Azteca Quotes

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Mi corazón está brotando flores en mitad de la noche Poema Azteca
Octavio Paz
The Stadium Have you ever entered an empty stadium? Try it. Stand in the middle of the field and listen. There is nothing less empty than an empty stadium. There is nothing less mute than stands bereft of spectators. At Wembley, shouts from the 1966 World Cup, which England won, still resound, and if you listen very closely you can hear groans from 1953 when England fell to the Hungarians. Montevideo’s Centenario Stadium sighs with nostalgia for the glory days of Uruguayan soccer. Maracanã is still crying over Brazil’s 1950 World Cup defeat. At Bombonera in Buenos Aires, drums boom from half a century ago. From the depths of Azteca Stadium, you can hear the ceremonial chants of the ancient Mexican ball game. The concrete terraces of Camp Nou in Barcelona speak Catalan, and the stands of San Mamés in Bilbao talk in Basque. In Milan, the ghosts of Giuseppe Meazza scores goals that shake the stadium bearing his name. The final match of the 1974 World Cup, won by Germany, is played day after day and night after night at Munich’s Olympic Stadium. King Fahd Stadium in Saudi Arabia has marble and gold boxes and carpeted stands, but it has no memory or much of anything to say.
Eduardo Galeano (Soccer in Sun and Shadow)
El pueblo vikingo, aunque primitivo, era en algunos aspectos bastante desarrollado. Un antropólogo norteamericano logró calcular el rotated factor index del desarrollo sociocultural de algunos pueblos primitivos. El rotated factor index para los vikingos es de 1,60, mientras que es de 1,73 para los aztecas, 0,99 para los hotentotes, 0,89 para los mafulu, 0,44 para los bosquimanos y 0,28 para los esquimales. Lo que pueda ser exactamente el "rotated factor index" sólo lo sabe el antropólogo norteamericano que lo ha inventado.
Carlo M. Cipolla (Allegro ma non troppo. Con Le leggi fondamentali della stupidità umana)
Hemos vivido con los ojos pelones, sin saber que hacer con la democracia. De los aztecas al PRI, con esa pelote nunca hemos jugado aquí.
Carlos Fuentes (The Eagle's Throne)
Los españoles cargaron con la vajilla y las mujeres y destruyeron el Gran Teocali. Destruyeron además la sociedad azteca, que estuvo dividida en las siguientes clases: nobles, sacerdotes, guerreros, mercaderes, macehuales y esclavos; e hicieron una nueva división: vencedores y vencidos, que se conservó, aunque con otros nombres, hasta el tiempo de Porfirio Díaz, en el que estas dos clases sociales se llamaron, respectivamente, 'la gente decente y los pelados'.
Jorge Ibargüengoitia (Instrucciones para vivir en México)
Si una sociedad se identifica con su dios de la Violencia o de la Guerra, se comporta con agresividad y violencia. En este sentido, los aztecas hacían la guerra en nombre del violento dios de la Guerra. Producían violencia activamente. La violencia actúa multiplicándose e intensificándose.
Byung-Chul Han (Topología de la violencia)
Lo azteca goza entre nosotros de prestigio pop. Se trata no solo de la parte derrotada, sino de la parte original. La pérdida de contacto con esa cultura permite atribuirle méritos que acaso no existieron. La selección nacional asume con orgullo el mote de «equipo azteca», las fondas ofrecen budín azteca y las empresas se bautizan con corporativo integrismo como Banco Azteca o Televisión Azteca. Un Canal Mestizo tendría muy poco rating. Los méritos aztecas suelen ser herméticos. No aluden a los sacrificios humanos, el castigo de mutilación por faltas menores ni a la tiranía que exterminó a otros pueblos, sino a algo venturosamente indemostrable.
Juan Villoro (Espejo retrovisor)
el Palacio Legislativo del porfirísmo estaría rematado “con vistosos capiteles de estilo corintio y en mitad de los mismos, encima, destacado sobre el todo de la fachada, el Águila Azteca con sus alas desplegadas”. Pero sólo se construyó la cúpula y faltó lo demás […] En México, cuando algo no existe se le construye un edificio.
Fabrizio Mejía Madrid
Matar está mal, pero el Che puede hacerlo; violar mujeres está mal, pero Villa tiene ese derecho; la tiranía es inmoral, pero la de Fidel Castro es virtuosa; el imperialismo yanqui es abominable, pero el bolivariano o el soviético son correctos; el canibalismo es deleznable a menos que lo cometan los aztecas, porque entonces es místico y simbólico.
Juan Miguel Zunzunegui (Falsificar la historia (Spanish Edition))
Su primera manifestación multitudinaria ocurrió en el Estadio Azteca, durante la inauguración del Mundial de 1986. El presidente Miguel de la Madrid tardó en aceptar ayuda internacional para no debilitar la ‘imagen de México’ y fue rebasado por las iniciativas ciudadanas. En el comienzo de el mundial recibió un abucheo sin precedentes. Fue el primer signo de que la mayoría de los habitantes del D.F. no iban a soportar más gobiernos del PRI.
Juan Villoro (8.8: El miedo en el espejo)
Sus planes me horrorizaban porque significaban que tendríamos que separarnos. Además, había oído de boca de mi abuelo, quien a su vez lo sabía por comentarios escuchados en las tabernas, que los aztecas de México hacían sacrificios humanos. Se formaban filas de una legua de largo, miles y miles de infelices cautivos esperaban su turno para trepar por las gradas de los templos, donde los sacerdotes —espantajos desgreñados, cubiertos por una costra de sangre seca y chorreando sangre fresca— les arrancaban el corazón con un cuchillo de obsidiana.
Isabel Allende (Inés del alma mía)
Cortés era igualmente ignorante acerca de los aztecas, pero él y sus hombres disponían de algunas ventajas importantes sobre sus adversarios. Mientras que los aztecas no tenían experiencia que les preparara para la llegada de esos extranjeros de extraño aspecto y malolientes, los españoles sabían que la Tierra estaba llena de reinos humanos desconocidos, y nadie tenía más experiencia en invadir tierras ajenas y en tratar con situaciones que desconocían completamente. Para el conquistador europeo moderno, como para el científico europeo moderno, sumergirse en lo desconocido era estimulante.
Yuval Noah Harari (Sapiens. De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad)
Fue también decisivo para mis progresos en el colegio el que nunca considerase estudiar y leer como una carga. Muy al contrario, encerrado, como había estado hasta entonces, en la Biblia galesa y las homilías, me parecía ahora como si al pasar cada página se abriera otra puerta. Leía todo lo que ofrecía la biblioteca del colegio, formada de un modo totalmente arbitrario, y lo que conseguía prestado de mis profesores, libros de geografía y de historia, relatos de viajes, novelas y biografías, y me quedaba hasta la noche ante libros de consulta y atlas. Poco a poco surgió así en mi cabeza una especie de paisaje ideal, en el que el desierto arábigo, el imperio azteca, el continente antártico, los Alpes nevados, el Paso del Noroeste, la corriente del Congo y la península de Crimea formaban un solo panorama, poblado de todas las figuras correspondientes. Como en cualquier momento que quisiera, en la clase de latín lo mismo que durante el servicio religioso o en los ilimitados fines de semana, podía imaginarme en ese mundo, nunca caí en las depresiones que padecían tantos en Stower Grange.
W.G. Sebald (Austerlitz)
GO, GO, GO, GO, GO, GO…” El abuso del verbo inglés induce al orgasmo fonético. Táctica azteca: Si uno dice muchas veces una palabra en inglés la nacionaliza. (A cambio de Texas y California les hemos ido arrancando a los gringos su vocabulario.)
Carlos Monsiváis (Los rituales del caos)
aztecas,
Byung-Chul Han (Topología de la violencia)
La práctica de «comerse a dios», es decir, la Sagrada Comunión, proviene en cambio de los aztecas. Ni
Dan Brown (Ángeles y Demonios (Robert Langdon #1))
Una peculiar característica de los aztecas que ya hemos mencionado, es que hacían la guerra con el fin de tomar prisioneros, esclavos, para la realización de masivos sacrificios humanos; prácticamente, no pasaba un día sin que corrieran toneles de sangre humana; particularmente en los grandes templos de UitzUopochtli y Tlaloc.
Cristian Rodrigo Iturralde (1492: Fin de la barbarie. Comienzo de la Civilización en América. Tomo 2 (Spanish Edition))
Los mexicanos descienden de los aztecas, los peruanos descienden de los incas y los argentinos descienden de los barcos.
Carlos Fuentes (Los cinco soles de México: Memoria de un milenio)
Les predijo el futuro que se avecinaba con autoridad de visionario profesional: —¡Oh, son seres maravillosos, los que llegan! Hijos de la mutación. ¡Generosos! Una infinita bondad los desgarra: se quitarán el pan de la boca para saciar el hambre de nuestros hijos. Sé que su dios humano les manda amar al otro como a sí mismo. Serán incapaces de traernos muerte: detestan la guerra. Respetarán nuestras mujeres, porque su dios —infinitamente benigno— les manda no desear otra mujer que no sea la propia. (En esto son particularmente rigurosos.) Adoran un libro escrito por sabios y poetas. El dios que adoran es un hombrecillo golpeado, torturado, hasta ser puesto a muerte por unos militares. ¡Con el débil se identifican! ¡Al débil aman! »Digo, anuncio, que odian la guerra, la violencia, la violación. ¿Cuál es su fuerza?, os preguntaréis, y yo digo: la bondad y el amor. Ésa es su fuerza.
Abel Posse
Mixtli a Ce-Malinali:
Gary Jennings
Te lo hicieron. Te borraron la mente. Si recordaras lo que eres, todas las naciones te tendrían miedo. Los aztecas eran terribles. Un imperio. Quién sabe. Tal vez un día vuelvas a resurgir como Huitzilopochtli para defender a tu México.
Leopoldo Mendívil López (Secreto 1910)
Consejos de los viejos sabios aztecas. La tierra es lugar de alegría penosa, de alegría que punza. Pero aunque así fuera, aunque fuera verdad que sólo se sufre, aunque así fueran las cosas en la tierra, ¿habrá que estar siempre con miedo? ¿habrá que estar siempre temblando? ¿habrá que vivir siempre llorando? Para que no andemos siempre gimiendo, para que nunca nos sature la tristeza, el Señor Nuestro nos ha dado la risa, el sueño, los alimentos, nuestra fuerza y finalmente el acto del amor que siembra gentes.
Eduardo Galeano (Genesis (Memory of Fire, #1))
Tu haras que ese nombre sea vil, sucio y despreciable y toda la gente al decirlo escupira en el! - Mixtli a Ce-Malinali
Gary Jennings (Aztec (Aztec, #1))
De los aztecas al PRI, con esa pelota nunca hemos jugado aquí.
Carlos Fuentes (La silla del águila)
Era la bebida sagrada de los aztecas, se relacionaba con la diosa de la fertilidad Xochiquetzal y sólo lo consumía la nobleza.
Anonymous
Baja a la boca de ídolo azteca —Todo esto bañado Por una luz entre irónica y pérfida— Ni muy listo ni tonto de remate Fui lo que fui: una mezcla De vinagre y de aceite de comer ¡Un embutido de ángel y bestia!
Nicanor Parra
Desde desplegar «guardas de satisfacion» en las casas de los parientes (para que no pudieran alertar al culpable), hasta avisarle al arzobispo dónde les gusta guardar su reserva a los aztecas («en alguna olla vieja y sucia»), el sacerdote cubre todos los frentes. Pero no era suficiente con tan solo asaltar las casas de los adoradores del demonio. Ruiz de Alarcón tenía que cortar el suministro. En una ocasión ordenó con orgullo que se limpiaran los campos de «mucha cantidad de matas que dan dicho fruto».31 En otra, quema una fanega de semillas en «un dia de fiesta solemne en que concurria todo el beneficio a la solemnidad» en «una grande hoguera» que obligó a los aztecas a salir a presenciar. Con esa clase de estrategia irrestricta, la Iglesia católica ganó una victoria bastante decisiva en el México mayoritariamente
Brian C. Muraresku (La llave de la inmortalidad (Crítica/Historia) (Spanish Edition))
Supieron explotar, por ejemplo, el rencor de los pueblos sometidos al dominio imperial de los aztecas y las divisiones que desgarraban el poder de los incas.
Eduardo Galeano (Las venas abiertas de América Latina)
Habrà en sus ojos tal regocijo tanta felicidad Que nuestras almas de las estrellas al mundo bajaran Y en Machu Pichu, ciudad sagrada se corporizaran : Aztecas, mayas, incas, chimùes, convocaran al sol. Este es el dia del año justo. Ya termino el dolor. Vengo a cantarles la profec'a. el indio no muriò.
Victor Heredia (Taki Ongoy)
Meses después averiguaría que el iskiate es también conocido como chía fresca. Se hace disolviendo semillas de chía en agua y añadiendo un poco de azúcar y un chorro de zumo de lima. En lo que a contenido nutricional respecta, una cucharada de chía es el equivalente a un batido de salmón, espinacas y hormona del crecimiento humana. Aun siendo tan pequeñas, esas semillas están repletas de omega-3, omega-6, proteínas, calcio, hierro, zinc, fibra y antioxidantes. Si uno tuviera que elegir un alimento para llevar a una isla desierta, no habría muchas opciones mejores que la chía, sobre todo si está interesado en desarrollar músculos, reducir el colesterol y disminuir el riesgo de cardiopatías. Tras unos meses de una dieta basada en chía, probablemente podría regresar nadando. La chía fue alguna vez tan apreciada, que los aztecas solían enviársela a su rey para rendirle homenaje.
Christopher McDougall (Nacidos para correr: La historia de una tribu oculta, un grupo de superatletas y la mayor carrera de la historia)
En los siglos xvi y xvii los españoles financiaban sus guerras europeas principalmente gracias al oro y la plata de los Imperios azteca e inca derrotados.
Margaret MacMillan (La guerra: Cómo nos han marcado los conflictos (Noema) (Spanish Edition))
se unieran a él contra la élite azteca gobernante. Y los pueblos tributarios cometieron
Yuval Noah Harari (Sapiens. De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad)
Cortés supo usar el odio que los pueblos sometidos tenían por los aztecas.
Alejandra Lajous (HISTORIA DE MÉXICO A VUELO DE PÁJARO: De México prehispánico a Lázaro Cárdenas (Spanish Edition))
Si la migración de la vieja izquierda fue hacia el PRI, el perredismo se nutrió de los desprendimientos del partido oficial, motivados más por el despecho que por la esperanza. En cuanto partido de masas, el Sol Azteca no hizo a la universidad pública la única fuente de cooptación, mientras la laxitud en el reclutamiento abatió la calidad de la militancia partidaria: la izquierda se volvió antiintelectual. Quedó atrás esa relación orgánica del comunismo con la cultura que enriqueció el siglo XX.
Carlos Illades (Vuelta a la izquierda: La cuarta transformación en México: del despotismo oligárquico a la tiranía de la mayoría (Claves. Sociedad, economía, política) (Spanish Edition))
La idea era trasladar la responsabilidad de la decisión a la otra parte, de modo que fuera el oponente el que se viera obligado a elegir entre un enfrentamiento y la retirada. Solo «la retirada del enemigo puede acabar con la situación de tensión; si no es así, la cuestión acabará en una guerra de nervios».[26] Había precedentes: los griegos quemaron sus puentes para mostrar que podían resistir y luchar contra los persas; el conquistador español Cortés quemó de un modo insólito todas sus naves delante de los aztecas para demostrar que había llegado para quedarse. Al eliminar la retirada como una opción, tus hombres no tenían otra opción más que pelear, al tiempo que el enemigo se desanimaría ante esa aparente demostración de confianza en sí mismos.
Lawrence Freedman (Estrategia (Historia) (Spanish Edition))
En la época teotihuacana queda definida la religión mesoamericana, como que varios dioses son los mismos que los del mundo azteca. Se sabe poco de las ceremonias o de la organización sacerdotal con que se les veneraba;
Daniel Cosío Villegas (Historia general de México. Version 2000 (Spanish Edition))
en aquel 1917 una de los críticas más enconadas en contra de La Tigresa? Algo así como: Al ver la versión de estas tigresas en este país de costumbres patriarcales, en donde la mayoría de nuestras mujeres rezan el rosario junto a la rueca familiar, la labor nacionalista de Azteca Films deja mucho que desear…
Maria E. Silanes (Divas: Seis mujeres, seis temperamentos, seis espíritus apasionados en busca del éxito por encima de todo (Fuera de colección) (Spanish Edition))
El PRD no tuvo ni una sola posición de peso en el gabinete. Incluso tuvo que prestar las siglas para que Antonio Gali López —hijo de Gali Fayad— llegara al Congreso del estado como diputado y líder de la bancada del Sol Azteca en la primera mitad del sexenio.
Andrew Paxman (Los gobernadores: Caciques del pasado y del presente (Spanish Edition))
En el Valle de México la búsqueda arqueológica ha sido fructífera; prácticamente no se puede abrir una zanja sin encontrar restos del período azteca o de épocas anteriores
Jacques Soustelle (Daily Life of the Aztecs)
Además, los españoles se enfrentaron a enemigos divididos y supieron aprovechar las rivalidades locales producidas, por ejemplo, por el resentimiento en contra de los aztecas e incas entre las tribus sometidas a su yugo.
Jaime Said (Patagonia)
Pero cuando debieron luchar contra tribus independientes, como lo hizo Pedro de Valdivia con las que habitaban el sur de Chile, tuvieron que resistir guerras interminables. Los mismos mapuche nunca fueron totalmente dominados, y de igual manera les fue imposible conquistar la Patagonia. Es así como los imperios más ricos de América, aztecas e incas, pasaron a ser la base de las futuras exploraciones y en donde se originan los recursos económicos para realizarlas. Con esto, la corona española conquistó gran parte del continente americano.
Jaime Said (Patagonia)
Uno nunca es responsable de la historia de su patria, pero por lo general resulta difícil hacérselo comprender a los extranjeros. Explícale a un mexicano, por ejemplo, que tú no tienes nada que ver con el fin del Imperio azteca y las matanzas de Cortés. Ni siquiera intelectuales de altura como Carlos Fuentes u Octavio Paz te habrían hecho caso.
Javier Reverte (Un otoño romano)
«Monseñor», dijo el juez con nerviosa cortesía, «veo con claridad los reinos que no estarán bajo mi jurisdicción, pero aún no sé nada de las tierras donde debo aplicar la ley del Imperio». «me gusta que lo entienda así», respondió el secretario, «porque hasta ahora ha sido más fácil saber lo que hay alrededor que conocer y unificar esas regiones bajo una sola ley. Ojalá fuera un país como el de los aztecas o el de los incas, unido por una corona de plumas o siquiera por una lengua bárbara, pero el poder de los cuatro gobernadores no ha desarmado todavía a las muchas naciones indias, y al parecer la tierra misma es más rebelde que los nativos que la pueblan. Prefiero decirle qué regiones lo rodean y que usted nos revele finalmente qué reino es aquel»
William Ospina (Ursúa)
El Soneto Maya Soy El Dorado del humanitarismo, El Himalaya del multiculturalismo. El fin del ruido del odio animal, Soy la canción del cosmos humano. Yo soy el peregrino de la unidad - Idioma no importa, mensaje es maestro. Maya soy, azteca soy, inca soy, humano soy - Humano en el universo, universo en el humano. Dorado soy, borracho soy - Al servicio de la gente, soldado soy. Escucha el silencio, oirás el universo, Océano en una gota, agua de vida soy. Cada nación es mi nación, Cada cultura es mi cultura. La integración es mi religión, La Humanidad, mi nacionalidad.
Abhijit Naskar (Dunya Benim, Sorumluluk Benim: Little Planet on The Prairie)