Buena Persona Quotes

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―Se supone que debes decir: “Todo lo que quiero es tu felicidad. Voy a hacer lo que sea, incluso si eso significa estar sin ti” ―Lo siento ―dijo Noah―. No soy tan buena persona.
Michelle Hodkin (The Unbecoming of Mara Dyer (Mara Dyer, #1))
En ningún momento de la historia, en ningún lugar del planeta, las religiones han servido para que los seres humanos se acerquen unos a los otros. Por el contrario, sólo han servido para separar, para quemar, para torturar. No creo en dios, no lo necesito y además soy buena persona.
José Saramago
Si tu fortuna no vale para cambiar la vida y tu entorno, y las condiciones de los que están a tu lado, es sólo papel, mal papel donde ni siquiera se podrá escribir cosas buenas sobre tu persona.
Benito Taibo (Persona Normal)
Yo no busco en las personas ni la bondad ni la buena educación siquiera..., aunque creo que esto último es imprescindible para vivir con ellas. Me gustan las gentes que ven la vida con ojos distintos que los demás, que consideran las cosas de otro modo que la mayoría... Quizá me ocurra esto porque he vivido siempre con seres demasiado normales y satisfechos de ellos mismos...
Carmen Laforet (Nada)
En el mejor de los casos, confiar en las personas es una actividad inútil; en el peor, es una buena forma de que te maten.
Lauren Kate (Fallen (Fallen, #1))
Además ya he decidido que hoy es el día de mi nuevo comienzo. De ahora en adelante, haré las cosas como hay que hacerlas. Seré una persona diferente, una buena persona. Seré una de esas personas a las que la gente no solo recuerda, sino que las recuerda con cariño.
Lauren Oliver (Before I Fall)
—¿Por qué sigues creyendo en Dios? ¿No estás enfadada con Él por todas las cosas malas que te han pasado? Ella interrumpió lo que estaba haciendo y se volvió hacia él. Gabriel parecía muy infeliz. —A todo el mundo le pasan cosas malas. ¿Por qué iba a ser yo distinta a los demás? —Porque eres buena. Ella se miró las manos. —El universo no se basa en la magia. No hay unas reglas para las personas buenas y otras para las personas malas. Todo el mundo sufre en un momento u otro. Lo importante es lo que haces con tu dolor, ¿no crees?
Sylvain Reynard (Gabriel's Rapture (Gabriel's Inferno, #2))
Soy una buena persona, pero una mierda de escritor. Usted es una mierda de persona, pero un buen escritor.
John Green (The Fault in Our Stars)
No se trata de géneros sino de personas, no hay hombres malos ni mujeres buenas, en determinado momento ambos pueden actuar bestias o tal vez es al revés, somos sólo bestias que pretenden ser humanos.
Lissa D'Angelo (Sin Historial)
Debes saber que son tus acciones, y no tus deseos, los que te convertirán en una buena persona
Matthew Quick (The Silver Linings Playbook)
Eres una buena persona, lo que hace que el hecho de que no confíes en nadie, sea muy difícil para las personas que se preocupan por ti.
Samantha Young (On Dublin Street (On Dublin Street, #1))
¿Como pueden dos personas, que tienen tan buenas intenciones terminar con estos sentimientos, derivados de todo lo bueno,que son tan increíblemente malos?
Colleen Hoover (Maybe Someday (Maybe, #1))
—¿Nunca has parado el mundo? —¿Qué es parar el mundo? —Parar el mundo es decidir conscientemente que vas a salir de él para mejorarte y mejorarlo. Para poder moverte y moverlo mejor. En ese tiempo debes intentar que nadie ni nada te cree problemas. Alimentarte de buena literatura, de buen cine y, sobre todo, de la conversación de una única persona que te inspire en este mundo. ¿Y sabes qué…? —¿Qué? —dije emocionado y fascinado. —Luego el mundo te premia. El universo conspira a favor de los que lo mueven. Y ésos son los que lo paran.
Albert Espinosa (Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven)
-Cada quien se va haciendo a sí mismo y encontrando nuevas afinidades, nuevos gustos, nuevas maneras de ver el mundo. Cada canción, cada sueño, cada encuentro fortuito o premeditado, cada película vista, cada libro leído te hacen una persona diferente, te determinan. Eso es lo que se llama <>. - ¿Cómo? ¿Cuál es la diferencia entre una educación y la otra? ¿La que dan en la escuela y la que tú dices? - En la escuela te enseñan cómo ser ingeniero, médico, historiador, abogado, arqueólogo. La educación sentimental te hace ser persona. No sirve de nada tener buenos historiadores o arquitectos, si antes no son buenas personas. Hay que encontrar el equilibrio, entre una y la otra.
Benito Taibo (Persona normal)
Amar es una experiencia tan prodigiosa que puedes sentirla en todo el cuerpo como una vitalidad que te lleva a reír sin motivo, a correr y a cantar, a levantar los brazos al cielo y a respirar profundamente, a apreciar las cosas más pequeñas e insignificantes que antes habrías desestimado, y a desear que todo el mundo experimente lo mismo que tú. El amor opera tantas maravillas en las personas que las hace pensar que el mundo es un lugar magnifico y que toda la gente es buena y generosa. El amor es el anticipo de lo que experimentaremos en el Paraíso. El día que te sientas así, entonces sabrás que estás enamorada.
Florencia Bonelli (La vuelta del ranquel (Indias Blancas #2))
Creo que el único secreto que tiene la amistad es dar con personas que sean mejores que tú, no más listas ni más populares sino más buenas, más generosas y más compasivas, y valorarlas por lo que pueden enseñarte, escucharlas cuando te dicen algo sobre ti, por malo (o bueno) que sea y confiar en ellas, que es lo más difícil de todo, pero también lo mejor.
Hanya Yanagihara (A Little Life)
Seguramente, morir en lugar de otra persona, alguien a quien se ama, era una buena forma de acabar. Incluso noble. Eso debería contar algo.
Stephenie Meyer (Twilight (The Twilight Saga, #1))
Las personas no eran buenas ni malas todo el tiempo, al parecer esa era la lección del día. Existían los grises.
Anna K. Franco (Brillarás)
Lo que cuesta encontrar en la guerra a una buena persona…
Svetlana Alexievich (War's Unwomanly Face)
Había trabajado tanto para llegar hasta allí(...) . Ella se había pasado la vida tratando de ser compasiva con los demás. Y no creía que ser buena persona obligara a abandonar todos los sueños personales.
Sylvain Reynard (Gabriel's Redemption (Gabriel's Inferno, #3))
El único error imperdonable en el que incurren todas las personas verdaderamente buenas y que nunca pueden evitar es conversar de forma sincera
Oscar Wilde (The Picture of Dorian Gray)
cuando todos los días parecen iguales es porque las personas han dejado de percibir las cosas buenas que aparecen en sus vidas siempre que el sol cruza el cielo.
Paulo Coelho (El alquimista)
Nuestra felicidad va a depender en gran medida de la capacidad que tengamos para mantener buenas relaciones con aquellos que nos rodean.
Marian Rojas Estapé (Encuentra tu persona vitamina)
Cuando todos los días resultan iguales es porque las personas han dejado de percibir las cosas buenas que aparecen en sus vidas siempre que el sol cruza el cielo.
Paulo Coelho (The Alchemist)
Augustus Waters fue el Alcalde de la Ciudad Secreta de Cancerlandia, y no es reemplazable comenzó Isaac. Otras personas serán capaces de contar historias divertidas sobre Gus, porque era un tipo divertido, pero déjenme contarles una seria: Un día después de que me extirparan mi ojo, Gus se presentó en el hospital. Yo estaba ciego y con el corazón roto y no quería hacer nada y Gus irrumpió en mi habitación y gritó: “¡Tengo una noticia maravillosa!” Y yo dije algo como: “Realmente no quiero escuchar una noticia maravillosa en este momento”, y Gus dijo: “Esta es una noticia maravillosa que quieres escuchar”, y yo le pregunté: “Bien, ¿cuál es?” y él dijo: “¡Vas a vivir una buena y larga vida llena de momentos grandiosos y terribles que ni siquiera puedes imaginar todavía!
John Green (The Fault in Our Stars)
Leía mucho. Pero con la lectura pasa lo mismo, ya sabes… sólo obtienes algo de los libros si eres capaz de poner algo tuyo en lo que estás leyendo. Quiero decir que sólo si te aproximas al libro con el ánimo dispuesto a herir y ser herido en el duelo de la lectura, a polemizar, a convencer y ser convencido, y luego, una vez enriquecido con lo que has aprendido, a emplearlo en construir algo en la vida o en el trabajo” La mayor parte de la gente no puede dar ni recibir amor porque es cobarde y orgullosa, porque tiene miedo al fracaso” … a veces las personas son buenas porque no tienen inhibiciones que les impiden actuar con maldad. … Y luego están los que son buenos porque son demasiado cobardes para ser malos” El burgués tiene que estar toda la vida demostrando quién es. El aristócrata ya ha demostrado quién es en el momento de nacer” No me gusta entregarme a los sentimientos…pero el sentimiento de la amistad es mucho más complicado y delicado que el del amor” Ya ves lo ingenuos que somos. Tendemos a creer que los asuntos propios, los verdaderos, son acontecimientos de relevancia mundial” No es cierto que el sufrimiento nos purifique y nos haga mejores, más sabios y comprensivos. Nos vuelve demasiado lúcidos, fríos e indiferentes” Y entonces te das cuenta de que ésa es la verdadera venganza, la única, la perfecta: ya no quieres saber nada de él, no le deseas nada malo ni nada bueno, ya no puede hacerte sufrir
Sándor Márai
Para comprender el estado de la humanidad puede que baste con saber que la mayoría de los grandes triunfos y grandes catástrofes de la historia no se deben a que las personas son buenas en esencia o malas en esencia, sino a que las personas son en esencia personas.
Terry Pratchett (Good Omens: The Nice and Accurate Prophecies of Agnes Nutter, Witch)
Es posible que mañana muera, y en la tierra no quedará nadie que me haya comprendido por completo. Unos me considerarán peor y otros mejor de lo que soy. Algunos dirán que era una buena persona; otros, que era un canalla. Pero las dos opiniones serán igualmente equivocadas.
Mikhail Lermontov (El héroe de nuestro tiempo (Básica de Bolsillo nº 185) (Spanish Edition))
Cuánto anhelé poder convertirme por unos instantes en cualquiera de las personas que tuviesen la buena fortuna de seguir una sola de tus órdenes; cuánto hubiese querido ser yo quien pudiese sostener tu mano, y robar tu atención unos segundos para recibir la bendición de la noche de tus ojos.
Carolina Andújar (Vampyr (Carmina Nocturna, #1))
-No voy a dejar que hagas esto –dije. -No me vas a detener.-Su voz era baja, ahora. Indescriptiblemente sexy. Mis ojos revolotearon cerrándose. –Como el infierno que no lo haré –le susurre-.Podría matarte. - Entonces moriría feliz. - No es gracioso. - No estoy bromeando. Abrí los ojos y me centre en los suyos. –Sería más feliz sin ti –le mentí tan convincentemente como pude. -Es una lastima. –La boca de Noah se curvó en la media sonrisa que yo amaba y odiaba tanto, a pocos centímetros de mi ombligo. Mi cabeza estaba nublada. –Se supone que debes decir. “Todo lo que quiero es tu felicidad. Voy a hacer lo que sea, incluso si eso significa estar sin ti.” - Lo siento –dijo Noah-. No soy tan buena persona. –Sus manos subieron por el costado de los vaqueros, a mi cintura. Las yemas de sus dedos razonaron la piel justo debajo de la tela de mi camisa. Traté de calmar mi pulso y fallé. - Me quieres –dijo Noah simplemente, en definitiva-. No me mientas. Lo puedo escuchar. - Irrelevante –suspiré.
Michelle Hodkin (The Unbecoming of Mara Dyer (Mara Dyer, #1))
Las personas que encuentran una finalidad, un objetivo, un sentido a su vida, tienen más razones para ser felices.
Marian Rojas Estapé (Cómo hacer que te pasen cosas buenas (Ed. Argentina): Entiende tu cerebro, gestiona tus emociones, mejora tu vida (Spanish Edition))
En mi concepto, la buena compañía, señor Elliot, es la de personas inteligentes y bien informadas que puedan conversar de muchas cosas; eso es lo que yo llamo buena compañía
Jane Austen (Persuasion)
—Bienvenido a la raza humana. Nadie controla su propia vida, Ender. Lo más que puedes hacer es elegir ser controlado por personas buenas, por personas que te quieran.
Orson Scott Card (El juego de Ender (Ender's Saga, #1))
Cuando crees que la persona que tienes a tu lado nunca te hará daño y de buenas a primera te pulveriza como un terrón de azucar sumergido en agua, una parte tuya muere
Federico Axat (El aula 19)
Para tener buena salud lo haría todo menos tres cosas: hacer gimnasia, levantarme temprano y ser persona responsable.
Oscar Wilde
¿Por qué no nos fijamos en las personas adecuadas? ¿Por qué la gente tiene tanto miedo a romper una relación, aunque no sea buena?
Stephanie Perkins (Un beso en París)
No puedo ser miembro de una institución que me considera persona de segunda clase y cuyas autoridades, siempre hombres, imponen sus reglas con la fuerza del dogma y gozan de impunidad.
Isabel Allende (Mujeres del alma mía: Sobre el amor impaciente, la vida larga y las brujas buenas)
La gente no es «buena» ni «mala». Las personas son personas y responden a incentivos. Casi siempre pueden ser manipuladas —para bien o para mal— si se encuentran las palancas adecuadas.
Steven D. Levitt (SuperFreakonomics: Enfriamiento global, prostitutas patrioticas y por que los terroristas suicidas deberian contratar un seguro de vida)
La conmiseración con los animales está íntimamente unida a la bondad de carácter de tal suerte, que se puede afirmar de seguro que quien es cruel con los animales no puede ser buena persona
Arthur Schopenhauer (El amor, las mujeres y la muerte)
Yo te puedo asegurar que nadie te ha olvidado, que estas en la memoria de muchísimas personas. Aunque la vida siga, aunque el mundo gire y no se detenga, las huellas que las personas han dejado en ti nunca se irán, porque te enseñaron algo... Y las huellas que tu dejes en las personas... Procura que sean positivas para que, aunque sea muy dentro de ellas, tengan una buena historia.
Dulce María
Si tu fortuna no vale para cambiar la vida y tu entorno, y las condiciones de los que están a tu lado, es sólo papel, mal papel donde ni siquiera se podrán escribir cosas buenas sobre tu persona.
Benito Taibo (Persona normal)
Sabia que no había ninguna garantía. Ninguna manera de saber lo que vendría después para mi, o para el, o para cualquiera. Algunas cosas no duran para siempre, pero otras si. Como una buena canción, o un buen libro, o un buen recuerdo que tu puedas sacar y desplegar en tus momentos mas oscuros, oprimiendo las esquinas y mirando detenidamente, esperando que aún reconozcas a la persona que ves allí.
Sarah Dessen (This Lullaby)
Cuando alguien muere, la gente parece amarlo más que nunca. Todo lo malo que hizo, lo errores que cometió, las injusticias que perpetró, todo eso se olvida. Después de que morimos, todos somos buenas personas, y los vivos fingen estar compungidos. Apenas unos pocos sienten de verdad tu falta. El resto solo aparece como si de pronto necesitáramos su presencia mientras que, antes, ellos se habían evaporado.
Anna K. Franco (Brillarás)
Las de los gitanos son muertes buenas. O a mí me lo parecen, aunque las enfermeras no opinen lo mismo, ni tampoco los celadores. Siempre llegan en manada, y exigen estar con la persona moribunda, besarla y abrazarla, desenchufan y estropean los televisores y los monitores y los demás aparatos. Lo mejor de las muertes de los gitanos es que nunca hacen callar a sus niños. Los adultos aúllan y lloran y gimen, pero los niños siguen correteando por ahí, juegan y ríen sin que nadie les diga que deben estar tristes o ser respetuosos.
Lucia Berlin
autoestima y la felicidad están íntimamente relacionadas. Una persona en paz, que tiene cierto equilibrio interior y que disfruta de las cosas pequeñas de la vida, normalmente tendrá un nivel de autoestima adecuado.
Marian Rojas Estapé (Cómo hacer que te pasen cosas buenas)
Era una mala pero buena persona. Aunque sus habilidades eran regulares, era alguien con conciencia y un sentido de culpa y responsabilidad. Era alguien que sabía cómo arrepentirse. Era alguien con su propio sentido de la moral.
Yoo Ryeo Han (Trash of the Count's Family)
En lo que se divide de verdad la humanidad es entre buena y mala gente. Entre las personas que son capaces de ponerse en el lugar de los otros y sufrir con ellos y alegrarse con ellos, y los hijos de puta que sólo buscan su propio beneficio, que sólo saben mirarse la barriga. Esos que son capaces de vender a su madre, ya me entiendes” - 'La buena suerte' de Rosa Montero
Rosa Montero (La buena suerte)
Pero más que nada, puedes saber que todos te amamos, que fuiste una de las mejores personas que he conocido y conoceré, y que sin importar cuantos errores hayas cometido, todo ellos desaparecen como espectros tras la presencia de tus buenas acciones.
June Vernet (Otra oportunidad de amar (Segundas oportunidades #1))
Amar es perdonar, ser paciente, tener fe y, cada tanto, llevarte una buena hostia. Por eso es peligroso amar a la persona equivocada, amar a quien no lo merece. Tienes que estar con alguien que se merezca tu fe y tienes que ser merecedor de la fe de alguien.
Taylor Jenkins Reid (Daisy Jones & The Six)
Cagar es la opinión más contundente. En general opinamos matizado: esto me gusta con reservas y aquello me interesa aunque me resultó un poco aburrido y esa mujer me atrae bastante pero no quiero volver a complicarme con casadas y el gobierno empezó tomando medidas muy correctas hasta que de pronto perdió el rumbo y qué buena sería esta novela si no estuviera escrita en jeringozo formoseño: pienso pero. La cultura contemporánea está llena de matices, de pudores, de correcciones varias, de considerados y consideraciones que le impiden decir que tantas cosas -personas, actitudes, libros, películas, sistemas sociales, una filosofía, un negocio, más personas- son absolutamente inútiles. El cuerpo en cambio no se corta: cagar es opinar rotundo, sin matices. El cuerpo recibe su materia, la procesa, usa lo que le sirve -todo lo que le sirve, de formas tan distintas- y cuando, pese a sus esfuerzos, topa con material que realmente no sabe aprovechar, lo vuelve mierda y lo devuelve al mundo. El cuerpo, animal incorrecto, es implacable, inmune a las ñoñeces de la tolerancia: establece una jerarquía sin fisuras entre lo que sirve y lo que no sirve -y actúa en consecuencia. Caga, defeca, excreta, se deshace, expulsa: produce categorías terminantes.
Martín Caparrós (Comí)
¿Hace falta decirte, buen brujo, quiénes son las buenas personas? Son aquéllas a las que el destino les ha escatimado las ocasiones de disfrutar de las ventajas de ser malos. O aquéllas que sí han dispuesto de tales ocasiones, pero han sido demasiado estúpidas para aprovecharlas.
Andrzej Sapkowski (Sezon burz (Saga o Wiedźminie, #0.2))
Aceptemos que no somos el uno para el otro. Y quizás nunca lo fuimos, ni lo seremos. ¡Aceptémoslo de una buena vez!   Creo que es tiempo de darle la oportunidad a otras personas, a otros amores.   Ya es hora de comenzar a caminar por otras calles porque a nosotros se nos hizo tarde.  
Jarhat Pacheco (Te amo, y no es metáfora (Spanish Edition))
No olvidemos que el éxito en la vida lo logran las personas que son capaces de concentrarse y enfocarse en lo que realmente desean, siendo capaces de perseverar en el propósito. La atención del cerebro se desarrolla en la corteza prefrontal. Esta zona se encarga de la voluntad, el autocontrol y la planificación de una tarea. Hay que desarrollar esta zona del cerebro en los niños desde pequeños. Es una de las más importantes de la mente.
Marian Rojas Estapé (Cómo hacer que te pasen cosas buenas)
SETH: ¿No lo entiendes, Amy? Estás en un error. Las relaciones nunca te dan todo lo que quieres. Piensa todas las cosas que buscas en una persona —química sexual, buena conversación, seguridad económica, compatibilidad intelectual, gentileza o lealtad— y escoge tres. Tres, eso es todo. Tal vez cuatro, si tienes suerte. El resto tendrás que buscarlo en otra parte. Solo en las películas uno encuentra a alguien que le da todo lo que necesita.
Hanya Yanagihara (Tan poca vida)
Lo cierto es que no puede ser una buena persona en la vida real quien en Facebook es un hijo de la gran puta pretencioso a la caza de otros, lo cierto es que el mundo está plagado de ratas, de dañados que no se van a quedar quietos hasta acabar a su paso con los hombres de bajas defensas y guardias bajas
Ricardo Silva Romero (Cómo perderlo todo)
—Te confundes de asunto. Sólo quería saber cuál era la herramienta más útil que puede tener una persona, más allá de que ésta sea buena o mala. Estoy de acuerdo en que es importante tener un carácter virtuoso, pero también opino que si hubiera que escoger entre darle a un hombre una voluntad noble o enseñarle a pensar con claridad, sería mejor que hicieras lo segundo. Son demasiados los problemas de este mundo creados por hombres con voluntad noble y un pensamiento nublado.
Christopher Paolini (Eldest (Inheritance, #2))
—No vas a renunciar a mí, ¿verdad? —No —respondió, y lo hizo con absoluta seriedad. Él era suyo, la única persona que había sido suya. Y lo necesitaba, necesitaba a aquel policía que reprimía su dolor con puño de hierro, que mantenía sus cicatrices bien ocultas—. No voy a renunciar a ti. Sus ojos centelleaban. —Buena chica.
Nalini Singh (Bonds of Justice (Psy-Changeling, #8))
La gente miente. Ellos te utilizan y mienten, a la vez mientras te alimentan con mierda sobre ser leal y nunca dejarte. Nadie puede hacer esa promesa, porque la vida tiene que ver con las estaciones, y las estaciones cambian. No me gusta el cambio. No se puede confiar en ello, sólo puedes confiar en el hecho de que va a suceder. Pero antes de que suceda, y antes de que aprendas, se siente bien acerca de sus estúpidas promesas de mierda. Eliges creer, porque es necesario. Vas a través de un verano cálido, donde todo es hermoso y no hay nubes, sólo calor, calor, calor. Crees en la permanencia de una persona, porque los seres humanos tienen una tendencia a pegarse a ti cuando la vida es buena. Yo los llamo los veranos de miel. He tenido bastantes veranos de miel en la vida para saber que las personas se van cuando llega el invierno. Cuando la vida te congela y estás temblando y te pones capas de protección lo más que puedas para sobrevivir. Ni siquiera lo notas al principio. El frío te pone demasiado aturdido para ver con claridad. Entonces, de repente, miras y la nieve está empezando a derretirse, y te das cuenta que pasaste el invierno sola. Eso me molesta mucho. Tanto como para dejar a la gente antes de que me dejen a mí. Eso es lo que hice con Nick. Eso es lo que traté de hacer con Isaac. Excepto que no se iría. Él se quedó todo el invierno.
Tarryn Fisher (Mud Vein)
A los quince años me alejé de la Iglesia para siempre, no por falta de fe en Dios —eso vino más tarde—, sino por el machismo inherente a toda organización religiosa. No puedo ser miembro de una institución que me considera persona de segunda clase y cuyas autoridades, siempre hombres, imponen sus reglas con la fuerza del dogma y gozan de impunidad.
Isabel Allende (Mujeres del alma mía: Sobre el amor impaciente, la vida larga y las brujas buenas)
Creo que el único secreto que tiene la amistad es dar con personas que sean mejores que tú, no más listas ni más populares sino más buenas, más generosas y más compasivas, y valorarlas por lo que pueden enseñarte, escucharlas cuando te dicen algo sobre ti, por malo (o bueno) que sea, y confiar en ellas, que es lo más difícil de todo, pero también lo mejor.
Hanya Yanagihara (Tan poca vida)
...las personas que parecen buenas no siempre lo son.
Michel Bussi (Maman a tort)
No hay influencia buena; toda influencia es inmoral, inmoral desde el punto de vista científico. Influir sobre una persona es transmitirle nuestra propia alma.
Oscar Wilde (The Picture of Dorian Gray)
Las personas buenas y muy queridas son las que mueren siempre.
Louisa May Alcott (Little Women (Little Women, #1))
Yo haría todo el trabajo para convertirlos en buenas personas y luego tú lo desharías, y encima ellos te querrían y a mí me odiarían.
Gillian Flynn (Gone Girl)
No discutas sobre cómo debe ser la persona buena, sino que se tú una persona buena.
Marcus Aurelius (Guía para ser Feliz: Siguiendo las Meditaciones de Marco Aurelio (Spanish Edition))
El duelo por un hijo no se supera nunca, se aprende a vivir con ello, cada vez con menos dolor, aunque siempre está presente.
Marian Rojas Estapé (Pack: Cómo hacer que te pasen cosas buenas + Encuentra tu persona vitamina (pack) (Espasa Crecimiento personal) (Spanish Edition))
- ¿Ha visto usted los periódicos? Los conformistas nos la están preparando buena, ¿no? - ¿Eh...? Sí..., sí, señor -murmuró Claude. - Esos cerdos... Ha llegado el momento de espabilarse... Como usted sabe, están todos armados. - Oh... -dijo Claude. - Claramente se vio durante el Liberacionamiento. Llevaban armas para llenar camiones. Y, naturalmente, las personas decentes, como usted o como yo, no tenemos armas. - Muy cierto. - Usted, ¿no tiene? - No, señor Saknussem. - ¿Podría usted agenciarme un revólver? -preguntó Saknussem a quemarropa. - Es que... -dijo Claude-. Quizás el cuñado de la señora que me alquila la habitación... No sé... - Perfecto -dijo su jefe-. Cuento con usted, ¿eh? Que tampoco resulte demasiado caro; y con cartuchos, eh. Esos cerdos conformistas... No queda más remedio que ser precavido, ¿eh? - Indudablemente -dijo Claude. - Gracias, Léon. Cuento con usted. ¿Cuándo podría traérmelo? - Tengo que preguntar. - Por supuesto. Tómese el tiempo que necesite. Si quiere salir un poco antes... - Oh, no. No merece la pena. - Perfectamente. Y, por otra parte, cuidado con los borrones, ¿eh? Preocúpese de su trabajo. Qué diablos, no se le paga para no hacer nada. - Tendré cuidado señor Saknussem -prometió Claude. - Y llegue a su hora -concluyó el jefe-. Ayer llegó usted con seis minutos de retraso. - Sin embargo, hoy estaba aquí nueve minutos antes... -dijo Claude. - Sí -dijo Saknussem-, pero habitualmente llega usted con cuarto de hora de adelanto.
Boris Vian (Autumn in Peking)
KAREN: Creo que las personas que se parecen demasiado... no son una buena combinación. Antes pensaba que almas gemelas eran dos personas iguales, que debía buscar a alguien que fuese como yo. Ya no creo en las almas gemelas, y no busco nada. Pero, si creyera en ellas, creería que tu alma gemela es alguien que tiene todo lo que a ti te falta, y que necesita todo lo que tú tienes. No alguien con quien compartes la misma mierda.
Taylor Jenkins Reid (Daisy Jones & The Six)
... aún tenía que descubrir que el dinero no sirve para comprar el refinamiento, que la posición social no siempre es sinónimo de nobleza y que la buena educación se nota aunque la persona tenga que hacer frente a carencias .
Louisa May Alcott (Little Women)
—Una casa tan antigua como ésta, se convierte, con el tiempo, en un ser vivo. Puede que tenga vigas en vez de huesos, ventanas en vez de ojos, y que ahí sentada, sola, pueda terminar enloqueciendo. Dentro de su paredes, comienza a aferrarse a las cosas, a mantenerlas vivas pese a que no deberían estarlo. Cosas como recuerdos, sentimientos, personas —hizo una pausa y continuó—. Algunas son buenas, otras malas… y otras… otras no deberían mencionarse nunca más.
Guillermo del Toro (La cumbre escarlata)
primer lugar, la mayoría de los príncipes piensan y se ocupan más de los asuntos militares, de los que nada sé ni quiero saber, que del buen gobierno de la paz. Lo que les importa es saber cómo adquirir -con buenas o malas artes- nuevos dominios, sin preocuparse para nada de gobernar bien los que ya tienen. Por otra parte, hay consejeros de príncipes tan doctos que no necesitan -o al menos creen no necesitar- los consejos de otra persona. Parásitos como son, aceptan a
Thomas More (UTOPÍA (Spanish Edition))
Ruth sabía que era afortunada. Se dijo que su próxima novela debería tratar de la buena suerte, de cómo la buena suerte y el infortunio se distribuyen de una manera desigual, si no al nacer, por lo menos a medida que se dan las circunstancias sobre las que no tenemos control alguno, así como los acontecimientos que entran en colisión: la gente que conocemos, el momento en que ese conocimiento tiene lugar y si esas personas importantes podrían conocer casualmente a otras, y el momento en que podría suceder tal cosa.
John Irving (A Widow for One Year)
Al final la vida nos da la oportunidad de mirarnos en el espejo y vernos de verdad. Sucede pocas veces. En algunos casos se trata de situaciones grandilocuentes en las que uno supera la adversidad. Otras, solamente nos vemos, como me vi yo en aquel momento. Era una persona fuerte; mis padres me habían educado para serlo. «Sé independiente», «sé tú misma». Y lo era, con las cosas buenas y las cosas malas, pero incluso en las malas había aprendido. El último año me había servido para quitarme del todo ese cascarón que me impedía llegar a ser quien realmente soy. Ni mejor ni peor. Menos autoexigente porque, ¿qué problema había en no ser perfecta? Nadie puede serlo y correr detrás de ese objetivo la hace a una sumamente infeliz. A pesar de ello, me empeñaba en verme a mí misma a través de un cristal distorsionado, porque creo que era mucho más fácil creerme a pies juntillas que necesitaba desesperadamente ciertas cosas para regir mi vida que ver que a nuestro alrededor (por norma general) solo tenemos lo que elegimos. Y hay que elegir siempre por uno mismo.
Elísabet Benavent (Alguien como yo (Mi elección #3))
¿Por qué una amistad entrañaba más codependencia que una relación sentimental? ¿Por qué era admirable cuando tenías veintisiete años pero espeluznante a los treinta y siete? ¿Por qué la amistad no era tan buena como una relación sentimental? ¿Por qué no era incluso mejor? Eran dos personas que permanecían juntas, día tras día, a quienes no las unía el sexo ni la atracción física ni el dinero ni los hijos ni una propiedad, solo el compromiso de seguir adelante y la dedicación mutua a una unión que nunca podría ser codificada. La amistad era ser testigo del lento goteo de tristezas del otro, de sus largas rachas de aburrimiento y de algún que otro triunfo. Era sentirse honrado por el privilegio de estar presente en sus momentos más duros y saber que a cambio podía permitirse estar triste en su presencia.
Hanya Yanagihara (A Little Life)
- La mayor parte del tiempo, tengo la sensación de estar representando un papel. + Yo también -alcanzo un palo y empiezo a hurgar en la tierra con él-. O puede que las personas estén hechas de muchas personalidades distintas -sugiero-. A lo mejor estamos siempre acumulando nuevos yoes. Sumando personalidades a medida que tomamos decisiones, buenas y malas, que metemos a pata o progresamos, que perdemos la cabeza y recuperamos el sentido, que nos hundimos, nos enamoramos, lloramos a un ser querido, crecemos, nos apartamos del mundo o lo agarramos por los cuernos, a medida que creamos cosas y las destruimos. Sonríe. - Y cada nuevo yo se encarama a los hombros del anterior, hasta que acabamos convertidos en una inestable torre humana Que imagen tan deliciosa. + ¡Sí, exacto! ¡No somos más que inestables torres humanas!
Jandy Nelson (I'll Give You the Sun)
—Todo en la vida tiene su parte buena y su parte mala —contesto mirándola—. Las oportunidades, los lugares, los puestos de trabajo..., incluso las personas. Sobre todo las personas. No te fíes de nadie que vaya por ahí diciendo que es perfecto —añado dedicándole una sonrisa—. La vida consiste en tomar decisiones. Hay que valorar si esas cosas malas merecen la pena con tal de disfrutar de las buenas. A veces es mejor dejar pasar el tren por decisión propia. Y en otras lo bueno compensa tanto que tienes que atarte al asiento con una cuerda para que no te obliguen a bajar.
Inma Rubiales (Hasta que nos quedemos sin estrellas)
Un mundo de buenas personas, satisfechas con su propia bondad, sin mirar más allá, dándole la espalda a Dios, estaría tan desesperadamente necesitado de salvación como un mundo miserable… e incluso podría ser aún más difícil de salvar. El mero mejoramiento no es la redención, aunque la redención siempre mejora a la gente, incluso aquí y ahora, y la mejorará al final hasta un grado que aún no podemos imaginar. Dios se hizo hombre para convertir a las criaturas en hijos: no simplemente para producir hombres mejores de la antigua clase, sino para producir una nueva clase de hombre.
C.S. Lewis (Mere Christianity)
Los ingleses lo llaman walk the talk. O el otro lema: si no vives como piensas, acabarás pensando como vives. Posiblemente haya muchos de los dieciséis que sean muchísimo mejores que yo como persona. Pero walk the talk, haz lo que dices, es una buena pauta de conducta para gente que padeció lo que nosotros padecimos.
Pablo Vierci (La sociedad de la nieve)
Era extraño ver a un humano llevarse bien con tantas razas diferentes. Archie escuchó la conversación de Choi Han y Rosalyn en ese momento. "Como se esperaba de Cale-nim." "¿No crees que dices, 'como se esperaba de Cale-nim', demasiado?" "¿Me equivoco?" "No, tienes razón. El joven maestro Cale es único. Muy único". Choi Han y Rosalyn sonaban muy casuales, lo que hacía que pareciera que estaban acostumbrados a llamar a Cale único. Archie continuó mirando hacia ellos hasta que hizo contacto visual con Rosalyn. Los ojos de Rosalyn se abrieron de par en par antes de darse cuenta de lo que debía estar pasando por la mente de la Ballena y empezar a hablar. "¿No es asombroso lo bien que se lleva el joven maestro Cale con todos?" "Sí." Archie respondió de inmediato. "¿Pero no es obvio ese trato después de pensar en todo lo que el joven maestro Cale ha hecho hasta ahora en todo el continente?" Paseton, que había estado escuchando a Rosalyn, dejó escapar un grito ahogado. Las cosas que Cale había hecho hasta ahora. Rosalyn continuó hablando. "El joven maestro Cale ha hecho todo eso, pero nunca pidió un título ni nada de influencia. Aunque ha recibido algunas recompensas monetarias, no creo que valgan más que su vida". Rosalyn sabía que Cale era más estratégico que brillante. Sin embargo, había una razón por la que ella seguía creyendo que él era una buena persona. No era codicioso. ¿Le gusta el dinero? La codicia por la fama y el poder era peor que la codicia por el dinero. ¿Por qué los comerciantes intentan comprar títulos para sí mismos una vez que están desbordados de dinero? ¿Y por qué los reyes de la historia que tenían suficiente dinero y poder inician guerras inútiles? Había muchos tipos de codicia que eran peores que la codicia por el dinero. Pero Cale no mostró ninguna codicia hacia estas cosas. De hecho, trató de evitarlos. "Él tampoco usa el dinero para sus propias razones egoístas". Rosalyn sabía que las mejoras al territorio de Henituse y todas sus otras acciones habían requerido una gran cantidad de la propia riqueza de Cale. Hubo momentos en que Cale usó su dinero para sí mismo. Pero esos tiempos eran para alimentarse a sí mismo o para proporcionar comida y alojamiento a su grupo. "Este es el tipo de persona que debería tener dinero". Pensó que alguien como Cale, que sabía cuándo usar el dinero para el bien común mientras se sentía satisfecho con comer frutas simples para sí mismo, merecía tener dinero. Rosalyn pensó que estaría bien que Cale ganara más dinero, no, creía que Cale debería ganar más dinero.
Yoo Ryeo Han (Trash of the Count's Family)
Por eso resulta crucial para la vida social no solo trabajar para mejorar nuestro carácter, sino ser capaz de evaluar el carácter de las otras personas. En este sentido hay una buena historia sobre Diógenes el Cínico. Un día (presumiblemente antes de convertirse en filósofo a jornada completa, cuando seguía siendo un banquero, nada menos), le pidieron una carta de presentación. Le dijo a su interlocutor: «Eres un hombre, y eso se lo dirán sus ojos; pero si eres bueno o malo lo acabará descubriendo si tiene la capacidad de diferenciar el bueno del malo; y si no tiene esa capacidad, nunca lo descubrirá aunque le escriba diez mil cartas».
Massimo Pigliucci (Cómo ser un estoico: Utilizar la filosofía antigua para vivir una vida moderna)
Según la psiquiatría moderna, muchas «voces interiores» y «deseos auténticos» no son otra cosa que el producto de desequilibrios bioquímicos y enfermedades neurológicas. Las personas que padecen depresión clínica suelen abandonar una y otra vez carreras prometedoras y relaciones sanas porque algún fallo bioquímico hace que lo vean todo a través de un cristal oscuro. En lugar de escuchar estas voces interiores destructivas, sería una buena idea acallarlas. Cuando Sally Adee utilizó el casco de atención para silenciar las voces de su cabeza, no solo se convirtió en una tiradora experta, sino que además se sintió mucho mejor consigo misma.
Yuval Noah Harari (Homo Deus: Breve historia del mañana)
El amor no es solo un sentimiento, sino un acto de voluntad. Yo decido, yo trabajo la relación porque me conviene, porque es adecuada para mí, porque es buena y me hace ser mejor persona, aunque sufra en ocasiones. No puedo basar el amor solo en sentimientos o razones, ya que estos – por definición – fluctúan, cambian y evolucionan.
Marian Rojas Estapé (Encuentra tu persona vitamina)
Jueves, 28 de noviembre Esto es lo que he aprendido sobre el matrimonio esta semana: 1. Deberías casarte con alguien a quien le gusten las cualidades que posees, no con alguien que piensa que esas cualidades apestan. 2. Deberías casarte con alguien que te permita ser el tipo de persona que eres por dentro, no con alguien que te obliga a ser una persona que no eres. 3. Deberías sentirte de esa misma forma con respecto a la persona con la que te cases. 4. Si encuentras a una persona que se ajuste a 1, 2 y 3, entonces estás listo para la vida. Pero estate preparado para cuando ellos mueran, porque ellos se llevaren parte de ti con ellos. 5. Pero dejan parte de sí mismos detrás de si, también. Lo que, supongo, que es una cosa buena.
Kristin Walker (A Match Made in High School)
SETH: ¿No lo entiendes, Amy? Estás en un error. Las relaciones nunca te dan todo lo que quieres. Piensa todas las cosas que buscas en una persona —química sexual, buena conversación, seguridad económica, compatibilidad intelectual, gentileza o lealtad— y escoge tres. Tres, eso es todo. Tal vez cuatro, si tienes suerte. El resto tendrás que buscarlo en otra parte. Solo en las películas uno encuentra a alguien que te da todo lo que necesita. Pero esto no es el cine. En el mundo real hay que identificar tres cualidades con las que quieres vivir el resto de tu vida y buscar las restantes en otras personas. Así es la vida real. ¿No ves que es una trampa? Si lo quieres todo, acabarás con nada. AMY (llorando): ¿Y qué has escogido tú? SETH: No lo sé. (Pausa). No lo sé.
Hanya Yanagihara (A Little Life)
Tan buen pan hacen aquí como en Francia; y de noche todos los gatos son pardos, y asaz de desdichada es la persona que a las dos de la tarde no se ha desayunado; y no hay estómago que sea un palmo mayor que otro, el cual se puede llenar, como suele decirse, de paja y de heno; y las avecitas del campo tienen a Dios por su proveedor y despensero; y más calientan cuatro varas de paño de Cuenca que otras cuatro de límiste de Segovia; y al dejar este mundo y meternos la tierra adentro, por tan estrecha senda va el príncipe como el jornalero, y no ocupa más pies de tierra el cuerpo del Papa que el del sacristán, aunque sea más alto el uno que el otro; que al entrar en el hoyo todos nos ajustamos y encogemos, o nos hacen ajustar y encoger, mal que nos pese y a buenas noches.
Miguel de Cervantes Saavedra (Don Quijote)
No, pero dejé de creer que existían un poder benéfico y un poder malévolo que estaba fuera de nosotros. Y me convencí de que el bien y el mal solo designan las acciones de las personas, no lo que estas son. Solo podemos decir que esta es una buena acción porque beneficia a alguien, y que esa otra es una mala acción porque perjudica a alguien. Las personas son demasiado complejas para ponerles simples etiquetas.
Philip Pullman (El catalejo lacado (La materia oscura, #3))
Últimamente se preguntaba si ser codependiente era tan malo. Se lo pasaba bien con sus amistades y no hacía daño a nadie; ¿qué importaba si eso era codependencia o no? Además, ¿por qué una amistad entrañaba más codependencia que una relación sentimental? ¿Por qué era admirable cuando tenías veintisiete años pero espeluznante a los treinta y siete? ¿Por qué la amistad no era tan buena como una relación sentimental? ¿Por qué no era incluso mejor? Eran dos personas que permanecían juntas, día tras día, a quienes no las unía el sexo ni la atracción física ni el dinero ni los hijos ni una propiedad, solo el compromiso de seguir adelante y la dedicación mutua a una unión que nunca podría ser codificada. La amistad era ser testigo del lento goteo de tristezas del otro, de sus largas rachas de aburrimiento y de algún que otro triunfo. Era sentirse honrado por el privilegio de estar presente en sus momentos más duros y saber que a cambio podía permitirse estar triste en su presencia.
Hanya Yanagihara (Tan poca vida)
Es absolutamente precisa la guarda y conservación del propio carácter, el cultivo de las buenas cualidades que poseemos (...). De nada sirve obrar en desacuerdo con la naturaleza y perseguir objetivos que nos son inaccesibles. (...) Nada es más conveniente que obrar siempre en consonancia con el propio carácter, y esto no se puede alcanzar si, imitando el carácter de los demás, renunciamos al propio. (...) Que cada persona conozca bien su propia índole y juzgue con rigor lo que tiene de bueno y de malo. (...)
Marcus Tullius Cicero
Pienso en todas las cosas que se han escrito sobre mí: que soy un demonio inhumano, que soy una víctima inocente de un sinvergüenza que me forzó en contra de mi voluntad y con riesgo de mi propia vida, que era demasiado ignorante para saber comportarme y que el hecho de ahorcarme sería un asesinato judicial, que me gustan los animales, que soy muy guapa y tengo una tez preciosa, que tengo los ojos azules, que tengo los ojos verdes, que tengo el cabello cobrizo y que lo tengo también castaño, que soy alta y que no supero la talla media, que visto bien y con modestia, que robé a una muerta para vestir así, que soy enérgica y diligente en el trabajo, que soy de talante arisco y temperamento pendenciero, que mi aspecto es mejor que el que correspondería a una persona de mi humilde condición, que soy una buena chica de naturaleza dócil y nada malo se ha dicho de mí, que soy astuta y taimada, que tengo el cerebro reblandecido y soy poco más que una idiota. Y yo me pregunto cómo puedo ser todas esas cosas tan distintas al mismo tiempo.
Margaret Atwood (alias Grace)
4. Esta es una Reunión de Negocios. Si tú o alguno de tus invitados tuviera que asistir con niños pequeños, lo ideal es sentarse en el área asignada para niños (usualmente en la parte posterior del salón). Sigue las instrucciones de los ujieres. 5. Apaga el teléfono celular o lo pones en modo de vibrar. Para mantener la concentración de todos y por respeto al orador y a los asistentes, nunca contestes el teléfono dentro del salón. 6. Apoya al presentador con tus aplausos y tu entusiasmo. Recuerda que en ese momento el presentador está dando el máximo para ti, para los invitados y para todos los Distribuidores. 7. Mantente atento y sin dar conversación a las personas sentadas al lado, podrías distraer a otros invitados y confundir al presentador. 8. La música popular puede aumentar un 15% los auspicios NOTA: Te recomiendo que no lleves a tus invitados “ciegos” a una Presentación Central. Todos tus invitados deberían saber de qué se trata y haber visto una presentación antes de asistir a la Reunión Central. “Si tuviste una mala semana, necesitas asistir a la reunión, y si tuviste una buena semana, la reunión te necesita a ti
Roberto Pérez (Multinivel; Cómo Prospectar y Duplicar Masivamente las 9 Leyes: Un "Plan A" para tu Libertad Financiera, porque el "Plan B" Apesta (Spanish Edition))
A mis niños, Feliz Navidad. Lo siento si estas cartas los han tomado a ambos por sorpresa. Es sólo que hay tantas cosas más que tengo que decir. Sé que pensabas que estaba hecha para dar consejos, pero no podía irme sin reiterar algunas cosas por escrito. Puedes no estar relacionada con estas cosas ahora, pero algún día lo estarás. No era capaz de estar ahí para siempre, pero espero que mis palabras puedan. -No dejes de hacer basaña. La basaña es buena. Espera hasta un día cuando no existan malas noticias, y hornea una maldita basaña. -Encuentra un equilibrio entre la cabeza y el corazón. Espero que hayas encontrado eso, Lake, y puedas ayudar a Kel a resolverlo cuando llegue a ese punto. -Presiona tus límites, para eso están. -Estoy robando este fragmento de tu banda favorita, Lake. “Recuerda siempre que no hay nada que valga la pena compartir, como el amor que nos deja compartir nuestro nombre.” -No tomes la vida tan en serio. Dale un puñetazo en la cara cuando necesite un buen golpe. Ríete de eso. -Y ríe mucho. Nunca pases un día sin reír al menos una vez. -Nunca juzgues a otros. Ambos saben muy bien cómo acontecimientos inesperados pueden cambiar lo que una persona es. Siempre ten eso en mente. Nunca se sabe lo que otra persona está experimentando en su propia vida. -Cuestiona todo. Tu amor, tu religión, tus pasiones. Si no tienes preguntas, nunca encontraras respuestas. -Acepta. De todo. Las diferencias de las personas, sus semejanzas, sus elecciones, sus personalidades. A veces se necesita una variedad para hacer una buena colección. Lo mismo va para las personas. -Escoge tus batallas, pero no elijas muchas. -Mantén una mente abierta; es la única manera en que cosas nuevas pueden entrar. -Y por último, pero no menos importante, ni un poquito menos importante. Nunca te arrepientas. Gracias a los dos por haberme dado los mejores años de mi vida. Especialmente el último. Con amor, Mamá.
Colleen Hoover (Slammed (Slammed, #1))
(...) Sí, por las tardes, hacia las siete, le gusta encontrarse en un vagón de segunda mano del metro. La mayoría de los pasajeros son personas que regresan de sus trabajos. Se sienta entre ellos, trata de sorprender en sus caras el motivo de sus preocupaciones. Naturalmente, están pensando en lo que acaban de abandonar hasta mañana, sólo hasta mañana, y también en lo que les espera esta noche, lo cual les alegra o les preocupa aún más. Nadja se queda mirando fijamente algo definido: «Hay buenas personas». Más alterado de lo que quisiera mostrarme, ahora sí me enojo: «Pues no. Además tampoco se trata de eso. El hecho de que soporten el trabajo, con o sin las demás miserias, impide que esas personas sean interesantes. Si la rebeldía no es lo más fuerte que sienten, ¿cómo podrían aumentar su dignidad sólo con eso? En esos momentos, por lo demás, usted les ve; ellos ni siquiera la ven a usted. Por lo que a mí se refiere, yo odio, con todas mis fuerzas, esa esclavitud que pretenden que considere encomiable. Compadezco al hombre por estar condenado a ella, porque por lo general no puede evitarla, pero si me pongo de su parte no es por la dureza de su condena, es y no podría ser más que por la energía de su protesta. Yo sé que en el horno de la fábrica, o delante de esas máquinas inexorables que durante todo el día imponen la repetición del mismo gesto, con intervalos de algunos segundos, o en cualquier otro lugar bajo las órdenes más inaceptables, o en una celda, o ante un pelotón de ejecución, todavía puede uno sentirse libre, pero no es el martirio que se padece lo que crea esa libertad. Admito que esa libertad sea un perpetuo librarse de las cadenas: será preciso, por añadidura, para que ese desencadenarse sea posible, constantemente posible, que las cadenas no nos aplasten, como les ocurre a muchos de los que usted me habla. Pero también es, y quizá mucho más desde el punto de vista humano, la mayor o menor pero, en cualquier caso, la maravillosa sucesión de pasos que le es dado al hombre hacer sin cadenas. Esos pasos, ¿les considera usted capaces de darlos? ¿Tienen tiempo de darlos, al menos? ¿Tienen el valor de darlos? Buenas personas, decía usted, sí, tan buenas como las que se dejaron matar en la guerra, ¿verdad? Digamos claro lo que son los héroes: un montón de desgraciados y algunos pobres imbéciles. Para mí, debo confesarlo, esos pasos lo son todo. Hacia dónde se encaminan, ésa es la verdadera pregunta. De algún modo, acabarán trazando un camino y, en ese camino, ¿quién sabe si no surgirá la manera de quitar las cadenas o de ayudar a desencadenarse a los que se han quedado en el camino? Sólo entonces será conveniente detenerse un poco, sin que ello suponga desandar lo andado». (Bastante a las claras se ve lo que puedo decir al respecto, sobre todo a poco que decida tratarlo de manera concreta.) Nadja me escucha y no intenta contradecirme. Tal vez lo último que ella haya querido hacer sea la apología del trabajo.
André Breton (Nadja)
Últimamente se preguntaba si ser codependiente era tan malo. Se lo pasaba bien con sus amistades y no hacía daño a nadie; ¿qué importaba si eso era codependencia o no? Además, ¿por qué una amistad entrañaba más codependencia que una relación sentimental? ¿Por qué era tan admirable cuando tenías veintisiete años pero espeluznante a los treinta y siete? ¿Por qué la amistad no era tan buena como una relación sentimental? ¿Por qué no era incluso mejor? Eran dos personas que permanecían juntas, día tras día, a quienes no las unía el sexo ni la atracción física ni el dinero ni los hijos ni una propiedad, solo el compromiso de seguir adelante y la dedicación mutua a una unión que nunca podría ser codificada. La amistad era ser testigo del lento goteo de tristezas del otro, de sus largas rachas de aburrimiento y de algún que otro triunfo. Era sentirse honrado por el privilegio de estar presente en sus momentos más duros y saber que a cambio podía permitirse estar triste en su presencia.
Hanya Yanagihara (A Little Life)
Una limitación general de la mente humana es su insuficiente capacidad para reconocer estados pasados del conocimiento o creencias que han cambiado. Una vez que adoptamos una nueva visión del mundo (o de una parte de él), inmediatamente perdemos buena parte de nuestra capacidad para recordar lo que solíamos creer antes de que nuestro pensamiento cambiara. Muchos psicólogos han estudiado lo que sucede cuando los individuos cambian sus ideas. Tras elegir un tema en el que las mentes no están totalmente seguras —la pena de muerte, pongamos por caso—, el experimentador registra con cuidado las actitudes personales. A continuación, los participantes ven u oyen un persuasivo mensaje a favor o en contra, y después el experimentador registra de nuevo las actitudes; estas suelen estar entonces más próximas al mensaje persuasivo que han visto u oído. Finalmente, los participantes refieren la opinión que tenían antes. Esta tarea resulta sorprendentemente difícil. Cuando se pide a la gente reconstruir sus creencias anteriores, lo que hace es salvar las actuales —un ejemplo de sustitución—, y no pocas personas pueden creer que una vez pensaron de manera diferente.
Daniel Kahneman (Thinking, Fast and Slow)
La tradición del islam místico comparte esta misma convicción. Me gustaría relatarle algo tomado de la leyenda dorada de los santos musulmanes. Un día, Suturá, una buena mujer, fue a visitar a Tierno Bokar, el sabio de Bandiagara: esta aldea de Mali está situada en la meseta del mismo nombre, rodeada de altos acantilados al pie de los cuales viven los dogon, pueblo famoso por su arte austero, su compleja cosmogonía y su hondo sentido de la trascendencia. «Tierno –le dijo Suturá–, estoy muy irritable. Me molesta hasta lo más insignificante. Querría recibir de ti una bendición o una oración que me haga dulce, amable y paciente». No había acabado de hablar cuando su hijo, un niño de tres años que estaba esperándola en el patio, agarró una tabla y le dio un golpe en la espalda. Ella miró al niño, sonrió y, atrayéndolo hacia ella, dijo dándole un cachete cariñoso: «¡Qué niño más malo! Mira cómo trata a su madre…». «Si tan irritable estás, ¿por qué no te enfadas con tu hijo?», le preguntó Tierno Bokar. «Si no es más que un niño –contestó Suturá–. No sabe lo que hace. Con un niño de esta edad no hay quien se enfade». «Vete a casa, querida Suturá –le dijo Tierno– y, cuando alguien te irrite, acuérdate de la tabla y piensa: “Tenga los años que tenga, esta persona está actuando como un niño de tres años”. Sé indulgente: puedes hacerlo, ya que acabas de serlo con tu hijo cuando te ha dado ese golpe. Obra así y no volverás a enfadarte. Vivirás feliz y te sentirás mejor. Las bendiciones que desciendan sobre ti serán mucho mayores que las que puedas recibir de mí: serán las bendiciones de Dios y del propio Profeta. Quien soporta y perdona una ofensa –continuó– se parece a una de esas grandes ceibas que ensucian los buitres al posarse en sus ramas. El aspecto repugnante del árbol solo dura una parte del año. Todos los inviernos Dios envía unos cuantos chaparrones que lo limpian de la copa a las raíces y lo revisten de un nuevo follaje. Procura prodigar el amor que sientes por tu hijo a todas las criaturas de Dios. Porque Dios quiere a sus criaturas como un padre a sus hijos. Entonces llegarás a lo más alto de la escala, allí donde, gracias al amor y la caridad, el alma solo ve y valora la ofensa para perdonarla mejor». Las palabras de Tierno supusieron tanto para Suturá que, a partir de ese día, consideró hijos suyos a todos los que la ofendían y no les respondió más que con dulzura, amor y una paciencia silenciosa y sonriente. Tanto cambió que, al final de su vida, la gente decía: «Paciente como Suturá». Nunca más hubo nada capaz de enfadarla. Cuando murió, se la consideraba prácticamente una santa.
Robert Sarah (La fuerza del silencio)
Yo no busco en las personas ni la bondad ni la buena educación siqiera... aunqe creo qe esto último es imprescindible para vivir con ellas. Me gustan las gentes qe ven la vida con ojos distintos qe los demás, qe consideran las cosas de otro modo qe la mayoría... Qizá me ocurra esto pqe he vivido siempre con seres demasiado normales y satisfechos de ellos mismos...Estoy segura de qe mis hermanos o mi padre tienen la certeza de su utilidad indiscutible en este mundo, qe saben en todo momento lo qe qieren, lo qe les parece mal y lo qe les parece bien… Y qe hansufrido muy poca angustia ante ningún hecho. (…) Toda mi vida he estado huyendo de mis simples y respetables parientes… Simples pero inteligentes a la vez en su género, qe es lo qe les hace tan insoportables… Me gusta la gente con ese átomo de locura qe hace qe la existencia no sea monótona, aunqe sean personas desgraciadas y estén siempre en las nubes, como tú… Personas qe, según mi familia, son calamidades indeseables… (…) ¿qé crees qe dirían mi padre o mi abuelo de ti misma si supieran tu modo real de ser? Si supieran, como yo sé, qe te qedas sin comer y qe no te compras la ropa qe necesitas por el placer de tener con tus amigos delicadezas de millonaria durante tres días… Si supieran qe te gusta vagabundear sola por la noche. Qe nunca has sabido lo qe qieres y qe siempre estás qeriendo algo…
Carmen Laforet (Nada)
Quien sea el sustento de los suyos con su trabajo no tiene ya derecho a sacrificarse. Eso es desertar de la familia. ¡Y los que tienen hijas y los que tienen hermanas! ¿Lo habéis pensado? Dejáis que os maten, ya estáis muertos, muy bien. ¿Y mañana? Unas muchachas sin pan, ¡qué cosa tan terrible! El hombre pide limosna, la mujer se vende. (...) Pensad en vuestras hermanas, los que las tengáis. La miseria, la prostitución, los guardias, Saint-Lazare, a eso es a lo que van a ir a parar esas jóvenes delicadas y hermosas, esos frágiles prodigios de pudor, de encanto y de hermosura, más lozanos que las lilas del mes de mayo. ¡Ah, que habéis querido que os matasen! ¡Ah, que ya no estáis ahí! Muy bien; por querer sacar al pueblo de las manos de la monarquía, entregáis a vuestras hijas a la policía. Amigos, cuidado, tened compasión. Hay poca costumbre de acordarse de las mujeres, de las desdichadas mujeres. Nos fiamos de que a las mujeres no las educaron como a los hombres, les impedimos leer, les impedimos pensar, les impedimos meterse en política. Pero ¿vais a poder impedirles que vayan a la morgue esta noche para identificar vuestros cuerpos? Vamos, que quienes tengan familia se porten como buenas personas y nos den un apretón de manos y se vayan y nos dejen rematar solos este asunto. Ya sé que se necesita mucho valor para irse, es difícil; pero más que difícil es meritorio.
Victor Hugo (Les Misérables)
Tengo que confesarle que no siempre le tuve cariño; le pido perdón. Ahora ella y usted ya no son para mí sino una única persona. Le estoy muy agradecido. Noto que hace feliz a Cosette. Si usted supiera, señor Pontmercy, aquellas mejillas sonrosadas que tenía eran mi alegría; cuando la veía un poco pálida me ponía triste. (...) Cosette, ¿ves ese vestidito que está encima de la cama? ¿Te acuerdas de él? Es de hace sólo diez años. ¡Cómo pasa el tiempo! Fuimos muy felices. Se acabó. No lloréis, hijos míos, que no me voy muy lejos. Os veré desde allí. Bastará con que miréis cuando sea de noche y me veréis sonreír. Cosette, ¿te acuerdas de Montfermeil? Estabas en el bosque; tenías mucho miedo; ¿te acuerdas de cuando te cogí el asa del cubo de agua? Fue la primera vez que toqué esa pobre manita. ¡La tenías tan fría! ¡Ah, por entonces tenía usted las manos encarnadas, señorita, y ahora las tiene bien blancas! Y la muñeca grande, ¿te acuerdas? La llamabas Catherine. ¡La echabas de menos porque no te la llevaste al convento! ¡Cuánto me hiciste reír a veces, ángel mío! Cuando había llovido, echabas a los arroyos briznas de paja y mirabas cómo se iban. Un día te di una raqueta de mimbre y un volante con plumas amarillas, azules y verdes. A ti se te ha olvidado ya. ¡Eras tan traviesa de pequeñita! Jugabas. Te ponías pendientes de cerezas. Son cosas del pasado. Los bosques por los que ha pasado uno con su niña, los árboles por los que nos paseamos, los conventos donde nos escondimos, los juegos, las risas tan buenas de la infancia, ahora son sombra. Me había imaginado que todo eso me pertenecía. En eso era un necio.
Victor Hugo (Les Misérables)
Pero, incluso desde el punto de vista de las cosas más insignificantes de la vida, no somos un todo materialmente construido, idéntico para todo el mundo y sobre el que cada cual pueda informarse como sobre un pliego de condiciones o sobre un testamento; nuestra personalidad social es una creación del pensamiento de los demás. Incluso el acto tan sencillo que denominamos «ver a una persona conocida» es en parte un acto intelectual. Colmamos la apariencia física de la persona que vemos con todas las ideas que tenemos sobre ella y, en el aspecto total que nos imaginamos, dichas ideas ocupan, desde luego, la mayor parte. Acaban hinchando tan perfectamente las mejillas, siguiendo en una adherencia tan exacta la línea de la nariz, matizando la sonoridad de la voz como si no fuera ésta sino una funda transparente, que, siempre que vemos ese rostro y oímos esa voz, recobramos, escuchamos, dichas ideas. Seguramente, en el Swann que habían concebido, mis padres habían omitido, por ignorancia, infinidad de peculiaridades de su vida mundana gracias a las cuales otras personas, cuando estaban delante de él, veían las elegancias reinar en su rostro y detenerse en su aguileña nariz como en su frontera natural, pero también habían podido acumular en ese rostro desprovisto de su prestigio, vacío y espacioso, en el fondo de sus desdeñados ojos, el vago y grato residuo —recuerdo a medias y a medias olvido— de las horas ociosas pasadas juntos, después de nuestras cenas semanales, en torno a la mesa de juegos o en el jardín, durante nuestra vida de buena vecindad campestre. La apariencia corporal de nuestro amigo había quedado tan colmada con
Marcel Proust (Por la parte de Swann (En busca del tiempo perdido, #1))
la felicidad no es algo que sucede. No es el resultado de la buena suerte o del azar. No es algo que pueda comprarse con dinero o con poder. No parece depender de los acontecimientos externos, sino más bien de cómo los interpretamos. De hecho, la felicidad es una condición vital que cada persona debe preparar, cultivar y defender individualmente. Las personas que saben controlar su experiencia interna son capaces de determinar la calidad de sus vidas, eso es lo más cerca que podemos estar de ser felices. De todos modos, no se puede alcanzar la felicidad mediante la búsqueda consciente de ella. «Pregúntese a sí mismo si es feliz –decía J.S. Mill– y dejará de serlo». Es al estar totalmente involucrados en cada detalle de nuestras vidas, sea bueno o malo, cuando encontramos la felicidad, no intentando buscarla directamente. Viktor Frankl, el psicólogo austríaco, lo resumió bellamente en el prefacio de su libro Man’s Search for Meaning: «No aspiren al éxito: cuanto más aspiren a él y más lo conviertan en su objetivo, con mayor probabilidad lo perderán. Puesto que el éxito, como la felicidad, no puede conseguirse, debe seguirse… como si fuese el efecto secundario no intencionado de la dedicación personal a algo mayor que uno mismo.» Así, ¿cómo podemos alcanzar esta meta tan escurridiza que no puede alcanzarse por una ruta directa? Mis estudios durante este último cuarto de siglo me han convencido de que existe un modo. Es un camino tortuoso que empieza consiguiendo el control sobre los contenidos de nuestra conciencia. Nuestras percepciones sobre nuestras vidas son el resultado de muchas fuerzas que conforman nuestra experiencia, y cada
Mihály Csíkszentmihályi (Fluir (Flow): Una psicologia de la felicidad)