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Cuando el cielo del Tepeyac abre sus primeras estrellas delgaditas y la oscuridad baja como tinta color azul japones.
Sobre la verdad: si se la das a alguien, entonces ese alguien tiene poder sobre ti.
El besandome entre grandes mordiscos de pan.
El jazmin nocturno con su aroma espumoso de leche dulce.
El reir del rio y los canales y la voz alta, melancolica, del viento en las ramas del alto pino.
Te extrano aun ahora que estas acostado a mi lado.
Mirar mientras duermes el color de tu piel. Ver como a la media luz de la luna emites tu propia luz, como si todo tu estuvieras hecho de ambar. Como si fueras una linternita y todo en la casa estuviera dorado tambien.
Hacer el amor en espanol, de una manera tan intricada y devota como la Alhambra.
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