El Rancho Quotes

We've searched our database for all the quotes and captions related to El Rancho. Here they are! All 30 of them:

El Rancho de las Rosas.
Pam Muñoz Ryan (Esperanza Rising (Scholastic Gold))
Contigo la milpa es rancho y el atole champurrado.
Cristina Henríquez (The Book of Unknown Americans)
Ella bailaba con un chico alto del rancho de San Pablo y llevaba un vestido azul y su boca era roja. Él, Rawlins y Roberto se quedaron con otros muchachos junto a la pared, contemplando a los bailarines y, más allá de ellos, a las chicas de la pared opuesta. Empezó a caminar por delante de los grupos. El aire olía a paja y sudor y una densa fragancia de colonias. Bajo la concha acústica el acordeonista luchaba con su instrumento y marcaba el ritmo con la bota contra los tablones del suelo y luego retrocedió y el trompetista se adelantó. Los ojos de ella le miraban por encima del hombro de su pareja. Llevaba los cabellos negros recogidos con una cinta azul y su nuca era pálida como la porcelana. Cuando dio otra vuelta, le sonrió.
Cormac McCarthy (All the Pretty Horses (The Border Trilogy, #1))
Pasamos cerca de un rancho; una mujer, debajo del alero, miró el tren. Se me ocurrió un pensamiento estúpido: «A esta mujer la veo por primera y última vez. No la volveré a ver en mi vida.» Mi pensamiento flotaba como un corcho en un río desconocido. Siguió por un momento flotando cerca de esa mujer bajo el alero. ¿Qué me importaba esa mujer? Pero no podía dejar de pensar que había existido un instante para mí y que nunca más volvería a existir; desde mi punto de vista era como si ya se hubiera muerto: un pequeño retraso del tren, un llamado desde el interior del rancho, y esa mujer no habría existido nunca en mi vida. Todo
Ernesto Sabato (El túnel)
A strangeness. A ripple of unease. An understanding, though timid at first, that perhaps there was some truth to the stories of blood-hungry beasts and river ghosts that the abuelas on the rancho spun to keep children close to home after sunset. A sense that there was a reason to watch one’s back when shadows grew long.
Isabel Cañas (Vampires of El Norte)
Cuando la tribu se acostumbró a servirse con prescindencia de los ojos, fue más feliz. Cada cual podía estar solo consigo mismo. No existían la vergüenza, la censura y la inculpación; no fueron necesarios los castigos. Recurrían los unos a los otros para actos de necesidad colectiva, de interés común: cazar un venado, hacer techo a un rancho. El hombre buscaba a la mujer y la mujer buscaba al hombre para el amor. Para aislarse más, algunos se golpearon los oídos hasta romperse los huesecillos. Pero cuando los hijos tuvieron cierta edad, los ciegos comprendieron que los hijos podían ver. Entonces fueron penetrados por el desasosiego. No conseguían estar en sí mismo.s Abandonaron los ranchos y se echaron a los bosques, a las praderas, a las montañas...Algo los perseguía o los empujaba. Era la mirada de los niños, que iba con ellos y por eso no conseguían detenerse en ningún sitio. Apenas unos pocos, aún plegados a la vida nómada, no se sentían alcanzados todavía.
Antonio di Benedetto (Zama)
Marchaba el general Artigas con una división de ochocientos hombres, con el fin de sorprender una fuerza de los portugueses acampada a inmediaciones de Santa Ana, y acampamos al anochecer sobre la costa del Mataojo, en un lugar que llaman la Herrería. Empezó a llover y le hicieron a Artigas un ranchito de arcos lo bastante para cubrirlo con un cuero. Artigas acostumbraba tener siempre cuatro o seis perros cuzcos que dormían con él, y que se agazaparon debajo de su poncho cuando empezó la lluvia. Ya estaba Artigas durmiendo boca arriba cuando sintió que le olfateaban los pies, creyó que fuese algún zorro y por dos o tres veces lo espantó haciendo un movimiento con el pie; mas a poco rato siente un enorme peso sobre su cuerpo y un fuerte olfateo sobre sus costados. Entonces descubre la cabeza y ve que era un tigre el que tenía encima. Hace un esfuerzo, se incorpora y echa al tigre con rancho y todo patas arriba. Al grito de Artigas se levantan todos los que estaban a su alrededor, el tigre se fue al monte, llevándose por trofeo de su empresa uno de los cuzcos de Artigas. ¡Qué chasco si se le hubiese antojado llevarse al Jefe de los orientales y Protector de los Pueblos Libres! Pero esa fiera prefiere la raza canina y esto mismo decía Artigas, cuando hemos recordado este suceso en el Paraguay, poco antes de morir y en presencia del General Paz
Eduardo Nocera (QUIÉN ES ARTIGAS - Viajando tras sus pasos)
¿Qué sabe Francisco Villa de revoluciones cuando cruzan el rancho de las Flores hacia las 12 de la noche del día 8 de marzo? Sabe lo que aprendió en seis meses de revuelta maderista y en tres meses de campaña militar contra los colorados, pero eso es acerca de la guerra; ahora sabe también, y esto es más importante, lo que aprendió en años de bandolerismo y en seis largos meses de cárcel, donde todo el que ha leído algo sobre la historia de las revoluciones entiende que se aprende mucho. Sabe que ya llegó la hora de los pobres, que ahora la revuelta tiene enfrente claramente, sin estorbos, a los grandes hacendados y a los militares. Ahora no estará Madero para despojar de contenido social el alzamiento, ni Villa sentirá el yugo de estar encuadrado en el ejército regular. Sabe en negativo: lo que no se hizo, lo que quedó pendiente, el trágico destino de las conciliaciones con el enemigo. Sabe eso y sabe muchas cosas más que aún no sabe que sabe, pero que irán surgiendo lentamente en los próximos meses.
Paco Ignacio Taibo II (Pancho Villa. Una biografía narrativa)
«Y cuando vi su sonrisa, lo supe. Esa era la sonrisa que quería ver siempre al despertar durante el resto de mi vida» — Mario Benedetti
D.D. Gianni (Lo llamaban La Bestia del Rancho)
«Ten en cuenta que el gran amor y los grandes logros implican grandes riesgos» —Dalai Lama
D.D. Gianni (Lo llamaban La Bestia del Rancho)
Mereces todo el amor y todo lo bueno que la vida te ofrezca. La felicidad no es una quimera, es un estado al que debemos aspirar. Yo creo que la felicidad es algo relativo, un estado que tenemos que procurar alcanzar valorando lo bueno que nos rodea y, a pesar de las grandes pérdidas, estoy segura de que tienes muchos motivos para sentirte feliz.
D.D. Gianni (Lo llamaban La Bestia del Rancho)
«Haz las paces con tu pasado para que no te eche a perder el presente» —Regina Brett
D.D. Gianni (Lo llamaban La Bestia del Rancho)
«Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa» —Mahatma Gandhi
D.D. Gianni (Lo llamaban La Bestia del Rancho)
«El amor se compone de una sola alma que habita en dos cuerpos» —Aristóteles
D.D. Gianni (Lo llamaban La Bestia del Rancho)
«El Amor no necesita ser entendido, sólo necesita ser demostrado» —Paulo Coelho
D.D. Gianni (Lo llamaban La Bestia del Rancho)
Vivieron un poco al margen de la farándula mundana pero no se angustiaron por ello. Más tarde, las familias provincianas despertaron de su letargo. Fueron primero las representantes suntuosas de Rosario las que pudieron permitirse el lujo de alternar con las porteñas y rivalizar con ellas en gracia y buen gusto. Eran, además, muy poderosas; el cereal había reemplazado en fuerza efectiva a la ganadería. Y de esta suerte, la esposa o la hija de un fuerte cerealista de Santa Fe lucían en el cuello un collar más valioso y un vestido más regio. Luego, los “fils-a-papa” miraron con ojos tiernos a las ricas herederas y fue así como se fueron enlazando la tradición y el “gringuerío”. El tiempo hizo lo demás; el núcleo fundador de Mar del Plata construyó en La Loma sus residencias, los hoteles se abrieron a las nuevas corrientes y ya no fue necesario averiguar “el pedigree” del cliente para darle alojamiento. Más tarde, ya familiarizados con el medio, también levantaron sus palacios en La Loma los que llegaron después. Entre tanto los grupos fundadores se alejaron hacia los hermosos campos del Golf Club. Hicieron “rancho aparte”, “lejos del mundanal ruido”, y quedaron en calidad de huéspedes de su propia casa. Como una lámpara votiva, el Ocean Club es en plena rambla la única realidad de la antigua opulencia dominante (...) (“Mar del Plata en 1928”, por Juan Carlos Martínez Anchorena, El Hogar, n° 1000) En un capítulo anterior hicimos referencia al fallido plan de urbanización de tierras próximas a Playa Grande, promovido en 1912 por un consorcio formado por Pedro O. Luro, Ernesto
Elisa Pastoriza (Mar del Plata. Un sueño de los argentinos (Spanish Edition))
conseguí un trabajo de camarera en una cafetería. Más tarde también trabajé en la barra de un bar. Y de au pair, profesora particular, bracera en un rancho, cocinera, profesora, vendedora en un mercadillo y dependienta en una librería. Vivía en apartamentos baratos, no tenía coche, y me vestía con ropa de segunda mano. Cogía todos los turnos que podía, ahorraba todo el dinero que ganaba y luego me dedicaba un tiempo a viajar para aprender cosas. Quería conocer gente, oír sus historias.
Laura Vidal Sanz (Libera tu magia: Una vida creativa más allá del miedo)
the many unspoken dicta that ruled life on the rancho, one of the most important was this: if tragedy struck and you escaped unscathed, it was unlucky to call attention to your fortune by talking about it. Even if you emerged with scrapes and bruises, it was simply not prudent to talk about it. You survived, and that was what mattered. Nothing could be gained from lingering on the past.
Isabel Cañas (Vampires of El Norte)
How every day since then, he had felt like a burden to his uncle. An outsider in his own family. This was why he wanted his own rancho, Nena knew: to belong. To never be powerless again.
Isabel Cañas (Vampires of El Norte)
la marmita del rancho y puede estar todo el día junto a la estufa: «por eso» tiene derecho a media ración suplementaria y tiene grandes probabilidades de convertirse en amigo y confidente del Kapo, del que recibe oficialmente la ropa y los zapatos usados.
Primo Levi (Trilogía de Auschwitz)
Comía el mismo rancho que se cocinaba para los mineros y tenía prohibido que circulara licor en la mina. Tampoco lo tenía en mi casa, porque siempre he pensado que la soledad y el aburrimiento terminan por convertir al hombre en alcohólico. Tal vez el recuerdo de mi padre, con el cuello desabotonado, la corbata floja y manchada, los ojos turbios y el aliento pesado, con un vaso en la mano, hicieron de mí un abstemio. No tengo buena cabeza para el trago, me emborracho con facilidad. Descubrí eso a los dieciséis años y nunca lo he olvidado
Isabel Allende
Se habla de progreso al que mora en un rancho paupérrimo. Se habla de cultura al hombre que abandonó la escuela a los nueve años, porque a esa edad ya tenía que trabajar para vivir. Se habla de libertad al peón de las haciendas, cuyo destino casi siempre es el de morir entre las astas de un toro, sin más lauro que el de un brindis de aguardiente.
Hernán Elizondo Arce (Memorias de un pobre diablo)
Así pues, hoy Elizabeth va a darle puñetazos a la masa. Yo estaré partiendo leña. Los perros estarán persiguiendo ardillas en las pilas de madera. Ahí fuera, en Chicago, en Houston, en Tampa, en Filadelfia e incluso en Nueva York, estarán pasando otras cosas. Por encima de nosotros, a nueve mil metros de altitud, habrá masas de aire en movimiento, patrones meteorológicos en evolución; más allá, en la oscuridad, hacia las frías estrellas, estará sucediendo quién sabe qué (cometas, cosas lácteas, tal vez sonidos extraños, órbitas y fuerzas gravitatorias), pero aquí abajo, en el rancho Fix, estaremos partiendo leña y dándole puñetazos al pan. Hay un gallo cacareando en casa de Terlinde, a un kilómetro y medio. Son las diez en punto de la mañana.
Rick Bass (Winter: Notes from Montana)
Cuando el llamado Divo de Juárez estaba en uno de sus mejores momentos lo contrataron para una fiesta de Don Neto. Una muy especial. Eran los tiempos cuando en todas partes sonaba su canción “Querida”, una de las más populares en su historia discográfica. “Querida, cada momento de mi vida, yo pienso en ti más cada día, mira mi soledad…” La fiesta fue en el rancho La Herradura ubicado por la carretera que conduce al Aeropuerto Internacional de Guadalajara, en el pueblo de Atequiza. El invitado de honor de Don Neto era el tristemente célebre colombiano Pablo Escobar. Uno de los acompañantes de Escobar que tenía la confianza para jugarle bromas pesadas se acercó a Juan Gabriel y le ofreció un millón de dólares si le daba un beso al capo colombiano. —No, me va a matar —respondió temeroso el Divo. —No te mata. —No me vas a dar el dinero. —Sí te lo doy. El cantante, seguramente más por intimidación que por dinero, fue y sorpresivamente le plantó un beso en los labios a Escobar. Lira vio la escena con los ojos abiertos como plato, estupefacto. Instantáneamente Escobar sacó su pistola, Don Neto también. El compañero de Escobar se levantó de inmediato y le explicó que era una broma orquestada por él. Don Neto soltó la carcajada, a Escobar no le causó ninguna gracia, pero tuvo que aguantar y también rio para no sentirse más ridículo. Juan Gabriel ya no continuó el show y se esfumó antes de que Escobar cambiara de opinión.
Anabel Hernández (Emma y las otras señoras del narco (Spanish Edition))
No conocí el rancho Neverland de Michael Jackson en Estados Unidos, pero creo que Nápoles tenía poco que envidiarle, pues allí todo era aventura, desde que uno llegaba hasta que se iba.
Juan Pablo Escobar (Pablo Escobar, mi padre (Edición española): Radiografía íntima del narco más famoso de todos los tiempos (HUELLAS) (Spanish Edition))
El dominio sobre la economía local y sus rentas es efectivo también. A semejanza de lo que hace con los alcaldes, Servando Gómez, La Tuta, puede convocar a una asamblea de productores de aguacate, limón o ganado, para fijarles las cuotas que van a pagar por sus huertos y ranchos. Más tarde, La Familia tendrá el control directo de los huertos
Héctor Aguilar Camín (Nocturno de la democracia mexicana: Ensayos de la transición (Spanish Edition))
Forma. ¿Qué forma adoptará la empresa, desde el logo hasta el código de indumentaria, la arquitectura o los productos? ¿Es atrevida, aventurera, tranquila, austera, cómoda o potente? ¿Necesita bordes suaves y redondeados o ángulos puntiagudos? ¿O no hay bordes ni puntas en absoluto? ¿Puede imaginar qué forma habría de adoptar una empresa cómoda? ¿Recuerda el rancho de paredes amarillas, con el pequeño grupo de pavos blancos y la vagoneta roja? ¿Era cómodo o atrevido? ¿Puede imaginar el día de Acción de Gracias allí? La familia alrededor de la mesa; la abuela con las gafas de montura metálica; el abuelo sonriendo al nieto más pequeño, sentado en la trona y tirando la comida por la mesa; todo el mundo charla sobre el pasado, el presente y el futuro; la comida fluye sin cesar. ¿Cómodo? ¿Austero? ¿Tranquilo? ¿Potente? Cuando sepa qué quiere comunicar con su empresa, la forma se le revelará casi inmediatamente.
Michael E. Gerber (La empresa E-Myth: Cómo convertir una gran idea en un negocio próspero)
En 1943 se filman 70 películas. Los temas son inmutables: la oposición rancho/capital; la abnegación de quien nos dio el ser; el romance dosificado con canciones y chistes; las consecuencias del pecado; la recompensa a la virtud.
Daniel Cosío Villegas (Historia general de México. Version 2000 (Spanish Edition))
Las misiones católicas españolas tenían un claro papel “civilizador”. Las pretensiones de los misioneros de cristianizar al indio eran evidentes. Pero para ellos y para la mayoría de los súbditos de su majestad católica evangelizar era lo mismo que civilizar. Así, los indios de las misiones debían vivir de forma cristiana y “civilizada”. Debían asemejarse a los campesinos europeos de los siglos XVII y XVIII. A los indios de las misiones se les enseñó a utilizar animales existentes en Europa. Se les obligó a cultivar también productos europeos como trigo, almendros, naranjos, limoneros y vides que empezaron a crecer en suelo norteamericano. Pero, además, era preciso que vivieran “racionalmente, reducidos a la obediencia de su majestad, y en modo cristiano y político que es lo que se pretende por ahora”, escribía Antonio Ladrón de Guevara en el siglo XVIII. Esta identificación de lo cristiano, con “lo civilizado”, y “lo político” es lo que hizo que las misiones españolas, desde siempre, estuvieran vinculadas con la conquista y posterior explotación de las tierras y gentes americanas y que recibieran el apoyo militar y material de la Corona. Además de las misiones, la otra institución propia de la frontera española fue el presidio. Desde el inicio de la colonización de la Nueva España, en las zonas de amplia presencia indígena, los españoles levantaron fortalezas para albergar a las guarniciones militares y a sus familias. Los presidiales estaban mal pagados y mal abastecidos. Debían proteger los caminos y también las villas, las misiones y los ranchos de
Carmen de la Guardia Herrero (Historia de Estados Unidos)
UN RANCHO Y UN LUCERO Un día —primero Dios!— has de quererme un poquito. Yo levantaré el ranchito en que vivamos los dos. ¿Qué más pedir? Con tu amor, mi rancho, un árbol, un perro, y enfrente el cielo y el cerro y el cafetalito en flor... Y entre aroma de saúcos, un zenzontle que cantara y una poza que copiara pajaritos y bejucos. Lo que los pobres queremos, lo que los pobres amamos, eso que tanto adoramos porque es lo que no tenemos... Con sólo eso, vida mía; con sólo eso: con mi verso, con tu beso, lo demás nos sobraría... Porque no hay nada mejor que un monte, un rancho, un lucero, cuando se tiene un “te quiero” y huele a sendas en flor...
Alfredo Espino (Jicaras Tristes)