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Bueno, lo que pasĂł es que hace dos semanas acudĂ a una entrevista de trabajo y los tipos giraron un portátil para que pudiera ver la pantalla y me soltaron: «¿Este eres tĂş?». Y lo que habĂa allĂ era todo lo que yo habĂa publicado hace años, fotos mĂas colocado, borracho, aquellas largas diatribas adolescentes sobre cualquier estupidez, ya sabes. AsĂ que no hace falta decir que no conseguĂ el trabajo. De modo que antes de ESTA entrevista lo borrĂ© TODO, borrĂ© lo de Facebook, lo de Twitter, todo lo que pude encontrar. Me presento allĂ y lo primero que me preguntan es si tengo Facebook. Digo que no. Me preguntan si tengo alguna web de la facultad, LinkedIn, cualquier cosa. Digo que no. Se miran el uno al otro y me sueltan que a su empresa le gusta «sentirse a gusto» con el background de los nuevos empleados, pero parece que yo no tengo ninguno. No es que me digan que he hecho algo malo, pero cuando alguien no tiene Facebook, da la impresiĂłn de que tiene algo que ocultar. En serio, no hay forma de ganar en esto.
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