Buena Vida Quotes

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Si tu fortuna no vale para cambiar la vida y tu entorno, y las condiciones de los que están a tu lado, es sólo papel, mal papel donde ni siquiera se podrá escribir cosas buenas sobre tu persona.
Benito Taibo (Persona Normal)
Yo no busco en las personas ni la bondad ni la buena educación siquiera..., aunque creo que esto último es imprescindible para vivir con ellas. Me gustan las gentes que ven la vida con ojos distintos que los demás, que consideran las cosas de otro modo que la mayoría... Quizá me ocurra esto porque he vivido siempre con seres demasiado normales y satisfechos de ellos mismos...
Carmen Laforet (Nada)
La felicidad está íntimamente relacionada con el sentido que le damos a nuestra vida, a nuestra existencia.
Marian Rojas Estapé (Cómo hacer que te pasen cosas buenas)
¿Quién no ha deseado alguna vez escapar del encierro de la propia vida? Y no porque esa vida no nos guste, sino porque una sola existencia, por muy grande y muy buena que sea, siempre será una especie de cárcel, una mutilación de las otras posibles realidades, de los otros individuos que pudimos ser.
Rosa Montero (El peligro de estar cuerda)
La beso, a ella la beso, y no soy hipócrita. La beso como podría morderla, y a veces la muerdo, o comérmela y masticarla y digerirla. Porque hay una desesperada necesidad, casi diría una obligación, de marcar al otro, a la otra, aunque sea con los dientes, y aunque alguno de estos sea postizo. Dejar una marca propia es cosa de vida o muerte, o de muerte solamente, porque la intención subterránea es pasar la muerte, es seguir existiendo después del fin. Y a esos efectos tanto sirve la existencia de un hijo como la de una cicatriz. Después de todo, también el hijo es una cicatriz. Buena definición para proponer a la Academia. Hijo: cicatriz de amor.
Mario Benedetti (Gracias por el fuego)
Es aquí en la vida en donde tengo que encontrar remedio de la vida. Y una buena receta es el amor y el saber mirar por encima de mi hombro mis propias penas.
Jaime Sabines (Los amorosos: Cartas a Chepita)
No hay feminismo sin independencia económica. Eso lo vi claramente en mi infancia con la situación de mi madre. Las mujeres necesitamos disponer de ingresos propios y manejarlos, para eso se requiere educación, capacitación y un ambiente laboral y familiar adecuado.
Isabel Allende (Mujeres del alma mía: Sobre el amor impaciente, la vida larga y las brujas buenas (Spanish Edition))
«La vida volverá a ser buena» y «Si puedes sobrevivir a esto, puedes sobrevivir a cualquier cosa». Me he repetido esas frases una y otra vez.
Edith Eger (La bailarina de Auschwitz: Una inspiradora historia de valentía y supervivencia)
A muchas hijas nos ha tocado vivir la vida que nuestras madres no pudieron vivir.
Isabel Allende (Mujeres del alma mía: Sobre el amor impaciente, la vida larga y las brujas buenas (Spanish Edition))
Envuelta en papel celofán, la buena vida era un regalo envenenado.
Lionel Shriver (So Much for That)
A menos que hayáis sido muy, muy afortunados, habréis experimentado sucesos en vuestra vida que os habrán hecho llorar. Así pues, a menos que hayáis sido muy, muy afortunados, sabréis que una buena y larga sesión de llanto a menudo puede haceros sentir mejor, aunque vuestras circunstancias no hayan cambiado lo más mínimo.
Lemony Snicket (The Bad Beginning (A Series of Unfortunate Events, #1))
Pude ver un atisbo de cómo ha sido tu vida… y… —Bajo la mirada a mis enredados dedos, lágrimas todavía corriendo por mis mejillas—. Esto es sobre mí no siendo lo suficientemente buena para ti. Fue una comprensión de tu vida, y estoy tan asustada de que te aburrirás de mí, y luego te irás… y terminaré como Leila… una sombra. Porque te amo, Christian, y si me dejas, va a ser como un mundo sin luz. Estaré en la oscuridad. No quiero huir. Solo estoy tan asustada de que me dejes
E.L. James (Fifty Shades Darker (Fifty Shades, #2))
para llevar una buena vida y así tener una buena muerte, hemos de tomar nuestras decisiones teniendo por objetivo el amor incondicional y preguntándonos: «¿ Qué servicio voy a prestar con esto?»
Elisabeth Kübler-Ross (La rueda de la vida)
LOS NADIES Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pié derecho, o empiecen el año cambiando de escoba. Los nadies: los hijos de los nadies, los dueños de nada. Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos: Que no son, aunque sean. Que no hablan idiomas, sino dialectos. Que no profesan religiones, sino supersticiones. Que no hacen arte, sino artesanía. Que no practican cultura, sino folklore. Que no son seres humanos, sino recursos humanos. Que no tienen cara, sino brazos. Que no tienen nombre, sino número. Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local. Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.
Eduardo Galeano (The Book of Embraces)
La violencia contra las mujeres es universal y tan antigua como la civilización misma. Cuando se habla de derechos humanos, en la práctica se habla de derechos de los hombres. Si un hombre es golpeado y privado de libertad, es tortura. Si lo mismo soporta una mujer se llama violencia doméstica
Isabel Allende (Mujeres del alma mía: Sobre el amor impaciente, la vida larga y las brujas buenas (Spanish Edition))
Me alegro, porque es posible, y subrayo posible, que ese momento no llegue nunca, que no te enamores, que no quieras ni puedas entregarle la vida a nadie y que, como yo, cumplas un día los cuarenta y cinco años y te des cuenta de que ya no eres joven y que no había para ti un coro de cupidos con liras ni un lecho de rosas blancas tendido hacia el altar, y la única vergüenza que te quede sea robarle a la vida el placer de esa carne firme y ardiente que se evapora más rápido que las buenas intenciones, y que es lo más parecido al cielo que encontrarás en este cochino mundo donde se pudre todo, empezando por la belleza y acabando por la memoria.
Carlos Ruiz Zafón (The Angel's Game (The Cemetery of Forgotten Books, #2))
Yo soy aquella mujer que escaló la montaña de la vida . Removiendo piedras y plantando flores . Cora Coralina
Elena Favilli (Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes: Diversión y aventuras (Libro para Colorear): Diversión y aventuras (Spanish Edition))
—En la vida las pruebas siempre acaban llegando y son una buena oportunidad para volver a empezar. Cuanto más duras, más útiles serán en el futuro.
Haruki Murakami (La muerte del comendador, Libro 2 (Kishidancho Goroshi, #2))
Cuando todos los días resultan iguales es porque las personas han dejado de percibir las cosas buenas que aparecen en sus vidas siempre que el sol cruza el cielo.
Paulo Coelho (The Alchemist)
¿Por qué será que las cosas buenas de la vida son ilegales, un pecado o engordan?"-El Efecto Maquiavelo
Osvaldo Reyes
No puedes quedarte en el banquillo y esperar que las cosas buenas de la vida sucedan ante tus ojos, tienes que correr tras ellas.
Candela Ríos (Febrero, marzo y abril (Los chicos del calendario, #2))
cuando todos los días parecen iguales es porque las personas han dejado de percibir las cosas buenas que aparecen en sus vidas siempre que el sol cruza el cielo.
Paulo Coelho (El alquimista)
Era una sonrisa que podría hacer que un hombre creyera que la vida era buena.
John Verdon (Shut Your Eyes Tight (Dave Gurney, #2))
Porque no todo lo bueno tiene que ser para siempre. A veces las cosas vienen en el momento que tu vida lo necesita. Son como extraños que conoces en un tren y que por unas cuantas estaciones te hacen buena compañía y ponen buena música, pero eventualmente se bajan y el viaje sigue. Y eso no está mal.
Jean Paul Vizuete (Nombres en el Silencio)
El patriarcado es un juez que nos juzga por nacer y nuestro castigo es la violencia que no ves. Es femicidio. Impunidad para mi asesino. Es la desaparición. Es la violación. Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni como vestía. El violador eras tú.
Isabel Allende (Mujeres del alma mía: Sobre el amor impaciente, la vida larga y las brujas buenas (Spanish Edition))
Pero la verdad yo creo que es la Cenicienta la que rescata al príncipe. Ella es la que hace todo. Limpia todo para poder ir al baile, está trabaje y trabaje, hasta hace su vestido. Y ella es la que es buena con todo el mundo y por eso el hada madrina viene a ayudarla. Si ella no hubiera hecho todas esas cosas el príncipe se hubiera casado con alguien horrible que sólo lo quiere por su dinero, como las hermanastras. La Cenicienta quiere una vida mejor, por eso hace todo lo que hace, no nada más para casarse con el príncipe. Además, mi mamá siempre se queja de que hay poquitas películas que se tratan de mujeres. La películas de princesas se tratan de mujeres y lo que ellas quieren, ¿o no? —la escuincla culmina semejante dosis de sabiduría mirando al techo y encogiendo los hombros—, Bueno, yo digo. Hago
Catalina Aguilar Mastretta (Todos los días son nuestros)
Augustus Waters fue el Alcalde de la Ciudad Secreta de Cancerlandia, y no es reemplazable comenzó Isaac. Otras personas serán capaces de contar historias divertidas sobre Gus, porque era un tipo divertido, pero déjenme contarles una seria: Un día después de que me extirparan mi ojo, Gus se presentó en el hospital. Yo estaba ciego y con el corazón roto y no quería hacer nada y Gus irrumpió en mi habitación y gritó: “¡Tengo una noticia maravillosa!” Y yo dije algo como: “Realmente no quiero escuchar una noticia maravillosa en este momento”, y Gus dijo: “Esta es una noticia maravillosa que quieres escuchar”, y yo le pregunté: “Bien, ¿cuál es?” y él dijo: “¡Vas a vivir una buena y larga vida llena de momentos grandiosos y terribles que ni siquiera puedes imaginar todavía!
John Green (The Fault in Our Stars)
Leía mucho. Pero con la lectura pasa lo mismo, ya sabes… sólo obtienes algo de los libros si eres capaz de poner algo tuyo en lo que estás leyendo. Quiero decir que sólo si te aproximas al libro con el ánimo dispuesto a herir y ser herido en el duelo de la lectura, a polemizar, a convencer y ser convencido, y luego, una vez enriquecido con lo que has aprendido, a emplearlo en construir algo en la vida o en el trabajo” La mayor parte de la gente no puede dar ni recibir amor porque es cobarde y orgullosa, porque tiene miedo al fracaso” … a veces las personas son buenas porque no tienen inhibiciones que les impiden actuar con maldad. … Y luego están los que son buenos porque son demasiado cobardes para ser malos” El burgués tiene que estar toda la vida demostrando quién es. El aristócrata ya ha demostrado quién es en el momento de nacer” No me gusta entregarme a los sentimientos…pero el sentimiento de la amistad es mucho más complicado y delicado que el del amor” Ya ves lo ingenuos que somos. Tendemos a creer que los asuntos propios, los verdaderos, son acontecimientos de relevancia mundial” No es cierto que el sufrimiento nos purifique y nos haga mejores, más sabios y comprensivos. Nos vuelve demasiado lúcidos, fríos e indiferentes” Y entonces te das cuenta de que ésa es la verdadera venganza, la única, la perfecta: ya no quieres saber nada de él, no le deseas nada malo ni nada bueno, ya no puede hacerte sufrir
Sándor Márai
No se puede escribir un cuento, ni siquiera un verso bueno, si no hay una concepción del mundo. Y una buena escritura tiene que ser el resultado del deseo de explorar el universo, interior o exterior
Adriano González León (País portátil)
La buena literatura nunca había tenido por objeto ser un ejemplo o eco de la vida real, sino que estaba hecha para abstraer al lector momentáneamente de la vida, liberando su mente de consideraciones para posibilitar su solaz con el glorioso lenguaje de vívidas composiciones de palabras en forma de ideas imaginarias o fantasiosas.
Colleen McCullough (El primer hombre de Roma)
vida es eso, Pablo; todo lo que sabemos, todo lo que disfrutamos, todo lo que somos desaparecerá con la muerte. Y da igual que aprendamos la melodía diez años o diez minutos antes del final. Ese final llegará y lo borrará todo. Pero, mientras llega, eso es lo que somos.
Rosa Montero (La buena suerte)
Había tenido ocasión de echar una buena mirada a su vida y había visto que todo había sido un decorado teatral y falsas apariencias.
Stephen King (Cujo)
En la vida encontraremos cosas increíbles, divertidas y fantásticas...otras aburridas, menos gratas y hasta dolorosas, pero al fin y al cabo experiencias.
Sue Zurita (Buenas noches, desolación)
En la maternidad como en la vida hay días más buenos que otros y es normal y es válido. A mis días grises, la luz de la buena compañía.
Ana Acosta Rodriguez (La metamorfosis de una madre: Criar en una sociedad patriarcal y adultocéntrica (Spanish Edition))
Una mujer de cincuenta puede ser invisible en Las Vegas, pero muy atractiva en París.
Isabel Allende (Mujeres del alma mía: Sobre el amor impaciente, la vida larga y las brujas buenas (Spanish Edition))
—Bienvenido a la raza humana. Nadie controla su propia vida, Ender. Lo más que puedes hacer es elegir ser controlado por personas buenas, por personas que te quieran.
Orson Scott Card (El juego de Ender (Ender's Saga, #1))
No puedo ser miembro de una institución que me considera persona de segunda clase y cuyas autoridades, siempre hombres, imponen sus reglas con la fuerza del dogma y gozan de impunidad.
Isabel Allende (Mujeres del alma mía: Sobre el amor impaciente, la vida larga y las brujas buenas (Spanish Edition))
La gente no es «buena» ni «mala». Las personas son personas y responden a incentivos. Casi siempre pueden ser manipuladas —para bien o para mal— si se encuentran las palancas adecuadas.
Steven D. Levitt (SuperFreakonomics: Enfriamiento global, prostitutas patrioticas y por que los terroristas suicidas deberian contratar un seguro de vida)
Había empezado a comprender que la felicidad surge de los brotes más pequeños e inesperados. Y se preguntaba si era posible que todas las cosas buenas de la vida cupiesen en una librería.
Mónica Gutiérrez Artero (La librería del señor Livingstone)
Cuando el río es lento y se cuenta con una buena bicicleta o caballo sí es posible bañarse dos (y hasta tres, de acuerdo con las necesidades higiénicas de cada quién) veces en el mismo río.
Augusto Monterroso (Lo demás es silencio: La vida y la obra de Eduardo Torres)
Yo te puedo asegurar que nadie te ha olvidado, que estas en la memoria de muchísimas personas. Aunque la vida siga, aunque el mundo gire y no se detenga, las huellas que las personas han dejado en ti nunca se irán, porque te enseñaron algo... Y las huellas que tu dejes en las personas... Procura que sean positivas para que, aunque sea muy dentro de ellas, tengan una buena historia.
Dulce María
Hay que olvidar agravios y sacudirse la negatividad; se requiere más energía para el rencor y la ira que para perdonar. Y la clave de la felicidad es perdonar a los demás y perdonarse a sí misma.
Isabel Allende (Mujeres del alma mía: Sobre el amor impaciente, la vida larga y las brujas buenas (Spanish Edition))
Si tu fortuna no vale para cambiar la vida y tu entorno, y las condiciones de los que están a tu lado, es sólo papel, mal papel donde ni siquiera se podrán escribir cosas buenas sobre tu persona.
Benito Taibo (Persona normal)
En gran parte del mundo vivimos en una cultura enfocada hacia la juventud, la belleza y el éxito. Para cualquier mujer resulta muy difícil navegar en esas aguas; para la mayoría es un naufragio seguro.
Isabel Allende (Mujeres del alma mía: Sobre el amor impaciente, la vida larga y las brujas buenas (Spanish Edition))
Temía que en mi ausencia le ocurrieran cosas, buenas o malas. Era un temor antiguo, un temor que no había superado: el miedo de que al perderme trozos de su vida, la mía perdiera intensidad e importancia.
Elena Ferrante (My Brilliant Friend (My Brilliant Friend, #1))
Había trabajado tanto para llegar hasta allí(...) . Ella se había pasado la vida tratando de ser compasiva con los demás. Y no creía que ser buena persona obligara a abandonar todos los sueños personales.
Sylvain Reynard (Gabriel's Redemption (Gabriel's Inferno, #3))
autoestima y la felicidad están íntimamente relacionadas. Una persona en paz, que tiene cierto equilibrio interior y que disfruta de las cosas pequeñas de la vida, normalmente tendrá un nivel de autoestima adecuado.
Marian Rojas Estapé (Cómo hacer que te pasen cosas buenas)
El feminismo, como el océano, es fluido, poderoso, profundo y tiene la complejidad infinita de la vida, se mueve en olas, corrientes, mareas y a veces en tormentas furiosas. Como el océano, el feminismo no se calla.
Isabel Allende (Mujeres del alma mía: Sobre el amor impaciente, la vida larga y las brujas buenas (Spanish Edition))
No olvidemos que el éxito en la vida lo logran las personas que son capaces de concentrarse y enfocarse en lo que realmente desean, siendo capaces de perseverar en el propósito. La atención del cerebro se desarrolla en la corteza prefrontal. Esta zona se encarga de la voluntad, el autocontrol y la planificación de una tarea. Hay que desarrollar esta zona del cerebro en los niños desde pequeños. Es una de las más importantes de la mente.
Marian Rojas Estapé (Cómo hacer que te pasen cosas buenas)
A menudo en la vida, cuando mejor crees que van las cosas, es cuando más cerca estás de pifiarla a lo grande. Una cagada épica y espantosa que antes de cometerla te parecerá una magnífica idea. Tan buena que irás cantando y bailando hacia ella, como una cucaracha que se zambulle en un barreño de insecticida haciendo un doble tirabuzón.
Juan Gómez-Jurado (Cicatriz)
Si rechazamos la felicidad artificial, también deberíamos rechazar la verdad contenida en un solo libro, un solo líder, un solo credo. Las preguntas más importantes de la vida: ¿Cómo vivir? ¿Qué define a una buena sociedad? ¿Cuál es el significado de todo esto? ... Tienen varias respuestas posibles. Y nadie puede responderlas por nosotros.
Alejandro Gaviria (Siquiera tenemos las palabras)
¿Sabes?- dijo sentándose-, tiene gracia, todos encontramos buenas excusas para no permitirnos amar, por miedo a sufrir, por miedo a que un día nos abandonen. Y, sin embargo, cuánto amamos la vida, pese a saber que algún día nos abandonará.
Marc Levy (All Those Things We Never Said)
Los números primos son útiles para crear códigos y en Estados Unidos los consideran Material Militar y si descubres uno de más de 100 dígitos tienes que decírselo a la CIA y te lo compran por 10.000 dólares. Pero no sería una forma demasiado buena de ganarse la vida.
Mark Haddon (El curioso incidente del perro a medianoche)
¿Quién no ha deseado alguna vez escapar del encierro de la propia vida? Y no porque esa vida no nos guste, sino porque una sola existencia, por muy grande y buena que sea, siempre será una especie de cárcel, una mutilación de las otras posibles realidades, de los otros individuos que pudimos ser.
Rosa Montero (El peligro de estar cuerda)
Más importante que la buena vida es lo que se pueda decir de ella; es decir, saber expresarla. No hay ninguna generación que esté tan capacitada para realizar una afirmación sobre sí misma que la mía. Todas las redes sociales exigen a sus usuarios que completen un cuestionario acerca de sí mismos cuando crean su perfil
Meredith Haaf
Hay aspectos ajenos a nosotros que no podemos cambiar. No podemos elegir gran parte de lo que nos sucederá en la vida, pero somos absolutamente libres, todos y cada uno de nosotros, de elegir la actitud con la que afrontarlo. Nos reparten unas cartas, mejores o peores, pero son las que tenemos y hay que jugarlas lo mejor posible.
Marian Rojas Estapé (Cómo hacer que te pasen cosas buenas)
Ya ves qué tontería, me gusta escribir tu nombre, llenar papeles con tu nombre, llenar el aire con tu nombre; decir a los niños tu nombre, escribir a mi padre muerto y contarle que te llamas así. Me creo que siempre que lo digo me oyes. Me creo que da buena suerte. Voy por las calles tan contenta y no llevo encima más que tu nombre.
Gloria Fuertes (El libro de Gloria Fuertes: Antología de poemas y vida)
Es fácil creer que el demonio existe y que el infierno está mucho más cerca de lo que parece. Pero eso no es justo. Vale, claro que pasan todas esas cosas malas, pero eso no es toda la verdad. También ocurren cosas buenas. Todos los días. Pero tendemos a ignorarlas. Supongo que nos dan más morbo las cosas malas, las imágenes de violencia. Nos hacen sentir seguros en nuestras casas y cómodos en nuestras vidas, o nos hunden en la miseria y nos reafirman en nuestra creencia de que el mundo es una mierda.
Laura Gallego García (Dos velas para el diablo)
La gente miente. Ellos te utilizan y mienten, a la vez mientras te alimentan con mierda sobre ser leal y nunca dejarte. Nadie puede hacer esa promesa, porque la vida tiene que ver con las estaciones, y las estaciones cambian. No me gusta el cambio. No se puede confiar en ello, sólo puedes confiar en el hecho de que va a suceder. Pero antes de que suceda, y antes de que aprendas, se siente bien acerca de sus estúpidas promesas de mierda. Eliges creer, porque es necesario. Vas a través de un verano cálido, donde todo es hermoso y no hay nubes, sólo calor, calor, calor. Crees en la permanencia de una persona, porque los seres humanos tienen una tendencia a pegarse a ti cuando la vida es buena. Yo los llamo los veranos de miel. He tenido bastantes veranos de miel en la vida para saber que las personas se van cuando llega el invierno. Cuando la vida te congela y estás temblando y te pones capas de protección lo más que puedas para sobrevivir. Ni siquiera lo notas al principio. El frío te pone demasiado aturdido para ver con claridad. Entonces, de repente, miras y la nieve está empezando a derretirse, y te das cuenta que pasaste el invierno sola. Eso me molesta mucho. Tanto como para dejar a la gente antes de que me dejen a mí. Eso es lo que hice con Nick. Eso es lo que traté de hacer con Isaac. Excepto que no se iría. Él se quedó todo el invierno.
Tarryn Fisher (Mud Vein)
TRES PALABRAS IMPORTANTES DISTANCIA: hay que buscar compañía sólo cuando añada valor a la vida,es decir, cuando sea mejor que la soledad. Aburrimiento compartido, no, gracias. SILENCIO: las palabras sólo tienen sentido si son mejores que el silencio, ahí es nada. Qué buena ocasión para callarse. Otro sabio proverbio japonés: <> O te callas, digo yo. LIBERTAD: aquello que amas es lo que te hará infeliz. Quien rompa las cadenas del deseo sabrá por vez primera qué es la libertad. Pero nadie explica cómo se hace eso.
Francesc Miralles (Barcelona Blues)
A los quince años me alejé de la Iglesia para siempre, no por falta de fe en Dios —eso vino más tarde—, sino por el machismo inherente a toda organización religiosa. No puedo ser miembro de una institución que me considera persona de segunda clase y cuyas autoridades, siempre hombres, imponen sus reglas con la fuerza del dogma y gozan de impunidad.
Isabel Allende (Mujeres del alma mía: Sobre el amor impaciente, la vida larga y las brujas buenas (Spanish Edition))
Ningún hombre sabe lo malo que es hasta que ha intentado con todas sus fuerzas ser bueno. Circula la absurda idea de que los buenos no saben lo que es la tentación. Esta es una mentira evidente. Los malos, en un sentido, saben muy poco de la maldad. Han vivido una vida protegida porque han cedido siempre a ella. Jamás averiguamos la fuerza del impulso del mal dentro de nosotros hasta que intentamos luchar contra él, y Cristo, porque fue el único hombre que jamás cedió ante la tentación, es también el único hombre que sabe absolutamente lo que la tentación significa… el único realista total. Muy bien, pues. Lo más importante que aprendemos de un intento serio de practicar las virtudes cristianas es que fracasamos. Si teníamos la idea de que Dios nos había puesto una especie de examen, y de que podíamos obtener buenas notas mereciéndolas, esa idea tiene que ser abandonada.
C.S. Lewis (Mere Christianity)
Creo que el único secreto que tiene la amistad es dar con personas que sean mejores que tú, no más listas ni más populares sino más buenas, más generosas y más compasivas, y valorarlas por lo que pueden enseñarte, escucharlas cuando te dicen algo sobre ti, por malo (o bueno) que sea, y confiar en ellas, que es lo más difícil de todo, pero también lo mejor.
Hanya Yanagihara (Tan poca vida)
No, calladita no estás más guapa. Tú eres preciosa cuando luchas, cuando peleas por lo tuyo, cuando no te callas y tus palabras muerden, cuando abres la boca y todo arde a tu alrededor. No, calladita no estás más guapa, sino un poco más muerta, y si algo sé sobre ti es que no he visto a nadie, jamás, con tantas ganas de vivir. Gritando. MIGUEL GANE, «Arde»
Isabel Allende (Mujeres del alma mía: Sobre el amor impaciente, la vida larga y las brujas buenas (Spanish Edition))
La objetivación de la mujer es tan predominante que no la percibimos y en la juventud nos esclaviza. El feminismo no nos ha salvado de esa esclavitud. Solo nos libramos con la edad, cuando nos convertimos en seres invisibles y ya no somos objeto de deseo, o cuando alguna tragedia nos sacude hasta los huesos y nos confronta con lo fundamental de la existencia.
Isabel Allende (Mujeres del alma mía: Sobre el amor impaciente, la vida larga y las brujas buenas (Spanish Edition))
El primer punto. Es necesario que todas cosas de las cuales queremos hacer elección sean indiferentes o buenas en sí, y que militen dentro de la santa madre Iglesia jerárquica, y no malas ni repugnantes a ella. Segundo. Hay unas cosas que caen debajo de elección inmutable, así como son sacerdocio, matrimonio, etc.; hay otras que caen debajo de elección mutable, así como son tomar beneficios o dejarlos, tomar bienes temporales o lanzallos. Tercero. En la elección inmutable, que ya una vez se ha hecho elección, no hay más que eligir, porque no se puede desatar; así como es matrimonio, sacerdocio, etc. Sólo es de mirar que, si no ha hecho elección debida y ordenadamente sin afecciones desordenadas, arrepintiéndose, procure hacer buena vida en su elección.
Ignatius of Loyola (The Spiritual Exercises)
El objetivo de su vida, desde su adolescencia, es el placer con las mujeres, que da y recibe, no con indulgente ligereza sino con el orgulloso poder de un gallo de buen plumaje en un corral de gallinas. De esta satisfecha plenitud derivan todos los cardes secundarios de su vida: amistad con los hombres, humor rudo y directo, amor a la buena mesa y a la buena bebida, al juego, a su coche, a su radio, a todo cuanto posee y lleva por ello la impronta orgulloso del sembrador. Valora las mujeres al primer vistazo, las clasifica sexualmente y les dedica la sonrisa justa.
Tennessee Williams (A Streetcar Named Desire)
Una célula de nuestro cuerpo forma parte de nuestra unidad corporal. De ella recibe influencias que permanecen como misteriosas en tanto que la célula es incapaz de tener acceso a la unidad a la que pertenece. La misma situación impera con cada uno de nosotros como elementos de una unidad más expandida. La diferencia entre una célula de nuestro cuerpo y “nosotros” es que como seres humanos sí tenemos la posibilidad de tener acceso a la unidad a la que pertenecemos. Por ello, somos más grandes que los mismo ángeles y por la misma razón el budismo considera el cuerpo humano como un tesoro inapreciable y a la vida humana como un resultado no fortuito de un desarrollo en el cual la acumulación de buenas obras desemboca en la posesión de un instrumento tan excelso y valioso capaz de llevarnos a la Iluminación.
Jacobo Grinberg-Zylberbaum (El Yo como Idea (Spanish Edition))
Yo solía amar el océano. Todo en ella. Sus arrecifes de coral, sus blancas crestas, sus rugientes olas, las rocas que besan, sus leyendas de piratas y las colas de sirena, Tesoros perdidos y tesoros guardados... Y TODO De sus peces En el mar. Sí, solía amar el océano, Todo sobre ella. La forma en que me cantaba al dormir mientras yo estaba en mi cama Luego me despierta con fuerza Que yo pronto llegué a temer. Sus fábulas, sus mentiras, sus engañosos ojos, Me iría de su sequía Si me importara lo suficiente. Yo solía amar el océano. Todo en ella. Sus arrecifes de coral, sus blancas crestas, sus rugientes olas, las rocas que besan, sus leyendas de piratas y las colas de sirena, tesoros perdidos y tesoros guardados... Y TODO De sus peces En el mar. Bueno, si alguna vez has intentado navegar tu velero a través de sus tempestuosos mares, te darás cuenta de que sus blancas crestas son tus enemigos. Si alguna vez has tratado de nadar hacia la orilla cuando con tu pierna acalambrada y acabas de consumir una gran cena de hamburguesas en In-n-Out27 que te está ahogando, y sus rugientes olas están golpeando el aire fuera de ti, llenando tus pulmones con agua como del mayal sus brazos, tratando de conseguir la atención de alguien, pero tus amigos ¿sólo saludan con la mano de nuevo a ti? Y si alguna vez has crecido con sueños en tu cabeza acerca de la vida, y cómo uno de estos días serías pirata de tu propia nave y tendrías tu propio equipo y que todas las sirenas Te amarían sólo ¿a ti? Bueno, te darás cuenta... Como yo eventualmente me di cuenta... ¿Que todas las cosas buenas de ella? ¿Todo lo bello? No es real. Es falso. Así que sigue con tu océano, Yo me quedo con el Lago.
Colleen Hoover (Slammed (Slammed, #1))
Puede decirse metafóricamente que la selección natural está haciendo diariamente, y hasta por horas, en todo el mundo, el escrutinio de las variaciones más pequeñas; desechando las que son malas, conservando y acumulando las que son buenas, trabajando insensible y silenciosamente donde y cuando se presenta una oportunidad, en el mejoramiento de todo ser orgánico en relación con sus condiciones orgánicas e inorgánicas de vida.
Charles Darwin (El Origen de las Especies)
¡Ese vocabulario, queridos! Qué os parece esto: uno de vosotros ha guardado un secreto toda su vida, y lo sigue haciendo en estos momentos. Uno de vosotros es un asesino; y no estoy hablando de un vampiro, ni de eutanasia ni nada por el estilo. Y luego está la cuestión de la verdadera identidad de Sage... ¡Buena suerte con vuestra investigación ahí! A uno de vosotros ya le han borrado la memoria... y no me refiero a Damon o a Stefan. ¿Y qué hay del misterioso beso robado? Y luego está la cuestión de lo sucedido en la noche del motel, que parece que nadie excepto Elena puede recordar. Podríais preguntarle algo sobre sus teorías respecto a Camelot.
L.J. Smith (Shadow Souls (The Vampire Diaries: The Return, #2))
Los estoicos adoptaron la clasificación de Sócrates de los cuatro aspectos de la virtud, que consideraban que eran cuatro rasgos de carácter estrechamente relacionados: sabiduría (práctica), valor, templanza y justicia. La sabiduría práctica nos permite tomar decisiones que mejoran nuestra eudaimonía, la buena vida (desde el punto de vista ético). El valor puede ser físico, pero en un sentido más amplio se refiere al aspecto moral, por ejemplo la capacidad para actuar bien bajo circunstancias adversas, como hicieron Prisco y Malala. La templanza nos permite controlar nuestros deseos y nuestras acciones para que no nos dejemos llevar por los excesos. La justicia, para Sócrates y los estoicos, no se refiere a una teoría abstracta de cómo se tiene que gobernar la sociedad, sino más bien a la práctica de tratar a los otros seres humanos con dignidad y ecuanimidad.
Massimo Pigliucci (Cómo ser un estoico: Utilizar la filosofía antigua para vivir una vida moderna)
¿Cómo está el chaval? Había luchado contra un demonio por mí. Acababa de salvarme la vida, pero se comportaba como si no le importara nada en el mundo. —Está bien —le dije, sacudiendo la cabeza—. Un poco traumatizado, pero está en buenas manos. Es sordo. —Lo sé. —¿Cómo? —pregunté sorprendida. —Te vi hablar con él durante un rato. Apreté los labios. —Acosador —le dije después. —Chalada. Ahogué una exclamación. —Neandertal. —Chiflada. —Gorila. Psicópata. ¿Cómo afectaría aquel repertorio de insultos a mi estabilidad mental? Fruncí el ceño y me incliné hacia él. —Demonio. Reyes enredó un dedo en el dobladillo de mi camiseta y tiró para acercarme a él.
Darynda Jones (Fourth Grave Beneath My Feet (Charley Davidson, #4))
No hay ventura ni desgracia en el mundo, sino la comparación de un estado con otro, he ahí todo. Sólo el que ha experimentado el colmo del infortunio puede sentir la felicidad suprema. Es preciso haber querido morir, amigo mío, para saber cuán buena y hermosa es la vida. Vivid, pues, y sed dichosos, hijos queridos de mi corazón, y no olvidéis nunca que hasta el día en que Dios se digne descifrar el porvenir al hombre, toda la sabiduría humana estará resumida en dos palabras: ¡Confiar y esperar!
Alexandre Dumas (El conde de Montecristo / Los tres mosqueteros)
Esta vez Blake fue incapaz de contenerse y en sus labios asomó una sonrisa que rápidamente pasó también a sus hermosos ojos grises. —¿Me quieres? —le susurró. —Por eso tenemos que poner fin a esto cuanto antes —respondió ella. Blake cerró los ojos y, sin dejar de negar con la cabeza, dejó escapar una exclamación de sorpresa. —¿Qué? —Ya es suficientemente duro estar embarazada. Este dolor en el pecho, esta sensación de no saber si vas a dar por buena la fecha de finalización de nuestro contrato de matrimonio, es algo con lo que no puedo vivir. —Mirarle, incluso en aquellos momentos tan duros, era suficiente para que se le partiera el corazón. ¿Cómo podía pasar los ocho meses siguientes pensando que en cualquier momento podía pedirle que se marchara? —¿Me has oído cuando te he dicho que te quiero? —Sí,pero... Blake le cubrió los labios con un dedo para hacerla callar. —Te quiero, Samantha Harrison, y si estás esperando a que te pida que salgas de mi vida, será mejor que te pongas cómoda porque vas a esperar mucho tiempo.
Catherine Bybee (Wife by Wednesday (The Weekday Brides, #1))
Estoy convencida de que a todos los humanos nos aguarda en algún rincón del mundo el libro que sería perfecto para nosotros, la lectura que nos abriría las puertas de ese mundo maravilloso que es la literatura. De modo que aquellos a quienes no les gusta la lectura sólo serían individuos que aún no han tenido la suerte de encontrar su precioso libro-llave personal. Verán, yo creo mucho más en esta predestinación que en la amorosa. En realidad me es bastante difícil confiar en la existencia de una media naranja sentimental, de un alma gemela que ande pululando por ahí a la espera de que un día nos tropecemos. Pero en los libros, ah, eso sí: en los libros sí creo. En el susurro embriagador de las buenas novelas. En las historias que parecen estar escritas sólo para mí.
Rosa Montero (El amor de mi vida)
Al final la vida nos da la oportunidad de mirarnos en el espejo y vernos de verdad. Sucede pocas veces. En algunos casos se trata de situaciones grandilocuentes en las que uno supera la adversidad. Otras, solamente nos vemos, como me vi yo en aquel momento. Era una persona fuerte; mis padres me habían educado para serlo. «Sé independiente», «sé tú misma». Y lo era, con las cosas buenas y las cosas malas, pero incluso en las malas había aprendido. El último año me había servido para quitarme del todo ese cascarón que me impedía llegar a ser quien realmente soy. Ni mejor ni peor. Menos autoexigente porque, ¿qué problema había en no ser perfecta? Nadie puede serlo y correr detrás de ese objetivo la hace a una sumamente infeliz. A pesar de ello, me empeñaba en verme a mí misma a través de un cristal distorsionado, porque creo que era mucho más fácil creerme a pies juntillas que necesitaba desesperadamente ciertas cosas para regir mi vida que ver que a nuestro alrededor (por norma general) solo tenemos lo que elegimos. Y hay que elegir siempre por uno mismo.
Elísabet Benavent (Alguien como yo (Mi elección #3))
Nadie mejor para espiar las acciones de los demás que aquellos que nada tienen que ver con ellas. (...) Existen seres que por saber el secreto de tales enigmas, que les son por lo demás perfectamente indiferentes, gastan más dinero, desperdician más tiempo, y se toman más trabajo, que costaría ejecutar diez buenas acciones; y todo ello lo hacen gratuitamente, por placer, sin que su curiosidad reciba más paga que la curiosidad (...) ¿para qué? Para nada. Por encarnizamiento de ver, de saber vidas ajenas, por pura comezón de murmurar.
Victor Hugo (Les Misérables)
La literatura es un lugar en el que llueve. He dedicado buena parte de mi vida a coleccionar chubascos literarios. Me he quemado las pestañas buscando citas. La frase es arcaica, lo sé. Es más vieja que yo, viene de cuando se leía con velas. Pero las pestañas de los grandes lectores se siguen quemando, Ahora se queman por autocombustión. Arden al advertir la lumbre de los textos. Apenas me quedan pestañas. Dirán que nunca las tuve. Falso: las ofrendé como ofrendé la vista. Una biblioteca es un banco de ojos, Allí están las miradas que han donado lectores.
Juan Villoro (Conferencia sobre la lluvia)
(...)Clarkson fue a ayudar a Brynne y Marie en la cocina mientras Gabrielle y Elaina parecían hacerse buenas amigas hablando de libros— especialmente uno muy popular sobre un multimillonario muy joven y su obsesión con una mujer aún más joven... y el sexo. Habían montón de escenas de sexo eróticas en el libro, aparentemente en cada página. Neil y yo nos miramos con simpatía el uno al otro, y no tuvimos absolutamente nada que añadir a la conversación. Es decir decir, ¿quién lee esta basura? ¿Quién tiene tiempo? ¿Por qué incluso leer sobre sexo en un libro cuando se puede tenerlo en la vida real? No lo entiendo.
Raine Miller (All In (The Blackstone Affair, #2))
Por eso resulta crucial para la vida social no solo trabajar para mejorar nuestro carácter, sino ser capaz de evaluar el carácter de las otras personas. En este sentido hay una buena historia sobre Diógenes el Cínico. Un día (presumiblemente antes de convertirse en filósofo a jornada completa, cuando seguía siendo un banquero, nada menos), le pidieron una carta de presentación. Le dijo a su interlocutor: «Eres un hombre, y eso se lo dirán sus ojos; pero si eres bueno o malo lo acabará descubriendo si tiene la capacidad de diferenciar el bueno del malo; y si no tiene esa capacidad, nunca lo descubrirá aunque le escriba diez mil cartas».
Massimo Pigliucci (Cómo ser un estoico: Utilizar la filosofía antigua para vivir una vida moderna)
Primer modo para hacer una buena elección: El primer punto es proponer delante la cosa sobre que quiero hacer elección, así como un oficio o beneficio para tomar o dejar, o de otra cualquier cosa que cae en elección mutable. Segundo. Es menester tener por obyecto el fin para que soy criado, que es para alabar a Dios nuestro Señor y salvar mi ánima; y con esto hallarme indiferente, sin afección alguna desordenada. Quinto. Después que así he discurrido y raciocinado a todas partes sobre la cosa propósita, mirar dónde más la razón se inclina; y así, según la mayor moción racional, y no moción alguna sensual, se debe hacer deliberación sobre la cosa propósita.
Ignatius of Loyola (The Spiritual Exercises)
Es curioso cómo el destino se encarga de truncar nuestros planes. Cada vez que conseguimos una victoria y avanzar más en nuestro camino, la caída es más alta y dolorosa. Es tan cruel que cuando te otorga algún beneficio, luego te lo arrebata de la peor manera posible. No importa que te agarres a un clavo ardiendo si así crees que conseguirás mantener algo bueno en tu vida, pues al final siempre consigue que lo sueltes con las manos quemadas y sin posibilidad de recuperación. Algo parecido a lo que ocurre con el corazón cuando lo exponemos con toda nuestra buena fe y termina destrozado. Es incapaz de sanar por sí mismo, por mucho que nosotros intentemos que así sea.
R. Crespo (Ritual (Tentaciones, #1))
En toda buena elección, en cuanto es de nuestra parte, el ojo de nuestra intención debe ser simple, solamente mirando para lo que soy criado, es a saber, para alabanza de Dios nuestro Señor y salvación de mi ánima, y así, cualquier cosa que yo eligiere debe ser a que me ayude para al fin para que soy criado, no ordenando ni trayendo el fin al medio, mas el medio al fin. Porque primero hemos de poner por obyecto querer servir a Dios, que es el fin, y secundario tomar beneficio o casarme, si más me conviene, que es el medio para el fin; así ninguna cosa me debe mover a tomar los tales medios o a privarme dellos, sino sólo el servicio y alabanza de Dios nuestro Señor y salud eterna de mi ánima.
Ignatius of Loyola (The Spiritual Exercises)
La sensación que más me ha acompañado desde niña es la del hervor. Me siento como una langosta a la que han arrojado consciente a la olla al rojo vivo que significa existir. A diario me pregunto cuándo estaré cocinada y me podré poner a enfriar. Pensaba que al aprender a saltar a la comba soplaría brisa fresca pero todavía estoy esperando. Dominé la comba, dominé el idioma, aproveché las vacaciones para leer libros hasta el amanecer, aprobé todo tipo de exámenes, saqué buena nota en Selectividad sin el apoyo de ninguna academia, salí a la calle con maquillaje, tacones y ligueros de encaje y volví a casa sorteando ejércitos de obstáculos y monstruos con el rímel sin correr, me depilé las ingles, las piernas completas, los sobacos, me decoloré el bigote, limpié el cuarto de baño doscientas mil veces, hice espaguetis y mermelada de moras, digerí semen espeso y amargo con buena cara, me acordé de llevar siempre cortaúñas, líquido desinfectante, pañuelos y estuche de lentillas a todas partes, de apagar el gas antes de salir de casa, de sacar al perro al amanecer y al sol de agosto, de tender la ropa a tiempo para que no cogiese olor a humedad, de comprar el café que le gusta a mi madre porque no quería que sus mañanas fuesen aún más difíciles. Cuánto falta. Cuándo llega el punto en el que deja de quemar la vida. ¿Ocurrirá al terminar la carrera, al conseguir un trabajo digno? Cada vez quema más, quema más que nunca. Estoy al rojo vivo.
Elisa Victoria (El evangelio)
Jueves, 28 de noviembre Esto es lo que he aprendido sobre el matrimonio esta semana: 1. Deberías casarte con alguien a quien le gusten las cualidades que posees, no con alguien que piensa que esas cualidades apestan. 2. Deberías casarte con alguien que te permita ser el tipo de persona que eres por dentro, no con alguien que te obliga a ser una persona que no eres. 3. Deberías sentirte de esa misma forma con respecto a la persona con la que te cases. 4. Si encuentras a una persona que se ajuste a 1, 2 y 3, entonces estás listo para la vida. Pero estate preparado para cuando ellos mueran, porque ellos se llevaren parte de ti con ellos. 5. Pero dejan parte de sí mismos detrás de si, también. Lo que, supongo, que es una cosa buena.
Kristin Walker (A Match Made in High School)
SETH: ¿No lo entiendes, Amy? Estás en un error. Las relaciones nunca te dan todo lo que quieres. Piensa todas las cosas que buscas en una persona —química sexual, buena conversación, seguridad económica, compatibilidad intelectual, gentileza o lealtad— y escoge tres. Tres, eso es todo. Tal vez cuatro, si tienes suerte. El resto tendrás que buscarlo en otra parte. Solo en las películas uno encuentra a alguien que te da todo lo que necesita. Pero esto no es el cine. En el mundo real hay que identificar tres cualidades con las que quieres vivir el resto de tu vida y buscar las restantes en otras personas. Así es la vida real. ¿No ves que es una trampa? Si lo quieres todo, acabarás con nada. AMY (llorando): ¿Y qué has escogido tú? SETH: No lo sé. (Pausa). No lo sé.
Hanya Yanagihara (A Little Life)
Porque mi padre nunca llegaría a acabarse ese libro, nunca llegaría a empezar o acabar ningún libro más, nunca me vería graduarme de la universidad, nunca conocería al amor de mi vida, nunca me llevaría de la mano al altar, nunca me esperaría con un cigarro en el porche, nunca volvería a teclear sobre su vieja máquina de escribir, no dejaría los zapatos llenos de polvo y hollín en el recibidor, nunca volvería a reírse de mis cactus, nunca más dejaría las tazas de café acumuladas en la pila, nunca volveríamos a compartir esas historias de buenas noches que me contaba cuando era niña en cada viaje en coche, nunca cambiaría la emisora de la radio, nunca volvería a darme un beso demasiado sonoro delante de demasiada gente, nunca volvería a oírle decir «estoy orgulloso de ti», nunca volvería a escuchar mi nombre de de sus labios. Nunca volvería. Nunca.
Beatriz Esteban (Las voces del lago)
La vida buena no es igualmente accesible para todos. La pertenencia de clase, el género, el color de la piel, la raza, la nacionalidad y la casta generan disparidades, desigualdades de estatus y de poder que influyen de forma significativa en el bienestar individual. Estas diferencias estructurales influyen de manera dramática e importante en el acceso a la salud, en la trayectoria educativa y profesional, en el tratamiento de los casos individuales por el sistema judicial, en las condiciones de la vida cotidiana, en el futuro de los hijos y hasta en las tasas de mortalidad. ¿Qué realización personal cabe esperar si no se dan las condiciones mínimas que puedan favorecerla? Hacer creer que unos ejercicios de autoayuda bastan para remediar la ausencia de transfor- mación social no es solo una visión cortoplacista sino también repug- nante desde el punto de vista moral.46
Edgar Cabanas (Happycracia: Cómo la ciencia y la industria de la felicidad controlan nuestras vidas)
Últimamente se preguntaba si ser codependiente era tan malo. Se lo pasaba bien con sus amistades y no hacía daño a nadie; ¿qué importaba si eso era codependencia o no? Además, ¿por qué una amistad entrañaba más codependencia que una relación sentimental? ¿Por qué era admirable cuando tenías veintisiete años pero espeluznante a los treinta y siete? ¿Por qué la amistad no era tan buena como una relación sentimental? ¿Por qué no era incluso mejor? Eran dos personas que permanecían juntas, día tras día, a quienes no las unía el sexo ni la atracción física ni el dinero ni los hijos ni una propiedad, solo el compromiso de seguir adelante y la dedicación mutua a una unión que nunca podría ser codificada. La amistad era ser testigo del lento goteo de tristezas del otro, de sus largas rachas de aburrimiento y de algún que otro triunfo. Era sentirse honrado por el privilegio de estar presente en sus momentos más duros y saber que a cambio podía permitirse estar triste en su presencia.
Hanya Yanagihara (Tan poca vida)
Segundo modo para hacer una buena elección: La primera es que aquel amor que me mueve y me hace eligir la tal cosa descienda de arriba, del amor de Dios. De forma que el que elige sienta primero en sí que aquel amor más o menos que tiene a la cosa que elige, es sólo por su Criador y Señor. La segunda, mirar a un hombre que nunca he visto ni conocido, y deseando yo toda su perfección, considerar lo que yo le diría que hiciese y eligiese para mayor gloria de Dios nuestro Señor y mayor perfección de su ánima; y, haciendo yo asimismo, guardar la regla que para el otro pongo. La tercera, considerar, como si estuviese en el artículo de la muerte, la forma y medida que entonces querría haber tenido en el modo de la presente elección; y, reglándome por aquella, haga en todo la mi determinación. La cuarta, mirando y considerando cómo me hallaré el día del juicio, pensar cómo entonces querría haber deliberado acerca la cosa presente; y la regla que entonces querría haber tenido, tomarla ágora.
Ignatius of Loyola (The Spiritual Exercises)
Pienso en todas las cosas que se han escrito sobre mí: que soy un demonio inhumano, que soy una víctima inocente de un sinvergüenza que me forzó en contra de mi voluntad y con riesgo de mi propia vida, que era demasiado ignorante para saber comportarme y que el hecho de ahorcarme sería un asesinato judicial, que me gustan los animales, que soy muy guapa y tengo una tez preciosa, que tengo los ojos azules, que tengo los ojos verdes, que tengo el cabello cobrizo y que lo tengo también castaño, que soy alta y que no supero la talla media, que visto bien y con modestia, que robé a una muerta para vestir así, que soy enérgica y diligente en el trabajo, que soy de talante arisco y temperamento pendenciero, que mi aspecto es mejor que el que correspondería a una persona de mi humilde condición, que soy una buena chica de naturaleza dócil y nada malo se ha dicho de mí, que soy astuta y taimada, que tengo el cerebro reblandecido y soy poco más que una idiota. Y yo me pregunto cómo puedo ser todas esas cosas tan distintas al mismo tiempo.
Margaret Atwood (alias Grace)
Kevin se volvió de nuevo a la cámara y dijo: —Mi historia es, prácticamente, lo único que tengo hoy a mi nombre, y ése es el motivo de que me sienta robado. Pero una historia es mucho más de lo que la mayoría de la gente llega a tener en su vida. Todos ustedes, los que me están viendo ahora, están atentos a lo que digo porque tengo algo que ustedes no tienen: un argumento que compré y pagué. Eso es lo que quieren todos ustedes y por lo que me están chupando la sangre. Quieren mi historia. Sé cómo se sienten porque, sí, yo también sentía antes lo mismo. La televisión, los videojuegos, las películas, las pantallas de ordenador… El 8 de abril de 1999 salté a la pantalla. Pasé a ser uno de los mirados. Y desde entonces conozco el sentido de mi vida. Soy una buena historia. Tal vez un poco sanguinaria pero, reconózcanlo, los encantó a todos. La devoraron. ¡Vaya que sí! A estas horas debería estar cobrando del gobierno una pasta. Sin gente como yo, todo el país saltaría de un puente, porque lo único que la tele puede ofrecer es un ama de casa embolsándose los 64.000 dólares de «¿Quiere ser millonario?» por recordar el nombre del perro del presidente.
Lionel Shriver (We Need to Talk About Kevin)
A mis niños, Feliz Navidad. Lo siento si estas cartas los han tomado a ambos por sorpresa. Es sólo que hay tantas cosas más que tengo que decir. Sé que pensabas que estaba hecha para dar consejos, pero no podía irme sin reiterar algunas cosas por escrito. Puedes no estar relacionada con estas cosas ahora, pero algún día lo estarás. No era capaz de estar ahí para siempre, pero espero que mis palabras puedan. -No dejes de hacer basaña. La basaña es buena. Espera hasta un día cuando no existan malas noticias, y hornea una maldita basaña. -Encuentra un equilibrio entre la cabeza y el corazón. Espero que hayas encontrado eso, Lake, y puedas ayudar a Kel a resolverlo cuando llegue a ese punto. -Presiona tus límites, para eso están. -Estoy robando este fragmento de tu banda favorita, Lake. “Recuerda siempre que no hay nada que valga la pena compartir, como el amor que nos deja compartir nuestro nombre.” -No tomes la vida tan en serio. Dale un puñetazo en la cara cuando necesite un buen golpe. Ríete de eso. -Y ríe mucho. Nunca pases un día sin reír al menos una vez. -Nunca juzgues a otros. Ambos saben muy bien cómo acontecimientos inesperados pueden cambiar lo que una persona es. Siempre ten eso en mente. Nunca se sabe lo que otra persona está experimentando en su propia vida. -Cuestiona todo. Tu amor, tu religión, tus pasiones. Si no tienes preguntas, nunca encontraras respuestas. -Acepta. De todo. Las diferencias de las personas, sus semejanzas, sus elecciones, sus personalidades. A veces se necesita una variedad para hacer una buena colección. Lo mismo va para las personas. -Escoge tus batallas, pero no elijas muchas. -Mantén una mente abierta; es la única manera en que cosas nuevas pueden entrar. -Y por último, pero no menos importante, ni un poquito menos importante. Nunca te arrepientas. Gracias a los dos por haberme dado los mejores años de mi vida. Especialmente el último. Con amor, Mamá.
Colleen Hoover (Slammed (Slammed, #1))
Era extraño ver a un humano llevarse bien con tantas razas diferentes. Archie escuchó la conversación de Choi Han y Rosalyn en ese momento. "Como se esperaba de Cale-nim." "¿No crees que dices, 'como se esperaba de Cale-nim', demasiado?" "¿Me equivoco?" "No, tienes razón. El joven maestro Cale es único. Muy único". Choi Han y Rosalyn sonaban muy casuales, lo que hacía que pareciera que estaban acostumbrados a llamar a Cale único. Archie continuó mirando hacia ellos hasta que hizo contacto visual con Rosalyn. Los ojos de Rosalyn se abrieron de par en par antes de darse cuenta de lo que debía estar pasando por la mente de la Ballena y empezar a hablar. "¿No es asombroso lo bien que se lleva el joven maestro Cale con todos?" "Sí." Archie respondió de inmediato. "¿Pero no es obvio ese trato después de pensar en todo lo que el joven maestro Cale ha hecho hasta ahora en todo el continente?" Paseton, que había estado escuchando a Rosalyn, dejó escapar un grito ahogado. Las cosas que Cale había hecho hasta ahora. Rosalyn continuó hablando. "El joven maestro Cale ha hecho todo eso, pero nunca pidió un título ni nada de influencia. Aunque ha recibido algunas recompensas monetarias, no creo que valgan más que su vida". Rosalyn sabía que Cale era más estratégico que brillante. Sin embargo, había una razón por la que ella seguía creyendo que él era una buena persona. No era codicioso. ¿Le gusta el dinero? La codicia por la fama y el poder era peor que la codicia por el dinero. ¿Por qué los comerciantes intentan comprar títulos para sí mismos una vez que están desbordados de dinero? ¿Y por qué los reyes de la historia que tenían suficiente dinero y poder inician guerras inútiles? Había muchos tipos de codicia que eran peores que la codicia por el dinero. Pero Cale no mostró ninguna codicia hacia estas cosas. De hecho, trató de evitarlos. "Él tampoco usa el dinero para sus propias razones egoístas". Rosalyn sabía que las mejoras al territorio de Henituse y todas sus otras acciones habían requerido una gran cantidad de la propia riqueza de Cale. Hubo momentos en que Cale usó su dinero para sí mismo. Pero esos tiempos eran para alimentarse a sí mismo o para proporcionar comida y alojamiento a su grupo. "Este es el tipo de persona que debería tener dinero". Pensó que alguien como Cale, que sabía cuándo usar el dinero para el bien común mientras se sentía satisfecho con comer frutas simples para sí mismo, merecía tener dinero. Rosalyn pensó que estaría bien que Cale ganara más dinero, no, creía que Cale debería ganar más dinero.
Yoo Ryeo Han (Trash of the Count's Family)
Mi padre era un hombre decente. O, por lo menos, eso que llamaríamos un hombre decente: alguien que, en las pequeñas circunstancias de la vida, prefiere no complicarse con las molestias de la indecencia. Uno que, por ejemplo, si al salir de la panadería desecubre que se lleva, además de las facturas, pebetes y miñones, un cuarto kilo de cuernitos sin pagar, vuelve al local, compone una sonrisa tímida, turbada - que le sale perfecta- e intenta un chiste malo para decirle a la dueña que ha vuelto porque es un hombre decente: -¡Vengo a denunciar un robo! Le dirá, por ejemplo, y que él es el delincuente que acaba de llevarse el cuarto de cuernitos sin previo abono de su precio estipulado. O sea: mi padre era un hombre cómodo, que nunca quiso tomarse el trabajo de ver qué haía un poco más allá de la decencia, de la conveniencia, de los buenos modales y las reglas morales. La decencia, en general, es cuestión de falta de imaginación o de pereza, y mi padre tenía, por lo que sé, bastante de las dos. Aunque, por supuesto, no sé qué habría pasado si alguna vez la tentación de la indecencia lo hubiera asaltado en serio, armada de una buena recompensa. Es fácil ser decente cuando te cuesta un cuarto de cuernitos; de allí en más se hace más y más difícil, hasta que llega al punto en que cada cual encuentra su temperatura de fundido. Si no hay metal que resista el calor pertinente, ¿por qué habría hombres o mujeres? Es - si existen tales cosas - una de esas verdades innegables; sabiéndolo, ¿no es preferible ahorrarse el fuego de decenas, cientos de grados celsius, y fundirse cin tanto despilfarro?
Martín Caparrós
Y les dijo: ¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas? MARCOS 4.13 Jesús fue un experto narrador de historias, pero nunca contó una historia solo por contarla. Sus parábolas no fueron juegos de palabras o misteriosos «resuélvalo usted mismo», donde se invitaba a cada oyente a proporcionar su propio significado. Cada una de sus parábolas transmitía una enseñanza importante, originada por Cristo mismo y fortalecida por él en la estructura de la parábola. Esa es una realidad crucial para recordar, porque explica cómo la verdad es compatible con la narración de historias. Ni siquiera la ficción es totalmente incompatible con nuestras ideas convencionales de verdad, porque a la larga toda historia bien narrada la plantea. Y lo importante de una buena historia es que se supone que es cierta (o al menos una verdad de vida en algún nivel), aunque la historia misma pinte un panorama totalmente imaginario. Las parábolas resaltan una verdad importante, igual que la moraleja de una historia bien contada. Eso explica por qué la verdad vital contenida en una parábola es fija y objetiva, no es un pedazo metafísico de plastilina que podemos amasar y darle la forma que queramos. Recuerde que cuando Jesús empezó a usar parábolas en su ministerio público, se apartó a solas con los discípulos y cuidadosamente les explicó la parábola del sembrador (Mateo 13.18–23). Esta tenía un significado objetivo claro, simple, único y sencillo, y mientras Jesús se los explicaba les indicó que todas las parábolas se podían entender por medio de un método parecido de interpretación (vea Marcos 4.13). De ahí que no haya absolutamente ninguna razón para suponer que el uso de parábolas por parte de Jesús es de algún modo un indicio de que la verdad misma está tan oculta en misterio como para ser totalmente indescifrable.
John F. MacArthur Jr. (Las lecturas diarias de MacArthur: Desatando la verdad de Dios un día a la vez (Spanish Edition))
que no conmovieran, especialmente entre las enviadas a casa de los padres. En esta carta se decía poco de las molestias sufridas, de los peligros afrontados o de la nostalgia a la cual había que sobreponerse; era una carta alegre, llena de descripciones de la vida del soldado, de las marchas y de noticias militares; y sólo hacia el final el autor de la carta dejó brotar el amor paternal de su corazón y su deseo de ver a las niñas que había dejado en casa. "Mi cariño y un beso a cada una. Diles que pienso en ellas durante el día, y por la noche oro por ellas, y siempre encuentro en su cariño el mejor consuelo. Un año de espera para verlas parece interminable, pero recuérdales que, mientras esperamos, podemos todos trabajar, de manera que estos días tan duros no se desperdicien. Sé que ellas recordarán todo lo que les dije, que serán niñas cariñosas para ti, que cuando vuelva podré enorgullecerme de mis mujercitas más que nunca.” Todas se conmovían algo al llegar a esta parte, Jo no se avergonzó de la gruesa lágrima que caía sobre el papel blanco, y Amy no se preocupó de que iba a desarreglar sus bucles al esconder la cara en el seno de su madre y dijo sollozando: -¡Soy egoísta! Pero trataré de ser mejor para que no se lleve un chasco conmigo. - ¡Trataremos todas! -exclamó Meg -. Pienso demasiado en mi apariencia y detesto trabajar, pero no lo haré más si puedo remediarlo. -Trataré de ser lo que le gusta a él llamarme "una mujercita", y no ser brusca y atolondrada; cumpliré aquí con mi deber en vez de desear estar en otra parte -dijo Jo, pensando que dominarse a sí misma era obra más difícil que hacer frente a unos rebeldes. Beth no dijo nada, pero secó sus lágrimas con el calcetín del ejército y se puso a trabajar con todas sus fuerzas, no perdiendo tiempo en hacer lo que tenía más cerca de ella, mientras decidía en su corazón ser como su padre lo deseaba cuando al cabo de un
Louisa May Alcott (Mujercitas / Buenas esposas / Hombrecitos / Los muchachos de Joe)
Cuando Hewan regresó a buscarla, Bahana se había ido y ella ya se había vestido con el lindo modelito que le había dejado. El saco le llegaba hasta las rodillas. Tenía dos agujeros por los que había metido los brazos, y estaba cortado por la mitad, como un chaleco. Se lo había atado a la cintura con una cuerda para evitar que se abriera. La miró desde la entrada de los baños, repasándola descaradamente de arriba a abajo, con una sonrisa irónica serpenteando en sus labios. —¿Te gusta tu ropa nueva? —le preguntó, burlándose. Rura alzó la cabeza, mirándolo directamente a los ojos, y un destello de ira cruzó sus hermosos ojos. —Seguiré siendo una princesa sin importar la ropa que me obligues a vestir —dijo con orgullo. —Lo que quieres decir —replicó—, es que seguirás siendo una mujer malcriada y caprichosa, y que nada de lo que haga cambiará eso. Rura casi se echó a reír. La idea que Hewan tenía de ella estaba tan equivocada… Toda su actitud no era más que una fachada con la que se obligó a vestirse para conseguir la aceptación de su padre, el maldito príncipe Nikui; pero estaba tan arraigada que ahora era incapaz de deshacerse de ella. Una máscara tras la que esconderse, y una armadura con la que protegerse. No era así de niña. Recordaba reír a menudo, excepto cuando su padre estaba cerca; disfrutaba de las cosas pequeñas de la vida, y no necesitaba mucho para sentirse feliz: un vestido desechado, un plato de sopa caliente, una manta con que abrigarse, y una muñeca rota a la que abrazarse. Pero su padre lo cambió todo, obligándola a ser cruel, a odiar en lugar de amar, a despreciarse a sí misma pensando que no era suficientemente buena, hasta que lo único que quedó fue la amargura y el resentimiento. —Jamás me ha importado lo que los demás pensaran de mí. —Mentira, a pesar de todo el esfuerzo que había puesto en hacer que se convirtiera en verdad—. ¿De veras crees que me interesa lo que tú pienses? Hewan se acercó a ella, remoloneando, caminando a su alrededor. —Tsk. Es una pena que un envoltorio tan hermoso no guarde nada dentro. —Mejor estar vacía que tener a un monstruo escondido tras unos ojos bonitos.
Alaine Scott (La princesa sometida (Cuentos eróticos de Kargul #3))
Conclusión A lo largo de estas páginas, hemos visto cómo se desarrollan los procesos perversos en algunos contextos, pero es evidente que nuestra lista no es exhaustiva y que estos fenómenos van más allá del mundo de la pareja, de la familia o de la empresa. Los volvemos a encontrar en todos los grupos en donde los individuos pueden establecer rivalidades, especialmente en las escuelas y en las universidades. La imaginación humana no tiene límites cuando pretende aniquilar la buena imagen que el otro tiene de sí mismo; sirve para enmascarar las propias debilidades y para colocarse en una posición de superioridad. La cuestión del poder atañe a toda la sociedad. En todas las épocas ha habido seres carentes de escrúpulos, calculadores y manipuladores, y para los que el fin justifica los medios. Sin embargo, la multiplicación actual de los actos de perversidad en las familias y en las empresas es un indicador del individualismo que domina en nuestra sociedad. En un sistema que funciona según la ley del más fuerte, o del más malicioso, los perversos son los amos. Cuando el éxito es el valor principal, la honradez parece una debilidad y la perversidad adopta un aire de picardía. Con el pretexto de la tolerancia, las sociedades occidentales renuncian poco a poco a sus propias prohibiciones. Pero, al aceptar demasiado, como lo hacen las víctimas de los perversos narcisistas, permiten que se desarrollen en su seno los funcionamientos perversos. Numerosos dirigentes o políticos, que ocupan no obstante una posición de modelo para la juventud, no muestran ninguna preocupación moral a la hora de liquidar a un rival o de mantenerse en el poder. Algunos de ellos abusan de sus prerrogativas y utilizan presiones psicológicas, y razones y secretos de Estado, para proteger su vida privada. Otros se enriquecen gracias a una delincuencia astuta hecha de abusos de bienes sociales, de estafas o de fraudes fiscales. La corrupción se ha convertido en una moneda corriente. Ahora bien, basta con que un grupo, una empresa o un gobierno cuenten con uno o con varios individuos perversos para que todo el sistema se vuelva perverso. Si esta perversión no se denuncia, se extiende subterráneamente mediante la intimidación, el miedo y la manipulación. Efectivamente, para atar psicológicamente a un individuo, basta con inducirlo a la mentira o a ciertos compromisos para convertirlo en cómplice del proceso perverso. Sin ir más lejos, ésta es la base del funcionamiento de la mafia o de los regímenes totalitarios. Tanto en las familias como en las empresas y los Estados, los perversos narcisistas se las arreglan para atribuir a los demás los desastres que provocan, se presentan luego como salvadores y se hacen así con el poder. En lo sucesivo, para mantenerse en él, les basta con no tener escrúpulos. La historia nos ha mostrado hombres que se niegan a reconocer sus propios errores, que no asumen sus responsabilidades, y que falsean las cosas y manipulan la realidad a fin de borrar las huellas de sus fechorías. Más allá del aspecto individual del acoso moral, se nos plantean dilemas más generales. ¿Cómo restablecer el respeto entre los individuos? ¿Qué límites debemos poner a nuestra tolerancia? Si los individuos no pueden detener por sí mismos estos procesos destructivos, la sociedad deberá intervenir y establecer una legislación. Recientemente, se ha presentado un proyecto de ley que proponía instituir un delito de novatada para reprimir cualquier acto degradante y humillante en el ámbito escolar y socioeducativo. Si no queremos que nuestras relaciones humanas acaben completamente reglamentadas por leyes, es esencial prevenir a los niños.
Marie-France Hirigoyen (El acoso moral: El maltrato psicológico en la vida cotidiana)