Amor Imposible Quotes

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No hay nada que le guste más al amor que las historias imposibles. Y no hay nada más imposible que aquello en lo que nadie cree
Elísabet Benavent (Un cuento perfecto)
Hasta hoy, ¿qué me hizo vivir? Mis amores imposibles y la belleza
Alejandra Pizarnik (Diarios (nueva edición de Ana Becciu))
Es un grito al vacío, una palabra imposible de pronunciar, una sacudida, un pensamiento fugaz. Algunos lo llaman amor. Otros, magia.
Wendy Davies (Recuerda que me quieres)
La única posibilidad de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá de ellos, hacia lo imposible.
Arthur C. Clarke
Es imposible tener un corazón para el odio y otro para el amor. El ser humano tiene un solo corazón, y yo siempre pensaba en cómo salvar el mío.
Svetlana Alexievich (War's Unwomanly Face)
Durante tantos milenios como llevan existiendo, los humanos no han comprendido en realidad qué es el amor. ¿Cuánto hay de físico y cuánto de mental en todo eso? ¿Cuándo es accidente y cuándo destino? ¿Por qué se destruyen parejas que son perfectas y funcionan otras que parecen imposibles? No conozco las respuestas mejor que ellos. El amor está simplemente donde está.
Stephenie Meyer (The Host (The Host, #1))
Fiesta de la autodestrucción —imposible, imposible cualquier cosa, todo imposible, imposible el amor, todo imposible,
Alejandra Pizarnik (Diarios (nueva edición de Ana Becciu))
A modo de disculpa le pregunte si creía en los amores a primera vista "claro que si", me dijo. "Los imposibles son los otros".
Gabriel García Márquez (Strange Pilgrims: Twelve Stories)
Supongo que no hay nada que le guste más al amor que las historias imposibles.
Elísabet Benavent (Un cuento perfecto)
En resolución, él se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio, y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamientos, como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles, y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo.
Miguel de Cervantes Saavedra (Don Quixote)
En un sitio así yo sería capaz hasta de creer en un amor eterno, y eso que he creído siempre imposible que una pasión dure más de un año.
Emily Brontë
Siempre hay algo adentro que nos perturba. Un secreto, una culpa, una responsabilidad, un miedo un amor imposible. Queremos decirlo, pero no nos animamos.Hacemos cosas estúpidas por no animarnos.
Magalí Tajes Parga (Arde la vida: ¿Hasta cuándo vas a tener miedo?)
piensa que el hecho de que no existan luchas, odio ni deseos significa que tampoco existen las cosas opuestas. Es decir, la alegría, la paz de espíritu, el amor. Porque es de la desesperanza, del desengaño y de la tristeza de donde nace la alegría y, sin ellas, ésta no podría existir. Es imposible encontrar una paz de espíritu sin desesperación
Haruki Murakami (Hard-Boiled Wonderland and the End of the World)
Es imposible describir la ternura que he empezado a sentir por ellos: hienas, camellos y todos los demás. Hasta el oso polar, que veo tumbado sobre su costado, mordisqueando sus zarpas de doce centímetros con sus dientes de doce centímetros. El amor por estos animales me invade repentinamente, como un torrente, y se eleva dentro de mí, sólido como un obelisco y fluido como el agua.
Sara Gruen (Water for Elephants)
Serás feliz si amas y perdonas, porque también tú serás amado y perdonado. No puedes perdonar sin amar, porque tu perdón nunca superará la medida de tu amor. Y por último, es imposible amar y perdonar a otros sin amarte y perdonarte a ti mismo primero.
A.G. Roemmers (El regreso del Joven Pr)
He luchado en vano. Ya no quiero hacerlo. Me resulta imposible contener mis sentimientos. Permítame usted que le manifieste cuán ardientemente la admiro y la amo...
Jane Austen (Pride and Prejudice)
Siempre es dificil hablar de amor y es imposible explicarlo.
Juan Carlos Onetti (El astillero)
Aquello parecía calculado exactamente para que ella comprendiese sus propios deseos, y jamás comprendió tan claramente que podía haberle amado como en aquel momento, cuando todo amor ya era imposible.
Jane Austen (Pride and Prejudice)
La libertad es la posibilidad del aislamiento. Eres libre si puedes alejarte de los hombres, sin que te obligue a buscarlos la necesidad de dinero, o la necesidad gregaria, o el amor, o la gloria, o la curiosidad, que no puede encontrar alimento en el silencio y la soledad. Si te resulta imposible vivir solo, has nacido esclavo. Puedes tener toda la grandeza de espíritu, toda la grandeza del alma: eres un esclavo noble o un siervo inteligente: no eres libre. Y la tragedia no es cosa tuya, porque la tragedia de haber nacido así no es cosa tuya, sino solamente del Destino. Ay de ti, no obstante, si la opresión de la vida, ella misma te obliga a ser esclavo. Ay de ti si, habiendo nacido libre, capaz de bastarte y aislarte, la penuria te obliga a convivir. Ésa sí es tu tragedia y la que llevas contigo.
Fernando Pessoa
Y aunque se que hace tiempo no te digo lo que siento hoy lo intentaré... Es imposible imaginar mi vida ya sin ti, pues cada día es más hermoso desde que descubrí como sabe en tu boca el amor... Que con tomarte de la mano ya me siento feliz, pero un beso apasionado, no te quiero decir... Y un te amo de tus labios, vale más que el mundo entero para mí.
Dulce María
La madre está siempre condenada al reproche porque es el amor primero, el amor puro y el dolor sobrevenido de no poder ser el otro, de no poder ser uno con el otro, imposible siempre de satisfacer. La decepción primigenia viene,como el amor primigenio, de la madre.
Ana Iris Simón (Feria)
Martín piensa que es imposible olvidar los lugares en los que se ha sido feliz; quizá porque somos animales y buscamos una madriguera propia para guarecernos del dolor y de los problemas o, sencillamente, porque es más fácil idealizar todo aquello que envuelve el amor: una ciudad, unos ojos, una época, una canción, un aroma...
Alice Kellen (La teoría de los archipiélagos)
Creo que lo que me excitaba de tal manera extrema era la idea poética de morir haciendo el amor. Además, la debilidad aliada a la fiebre me sumergían en esa zona sin relación con lo cotidiano en la que siempre deposité mi única esperanza y que hasta esa noche yacía en un imperio soñado de acceso imposible a causa de su irrealidad.
Alejandra Pizarnik (Diarios (nueva edición de Ana Becciu))
Estar enamorado es como pisar la Luna. Te crees que eres el primero, pero en 1969 por allí ya se paseó un tal Neil Armstrong. ¿Y qué más da? Cada cual tiene su luna. Cada cual es dueño de su propio universo sentimental. Por eso, el amor es único. No se puede vivir con él, porque te ahoga, pero es imposible vivir sin él, porque te mata.
Jordi Sierra i Fabra
Nunca piense que su amor es imposible, nunca digas "Yo no creo en el amor", la vida siempre nos sorprende.
Miguel de Cervantes Saavedra
Cuando la vida se ha acostumbrado a algo, como aquel amor, parece imposible que esa costumbre se rompa sin que haga también añicos todos los demás resortes de la existencia
Alexandre Dumas fils (La Dame aux Camélias)
Fue un amor a primera vista, aunque, eso sí, rodeado de imposibles, como ocurre, después de todo, siempre que alguien se enamora de un personaje inalcanzable y célebre.
Hortensia Campanella (Una guía para leer a Mario Benedetti (Spanish Edition))
Porque el amor de Dios por nosotros también es imposible.Nunca se va a ver correspondido del mismo modo y,sin embargo,Él sigue amándonos.
Paulo Coelho (Adultery)
Pero lo cierto es, también, algo muy simple: que el amor es imposible de domar.
Casey McQuiston (Red, White & Royal Blue)
Nos queríamos con locura, pero la cordura nos estaba ganando la batalla. Maldita fuera la cordura.
Abril Camino (Imposible canción de amor)
Así pensaba yo, que todos los paisajes tristes eran para ir a besarse con los amores imposibles.
Daniela Alcívar Bellolio (Siberia)
En eso consiste el amor, en dar lo mejor de ti y aprender imposibles, cosas que nunca imaginaste que harías y que el otro necesita.
Alexandra Roma (El club de los eternos 27)
Ojalá nunca llegara el día en que entendiera cómo una desgracia podía separar a las personas en lugar de unirlas.
Abril Camino (Imposible canción de amor)
- Pero…¡Eres un ángel! - …del amor. Y el amor no son solo besos y abrazos. Es también pasión, caricias, acción y fuego interno.
Alan D.D. (Crónicas Lujuriosas)
Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamientos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles; y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo
Miguel de Cervantes Saavedra (Don Quixote)
Pero la ceguera de su amor la empujaba a creer en lo que ella deseaba que fuese verdad, y su amor era tan grande que le parecía imposible que no pudiera ser correspondido en la misma forma.
W. Somerset Maugham
—Regresaré el próximo otoño, y si mis tierras me lo permiten, antes, al final del verano. Espérame, no ames a otro, no mires siquiera a otro. Eres mía. —¿Me promete que volverá? —Volveré, muchacha, volveré.
Cristina López Barrio (La casa de los amores imposibles (Vintage Espanol))
El amor es una línea una sucesión de puntos trazados sobre el plano del existencia. Imposible saber en donde empieza, en cual termina. Como independizar un segmento de otro si todo parece ser un único trazo continuo
Iván Thays
Voy del amor al odio en el mismo segundo. Pero no es odio, es desearlo tanto, querer tenerlo cerca y saber que es jodidamente imposible que eso vuelva a pasar. Aunque me rompiera el corazón mil veces no lo podría odiar.
Isa Quintín (LadyKiller)
la vida en el cuerpo físico es un período muy corto de la existencia total. Cuando hemos aprobado los exámenes de lo que vinimos a aprender a la Tierra, se nos permite graduarnos. Se nos permite desprendernos del cuerpo, que aprisiona nuestra alma como el capullo envuelve a la futura mariposa, y cuando llega el momento oportuno podemos abandonarlo. Entonces estaremos libres de dolores, de temores y de preocupaciones, tan libres como una hermosa mariposa que vuelve a su casa, a Dios, que es un lugar donde jamás estamos solos, donde continuamos creciendo espiritualmente, cantando y bailando, donde estamos con nuestros seres queridos y rodeados por un amor que es imposible imaginar.
Elisabeth Kübler-Ross (La rueda de la vida)
La libertad es la posibilidad de aislamiento. Eres libre si puedes alejarte de los hombre, sin que te obligue a buscarlos la necesidad de dinero, o la necesidad gregaria, o el amor, o la gloria, o la curiosidad, que no pueden encontrar alimento en el silencio y la soledad. Si te resulta imposible vivir solo, has nacido esclavo. Puedes tener toda la grandeza de espíritu, toda la grandeza del alma: eres un esclavo noble o un siervo inteligente: no eres libre.
Fernando Pessoa
Eso fue lo que pasó: el amor. Un amor trágico, imposible. Ninguna mujer se puede resistir a un hombre que alberga maremotos y terremotos bajo la piel. Los héroes de las historias de amor son tipos nobles, capaces de subir a trenes en marcha, de cruzar continentes, renunciar a tronos y fortunas, desafiar las convenciones, afrontar persecuciones, echar salas abajo y destrozar ángeles, dibujar a sus amadas directamente en el cemento de la pared, tallar esculturas gigantes a modo de homenaje.
Jandy Nelson (I'll Give You the Sun)
Es más fácil acabar con el amor que alguien siente por ti que acabar con el que sientes tú por él. Convencerlo de que no lo amas, o de que eres alguien que no merece su respeto, o mejor las dos cosas. (...) Pero cambiar tu propio corazón , eso es casi imposible.
Cassandra Clare (Lady Midnight (The Dark Artifices, #1))
Se lo había pedido. Le había suplicado que le dejara retenerme con él contra su cuerpo, le había dicho que debía comprenderle, que también él debía haber vivido al menos una vez una pasión como ésa en el transcurso de su larga vida, que era imposible que hubiera sido de otro modo, le había rogado que le permitiera vivir, a su vez, una vez, una pasión semejante, esa locura, ese amor loco de la chiquilla blanca, le había pedido que le dejara el tiempo de seguir amándola antes de volver a mandarlo a Francia, de dejársela aún, aún un año quizá, porque no le era posible dejar ya ese amor, era demasiado nuevo, demasiado fuerte todavía,todavía demasiado en su violencia naciente, que todavía era demasiado terrible separarse de su cuerpo, y más teniendo en cuenta, el padre lo sabía perfectamente, que eso nunca más volvería a producirse
Marguerite Duras (The Lover)
Serían precisos otros pinceles distintos a los míos para pintar la alegría de estos dos fieles amantes cuando volvieron a verse. Pero ese lenguaje del amor, estos instantes que sólo son conocidos de los corazones sensibles... esos momentos deliciosos en que el alma se reúne con la del objeto que adora, en que se deja al sentimiento el cuidado de pintarse a sí mismo, ese silencio, digo, ¿no está por encima de todas las frases? Y quienes se han embriagado con esas situaciones celestes, ¿se atreverán a decir que puede haber otras más divinas en el mundo... más imposibles de trazar?
Marquis de Sade (The Crimes of Love)
Es una locura dejar que la llama de un amor secreto prenda entre ellos ya que, si se mantiene oculto sin poder expresarse, este sentimiento acaba devorando la vida de quien lo alimenta, y en el caso de que sea descubierto y correspondido, conduce inexorablemente a un lodazal del que es imposible salir.
Charlotte Brontë
Con el tiempo, me he dado cuenta de que no existen los amores imposibles (de dar). De que uno debe amar, si es posible, aun en la hora más terrible. Si hemos de morir destruidos, si algo nos tiene que quebrar, sea el amor. Sea el amor el rayo que nos parta. Sólo así llega uno a conocer una versión medianamente plena de uno mismo.
Jesús Artacho (El rayo que nos parta)
El temor (¿No les estaré adormeciendo con mis palabras?), no es un problema insoluble. Cuando se comprende el temor, se comprenden también todos los problemas relacionados con ese temor. Cuando no hay miedo, hay libertad. Y cuando existe esta libertad interna, psicológica, total, y no hay dependencia alguna, entonces la mente no queda tocada por ningún habito. ¿Sabe usted? El amor no es hábito, no puede cultivarse; los hábitos sí pueden cultivarse, y para la mayoría de nosotros, el amor es algo que está muy lejos; nunca hemos conocido su cualidad, ni conocemos si quiera su naturaleza. Para dar con el amor, tiene que haber libertad. Cuando la mente está en completa calma, dentro de su propia libertad, entonces surge lo «imposible», que es el amor.
J. Krishnamurti
El amor a primera vista es como mirar al Sol fijamente. Después de hacerlo, es imposible ver otra cosa que un montón de estrellitas brillantes, como pequeñas sucursales del Sol. Pues cuando ves a alguien del que te enamoras a primera vista, pasa igual. Desde la primera vez que ves a esa persona, ya no ves otra cosa. Todo te hace pensar en ella. El mundo es una sucursal de él.
Begoña Oro
Que te digan que el amor está prohibido no lo mata, lo refuerza. (...) Si pudiéramos dejar de amar con solo quererlo ¡la vida sería muy diferente!. Es más fácil acabar con el amor que alguien siente por ti que acabar con el que sientes tú por él. Convencerlo de que no lo amas, o de que eres alguien que no merece su respeto, o mejor las dos cosas. Pero cambiar tu propio corazón, eso es casi imposible.
Cassandra Clare (Lady Midnight (The Dark Artifices, #1))
Los prejuicios han nacido en ti a falta de luces y, sea razonando, sea sin razonar, hacen que tu conducta sea tan inconsecuente como extraña. Sometido a verdaderos deberes, te impones otros con los que es imposible o inútil cumplir; finalmente, buscas hacerte separar del camino en la persecución del objeto cuya posesión te parece más deseable. Nuestra unión, nuestros vínculos pasan a depender de una voluntad ajena.
Jacques Cazotte (The Devil in Love (Dedalus European Classics))
No se puede eliminar fácilmente a una persona viva. La persona que ama tiene una visión clara y no se deja engañar por los políticos. Y a la persona que sabe ser juguetona no se la encontrará en una iglesia, un templo, una mezquita o una sinagoga. A esos sitios van los que han muerto antes de la muerte, los que defienden un punto de vista contrario a la vida, el amor, el juego, la alegría, contrario al universo entero.
Osho (La pasión por lo imposible: La búsqueda de la verdad, la bondad y la belleza en el camino del autoconocimiento)
The task of a philosopher: we should bring our will into harmony with whatever happens, so that nothing happens against our will, and nothing that we wish for fails to happen.' -Epictetus. A long 'to-do' list seems intimidating and burdensome...but a 'get-to-do' list sounds like a privilege...Today, don't try to impose your will on the world; instead, see yourself as fortunate to receive and respond to the will in the world.
Ryan Holiday (The Daily Stoic: 366 Meditations on Wisdom, Perseverance, and the Art of Living)
—Es muy propio de Nikolai hacer cosas imposibles —dijo Tolya. —A lo mejor quería unas vacaciones —dijo Tamar. Tolya soltó un gruñido. —A lo mejor Zoya se ha hartado finalmente de él y lo ha enterrado bajo una duna de arena. Pero Genya no se rio. —O a lo mejor es cosa del Apparat, que ha vuelto a caer en el vicio de organizar golpes de Estado. —Si es así —dijo David—, los siguientes seremos nosotros. —Gracias, amor mío. Me animas mucho.
Leigh Bardugo (King of Scars (King of Scars, #1))
—Es muy propio de Nikolai hacer cosas imposibles —dijo Tolya. —A lo mejor quería unas vacaciones —dijo Tamar. Tolya soltó un gruñido. —A lo mejor Zoya se ha hartado finalmente de él y lo ha enterrado bajo una duna de arena. Pero Genya no se rio. —O a lo mejor es cosa del Apparat, que ha vuelto a caer en el vicio de organizar golpes de Estado. —Si es así —dijo David—, los siguientes seremos nosotros. —Gracias, amor mío. Me animas mucho.
Leigh Bardugo (King of Scars (King of Scars, #1))
La atracción que ejercía sobre él se hundía; todo tenía que hundirse ante aquella prueba de la debilidad de su familia y ante la certeza de tan profunda desgracia. Ni le extrañaba ni podía culparlo; y esto no consoló su dolor ni atenuó su desesperación, sino que sirvió para que la joven se diese cuenta de sus propios sentimientos, y nunca sintió tan sinceramente como en aquel momento que podía haberlo amado, cuando ya todo amor era imposible.
Jane Austen (Pride and Prejudice)
Nuestra forma de amar es patriarcal porque aprendemos a hacerlo bajo las normas, las creencias, los modelos, las costumbres, los mitos, las tradiciones, la moral y la ética de la cultura a la que pertenecemos. (...) Las niñas y los niños recibimos mensajes opuestos y aprendemos a amar de forma diferente, así que, cuando nos encontramos en la adultez, resulta imposible quererse bien. Los niños aprenden a valorar y defender su libertad y su autonomía; las niñas aprenden a renunciar a ellas como prueba de su amor cuando encuentran pareja. (...) Las niñas creen que para amar hay que sufrir, pasarlo mal, aguantar y esperar el milagro romántico; los niños, en cambio, no renuncian ni se sacrifican por amor. (...) Así las cosas, no es de extrañar que cuando nos juntamos para amarnos el encuentro sea un desastre. En estas condiciones es imposible construir una relación basada en el respeto mutuo, el buen trato y la igualdad. (...)
Coral Herrera Gómez (Mujeres que ya no sufren por amor: Transformando el mito romántico)
Para Badinter, la idea de que la maternidad debe ser “al 100%” o no ser conspira contra la maternidad, pero es además una idea mucho más sostenida por mujeres que no tuvieron hijos que por las que sí los tuvieron: las que atravesaron la experiencia, dice, saben que en el fondo es imposible ser madre al 100% y que te vas a equivocar, vas a sufrir, vas a sucumbir a la tentación de prenderles la tele para que te dejen en paz o de darles un pancho una noche que estás muerta de sueño.
Tamara Tenenbaum (El fin del amor: querer y coger en el siglo XXI)
Cuando mañana comience sin mí Y no esté ahí para ver, Si el sol fuera a salir y encontrara tus ojos Llenos de lágrimas por mí; Deseo tanto que no llores De la manera que lo hiciste hoy, Mientras pensabas en las muchas cosas, Que no llegamos a decir. Sé lo mucho que me amas, Tanto como te amo a ti, Y cada vez que pienses en mí, Sé que también me extrañarás; Pero cuando mañana comience sin mí, Por favor trata de comprender, Que un ángel vino y dijo mi nombre, Y me tomó de la mano, Y me dijo que mi lugar estaba listo, En el cielo allá arriba Y que tendría que dejar atrás A todos los que tanto amaba. Pero mientras daba la vuelta para marcharme, Derramé una lágrima Porque toda la vida, siempre creí, Que no quería morir. Tenía tanto por lo que vivir, Tanto aún por hacer, Parecía casi imposible, Que te estuviera dejando a ti. Pensé en todos los ayeres, Los buenos y los malos, El pensamiento de todo el amor que compartimos, Y todo lo que nos divertimos. Si pudiera revivir el ayer Aunque fuera por un rato, Te diría adiós y te besaría Y quizá te vería sonreír. Pero entonces comprendí en su totalidad Que esto nunca podría ser, Porque el vacío y los recuerdos, Tomarían mi lugar. Y cuando pensé en cosas terrenales Que mañana podría extrañar, Pensé en ti, y cuando lo hice Mi corazón se llenó de pena. Pero al cruzar las puertas del cielo Me sentí tan en casa Cuando Dios me miró y me sonrió, Desde Su gran trono dorado, Dijo: “Esta es la eternidad
Eben Alexander (La prueba del cielo)
Déjale vivir. Por favor, no te lo lleves de este mundo. Por favor, que no muera aquí entre mis brazos después de todo lo que hemos pasado juntos, después de que te hayas llevado a tantos otros. Por favor, te lo suplico: déjale vivir. Estoy dispuesta a sacrificar cualquier cosa para que Day viva. Haré todo lo que me pidas. Tal vez sea una promesa ingenua y risible, pero lo digo en serio. Por absurdo, por imposible que sea, déjale vivir, te lo suplico. No podré soportar esto por segunda vez.
Marie Lu (Champion (Legend, #3))
«Amar por ver amar envidia ha sido, y primero que amar estar celosa es invención de amor maravillosa y que por imposible se ha tenido. De los celos mi amor ha procedido por pesarme que, siendo más hermosa, no fuese en ser amada tan dichosa que hubiese lo que envidio merecido. Estoy, sin ocasión, desconfiada, celosa sin amor, aunque, sintiendo, debo de amar, pues quiero ser amada. Ni me dejo forzar, ni me defiendo; darme quiero a entender sin decir nada: entiéndame quien puede; yo me entiendo».
Lope de Vega (Colección integral de Lope de Vega (Spanish Edition))
Todos los mares del mundo se echaron sobre su corazón. Él la arrastraba hacia dentro, la quería ahogar. Se aferró con la dos manos a la barandilla. -¡Ven! ¡No! ¡No! ¡No! Era imposible. En un ataque de furor sus manos se agarrón a los barrotes. Desde el medio del mar llego un grito de angustia: -¡Eveline! ¡Evy! Corrió hasta más allá de la barrara llamándola para que le siguiera. Le gritaron que continuara, pero él seguía llamándola. Entonces ella le mostró el rostro pálido, como el de un animal desvalido. Sus ojos no le dieron ninguna señal de amor o de adiós o de gratitud.
James Joyce (Dubliners)
Lucía lamentó haber terminado sus amores con Julián, pero nunca se arrepintió. Deseaba estabilidad, mientras que él, a sus setenta años, todavía estaba en la etapa de saltar de una relación a otra, como un picaflor. A pesar de los consejos de su hija, que proclamaba las ventajas del amor libre, para ella la intimidad era imposible con alguien distraído con otras mujeres. «¿Qué es lo que quieres, mamá? ¿Casarte?», se había burlado Daniela cuando supo que había cortado con Julián. No, pero quería hacer el amor amando, por el placer del cuerpo y la tranquilidad del espíritu. Quería hacer el amor con alguien que sintiera como ella. Quería ser aceptada sin nada que ocultar o fingir, conocer al otro profundamente y aceptarlo de la misma manera. Quería alguien con quien pasar la mañana del domingo en la cama leyendo los periódicos, a quien tomarle la mano en el cine, con quien reírse de tonterías y discutir ideas. Había superado el entusiasmo por las aventuras fugaces. Se había acostumbrado a su espacio, su silencio y su soledad; había concluido que le costaría mucho compartir su cama, su baño y su ropero y que ningún hombre podía satisfacer todas sus necesidades. En la juventud creía que, sin el amor de pareja, estaba incompleta, que le faltaba algo esencial. En la madurez agradecía la rica cornucopia de su existencia.
Isabel Allende
Meche no podía formular de un modo coherente y lógico, ni con palabras ni con pensamientos, lo que le pasaba, el género de este acontecer enrarecido y el lenguaje nuevo, secreto y de peculiaridades únicas, privativas, de que se servían las cosas para expresarse, aunque más bien no eran las cosas en general ni en su conjunto, sino cada una de ellas por separado, cada cosa aparte, específica, con sus palabras, su emoción y la red subterránea de comunicaciones y significaciones, que al margen del tiempo y del espacio, las ligaba a unas con otras, por mas distantes que estuviesen entre sí y las convertía en símbolos y claves imposibles de ser comprendidas por nadie que no perteneciera, y en la forma mas concreta, a la conjura biográfica en que las cosas mismas se autoconstruían en su propio y hermético disfraz. Arqueología de las pasiones, los sentimientos y el pecado, donde las armas, las herramientas, los órganos abstractos del deseo, la tendencia de cada hecho imperfecto a buscar su consanguinidad y su realización, por mas incestuoso que parezca, en su propio gemelo, se aproximan a su objeto a través de una larga, insistente e incansable aventura de superposiciones, que son cada vez la imagen más semejante a eso de que la forma es un anhelo, pero que nunca logra consumar, y quedan como subyacencias sin nombre de una cercanía siempre incompleta, de inquietos y apremiantes signos que aguardan, febriles, el instante en que puedan encontrarse con esa otra parte de su intención, al contacto de cuya sola presencia se descifren. Así un rostro, una mirada, una actitud, que constituyen el rasgo propio del objeto, se depuran, se complementan en otra persona, en otro amor, en otras situaciones, como los horizontes arqueológicos donde los datos de cada orden, un friso, una gárgola, un ábside, una cenefa, no son sino la parte móvil de cierta desesperanzada eternidad, con la que se condensa el tiempo, y donde las manos, los pies, las rodillas, la forma en que se mira, o un beso, una piedra, un paisaje, al repetirse, se perciben por otros sentidos que ya no son los mismos de entonces, aunque el Pasado apenas pertenezca al minuto anterior.
José Revueltas (El apando)
–Todos soñamos con volver. Es difícil de explicar. Yo no volvería ni loco. Pero sueño con volver –hice una pausa–. Ustedes también. –¿Nosotros? –Los que nunca estuvieron. ¿Para qué nos buscan, si no? Nos buscan y nos tienen miedo. Suponen que sabemos algo, que no les queremos decir, y que ustedes no quieren saber; nos envidian porque conocemos el camino y temen que se los revelemos. Dejamos un espacio preciso cuando nos fuimos, pero allá cambiamos de forma, y al volver ya no encajábamos, por más vueltas que nos dieran, en el rompecabezas; volvimos diez mil iluminados, locos, profetas malditos, y ahí andamos, sueltos por las cuatro puntas del país, hablando un idioma que nadie entiende, haciendo como que trabajamos, jugamos al fútbol, cogemos, pero nunca del todo, en algún lugar sabiendo siempre que algo nuestro valioso e indefinible quedó enterrado allá. En sueños, al menos, todos volvemos a buscarlo. ¿Entendés? No es el criminal el que vuelve al lugar del crimen. Es la víctima, bajo la tiránica esperanza de cambiar ese resultado injusto que la dañó. Andá a preguntarle a los ingleses. ¿Cuántos te crees que quieren volver? Somos nosotros, los perdedores, los triturados, los que gritamos “volveremos volveremos” cada vez que hay alguien que quiera escuchar. ¿Qué puede interesarle la revancha al ganador? El infierno nos marcó de tal manera que creemos que volviendo lo haremos paraíso, y a la noche nos despertamos llamando papá a los demonios que nos clavaban arpones riendo. ¿Sabés por qué todavía, diez años después, seguimos disfrazándonos de esta manera, reuniéndonos para organizar expediciones imposibles, reconstruyendo hasta el segundo cada uno de aquellos días que lo mejor sería olvidar? Estamos infectados, entendés, las llevamos en la sangre y nos morimos de a poco, como los chagásicos. ¿No las viste, que son iguales a pólipos? Cada año que pasa, se extienden un poco más, como esas manchas en la pared. Trauma de guerra, trauma de guerra, no es tan fácil. Estamos enamorados hasta la médula, y las odiamos. Fetichistas, adoramos una foto, una silueta, una bota vieja. No es verdad que hubo sobrevivientes. En el corazón de cada uno hay dos pedazos arrancados, y cada mordisco tiene la forma exacta de Las Islas. Tratamos de llenarlos con las cosas de acá, pero es como taparlos con estopa. ¿Sabés cuántos de nosotros nos suicidamos por ese amor?
Carlos Gamerro (Las islas)
Otro aspecto que se debía tener en cuenta era la actitud de la Iglesia respecto a la cuestión de la vida a propósito de la guerra y las ejecuciones. En esa época Rusia estaba en guerra. Y los rusos, en nombre del amor cristiano, se pusieron a matar a sus hermanos. Era imposible no pensar en ello, no ver que el asesinato es un mal contrario a los principios más elementales de cualquier religión. Sin embargo, en las iglesias, rezaban por el éxito de nuestras tropas y los maestros espirituales consideraban esos asesinatos como una derivación de la fe. Además, no sólo se cometieron asesinatos en la guerra: durante los disturbios que le sucedieron vi a miembros de la Iglesia, maestros, monjes y ascetas que aprobaban el asesinato de jóvenes extraviados, impotentes. Y presté atención a todo lo que hacían esas personas que se llamaban cristianos, y me quedé aterrorizado.
Leo Tolstoy (A Confession)
Sé a qué huele. Esta pequeña peca en su cuello cuando se recoge el cabello. Su labio superior es un poco más carnoso que el inferior. La curva de su muñeca, cuando sostiene un bolígrafo. Está mal, muy mal, pero conozco su forma. Me voy a dormir pensando en eso, y luego me despierto, voy a trabajar, y ella está allí, y es imposible. Le digo cosas que sé que ella aceptará, solo para escucharla tararear en respuesta. Es como agua caliente bajando por mi jodida espina dorsal. Está casada. Es brillante. Ella confía en mí, y yo solo pienso en llevarla a mi oficina, desnudarla, hacerle cosas indescriptibles. Y quiero decirle. Quiero decirle que es luminosa, es tan brillante en mi mente, que a veces no puedo concentrarme. A veces olvido por qué entré en la habitación. Estoy distraído. Quiero empujarla contra una pared, y quiero que ella me empuje a la vez. Quiero retroceder en el tiempo y golpear a su estúpido esposo el día que lo conocí y luego viajar al futuro y golpearlo de nuevo. Quiero comprarle flores, comida, libros. Quiero tomar su mano y quiero encerrarla en mi dormitorio. Ella es todo lo que siempre quise y quiero inyectarla en mis venas y también no volver a verla nunca más. No hay nada como ella y estos sentimientos son jodidamente intolerables. Estaban medio dormidos mientras ella no estaba, pero ahora está aquí y mi cuerpo piensa que es un jodido adolescente y no sé qué hacer. No sé qué hacer. No hay nada que pueda hacer, así que solo… no haré nada.
Ali Hazelwood (Love on the Brain)
Since the eighteenth century, clerical and military critics of liberalism have pictured it as a doctrine that achieves its public goods, peace, prosperity, and security by encouraging private vice. Selfishness in all its possible forms is said to be its essence, purpose, and outcome. This, it is said now and then, is inevitable once martial virtue and the discipline imposed by God are discarded. Nothing could be more remote from the truth. The very refusal to use public coercion to impose creedal unanimity and uniform standards of behavior demands an enormous degree of self-control. Tolerance consistently applied is more difficult and morally more demanding than repression. Moreover, the liberalism of fear, which makes cruelty the first vice, quite rightly recognizes that fear reduces us to mere reactive units of sensation and that this does impose a public ethos on us. One begins with what is to be avoided, as Montaigne feared being afraid most of all. Courage is to be prized, since it both prevents us from being cruel, as cowards so often are, and fortifies us against fear from threats, both physical and moral. This is, to be sure, not the courage of the armed, but that of their likely victims. This is a liberalism that was born out of the cruelties of the religious civil wars, which forever rendered the claims of Christian charity a rebuke to all religious institutions and parties. ... The alternative then set, and still before us, is not one between classical virtue and liberal self-indulgence, but between cruel military and moral repression and violence, and a self-restraining tolerance that fences in the powerful to protect the freedom and safety of every citizen, old or young, male or female, black or white. Far from being an amoral free-for-all, liberalism is, in fact, extremely difficult and constraining, far too much so for those who cannot endure contradiction, complexity, diversity, and the risks of freedom.
Judith N. Shklar (Ordinary Vices)
si todos los humanos anhelan la felicidad, en la práctica sería muy difícil usar este conocimiento para dirimir conflictos éticos, en particular porque no tenemos una definición científica ni un sistema de medición de la felicidad. Considérese el caso de la presa de las Tres Gargantas. Aun en la hipótesis de que estuviéramos de acuerdo en que el fin último del proyecto es hacer del mundo un lugar más feliz, ¿cómo podemos saber si generar electricidad barata contribuye más a la felicidad global que proteger los estilos de vida tradicionales o salvar el delfín fluvial chino? Puesto que no hemos descifrado los misterios de la conciencia, no podemos desarrollar un sistema universal de medición de la felicidad y del sufrimiento, y no sabemos cómo comparar la felicidad y el sufrimiento de individuos diferentes, por no decir ya de especies diferentes. ¿Cuántas unidades de felicidad se generan cuando 1.000 millones de chinos gozan de electricidad más barata? ¿Cuántas unidades de desgracia se producen cuando una especie entera de delfín se extingue? De hecho, y para empezar, ¿son la felicidad y la desgracia entidades matemáticas que puedan sumarse o restarse? Comer helado es agradable. Encontrar el amor verdadero es más agradable. ¿Cree el lector que si comemos suficiente helado, el placer acumulado podría llegar a equipararse con el embeleso del amor verdadero? En consecuencia, aunque la ciencia tiene mucho más que aportar a los debates éticos de lo que solemos creer, hay una línea que no puede cruzar; al menos, todavía no. Sin la mano orientadora de alguna religión, es imposible mantener órdenes sociales a gran escala. Incluso las universidades y los laboratorios necesitan el respaldo religioso. La religión proporciona la justificación ética de la investigación científica, y a cambio obtiene la influencia en la agenda científica y en el uso de los descubrimientos científicos. De ahí que no sea posible entender la historia de la ciencia sin tener en cuenta las creencias religiosas. Los científicos rara vez se preocupan por este hecho, pero la propia revolución científica se inició en una de las sociedades más dogmáticas, intolerantes y religiosas de la historia.
Yuval Noah Harari (Homo Deus: Breve historia del mañana)
Hay en griego una palabra que ahora podrá parecer chocante, y que se lo parecía sin duda a los griegos, aunque no formulasen mayores interrogantes al respecto: la “philautía”, el “amor a sí mismo”. Pues bien, de eso se trata, de hallar en el amor a sí mismo el verdadero fundamento y condición de cualquier tipo de vinculación con otros y de vinculatividad para uno mismo (Gadamer, 2002, p. 82) » [...] ¿Es, pues, eso la verdadera amistad? No, tampoco es eso aún. La tesis más audaz es la que reza: la primera amistad que se necesita es la uno consigo mismo. Si no la hay, ni se está para el otro ni se llega a estar realmente vinculado con él. ¡Pero que lejos queda eso de lo que llamamos “vinculante”! (Gadamer, 2002, p. 83). »[...] Evidentemente es amistad lo que añade Aristóteles: reconocerse en el otro y que el otro se reconozca en uno. Pero no sólo en el sentido de “así es ese”, sino también en el de concedernos recíprocamente el ser diferentes, más aún, por decirlo en palabras de Droysen: “Así tienes que ser, pues es así como te quiero” (Gadamer, 2002, p. 84). »[...] De modo que, tal vez, el sentido más genuino y profundo de ese conocerse a sí mismo no sea otro que la certidumbre de que uno nunca percibe del todo hasta que qué punto está involucrado en su amor a sí mismo, incluso allí donde se piensa que es auténticamente amigo de otro. Pero si un auténtico acuerdo consigo mismo es condición previa para la amistad con otro, ¿qué es realmente esa amistad? (Gadamer, 2002, p. 84). »[...] En la solidaridad que uno declara, ya sea libremente o a la fuerza, hay siempre, en cualquier caso, una renuncia a los intereses y preferencias más propios. La solidaridad nos hace renunciar a ciertas cosas en una cierta dirección, en un cierto momento, al servició de algún objetivo. (Gadamer, 2002, p. 86). »[...] Desde luego la convivencia entre las personas sería imposible si no hubiese entre ellas algo así como una camaradería. (Gadamer, 2002, 87). Esto nos sitúa ante la tarea tanto de estar de acuerdo con nosotros mismos como de mantenernos de acuerdo con otros. No existe ninguna fuerza de la naturaleza que pueda lograr eso en nuestro lugar» (Gadamer, 2002, p. 88).
Hans-Georg Gadamer (Philosophical Hermeneutics)
No es tarea del teorizante establecer el grado posible de realización de una idea, sino el saber exponerla; es decir, que el teorizante tiene que preocuparse menos del camino a seguir que de la finalidad perseguida. Lo decisivo es, pues, la exactitud de una idea en principio y no la dificultad que ofrezca su realización. Así, cuando el teorizante busca, en lugar de la verdad absoluta, tomar en consideración las llamadas "oportunidad" y "realidad", dejará éste de ser una estrella polar para transformarse en un recetador cotidiano. El teorizante de un Movimiento ideológico puntualiza la finalidad de éste; el político aspira a realizarla. El primero se subordina en su modo de pensar a la verdad eterna, en tanto que el segundo somete su manera de obrar a la realidad práctica. La grandeza de uno reside en la verdad absoluta y abstracta de su idea, la del otro en el punto de vista cierto en que se coloca con relación a los hechos y al aprovechamiento útil de los mismos, debiendo servir de guía a éste el objetivo del teorizante. En cuanto al éxito de los planes, esto es, la realización de esas acciones, pueden ser consideradas como piedra de toque en la importancia de un político, ya que nunca se podrá realizar la última intención del teorizante sin éste, pues al pensamiento humano le es dado comprender las verdades, adornar ideales claros como el cristal, sin embargo la realización de los mismos es demolida por la imperfección e insuficiencia humanas. Cuanto más abstractamente cierta, y, por tanto, más formidable fuera una idea, tanto más imposible se vuelve su realización, una vez que ésta depende de criaturas humanas. Es por eso que no se debe medir la importancia de los teorizantes por la realización de sus fines, y sí por la verdad de los mismos y por la influencia que ellos tuvieron en el desarrollo de la Humanidad. Si así no fuese, los fundadores de religiones no podrían ser considerados entre los mayores hombres de este mundo, por cuanto la realización de sus intenciones éticas nunca será, ni aproximadamente, íntegra. Incluso la religión del amor, en su acción, no es más que un reflejo débil de la voluntad de su sublime fundador; su importancia por consiguiente reside en las directrices que ella procuró imprimir en el desarrollo general de la cultura y de la moralidad entre los hombres.
Adolf Hitler (Mi Lucha)
La gran divergencia entre los problemas del teorizante y los del político es uno de los motivos por los que casi nunca se encuentra una unión entre los dos, en una misma persona. Esto se aplica sobre todo al llamado político de "éxito", de pequeño porte, cuya actividad de facto no es nada más que el "arte de lo posible", como modestamente Bismarck denominaba a la política. Cuanto más libre se mantiene el político de grandes ideas, tanto más fáciles, comunes, rápidos y también visibles serán sus éxitos. Aunque es verdad también que éstos están destinados al olvido de los hombres y, a veces, no llegan ni a sobrevivir a la muerte de sus creadores. La obra de tales políticos es, de modo general, sin valor alguno para la posteridad, pues su éxito eventual reposa en el alejamiento de todos los problemas e ideas grandiosas que como tales hubieran sido de gran importancia para las generaciones venideras. La realización de ideas destinadas a tener influencia sobre el futuro es poco lucrativa y sí muy raramente comprendida por la gran masa, a la que interesan más las reducciones de precio en la cerveza y en la leche que los grandes planes de futuro, de realización tardía y cuyo beneficio, al final, sólo será usufructuado por la posteridad. Es así como, por una cierta vanidad, la que está siempre asociada a la política, la mayoría de los políticos se apartan de los proyectos realmente difíciles, para no perder la simpatía de la gran masa. El éxito y la importancia de ese político residen exclusivamente en el presente, y son inexistentes para la posteridad. Esos microcéfalos poco se enfadan por eso; ellos se contentan con poco. Diferentes son las condiciones del teorizante. Su importancia casi siempre está en el futuro, por eso no es raro que se le considere lunático. Si el arte del político era considerado el arte de lo posible, se puede decir del idealista que él pertenece a aquellos que sólo agradan a los dioses cuando exigen o quieren lo imposible. Él tendrá casi siempre que renunciar al reconocimiento del presente; adquiere, por ello, en el caso de que sus ideas sean inmortales, la gloria de la posteridad. En períodos raros de la historia de la Humanidad puede acontecer que el político y el idealista se reúnan en la misma persona. Cuanto más íntima fuese esa unión, tanto mayores serán las resistencias opuestas a la acción del político. Él no trabaja ya más para las necesidades al alcance del primer burgués, y sí por los ideales que sólo pocos comprenden. Es por eso que su vida es blanco del amor y del odio. La protesta del presente, que no comprende al hombre, lucha con el reconocimiento de la posteridad por la cual él trabaja. Cuanto mayores fueran las obras de un hombre para el futuro, tanto menos serán éstas comprendidas por el presente; cuanto más dura sea la lucha, tanto más raro el éxito. Si en años nada le sonríe, es posible que en sus últimos días le circunde un tenue halo de gloria venidera. Es cierto que esos grandes hombres son los corredores del maratón de la Historia. La corona de laurel del presente se pone más comúnmente en las sienes del héroe moribundo. Entre éstos se encuentran los grandes luchadores que, incomprendidos por el presente, están decididos a luchar por sus ideas y sus ideales. Son éstos los que, tarde o temprano, tocarán el corazón del pueblo. Hasta parece que cada uno siente el deber de, en el presente, redimir el pecado cometido en el pasado. Su vida y acción están acompañadas de cerca por la admiración conmovedoramente grata, lo que consigue, sobre todo en los días de tristeza, levantar corazones destrozados y almas desesperadas. Pertenecen a esta clase no sólo los grandes estadistas, sino también los grandes reformadores.
Adolf Hitler (Mi Lucha)
Algunos días eran tan tranquilos que al cabo de una semana era imposible recordar lo que había sucedido en su transcurso. Otros estaban tan llenos de acontecimientos que era imposible creer que veinticuatro horas dieran para tanto.
Mary Balogh (At Last Comes Love (Huxtable Quintet, #3))
En ocasiones sucede algo tan catastrófico que durante un tiempo, a veces durante mucho tiempo, resulta imposible ver algo en la oscuridad, incluso parece imposible creer que haya algo más allá. Pero siempre lo hay. Incluso, tal vez, en el momento de la muerte. Sobre todo en ese momento.
Mary Balogh (At Last Comes Love (Huxtable Quintet, #3))
Luces como sombras, agua como hielo. Tempestad en mi mirada, desierto en mi anhelo. Amor, que todo lo sabes. Odio, que todo lo enfermas. Inocencia en mis manos… que derrotan mis afrentas. Sonrisas que todo lo invaden, sonrisas… que son eternas. Río, frío como el acero, raudo como el pensamiento. Oscuro como el mal, pendenciero como el viento. ¡Ven! ¡Ven a mí! ¡Oh, dulce aurora! Termina con mí padecer, con mi dolor. ¡Termina con el paso de las horas!
Abigail Villalba Sánchez (Conquistando lo imposible (Imposibles #1))
¿Se puede obligar a alguien a pedir disculpas por despertar un amor imposible? No, de ninguna manera.
Paulo Coelho (Adulterio (Spanish Edition))
Era una mujer débil frente a las cosas. Todo le parecía a veces demasiado preciso, imposible de ser tocado. Y, a veces, lo que usaban como aire de respirar era peso de muerte para ella. Vea si comprende a mi heroína, tía, escuche. Es voluble y audaz. No ama, no es amada. [...] Sin embargo, lo que hay dentro de Juana es algo más fuerte que el amor que se da y lo que hay dentro de ella exige más que el amor que se recibe.
Clarice Lispector (Near to the Wild Heart)
Los habitantes del Sol lanzan sobre nosotros una mirada impávida: Pertenecemos definitivamente a la Tierra Y allí nos pudriremos, mi amor imposible, Jamás nuestros magullados cuerpos se volverán luz.
Michel Houellebecq
- ¿Qué es el amor? - Dar. - ¿Dar? Pero, ¿qué? - Dar. Desde una mirada hasta tu vida. - ¿Qué podemos dar los angustiados? - La angustia. - ¿A quién? - A la persona que te quiere… - ¿Y si no tienes a nadie? - Eso es imposible… incluso los que no te conocen pueden amarte.
J.J. Benítez (Jerusalén (Caballo de Troya, #1))
Progresivamente me aficioné a las películas, me convertí en espectador asiduo y ahora pienso que la sala de un cinematógrafo es el lugar que yo elegiría para esperar el fin del mundo. Me enamoré, simultánea o sucesivamente, de las actrices de cine Louise Brooks, Marie Prévost, Dorothy Mackay, Marion Davis, Evelyn Brent y Anna May Wong. De estos amores imposibles, el que tuve por Louise Brooks fue el más v ivo, el mas desdichado. ¡Me disgustaba tanto creer que nunca la conoscería! Peor aún, que nunca volvería a verla. Esto, precisamente, fue lo que sucedió. Despuesde tres o cuatros películas, en que la vi embeselado, Louise Brooks desapareció de las pantallas de Buenos Aires. Sentí esa desaparición, primero, como un desgarriamento; después, como una derrota personal. Debía admitir que si Louise Brooks hubiera gustado al público, no hubiera desaparecido. La verdad (o lo que yo sentía) es que no sólo pasó inadvertida por el gran público, sino también por las personas que yo conocía. Si concedían que era linda – más bien ‘bonitilla’ – , lamentaban que fuera mala actriz; si encontraban que era una actriz inteligente, lamentaban que no fuera más bella. Como ante la derrota de Firpo, comprobé que la realidad y yo no estábamos de acuerdo. Muchos años despés, en París, vi una película (creo que de Jessua) en que el héroe, como yo (cuando estaba por escribir Corazón de payaso, uno de mis primeros intentos literarios), inconteniblemente echaba todo a la broma y, de ese modo, se hacía odiar por la mujer querida. El personaje tenía otro parecido conmigo: admiraba a Louise Brooks. Desde entonces, en mi país y en otros, encuentro continuas pruebas de esa admiración, y también pruebas que la actriz la merecía. En el New Yorker y en los Cahiers du cinéma leí articulos sobre ella, admirativos e inteligentes. Leí, asimismo, Lulú en Hollywood, un divertido libro de recuerdos, escrito por Louise Brooks. En el 73 o en el 75, mi amigo Edgardo Cozarinsky me cito una tarde en un cafe de la Place de L’Alma, en Paris, para que conociera a una muchacha que haria el papel de Louise Brooks en un filme en preparacion. Yo era el experto que debia decirle si la muchacha era aceptable o no para el papel. Le dije que si, no solamente para ayudar a la posible actriz. Es claro que si me huberian hecho la pregunta en tiempos de mi angustiosa pasion, quiza la respuesta hubiera sido distinta. Para me, entonces, nadie se parecia a Louise Brooks.
Adolfo Bioy Casares
Eso era lo que más le había gustado de su matrimonio con Jim. No era sólo la embriagadora arrebolada de emociones cuando hacían el amor lo que le cautivaba; más que eso, eran las mañanas perezosas que pasaban juntos leyendo el periódico en la cama mientras bebían café. O las frías mañanas de diciembre en que plantaban bulbos en el jardín, o las horas que pasaban dando vueltas de una tienda a otra, escogiendo muebles para el dormitorio, debatiendo las virtudes del cerezo y el arce. Ésos eran momentos en los que ella se había sentido más contenta, cuando finalmente se permitía creer en lo imposible. Ésos eran momentos en los que parecía que el mundo estaba bien.
Nicholas Sparks (The Guardian)
Dios y la Nada no pueden convivir, es imposible; quizá por ello el Dios cristiano creó el mundo, no tanto por amor como por horror vacui.
Oscar Fernando Burgos Cruz (Philipp Mainländer. Actualidad de su pensamiento (Spanish Edition))
Hoy a esos Reyes Magos les pediría sólo una cosa: que me volvieran a ese tiempo en que creía en ellos, a esa remota infancia, hace mil años, cuando me dormía anhelando su llegada en los milagrosos camellos, capaces de atravesar muros y hasta de pasar por las hendiduras de las puertas —porque así nos explicaba mamá que podían hacerlo—, silenciosos y llenos de amor. Esos seres que ansiábamos ver, tardándonos en dormir, hasta que el invencible sueño de todos los chiquitos podía más que nuestra ansiedad. Sí, querría que me devolvieran aquella espera, aquel candor. Sé que es mucho pedir, un imposible sueño, la irrecuperable magia de mi niñez con sus navidades y cumpleaños infantiles, el rumor de las chicharras en las siestas de verano.
Ernesto Sabato (Antes del fin)
En este caso, el problema radica en que el hombre es un animal moral abandonado en un universo amoral y condenado a una existencia finita y sin otro significado que perpetuar el ciclo natural de la especie. Es imposible sobrevivir en un estado prolongado de realidad, al menos para un ser humano. Pasamos buena parte de nuestras vidas soñando, sobre todo cuando estamos despiertos.
Carlos Ruiz Zafón (The Watcher in the Shadows (Niebla, #3))
Era imposible no sonreírle de regreso; era más reflejo que acción.
Vanessa Bonilla (En esa Esquina del Bosque)
Escojo una historia de amor. La balada del café triste, de Carson McCullers. Comienzo a leer ne voz alta el cuento del hombre pequeño que se enamora de una gigante, demostrando así que en esas cuestiones no hay imposibles, que uno decide siguiendo sus intuiciones y el ritmo del latido de su corazón, y no hay poder humano ni diferencias ostensibles que te hagan cambiar de parecer.
Benito Taibo (Corazonadas)
Supongo que no hay nada que le guste más al amor que las historias imposibles. Y no hay nada más imposible que aquello en lo que no cree nadie. Hasta los fantasmas, dicen, guardan el secreto de su existencia en la creencia de la gente. Y David tenía razón: nosotros dos éramos imposibles. Dos desconocidos, en realidad, que solo se habían visto en las buenas, que se habían recogido de la calle y que habían curado las heridas del otro, pero... aunque cures la herida, la cicatriz nunca será tuya.
Elísabet Benavent (Un cuento perfecto)
No me canso de repetirlo: no es él, eres tú. «Pero… ¿ahora qué hago? Él me necesita». Ay, amiga: creo que una de las cosas más venenosas del mundo es que a una mujer la eduquen para que se sienta necesitada. Todas las mujeres se merecen que las quieran. Yo te quiero. Y quiero que dejes a ese hombre. Y sé que tardarás muchísimo tiempo en dejarlo. «Tengo que irme».. Ya lo sé. ¿Hablamos mañana? Sí, hablamos mañana. Pero déjame decirte una cosa: un día dejarás de sentirte confundida, o triste, o enfadada, o asustada, y te sentirás… sencillamente cansada. Demasiado cansada para seguir tirando del carro. Se habrán agotado tus reservas de amor, ya no habrá más ideas, más razonamientos: no quedará nada, y todo esto solo te provocará hartazgo. De repente será inviable. Estarás agotada. Te será imposible seguir haciéndolo ni un minuto más. Y ese día, por fin, lo abandonarás. Y cuando llegue ese día, querida amiga, mi habitación de invitados estará esperándote.
Caitlin Moran (More Than a Woman)
El teatro de la realidad era siempre la misma función cotidiana y el sueño de la realidad era más hermoso que la propia vida. Nada más cierto que cuando comenzaba la mañana y la radio sonaba al despertar, sentía como de alguna manera no era sino la tarea de Sísifo, de vivir el paraíso de los sueños, sino para repetir en la realidad la condena cada nuevo día. Entonces este hombre, nunca sabré si en un sueño o en un espacio entre la realidad y los sueños encontró a su Penélope, que cada día vivía en un mar de infinitas posibilidades para olvidar y destejer el ovillo de la realidad en un mismo sueño cada noche, para despertar en un cama de hotel diferente, en una ensoñación, en un viaje alrededor del mundo de lo imposible. Sucedió que la divina casualidad, el más puro azar o algo inexplicable, hizo que ambos despertaran en el mismo sueño, en la misma cama, en un mismo día. A ella le gustaba irse de cuarto en cuarto, como en una galería de espejos paralelos hasta que él le tocaba el hombro. Entonces regresaba de cuarto en cuarto despertando hacia atrás. Era un amor verdadero, que vivía algo así como el día infinito, la realidad de la costumbre, que tejía su amor entre la realidad y los sueños. Sin saber qué parte era ficción, qué parte realidad, qué día era o en qué lugar estaban, tan solo un amor hacia el infinito de lo posible o de lo imposible. Era amor y lo demás, qué importa.
Alejandro Mos Riera (La Gran Mentira (Spanish Edition))
¿Cómo se miden esas cosas? Si alguien nos hace felices y después conocemos el peor sufrimiento a causa de esa misma persona, ¿cómo sacar una conclusión definitiva de algo que nos lleva del Cielo al Infierno? La vida sigue, es imposible saber cómo habría sido si hubiéramos abierto otras puertas, si no nos hubiéramos enamorado de la persona de la que nos enamoramos.
Inés Garland (Piedra, papel o tijera)
Pero aquella tarde se preguntó con su infinita capacidad de ilusión si una indiferencia tan encarnizada no sería un subterfugio para disimular un tormento de amor.
Gabriel García Márquez
Es mejor asumir las dificultades que empecinarse en luchar contra lo imposible.
Carola Vercaigne (Un lugar donde encontrarnos (ULDE))
Probablemente no nace el amor sino aI nacer los celos; son los celos los que nos revelan el amor. Por muy enamorada que esté una mujer de un hombre, o un hombre de una mujer, no se dan cuenta de que lo están, no se dicen a sí mismos que lo están, es decir, no se enamoran de veras sino cuando él ve que ella mira a otro hombre o ella le ve a él mirar a otra mujer. Si no hubiese más que un solo hombre y una sola mujer en el mundo, sin más sociedad, sería imposible que se enamorasen uno de otro.
Miguel de Unamuno (Niebla)
Sin amor, las montañas se vuelven difíciles de escalar, los mares son imposibles de cruzar, los desiertos son insoportables y las dificultades son inmensas en la vida.
Gary Chapman (Los 5 lenguajes del amor)
La peor de las angustias, la más dolorosa, es echar de menos un amor que nunca sucedió.
Juan Tranche (Gladiadoras)
- Entonces la respuesta es No - dijo el ruso, acomodándose triunfante, en el sillón. ¡Si hubiera estado realmente enamorada, lo sabría! No importa si el amor ya no está. Si se perdió. Incluso si ese amor la dañó de un modo irreparable. El amor, Daniela, el Amor con mayúscula, deja una marca en nosotros imposible de borrar. Impacta en el alma de forma tal que ya nada es igual. Hay un antes y un después de ese amor. Y nada vuelve a ser lo mismo. Es nacer de nuevo. Y es morir de nuevo.
Marcelo Favio Borka (Almas de Otoño: Una novela epica sobre los ultimos dias de la Rusia Imperial (El Portador) (Spanish Edition))
Al margen de esta memoria y de esta conexión entre el amor recibido y dado ya nada tiene sentido y todo se vuelve frágil, la vida ya no es misterio que revela al Eterno, sino enigma insensato y desmemoriado: más aún, lo llegamos a ser nosotros mismos y las relaciones que construimos, que, si no son misericordiosas, no tienen consistencia alguna, ni raíces ni futuro. Sin misericordia no existe amistad, pareja, familia, ternura, amor, sueños, futuro, pasión, fidelidad... Sin la misericordia explota el absurdo del egoísmo, de la autorreferencialidad, de la esclerocardia, del homo homini lupus, del mundo inhospitalario y sin piedad, de la conflictividad exasperada, de la rigidez que condena, del juicio inflexible que pone la ley por delante y por encima de la persona, de la arrogancia que no es capaz de comprender y compadecer, de la violencia psicológica de quien no perdona; de la justicia que, tras la coartada de la igualdad de todos frente a la ley, confunde al pecador con el pecado; de la rudeza mental que rechaza al diferente. Sin la misericordia, la historia del hombre queda incompleta como un drama que continúa en el tiempo, en busca de un equilibrio perdido, sin el cual es historia maldita. La memoria herida sigue aún dividida entre venganza, resentimiento, revancha, amnesia, reparación, fuga, desesperación... Y ciertos lugares quedan como emblemas de un mal que parecía imposible, pero que ha tenido lugar y que podrá volver a suceder[21].
Amedeo Cencini (LADRÓN PERDONADO. El perdón en la vida del sacerdote (Servidores y Testigos nº 159) (Spanish Edition))
el amor es la renuncia a la libertad, y que la libertad es la aceptación del amor sin condiciones?
Kilian Jornet (Nada es imposible)
Quiero ser un niño de ochenta años, que siente la urgencia del momento sin la necesidad de crear futuro. Quiero vivir cada etapa del amor a la montaña con toda la locura, con los ojos brillando y el corazón latiendo salvaje, sin control, con las piernas temblando solo de subir cimas. Hasta que, en la vejez definitiva, se me apague el cuerpo.
Kilian Jornet (Nada es imposible)
El amor es la fuerza más poderosa del universo, porque Dios mismo es amor. Con amor, por amor y a través del amor es posible acceder a lo que pareciera inaccesible, y provocar lo que pareciera imposible.
Lucas Leys (El mejor líder de la historia (Spanish Edition))