillosos que puedas ver jamás. —Papá hizo una pausa. —Tan solo recuerda todo esto.
TOMAS ANDREI
«Hace mucho tiempo que te fuiste, Susana. La luz era igual entonces que ahora, no tan bermeja; pero era la misma pobre luz sin lumbre, envuelta en el paño blanco de la neblina que hay ahora. Era el mismo momento. Yo aquí, junto a la puerta mirando el amanecer y mirando cuando te ibas, siguiendo el camino del cielo; por donde el cielo comenzaba a abrirse en luces, alejándote, cada vez más desteñida entre las sombras de la tierra. »Fue la última vez que te vi. Pasaste rozando con tu cuerpo las ramas del paraíso que está en la vereda y te llevaste con tu aire sus últimas hojas. Luego desapareciste. Te dije: "¡Regresa Susana!"» Pedro Páramo siguió moviendo los labios, susurrando palabras. Después cerró la boca y entreabrió los ojos, en los que se reflejó la débil claridad del amanecer. Amanecía.
Juan Rulfo (Pedro Páramo)
Lo que tengo claro es que no voy a volver a dejar mi vida en manos de otra persona, porque nunca quise ser así, pero, por encima de todo, porque hay algo fundamental que todo el mundo debe aprender y marcarse a fuego por dentro, y es que, cuando todo se acaba, cuando esa persona en la que te vuelcas completamente un día sin más desaparece, solo quedas tú. Porque tú misma eres lo único que tienes para siempre.
Neïra (Fuiste mi verano)
Un cuento talmúdico narra que, en el camino al matadero, un ternero se escapó y buscó refugio con el rabino Yehuda HaNasi, uno de los fundadores del judaísmo rabínico. El ternero metió la cabeza bajo el holgado ropaje del rabino y empezó a llorar. Pero el rabino lo apartó de sí y le dijo: «Ve. Fuiste creado para ese fin». Puesto que el rabino no mostraba misericordia, Dios le castigó y le hizo padecer una dolorosa enfermedad durante trece años. Después, un día, una sirvienta que limpiaba la casa del rabino encontró unas ratas recién nacidas. Se dispuso a sacarlas de la casa con la escoba. El rabino Yehuda se apresuró a salvar a las indefensas ratitas y dijo a la sirvienta que las dejara en paz, porque «Es benigno Yahvé para con todos, y su misericordia para con todas sus obras» (Salmos 145:9). Puesto que el rabino mostró compasión para con estas ratas, Dios mostró compasión para con el rabino, y este fue curado de su enfermedad.
Yuval Noah Harari (Obra completa: Pack con: Sapiens | Homo Deus | 21 lecciones para el siglo XXI (Spanish Edition))
El día que te fuiste entendí que no te volvería a ver. Ibas teñida de rojo por el sol de la tarde, por el crepúsculo ensangrentado del cielo; Sonreías. Dejabas atrás un pueblo del que muchas veces me dijiste: 'Lo quiero por ti; pero lo odio por todo lo demás, hasta por haber nacido en él'. Pensé: 'No regresará jamás; no volverá nunca.
Anonymous
Escucha, hijo: voy a decirte esto mientras duermes, una manecita metida bajo la mejilla y los rubios rizos pegados a tu frente humedecida. He entrado solo a tu cuarto. Hace unos minutos, mientras leía mi diario en la biblioteca, sentí una ola de remordimiento que me ahogaba. Culpable, vine junto a tu cama. Esto es lo que pensaba, hijo: me enojé contigo. Te regañé cuando te vestías para ir a la escuela, porque apenas te mojaste la cara con una toalla. Te regañé porque no te limpiaste los zapatos. Te grité porque dejaste caer algo al suelo. Durante el desayuno te regañé también. Volcaste las cosas. Tragaste la comida sin cuidado. Pusiste los codos sobre la mesa. Untaste demasiado el pan con mantequilla. Y cuando te ibas a jugar y yo salía a tomar el tren, te volviste y me saludaste con la mano y dijiste: " ¡Adiós, papito!" y yo fruncí el entrecejo y te respondí: "¡Ten erguidos los hombros!" Al caer la tarde todo empezó de nuevo. Al acercarme a casa te vi, de rodillas, jugando en la calle. Tenías agujeros en las medias. Te humillé ante tus amiguitos al hacerte marchar a casa delante de mí. Las medias son caras, y si tuvieras que comprarlas tú, serías más cuidadoso. Pensar, hijo, que un padre diga eso. ¿Recuerdas, más tarde, cuando yo leía en la biblioteca y entraste tímidamente, con una mirada de perseguido? Cuando levanté la vista del diario, impaciente por la interrupción, vacilaste en la puerta. "¿Qué quieres ahora?" te dije bruscamente. Nada respondiste, pero te lanzaste en tempestuosa carrera y me echaste los brazos al cuello y me besaste, y tus bracitos me apretaron con un cariño que Dios había hecho florecer en tu corazón y que ni aun el descuido ajeno puede agotar. Y luego te fuiste a dormir, con breves pasitos ruidosos por la escalera. Bien, hijo; poco después fue cuando se me cayó el diario de las manos y entró en mí un terrible temor. ¿Qué estaba haciendo de mí la costumbre? La costumbre de encontrar defectos, de reprender; esta era mi recompensa a ti por ser un niño. No era que yo no te amara; era que esperaba demasiado de ti. Y medía según la vara de mis años maduros. Y hay tanto de bueno y de bello y de recto en tu carácter. Ese corazoncito tuyo es grande como el sol que nace entre las colinas. Así lo demostraste con tu espontáneo impulso de correr a besarme esta noche. Nada más que eso importa esta noche, hijo. He llegado hasta tu camita en la oscuridad, y me he arrodillado, lleno de vergüenza. Es una pobre explicación; sé que no comprenderías estas cosas si te las dijera cuando estás despierto. Pero mañana seré un verdadero papito. Seré tu compañero, y sufriré cuando sufras, y reiré cuando rías. Me morderé la lengua cuando esté por pronunciar palabras impacientes. No haré más que decirme, como si fuera un ritual: "No es más que un niño, un niño pequeñito". Temo haberte imaginado hombre. Pero al verte ahora, hijo, acurrucado, fatigado en tu camita, veo que eres un bebé todavía. Ayer estabas en los brazos de tu madre, con la cabeza en su hombro. He pedido demasiado, demasiado. ==========
Anonymous
tú nunca serás mía y por eso te tendré para siempre. Tú fuiste la esperanza de mis días de soledad, la angustia de mis momentos de duda, la certeza de mis instantes de fe.
Anonymous
El coche ronroneó, reviviendo.—Creo que debo decírtelo de una vez —dijo ella, y pude ver malas noticias en la base de su cuello—, no fuiste aceptada para el curso de escritura. El aire abandonó mi estómago de golpe. Durante todo junio el curso de escritura se había extendido ante mí como un seguro, brillante puente sobre el sombrío golfo del verano. Ahora lo veía tambalearse y disolverse, y un cuerpo con una blusa blanca y una falda verde se precipitó al vacío. Entonces
Anonymous
El éxito se mide en si usaste tu cabeza tanto como tu corazón, si fuiste generoso, si amaste a los niños y a la naturaleza, si te preocupaste por los ancianos. Es acerca de tu bondad, tu deseo de servir, tu capacidad de escuchar y tu valor sobre la conducta.
Miguel Vilela (Pensamientos y consejos de los mayores multimillonarios de 2014)
Cásate conmigo," he says against my lips. "No quiero ninguna parte de esta vida sin ti. Fuistes, mi ángel. Despues mi cielo y ahora necesito que seas mi todo.
Aly Martinez (The Wrecked and Ruined Series Box Set (Wrecked and Ruined #1-3))
PAPÁ OLVIDA W. Livingston Larned. Escucha, hijo: voy a decirte esto mientras duermes, una manecita metida bajo la mejilla y los rubios rizos pegados a tu frente humedecida. He entrado solo a tu cuarto. Hace unos minutos, mientras leía mi diario en la biblioteca, sentí una ola de remordimiento que me ahogaba. Culpable, vine junto a tu cama. Esto es lo que pensaba, hijo: me enojé contigo. Te regañé cuando te vestías para ir a la escuela, porque apenas te mojaste la cara con una toalla. Te regañé porque no te limpiaste los zapatos. Te grité porque dejaste caer algo al suelo. Durante el desayuno te regañé también. Volcaste las cosas. Tragaste la comida sin cuidado. Pusiste los codos sobre la mesa. Untaste demasiado el pan con mantequilla. Y cuando te ibas a jugar y yo salía a tomar el tren, te volviste y me saludaste con la mano y dijiste: «¡Adiós, papito!» y yo fruncí el entrecejo y te respondí: «¡Ten erguidos los hombros!» Al caer la tarde todo empezó de nuevo. Al acercarme a casa te vi, de rodillas, jugando en la calle. Tenías agujeros en las medias. Te humillé ante tus amiguitos al hacerte marchar a casa delante de mí. Las medias son caras, y si tuvieras que comprarlas tú, serías más cuidadoso. Pensar, hijo, que un padre diga eso. ¿Recuerdas, más tarde, cuando yo leía en la biblioteca y entraste tímidamente, con una mirada de perseguido? Cuando levanté la vista del diario, impaciente por la interrupción, vacilaste en la puerta. «¿Qué quieres ahora?» te dije bruscamente. Nada respondiste, pero te lanzaste en tempestuosa carrera y me echaste los brazos al cuello y me besaste, y tus bracitos me apretaron con un cariño que Dios había hecho florecer en tu corazón y que ni aun el descuido ajeno puede agotar. Y luego te fuiste a dormir, con breves pasitos ruidosos por la escalera. Bien, hijo; poco después fue cuando se me cayó el diario de las manos y entró en mí un terrible temor. ¿Qué estaba haciendo de mí la costumbre? La costumbre de encontrar defectos, de reprender; esta era mi recompensa a ti por ser un niño. No era que yo no te amara; era que esperaba demasiado de ti. Y medía según la vara de mis años maduros. Y hay tanto de bueno y de bello y de recto en tu carácter. Ese corazoncito tuyo es grande como el sol que nace entre las colinas. Así lo demostraste con tu espontáneo impulso de correr a besarme esta noche. Nada más que eso importa esta noche, hijo. He llegado hasta tu camita en la oscuridad, y me he arrodillado, lleno de vergüenza. Es una pobre explicación; sé que no comprenderías estas cosas si te las dijera cuando estás despierto. Pero mañana seré un verdadero papito. Seré tu compañero, y sufriré cuando sufras, y reiré cuando rías. Me morderé la lengua cuando esté por pronunciar palabras impacientes. No haré más que decirme, como si fuera un ritual: «No es más que un niño, un niño pequeñito». Temo haberte imaginado hombre. Pero al verte ahora, hijo, acurrucado, fatigado en tu camita, veo que eres un bebé todavía. Ayer estabas en los brazos de tu madre, con la cabeza en su hombro.
Anonymous
MUJER, ¿DE QUÉ ESTÁS HECHA? ¿Cómo le haces para soportar tanto? Para hacer mucho y lograr triunfar. Mujer, ¿De qué fuiste creada? Mujer, ¿A dónde aguardas tanta paciencia, buen sentido de humor, y obediencia? Pues comienzas obedeciendo a tus padres, aprendes a respetarlos, y vivir bajo su autoridad. Amas a un padre autoritario pero amable, o lo soportas si éste es alcohólico, drogadicto o demasiado violento.
Pedro Casados (Poemas y Reflexiones Cristianas (Spanish Edition))
Tu rostro está aquí: cómo nos mira y cómo lo miramos. Te fuiste sin decir adiós. Nadie te sabe, todos te añoran,
Mario Benedetti (Vivir adrede)
Tienes que trabajar para ti, para superarte cada día. No puedes cambiar adónde fuiste, pero sí puedes cambiar adónde vas.
Bernardo Stamateas (Nudos mentales: Cómo superar nuestras propias barreras (Spanish Edition))
Te has quedado, don luis, como te digo, preguntándote el tiempo en que jugabas a la escondida con el negro, a la pelota con los otros en el barrio, preguntándote el tiempo en que solías gritar, llorar a pulmón pleno, andar bajo la lluvia, loco de sonrisas, como si todo comenzase y nada fuera a acabar de golpe con la muerte. Te has quedado un minuto como digo, menos solo que nunca, entre recuerdos, entre tu vida y luego entre pañuelos, voces y frases, tangos, cigarrillos, esa muchacha y luego entre ti mismo. ¡Qué de sueños, don luis y qué de cosas! Con el revólver fuiste hasta el espejo, duro de frente y al costado hondo, y así sangró tu viejo compañero, tu viejo corazón, tu viejo todo. Eran las diez de la mañana. Afuera, bajo el sol, copulaban los gorriones.
Anonymous
Tú fuiste mi primer amor de verdad. No el primer chico con el que salía, pero sí el primero del que me enamoré. Ese amor que se siente tan solo una vez y que te llena tanto que acabas desbordado. Pero tal vez te he idealizado mucho y eso es lo que me mantiene atada a ti.
Mayte Esteban (Entre puntos suspensivos)
El encierro activa la memoria. Cuando tuviste algo que ya no tienes, dentro de tu cabeza se encienden un montón de mecanismos que te hacen recordar y revivir esos momentos en que sucedió algo muy triste, o aquellos en que fuiste muy feliz.
Benito Taibo Mahojo (Fin de los tiempos)
Fuiste creado para ser una persona victoriosa, no una víctima.
Joshua A. Aguilar (El millonario de Silicon Valley / The Silicon Valley Millionaire (Spanish Edition))