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muchos les resultará llamativo el hecho de que, mientras la mayoría de estudiosos aseguran taxativamente que el alcohol es perjudicial tanto para la salud como para nuestro epigenoma, otros ensalcen las virtudes de los polifenoles del vino. ¿Qué significa esto, en tonces? ¿Que el alcohol es epigenéticamente perjudicial para todo el mundo, que lo es en diferente medida según la persona o solamente que algunos de sus componentes pueden resultar beneficiosos? Para responder a esta triple pregunta es necesario referirse no al alcohol en general o a cualquier tipo de bebida alcohólica, sino al vino en concreto, pues en su composición se encuentran, además del alcohol etílico o etanol, diversos polifenoles. Respecto a los polifenoles (y, en especial uno de ellos, el resveratrol), diversos estudios realizados con animales de laboratorio han demostrado que desempeñan un papel significativo como antioxidantes y prooxidantes en el cáncer. Sin embargo, pese a que un consumo moderado y habitual de vino se considera beneficioso para la prevención de las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión, la diabetes y algunos tipos de cáncer como el de mama, pulmón, colon o próstata, lo cierto es que estas afirmaciones no pueden ser tomadas más que con cierta prevención hasta que se hayan realizado más investigaciones y, sobre todo, investigaciones en humanos. En cuanto al abuso de las bebidas alcohólicas en general, se ha documentado una asociación entre estas y el desarrollo de diversos tipos de cáncer, como el de hígado, laringe o esófago. Además, el alcohol también afecta a los patrones de metilación en el ADN en las personas que abusan de su consumo. Acerca de la distinta incidencia individual del abuso de alcohol, se sabe que la enzima encargada de eliminarlo del organismo es la llamada alcohol deshidrogenasa, que no está presente en el mismo nivel en todas las personas. Por ello, la eliminación del alcohol ingerido es diferente según el individuo, lo que repercutirá en el tiempo de exposición al mismo y, por ende, en los potenciales daños epigenéticos que pueda causar.
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Manel Esteller (No soy mi ADN: El origen de las enfermedades y cómo prevenirlas (DIVULGACIÓN) (Spanish Edition))