Este Clima Quotes

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En este mundo imperfecto, nos enfrentamos a un clima impredecible, estados de ánimo fluctuantes, relaciones frágiles, perspectivas laborales inciertas y un futuro desconocido. Hay momentos en los que podemos sentir que nada sale como queremos. Sin embargo, nunca debemos perder la esperanza, porque la vida siempre continuará.
Mouloud Benzadi
La carne es triste, ¡ay!, y todo lo he leído. ¡Huir! ¡Huir! Presiento que en lo desconocido de espuma y cielo, ebrios los pájaros se alejan. Nada, ni los jardines que los ojos reflejan sujetará este pecho, náufrago en mar abierta ¡oh, noches!, ni en mi lámpara la claridad desierta sobre la virgen página que esconde su blancura, y ni la fresca esposa con el hijo en el seno. ¡He de partir al fin! Zarpe el barco, y sereno meza en busca de exóticos climas su arboladura. Un hastío reseco ya de crueles anhelos aún sueña en el último adiós de los pañuelos. ¡Quién sabe si los mástiles, tempestades buscando, se doblarán al viento sobre el naufragio, cuando perdidos floten sin islotes ni derroteros!... ¡Mas oye, oh corazón, cantar los marineros!
Stéphane Mallarmé
¿Cómo podemos explicarnos que las especies sean estériles o produzcan crías tales, mientras que cuando se cruzan las variedades su fertilidad es vigorosa? Primero: creemos que las especies llegan a ser muy definidas, y que en ningún momento presentan caos intrincado de lazos variables e intermedios, porque las nuevas variedades se forman muy lentamente, pues la variación es un procedimiento lento, y la selección natural nada puede hacer hasta que ocurran diferencias o variaciones favorables individuales, y hasta tanto pueda ser mejor ocupado un lugar en la economía natural del país, por alguno o algunos de sus habitantes modificados. Estos nuevos lugares dependerán de lentos cambios de clima o de la inmigración accidental de nuevos habitantes, y probablemente en un grado todavía más importante, de que alguno de los habitantes antiguos se modifique poco a poco con las nuevas formas de este modo producidas y las antiguas, obrando por acción y reacción las unas sobre las otras, de modo que en cualquier región y en cualquier tiempo debemos solamente ver unas pocas especies que presenten pequeñas modificaciones de estructura en algún grado permanentes, y esto es lo que vemos. Segundo: las áreas que hoy son continuas deben haber existido en un período reciente como porciones aisladas, en las cuales muchas formas, especialmente las clases que se unen para cada nacimiento, pueden haberse hecho separadamente distintas como para figurar como especies representativas, en cuyo caso las variedades intermedias entre las varias especies representantes y su madre común,
Charles Darwin (El Origen de las Especies)
Los historiadores buscan comprender el desarrollo de entidades intersubjetivas como los dioses y las naciones, mientras que los biólogos difícilmente reconocen la existencia de tales cosas. Algunos creen que si pudiéramos descifrar el código genético y cartografiar todas y cada una de las neuronas del cerebro, conoceríamos todos los secretos de la humanidad. A fin de cuentas, si los humanos no tienen alma y si los pensamientos, emociones y sensaciones son solo algoritmos bioquímicos, ¿por qué no puede la biología explicar todos los caprichos de las sociedades humanas? Desde esta perspectiva, las cruzadas fueron disputas territoriales modeladas por presiones evolutivas, y los caballeros ingleses que viajaron a Tierra Santa para luchar contra Saladino no eran muy distintos de los lobos que intentan apropiarse del territorio de una jauría vecina. Las humanidades, en cambio, ponen énfasis en la importancia crucial de entidades intersubjetivas, que no pueden reducirse a hormonas y neuronas. Pensar desde el punto de vista histórico significa adscribir poder real a los contenidos de nuestros relatos imaginarios. Evidentemente, los historiadores no obvian los factores objetivos, como los cambios climáticos y las mutaciones genéticas, pero confieren mucha mayor importancia a los relatos que la gente inventa y en los que cree. Corea del Norte y Corea del Sur son tan diferentes entre sí no porque la gente de Pyongyang tenga genes diferentes a los genes de la gente de Seúl o porque el norte sea más frío y más montañoso. Ello se debe a que el norte está dominado por ficciones muy distintas. Quizá algún día los descubrimientos en neurobiología nos permitan explicar el comunismo y las cruzadas en términos estrictamente bioquímicos, pero estamos muy lejos de este momento. Durante el siglo XXI es probable que la frontera entre la historia y la biología se desvanezca, no porque descubramos explicaciones biológicas de los acontecimientos históricos, sino más bien porque las ficciones ideológicas reescriban las cadenas de ADN, los intereses políticos y económicos reescriban el clima, y la geografía de montañas y ríos dé paso al ciberespacio. A medida que las ficciones humanas se traduzcan en códigos genéticos y electrónicos, la realidad intersubjetiva engullirá por completo la realidad objetiva, y la biología se fusionará con la historia. En el siglo XXI, la ficción puede, por lo tanto, convertirse en la fuerza más poderosa de la Tierra, sobrepasando incluso a los asteroides caprichosos y a la selección natural. De ahí que si queremos entender nuestro futuro, en absoluto bastará con descifrar genomas y calcular números. También tenemos que descifrar las ficciones que dan sentido al mundo.
Yuval Noah Harari (Homo Deus: Breve historia del mañana)
Para los dirigentes de Augur, el único límite de la utilidad de los mercados de predicción es la imaginación humana. En Augur, cualquiera puede hacer una predicción claramente definida sobre cualquier cosa con un plazo exacto, desde predicciones triviales, como «¿Llegarán a divorciarse Brad Pitt y Angelina Jolie?», hasta predicciones trascendentales, como «¿Se disolverá la Unión Europea antes del 1 de junio de 2017?». Las consecuencias para la industria de los servicios financieros, para los inversores, para los actores económicos y para mercados enteros son enormes. Pensemos en un agricultor de Nicaragua o de Kenia que no tenga medios para afrontar el riesgo cambiario, el riesgo político o los cambios de tiempo y clima. Tener acceso a los mercados de predicción permitiría a esa persona mitigar el riesgo de sequía o calamidad. Por ejemplo, podría firmar un contrato de predicción por el que cobrara dinero si una cosecha no alcanza cierto nivel o si en el país llueve menos de una determinada cantidad de lluvia. Los mercados de predicción son útiles a los inversores que quieren apostar una cantidad al resultado de acontecimientos concretos como «¿Aumentará IBM sus beneficios en al menos diez céntimos este trimestre?». Hoy, la «estimación» oficial de los beneficios de las empresas no es más que la media de las estimaciones que hacen
Don Tapscott (La revolución blockchain: Descubre cómo esta nueva tecnología transformará la economía global (Deusto) (Spanish Edition))
Rara vez en la historia de este país se ha encontrado al frente de una institución cultural a alguien cualificado, o al menos no incompetente sin remedio. Se aplican estrictos controles y hay numeroso personal especializado para impedir que eso suceda. La meritocracia y el clima mediterráneo son incompatibles por necesidad
Carlos Ruiz Zafón (El laberinto de los espíritus (El cementerio de los libros olvidados, #4))
La razón positivista, que se presenta de modo exclusivo y que no es capaz de percibir nada más que aquello que es funcional, se parece a los edificios de cemento armado sin ventanas, en los que logramos el clima y la luz por nosotros mismos, sin querer recibir ya ambas cosas del gran mundo de Dios. Y, sin embargo, no podemos negar que en este mundo autoconstruido recurrimos en secreto igualmente a los «recursos» de Dios, que transformamos en productos nuestros. Es necesario volver a abrir las ventanas, hemos de ver nuevamente la inmensidad del mundo, el cielo y la tierra, y aprender a usar todo esto de modo justo.
Pope Benedict XVI (Fe y razón según Benedicto XVI)
El verde sepulta historias. En este clima sólo se necesitan algunos años de ausencia humana para que todo vuelva al estado en que estaba. El verde es contenido durante una fracción de tiempo por las tablas, pero al fin las desborda y se mete por las junturas y las pudre, las obliga a regresar a su origen.
Tomás González (El fin del océano Pacífico)
El clima es un bien común, de todos y para todos. A nivel global, es un sistema complejo relacionado con muchas condiciones esenciales para la vida humana. Hay un consenso científico muy consistente que indica que nos encontramos ante un preocupante calentamiento del sistema climático. En las últimas décadas, este calentamiento ha estado acompañado del constante crecimiento del nivel del mar, y además es difícil no relacionarlo con el aumento de eventos meteorológicos extremos, más allá de que no pueda atribuirse una causa científicamente determinable a cada fenómeno particular. La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo, para combatir este calentamiento o, al menos, las causas humanas que lo producen o acentúan. Es verdad que hay otros factores (como el vulcanismo, las variaciones de la órbita y del eje de la Tierra o el ciclo solar), pero numerosos estudios científicos señalan que la mayor parte del calentamiento global de las últimas décadas se debe a la gran concentración de gases de efecto invernadero (anhídrido carbónico, metano, óxidos de nitrógeno y otros) emitidos sobre todo a causa de la actividad humana. Al concentrarse en la atmósfera, impiden que el calor de los rayos solares reflejados por la tierra se disperse en el espacio. Esto se ve potenciado especialmente por el patrón de desarrollo basado en el uso intensivo de combustibles fósiles, que hace al corazón del sistema energético mundial. También ha incidido el aumento en la práctica del cambio de usos del suelo, principalmente la deforestación para agricultura.
Pope Francis (Laudato si' (Documentos MC))
A San Daniele dove il prosciutto unisce tre culture La chiesa La trecentesca chiesa di Sant’Antonio Abate, i cui affreschi, di due secoli successivi, costringono alla sosta pure il viaggiatore più goloso, è in cima al colle di San Daniele, che domina il bacino idrico del Tagliamento, uno dei pochi fiumi europei che ancora segua il proprio corso naturale, ricco di laghi e insenature da scoprire, e raccoglie il vento fresco di Carnia Federico Francesco Ferrero | 670 parole Non esiste un’altra regione d’Italia dove si possa percepire in maniera così chiara il concetto di «diversità». Il Friuli Venezia Giulia costituisce, da secoli, uno spazio di complesso contatto culturale, linguistico, gastronomico. Le basi dell’attuale variabilità sono da ricondurre a fatti storici di immigrazione e insediamento, che hanno collocato, uno a fianco all’altro, i romani, i germani e gli slavi, generando comunità che, ancora oggi, risultano solo apparentemente integrate. Italiano, «marilenghe» («lingua madre» o friulano), veneto, germanico e slavo, sono gli indicatori di una complessa realtà geografica, che si può riconoscere nel piatto prima ancora che nell’accento. Il clima Il baricentro e l’apice gastronomico di quest’area, si potrebbero indicare issando un vessillo sulla collinetta di San Daniele, proprio accanto alla trecentesca chiesa di Sant’Antonio abate, i cui affreschi, di due secoli successivi, costringono alla sosta pure il viaggiatore più goloso. La recente nevrosi meteorologica poi ci ha insegnato come solo alla provincia di Udine e a quella di Cuneo appartenga, per la loro collocazione in pianure strette tra monti e mare, una singolare specificità climatica. Copiose precipitazioni nevose e persistenza di venti freschi e asciutti, alternati a refoli umidi e salmastri, sono le condizioni ideali per la stagionatura di Sua Maestà il Prosciutto, la vetta più alta della gastronomia italiana, a torto umiliata dall’omologo spagnolo. Questo colle, che domina il bacino idrico del Tagliamento, uno dei pochi fiumi europei che ancora segua il proprio corso naturale, ricco di laghi e insenature da scoprire, raccoglie il vento fresco di Carnia. Bisogna avventurarsi tra quelle cime per scoprirne la bellezza austera, l’abbondanza di fiori e di tradizioni millenarie, tra cui una delle cucine più interessanti d’Italia, magistralmente ridotta a canone tradizionale e propulsore per l’innovazione, dal grande scomparso Gianni Cosetti. E lì, a Sauris, si trova un altro grande prosciutto, che la penuria di sale legata al dazio aveva costretto a conservare con una leggera affumicatura: ecco un primo esempio di diversità da scoprire. Nei boschi carnici il vento raccoglie i sentori resinosi che a San Daniele incontrano i profumi salmastri della laguna e della costa. Nel vicino Mare Adriatico si pescano molluschi e naselli impareggiabili e i bassi fondali garantiscono, già in primavera, lunghe, ristoratrici, passeggiate nell’acqua iodata. Luce dell’Est Per trovare un grande prodotto da gustare e da portare a casa sono necessarie però molte prove, finché si troverà, da un piccolo appassionato artigiano, una coscia di maiale che abbia riposato con il proprio piedino per almeno 24 mesi, da affettare al coltello e consumare a temperatura ambiente. Non è il pane ma l’asparago bianco di queste pianure, appena scottato in acqua dolce, il complemento più interessante. E una volta giunti fin qui non si può rinunciare a raggiungere la pianura di Cormons, per mettere alla prova un altro grande rivale: il prosciutto affumicato al camino in maniera artigianale. Il suo sapore avvolgente accompagnerà mirabilmente i grandi bianchi della regione circostante. Anche qui però i vicini di origine slava non sarebbero d’accordo. Alla coscia preferiscono la spalla, bollita a lungo sulla stufa, affettata spessa e condita con una generosa grattugiata di «cren», il rafano. E bisogna spingersi ancora più a Est, nelle collin
Anonymous
moría,  —nunca—, siempre se pasaba transportando de un lugar a otro.  Siempre su cuerpo endeble, afilado por su delgadez y cobrizo con el sentido de la perpetuidad llevado solo a la tortura. Lo  interesante de todo, es que Ernesto creía que todo el mundo vivía como  él y que este mundo no era más que la medida exacta para hacer vivir a sus habitantes un particular infierno. Un día escuchó un sonido tan fuerte como unos disparos, el clima gélido lo hizo temblar más, sintió que sus tímpanos se perforaban con mucha dureza. Los pasos de varios reclusos se acercaban a donde se encontraba él. Cuando alzó el rostro de su cama vio a cuatro sujetos fornidos en una posición desafiante. Amenazándolo con un vocabulario compuesto por la replana.  Ernesto casi ni comprendía lo que le decían, pero por los gestos que
Enrico Diaz (LA CELDA MENTAL: Novela breve. (Spanish Edition))
Depois disto, a maior parte da agricultura africana não progrediu muito em comparação com as da Europa e da Ásia. E porque não? Uma teoria aponta para a carência de animais de tração com força para puxar arados. Argumenta-se que o clima e as doenças eram excessivos para que cavalos ou bois os aguentassem – não obstante parecerem hoje sobreviver, talvez mais bem protegidos pelo homem contra micróbios e predadores carnívoros. A maior parte de África foi deixada para o pastoreio, a pastagem e cultivo em pequena escala de tubérculos, que raramente produziam excedentes que chegassem para sociedades numerosas. Havia exceções. Uma era o Zimbabwe, uma civilização leste-africana que usava enormes blocos de pedra para as paredes dos palácios e cidades, no seu apogeu, entre 1250 e 1450. É provável que este povo viesse de Mapungubwe, um reino de criadores de gado e negociantes de ouro e marfim, situado na actual África do Sul, que já vivia em cidades com muros em pedra. O reino do Zimbabwe foi construído numa escala muito maior, na verdade, de tal dimensão que exploradores europeus posteriores se recusaram a acreditar que meros africanos pudessem haver sido os responsáveis. O Zimbabwe participara num próspero comércio costeiro, dominado pelo Islão, a religião e cultura que mais influenciou a África pré-colonial.
Andrew Marr (História do Mundo (Vol. 3))
El cambio climático es el cambio de todo, porque el clima son los cimientos en los que apuntalamos nuestras vidas ... En las próximas décadas cada uno de nosotros experimentará este profundo cambio existencial: una alteración radical de nuestra relación con el ambiente que generó nuestra cultura, nuestra sociedad, nuestras vidas.
Gaia Vince (El siglo nómada: Cómo enfrentarse al cataclismo climático (geoPlaneta Ciencia) (Spanish Edition))
Recuerdo la primera vez que en un trabajo me presentaron al coach de la empresa. De hecho, no lo llamaban así, pues desde la dirección utilizaban una expresión aún más inquietante, aunque también ajustada a este nuevo estilo de gestión creativa: flow designer. Literalmente su función era tutelar el clima emocional de los trabajadores, incluso cuando esto implicara situaciones tan embarazosas como abrazar a los empleados que acababan de ser despedidos en un ERE. Este flow designer-todavía no puedo escribir la expresión sin sentir un escalofrío de vergüenza ajena- era una tra- ducción más o menos directa de la figura del CHO, el Chief Happiness Officer, un tipo de gestor de felicidad que desde hace años prolifera en grandes multinacionales como Google, Lego o IKEA. La empresa en cuestión era un cla- ro ejemplo de sociedad que había abrazado este nuevo es- píritu de administración descentralizada, flexible y emocionalmente inteligente sustentada sobre la ficción de la libertad y la autonomía incondicionadas de cada trabaja- dor.
Eudald Espluga (No seas tú mismo. Apuntes sobre una generación fatigada)
Descendientes de África (Soneto de la Historia Negra) Si una familia negra vive lo suficiente en un clima frío, en aproximadamente 100 generaciones, sus descendientes nacerán blancos. Así nacieron los blancos, Porque todos venimos de una madre negra. No importa dónde vivamos en la tierra, Somos todos africanos - nuestra patria, África. Si no comprendes este hecho antropológico, No eres más que un traidor a la tierra. La historia negra es historia mundial, Somos todos descendientes de África.
Abhijit Naskar (Bulletproof Backbone: Injustice Not Allowed on My Watch)
En la primavera de 1911, una expedición francesa ocupó Fez. Esta acción, añadida al descontento creciente de Alemania por el problema marroquí, tentó al Gobierno alemán a una acción abrupta en los comienzos de julio del mismo año. Los hermanos Mannesmann, una firma alemana muy activa por aquellos tiempos en los círculos financieros de Europa, reclamaron que ellos tenían grandes intereses comprometidos en un puerto de la costa africana y en sus alrededores. Este puesto se llamaba Agadir. Herr Von Kiderlen-Wächter, ministro alemán de Asuntos Exteriores, sostuvo este punto de vista ante Francia. El Gobierno francés se hizo cargo de que las ventajas que estaban adquiriendo en Marruecos justificaban que Alemania buscara ciertas compensaciones coloniales en el área del Congo. Por otra parte, la prensa alemana estaba indignada por el trueque de los intereses alemanes en el clima moderado de Marruecos por regiones tropicales insalubres, de las que ya estaban hartos. Las cuestiones en juego eran complicadas e intrínsecamente de una extrema insignificancia. Los franceses se prepararon para una larga discusión. En lo que se refería al puerto de Agadir y sus inmediaciones parecía no haber dificultades. Los franceses negaron, de todos modos, la existencia de intereses alemanes en aquellos lugares, pues decían que allí no había más que una playa libre de la mano del hombre; no había allí propiedad alemana alguna, ni establecimiento comercial, ni una casa; tampoco había intereses alemanes en el interior. Estos hechos podían ser fácilmente comprobados por una visita de representantes acreditados de ambos países.
Winston S. Churchill (La crisis mundial. Su historia definitiva de la Primera Guerra mundial 1911-1918)
Los casos de Voltaire, Montesquieu y Dumas, tres de los grandes difamadores antiespañoles, resultan paradigmáticos. Ignorantes de la realidad española, escribían despectivamente sobre ella sin conocerla de primera mano ni haberla visitado nunca. Voltaire se atrevió incluso a mofarse de la victoria de Lepanto considerando que no había servido para nada. Y Montesquieu se dedicó gratuitamente a criticarnos sin molestarse a viajar más acá de los Pirineos para comprobar in situ si sus juicios se correspondían con la realidad ni mantener apenas correspondencia con españoles. Mucho menos sabía de las Indias, y lo que conocía de ellas procedía de fuentes indirectas y por tanto sesgadas. Montesquieu fue también uno de los primeros en atribuir al clima una función determinante en la creación de la cultura nacional y en utilizar, de paso, este criterio para desprestigiar a España.
Alberto Gil Ibáñez (La leyenda negra: Historia del odio a España (Spanish Edition))
Que viaje à roda do seu quarto quem está à beira dos Alpes, de inverno, em Turim, que é quase tão frio como São Petersburgo – entende-se. Mas com este clima, com esse ar que Deus nos deu, onde a laranjeira cresce na horta, e o mato é de murta, o próprio Xavier de Maistre, que aqui escrevesse, ao menos ia até o quintal.
Almeida Garrett (Viagens na Minha Terra)
Desde el principio hubo un propósito tras la escolarización forzosa, propósito que nada tenía que ver con lo que querían padres, niños o comunidades. En cambio, este gran propósito fue fraguado a partir de lo que se pensaba que necesitaban una economía corporativa altamente centralizada y un sistema de finanzas empeñado en internacionalizarse. Y además de eso, también de lo que necesitaba un Estado fuerte y políticamente centralizado. La escuela fue considerada desde la primera década del siglo XX como una rama de la industria y una herramienta de gobierno. Durante un tiempo considerable, probablemente provocado por un clima de ira oficial y de desprecio contra los emigrantes en el mayor desplazamiento de personas en la historia, los gestores sociales de la escolarización fueron considerablemente francos acerca de lo que estaban haciendo. En un discurso que dio ante hombres de negocios antes de la Primera Guerra Mundial, Woodrow Wilson hizo esta revelación desvergonzada: Queremos que una clase tenga educación liberal. Queremos otra clase, una clase necesariamente muchísimo mayor, que renuncie al privilegio de una educación liberal y se adapte para ejecutar tareas manuales específicamente difíciles. En 1917 los principales puestos administrativos de la educación norteamericana estaban bajo el control de un grupo al que la prensa de la época llamaba el trust educativo. La primera reunión de este trust incluía representantes de Rockefeller, Carnegie, Harvard, Stanford, la Universidad de Chicago y la Asociación Nacional de Educación. El fin principal, escribió en 1918 Benjamin Kidd, el evolucionista británico, era «imponer a la juventud el ideal de subordinación».
John Taylor Gatto