Egwene Al'vere Quotes

So long as we do not depend on the facts entirely, incomplete knowledge is better than complete ignorance. --Egwene al'Vere

—Milady Aiel Egwene Aes Sedai —dijo él—. Te amo y ardo en deseos de que me vincules. —Deshaciéndose de la fingida formalidad, añadió en un susurro—: Te amo, Egwene al’Vere. Dijiste que querías un favor. ¿Qué es? ¿La luna en un collar? Tendré a un orfebre trabajando en ello antes de una hora. ¿Quieres las estrellas para entretejerlas en tu pelo?

Sin embargo, enseñar a una Amyrlin a ser una Amyrlin... Estaba ansiosa por ponerse a la tarea, más de lo que lo había estado por ninguna otra cosa desde hacía mucho tiempo. Egwene al’Vere sería una Amyrlin que haría temblar a los tronos.

Egwene al’Vere, Vigilante de los Sellos, Llama de Tar Valon, la Sede Amyrlin, se las ingenió para sentarse en aquel duro sillón de madera sin permitirse precauciones y sin hacer el menor gesto de dolor. Consideró ambas cosas como triunfos de su fuerza de voluntad.

You shouldn't let Mat get you mixed up in his foolishness, Rand," Egwene said, as solemn as a Wisdom herself, then abruptly she giggled.

Thank you, Master Gleeman. I would be happy to assist you." "Thom Merrilin," the gleeman said. They stared. "My name is Thom Merrilin, not Master Gleeman." He hitched the multihued cloak up on his shoulders, and abruptly his voice once more seemed to reverberate in a great hall. "Once a Court bard, I am now indeed risen to the exalted rank of Master Gleeman, yet my name is plain Thom Merrilin, and gleeman is the simple title in which I glory." And he swept a bow so elaborate with flourishes of his cloak that Mat clapped and Egwene murmured appreciatively.

Egwene's face was a study, her goggle-eyed amaze at a gleeman in the flesh marred by a desire to defend Nynaeve. "Your pardon, Master Gleeman," Rand said. He knew he was grinning foolishly, himself. "That was our Wisdom, and - " "That pretty little slip of a girl?" the gleeman exclaimed. "A village Wisdom? Why, at her age she should better be flirting with the young men than foretelling the weather and curing the sick.

A Wisdom almost never marries. Nynaeve has been teaching me, you know. She says I have a talent, that I can learn to listen to the wind. Nynaeve says not all Wisdoms can, even if they say they do.

She was getting her adventure, he thought glumly, and long as it lasted he doubted if she would notice little things like fog or damp or cold. There must be a difference in what you saw, it seemed to him, depending on whether you sought adventure or had it forced on you. The stories could no doubt make galloping through a cold fog, with a Draghkar and the Light alone knew what else chasing you, sound thrilling. Egwene might be feeling a thrill; he only felt cold and damp and glad to have a village around him again, even if it was Taren Ferry.

Hay mucho ji en su decisión. Doblegará a sus enemigos a su voluntad, no huirá de ellos. Te deseo lo mejor en tu danza, Egwene al’Vere.

All the stories are real," he muttered. "So it seems, lad," the blacksmith said. "So it seems." Rand only half heard. He was concentrating on following Egwene's slender shape. He had pulled himself together just enough to wish she would hurry, though in truth she was keeping her pace to what the two men could manage with their burden.

Fui ascendida al chal por Egwene al’Vere, la Amyrlin a la que afirmáis servir. Si negáis que Nynaeve y yo somos Aes Sedai, entonces negáis a la Sede Amyrlin que nos envió a encontrar el Cuenco de los Vientos, cosa que hemos hecho. ¡No lo admitiré! Te lo advierto, Merilille Ceandevin. ¡Acata la voluntad de la Sede Amyrlin o seré yo quien te someta a juicio como una rebelde traidora!

Podía hablar cuanto quisiera sobre hacerla novicia otra vez; incluso si Elaida lo creía realmente, Egwene al’Vere no. Tampoco se consideraba una prisionera. Había llevado la lucha al mismísimo corazón de la Torre. De haber tenido labios donde se encontraba en esos momentos, habría sonreído.

Tan pronto como Tervail soltó el faldón de la entrada, ella abrazó el Saidar y tejió Energía casi de un modo acariciador. Ese tejido la fascinaba, la recuperación de algo que se creía perdido para siempre y sin lugar a dudas el mayor descubrimiento de Egwene al’Vere. Cada vez que lo tejía experimentaba esa sensación de maravilla, tan familiar de novicia e incluso de Aceptada, que no había vuelto a sentir desde que había alcanzado el chal. Algo nuevo y maravilloso.

Nadie le tiene puesta correa a Egwene al’Vere. Es inteligente, observadora, rápida en aprender y hábil. Es posible que se convierta en una de las grandes Amyrlin. —La hermana de aspecto de pájaro soltó una repentina y corta risa— . ¿Te das cuenta de que será la Amyrlin que dure más tiempo en la Sede de toda la historia? Ninguna otra vivirá lo suficiente para superarla, a menos que Egwene decida renunciar antes.

¡Se os asciende a la Sede Amyrlin! —declaró, y en ese punto las voces de las otras Asentadas se unieron a la suya—. En la gloria de la Luz, que la Torre Blanca perdure para siempre. ¡Egwene al’Vere, Vigilante de los Sellos, Llama de Tar Valon, la Sede Amyrlin!

Bueno, una vez que haya salvado a Egwene, sí. —¿Y si Egwene no quiere irse? Conozco esa mirada que hay en tus ojos, muchacho, y también sé unas cuantas cosas sobre Egwene al’Vere. No abandonará el campo de batalla hasta que no haya un vencedor.

La mujer se erguía como la encarnación de la venganza, el poder del Saidar semejante a una tormenta a su alrededor. El propio aire parecía encendido, y el cabello castaño se agitaba con el aire que entraba por la grieta abierta en la pared. Egwene al’Vere.