Eso Quotes

We've searched our database for all the quotes and captions related to Eso. Here they are! All 100 of them:

Ella me daba la mano y no hacía falta más. Me alcanzaba para sentir que era bien acogido. Más que besarla, más que acostarnos juntos, más que ninguna otra cosa, ella me daba la mano y eso era amor.
Mario Benedetti (La tregua)
Rompí a llorar. Me encanta esa expresión. No se dice rompí a comer o rompí a caminar. Rompes a llorar o a reír. Creo que vale la pena hacerse añicos por esos sentimientos".
Albert Espinosa
Eso me hizo darme cuenta de que el simple hecho de existir ya es algo grandioso.
Claudia Ramírez Lomelí (El príncipe del sol (El príncipe del sol, #1))
Lo qué uno quiere de verdad, es lo que está hecho para uno; entonces hay que tomarlo, o intentar: En eso se te puede ir la Vida, pero es una vida mucho mejor…
Mario Benedetti (La tregua)
Cuando algo suena terrible es porque se está diciendo con la intención de que suene terrible. Por eso hay que pensar antes de decir las cosas y nunca dejar de decir lo que se piensa.
Benito Taibo (Persona normal)
A mí me cuesta ser cariñoso, inclusive en la vida amorosa. Siempre doy menos de lo que tengo. Mi estilo de querer es ése, un poco reticente, reservando, el máximo sólo para las grandes ocasiones. De modo que si siempre estuviera expresando el máximo ¿qué dejaría para esos momentos (siempre hay cuatro o cinco en cada vida, en cada individuo) en que uno debe apelar el corazón en pleno? También siento un leve resquemor frente a lo cursi, y a mí lo cursi me parece justamente eso: andar siempre con el corazón en la mano.
Mario Benedetti (La tregua)
Sabes que tengo que matarte y no lo he hecho todavía, ni tengo intención de hacerlo, y no te imaginas la cantidad de problemas que me puede acarrar eso. ¿Me preguntas si me importas? ¿A ti que te parece?
Laura Gallego (La resistencia (Memorias de Idhún, #1))
-¿Y cómo es tu chico perfecto, entonces? -¿Puedo elegir un personaje de un libro? -No. -¿Por qué no? -Porque me refiero a tus expectativas reales. -Mis expectativas están basadas en libros, Caleb. Por eso estoy sola.
Joana Marcús (Etéreo (Extraños, #1))
-¿Ya murió? ¿Y de qué? -No supe de qué. Tal vez de tristeza. Suspiraba mucho. -Eso es malo. Cada suspiro es como un sorbo de vida del que uno se deshace.
Juan Rulfo (Pedro Páramo)
De eso se trata la educación sentimental. De poder reírse y llorar cuando lo necesites. De no usar una fachada falsa de ti mismo. De construir los sentimientos con sensaciones aparentemente diferentes.
Benito Taibo (Persona normal)
No hay que prometer nada porque las promesas son horribles ataduras, y cuando uno se siente amarrado tiende a liberarse, eso es fatal.
Mario Benedetti (Puentes como liebres y otros cuentos)
Buscás eso que llamas la armonía, pero la buscás justo ahí donde acabás de decir que no está, entre los amigos, la familia, en la ciudad...
Julio Cortázar (Hopscotch)
Pero a mí me falta decisión, me falta estar seguro. ¿Usted ha pensado alguna vez en el suicidio? Yo sí. Pero nunca podré. Y eso también es una carencia. Porque yo tengo todo el cuadro mentar y moral de suicida, menos la fuerza que se precisa para meterse un tiro en la sien.
Mario Benedetti (La tregua)
Quería eso, pero esperaba más. Sufre uno por aquello que espera, más que por lo que quiere. Aceptamos que los deseos puedan ser imposibles, pero jamás las expectativas, que son como las deudas del destino.
Xavier Velasco (Puedo Explicarlo Todo)
El verdadero dolor es indecible. Si puedes hablar de lo que te acongoja estás de suerte: eso significa que no es tan importante. Porque cuando el dolor cae sobre ti sin paliativos, lo primero que te arranca es la #Palabra.
Rosa Montero (La ridícula idea de no volver a verte)
No estoy celoso, si es eso lo que piensas. No veo por qué tienes que amar a una sola persona, si en tu corazón hay espacio para dos. No me perteneces. Tan solo me pertenece lo que sientes por mí. Pero tú puedes sentir otras cosas... por otras personas. Los sentimientos son libres y no siguen normas de ninguna clase.
Laura Gallego (La resistencia (Memorias de Idhún, #1))
-No quiero hacerte daño. -Ya es tarde para eso. -Te quiero, Victoria. -También es tarde para eso. Christian y Victoria
Laura Gallego (Tríada (Memorias de Idhún, #2))
Me han dicho que eso de sentirse feliz sin felicidad solo funciona con cocaína. Por desgracia no es bueno para la salud. Además de muy caro. Hum, e ilegal, desde luego. Así que mejor sigo siendo desgraciada y espero a encontrar alguna razón para poder ser feliz.
Kerstin Gier
Quizás no te conozca, ni me conozcas, pero podemos conocernos o desconocernos más si quieres. Eso sí, yo no te mentiría si no te conociera, porque contigo puedo ser yo mismo y tú ni siquiera lo sabrías.
J. Porcupine (La vuelta al mundo para abrazarte por la espalda)
- ¿Contando el mes de pausa cuando terminó el verano?- pregunto. -Pretendamos que eso no pasó. -Entonces ocho meses. -Ocho meses- murmura, asintiendo con la cabeza- He tenido una relación más duradera contigo que con mi psicólogo. -Qué romántico eres siempre. Me dejas completamente desarmada.
Joana Marcús (La última nota (Canciones para ella, #1))
¿Qué deseaba yo? Deseaba un silencio perfecto. Por eso hablo.
Alejandra Pizarnik (Poesía completa)
-Mi diagnóestico, joven héroe, es muy simple. Tienes una daga clavada en el corazón. Eso que sientes se llama amor y no tiene remedio.
Benito Taibo (Persona normal)
Hay ríos metafísicos, ella los nada como esa golondrina está nadando en el aire, girando alucinada en torno al campanario, dejándose caer para levantarse mejor con el impulso. Yo describo y defino y deseo esos ríos, ella los nada. Yo los busco, los encuentro, los miro desde el puente, ella los nada.
Julio Cortázar (Hopscotch)
De pronto me arrepentí de haber llegado a esos extremos, con mi costumbre de analizar indefinidamente hechos y palabras.
Ernesto Sabato (El túnel)
Era ese llanto que sobreviene cuando uno se siente opacamente desgraciado. Cuando alguien se siente brillantemente desgraciado, entonces sí vale la pena llorar con acompañamiento de temblores, convulsiones, y, sobre todo, con público. Pero cuando, además de desgraciado, uno se siente opaco, cuando no queda sitio para la rebeldía, el sacrificio o la heroicidad, entonces hay que llorar sin ruido, porque nadie puede ayudar y porque uno tiene conciencia de que eso pasa y al final se retoma el equilibrio, la normalidad.
Mario Benedetti (La tregua)
Mi Popo decía que el amor nos vuelve buenos. No importa a quién amemos, tampoco importa ser correspondidos o si la relación es duradera. Basta la experiencia de amar, eso nos transforma.
Isabel Allende (El cuaderno de Maya)
Siempre he pensando que el amor te vuelve estúpido. Te hace débil. Un mal cazador de sombras. Amar es destruir. Yo creía eso.
Cassandra Clare (City of Glass (The Mortal Instruments, #3))
El amor tiene una sed de absoluto. No me refiero a su carácter posesivo, sino a la necesidad de compartirlo todo y conocer al otro, hasta donde eso sea posible.
Juan Villoro (Conferencia sobre la lluvia)
No estábamos enamorados, hacíamos el amor con un virtuosismo desapegado y crítico, pero después caíamos en silecios terribles y la espuma de los vasos de cerveza se iba poniendo como estopa, se entibiaba y contraía mientras nos mirábamos y sentíamos que eso era el tiempo...
Julio Cortázar (Hopscotch)
No quiero que nos separemos. Pero tampoco quiero que ninguno de los dos renuncie a los sueños que durante tanto tiempo hemos atesorado. Nadie debería dejarlo todo por otra persona. Eso es engañarse. Eso es condenarse.
Iria G. Parente (Sueños de piedra (Marabilia, #1))
La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.
Eduardo Galeano
—Usted escribe, supongo. —No —dijo Oliveira—. Qué voy a escribir, para eso hay que tener alguna certidumbre de haber vivido.
Julio Cortázar (Hopscotch)
Cuando los adultos dicen: “Los adolescentes piensan que son invencibles”, con esa sonrisa mañosa y estúpida en sus rostros, no saben cuán en lo correcto están. Necesitamos no perder nunca la esperanza, porque nunca nos podemos romper de manera irreparable. Pensamos que somos invencibles porque los somos. No podemos nacer y no podemos morir. Como toda la energía, sólo podemos cambiar formas, tamaños y manifestaciones. Ellos olvidan eso al envejecer. Temen perder y fracasar. Pero esa parte nuestra, más grande que la suma de nuestras partes, no puede nacer y no puede morir, así que no puede fracasar.
John Green (Looking for Alaska)
Necesitaba un cómplice, y eso es lo que eres tú. Un aliado en mi vida. Me salvaste, me protegiste, me ayudaste, me liberaste cuando menos sabía de qué santo colgarme.
Xavier Velasco (Puedo Explicarlo Todo)
El éxito... Supongo que llega cuando consigues saber quién eres y ser fiel a eso.
Alice Kellen (Nosotros en la Luna)
Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.
Bertolt Brecht
- ¿Cómo sabe una si está realmente enamorada de un hombre? - Eso es fácil. Sólo querés estar con él, sentir su presencia, mirarlo, olerlo. Querés que te toque y tocarlo. Cuando lo ves aparecer, te emocionás tanto que te duele la boca del estómago. Pensás en ese hombre día y noche. Te dormís pensando en él y te levantás pensando en él.
Florencia Bonelli (París (Caballo de Fuego #1))
¡No! ¡No pienso dejarte aquí e irme sin saber cómo va a terminar todo esto! —¡No puedes hacer nada aquí! ¡Solo pondrías tú vida en peligro! —¿Y la tuya? ¿Acaso no importa? —Eso es lo que estoy haciendo, poner mi vida a salvo. —Le miré con todo el amor que sentía. Su vida era yo.
Alessandra Neymar (Mírame y dispara)
No cambiaría nada de mi vida si eso significa que tú estés en ella.
Darlis Stefany (H de Harry (BG.5 #1))
Para eso se es joven, para probar cosas, para experimentar. Para eso y para desafiarlo todo.
Jordi Sierra i Fabra (Campos de fresas)
Aquella noche Mijail me contó que él creía que la vida nos concede a cada uno de nosotros unos escasos momentos de pura felicidad. A veces son sólo dias o semanas. A veces, años. Todo depende de nuestra fortuna. El recuerdo de esos momentos nos acompaña para siempre y se transforma en un país de la memoria al que tratamos de regresar durante el resto de nuestra vida sin consegurilo.
Carlos Ruiz Zafón (Marina)
Puedes equivocarte y cometer mil errores, los humanos somos así, metemos la pata, pero para eso existe también el arrepentimiento, saber decir «lo siento» cuando uno debe hacerlo. Pero, cielo, escúchame, ¿sabes qué es lo más triste de no hacer algo por cobardía? Que, con el paso del tiempo, cuando pienses en ello solo podrás pedirte perdón a ti misma por no haberte atrevido a ser valiente. Y reconciliarse con uno mismo a veces es más complicado que hacerlo con los demás.
Alice Kellen (Todo lo que nunca fuimos (Deja que ocurra, #1))
Todos necesitamos la belleza para que la vida nos sea soportable. Lo expresó muy bien Fernando Pessoa: «La literatura, como el arte en general, es la demostración de que la vida no basta.» No basta, no. Por eso estoy redactando este libro. Por eso lo estás leyendo.
Rosa Montero (La ridícula idea de no volver a verte)
Me hacía sentir querida, pero, sobre todo, afortunada. Todos esos sentimientos siguen aquí, a flor de piel, y no voy a permitir que se marchiten. Sería como dejar que un árbol muera durante el invierno sólo porque es una época difícil.
Laia Soler (Los días que nos separan)
Nada importa. Hace mucho que lo sé. Así que no merece la pena hacer nada. Eso acabo de descubrirlo.
Janne Teller (Nothing)
Todo el mundo tendría que tener defectos. ¿No es eso lo que nos hace interesantes? ¿No es eso lo que nos impide ser copias de carbón de los demás?
Michael Grant (Eve & Adam (Eve & Adam, #1))
Le había dicho que no le quería… cuando, en realidad, lo único que deseaba en esos momentos era dar media vuelta, correr hacia él y abrazarle con la firme intención de no volver a soltarle jamás.
Alice Kellen (Otra vez tú (Tú, #1))
El mundo no se divide en gente buena y mala; todos tenemos luz y oscuridad dentro de nosotros, lo que importa es la parte a la que obedecemos, eso es lo que realmente somos” Sirius Black.
J.K. Rowling (Harry Potter and the Order of the Phoenix (Harry Potter, #5))
- ... nada nunca se vio tan perfecto y eso aterra. - Eso es porque cuando algo nos hace tan feliz nos da miedo que no sea real - digo, sin necesidad de pensarlo.
Darlis Stefany (H de Harry (BG.5 #1))
Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: 'No vayas a lastimarte', y también: 'Cuidado con los escalones'.
Julio Cortázar (Historias de cronopios y de famas)
Pienso que sólo debemos leer libros de los que muerden y pinchan. Si el libro que estamos leyendo no nos obliga a despertarnos como un puñetazo en la cara, ¿para qué molestarnos en leerlo? ¿Para que nos haga felices, como dice tu carta? Cielo santo, ¡seríamos igualmente felices si no tuviéramos ningún libro! Los libros que nos hagan felices podríamos escribirlos nosotros mismos, si no nos quedara otro remedio. Lo que necesitamos son libros que nos golpeen como una desgracia dolorosa, como la muerte de alguien a quien queríamos más que a nosotros mismos, libros que nos hagan sentirnos desterrados a los bosques más remotos, lejos de toda presencia humana, algo semejante al suicidio. Un libro debe ser el hacha que rompa el mar helado dentro de nosotros. Eso es lo que creo”.
Franz Kafka
—Bonitas botas, Sheridan. Allie no miró atrás. —Sé bueno, Carter West. Había recorrido la mitad del pasillo cuando oyó su respuesta. —Eso siempre.
C.J. Daugherty (Night School (Night School, #1))
—[La luna] Está llena de cráteres, pero son bonitos, ¿no? mucho más que si fuese una superficie completamente lisa. Tú eres como la luna. Todos somos imperfectos. Todos tenemos agujeros. ¿Y qué? Podemos vivir con esos. Debemos vivir con eso.
Alice Kellen (Nosotros en la Luna)
Míralo. El rostro de un ángel malicioso y los ojos como el cielo nocturno en el Infierno. Es muy hermoso, y a los vampiros les gusta eso. Y no puedo decir que a mí me moleste. -Magnus sonrió de medio lado-. Cabello negro y ojos azules son mi combinación favorita.
Cassandra Clare (Clockwork Prince (The Infernal Devices, #2))
Cuando pasa algo malo, pero malo de verdad, por mucho que llores, lo peor no es llorar, que eso a veces está bien, porque te quedas nuevo, lo peor empieza cuando no puedes llorar más, y entonces te das cuenta de que la tristeza es algo sucio, como un grumo gris, espeso, una pelota de barro dentro de los pulmones, que pesa, y la notas al respirar, todo el tiempo.
Almudena Grandes
—Mi mejor arma está en el cerebro. Mi hermano tiene su espada, el rey Robert tiene su maza, y yo tengo mi mente... Pero una mente necesita de los libros igual que una espada de una piedra de amolar, para conservar el filo. Por eso leo tanto, Jon Nieve.
George R.R. Martin (A Game of Thrones (A Song of Ice and Fire, #1))
Hay tantas cosas que son peores que la muerte – dijo. – No ser amado o no ser capaz de amar: eso es peor. Y no hay deshonor en morir peleando como debe hacerlo un Cazador de Sombras. Una muerte honorable. Yo siempre he querido eso.
Cassandra Clare
Amamos lo que amamos. La razón no entra en juego. En muchos aspectos, el amor más insensato es el amor más verdadero. Cualquiera puede amar algo por algún motivo. Eso es tan fácil como meterse un penique en el bolsillo. Pero amar algo a pesar de algo es otra cosa. Conocer los defectos y amarlos también. Eso es inusual, puro y perfecto.
El Temor de un hombre sabio (pag.73) - Patrick Rothfuss
No somos conscientes de lo delicada que es nuestra salud mental y seguimos riéndonos de los demás, criticando sus personalidades o sus características físicas, sin saber de qué forma eso los golpeará, sin tomar en cuenta lo que puede pasar por la cabeza de esas personas. Tenemos que aprender a sacar todas las palabras de amor que tengamos, debemos saber cómo manejar lo negativo para no afectar a otros.
Alberto Villarreal (Ocho lugares que me recuerdan a ti)
No se me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de sorportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
Oliverio Girondo (Espantapájaros)
Por eso tengo que volver a tantos sitios veneridos para encontrarme conmigo y examinarme sin cesar sin testigo que la luna, y luego silbar de alegria pisando piedras y terrones sin tarea que existir sin familia que el camino
Pablo Neruda
¿Y para qué leer? ¿Y para qué escribir? Después de leer cien, mil, diez mil libros en la vida, ¿qué se ha leído? Nada. Decir: yo sólo sé que no he leído nada, después de leer miles de libros, no es un acto de fingida modestia: es rigurosamente exacto, hasta la primera decimal de cero por ciento. Pero ¿no es quizá eso, exactamente, socráticamente, lo que los muchos libros deberían enseñarnos? Ser ignorantes a sabiendas, con plena aceptación. Dejar de ser ignorantes, para llegar a ser ignorantes inteligentes. [...] Quizá, por eso, la medida de la lectura no debe ser el número de libros leídos, sino el estado en que nos dejan. ¿Qué demonios importa si uno es culto, está al día o ha leído todos los libros? Lo que importa es cómo se anda, cómo se ve, cómo se actúa, después de leer. Si la calle y las nubes y la existencia de los otros tienen algo que decirnos. Si leer nos hace, físicamente, más reales.
Gabriel Zaid (So Many Books: Reading and Publishing in an Age of Abundance)
¿Ha estado alguna vez enamorado? Horrible, ¿no? Te hace tan vulnerable. Te abre el pecho y el corazón y eso significa que alguien puede meterse dentro de ti y revolver todo. Construyes todas estas defensas, todo fuerte y armadura, para que nada pueda hacerte daño y entonces, llega esta estúpida persona, no diferente de cualquier otra estúpida persona, y se mete en tu estúpida vida… Le das un pedazo de ti, que no te pidió. Hace algo tonto algún día, como besarte o sonreírte y es entonces cuando tu vida ya no te pertenece nunca más. El amor toma rehenes. Llega hasta lo más profundo dentro de ti. Te va carcomiendo y te deja llorando en la oscuridad; una frase tan simple como “quizá deberíamos ser sólo amigos” se convierte en una astilla de vidrio que se te va hundiendo en el corazón. Duele. No sólo en la imaginación. No sólo en la mente. Es un alma herida, un verdadero dolor que se te mete dentro y te rasga en pedazos. Odio el amor.
Neil Gaiman
Solo hay una cosa que sé con certeza... Que haría cualquier cosa por ti, incluso si eso significa ir en contra de mis instintos o de mi propia naturaleza. Dejaría todas las cosa que poseo, hasta mi alma, por ti. Si eso no es amor, es lo mejor que tengo. - Patch
Becca Fitzpatrick (Silence (Hush, Hush, #3))
[...]esos libros, lo que hacen en ti es crear una 'educación sentimental'. No sirven para hacerte profesionista o ingeniero o médico. Sirven para hacer mejor persona. Para que seas lo que quieres ser, pero humano. Y humano es el que piensa por sí mismo, el que se enoja ante las injusticias, el que celebra que se salve el niño en la inundación, el que cree firmemente en lo que cree, el que tiene sueños, el que puede enamorarse perdidamente[...]
Benito Taibo
Bienvenida" Se me ocurre que vas a llegar distinta no exactamente más linda ni más fuerte ni más dócil ni más cauta tan solo que vas a llegar distinta como si esta temporada de no verme te hubiera sorprendido a vos también quizá porque sabes cómo te pienso y te enumero después de todo la nostalgia existe aunque no lloremos en los andenes fantasmales ni sobre las almohadas de candor ni bajo el cielo opaco yo nostalgio tu nostalgias y cómo me revienta que él nostalgie tu rostro es la vanguardia tal vez llega primero porque lo pinto en las paredes con trazos invisibles y seguros no olvides que tu rostro me mira como pueblo sonríe y rabia y canta como pueblo y eso te da una lumbre inapagable ahora no tengo dudas vas a llegar distinta y con señales con nuevas con hondura con franqueza sé que voy a quererte sin preguntas sé que vas a quererme sin respuestas.
Mario Benedetti
No puedo hablar sobre nuestra historia de amor, así que hablaré sobre matemáticas. No soy una matemática, pero sé esto: hay infinitos números entre el 0 y el 1. Hay .1 y .12 y .112 y una infinita colección de otros. Por supuesto, hay una colección más grande de números entre 0 y 2 o entre 0 y un millón. Algunos infinitos son más grandes que otros. Un escritor que nos gustaba nos enseñó eso. Hay días, muchos de ellos, cuando me resiento por el infinito. Quiero más números de los que soy capaz de conseguir, y Dios, quiero más números para Augustus Waters que los que tiene. Pero, Gus, mi amor, no puedo decir cuán agradecida estoy por nuestro pequeño infinito. No lo comercializaría con el mundo. Me diste un para siempre dentro de los días numerados y estoy agradecida.
John Green (The Fault in Our Stars)
Creo que si alguna vez tengo hijos y están disgustados, no les diré que la gente se muere de hambre en China ni nada parecido porque no cambiaría el hecho de que estén disgustados. E incluso si otra persona lo tiene mucho peor, eso realmente no cambia el hecho de que tú tienes lo que tienes. Bueno y malo. Como lo que mi hermana dijo cuando yo llevaba ya una temporada en el hospital. Dijo que estaba muy preocupada por ir a la universidad, y en comparación con lo que yo estaba pasando, se sentía muy tonta. Pero no sé por qué se iba a sentir tonta. Yo también estaría preocupado. Y en serio, no creo que yo lo tenga mejor ni peor que ella. No sé. Es diferente. Quizá sea bueno poner las cosas en perspectiva, pero, a veces, creo que la única perspectiva es estar allí de verdad. Como dijo Sam. Porque está bien sentir cosas. Y ser tú mismo al respecto.
Stephen Chbosky (The Perks of Being a Wallflower)
se enamoró de cosas abrochadas al tiempo como si eso al tiempo le importara. quizá quien cambia no es la persona. quizá quien cambia es el tiempo y él nos cambia a todos. no me gusta la gente que te dice: "has cambiado" y suena a reproche. como si cambiar fuera algo horrible, o peor, evitable. como si no tuviéramos que cambiar, ¿te imaginas? ser siempre el mismo.
Chris Pueyo (El chico de las estrellas)
Y si, estás lejos. No es que no te tenga porque nada es realmente mío. Yo soy de apreciar las cosas, de encontrarle sentido o dárselo si no lo tienen. Ahora que estás lejos, sólo me queda contemplarte. Verte ser feliz con quién quieras, con lo que quieras. Agradecer que alguna vez esa sonrisa fue para mí, que esas manos han tocado las mías y que esos labios una vez hicieron el amor conmigo. Así sea en palabras. Y si, estás lejos, ¿qué importa si lo estás? De esa manera, rodeas también mi vida, a una órbita mayor por supuesto, ¿pero qué importa? Pues de esa manera te conviertes en mi paisaje. Y es así como llego amar a tu ausencia.
J. Porcupine (La vuelta al mundo para abrazarte por la espalda)
- ¿Estás enojado conmigo? (Joséphine) - ¿Debería estarlo? (Alamán) - Si. Te traté muy fríamente cuando llegué. - Muy fríamente. - Discúlpame. - ¿Por qué lo hiciste? - Ya te lo dije ayer, en casa. Porque tengo miedo de que me lastimes. - Ya te lo dije ayer, en tu casa: jamás te lastimaría. - Eso dicen todos. - Yo no soy todos.
Florencia Bonelli (Congo)
Tienes que comprenderlo: Yo no soy nadie especial. Soy solo una chica normal. Mido uno sesenta y soy del montón en muchas cosas. Pero tengo un secreto. Aunque construyan murallas que lleguen hasta el cielo, yo encontraré la forma de volar sobre ellas. Aunque intenten atraparme con cientos de armas, yo encontraré un modo de resistir. Y hay muchos como yo ahí fuera, más de los que crees. Gente que se niega a dejar de creer. Gente que se niega a volver a tierra. Gente que ama en un mundo sin murallas, gente que ama frente al odio, frente al rechazo, sin miedo y contra toda esperanza.Te amo. Recuerda. Eso no pueden quitártelo.
Lauren Oliver (Delirium (Delirium, #1))
1.° Dios no existe. 2.° Dios existe y es un canalla. 3.° Dios existe, pero a veces duerme: sus pesadillas son nuestra existencia. 4.° Dios existe, pero tiene accesos de locura: esos accesos son nuestra existencia. 5.° Dios no es omnipresente, no puede estar en todas partes. A veces está ausente ¿en otros mundos? ¿En otras cosas? 6.° Dios es un pobre diablo, con un problema demasiado complicado para sus fuerzas. Lucha con la materia como un artista con su obra. Algunas veces, en algún momento logra ser Goya, pero generalmente es un desastre. 7.° Dios fue derrotado antes de la Historia por el Príncipe de las Tinieblas. Y derrotado, convertido en presunto diablo, es doblemente desprestigiado, puesto que se le atribuye este universo calamitoso.
Ernesto Sabato (Sobre héroes y tumbas)
que toda la historia de los pasadizos era una ridícula invención o creencia mía y que en todo caso había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío, el túnel en que había transcurrido mi infancia, mi juventud, toda mi vida. Y en uno de esos trozos transparentes del muro de piedra yo había visto a esta muchacha y había creído ingenuamente que venía por otro túnel paralelo al mío, cuando en realidad pertenecía al ancho mundo, al mundo sin límites de los que no viven en túneles; y quizá se había acercado por curiosidad a una de mis extrañas ventanas y había entrevisto el espectáculo de mi insalvable soledad, o le había intrigado el lenguaje mudo, la clave de mi cuadro. Y entonces, mientras yo avanzaba siempre por mi pasadizo, ella vivía afuera su vida normal, la vida agitada que llevan esas gentes que viven afuera, esa vida curiosa y absurda donde en que hay bailes y fiestas y alegría y frivolidad.
Ernesto Sabato (El túnel)
«Porque felizmente (pensaba) el hombre no está solo hecho de desesperación sino de fe y esperanza; no solo de muerte sino también de anhelo de vida; tampoco únicamente de soledad sino de momentos de comunión y amor. Porque si prevalece la desesperación, todos nos dejaríamos morir o nos mataríamos, y eso no es de ninguna manera lo que sucede. Lo que demostraba, a su juicio, la poca importancia de la razón, ya que no es razonable mantener esperanzas en este mundo en que vivimos. Nuestra razón, nuestra inteligencia, constantemente nos están probando que este mundo es atroz, motivo por el cual la razón es aniquiladora y conduce al escepticismo, al cinismo y finalmente a la aniquilación. Pero, por suerte, el hombre no es casi nunca un ser razonable, y por eso la esperanza renace una y otra vez en medio de las calamidades.»
Ernesto Sabato (Sobre héroes y tumbas)
No solo somos lo que hacemos, sino también lo que no hacemos. Somos lo que decimos, casi tanto como lo que callamos. Somos las preguntas que no nos atrevemos a pronunciar, en la misma medida que las respuestas que nunca llegarán y permanecerán eternamente flotando entre remolinos de miedo e incertidumbre. Somos la sutilidad de una mirada, la intimidad de una caricia suave, la curva de una sonrisa bonita. Somos momentos bonitos, instantes agridulces, noches tristes. Somos detalles. Somos reales. Pero, por encima de todo lo demás, somos las decisiones que tomamos. En toda su dimensión. Por cada elección, damos un paso al frente y abandonamos algo en el camino. O damos un paso atrás y abandonamos algo que estaba por llegar. Avanzamos entre alternativas, seleccionando unas, rechazando otras, marcando nuestro destino. Siempre habrá algo que pierdas incluso cuando ganes, pero eso no es lo importante. Lo realmente valioso es ser capaz de tomar esa decisión, hacerlo siendo libre; apostar por un sueño, por uno mismo o por otra persona, sin dudas ni temor, solo con ganas, con pasión.
Alice Kellen (Nosotros en la Luna)
Soy como. Como. Soy como una granada, mamá. Soy una granada y en algún momento voy a estallar y me gustaría reducir al mínimo las víctimas, ¿de acuerdo?" Mi padre ladeó un poco la cabeza hacia un lado, como un perrito regañado. "Soy una granada," le dije de nuevo. "Sólo quiero mantenerme alejada de la gente y leer libros, pensar y estar con ustedes porque no hay nada que yo pueda hacer sobre dañarlos; están demasiado involucrados, así que por favor, déjenme hacer eso, ¿está bien? No estoy deprimida. No necesito salir más. Y no puedo ser una adolescente normal, porque soy un granada.
John Green (The Fault in Our Stars)
En el medio del odio me pareció que había dentro de mí un amor invencible. El medio de las lágrimas me pareció que había dentro de mí una sonrisa invencible. En medio del caos me pareció que había dentro de mí una calma invencible. Me di cuenta, a pesar de todo, que en medio del invierno había dentro de mí un verano invencible. Y eso me hace feliz. Porque no importa lo duro que el mundo empuje en mi contra, dentro de mí hay algo mejor empujando de vuelta.
Albert Camus
Conoces a una chica tímida y sencilla. Si le dices que es hermosa, ella pensará que eres simpático, pero no te creerá. Sabe que esa belleza es obra de tu contemplación. Y a veces basta con eso. Pero existe una manera mejor de hacerlo. Le demuestras que es hermosa. Conviertes tus ojos en espejos, tus manos en plegarias cuando la acaricias. Es difícil, muy difícil, pero cuando ella se convence de que dices la verdad... De pronto la historia que ella se cuenta a sí misma cambia. Se transforma. Ya no la ven hermosa. Es hermosa, y la ven.
Patrick Rothfuss (The Name of the Wind (The Kingkiller Chronicle, #1))
Escribo, ella escribió, que la memoria es frágil y el transcurso de una vida es muy breve y sucede todo tan deprisa, que no alcanzamos a ver la relación entre los acontecimientos, no podemos medir la consecuencia de los actos, creemos en la ficción del tiempo, en el presente, el pasado y el futuro, pero puede ser también que todo ocurre simultáneamente, como decían las tres hermanas Mora, que eran capaces de ver en el espacio los espíritus de todas las épocas. Por eso mi abuela Clara escribía en sus cuadernos, para ver las cosas en su dimensión real y para burlar a la mala memoria.
Isabel Allende (La casa de los espíritus)
Sábado 23 de febrero Dios mío, qué aburrimiento. Sólo entonces formuló la pregunta más lógica: "Che, ¿total te casaste con Isabel?"."Sí, y tengo tres hijos", contesté, acortando camino. Él tiene cinco. Qué suerte. "¿Y cómo está Isabel? ¿Siempre guapa?" "Murió", dije, poniendo la cara más inescrutable de mi repertorio. La palabra sonó como un disparo y él -menos mal- quedó desconcertado. Se apuró a terminar el tercer café y en seguida miró el reloj. Hay una especie de reflejo automático en eso de hablar de la muerte y mirar en seguida el reloj.
Mario Benedetti (La tregua)
Nuestra muerte ilumina nuestra vida. Si nuestra muerte carece de sentido, tampoco lo tuvo nuestra vida. Por eso cuando alguien muere de muerte violenta, solemos decir: "se la buscó". Y es cierto, cada quien tiene la muerte que se busca, la muerte que se ] Si la muerte nos traiciona y morimos de mala manera, todos se lamentan: hay que morir como se vive. La muerte es intransferible, como la vida. Si no morimos como vivimos es porque realmente no fue nuestra vida que vivimos: no nos pertenecía como no nos pertenece la mala suerte que nos mata. Dime cómo mueres y te diré quién eres.
Octavio Paz (The Labyrinth of Solitude and Other Writings)
Aquí estabas tú, dejándome, apareciendo para luego desaparecer. Te pusiste más bonita que de costumbre, como para hacerme notar que perdía lo más valioso de mi vida. Lo que yo nunca te expliqué, fue que tú hacías de lo más valioso de mi vida, porque me dabas amor, me dabas cariño, me compartías la vida, me dabas tiempo y me hacías ser más yo que nadie. Y supongo que por eso no supliqué mucho cuando te fuiste, ni me volví un desesperado, ¿y sabes por qué más? Porque antes de que te fueras, ya se había marchado el tiempo, el amor, el cariño, mi vida, yo. Todo se fue, que luego siguieras tú ya no importaba.
J. Porcupine (La vuelta al mundo para abrazarte por la espalda)
Quizá la mayor facultad que posee nuestra mente sea la capacidad de sobrellevar el dolor. El pensamiento clásico nos enseña las cuatro puertas de la mente, por las que cada uno pasa según sus necesidades. La primera puerta es la puerta del sueño. El sueño nos ofrece un refugio del mundo y de todo su dolor. El sueño marca el paso del tiempo y nos proporciona distancia de las cosas que nos han hecho daño. Cuando una persona resulta herida, suele perder el conocimiento. Y cuando alguien recibe una noticia traumática, suele desvanecerse o desmayarse. Así es como la mente se protege del dolor: pasando por la primera puerta. La segunda es la puerta del olvido. Algunas heridas son demasiado profundas para curarse, o para curarse deprisa. Además, muchos recuerdos son dolorosos, y no hay curación posible. El dicho de que <> es falso. El tiempo cura la mayoría de las heridas. El resto están escondidas detrás de esa puerta. La tercera es la puerta de la locura. A veces, la mente recibe un golpe tan brutal que se esconde en la demencia. Puede parecer que eso no sea beneficioso, pero lo es. A veces, la realidad es solo dolor, y para huir de ese dolor, la mente tiene que abandonar la realidad. La última puerta es la de la muerte. El último recurso. Después de morir, nada puede hacernos daño, o eso nos han enseñado.
Patrick Rothfuss (The Name of the Wind (The Kingkiller Chronicle, #1))
Parece instintivamente que la felicidad está por venir. Que la palabra felicidad remite al futuro. Pero remite realmente a un pasado remoto, del que la extrapolamos al futuro remoto con un movimiento mecánico de autodefensa. Se ha dicho que la literatura de ciencia ficción está llena de añoranzas prehistóricas. Eso es. Sólo se puede soñar el pasado. El futuro es un pasado actuante. Un pasado que actúa como futuro. Confío en que seré feliz porque alguna vez lo fui. Y creo que alguna vez lo fui porque entonces, aquella vez, creía asimismo haberlo sido en otro tiempo. Todo instante de felicidad no es sino la confirmación de que tenemos un pasado. Sólo la memoria goza.
Francisco Umbral (Mortal y rosa)
-Yo te gusto- continuó ella-, por el motivo que ya te he dicho; he roto tu soledad, te he recogido precisamente ante la puerta del infierno y te he despertado de nuevo. Pero quiero de ti más, mucho más. Quiero hacer que te enamores de mí. No, no me contradigas, déjame hablar. Te gusto mucho, de eso me doy cuenta, y tú me estas agradecido, pero enamorado de mí no lo estás. Yo voy a hacer que lo estés, esto pertenece a mi profesión; como que vivo de eso, de poder hacer que los hombres se enamoren de mí. Pero entérate bien: no hago esto porque te encuentre francamente encantador. No estoy enamorada como tú de mí. Pero te necesito, como tú me necesitas. Tú me necesitas actualmente, de momento, porque estás desesperado y te hace falta un impulso que te eche el agua y te vuelva a reanimar. Me necesitas para aprender a bailar, para aprender a reír, para aprender a vivir. Yo, en cambio, también te necesito a ti, no hoy, más adelante, para algo muy importante y hermoso. Te daré mi última orden cuando estés enamorado de mí, y tú obedecerás, y ello será bueno para ti y para mi. No te ha de ser cosa fácil, pero lo harás, cumplirás mi mandato y me matarás. Eso es todo. No preguntes más nada.
Hermann Hesse
Ayer de tarde estábamos sentados junto a la mesa. No hacíamos nada, ni siquiera hablábamos. Yo tenía apoyada mi mano sobre un cenicero sin ceniza. Estábamos tristes: eso era lo que estábamos, tristes. Pero era una tristeza dulce, casi una paz. Ella me estaba mirando y de pronto movió los labios para decir dos palabras. Dijo: Te quiero. Entonces me di cuenta de que era la primera vez que me lo decía, más aún, que era la primera vez que lo decía a alguien. Isabel me lo hubiera repetido veinte veces por noche. Para Isabel, repetirlo era como otro beso, era un simple resorte del juego amoroso. Avellaneda, en cambio, lo había dicho una vez, la necesaria. Quizá ya no precise decirlo más, porque no es juego: es una esencia.
Mario Benedetti (La tregua)
-Cada quien se va haciendo a sí mismo y encontrando nuevas afinidades, nuevos gustos, nuevas maneras de ver el mundo. Cada canción, cada sueño, cada encuentro fortuito o premeditado, cada película vista, cada libro leído te hacen una persona diferente, te determinan. Eso es lo que se llama <>. - ¿Cómo? ¿Cuál es la diferencia entre una educación y la otra? ¿La que dan en la escuela y la que tú dices? - En la escuela te enseñan cómo ser ingeniero, médico, historiador, abogado, arqueólogo. La educación sentimental te hace ser persona. No sirve de nada tener buenos historiadores o arquitectos, si antes no son buenas personas. Hay que encontrar el equilibrio, entre una y la otra.
Benito Taibo (Persona normal)
Quiero esperar en silencio la séptima ola. Si, aquí cuentan la historia indómita de la séptima ola. Las primeras seis son previsibles y equilibradas. Se condicionan unas a otras, no deparan sorpresas. Mantienen la continuidad. Pero, !cuidado con la séptima ola¡ La séptima es imprevisible. Durante mucho tiempo pasa inadvertida, participa en el monótono proceso, se adapta a sus predecesoras. Pero a veces estalla. Siempre ella, siempre la séptima. Porque es despreocupada, inocente, rebelde, barre con todo, lo cambia todo. Para ella no existe el antes, solo el ahora. Y después todo es distinto. ¿Mejor o peor? Eso solo pueden decirlo quienes estuvieron arrastrados por ella, quienes tuvieron el coraje de enfrentarla, de dejarse cautivar...
Daniel Glattauer (Cada siete olas)
—Te quiero. Y Tatiana llora. —Lo sabes, ¿verdad?—le susurra él—. Te quiero. Estoy ciego por ti, loco por ti. Estoy enfermo de amor por ti. Enfermo de amor por ti. Te lo dije la primera noche que estuvimos juntos, cuando te pedí que te casaras conmigo, y te lo digo ahora. Todo lo que nos ha pasado, absolutamente todo, es porque crucé aquella calle por ti. Te adoro. Lo sabes muy bien. Por cómo te abrazo, por cómo te toco, mis manos en tu cuerpo, Dios, dentro de ti, todo lo que no puedo decirte durante el día, Tatiana, Tania, Tatiasha, amor mío, ¿me sientes? ¿Por qué lloras? —A eso lo llamo yo susurrar... Alexander sigue susurrándole, ella llora, ella se entrega en una rendición incondicional y llora y llora. La entrega no resulta fácil, ni para ella ni para él, pero sí hay entrega en el refugio de la noche.
Paullina Simons (The Summer Garden (The Bronze Horseman, #3))
Llegara un tiempo, cuando todos nosotros estemos muertos. Todos nosotros. Llegara un tiempo cuando no quedaran más seres humanos para recordar que alguna vez existimos o que nuestra especie alguna vez hizo algo. No habrá nadie que quede para recordar a Aristóteles o a Cleopatra, por no hablar de ti. Todo lo que hicimos, construimos, escribimos, pensamos y descubrimos será olvidado y todo esto habrá sido inútil. Quizás ese tiempo venga pronto y quizás esta a millones de años lejos, pero incluso si sobrevivimos el desplome de nuestro sol, no sobreviviremos para siempre. Paso mucho tiempo antes que los organismos experimentaron la conciencia, y habrá tiempo después. Y si la inevitabilidad del olvido humano te preocupa, te animo a que lo ignores. Dios sabe que eso es lo que hacen todos.
John Green (The Fault in Our Stars)
Tómame y destrúyeme, corazón resiste, solo una vez más será. Metafóricamente Weigel se volvió mi adicción. Y demonios. Tantas adicciones habiendo en este jodido mundo, sustituí la droga por una persona. Por ella. Por alguien que tarde o temprano se iría, se alejaría, desaparecería de mi vida con murmullos. Creí encontrar la felicidad, y así fue. La encontré, porque a su lado mis sonrisas se pintaban de sinceridad, de honestidad y aclamaban el amor puro que nunca quise sentir, aunque tener los pies sobre la tierra era algo que no me olvidaba de tener en cuenta. Siempre estuvo presente, y así sería. Líneas paralelas. Eso somos Weigel y yo. Tan juntos en una misma dirección y tan separadas que nunca se encuentran, sin embargo, a un punto de vista diferente se pueden visualizar juntas. En un infinito, pero juntas, y sí, aun así, el mismo infinito pueda ser un corto tiempo en segundos, está bien. Honestamente lo estaba. .
Flor M. Salvador (Boulevard)
Es mucho más fácil no saber las cosas algunas veces. Las cosas cambian. Los amigos se van. Y la vida no se detiene por nadie. Quería reírme. O quizás enojarme. O quizás sentir indiferencia por lo extraño que todos eran, especialmente yo. Creo que la idea es que cada persona tiene que vivir su propia vida y después decidir compartirla con otras personas. No puedes sentarte ahí y poner la vida de todos por encima de la tuya y creer que eso cuenta como amor. No puedes. Tienes que hacer cosas. Voy a hacer lo que quiera hacer. Voy a ser quien realmente soy. Y voy a saber quién es ese. Y todos podríamos sentarnos y preguntarnos y sentirnos mal unos por otros y culpar a muchas personas por lo que hicieron o por lo que no hicieron o por lo que no sabían. No lo sé. Supongo que siempre hay alguien a quien culpar. Es diferente. Quizás es bueno poner las cosas en perspectiva, pero algunas veces, creo que la única perspectiva es realmente estar ahí. Porque está bien sentir. Yo estaba realmente allí. Y eso era suficiente para hacerme sentir infinito. Me siento infinito.
Stephen Chbosky (The Perks of Being a Wallflower)
Mira a todos a tu alrededor y ve lo que hemos hecho de nosotros y de eso considerado como victoria nuestra de cada día. No hemos amado por encima de todas las cosas. No hemos aceptado lo que no se entiende porque no queremos pasar por tontos. Hemos amontonado cosas y seguridades por no tenernos el uno al otro. No tenemos ninguna alegría que no haya sido catalogada. Hemos construido catedrales y nos hemos quedado del lado de afuera, pues las catedrales que nosotros mismos construimos tememos que sean trampas. No nos hemos entregado a nosotros mismos, pues eso sería el comienzo de una vida larga y la tememos. Hemos evitado caer de rodillas delante del primero de nosotros que por amor diga: tienes miedo. Hemos organizado asociaciones y clubs sonrientes donde se sirve con o sin soda. Hemos tratado de salvarnos, pero sin usar la palabra salvación para no avergonzarnos de ser inocentes. No hemos usado la palabra amor para no tener que reconocer su contextura de odio, de amor, de celos y de tantos otros opuestos. Hemos mantenido en secreto nuestra muerte para hacer posible nuestra vida. Muchos de nosotros hacen arte por no saber cómo es la otra cosa. Hemos disfrazado con falso amor nuestra indiferencia, sabiendo que nuestra indiferencia es angustia disfrazada. Hemos disfrazado con el pequeño miedo el gran miedo mayor y por eso nunca hablamos de lo que realmente importa. Hablar de lo que realmente importa es considerado una indiscreción. No hemos adorado por tener la sensata mezquindad de acordarnos a tiempo de los falsos dioses. No hemos sido puros e ingenuos para no reírnos de nosotros mismos y para que al fin del día podamos decir «al menos no fui tonto» y así no quedarnos perplejos antes de apagar la luz. Hemos sonreído en público de lo que no sonreiríamos cuando nos quedásemos solos. Hemos llamado debilidad a nuestro candor. Nos hemos temido uno al otro, por encima de todo. Y todo eso lo consideramos victoria nuestra de cada día.
Clarice Lispector (Aprendizaje o El libro de los placeres)
Antes de saber leer, los libros eran para mí como bosques misteriosos. Me acuciaba una pregunta: ¿cómo era posible que de aquellas páginas de papel, de aquellas hormiguitas negras que la surcaban se levantara un mundo ante mis ojos, mis oídos y mi corazón de niña? ¿Qué clase de magia, de sortilegio era aquel que sobrepasaba cuanto yo vivía y cuanto vivía a mi alrededor? Después, cuando ya había aprendido a descifrar esos signos misteriosos, la primera vez que leí la palabra "bosque" en un libro de cuentos, supe que siempre me movería dentro de ese ámbito. Toda la vida de un bosque -misterioso, atractivo, terrorífico, lejano y próximo, oscuro y transparente- encontraba su lugar sobre el papel, en el arte combinatoria de las palabras. Jamás había experimentado, ni volvería a experimentar en toda mi vida, una realidad más cercana, más viva y que me revelara la existencia de otras realidades tan vivas y tan cercanas como aquella que me reveló el bosque, el real y el creado por las palabras.
Ana María Matute
No hay casualidades sino destinos. No se encuentra sino lo que se busca, y se busca lo que en cierto modo está escondido en lo más profundo y oscuro de nuestro corazón. Porque si no, ¿cómo el encuentro con una misma persona no produce en dos seres los mismos resultados? ¿Por qué a uno el encuentro con un revolucionario lo lleva a la revolución y al otro lo deja indiferente? Razón por la cual parece como que uno termina por encontrarse al final con las personas que debe encontrar, quedando así la casualidad reducida a límites muy modestos. De modo que esos encuentros que en la vida de cada uno nos parecen asombrosos, no son otra cosa que la consecuencia de esas fuerzas desconocidas que nos aproximan a través de la multitud indiferente, como las limaduras de hierro se orientan a distancia hasta los polos de un poderoso imán; movimientos; movimientos que constituirían motivo de asombro para las limaduras si tuviesen alguna conciencia de sus actos sin alcanzar a tener, empero, un conocimiento pleno y total de la realidad. Así, marchamos un poco sonámbulos, hacia los seres que de algún modo son desde el comienzo nuestros destinatarios.
Ernesto Sabato (Sobre héroes y tumbas)
Mi amigo Óscar es uno de estos príncipes sin reino que corren por ahí esperando que los beses para transformarse en sapo. Lo entiende todo al revés y por eso me gusta tanto. La gente que piensa que lo entiende todo a derechas hace las cosas a izquierdas,y eso, viniendo de una zurda,lo dice todo. Me mira y se cree que no lo veo. Imagina que me evaporaré si me toca y que,si no lo hace,se va a evaporar él. Me tiene en un pedestal tan alto que no sabe cómo subirse. Piensa que mis labios son la puerta del paraíso,pero no sabe que están envenenados. Yo soy tan cobarde que,por no perderle,no se lo digo. Finjo que no le veo y que sí,que me voy a evaporar... Mi amigo Óscar es uno de estos príncipes que harían bien manteniéndose alejados de los cuentos y de las princesas que lo habitan. No sabe que es el príncipe azul quien tiene que besar a la bella durmiente para que despierte de su sueño eterno,pero eso es porque Óscar ignora que todos los cuentos son mentiras,aunque no todas las mentiras son cuentos.Los príncipes no son azules y las durmientes, aunque sean bellas, nunca despiertan de su sueño. Es el mejor amigo que nunca he tenido y, si algún día me tropiezo con Merlín,le daré las gracias por haberlo cruzado en mi camino.
Carlos Ruiz Zafón
Que significa 'amar'? Durante anios he pensado que significa conocer a la otra persona..., conocerla perfectamente, con todos sus secretos; conocer cada rincon de su cuerpo, cada reflejo; conocer a fondo su alma, cada una de sus emociones... Quizas sea eso, quizas conocer sea lo mismo que amar. Pero eso solo es una teoria. Despues de todo, que quiere decir conocer? Cuanto se puede conocer a un ser humano? Hasta donde se puede seguir a un alma desconocida? Hasta sus suenios? Y luego adonde? No se puede acompaniar a nadie a su inconsciente. Ni siquiera es necesario esperar a que ella cierre los ojos, se despida de mi y se retire a ese otro mundo, al mundo que llamamos de la noche... Porque existen dos mundos y uno esta mas alla del espacio conocido en el que vivimos, y quizas en ese otro mundo vivamos de manera mas real que en el espacio y en el tiempo...Ahora ya se con certeza que hay otro lugar que es solo nuestro, la propiedad privada de cada uno. (...) Aunque todavia sigo sin saber lo que significa amar... Acaso se puede saber? Y de que sirve saberlo? No tiene nada que ver con la razon. Seguramente el amor es algo mas que el conocimiento. Conocer a alguien no es mucho, tiene unos limites... Amar debe ser algo parecido a seguir el mismo ritmo, una casualidad tan maravillosa como si en el universo hubiese dos meteoros con la misma trayectoria, la misma orbita y la misma materia. Una casualidad tal que no se puede ni calcular ni prever. Tal vez ni exista siquiera (...) Dos personas a las que les gustan las mismas comidas y la misma musica, que caminan al mismo ritmo por la calley que se buscan al mismo ritmo en la cama: quizas sea eso el amor. Que cosa mas rara debe de ser! Como un milagro... Yo imagino que los encuentros de ese tipo deben de ser misticos. La vida real no se basa en tales probabilidades. Creo que las personas que siguen el mismo ritmo, que segregan sus hormonas al mismo tiempo, que piensan lo mismo de las cosas y lo expresan con palabras identicas... bueno, creo que eso no existe. Una de las dos sera mas lenta y la otra mas rapida, una es timida, la otra osada, una ardiente, la otra tibia. Asi es como hay que tomar la vida, los encuentros... Hay que aceptar la felicidad asi, en su estado imperfecto.
Sándor Márai (Divorce à Buda)
Creo que la verdad está bien en las matemáticas, en la química, en la filosofía. No en la vida. En la vida es más importante la ilusión, la imaginación, el deseo, la esperanza. Además, ¿sabemos acaso lo que es la verdad? Si yo lo digo que aquel trozo de ventana azul, digo una verdad. Pero es una verdad parcial, y por lo tanto una especie de mentira. Porque el trozo de ventana no está solo, está en una casa, en una cuidad, en un paisaje. Está rodeado del gris de ese muro de cemento, del azul claro del cielo, de aquellas nubes alargadas, de infinitas cosas más. Y si no digo todo absolutamente todo, estoy mintiendo. Pero decir todo es imposible, aun en este caso de la ventana, de un siempre trozo de la realidad física. La realidad es infinita y además infinitamente matizada, y si me olvido de un solo matiz, ya estoy mintiendo. Ahora imagínese lo que es la realidad de los seres humano con sus complicaciones y recovecos, contradicciones y además cambiantes. Porque cambia a cada instante que pasa, y lo que éramos hace un momento no lo somos más. ¿Somos, acaso, siempre la misma persona? ¿Tenemos acaso siempre los mismos sentimientos? Se puede querer a alguien y de pronto desestimarlo y hasta detestarlo. Y si cuando lo desestimamos cometemos el error de decírselo, eso es una verdad, pero una verdad momentánea, que no será más verdad dentro de una hora o al otro día, o en otras circunstancias. Y en cambio el ser a quien se la decimos creerá que ésa es la verdad, la verdad para siempre y desde siempre. Y se hundirá en la desesperación.
Ernesto Sabato (Sobre héroes y tumbas)
Walking Around Sucede que me canso de ser hombre. Sucede que entro en las sastrerías y en los cines marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro navegando en un agua de origen y ceniza. El olor de las pelquerías me hace llorar a gritos. Sólo quiero un descanso de piedras o de lana, sólo quiero no ver establecimientos ni jardines, ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores. Sucede que me canso de mis pies y mis uñas y mi pelo y mi sombra. Sucede que me canso de ser hombre. Sin embargo sería delicioso asustar a un notario con un lirio cortado o dar muerte a une monja con un golpe de oreja. Sería bello ir por las calles con un cuchillo verde y dando gritos hasta morir de frío. No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas, vacilante, extendido, tiritando de sueño, hacia abajo, en las tripas mojadas de la tierra, absorbiendo y pensando, comiendo cada día. No quiero para mí tantas desgracias. No quiero continuar de raíz y de tumba, de subterráneo solo, de bodega con muertos ateridos, muriéndome de pena. Por eso el día lunes arde como el petróleo cuando me ve llegar con mi cara de cárcel, y aúlla en su transcurso como una rueda herida, y da pasos de sangre caliente hacia la noche. Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas, a hospitales donde los huesos salen por la ventana, a ciertas zapaterías con olor a vinagre, a calles espantosas como grietas. Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos colgando de las puertas de las casas que odio, hay dentaduras olvidadas en una cafetera, hay espejos que debieran haber llorado de vergüenza y espanto, hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos. Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos, con furia, con olvido, paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia, y patios donde hay ropas colgadas de un alambre: calzoncillos, toallas y camisas que lloran lentas lágrimas sucias.
Pablo Neruda