El Fantasma Quotes

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Siempre había pensado que las viejas estaciones de ferrocarril eran uno de los pocos lugares mágicos que quedaban en el mundo. En ellas se mezclaban los fantasmas de recuerdos y despedidas con el inicio de cientos de viajes a destinos lejanos, sin retorno. "Si algun dia me pierdo, que me busquen en una estación de tren", pensé.
Carlos Ruiz Zafón (Marina)
Lo imposible es el fantasma de los tímidos y el refugio de los cobardes.
Napoléon Bonaparte
La soledad despierta fantasmas olvidados en el alma.
Esther Sanz (El bosque de los corazones dormidos (El bosque, #1))
Una misma novela nunca es igual para dos personas. Las palabras tienen el don de colarse por los orificios más inesperados del alma y llegar al lugar donde habitan los fantasmas mas íntimos, donde se gesta el autentico significado de lo que se lee.
Ángela Becerra
Además, olvida usted, señor Otis, que el precio que pagó incluía tanto el castillo como el fantasma...
Oscar Wilde (The Canterville Ghost)
يعيش الإنسان اليوم في حالة توتر دائم، وهو يقف وجهًا لوجه أمام الدمار والموت والتعذيب والوحدة. إنه إنسان الحالات المتطرفة وقد بلغ، أو على وشك البلوغ، نهاية وجوده. والأدب الذي يصف أو يفحص لا يمكن أن يكون شيئًا آخر عدا كونه أدب الحالات الاستثنائية.
Ernesto Sabato (El escritor y sus fantasmas)
Dicen que la Humanidad se puede dividir entre aquellos cuya infancia fue un infierno, en cuyo caso siempre vivirán perseguidos por ese fantasma, y aquellos que disfrutraron de una niñez maravillosa, que lo tienen aún mucho peor porque perdieron para siempre el paraíso
Rosa Montero (La ridícula idea de no volver a verte)
La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de sus apariciones.
Juan José Arreola (Obras: Juan José Arreola)
Yo creo que hay fantasmas que vagan por el mundo, lo sé. Quédate siempre conmigo, bajo la forma que quieras, ¡vuélveme loco! Pero lo único que no puedes hacer es dejarme solo en este abismo donde no soy capaz de encontrarte.
Emily Brontë (Wuthering Heights)
Sin prevenciones me doy vuelta y siguen aquellos dos a la izquierda del roble eternos y escondidos en la lluvia diciéndose quién sabe qué silencios. No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico aquí se quedan sólo los fantasmas. Ustedes pueden irse. Yo me quedo.
Mario Benedetti (El amor, las mujeres y la vida)
Es curioso cómo las personas eligen creer en la magia, los milagros, el destino y todo tipo de supersticiones, ¡pero no creen en sí mismas!
Mouloud Benzadi
Nadie sabe tan bien como ellos que el amor mata o muere" "Hubo un tiempo en que no creía en fantasmas
Claudia Gray (Stargazer (Evernight, #2))
طفولتنا ھي الوطن
Ernesto Sabato (El escritor y sus fantasmas)
No había nada más frío, nada mas muerto que su corazón.
Gaston Leroux (El fantasma de la Ópera)
El ardor de ese beso no los abandonó en muchos días y llenó de fantasmas delicados sus noches, dejando su recuerdo en la piel, como una quemadura. La alegría de ese encuentro los transportaba levitando por la calle, los impulsaba a reír sin causa aparente, los despertaba sobresaltados en la mitad de un sueño. Se tocaban los labios con las puntas de los dedos y evocaban exactamente la forma de la boca del otro.
Isabel Allende (Of Love and Shadows)
Esa trama de tiempos que se aproximan, se bifurcan, se cortan o que secularmente se ignoran, abarca todas la posibilidades. No existimos en la mayoría de esos tiempos; en algunos existe usted y no yo; en otros, yo, no usted; en otros, los dos. En éste, que un favorable azar me depara, usted ha llegado a mi casa; en otro, usted, al atravesar el jardín, me ha encontrado muerto; en otro, yo digo estas mismas palabras, pero soy un error, un fantasma.
Jorge Luis Borges (Ficciones)
La casa se había vuelto más silenciosa de lo que había sido hasta ese momento: solo se escuchaba el péndulo del reloj moviéndose, y las campanas dando las horas, las cuales resonaban por toda la casa, y acompañaban el sonido que provocaban los tacos de la señora Doris al recorrer las plantas superiores
Lily G. Rafferty (Jack y los fantasmas de la casona de Eliot)
El corte que se había hecho anteriormente para extraer el chip de identidad de modo que no pudieran localizarla todavía no se había cerrado. Esta vez no vaciló. Pronto, todo el mundo buscaría a Linh Cinder. Una ciborg deforme a la que le faltaba un pie. Una lunar con una identidad robada. Una mecánica sin nadie a quien acudir, sin un sitio a donde ir. Pero solo buscarían un fantasma.
Marissa Meyer (Cinder (The Lunar Chronicles, #1))
Melodías escritas con sangre, sensación de abandono torturándome, sabiendo que nunca volvería a ser para ella todo aquello que fui en el pasado: mi amor, mi amante, mi amigo, mi cómplice, mi confidente, mi fiel compañero de vida. Fantasmas atacando mi mente… ¿Sustituido por una nueva pareja? Un amor que, aunque durase toda una eternidad, no podría amarla tanto como yo en un solo día
Raúl Blank
Y de alguna forma sentía que pasar tanto tiempo rodeada de fantasmas me había convertido en uno. Invisible para todo el mundo menos para mí, y tan real como una ciudad en llamas, gritando mientras ardo sin que nadie me oiga porque ya no queda nadie.
Beatriz Esteban (Las voces del lago)
En algún tiempo, la casa comenzará a transformarse en las ruinas de un pasado glamoroso, y yo no quiero estar aquí para verlo; porque sé que, hagamos lo que hagamos por evitar que entren, puede que un día ya no podamos hacerlo, o que el simple enemigo silencioso del paso del tiempo vaya comiendo de a poco la casa hasta que esta simplemente muera, como todos los que en ella hemos habitado.
Lily G. Rafferty (Jack y los fantasmas de la casona de Eliot)
El escritor de ficciones profundas es en el fondo un antisocial, un rebelde, y por eso a menudo es compañero de ruta de los movimientos revolucionarios. Pero cuando las revoluciones triunfan no es extraño que vuelva a ser un rebelde.
Ernesto Sabato (El escritor y sus fantasmas)
Mi guardo allo specchio: un fantasma stravolto. Mi lego i capelli e ignoro le borse che mi sono venute sotto gli occhi a forza di piangere. Non riesco a credere che il mondo mi stia crollando addosso, che tutte le mie speranze e i miei sogni vadano in pezzi. No, no, non pensarci. Non adesso, non ancora.
E.L. James (Fifty Shades of Grey (Fifty Shades, #1))
Hay momentos como este, en los que quisiera salir e ir hasta allá, al lago, a donde esos tres chicos están jugando, en el viejo bote que está amarrado, ya semihundido. Allí los veo siempre. Se ríen y tienen aventuras, como hoy, que uno de ellos es un pirata. Quisiera tener mi vida de regreso, poder volver el tiempo atrás y recuperar esos momentos de cuando yo era libre
Lily G. Rafferty (Jack y los fantasmas de la casona de Eliot)
No quites mérito a culturas anteriores solo por ser desconocidas. No aproveches lagunas en el conocimiento para inventar. No podemos achacar todo lo que no entendemos a fantasmas o duendes verdes, a seres del espacio, héroes legendarios o historias mitológicas concebidas originariamente con el fin de aleccionar o explicar. La ausencia de dogmas crea una crisis espiritual; la imposibilidad de obtener respuestas lleva a la búsqueda de soluciones sencillas y rápidas para satisfacer a la persona. Si le sumas que existen elegidos, aún mejor, todo el mundo quiere sentir que forma parte y es importante
Raúl Blank
Pasaron por delante de la casa de las Delgado. Rolando levantó la vista y vio a Susan sentada junto a su ventana, una clara visión en medio de la grisácea luz de aquella mañana otoñal. El corazón le dio un vuelco en el pecho y, aunque entonces aún no lo sabía, así la recordaría siempre, la encantadora Susan, la chica de la ventana. Así pasamos por delante de los fantasmas que más adelante nos persiguen en la vida; los vemos, si es que llegamos a verlos por el rabillo del ojo, sentados sin el menor dramatismo al borde del camino como pobres pordioseros. Raras veces se nos pasa por la cabeza la idea de que nos hayan estado esperando allí. Pero ellos esperan y, cuando ya hemos pasado, recogen sus fardos de recuerdos y siguen nuestros pasos, acortando poco a poco la distancia que los separa de nosotros.
Stephen King (Wizard and Glass (The Dark Tower, #4))
Me perdi en un mar de frio y despues al renacer me vi en un mundo calido. Recuerdo una cosa: sus ojos amarillos! "No podia tenerle pero le tendria..." "Como debia vernos grace: fantasmas que vagaban magicos y silenciosos por el bosque. Los lobos normales no suponian una amenaza. Pero nosotros no eramos lobos normales" "Porque no consigo que me quieran mas?" "Una y otra vez aunque conozcamos los paisajes del amor su pequeño cementerio lleno de nombres tristes y el abismo terrorificamente silencioso en el que caen los otros... (Pag. 280)" "La vida se mide en momentos como este" "Caigo en el abismo tremulo Tendiendo la mano hacia ti Perdiendome en una pena helada Es este amor fragil Un modo De decir Adios" "El viento me golpeo de nuevo pero ya no tenia poder sobre mi. El frio me entumecia los dedos, pero no los transformaba en otra cosa
Maggie Stiefvater (Shiver (The Wolves of Mercy Falls, #1))
Las palabras son mi ausencia particular. Como la famosa «muerte propia» (famosa para los demás), en mí hay una ausencia autónoma hecha de lenguaje. No comprendo el lenguaje y es lo único que tengo. Lo tengo sí, pero no lo soy. Es como poseer una enfermedad o ser poseída por ella sin que se produzca ningún encuentro porque la enferma lucha por su lado —sola— con la enfermedad que hace lo mismo. Yo escribo a falta de una mano en mi mano, a falta de dos ojos frente a los míos, a falta de un cuerpo exterior a mí sobre el cual apoyarme —un minuto siquiera— y llorar. (Lágrimas visibles, que se puedan secar, que la mano deseada pueda enjugar.) Este silencio de las palabras que me invaden, de las que digo y escribo, es el horror, el vértigo, el dolor en su estado más puro. ¿En dónde hallar una presencia humana que me calme? Nunca nadie lo pudo; ni amigos ni amantes. Sólo cuerpos vacíos que apenas diferencio de las cosas y sólo fantasmas que he amado hasta pulverizar mi conciencia y mi memoria.
Alejandra Pizarnik (Diarios)
Hace ya mucho que no le escribo, señora Milena, y también hoy le escribo por una casualidad. En realidad no tengo que disculparme de mi silencio, usted ya sabe cómo odio las cartas. Toda la desdicha de mi vida – no quiero con esto quejarme, sino hacer una observación de interés general- proviene por así decir de las cartas o de la posibilidad de escribirlas. Las personas casi nunca me han traicionado, pero las cartas siempre, y en verdad no las ajenas, sino justamente las mías. En mi caso es una desgracia muy especial, de la que no quiero seguir hablando, pero al mismo tiempo es una desgracia también general. La sencilla posibilidad de escribir cartas debe de haber provocado -desde un punto de vista meramente teórico- una terrible desintegración de almas en el mundo. Es en efecto una conversación con fantasmas ( y para peor no sólo con el fantasma del destinatario, sino también con el del remitente) que se desarrolla entre líneas en la carta que uno escribe, o aun en una serie de cartas, donde cada una corrobora la otra y puede referirse a ella como testigo. ¿De dónde habrá surgido la idea de que las personas podían comunicarse mediante cartas? Se puede pensar en una persona distante, se puede aferrar a una persona cercana, todo lo demás queda más allá de las fuerzas humanas. Escribir cartas, sin embargo, significa desnudarse ante los fantasmas, que lo esperan ávidamente. Los besos por escrito no llegan a su destino, se los beben por el camino los fantasmas. Con este abundante alimento se multiplican, en efecto, enormemente. La humanidad lo percibe y lucha por evitarlo; y para eliminar en lo posible lo fantasmal entre las personas y lograr una comunicación natural, que es la paz de las almas, ha inventado el ferrocarril, el automóvil, el aeroplano, pero ya no sirven, son evidentemente descubrimientos hechos en el momento del desastre, el bando opuesto es tanto más calmo y poderoso, después del correo inventó el telégrafo, el teléfono, la telegrafía sin hilos. Los fantasmas no se morirán de hambre, y nosotros en cambio pereceremos.
Franz Kafka (Letters to Milena)
¿PARADOJAS DEL DESTINO? Sentí un silencio frío y absoluto. ¡Dani! ¡Hijito! ¿Estás bien? ¿Dónde estás? ¿Te hiciste daño?¡¿Daniiiii?! ¿Por qué no me contestás hijo? Qué oscuro y frío está todo. No puedo ver nada. Qué silencio. ¿Dani? ¿Me escuchás? ¿Estás bien hijito? No tendría que haber mirado ese mensaje mientras manejaba. ¡Qué estúpido que soy a veces! Hijito, ¿estás bien? ¡Volcamos y nos hicimos pelota! No veo ni escucho nada, no sé dónde estoy. ¿Estaré internado? ¿Estaré muerto? ¿Dani? Me mata tu silencio. ¡¿Estás bien?! Pará, ya puedo ver un leve resplandor. Me siento atrapado. Dani, ¿estás ahí? Carajo, no puedo moverme. Estoy como envuelto en un plástico. Tengo que salir de acá. Hay una luz ¿la ves Dani? Es cada vez más intensa. A ver, sí, creo que puedo romper esta envoltura. Ya estoy casi afuera. La luz me enceguece. Qué lugar más extraño. Nunca había visto algo así ¿y vos? No se parece a la Tierra. ¿Estaré muerto? ¿En otro planeta? ¡Uy, por Dios, y esos monstruos espantosos! ¡Qué asquerosos y espeluznantes que son! Parecen extraterrestres. ¡Son Aliens! ¡Estoy en otro planeta, claramente! No puedo creerlo. Necesito escapar urgente o estos monstruos seguro que me devoran. Tengo que alejarme. Tengo mucho miedo. ¿Estoy flotando? ¿Estoy volando? Sí, vuelo. ¿A ver? Voy a subir más alto para tratar de escapar. Ya no veo a los Aliens y el paisaje parece menos aterrador. Creo que lo logré. Hay mucho viento. ¿Es eso una carretera? Se ven como unos vehículos allá abajo. ¿Serán los transportes de los extraterrestres? Voy a descender un poco. ¡Veo personas! ¿Estoy en la Tierra? ¿Será esto un universo paralelo? ¿Dónde estará Dani? ¡Daniiiiii! No tendría que haber mirado ese mensaje mientras manejaba. Esa torre que está allá abajo se parece mucho al tanque de agua de mi pueblo. Es idéntica; pero la torre de mi pueblo no tiene ese inmenso edificio al lado. Todo esto es muy semejante a mi barrio, pero no es exactamente igual: hay muchos más edificios acá. Ahí está el río. Ah, y la fábrica. Definitivamente es mi barrio, pero luce algo diferente. Debo estar en un universo paralelo nomás. Es increíble que pueda flotar. La gente parece no advertir mi presencia. ¿Seré un fantasma? Tengo que volver a mi casa para ver si está Dani. Dios quiera que esté sano y salvo. Gabriela debe estar preocupadísima por el choque. ¡Ahí está mi casa! ¿Y esos autos de quiénes serán? La fachada está pintada de otro color. ¡Qué extraño todo! Hay alguien en el jardín. ¡Qué crecidos están los árboles que planté en primavera! Es…es… ¡¿Dani?! Sí, ¡sí! ¡Es Dani! Pero qué cambiado está, parece más grande, parece… ¡todo un muchacho! Lo importante es que está bien por suerte. Necesito abrazarlo bien fuerte y decirle cuánto lo quiero. ¿Podrá verme si soy un fantasma? Me voy a acercar despacito para no asustarlo. Necesito tocarlo, acariciarlo. ¿No me ve? Me voy a acercar más. Ahora sí, al menos movió la cabeza, creo que ya notó mi presencia. ¡Qué hambre me agarró de golpe! ¡No puedo detenerme! ¡¿Qué haces hijito?! ¡Soy yo! ¡Tu papá! ¿Hijito querido? ¡No puedo frenarme! ¡Tengo demasiada hambre! ¡Ahhhh qué ricoooo! ¡Qué placeeeer! ¡Nooo Daniii! ¡Noooooo!... ¡Soy tu papá!... ¡Pafffff! –Mamá, trae repelente que está lleno de mosquitos en el jardín –gruñó Daniel, mientras limpiaba en su pantalón la sangre que tenía en la palma de su mano derecha. Gabriela, que justo salía, frenó con brusquedad su marcha, se dio vuelta hacia la casa, y gritó: -¡Querido, trae por favor el repelente que está arriba de la chimenea! De nuevo el silencio frío y absoluto. FIN
Gonzalo Guma (Equinoccio. Susurros del destino)