Chico Escuela Quotes

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Oh, hombre. Incluso su nombre era demasiado... molesto. Si papá se enteraba de que iba a la escuela con un chico de apellido Diamond, iba a hacer un matrimonio por conveniencia. Su Lucy en el cielo... con Diamond.
Nicole Williams (Crash (Crash, #1))
—¿Por qué estás intentando con tanta fuerza el hacerme pensar que eres una mala persona? —pregunté. —Porque sería mejor para ti tener un sano temor hacia mí de modo que no puedas decir que no fuiste advertida. No soy como los chicos de tu escuela. Piensa en la atracción que sientes hacia las drogas. Así me siento respecto al sexo. Oh. —¿Comienzas a comprenderlo ya? Déjame ser aún más claro. —Su voz bajó mientras me guiaba a través de su trabajo—. Puedo entender a alguien en solo cinco minutos de conversación para saber qué tendría que decir o hacer para atraerlas a la cama. Eso te incluye, aunque admito que estaba fuera de juego anoche. Con alguna personas basta con simple adulación y atención. Con otras toma más tiempo y energía. Hago lo que se necesite para quitarles la ropa, y luego intento hacerlo de modo que nunca estén con otra persona sin pensar en mí. Sé secretos del cuerpo humano que la mayoría de las personas ni siquiera sabe de ellos mismos. Y cuando me voy, sé que están arruinadas cuando comienzan a suplicarme que me quede.
Wendy Higgins (Sweet Evil (Sweet, #1))
Conmocionado, Thomas comprobó que sus ojos se habían llenado de lágrimas. La vida había sido tan delirante desde su llegada al Área que nunca se le había ocurrido pensar en los Habitantes como si fueran chicos reales, con familias de verdad que los extrañaran. Era muy raro, pero ni siquiera había pensado en sí mismo de esa manera. Sólo reflexionaba acerca del significado de todo, sobre quiénes los había mandado allí o cómo saldrían alguna vez de ese lugar. Por primera vez, sintió algo por Chuck que lo enojó de tal modo que tenía deseos de matar a alguien. El chico debería estar en la escuela, en su hogar, jugando con los amigos. Tenía derecho a tener una casa y una familia que lo amara, que se preocupara por él. Una mamá que se encargara de que se diera una ducha todos los días y un papá que lo ayudara con la tarea. Detestó a las personas que habían arrancado a ese pobre chico inocente de su familia. Los odió con una pasión que no sabía que un ser humano pudiera sentir. Quería que los mataran, incluso que los torturaran. Deseaba que Chuck fuera feliz. Pero la felicidad había sido extirpada de sus vidas. Y también el amor.
James Dashner (The Maze Runner (The Maze Runner, #1))
―Así se hace, Carrie ―murmure para mi misma, olvidando al entrenador Newell y pensando solo en la casi-entrevista anterior a eso― Conseguiste un enamoramiento del mas hermoso y popular chico rico de la escuela. Qué original.
Linda Kage (The Stillburrow Crush)
Puedes estar rodeado de personas y seguir estando solo. Puedes ser la persona más popular de la escuela, envidiada por cada chica y querida por cada chico, y aún así sentirte sin valor.El mundo puede estar en tus pies y tú aún sin saber lo que quieres de él.
Hannah Harrington (Speechless)
Eso a Billy no le importa. Se considera un buen hombre, solo que tiene un trabajo sucio. Al menos, piensa, nunca he disparado contra un chico de quince años que va camino a la escuela. En el supuesto de que Joel Allen, alias Joe, realmente hiciera una cosa así.
Stephen King (Billy Summers)
Si la felicidad viene determinada por las expectativas, entonces dos pilares de nuestra sociedad (los medios de comunicación y la industria publicitaria) pueden estar vaciando, sin saberlo, los depósitos de satisfacción del planeta. Si el lector fuera un joven de dieciocho años en una pequeña aldea de hace 5.000 años, probablemente pensaría que era bien parecido porque solo había otros 50 hombres en su aldea y la mayoría de ellos eran ancianos, o tenían cicatrices o arrugas, o todavía eran niños pequeños. Pero si el lector es un adolescente en la actualidad, tiene muchas más probabilidades de sentirse incómodo. Incluso si los demás chicos de la escuela son feos, el adolescente no se compara con ellos, sino con las estrellas de cine, atletas y supermodelos que vemos continuamente en la televisión, en Facebook y en las carteleras gigantes. ¿Podría ser, pues, que el descontento del Tercer Mundo no estuviera fomentado únicamente por la pobreza, la enfermedad, la corrupción y la opresión política, sino también por la simple exposición a los estándares del Primer Mundo? El ciudadano egipcio promedio tenía muchas menos probabilidades de morir de hambre, de la peste o de violencia bajo el gobierno de Hosni Mubarak que bajo Ramsés II o Cleopatra. Las condiciones materiales de la mayoría de los egipcios nunca habían sido tan buenas. Uno pensaría que en 2011 estarían cantando por las calles y dando gracias a Alá por su buena fortuna. En cambio, se levantaron furiosamente para derrocar a Mubarak. No se comparaban con sus antepasados bajo los faraones, sino con sus contemporáneos en los Estados Unidos de América de Obama. Si
Yuval Noah Harari (Sapiens. De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad)
Asimismo, el carácter del bullying tiene diferentes manifestaciones: • Físico: empujones, “picar la cola”, poner el pie, patadas, puñetazos, “zapes”, coscorrones, agresiones con objetos, pellizcos, jaloneo del pelo. • Verbal: insultos, apodos; ridiculizar, imitar, esparcir rumores, difamar. • Ciberbullying. En lugar de producirse cara a cara, ocurre a través del teléfono o de internet. El problema fundamental de este tipo de acoso es que ocurre incluso en el hogar, y la víctima no tiene dónde esconderse, mientras que el acosador puede mantener cierto anonimato. Una de sus modalidades es más grave: cuando se graba un video vejatorio y se sube a internet. • Psicológico. El componente psicológico está presente en todas las formas de abuso, y consiste en todas aquellas acciones encaminadas a destruir la seguridad y la autoconfianza de un individuo. Por ejemplo, excluir a un compañero del grupo en forma rotunda y severa, humillarlo o avergonzarlo públicamente. Hoy es necesario entender que el acoso escolar o bullying es un problema en el que, sin lugar a dudas, se ponen en juego muchas variables que vienen de fuera, pero cuyas manifestaciones se dan en el corazón de la escuela, ahí donde se construye la seguridad y la confianza, la convivencia cotidiana. Por ello, es ahí donde, como diría la sevillana Rosario Ortega, tenemos que llevar el bálsamo de la reparación, la acción preventiva y la intervención educativa. Algunos signos de que un estudiante está siendo acosado en la escuela: • Empieza a inventar enfermedades que le permitan faltar a la escuela: dolores de estómago, dolores de cabeza, de muela... • Somatización. En este caso no inventa una dolencia; realmente ponen el dolor emocional en el cuerpo a través de náuseas, mareos, vómito, malestar de estómago o de cabeza, como respuesta al estrés y a la angustia. • Bajo desempeño escolar. • Pesadillas o insomnio. • Apatía. • Cansancio por las mañanas. • Conducta autodestructiva. • Fatiga crónica. • Pierden sus pertenencias y aparentemente pierden dinero. • Pobre concentración. • Irritabilidad. • Ideación suicida. Consejos • Apoyar y contener emocionalmente a su hijo y decirle que lo ayudarán a superar el problema. • Dejarle claro que no es su culpa y que cualquier persona que vive experiencias de bullying se siente igual de mal. • Informar por escrito a la escuela. • Solicitar una reunión con las autoridades escolares y exponer el problema para trabajar en colaboración. • No reaccionar con violencia, ni irrumpir en el colegio ocasionando un escándalo con los profesores o los padres del agresor. • No instigar a su hijo a que se defienda violentamente. • No hablar ni amenazar al agresor. • No sobreprotegerlo. • Investigar si se trata de algo recurrente o permanente; si su hijo tiene problemas de socialización en otros espacios, si tiene dificultades para defenderse. En caso de ser así, pida ayuda y orientación psicológica. En estos casos, una psicoterapia de grupo de corte psicodinámico puede ser muy útil. AGRESIÓN Y VIOLENCIA En el adolescente la agresión tiene dos significados: por un lado, es directa o indirectamente una reacción ante la frustración; por el otro, es una de las dos fuentes principales de energía que posee el chico. La agresión surge desde que el bebé está en el vientre materno. Los golpes tempranos e incluso los
Alexis Schreck Schuler (Misión imposible: cómo comunicarnos con los adolescentes (Spanish Edition))
—Pues yo una vez hice una búsqueda en Google del chico que me gustaba en la secundaria, —comentó Naty—. Puse su nombre y la generación de la escuela y sí, lo encontré, pero luego me arrepentí porque resultó que andaba en malos pasos y estaba en la cárcel. Hubo un silencio incómodo.
Mariam Parra (Untold: La Historia Que Nadie Sabía)
Si de chico fui a la escuela / y de grande fui soldado / si de casado cabrón / y de muerto condenado / ¿Qué favor le debo al sol / por haberme calentado?
Rafael Bernal (El complot mongol)
Mike, basta,” dice Will. “Si él quiere una historia de fantasmas, démosle la buena. Démosle lo que mantiene los chicos de la escuela intermedia despiertos por la noche.” “¿Cuál es esa?” Pregunto. El cabello me está picando en la nuca. “Anna Korlov. Anna Vestida en Sangre.
Kendare Blake (Anna Dressed in Blood (Anna, #1))
A finales de 2009 hubo un pequeño alboroto mediático en España al descubrirse que la Junta de Extremadura, en manos de los socialistas, había organizado, dentro de su plan de educación sexual de los escolares, unos talleres de masturbación para niños y niñas a partir de los catorce años, campaña a la que bautizó, no sin picardía,El placer está en tus manos. Ante las protestas de algunos contribuyentes de que se invirtiera de este modo el dinero de los impuestos, los voceros de la Junta alegaron que la educación sexual de los niños era indispensable para «prevenir embarazos no deseados» y que las clases de masturbación servirían para «evitar males mayores». En la polémica que el asunto provocó, la Junta de Extremadura recibió las felicitaciones y el apoyo de la Junta de Andalucía, cuya Consejera de Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro, anunció que en Andalucía comenzaría en breve una campaña similar a la extremeña. De otro lado, un intento de acabar con los talleres de masturbación mediante una acción judicial que puso en marcha una organización afín al Partido Popular y bautizada, con no menos chispa, Manos Limpias, fracasó de manera estrepitosa pues la Fiscalía del Tribunal de Justicia de Extremadura no dio curso a la denuncia y la archivó. ¡A masturbarse, pues, niños y niñas del mundo! Cuánta agua ha corrido en este planeta que todavía nos soporta a los humanos desde que, en mi niñez, los padres salesianos y los hermanos de La Salle —colegios en los que estudié— nos asustaban con el espantajo de que los «malos tocamientos» producían la ceguera, la tuberculosis y la imbecilidad. Seis décadas después ¡clases de paja en las escuelas! Eso es el progreso, señores. ¿Lo es, de veras? La curiosidad me acribilla el cerebro de preguntas. ¿Pondrán notas? ¿Tomarán exámenes? ¿Los talleres serán teóricos o también prácticos? ¿Qué proezas tendrán que realizar los alumnos para sacar la nota de excelencia y qué fiascos para ser desaprobados? ¿Dependerá de la cantidad de conocimientos que su memoria retenga o de la velocidad, cantidad y consistencia de los orgasmos que produzca la destreza táctil de chicos y chicas? No son bromas. Si se tiene la audacia de abrir talleres para iluminar a la puericia en las técnicas de la masturbación, estas preguntas son pertinentes.
Anonymous
No podía perderla. No lo haría. Solo el pensamiento de no poder volver a tenerla me hacía enloquecer. Peor que perder todos mis amigos. Peor que ser el chico menos popular de la escuela. Peor que tener a Amma disgustada conmigo perpetuamente.
Kami Garcia (Beautiful Creatures (Caster Chronicles, #1))
Oppenheimer se crió en uno de los barrios más ricos de Manhattan. Era hijo de una artista y un próspero fabricante de prendas de vestir. Su niñez fue la encarnación del cultivo concertado. Los fines de semana, lo llevaban a pasear por el campo en un Packard conducido por un chófer. Los veranos, a Europa a ver a su abuelo. Estudió en la Ethical Culture School de Central Park West, quizás la escuela más progresista del país, en la que, como escriben sus biógrafos, a los estudiantes «se les inculcaba la noción de que les estaban preparando para reformar el mundo». Cuando su profesora de matemáticas comprendió que el chico se aburría, lo envió a hacer trabajo independiente.
Malcolm Gladwell (Fuera de serie. Por qué unas personas tienen éxito y otras no)
venderle juegos crackeados a los chicos de la escuela tenía más que ver con la justicia que con el fraude.
Federico Bustos (INFIDELIDAD HACKER (Spanish Edition))
Así fue como la educación de mi padre no se prolongó después de la escuela primaria. Nadie habría imaginado algo diferente, de todos modos. Ni sus padres ni él mismo. En su entorno, había que ir a la escuela hasta los catorce, porque era obligatorio, y a los catorce se la abandonaba, porque ya no lo era. Era así. Salir del sistema escolar no era un escándalo. ¡Por el contrario! Me acuerdo lo mucho que se indignó mi familia cuando la escolarización se volvió obligatoria hasta los dieciséis: “¿De qué sirve obligar a los chicos a que sigan yendo al colegio si no les gusta, si prefieren trabajar?”, repetían, sin nunca preguntarse acerca de la distribución diferencial de ese “gusto” o “ausencia de gusto” por los estudios. La eliminación escolar se relaciona frecuentemente con la autoeliminación y con la reivindicación de esta última como si se tratara de una elección: la escolarización larga es para los demás, para los que “se lo pueden permitir” y que resultan ser los mismos a los que “les gusta”. El campo de los posibles —incluso de los posibles contemplables, sin hablar de los posibles realizables— está estrechamente circunscrito a la posición de clase. Es como si la línea que divide ambos mundos sociales fuera impermeable casi por completo.
Didier Eribon (Regreso a Reims (Spanish Edition))
Y eso que llama "meritocracia" ¿Cómo se come? “Es claramente malo mantener niños ordinarios de la clase trabajadora en la escuela después de la edad en la cual su debido trabajo comienza [es decir, su tierna infancia. Hacerlo], sería tan arbitrario e impropio como sería mantener a los chicos de Eton y Harrow trabajando la tierra” Sir Charles Adderley, encargado de políticas educativas del gobierno británico a mediados del siglo XIX.
Joaquín Barañao (Datos Freak de la historia: Más de 480 curiosidades referenciadas (Spanish Edition))
En la actualidad, los médicos enfrentan problemas económicos que yo no le desearía ni a mis peores enemigos: las compañías de seguros se están apoderando de sus negocios, la industria de la salud está manipulada, el gobierno interviene y, además, abundan las demandas por negligencia. Hoy en día los niños quieren convertirse en atletas famosos, en estrellas de cine o de rock, en reinas de belleza o directores de grandes empresas, porque esas son las profesiones que proveen fama, dinero y prestigio. Es por esto que cuesta tanto trabajo mantener motivados a los chicos en las escuelas.
Robert T. Kiyosaki (Padre rico. Padre pobre (Nueva edición actualizada). Qué les enseñan los ricos a sus hijos acerca del dinero, ¡que los pobres y la clase media no!)