Anna May Wong Quotes

We've searched our database for all the quotes and captions related to Anna May Wong. Here they are! All 2 of them:

Angelus Rosedale Cemetery. The answers you need start here. Located across the street from the all-boys Loyola High School, Rosedale is one of the oldest, creepiest cemeteries in Los Angeles, with large tombstones shaped like pyramids and giant Celtic crosses. Famous people are buried beneath those stones—“Hurricane Hank” Armstrong, Hattie McDaniel, Rasputin’s daughter Maria, and Anna May Wong, just to name a few. Old Los Angeles is also buried here. Southern California streets, high schools, and cities have been named after the Slausons, Burbanks, and Fremonts now interred at Rosedale.
Rachel Howzell Hall (These Toxic Things)
Progresivamente me aficioné a las películas, me convertí en espectador asiduo y ahora pienso que la sala de un cinematógrafo es el lugar que yo elegiría para esperar el fin del mundo. Me enamoré, simultánea o sucesivamente, de las actrices de cine Louise Brooks, Marie Prévost, Dorothy Mackay, Marion Davis, Evelyn Brent y Anna May Wong. De estos amores imposibles, el que tuve por Louise Brooks fue el más v ivo, el mas desdichado. ¡Me disgustaba tanto creer que nunca la conoscería! Peor aún, que nunca volvería a verla. Esto, precisamente, fue lo que sucedió. Despuesde tres o cuatros películas, en que la vi embeselado, Louise Brooks desapareció de las pantallas de Buenos Aires. Sentí esa desaparición, primero, como un desgarriamento; después, como una derrota personal. Debía admitir que si Louise Brooks hubiera gustado al público, no hubiera desaparecido. La verdad (o lo que yo sentía) es que no sólo pasó inadvertida por el gran público, sino también por las personas que yo conocía. Si concedían que era linda – más bien ‘bonitilla’ – , lamentaban que fuera mala actriz; si encontraban que era una actriz inteligente, lamentaban que no fuera más bella. Como ante la derrota de Firpo, comprobé que la realidad y yo no estábamos de acuerdo. Muchos años despés, en París, vi una película (creo que de Jessua) en que el héroe, como yo (cuando estaba por escribir Corazón de payaso, uno de mis primeros intentos literarios), inconteniblemente echaba todo a la broma y, de ese modo, se hacía odiar por la mujer querida. El personaje tenía otro parecido conmigo: admiraba a Louise Brooks. Desde entonces, en mi país y en otros, encuentro continuas pruebas de esa admiración, y también pruebas que la actriz la merecía. En el New Yorker y en los Cahiers du cinéma leí articulos sobre ella, admirativos e inteligentes. Leí, asimismo, Lulú en Hollywood, un divertido libro de recuerdos, escrito por Louise Brooks. En el 73 o en el 75, mi amigo Edgardo Cozarinsky me cito una tarde en un cafe de la Place de L’Alma, en Paris, para que conociera a una muchacha que haria el papel de Louise Brooks en un filme en preparacion. Yo era el experto que debia decirle si la muchacha era aceptable o no para el papel. Le dije que si, no solamente para ayudar a la posible actriz. Es claro que si me huberian hecho la pregunta en tiempos de mi angustiosa pasion, quiza la respuesta hubiera sido distinta. Para me, entonces, nadie se parecia a Louise Brooks.
Adolfo Bioy Casares