Fobias Quotes

Yo simplemente le tenía fobia a cualquier cosa que pudiera cambiar el curso de mi estúpida rutina.

- Me da miedo la mayonesa, así que con los años me he convertido en una experta. —¿Te da miedo la mayonesa? —Está entre mis tres o cuatro principales fobias. —¿Cuáles son las otras? —pregunta el chico con una sonrisa—. ¿Qué puede haber peor que la mayonesa? —Los dentistas —empieza a enumerar Hadley—. Las arañas. Los hornos. —¿Los hornos? Supongo que no te gusta demasiado cocinar, entonces. —Y los espacios pequeños —continúa Hadley en voz más baja.

de tantas fobias embutidas por que dói tanto lembrar a lâmina do desprezo, do abandono? por que isso nos tira o sono? corte profundo mergulho no inicial pavor de vir ao mundo assim, nossa precisão de amor elos com seres únicos após instantes de estalo para sempre indeléveis perto e distante rejeição e abandono retomam a soma de nossos gritos para audições moucas nos põem no sufoco, matam com a ausência daquelas pessoas essenciais em nossa vida e tão poucas sob escombros de rejeição e abandono renascemos monstros mas se a concha do aconchego se abre acordamos serenos, sóbrios para o se dar prontos.

... Eu me desnudo emocionalmente quando confesso minha carência – que estarei perdido sem você, que não sou necessariamente a pessoa independente que tentei aparentar. Na verdade, não passo de um fraco, cuja noção dos rumos ou do significado da vida é muito restrita. Quando choro e lhe conto coisas que, confio, serão mantidas em segredo, coisas que me levarão à destruição, caso terceiros tomem conhecimento delas, quando vou a festas e não me entrego ao jogo da sedução porque reconheço que só você me interessa, estou me privando de uma ilusão há muito acalentada de invulnerabilidade. Me torno indefeso e confiante como a pessoa no truque circense, presa a uma prancha sobre a qual um atirador de facas exercita sua perícia e as lâminas que eu mesmo forneci passam a poucos centímetros da minha pele. Eu permito que você assista a minha humilhação, insegurança e tropeços. Exponho minha falta de amor-próprio, me tornando, dessa forma, incapaz de convencer você (seria realmente necessário?) a mudar de atitude. Sou fraco quando exibo meu rosto apavorado na madrugada, ansioso ante a existência, esquecido das filosofias otimistas e entusiasmadas que recitei durante o jantar. Aprendi a aceitar o enorme risco de que, embora eu não seja uma pessoa atraente e confiante, embora você tenha a seu dispor um catálogo vasto de meus medos e fobias, você pode, mesmo assim, me amar...

Cât privește cauzele concrete ale nevrozelor, dincolo de factori de natură constitutivă, fie ei somatici sau psihici, mecanismele de răspuns și anxietatea anticipatorie par a juca un rol foarte important din punct de vedere patogenic. Simptomul declanșează instalarea fobiei, fobia declanșează simptomul, care la rândul său alimentează fobia. O înlănțuire similară poate fi observată în cazurile de tulburare obsesiv-compulsivă în care pacientul luptă împotriva ideilor care îl bântuie. Prin asta el sporește capacitatea lor de a-l tulbura, întrucât presiunea precipită apariția contrapresiunii. Un alt exemplu de mecanism de alimentare a simptomului! Pe de altă parte, de îndată ce pacientul renunță la a mai lupta cu obsesiile sale, preferând să le ridiculizeze și să le abordeze într-o manieră ironică - prin aplicarea intenției paradoxale -, cercul vicios este tăiat, iar simptomul își pierde din intensitate până la atrofiere. În cazul fericit în care nu există niciun vid existențial care să atragă și să faciliteze apariția simptomului, pacientul nu doar că va reuși să-și ridiculizeze frica nevrotică, dar va ajunge să o ignore cu totul.

Eu sou masoquista? Quero me autodestruir? Já sentiu sua emoção ser asfixiada pela ansiedade? A dor indecifrável da depressão já invadiu os recônditos da sua mente e sequestrou seu ânimo? E as fobias assombraram sua tranquilidade ao sol do meio-dia? Quem quer sofrer, doutor? Eu protesto! Tanto os sábios quanto os loucos querem cortar as raízes da dor da sua alma!

La condición psicológica del miedo está divorciada de cualquier peligro inmediato concreto y verdadero. Se presenta de muchas formas: incomodidad, preocupación, ansiedad, nerviosismo, tensión, temor, fobia, etcétera. Este tipo de miedo psicológico se refiere siempre a algo que podría pasar, no a algo que está ocurriendo ahora. Usted está en el aquí y ahora mientras que su mente está en el futuro. Esto crea una brecha de ansiedad.

Los hallazgos realizados en el campo de la psicología cognitiva en los últimos veinte años muestran claramente que la visión negativa que se tiene de uno mismo es un factor determinante para que aparezcan trastornos psicológicos como fobias, depresión, estrés, ansiedad, inseguridad interpersonal, alteraciones psicosomáticas, problemas de pareja, bajo rendimiento académico y laboral, abuso de sustancias, problemas de imagen corporal, incapacidad de regular las emociones, y muchos más. La conclusión de los especialistas es clara: si la autoestima no posee suficiente fuerza, viviremos mal, seremos infelices y ansiosos.

el comportamiento se relaciona frecuentemente con la fobia a la experiencia interna.

«El miedo, del latín metus —dijo—, se mete en la persona por sí mismo, o por la acción de un tercero, en tanto que fobia es un sufijo que nosotros los... aplicamos específicamente a los temores íntimos proyectados a un objeto exterior.»

El orden que el mundo impera desde la conquista de América, no ha tenido jamás la intención de socializar los bienes terrenales, que Dios libre y guarde, pero en cambio se ha dedicado fervorozamente a universalizar las más jodidas fobias de la tradición bíblica.

¿Quién no ha tenido que aguantarse alguna vez a un “experto” que se toma muy en serio a sí mismo y piensa que sus conocimientos son la sapiencia encarnada? Una de las características de la inflexibilidad mental es la solemnidad, que se manifiesta, abierta o soterradamente, como una fobia a la alegría.

To gra? Mówimy jakiekolwiek słowo, które przyjdzie nam na myśl? W takim bądź razie moje brzmi „fobia kolan”. To znaczy niewyjaśniony strach przed kolanami

El temor a fracasar es tan fuerte como las ansias de seguridad y la opción de la fuga ante el riesgo o del mal menor. Porque la desconfianza general es mucho mayor que en otras sociedades. Y la falta de educación en la autoestima y la independencia de carácter y en el culto a la excelencia y en el propio gusto por la competencia. Por lo mismo, la veneración de «lo público» ha llegado a tener un carácter casi religioso e intocable para amplios sectores de la sociedad. La fobia antiliberal es casi, no nos engañemos, parte del carácter nacional. Que considera al Estado un amo paternalista que, cuando quiere, puede resolverlo todo.

Pode-se, pois, curar perfeitamente toda uma série de fobias sem nenhuma análise: basta, por exemplo, que o marido morra e que a era. Althusser volte a ser Lucienne Berger e tudo entra em ordem, talvez não a ordem do desejo e da liberdade, mas pelo menos a do prazer, que, como princípio de prazer, de fato tem seriamente, segundo Freud, algo a ver com a libido, esse Espírito Santo dos crentes.

Il problema, il punto che mio padre non aveva considerato, è che le cose che ci fanno soffrire non sempre sono evidenti o forse le cose evidenti fanno soffrire in modo evidente le persone evidenti e sensate come mio padre. Quello che so è che nessuno è del tutto ciò che riesce a sentire, che nel buio della mentre esistono carezze invisibili che fanno più male di una o di mille morti e non lasciano neppure traccia. E poi come nel mio caso senza sapere perché odiamo il melone e ci diciamo perché proprio quello. Perché uno stupido melone. Che cacchio ci ha fatto un melone nella vita? E per quanto ci sforziamo, non scopriremo mai chi o che cosa c'è dietro la nostra fobia per quello che è, in tutta evidenza, un sapore squisito. Chi o che cosa c'è dietro il maledetto melone. Le cose che ci fanno soffrire, non sempre vengono da fuori o da dentro. A volte non ce lo siamo scelto il nemico, né lui ha scelto noi, sono le circostanze che cospirano, e gli agenti essenziali che le hanno prodotte. Le cose che ci fanno soffrire davvero non sono per forza atti fortuiti o deliberati. nella coscienza del più innocente dei mortali dormono ombre o mostri intangibili che all'improvviso si risvegliano. Niente e nessuno al mondo può farci del male con la delicata e precisa ferocia con cui ce lo facciamo noi stessi.

«Soy el responsable de mi vida, puedo cambiar mi realidad y quiero acercarme más a esa persona que quiero ser. Sé que pronto lo habré conseguido. Pronto sentiré que yo tengo el control de mi vida y de mi futuro».

Gracias al reputado antropólogo y otros ponentes de los cursos de diversidad sexual, aprendí que existe una especie de error cada vez más “delictivo” y por ello, cada vez más “punible” y que es la heteronormatividad, o heterosexismo, es decir, creer y actuar como si el mundo fuera heterosexual, dividido en dos sexos. La heteronormatividad pretende que, como un 89,5% (ó 96,5%) de la población está perfectamente identificada en esa alteridad sexual, el mundo se rija por la premisa de dar como habitual que la población es heterosexual y que el mundo se divide en hombres y mujeres. Ya ven qué pretensión más osada. Y el porcentaje de 89,5% (ó 96,5%) de población que encaja en la heteronormatividad es seguramente algo mayor porque se ha utilizado una cifra posiblemente ampliada de homosexuales y porque muchas de las personas con síndromes genéticos son y se sienten hombres o mujeres. Tras informarnos de la existencia de ese error ofensivo de interpretación de la realidad, la heteronormatividad, el ponente nos hizo ver inmediatamente, y en una de esas “volteretas lógicas” que practica la ideología de género, que esa percepción dictada por el sentido común supone una discriminación de esa parte que no encaja en los parámetros más comunes y por ello el “heteronormativo” es homófobo, lesbianófobo, transexualófobo y bisexualófobo. Y que todas esas fobias son violencia contra el diferente. De hecho, existe un nuevo término: “LGTBófobo” que engloba todo ello.

Como siempre Aunque hoy cumplas trescientos treinta y seis meses la matusalénica edad no se te nota cuando en el instante en que vencen los crueles entrás a averiguar la alegría del mundo y mucho menos todavía se te nota cuando volás gaviotamente sobre las fobias o desarbolás los nudosos rencores buena edad para cambiar estatutos y horóscopos para que tu manantial mane amor sin miseria para que te enfrentes al espejo que exige y pienses que estás linda y estés linda casi no vale la pena desearte júbilos y lealtades ya que te van a rodear como ángeles o veleros es obvio y comprensible que las manzanas y los jazmines y los cuidadores de autos y los ciclistas y las hijas de los villeros y los cachorros extraviados y los bichitos de san antonio y las cajas de fósforo te consideren una de los suyos de modo que desearte un feliz cumpleaños podría ser tan injusto con tus felices cumpledías acordate de esta ley de tu vida si hace algún tiempo fuiste desgraciada eso también ayuda a que hoy se afirme tu bienaventuranza de todos modos para vos no es novedad que el mundo y yo te queremos de veras pero yo siempre un poquito más que el mundo.

Crenças limitantes, comportamentos repetitivos, comorbidades, fobias e outras tantas coisas ficam guardados em nosso subconsciente e temos a tendência em seguir os mesmos comportamentos.

Uma lenda popular mauritana conta a história de um homem que tinha fobia de galos e quase perdia a razão sempre que se deparava com um galo. “Por que você tem tanto medo do galo?”, perguntou-lhe o psiquiatra. “O galo pensa que eu sou milho.” “Você não é milho. Você é um homem muito grande. Ninguém pode confundir você com um pequeno grão de milho”, disse o psiquiatra. “Eu sei disso, doutor. Mas o galo não sabe. Seu trabalho é ir até ele e convencê-lo de que eu não sou milho.” O homem nunca ficou curado, uma vez que falar com um galo é uma coisa impossível. Fim da história. Há anos venho tentando convencer o governo dos Estados Unidos de que eu não sou milho.

La ortodoxia de la razón idiotiza a la humanidad mucho más que cualquier religión. Karl Kraus

Essa angústia, prolongando-se, arriscava-se a desagregar uma sociedade, assim como pode fender um indivíduo submetido a estresses repetidos. Podia provocar um fenômeno de inadaptação, uma regressão do pensamento e da afetividade, uma multiplicação das fobias; introduzir uma dose excessiva de negatividade e desespero. JEAN DELUMEAU: HISTÓRIA DO MEDO NO OCIDENTE

Di fobia sociale, invece, non ho mai sofferto, nonostante la timidezza. Oggi mi intrattengo sempre piú spesso con chi non conosco, la vita mi ha obbligato a vincere questa debolezza, mi ha spinto con forza, quasi costretto, in tal senso. Costretto a fare piú che a riflettere, a muovermi di pancia e non con la ragione. L’esperienza quindi dovrebbe insegnarmi che se ti forzi ad affrontare ciò che temi, alla fine la vinci, che è un po’ il concetto del dottor Cavalli: guarda in faccia le tue paure finché non ti faranno piú paura. Dovrei perciò prendere un aereo al giorno, andare a vivere in una casa piena di blatte e ragni, semmai iscrivermi alla Napoli-Capri, cosí da nuotare in mare aperto, e forse nel giro di qualche anno potrei ambire a diventare finalmente un uomo perfetto, una persona senza punti deboli. Possibile? Non credo. Non esistono persone senza punti deboli. Forse riuscirei a vincere la paura di volare, potrei anche arrivare a dormire in una stanza piena di ragnatele (in realtà una volta ho dormito da solo in una stanza di un B&b nella quale c’era un grosso ragno, nascosto però dietro a un armadio), potrei tentare di combattere la mia ipocondria ogni giorno e un domani forse non provare piú questo fottuto terrore, ma quale sarebbe il dazio da pagare? Quanto sforzo, quanto dolore, quanta paura comporterebbe sfidare in campo aperto le mie fobie? E questo sforzo, questa paura, non provocherebbero altra paura? Non posso affrontare tutto, semplicemente perché non ci riesco, sono umano, con tutto ciò che questo vuol dire. A proposito di accettazione. Mi piacerebbe essere piú equilibrato, ma so di trovarmi sotto quella coperta sempre troppo corta: se tiro da un lato, resto scoperto dall’altro. Qualcuno parla di ipersensibilità dell’amigdala, la sede del cervello a forma di mandorla che gestisce le emozioni e in particolare la paura. Se hai la sfiga di avere questa zona ipersensibile, sei costretto a fotterti dalla paura costantemente: l’amigdala in questi casi, al pari del neurone inibitore ubriaco(ricordate?), sta sempre sul chi va là, inviandoti di continuo scariche di adrenalina con lo scopo di farti reagire prontamente a una situazione di pericolo. L’unica cosa che ottiene, però, è mandarti fuori di zucca, perché in verità ti trovi sul divano e stai guardando la tv, e il solo pericolo incombente è che ti possa venire un crampo alla pancia per via della cioccolata di cui ti sei abbuffato nel tentativo di vincere l’angoscia persistente che ti fa sentire l’irrefrenabile voglia di scappare a gambe levate, come se ai tuoi piedi stesse strisciando un boa constrictor. E pensare che un tempo avevamo solo questa parte di cervello, eravamo guidati solo da istinto ed emozioni, il sistema limbico (adibito alle funzioni psichiche, all’emotività) dominava il cervello già nei rettili di un tempo. Solo milioni di anni dopo il cervello pensante si è evoluto da questi centri emozionali. Per quel che mi riguarda, cerco di fregare l’amigdala con «l’evitamento», mi costruisco degli appigli per tirare avanti alla buona e sentire meno la paura, tento di distrarmi, ecco, in attesa che, chissà, un domani qualcuno mi aiuti a imboccare la strada giusta, mi apra gli occhi e mi infonda il coraggio per guardare in faccia ciò che non ho avuto il coraggio di guardare fino a oggi. Aspetto che sia la vita ancora una volta a darmi lo scossone e a spingermi verso nuove strade nelle quali la paura non mi farà piú da compagna quotidiana. Nel frattempo, mi impegnerò in ciò che mi fa stare bene e continuerò ad aspettare un refolo di sole per andare sul lungomare con la mia famiglia. La felicità dalle mie parti: un venticello fresco che sa di primavera, una pizza fumante, il mare là dietro, una birra ghiacciata, mia moglie e mio figlio.

Há tipos extraordinários sob roupagens subtraídas a mitos vulgares. Parecem destinar-se à opulência, desenvolver-se ao sabor das experiências, revestir-se das forças mais complexas, e afinal não se moveram um passo dos berços, não deixaram de segurar a mão terrível da mãe, e de esperar uma revelação que não é deste mundo. Paramentam-se com os belos trapos, aspiram e rejeitam todas as oportunidads, sugam o sangue dos amantes, endividam-se com a morte, rivalizam com uma geração inteira de vencedores, de inveções, planos, paisagens e conflitos geniais. Um dia são surpreendidos por um estranho medo, começam a sentir a fobia dos recintos fechados, a ter convulsões e agonias, a querer ver gente reunida e a julgar-se perseguidos ou que os inoram propositadamente. Não são capazes de passar uma hora sozinhos, de meditar sobre um livro, ainda que o recitem de cor; procuram os excitantes e preferem as companhias ruidosas, não são amigos de ninguém, são espectadores de toda a gente. Certo dia estão cadavéricos e prostrados, com rugas precoces e olhos fundos, outras vezes apresentam-se cheios duma mocidade impertinente, afrontando até as razões do coração com uma espécie de vandalismo insuportável. Esta irregularidade marca em geral o princípio duma neurastenia, e em breve se desenha um surto de razoabilidade, parecem de repente as pessoas mais coerenttes do mundo, aprofundam a alma, voltam-se para as coisas superiores, abeiram-se dos problemas sérios, discutem sociologia e política. Mas ainda isso é uma farsa; apenas buscam alimento para o tédio, para a doença da vontade, para o tremendo desencontro que têm de viver entre a sua inaptidão natural e a exigência duma sociedade em que estão sempre intrusos. Essa ideia de serem intrusos na família, na profissão, nos contactos humanos, acompanha-os por toda parte. Vivem num estado de alarme contínuo, encolerizam-se quando deviam ser fleumáticos, mostram-se passivos quando deviam reagir com energia; não têm nunca apetite e percorrem cem quilómetros para comer um bife requentado num ambiente exótico ou numa sala cheia de lacaios fardados; não gostam de música e envolvem-se em ruídos enervantes, em sinfonias caricaturais; não amam a boémia nem o vino e embriagam-se por intolerância de si mesmos.

Esa tendencia que tenemos las hijas a ver en los errores de nuestras madres el origen de todos nuestros problemas, y esa tendencia que tienen las madres a considerar nuestros defectos como la prueba de un posible fracaso. Para evitar los conflictos, he optado en los últimos años por no revelar del todo lo que pienso, por ocultar mis filias y mis fobias, volverme lo más opaca posible para esquivar el filo de sus comentarios, pero jamás se me habría ocurrido prescindir de ella.

La fobia es un pretexto que se ha inventado el organismo para ocultar un terror verdadero, justificado, pero que la mente se empeña en ignorar.

Con il passare degli anni avverto sempre più chiaramente che devo liberarmi della fobia dell'acqua, che non si tratta in sostanza di una mia paura, ma di una paura altrui, impostami, che quando sarò vecchia sarò impotente di fronte alle manie che portano con sé le più svariate paure. Che questa terribile debolezza mi priva non solo di una quantità di piaceri, ma soprattutto di quell'armonia interiore che sta alla base di ogni esistenza. È assolutamente necessario sbarazzarsi delle «stramberie» prima dei cinquant'anni, perché poi questi mostri – paure, dubbi, miraggi, pregiudizi – diventano fissazioni, debolezze da cui non ci si salva: la personalità comincia a sgretolarsi come la stuccatura di un vecchio muro, e poi anche il muro comincia a crollare, e questo è uno spettacolo orribile, ripugnante e vergognoso.