El Principe Quotes

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Fue al final de aquel viaje cuando me di cuenta de que el principal problema de buscar la verdad es encontrarla y no saber que hacer con ella
Eloy Moreno (Tierra)
El principal inconveniente de intentar volverse más estúpido de lo que realmente se es, es que muy a menudo se consigue
C.S. Lewis (El sobrino del mago (Las Crónicas de Narnia #1))
Cuando sientan que la oscuridad los está consumiendo, siempre hay que buscar un poco de luz
Claudia Ramírez Lomelí (El príncipe del sol (El príncipe del sol, #1))
Tal vez el principal obstáculo que nos impide comprender la muerte es que nuestro inconsciente es incapaz de aceptar que nuestra existencia deba terminar.
Elisabeth Kübler-Ross (The Wheel of Life: A Memoir of Living and Dying (An Inspiring Autobiography))
Principal diferencia entre hombres y mujeres: las mujeres son productivas y los hombres viven de los sueños.
Lena Valenti (El libro de Gabriel (Saga Vanir #4))
Cuando el Estado se hace dueño de la principal riqueza de un país, corresponde preguntarse quién es el dueño del Estado.
Eduardo Galeano (Las venas abiertas de América Latina (La creación literaria))
¿Quiénes seriamos? No el principe encantado y a bella durmiente.[...] Seguramente seriamos el extraño dragón y la loca hada.
Kendare Blake
«El principal problema de la humanidad es que tenemos emociones paleolíticas, instituciones medievales y tecnología de dioses» — E.O. Wilson
Marcos Vázquez García (Fitness revolucionario. Lecciones ancestrales para una salud salvaje (Libros singulares) (Spanish Edition))
Tesoro, sai come si dice: bisogna baciare molti rospi prima di trovare il principe.
E.L. James (Fifty Shades of Grey (Fifty Shades, #1))
Se debe buscar el medio justo entre la brusquedad del superior y la simpatía del igual.
Nicolás Maquiavelo (El Principe)
Tal vez la Tierra de las Hadas es un lugar donde un lunático puede hacerse el tonto y parecer un profeta.
Holly Black (The Queen of Nothing (The Folk of the Air, #3))
Debo mantener vivo en mí mismo el deseo de mi verdadero país, que no encontraré hasta después de mi muerte; jamás debo dejar que se oculte o se haga a un lado; debo hacer que el principal objetivo de mi vida sea seguir el rumbo que me lleve a ese país y ayudar a los demás a hacer lo mismo.»
C.S. Lewis (Mero Cristianismo (Spanish Edition))
El análisis de los tejidos en descomposición de los cadáveres de hipopótamo revela cuál es el secreto del perfecto ramo de flores: el DDT y la dieldrina —esta última cuarenta veces más peligrosa—, dos pesticidas prohibidos en los países cuyos mercados han hecho de Kenia el principal exportador de rosas del mundo. Mucho después de que los humanos, e incluso los animales y las rosas, hayan desaparecido, probablemente la dieldrina, una ingeniosamente estable molécula manufacturada, seguirá estando presente.
Alan Weisman (El mundo sin nosotros (Spanish Edition))
Vea: "La mayor parte de los hombres no quieren nadar antes de saber." ¿No es esto espiritual? ¡No quieren nadar, naturalmente! Han nacido para la tierra, no, para el agua. Y, naturalmente, no quieren pensar: como que han sido creados para la vida. ¡No para pensar! Claro, y el que piensa, el que hace del pensar lo principal, ese podrá acaso llegar muy lejos en esto; pero ese precisamente ha confundido la tierra con el agua, y un día u otro se ahogará.
Hermann Hesse (Steppenwolf)
Nos hemos pasado demasiado tiempo arrepintiéndonos de ser mujeres —decía— y tratando de demostrar que no lo somos, como si serlo no fuera nuestra principal fuerza, pero no más: vamos a tomar cada estereotipo femenino y llevarlo hasta las últimas consecuencias.
Gioconda Belli (El país de las mujeres)
William Rackham es lo que podríamos llamar un cristiano ateo supersticioso; es decir, cree en un Dios que si bien puede que ya no sea responsable de que salga el sol, de salvar a la reina o de proveer del pan de cada día, sigue siendo el principal sospechoso cuando algo va mal.
Michel Faber (The Crimson Petal and the White)
Reconozco el terror como la principal emoción, así que trato de aterrorizar al lector. Pero si me parece que no puedo aterrorizarle, voy a intentar horrorizarle, y si veo que no puedo horrorizarle, intentaré asquearle. Yo no soy orgulloso.
Stephen King
[Los alumnos de Almafitano aprendieron...] Que la principal enseñanza de la literatura era la valentía, una valentía rara, como un pozo de piedra en medio de un paisaje lacustre, una valentía semejante a un torbellino y a un espejo. Que no era más cómodo leer que escribir. Que leyendo se aprendía a dudar y a recordar. Que la memoria era el amor.
Roberto Bolaño (Los sinsabores del verdadero policía)
La principal característica del remordimiento es que no tiene remedio: que ha pasado el tiempo de las disculpas o enmiendas
Julian Barnes (The Sense of an Ending)
a veces, lo que parece virtud es causa de ruina, y lo que parece vicio solo acaba por traer el bienestar y la seguridad.
Niccolò Machiavelli (El Principe (Spanish Edition))
¿Por qué tenemos que amar donde cae el relámpago y no donde nosotros elegimos?... Pero me alegro que seas tú, pequeño principe. Me alegro que seas tú.
Theodore Sturgeon (E Pluribus Unicorn)
El principal inconveniente de intentar volverse más estúpido de lo que realmente se es, es que muy a menudo se consigue.
C.S. Lewis (Troldmandens nevø (Narnia #1))
Y ese era, en mi caso, el principal problema: que estaba enamorado de quien no debía, de la última persona que debería amar de esa manera.
Arianne Martín (Mil motivos para no estar juntos)
Quelli li quali per vie virtuose, simili a costoro, diventono principi, acquistono el principato con difficultà, ma con facilità lo tengano;
Niccolò Machiavelli (Il Principe (Italian Edition))
El principal inconveniente de esta actitud es que este tipo de persona quiere que todo suceda tal como lo previó, pues son muchas sus expectativas con respecto al futuro.
Lise Bourbeau (Las 5 heridas que impiden ser uno mismo)
En una ocasión le dije a un editor que cuando escribes un libro debes conseguir que el lector se enamore del personaje principal, que odie a su enemigo de la misma forma que él lo hace, y que llore cuando muere quién no lo merece. Lo que olvidé decirle entonces, debido a mis escasos años e inocencia, fue que el amor es y será siempre el tema por excelencia en una novela, y si lo unes a la venganza, la muerte, y el pasado, puedes crear una bomba de relojería a punto de explotar.
Silvia Ibáñez Cambra (El Cementerio de los Reflejos)
El principal problema es que la mayoría de los comentaristas están acostumbrados a considerar a las escuelas espirituales como “sistemas”, más o menos similares, y que dependen del dogma y el ritual: en especial de la repetición y la aplicación de presiones continuas y uniformes sobre sus seguidores. El camino sufi, excepto en formas degeneradas que no deben clasificarse como súficas, difiere totalmente de eso.
Idries Shah
Texto extraído de una columna del Diario LA NACIÓN (Argentina): ..."La tecnología avanza, entrometiéndose en todo -dice el escritor rosarino Gonzalo Guma-. Ya casi nada parece imposible ni nos asombra. Sólo es una cuestión de tiempo. La humanidad comienza a sentir que tiene en sus manos una herramienta tan poderosa como para jugar a ser Dios, con algún tipo de éxito. Sin embargo, una y otra vez, esta borrachera de omnipotencia se esfuma ante la misma irrefutable cuestión: la ciencia aún no ha podido responder a ninguno de los interrogantes ancestrales más básicos de nuestra existencia. Es el principal motivo por el cual un cielo estrellado nos inspira tanto a los escritores. Porque desde nuestra insignificancia, escudriñamos embelesados el misterioso firmamento, intentando descubrir ese guiño salvador que le dé algún sentido a nuestras vidas." Guma es autor de varias novelas de ciencia ficción: Índigo, Mentes en juego y Equinoccio, susurros del destino. A su modo, ensaya respuestas."... Para buscar el texto completo pueden dirigirse a la página web del Diario La Nación.
Gonzalo Guma
REGLAMENTO OFICIAL DEL CLUB DE LOS CORAZONES SOLITARIOS, DE PENNY LANE. El presente documento expone las normas para las socias del Club de los Corazones Solitarios. Todas las socias deberán aprobar los términos de este reglamento pues, de lo contrario, su afiliación quedará anulada automáticamente. 1. Las socias están en su derecho de salir con chicos si bien nunca, jamás, olvidarán que sus amigas son lo primero y principal. 2. A las socias no se les permite salir con cretinos, manipuladores, mentirosos, escoria en general o, básicamente, con cualquiera que no las trate como es debido. 3. Se exige a las socias que asistan a todas las reuniones de los sábados por la noche. Ninguna socia excusará su presencia en la fecha señalada para las reuniones con objeto de citarse con un chico. Se mantienen como excepción las emergencias familiares y los días de pelo en mal estado, exclusivamente. 4. Las socias asistirán juntas, como grupo, a todos los eventos destinados a parejas incluyendo (pero no limitándose a) la fiesta de antiguos alumnos, el baile de fin de curso, celebraciones varias y otros acontecimientos. Las socias podrán llevar a un chico como acompañante, pero el mencionado varón asistirá al evento bajo su propio riesgo. 5. Las socias deben apoyar siempre y en primer lugar a sus amigas, a pesar de las elecciones que éstas puedan hacer. 6. Y sobre todo, bajo ninguna circunstancia, las socias utilizarán en contra de una compañera los comentarios realizados en el seno del club. Todas sabéis a qué me refiero. La violación de las normas conlleva la inhabilitación como socia, la humillación pública, los rumores crueles y la posible decapitación.
Elizabeth Eulberg
Muchos hombres y mujeres, hoy en día sólo buscan relaciones pasajeras, donde lo principal no es el amor, sino algún interés propio, particular, deseos de sexo, pasarla bien, dinero, o simplemente, ver qué pasa, pero no necesariamente algo serio.
Ramon Torres (El amor, así de simple, y así de complicado)
No puedo creer que nuestro sistema industrial sea el mejor modo por el que podamos vestirnos. La condición de los obreros se parece cada día más a la de los ingleses y no hay que sorprenderse, ya que, por lo que he oído y observado, el objetivo principal no es que la humanidad esté bien y honestamente vestida, sino, indudablemente, que las corporaciones se enriquezcan.
Henry David Thoreau (Walden)
Ponerse en los “zapatos del otro” Ponerse en los “zapatos del otro”, es un buen sistema para poder leer la mente. A menudo nos cruzamos con personas que no entendemos, y que no podemos llegar a comprender la coherencia de sus palabras, actos y reacciones. ¿No les pasó?… Seguramente pensaron en estos casos: ¡qué ganas de poder leerle la mente para entender por qué actúa de esta forma!!!… Creo que la principal razón por la cual no llegamos a comprender del todo en estos casos, es que tratamos de hacerlo utilizando nuestros propios esquemas mentales; en otras palabras, tratamos de entender a esta persona de acuerdo a nuestra forma de pensar, sentir, actuar y -en definitiva- vivir… Y ese es un error, si es que queremos entender realmente qué le está pasando por su cabeza. Si bien hay esquemas mentales similares y que se repinten, cada ser humano es diferente a otro. Sus vivencias, experiencias, familia, educación, valores, todo, absolutamente todo, influye en cómo actúa alguien, en incluso -a veces- hasta casi lo determina. Probemos entonces ponernos realmente en sus zapatos. Analicen, averigüen, piensen y observen… Traten de colocarse en su pellejo. Esto no significa qué harían ustedes en su lugar (si bien este es también un parámetro valido, a veces confunde en estos casos), sino, tratar de entender cómo funciona su mente, quién es y de dónde viene, cómo es su personalidad, cómo actúo anteriormente en casos similares, qué necesidades tiene, cuáles son sus objetivos, inquietudes e intereses, tiene condicionantes externos que lo están afectando, etc., etc., etc… Sé que suena algo de Perogrullo y sabido, pero les aseguro que un una herramienta ¡I M P R E S I O N A N T E M E N T E PODEROSA! Al fin y al cabo, los mayores secretos para lograr algo con éxito generalmente son sonsos y de conocimiento público, lo difícil es tener la conciencia real de lo importante que son y saber aplicarlos adecuadamente. La importancia de “ponerse en los zapatos del otro” se estudia en el Mundo, hay ejercicios bien concretos que demuestran su potencialidad. De hecho, yo tuve real dimensión de todo esto, con ejercicios que hice en Harvard cuando estudié Negociación. Uno, cuando logra comprender verdaderamente a alguien, se le abre un mundo nuevo de posibilidades respecto de esta persona. Es una herramienta con una potencialidad impresionante, así que úsenla con cuidado y prudencia… ¡Pruebelo y me cuentan! Espero respuestas… Gonzalo GUMA
Gonzalo Guma (Índigo Mentes en Juego)
James tenía muy claro que debía acostumbrarse a ciertas actividades habituales de las que Kelsey disfrutaba, pero esperaba a cambio que ella también intentara valorar su modo de vida. Así pues, el siguiente deseo de James consistía en acudir al centro comercial y hacerle sombra a la película Pretty Woman con Kelsey de protagonista principal. —James, de verdad, no necesito comprarme ropa. —Te aseguro que lo que acabas de decir es una mentira como una catedral. —La miró de arriba abajo descaradamente—. ¡Algún día tendrás que venir a Londres y visitar mi hogar! —¿Y…? —Pues que no podrás ir vestida como una liberal cualquiera. —Suspiró—. No te estoy pidiendo que cambies tu forma de vestir, te pido que amplíes tu armario y no te cierres ante nuevos horizontes —matizó, haciendo un gran esfuerzo por contenerse y no gritarle de golpe que sencillamente cuando fuese a Londres debería seguir un protocolo y tirar todos los trapos que solía llevar.
Silvia Hervás
El problema principal de los fantasmas es que la mayoría han perdido sus voces. En los campos de Asfódelos, millones de fantasmas deambulan sin rumbo tratando de recordar quiénes eran. ¿Sabes por qué acaban así? Porque en vida nunca se posicionaron. Nunca dijeron lo que pensaban, así que nadie los oyó. Tu voz es tu identidad. Si no la usas -dijo encogiéndose de hombros-, ya estás a medio camino de los Campos de Asfódelos.
Rick Riordan (The Blood of Olympus (The Heroes of Olympus, #5))
SEGISMUNDO: ¡Ay mísero de mí, y ay infelice! Apurar, cielos, pretendo, ya que me tratáis así, qué delito cometí contra vosotros naciendo. Aunque si nací, ya entiendo qué delito he cometido; bastante causa ha tenido vuestra justicia y rigor, pues el delito mayor del hombre es haber nacido. Sólo quisiera saber para apurar mis desvelos -dejando a una parte, cielos, el delito del nacer-, ¿qué más os pude ofender, para castigarme más? ¿No nacieron los demás? Pues si los demás nacieron, ¿qué privilegios tuvieron que no yo gocé jamás? Nace el ave, y con las galas que le dan belleza suma, apenas es flor de pluma, o ramillete con alas, cuando las etéreas salas corta con velocidad, negándose a la piedad del nido que dejan en calma; ¿y teniendo yo más alma, tengo menos libertad? Nace el bruto, y con la piel que dibujan manchas bellas, apenas signo es de estrellas -gracias al docto pincel-, cuando, atrevido y cruel, la humana necesidad le enseña a tener crueldad, monstruo de su laberinto; ¿y yo, con mejor instinto, tengo menos libertad? Nace el pez, que no respira, aborto de ovas y lamas, y apenas bajel de escamas sobre las ondas se mira, cuando a todas partes gira, midiendo la inmensidad de tanta capacidad como le da el centro frío; ¿y yo, con más albedrío, tengo menos libertad? Nace el arroyo, culebra que entre flores se desata, y apenas sierpe de plata, entre las flores se quiebra, cuando músico celebra de las flores la piedad que le dan la majestad del campo abierto a su huída; ¿y teniendo yo más vida, tengo menos libertad? En llegando a esta pasión, un volcán, un Etna hecho, quisiera sacar del pecho pedazos del corazón. ¿Qué ley, justicia o razón negar a los hombres sabe privilegios tan süave excepción tan principal, que Dios le ha dado a un cristal, a un pez, a un bruto y a un ave?
Pedro Calderón de la Barca (La vida es sueño)
La vida de un hombre se divide básicamente en tres períodos. En el primero, uno ni siguiera piensa que envejecerá, ni que el tiempo pasa ni que, desde el primer día, cuando nacemos, caminamos hacia un único fin. Pasada la primera juventud, empieza el segundo período, en el que uno se da cuenta de la fragilidad de la propia vida y lo que en un principio es una simple inquietud va creciendo en el interior como un mar de dudas e incertidumbres que te acompañan durante el resto de tus días. Por último, al final de la vida se abre el tercer período, el de la aceptación de la realidad y, consecuentemente, la resignación y la espera. A lo largo de mi existencia he conocido a muchas personas que se quedaron ancladas en alguno de esos estadios y nunca lograron superarlos. Es algo terrible.
Carlos Ruiz Zafón (El príncipe de la niebla (Niebla, #1))
Lo bello vacila a la hora de manifestarse. La distracción lo protege de un contacto directo. La distracción es esencial para lo erótico. La pornografía no conoce la distracción. Va directamente al asunto. La distracción convierte la pornografía en una fotografía erótica. (...) El fotógrafo desvía de propio la mirada del asunto. Convierte lo secundario en lo principal, o subordina essto bajo aquello. También lo bello tiene lugar al lado de lo principal, en lo secundario. Lo principal nunca es bello.
Byung-Chul Han (La salvación de lo bello)
El fin, pues, mayor y principal de los hombres que se unen en comunidades políticas y se ponen bajo el gobierno de ellas, es la preservación de su propiedad;
John Locke (Ensayo sobre el gobierno civil)
Abans que fos aquest personatge secundari en el drama de la meva vida, […] era el personatge principal del drama de la seva vida.
John Green (Paper Towns)
Las tropas auxiliares, otras de las tropas inútiles de que he hablado, son aquellas que se piden a un príncipe poderoso para que nos socorra y defienda, tal
Niccolò Machiavelli (El Principe)
Digo, pues, que las tropas con que un príncipe defiende sus Estados son propias, mercenarias, auxiliares o mixtas. Las mercenarias y auxiliares son inútiles y peligrosas; y
Niccolò Machiavelli (El Principe)
los cimientos indispensables a todos los Estados, nuevos, antiguos o mixtos, son las buenas leyes y las buenas tropas; y
Niccolò Machiavelli (El Principe)
En nuestros tiempos sólo hemos visto hacer grandes cosas a los hombres considerados tacaños; los demás siempre han fracasado.
Niccolò Machiavelli (El Principe)
Estas tropas pueden ser útiles y buenas para sus amos, pero para quien las llama son casi siempre funestas; pues
Niccolò Machiavelli (El Principe)
Pero un príncipe sabio evitará siempre valerse de unas y de otras y recurrirá a sus propias armas, prefiriendo perder con ellas a ganar con las ajenas.
Niccolò Machiavelli (El Principe)
La razón y la experiencia nos enseñan que el hombre que se halla armado no obedece con gusto al que está desarmado,
Niccolò Machiavelli (El Principe)
un príncipe que a toda costa quiere ser bueno, cuando de hecho está rodeado de gentes que no lo son no puede menos que caminar hacia un desastre.
Niccolò Machiavelli (El Principe)
Los hombres se atreven más a ofender al que se hace amar, que al que se hace temer,
Niccolò Machiavelli (El Principe)
los hombres olvidan más pronto la muerte de su padre que la pérdida de su patrimonio.
Niccolò Machiavelli (El Principe)
La primera causa que haría a un príncipe perder el suyo, sería abandonar el arte de la guerra, como la causa que hace adquirir un reino al que no lo tenía,
Niccolò Machiavelli (El Principe)
el que engaña con arte halla siempre gente que se deje engañar.
Niccolò Machiavelli (El Principe)
el espía del Inca debe ser como el riachuelo que, en su confluencia con el río principal,
Rafael Dumett (El Espía del Inca (Spanish Edition))
Y los hombres tienen menos cuidado en ofender a uno que se haga amar que a uno que se haga temer;
Niccolò Machiavelli (El Principe (Spanish Edition))
difícilmente se conspira contra el que goza de mucha estimación.
Niccolò Machiavelli (El Principe)
El empeño principal del diablo es hacer que el hombre piense sólo en las cosas de la tierra.
Gabriele Amorth (Más fuertes que el mal: El demonio: reconocerlo, vencerlo y evitarlo (Testigos nº 46) (Spanish Edition))
Concluderò solo che a uno principe è necessario avere el populo amico: altrimenti non ha, nelle avversità, remedio.
Niccolò Machiavelli (Il Principe (Italian Edition))
(es defecto común de los hombres no preocuparse por la tempestad durante la bonanza),
Niccolò Machiavelli (El Principe)
Cea mai mare placere nu este sexul, e pasiunea cu care e practicata. Cand aceasta actiune e intensa, sexul intervine ca sa desavarseasca dansul, dar el nu e niciodata punctul principal.
Paulo Coelho (Eleven Minutes)
E chi crede che ne’ personaggi grandi e’ benefizii nuovi faccino dimenticare le iniurie vecchie, s’inganna. Errò, adunque, el duca in questa elezione; e fu cagione dell’ultima ruina sua.
Niccolò Machiavelli (Il Principe (Italian Edition))
Todo el mundo ve lo que parecéis, pocos conocen a fondo lo que sois, y este pequeño numero no se atreverá a levantarse contra la mayoría, sostenida, además, por la majestad del poder soberano.
Niccolò Machiavelli (El Principe (Spanish Edition))
¿Y qué fue lo que aprendieron los alumnos de Amalfitano? Aprendieron a recitar en voz alta. Memorizaron los dos o tres poemas que más amaban para recordarlos y recitarlos en los momentos oportunos: funerales, bodas, soledades. Comprendieron que un libro era un laberinto y un desierto. Que lo más importante del mundo era leer y viajar, tal vez la misma cosa, sin detenerse nunca. Que al cabo de las lecturas los escritores salían del alma de las piedras, que era donde vivían después de muertos, y se instalaban en el alma de los lectores como en una prisión mullida, pero que después esa prisión se ensanchaba o explotaba. Que todo sistema de escritura es una traición. Que la poesía verdadera vive entre el abismo y la desdicha y que cerca de su casa pasa el camino real de los actos gratuitos, de la elegancia de los ojos y de la suerte de Marcabrú. Que la principal enseñanza de la literatura era la valentía, una valentía rara, como un pozo de piedra en medio de un paisaje lacustre, una valentía semejante a un torbellino y a un espejo. Que no era más cómodo leer que escribir. Que leyendo se aprendía a dudar y a recordar. Que la memoria era el amor.
Roberto Bolaño
Francisco Sforza tuvo siempre por adversario a los Bracceschi, y se vigilaron mutuamente; al fin, Francisco volvió sus miras hacia la Lombardía, y Braccio hacia la Iglesia y el reino de Nápoles.
Niccolò Machiavelli (El Principe)
En la antigua Roma, dice la Hermana Justiciera, en el Coliseo, el "editor" era el hombre que organizaba los deportes sangrientos que eran la forma principal de mantener a la gente pacificada y unida. De ahí es de donde viene realmente la palabra "editor". Hoy día, nuestro editor planea el menú de asesinatos, violaciones, incendios provocados y asaltos que hay en la portada del periódico del día.
Chuck Palahniuk (Haunted)
Besos Hay besos que pronuncian por sí solos la sentencia de amor condenatoria, hay besos que se dan con la mirada hay besos que se dan con la memoria. Hay besos silenciosos, besos nobles hay besos enigmáticos, sinceros hay besos que se dan sólo las almas hay besos por prohibidos, verdaderos. Hay besos que calcinan y que hieren, hay besos que arrebatan los sentidos, hay besos misteriosos que han dejado mil sueños errantes y perdidos. Hay besos problemáticos que encierran una clave que nadie ha descifrado, hay besos que engendran la tragedia cuantas rosas en broche han deshojado. Hay besos perfumados, besos tibios que palpitan en íntimos anhelos, hay besos que en los labios dejan huellas como un campo de sol entre dos hielos. Hay besos que parecen azucenas por sublimes, ingenuos y por puros, hay besos traicioneros y cobardes, hay besos maldecidos y perjuros. Judas besa a Jesús y deja impresa en su rostro de Dios, la felonía, mientras la Magdalena con sus besos fortifica piadosa su agonía. Desde entonces en los besos palpita el amor, la traición y los dolores, en las bodas humanas se parecen a la brisa que juega con las flores. Hay besos que producen desvaríos de amorosa pasión ardiente y loca, tú los conoces bien son besos míos inventados por mí, para tu boca. Besos de llama que en rastro impreso llevan los surcos de un amor vedado, besos de tempestad, salvajes besos que solo nuestros labios han probado. ¿Te acuerdas del primero...? Indefinible; cubrió tu faz de cárdenos sonrojos y en los espasmos de emoción terrible, llenáronse de lágrimas tus ojos. ¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso te vi celoso imaginando agravios, te suspendí en mis brazos... vibró un beso, y qué viste después...? Sangre en mis labios. Yo te enseñé a besar: los besos fríos son de impasible corazón de roca, yo te enseñé a besar con besos míos inventados por mí, para tu boca. Este maravilloso poema de Gabriela Mistral, nos describe de una manera muy simple y sentida, una de las grandes expresiones de amor o quizas las principal. Me he tomado el trabajo de narrarlo, asumiendo el riesgo de no ser capaz de transmitir la verdadera intensidad o altura que tienen las palabras de esta destacada artista de las letras. Lucila de María Godoy Alcayaga, conocida como Gabriela Mistral. Nacida en Vicuña, Chile el 7 de abril de 1889 y fallecida Nueva York, el 10 de enero de 1957, Poetisa, diplomática, y pedagoga. Gabriela Mistral, una de las principales figuras de la literatura chilena y latinoamericana, fue la primera persona de América Latina en ganar el Premio Nobel de Literatura,2 que recibió en 1945.
Gabriela Mistral
La labor más importante del ser humano es buscar la moralidad en sus actos. Es de lo que depende nuestro equilibrio interno, y nuestra propia existencia. La moralidad en nuestros actos es lo único que puede conferir belleza y dignidad a la vida. Quizá la principal tarea de la educación sea convertirlo en una fuerza vital, e inscribirlo claramente en las conciencias. Hay que evitar que los cimientos de la moral dependan de algún mito o estén ligados a alguna autoridad, debido al riesgo de que las dudas sobre el mito o sobre la legitimidad de la autoridad pongan en peligro los cimientos del buen juicio y de la acción correcta.
Albert Einstein
El príncipe que, con sus ejércitos, va a efectuar saqueos y a llenarse de botín, y a apoderarse de los caudales de los vencidos, está obligado a ser pródigo con sus soldados, que no le seguirían sin ese estímulo.
Niccolò Machiavelli (El Principe)
Cuando la luna me ciega con su fulgor eterno, tu luz tenue apacigua mi espíritu. Que no seas eterno inspira más poemas en mi piel que las mil historias que relato, puesto que al saber que prescindo de tu amor, le atesoro más que las más valiosas joyas. Nada en mi constante existencia ha significado más que tú, mi maravilloso compañero. Ningún extremo más que el ardor de tu mirada, suaviza el fruncir de mi ceño. Eres implacable certeza, exquisita quietud, divina fuente de paz. Eres todo y calmas a la nada que desea disiparme con impasividad. Mi deseo, mi lucero, mi luna extrañamente cercana a mi planeta. Te veo soñar y anhelo ser el rostro que se entremeta en tus convalecientes quimeras, para en un rato abrir esas ventanas fulgurosas de alma transparente y desear... desear que jamás nos separe un suspiro más, porque años han sido nuestros verdugos infinitos. Quien merece amor como el nuestro lo obtiene, mi dulce espíritu ambivalente. Quien desea de corazón meterse en los labios de una musa errante, obtiene lo que has tenido, un sabor de mil sabores que no se comparte. Una boca de mil bocas que cuentan historias de mil historias, pero cuya principal promesa eres tú, mi exquisito ángel caído del paraíso. Y si adorarte se vuelve mi mayor testigo, culpable del crimen soy al que me han sometido, puesto que en mi vida, mayor serenidad que en ti no hay, ni mayor anhelo que busque mi psique desazonada y sazonada por tu bello rostro. Todo y nada vale la pena de entremeterme entre tus labios. Todo y nada, mi dulce ángel de sueños entrelazados.
Mariela Villegas Rivero (Mujer de Fuego)
La función principal del sistema inmunitario es administrar nuestras relaciones con los microbios residentes en nosotros. Se trata más de mantener el equilibrio y llevar a cabo una buena gestión que de la defensa y la destrucción.
Ed Yong (Yo contengo multitudes: Los microbios que nos habitan y una mayor visión de la vida)
Por ello, todo príncipe prudente ha desechado estas tropas y se ha refugiado en las propias, y ha preferido perder con las suyas a vencer con las otras, considerando que no es victoria verdadera la que se obtiene con armas ajenas.
Niccolò Machiavelli (El Principe)
La Lo­te­ría, con su re­par­to se­ma­nal de enor­mes pre­mios, era el único acon­te­ci­mien­to pú­bli­co al que los pro­les pres­ta­ban ver­da­de­ra aten­ción. Era pro­ba­ble que hu­bie­se mi­llo­nes de pro­les para quie­nes la Lo­te­ría fuese la razón prin­ci­pal, si no la única, para se­guir con vida. Era su de­lei­te, su lo­cu­ra, su anal­gé­si­co, su es­ti­mu­lan­te in­te­lec­tual. En lo que se re­fe­ría a la Lo­te­ría, hasta quie­nes ape­nas sa­bían leer y es­cri­bir eran ca­pa­ces de lle­var a cabo in­trin­ca­dos cálcu­los y sor­pren­den­tes lo­gros me­mo­rís­ti­cos. Había toda una tribu de in­di­vi­duos que se ga­na­ban la vida ven­dien­do sis­te­mas, pre­dic­cio­nes y amu­le­tos de la suer­te. Wins­ton no tenía nada que ver con la Lo­te­ría, que se ges­tio­na­ba desde el Mi­nis­te­rio de la Abun­dan­cia, pero sabía (como cual­quier otro miem­bro del Par­ti­do) que los pre­mios eran casi todos ima­gi­na­rios. Solo se pa­ga­ban pe­que­ñas sumas y los ga­na­do­res de los pre­mios gor­dos en reali­dad no exis­tían. En au­sen­cia de ver­da­de­ra co­mu­ni­ca­ción entre una parte de Ocea­nía y otra, no re­sul­ta­ba di­fí­cil ama­ñar­lo.
George Orwell (1984)
Por ello, todo príncipe prudente ha desechado estas tropas y se ha refugiado en las propias, y ha preferido perder con las suyas a vencer con las otras, considerando que no es victoria verdadera la que se obtiene con armas ajenas. No
Niccolò Machiavelli (El Principe)
Mijail me agarra del pelo, y es tal el dolor que me saltan las lágrimas. Me arrastra por el pasillo mientras yo trato en vano de aferrarme a algo, lo que sea. Llegamos a una puerta la abre, y justo antes de empujarme dentro, reparo en el letrero: es el baño turco. Tropiezo por entre la oscuridad y el calor, y caigo de rodillas y manos contra un suelo de baldosas blancas y verdes. El vapor del baño todavía empaña el aire, y siento como si me hubieran arrojado a una nube de niebla. No puedo ver, no puedo respirar. La luz principal proviene del pasillo, y el cuerpo de Mijail se recorta contra ella cuando entra y cierra la puerta tras sí. Espero que me pegue, o me viole, o me mate. No espero el lobo.
Claudia Gray (Fateful)
Su principal deber es procurar su propia conservación, sus principales cuidados son los que se debe a sí mismo; y después que adquiere uso de razón, siendo él sólo el juez de los medios propios para conservarse, llega a ser por este motivo su propio dueño.
Jean-Jacques Rousseau (The Social Contract)
The difference was principally in the invisible places toward which their respective hearts were turned. They dreamed of Cairo with its autonomous government, its army, its newspapers and its cinema, while he, facing in the same direction, dreamed just a little beyond Cairo, across the Bhar El Hamar to Mecca. They thought in terms of grievances, censorship, petitions and reforms; he, like any good Moslem who knows only the tenets of his religion, in terms of destiny and divine justice. If the word 'independence' was uttered, they saw platoons of Moslem soldiers marching through streets were all the signs were written in Arabic script, they saw factories and power plants rising from the fields; he saw skies of flame, the wings of avenging angels, and total destruction.
Paul Bowles (The Spider's House)
El agotamiento histórico del peronismo tiene su principal expresión en la aguda descomposición de la burocracia sindical. Esta, en el pasado, se valía del prestigio del peronismo para disimular la usurpación que ejercía de las organizaciones obreras en su propio beneficio. Ahora, en cambio, al no contar con ese recurso político queda expuesto que su dominio de los sindicatos se basa en el respaldo que le dan las patronales, el gobierno y las patotas con las que atacan a las fuerzas combativas y clasistas. La burocracia sindical es una casta completamente conciente de que sus intereses chocan con la masa obrera.
Anonymous
Cuentan que hace um siglo el dictador Mariano Melgarejo obligó al embajador de Inglaterra a beber un barril entero de chocolate, en castigo por haber despreciado un vaso de chincha. El embajador fue paseado en burro, montado al revés, por la calle principal de La Paz. Y fue devuelto a Londres. Dicen que entonces la reina Victoria, enfurecida, pidió un mapa de América del Sur, dibujó una cruz de tiza sobre Bolívia y sentenció: "Bolívia no existe". Para el mundo, en efecto, Bolivia no existía ni existió después: el saqueo de la plata y, posteriormente, el despojo del estaño no han sido más que el ejercicio de un derecho natual de los países ricos.
Eduardo Galeano
que en verdad en verdad que muchas veces me paro a mirar a vuestra merced desde la punta del pie hasta el último cabello de la cabeza, y que veo más cosas para espantar que para enamorar; y, habiendo yo también oído decir que la hermosura es la primera y principal parte que enamora, no teniendo vuestra merced ninguna, no sé yo de qué se enamoró la pobre.
Miguel de Cervantes Saavedra (Don Quijote)
Entonces", dice mientras íbamos por la carretera principal, el rompe el silencio, "he estado pensando." "¿Sí?" Él asintió "Realmente necesitas salir conmigo." Parpadeé. "¿Perdona?" "Ya sabes. Tú, yo. Un restaurante o una película. Juntos" Él me mira otra vez, cambia de velocidad. "¿Quizás es algo nuevo para ti? Si es así, voy a estar feliz de guiarte" "¿Quieres llevarme a ver una película?", Pregunto. "Bueno, realmente no", dijo. "Lo que en verdad quiero es que seas mi novia. Pero pensé que si te lo decía así te asustarías." Sentí que mi corazón salto de mi pecho. "¿Siempre eres tan directo sobre este tipo de cosas?" "No", dice. Doblamos a la derecha, subiendo por la colina hacia la ciudad, los altos edificios del hospital y la campana U eran visibles desde arriba de la colina. "Pero tengo la sensación de que tienes prisa y estas dejando todo, así que pensé que debería ir al grano" "Yo sólo estaré fuera una semana", digo en voz baja. "Cierto", dice mientras seguimos subiendo. "Pero he querido hacerlo desde hace tiempos y ya no podía esperar." "¿En serio?", Pregunto. Él asiente con la cabeza. "Como, ¿desde cuándo?" Él lo piensa por un segundo. "El día que me golpeaste en baloncesto." "¿Eso te pareció atractivo?" "No exactamente", respondió. "Más bien fue como vergonzoso y humillante. Pero hubo algo en ese momento. . . Era como una pizarra limpia. Ninguna postura o pretensión. Fue como, ya sabes, real”. Estábamos llegando a la ciudad ahora, pasando FrayBake, Luna Blu sólo estaba ha unas cuadras de distancia. "Real", repito.
Sarah Dessen (What Happened to Goodbye)
príncipe cuyo gobierno descanse en soldados mercenarios no estará nunca seguro ni tranquilo, porque están desunidos, porque son ambiciosos, desleales, valientes entre los amigos, pero cobardes cuando se encuentran frente a los enemigos; porque no tienen disciplina, como tienen temor de Dios ni buena fe con los hombres; de modo que no se difiere la ruina sino mientras se difiere la ruptura; y
Niccolò Machiavelli (El Principe)
El amor es como lo que se llama en el cielo la Vía Láctea, un montón brillante formado por miles de pequeñas estrellas, cada una de las cuales es con frecuencia una nebulosa. Los libros han señalado cuatrocientos o quinientos pequeños sentimientos sucesivos, muy difíciles de reconocer, que componen esa pasión, incluso los más groseros, y aún y así equivocándose y tomando lo accesorio por lo principal
Stendhal
Casi nadie es capaz de ser feliz en una cárcel, y las pasiones que nos encierran en nosotros mismos constituyen uno de los peores tipos de cárcel. Las más comunes de estas pasiones son el miedo, la envidia, el sentimiento de pecado, la autocompasión y la autoadmiración. En todas ellas, nuestros deseos se centran en nosotros mismos: no existe auténtico interés por el mundo exterior, solo la preocupación de que pueda hacernos daño o deje de alimentar nuestro ego. El miedo es la principal razón de que la gente se resista a admitir los hechos y esté tan dispuesta a envolverse en un cálido abrigo de mitos. Pero las espinas desgarran el abrigo y por los desgarrones penetran ráfagas de viento frío, y el que se había acostumbrado a estar abrigado sufre mucho más que el que se ha endurecido habituándose al frío.
Bertrand Russell (La conquista de la felicidad (Spanish Edition))
Ofreciéndose David a Saúl para combatir a Goliat, provocador filisteo, Saúl, para darle valor, lo armó con sus armas; pero una vez que se vio cargado con éstas, David las rechazó, diciendo que con ellas no podría sacar partido de sí mismo y que prefería ir al encuentro del enemigo con su honda y su cuchillo. En fin, sucede siempre que las armas ajenas o se caen de los hombros del príncipe, o le pesan, o le oprimen.
Niccolò Machiavelli (El Principe)
Ofreciéndose David a Saúl para combatir a Goliat, provocador filisteo, Saúl, para darle valor, lo armó con sus armas; pero una vez que se vio cargado con éstas, David las rechazó, diciendo que con ellas no podría sacar partido de sí mismo y que prefería ir al encuentro del enemigo con su honda y su cuchillo. En fin, sucede siempre que las armas ajenas o se caen de los hombros del príncipe, o le pesan, o le oprimen. Carlos
Niccolò Machiavelli (El Principe)
Debemos reservarnos una trastienda del todo nuestra, del todo libre, donde fijar nuestra verdadera libertad y nuestro principal retiro y soledad. En ella debemos mantener nuestra habitual conversación con nosotros mismos, y tan privada que no tenga cabida ninguna relación o comunicación con cosa ajena; discurrir y reír como si no tuviésemos mujer, hijos ni bienes, ni séquito ni criados, para que, cuando llegue la hora de perderlos, no nos resulte nuevo arreglárnoslas sin ellos. Poseemos un alma que puede replegarse en sí misma; puede hacerse compañía, tiene con qué atacar y con qué defender, con qué recibir y con qué dar. No temamos, en esta soledad, pudrirnos en el tedio del ocio: In solis sis tibi turba locis. [En estas soledades, sé una multitud para ti mismo]. La virtud se contenta consigo misma: sin enseñanzas, sin palabras, sin obras.
Michel de Montaigne (The Complete Essays)
Los florentinos, que carecían de ejércitos propios, trajeron diez mil franceses para conquistar a Pisa; y esta resolución les hizo correr más peligros de los que corrieran nunca en ninguna época. El emperador de Constantinopla, para ayudar a sus vecinos, puso en Grecia diez mil turcos, los cuales, una vez concluida la guerra, se negaron a volver a su patria; de donde empezó la servidumbre de Grecia bajo el yugo de los infieles.
Niccolò Machiavelli (El Principe)
El significado principal de los textos del Antiguo Testamento no es primordialmente dependiente de la interpretación ó reinterpretación  del Nuevo Testamento. El Nuevo Testamento puede, con la revelación progresiva, dar luz a los pasajes del Antiguo Testamento, ofrecer un comentario, o añadir aplicaciones adicionales o referencias, pero el Nuevo Testamento nunca anula la intención original de los escritores del Antiguo Testamento.
Michael J. Vlach (DISPENSACIONALISMO: CREENCIAS ESENCIALES Y MITOS COMUNES (Spanish Edition))
La esperanza es una continua expectativa de un deseo o vida eterna. Los cristianos que más hicieron por este mundo fueron los que más pensaron en el otro mundo. Si nuestro objetivo es el cielo, la tierra se nos dará por añadidura; si nuestro objetivo es la tierra, no tendremos ninguna de las dos cosas. Parece una extraña regla, pero algo parecido puede verse funcionando en otros asuntos: La salud es una gran bendición, pero en el momento en que hacemos de ella uno de nuestros objetivos directos y principales, nos convertimos en unos hipocondríacos y empezamos a pensar que estamos enfermos. Es probable que disfrutemos de salud sólo si deseamos más otras cosas… comida, juegos, trabajo, diversión, aire libre. Del mismo modo, jamás salvaremos a la civilización mientras la civilización sea nuestro principal objetivo. Debemos aprender a desear otras cosas aún más.
C.S. Lewis (Mere Christianity)
Se concluye de esto que todo el que no quiera vencer no tiene más que servirse de esas tropas, muchísimo más peligrosas que las mercenarias, porque están perfectamente unidas y obedecen ciegamente a sus jefes, con lo cual la ruina es inmediata; mientras que las mercenarias, para someter al príncipe, una vez que han triunfado, necesitan esperar tiempo y ocasión, pues no constituyen un cuerpo unido y, por añadidura, están a sueldo del príncipe. En
Niccolò Machiavelli (El Principe)
Desde la ventana de su habitación podía observar la impresionante arquitectura del palacio principal, las altas columnas suntuosamente construidas a base de mármol y jade, los vestíbulos, corredores y salones, cuyas paredes estaban decoradas con llamativos mosaicos, y la majestuosidad de las murallas y tejados, que convertían el lugar en una fortaleza muy bien edificada. El paisaje natural que rodeaba el palacio era de ensueño, con hermosas colinas y pintorescos árboles que parecían estar siempre en flor.
Gissi Rodríguez (La Flecha de Joseon)
– Como Nakata no sabe leer, es la primera vez que entra en una biblioteca—explicó Nakata. –Pues yo, aunque sepa leer, también es la primera vez que entro. Y no es que me enorgullezca de ello—dijo el joven Hoshino. —A mí me parece un lugar muy entretenido. —¿Ah, sí? Pues me alegro. —En el distrito de Nakano también hay una biblioteca. A partir de ahora iré de vez en cuando. Lo principal es que no hay que pagar entrada. Nakata no sabía que también podían entrar las personas que no supieran leer ni escribir.
Haruki Murakami (Kafka on the Shore)
Si el planeta se calienta a causa de la Revolución industrial, el riesgo para la humanidad puede ser considerable. Pero los caminos tradicionales no nos protegen de estos riesgos; al contrario, los hacen más incontrolables. Grandes civilizaciones antiguas, como los mayas, la Grecia clásica y tal vez el propio Imperio romano, probablemente se vieron debilitadas, si no destruidas, por graves desequilibrios ecológicos que ellas mismas habían engendrado. Con la circunstancia atenuante de que no tuvieron, a diferencia de nosotros, la oportunidad de entender lo que estaba pasando e intentar defenderse. La inteligencia no nos ahorra desastres, pero es nuestra principal arma frente a ellos.
Carlo Rovelli (El nacimiento del pensamiento científico: Anaximandro de Mileto (Spanish Edition))
En la búsqueda lógica se aspira al mejor enfoque posible, mientras que en la búsqueda lateral se aspira al mayor número posible de enfoques, prescindiendo de su valor práctico real. La búsqueda lógica se interrumpe cuando se llega a un enfoque satisfactorio. En el pensamiento lateral se reconoce también la calidad de un enfoque satisfactorio, pero se continúa la búsqueda de enfoques alternativos. Al final del proceso creador inicial se vuelve la mirada a dicho concepto prometedor para estudiarlo con más detalle. En la búsqueda lógica de alternativas se consideran sólo aquellos conceptos que poseen cierto sentido común. En la búsqueda lateral se aceptan inicialmente alternativas exentas de todo sentido común. La búsqueda lógica a menudo oculta una mera intención, que se abandona tan pronto como se encuentra una solución adecuada. La búsqueda lateral es una investigación consecuente y total, que no cesa ante un resultado, aunque el valor de éste sea obvio. Por consiguiente, la principal diferencia reside en la finalidad de la búsqueda. La inclinación lógica es buscar alternativas para encontrar la mejor solución, mientras que el pensamiento lateral tiene como objetivo, no el hallazgo inmediato de una solución óptima, sino la superación de la rigidez de los modelos conceptuales, provocando su disgregación y subsiguiente reordenación en nuevos modelos. Este proceso puede derivar en diferentes
Edward de Bono (El pensamiento lateral: Manual de creatividad (Biblioteca Edward De Bono) (Spanish Edition))
La protesta ciudadana exige cambios en el sistema. Si los cambios necesarios se hacen con astucia se puede evitar la desobediencia y la rebelión abierta. Pero si la protesta es absorbida y pasa a formar parte del sistema, la desobediencia se reduce y la rebelión se aplaza. El hecho es que, al no haber recibido ninguna garantía de que se hará un intento razonable de solucionar sus quejas, es poco probable que la comisión consiga alguno de sus objetivos. La comisión de quejas de la prisión de Stanford fracasó en su misión principal: poder hacer mella en la armadura del sistema. No obstante, los reclusos se van satisfechos de haber podido airear sus quejas y de que una autoridad, aunque no sea de un nivel muy alto, les haya prestado atención. Los
Philip G. Zimbardo (El efecto Lucifer: El porqué de la maldad (Esenciales de Psicología) (Spanish Edition))
La poesía Vogona ocupa, por supuesto, el tercer lugar entre los peores del Universo. El segundo corresponde a los azgoths de Kria. Mientras su principal poeta, Grunthos el Flatulento, recitaba su poema "Oda a un bultito de masilla verde que me descubrí en el sobaco una mañana de verano", cuatro de sus oyentes murieron de hemorragia interna, y el presidente del Consejo Inhabilitador de las Artes de la Galaxia Media se salvó al comerse una de sus piernas. Se dice que Grunthos quedó "decepcionado" por la acogida que había tenido el poema, y estaba a punto de iniciar la lectura de su poema épico en doce tomos titulado "Mis gorjeos de baño favoritos", cuando su propio intestino grueso, en un desesperado esfuerzo por salvar la vida y la civilización, le saltó derecho al cuello y le estranguló.
Douglas Adams (The Hitchhiker’s Guide to the Galaxy (The Hitchhiker's Guide to the Galaxy, #1))
Comprendí al punto: era la lucha entre los hombres y las máquinas, preparada, esperada y temida desde hace mucho tiempo, la que por fin había estallado. Por todas partes yacían muertos y mutilados, por todas partes también automóviles apedreados, retorcidos, medio quemados; sobre la espantosa confusión volaban aeroplanos, y también a éstos se les tiraba desde muchos tejados y ventanas con fusiles y con ametralladoras. En todas las paredes anuncios fieros y magníficamente llamativos invitaban a toda la nación, en letras gigantescas que ardían como antorchas, a ponerse al fin al lado de los hombres contra las máquinas, a asesinar por fin a los ricos opulentos, bien vestidos y perfumados, que con ayuda de las máquinas sacaban el jugo a los demás y hacer polvo a la vez sus grandes automóviles, que no cesaban de toser, de gruñir con mala intención y de hacer un ruido infernal, a incendiar por último las fábricas y barrer y despoblar un poco la tierra profanada, para que pudiera volver a salir la hierba y surgir otra vez del polvoriento mundo de cemento algo así como bosques, praderas, pastos, arroyos y marismas. Otros anuncios, en cambio, en colores más finos y menos infantiles, redactados en una forma muy inteligente y espiritual, prevenían con afán a todos los propietarios y a todos los circunspectos contra el caos amenazador de la anarquía, cantaban con verdadera emoción la bendición del orden, del trabajo, de la propiedad, de la cultura, del derecho, y ensalzaban las máquinas como la más alta y última conquista del hombre, con cuya ayuda habríamos de convertirnos en dioses. Pensativo y admirado leí los anuncios, los rojos y los verdes; de un modo extraño me impresionó su inflamada oratoria, su lógica aplastante; tenían razón, y, hondamente convencido, me quedé parado ya ante uno, ya ante el otro, y, sin embargo, un tanto inquieto por el tiroteo bastante vivo. El caso es que lo principal estaba claro: había guerra, una guerra violenta, racial y altamente simpática, en donde no se trataba de emperadores, repúblicas, fronteras, ni de banderas y colores y otras cosas por el estilo, más bien decorativas y teatrales, de fruslerías en el fondo, sino en donde todo aquel a quien le faltaba aire para respirar y a quien ya no le sabia bien la vida, daba persuasiva expresión a su malestar y trataba de preparar la destrucción general del mundo civilizado de hojalata. Vi cómo a todos les salía risueño a los ojos, claro y sincero, el afán de destrucción y de exterminio, y dentro de mí mismo florecían estas salvajes flores rojas, grandes y lozanas, y no reían menos. Con alegría me incorporé a la lucha.
Hermann Hesse (Der Steppenwolf.)
¿Cuánto debería entrenar mi hijo?   No hay cantidad exacta de horas y días que un niño debería entrenar.  Pero, una buena estimación para la cantidad de horas que un niño debería estar entrenando y cuál sería el propósito de su entrenamiento  según su edad es como sigue:   -       Los niños entre las edades de 4 a 7 deben participar en entrenamiento de Béisbol de 2 a 3 veces por semana con prácticas que duren de 45 a 60 minutos. Los días restantes deben completarse con otros deportes para estimular aún más sus habilidades atléticas. ¡El propósito principal en esta fase joven es divertirse! Los niños estarán aprendiendo lo básico del Béisbol a través de juegos y diversión mientras crece su amor por el juego.   -       Los niños entre las edades de 7 a 9 deben participar en entrenamiento de Béisbol de 3 a 4 veces por semana con prácticas que duren de 1 a 1:30 horas de Béisbol. Los días restantes deben completarse con otros deportes para estimular aún más sus habilidades atléticas. El propósito de esta etapa es inculcar los fundamentos de la técnica con una porción de práctica todavía dedicada
Mariana Correa (Creando a una Estrella del Beisbol: Una guía completa para desbloquear el potencial de tu hijo (Spanish Edition))
Quiero dejar mejor demostrada la ineficacia de estos ejércitos. Los capitanes mercenarios o son hombres de mérito o no lo son; no se puede confiar en ellos si lo son porque aspirarán siempre a forjar su propia grandeza, ya tratando de someter al príncipe su señor, ya tratando de oprimir a otros al margen de los designios del príncipe; y mucho menos si no lo son, pues con toda seguridad llevarán al príncipe a la ruina Y a quien objetara que esto podría hacerlo cualquiera, mercenario o no, replicaría con lo siguiente: que un principado o una república deben tener sus milicias propias; que, en un principado. el príncipe debe dirigir las milicias en persona y hacer el oficio de capitán; y en las repúblicas, un ciudadano; y si el ciudadano nombrado no es apto, se lo debe cambiar; y si es capaz para el puesto, sujetarlo por medio de leyes. La experiencia enseña que sólo los príncipes y repúblicas armadas pueden hacer grandes progresos, y que las armas mercenarias sólo acarrean daños. Y es mas difícil que un ciudadano someta a una república que está armada con armas propias que una armada con armas extranjeras.
Niccolò Machiavelli (El Principe)
Conclusión A lo largo de estas páginas, hemos visto cómo se desarrollan los procesos perversos en algunos contextos, pero es evidente que nuestra lista no es exhaustiva y que estos fenómenos van más allá del mundo de la pareja, de la familia o de la empresa. Los volvemos a encontrar en todos los grupos en donde los individuos pueden establecer rivalidades, especialmente en las escuelas y en las universidades. La imaginación humana no tiene límites cuando pretende aniquilar la buena imagen que el otro tiene de sí mismo; sirve para enmascarar las propias debilidades y para colocarse en una posición de superioridad. La cuestión del poder atañe a toda la sociedad. En todas las épocas ha habido seres carentes de escrúpulos, calculadores y manipuladores, y para los que el fin justifica los medios. Sin embargo, la multiplicación actual de los actos de perversidad en las familias y en las empresas es un indicador del individualismo que domina en nuestra sociedad. En un sistema que funciona según la ley del más fuerte, o del más malicioso, los perversos son los amos. Cuando el éxito es el valor principal, la honradez parece una debilidad y la perversidad adopta un aire de picardía. Con el pretexto de la tolerancia, las sociedades occidentales renuncian poco a poco a sus propias prohibiciones. Pero, al aceptar demasiado, como lo hacen las víctimas de los perversos narcisistas, permiten que se desarrollen en su seno los funcionamientos perversos. Numerosos dirigentes o políticos, que ocupan no obstante una posición de modelo para la juventud, no muestran ninguna preocupación moral a la hora de liquidar a un rival o de mantenerse en el poder. Algunos de ellos abusan de sus prerrogativas y utilizan presiones psicológicas, y razones y secretos de Estado, para proteger su vida privada. Otros se enriquecen gracias a una delincuencia astuta hecha de abusos de bienes sociales, de estafas o de fraudes fiscales. La corrupción se ha convertido en una moneda corriente. Ahora bien, basta con que un grupo, una empresa o un gobierno cuenten con uno o con varios individuos perversos para que todo el sistema se vuelva perverso. Si esta perversión no se denuncia, se extiende subterráneamente mediante la intimidación, el miedo y la manipulación. Efectivamente, para atar psicológicamente a un individuo, basta con inducirlo a la mentira o a ciertos compromisos para convertirlo en cómplice del proceso perverso. Sin ir más lejos, ésta es la base del funcionamiento de la mafia o de los regímenes totalitarios. Tanto en las familias como en las empresas y los Estados, los perversos narcisistas se las arreglan para atribuir a los demás los desastres que provocan, se presentan luego como salvadores y se hacen así con el poder. En lo sucesivo, para mantenerse en él, les basta con no tener escrúpulos. La historia nos ha mostrado hombres que se niegan a reconocer sus propios errores, que no asumen sus responsabilidades, y que falsean las cosas y manipulan la realidad a fin de borrar las huellas de sus fechorías. Más allá del aspecto individual del acoso moral, se nos plantean dilemas más generales. ¿Cómo restablecer el respeto entre los individuos? ¿Qué límites debemos poner a nuestra tolerancia? Si los individuos no pueden detener por sí mismos estos procesos destructivos, la sociedad deberá intervenir y establecer una legislación. Recientemente, se ha presentado un proyecto de ley que proponía instituir un delito de novatada para reprimir cualquier acto degradante y humillante en el ámbito escolar y socioeducativo. Si no queremos que nuestras relaciones humanas acaben completamente reglamentadas por leyes, es esencial prevenir a los niños.
Marie-France Hirigoyen (El acoso moral: El maltrato psicológico en la vida cotidiana)
— ¡Crueldad notoria! —dijo Sancho—. ¡Desagradecimiento inaudito! Yo de mí sé decir que me rindiera y avasallara la más mínima razón amorosa suya. ¡Hideputa, y qué corazón de mármol, qué entrañas de bronce y qué alma de argamasa! Pero no puedo pensar qué es lo que vio esta doncella en vuestra merced que así la rindiese y avasallase: qué gala, qué brío, qué donaire, qué rostro, que cada cosa por sí déstas, o todas juntas, le enamoraron; que en verdad en verdad que muchas veces me paro a mirar a vuestra merced desde la punta del pie hasta el último cabello de la cabeza, y que veo más cosas para espantar que para enamorar; y, habiendo yo también oído decir que la hermosura es la primera y principal parte que enamora, no teniendo vuestra merced ninguna, no sé yo de qué se enamoró la pobre. — Advierte, Sancho —respondió don Quijote—, que hay dos maneras de hermosura: una del alma y otra del cuerpo; la del alma campea y se muestra en el entendimiento, en la honestidad, en el buen proceder, en la liberalidad y en la buena crianza, y todas estas partes caben y pueden estar en un hombre feo; y cuando se pone la mira en esta hermosura, y no en la del cuerpo, suele nacer el amor con ímpetu y con ventajas. Yo, Sancho, bien veo que no soy hermoso, pero también conozco que no soy disforme; y bástale a un hombre de bien no ser monstruo para ser bien querido, como tenga los dotes del alma que te he dicho.
Miguel de Cervantes Saavedra (Don Quijote de la Mancha (Spanish Edition))
The one thing that seemed to be on our side, however, was the reality on the streets of Egypt. Day after day, the protests spread and Mubarak’s regime seemed to crumble around him. On February 11, I woke to the news that Mubarak had fled to the resort town of Sharm el Sheikh and resigned. It was, it seemed, a happy ending. Jubilant crowds celebrated in the streets of Cairo. I drafted a statement for Obama that drew comparisons between what had just taken place and some of the iconic movements of the past several decades—Germans tearing down a wall, Indonesians upending a dictatorship, Indians marching nonviolently for independence. I went up to the Oval Office that morning to review the statement with Obama. “You should feel good about this,” he said. “I do,” I replied. “Though I’m not sure all of the principals do.” “You know,” he said, “one of the things that made it easier for me is that I didn’t really know Mubarak.” He mentioned that George H. W. Bush had called Mubarak at the height of the protests to express his support. “But it’s not just Bush. The Clintons, Gates, Biden—they’ve known Mubarak[…] “for decades.” I thought of Biden’s perennial line: All foreign policy is an “extension of personal relationships. “If it had been King Abdullah,” Obama said, referring to the young Jordanian monarch with whom he’d struck up a friendship, “I don’t know if I could have done the same thing.” As Obama delivered a statement to a smattering of press, it seemed that history might at last be breaking in a positive direction in the Middle East. His tribute to the protests was unabashed. Yet our own government was still wired to defer to the Egyptian military, and ill equipped to support a transition to democracy once the president had spoken.
Ben Rhodes (The World As It Is: Inside the Obama White House)