Dime Cuando Tu Quotes

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Porque no lloras Vic? -le preguntó- Acaso no le echas de menos? Ella tardó un poco en responder. Cuando lo hizo, Shail deseó no haber preguntado nunca. -Los muertos no pueden llorar- Dijo Victoria con suavidad. -Vic tu no estas muerta-replico el mago con un escalofrío -No-concedio ella-pero tampoco estoy viva del todo, dime Shail, se puede vivir con medio corazon?
Laura Gallego García (Tríada (Memorias de Idhún, #2))
- He renunciado a todo cuanto conozco - prosiguió Christian tras ella -. A todo el poder que me pertenecía por derecho. He dado la espalda a mi gente, a mi padre… incluso he renunciado a mi identidad… a mi nombre… por ti. Dime, ¿qué más he de hacer? Quizá cuando me veas caer a tus pies, muriendo por tu causa, seas capaz de comprender por fin hasta qué punto soy tuyo.
Laura Gallego García (Tríada (Memorias de Idhún, #2))
-Te amo -le dijo Buttercup-. Sé que esto debe resultarte sorprendente, puesto que lo único que he hecho siempre ha sido mofarme de tí, degradarte y provocarte, pero llevo ya varias horas amándote, y cada segundo que pasa te amo más. Hace una hora, creí que te amaba más de lo que ninguna mujer ha amado nunca a un hombre; media hora más tarde, supe que lo que había sentido entonces no era nada comparado con lo que sentí después. Mas al cabo de diez minutos, comprendí que mi amor anterior era un charco comparado con el mar embravecido antes de la tempestad. A eso se parecen tus ojos, ¿lo sabías? Pues sí. ¿Cuántos minutos hace de eso? ¿Veinte? ¿Serían mis sentimientos tan encendidos entonces? No importa. -Buttercup no podía morarlo. El sol comenzó a asomar entonces a sus espaldas y le infundió valor -. Ahora te amo más que hace veinte minutos, tanto que no existe comparación posible. Te amo mucho más en este momento que cuando abriste la puerta de tu choza. En mi cuerpo no hay sitio más que para tí. Mis brazos te aman, mis orejas te adoran, mis rodillas tiemblan de ciego afecto. Mi mente te suplica que le pidas algo para que pueda obedecerte. ¿Quieres que te siga para el resto de tus días? Lo haré. ¿Quieres que me arrastre? Me arrastraré. Por tí me quedaré callada, por tí cantaré, y si tienes hambre, deja que te traiga comida, y si tienes sed y sólo el vino árabe puede saciarla, iré a Arabia, aunque esté en el otro confín del mundo, y te traeré una botella para el almuerzo. Si hay algo que sepa hacer por tí, lo haré; y si hay algo que no sepa, lo aprenderé. Pero recuera, por favor, que ella es vieja y tiene otros intereses, mientras que yo tengo diecisiete años y para mí sólo existes tú. Mi querido Westley... nunca te había llamado por tu nombre, ¿verdad...? Westley, Westley, Westley, Westley... querido Westley, adorado Westley, mi dulce, mi perfecto Westley, dime en un susurro que tendré la oportunidad de ganarme tu amor.
William Goldman (The Princess Bride)
Pero el amor no tiene forma, mi vida, ya lo descubrirás, no se coloca en un rincón de nosotros y busca su espacio. El amor te agarra de las manos, te eleva y te suelta sin paracaídas. Ese vértigo es maravilloso. Y después… Durante el descenso ves los paisajes más bellos del mundo, ves tu vida clara y limpia, como una nube, y nada más importa. Dime, ¿qué más da el suelo cuando ya lo has visto todo en la caída?
Elvira Sastre (Días sin ti)
Estoy a tu disposición para lo que decidas hacer, simplemente dime si tengo que empezar a practicar eso de mirar por la ventana con expresión lánguida, esperando a que mi amor regrese de la guerra. A veces me exaspera que no tengas más libertad de acción respecto de tu vida. Cuando te imagino feliz, te veo teniendo un apartamento propio fuera del palacio y sentado ante una mesa en la que puedas escribir antologías de la historia de la homosexualidad. Y yo estoy ahí contigo, gastándote el champú y obligándote a que me acompañes a hacer la compra y despertándome a tu lado todos los días en la misma zona horaria que tú.
Casey McQuiston (Red, White & Royal Blue)
No tienes razón -replicó el demonio-; lejos de amenazar, me limito a razonar contigo. Soy malvado porque soy desgraciado. ¿No me odia y me rehúye la humanidad? Tú, mi creador, me despedazarías y te alegrarías, tenlo presente; así que dime, ¿Por qué tengo yo que compadecerme del hombre más de lo que se compadece él de mí? Si pudieses arrojarme a uno de esos precipicios de hielo y destruir mi cuerpo, obra de tus propias manos, no lo llamarías homicidio. ¿Y debo respetar yo al hombre, cuando él me condena? Que intercambie sus amabilidades conmigo, y en vez de daño derramaré sobre él todos los beneficios con lágrimas de agradecimiento por su aceptación. Pero no; los sentimientos humanos son barreras insalvables para nuestra unión. Sin embargo, no obtendrás de mí una sumisión de abyecta esclavitud. Vengaré mis ofensas; si no puedo inspirar afecto, inspiraré terror; y a ti, mi mayor enemigo, por ser mi creador, te juro un odio inextinguible. Ten cuidado; buscaré tu destrucción, y no descansaré hasta desolar tu corazón, a fin de que maldigas la hora de tu nacimiento.
Mary Wollstonecraft Shelley (Frankenstein: The Modern Prometheus)
Nunca hasta hoy había temido lo que nuestras dos mentes fueran a descubrir juntas. Pero qué veneno destilabas, quizás el mismo veneno que hay en ti. ¿Temes tú lo mismo? ¿Te sientes perseguido y a la vez eludido, como por una creación de tu propio cerebro? ¿Es el miedo a una ilusión contra lo que luchas con crudas palabras? Dime que es algo más que una bella imagen. A veces, cuando hablamos, tengo la impresión de que tratamos de convencernos de su realidad. Es irreal incluso para nosotros, incluso para ti que la has poseído, y para mí, a quien ha besado
Anaïs Nin (Henry and June)
...dime por qué nuestras grandes naciones pueden enviar legiones de soldados a la guerra, pero son incapaces de hacer lo mismo cuando se trata de salvar los niños (...). Alguna cosa ha cambiado. Para mí vivir ya no es un derecho, se ha convertido en un privilegio
Marc Levy (Où es-tu ?)