Amor De Hermanos Quotes

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Porque los hombres podían cerrar los ojos ante la grandeza, ante el horror, ante la belleza, y cerrar los oídos a las melodías o las palabras seductoras, pero no podían sustraerse al perfume. Porque el perfume era hermano del aliento. Con él se introducía en los hombres y si éstos querían vivir, tenían que respirarlo. Y una vez en su interior, el perfume iba directo al corazón y allí decidía de modo categórico entre inclinación y desprecio, aversión y atracción, amor y odio. Quien dominaba los olores, dominaba el corazón de los hombres.
Patrick Süskind (Perfume: The Story of a Murderer)
Dicen que los amigos son la familia que eliges. Yo he tenido la suerte de que los hermanos que me cayeron en suerte sean mis mejores amigos y, si los hubiera elegido yo, no lo habría hecho tan bien
Abril Camino (Mark y Alice: el futuro perfecto (Hermanos Sullivan, #4))
Sonrieron. Se entendían bien. No sólo los unía la carne, el pensamiento, el amor; además, habían nacido en el mismo puerto de Crimea, hablaban la misma lengua, se sentían hermanos. Habían bebido en la misma fuente, compartido un pan amargo.
Irène Némirovsky (Le maître des âmes)
Emma, la maestra de la mentira. La reina del "Mi hermano es normal", "Mi hermano es tímido". Mi hermano es muy enfermizo, tiene alergias, mononucleosis, intoxicación alimentaria, la gripe. Y la mentira más grande y más turbia de tods: "Mi hermano".
Brenna Yovanoff (The Replacement)
Atados a las responsabilidades de ser hijos, hermanos y padres, los hombres no eran libres.
Christopher Nicole (Amor y honor (Los Borodin I))
Mi manera de definir el amor entre dos amigos, el amor entre dos hermanos, el amor entre padres e hijos, el amor en una pareja, el amor: Quiero que me oigas sin juzgarme. Quiero que opines sin aconsejarme. Quiero que confíes en mí sin exigirme. Quiero que me ayudes sin intentar decidir por mí. Quiero que me cuides sin anularme. Quiero que me mires sin proyectar tus cosas en mí. Quiero que me abraces sin asfixiarme. Quiero que me animes sin empujarme. Quiero que me sostengas sin hacerte cargo de mí. Quiero que me protejas sin mentiras. Quiero que te acerques sin invadirme. Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten. Quiero que las aceptes y no pretendas cambiarlas. Quiero que sepas que hoy contás conmigo... Sin condiciones.
Jorge Bucay (Cartas para Claudia)
Qué importaban la prudencia, el pasado y el miedo cuando estaba a tan pocos centímetros de la felicidad
Abril Camino (Preston y Lisa: el futuro presente (Hermanos Sullivan, #3))
Dos certezas lo golpearon más fuerte de lo que nunca lo había hecho un defensa en la cancha: estaba enamorado de Emily, y jamás podrían estar juntos
Abril Camino (Travis y Emily: el pasado imperfecto (Hermanos Sullivan, #2))
Como si dos trenes de mercancías se encontraran en la misma vía. Creo que todavía tratan de decidir si van en la misma dirección o si chocan y provocan una masacre
Abril Camino (Preston y Lisa: el futuro presente (Hermanos Sullivan, #3))
Si es verdad que hay una persona perfecta para cada uno en algún lugar del mundo, ellos tuvieron la suerte de cruzarse en un punto del camino
Abril Camino (Hermanos Sullivan: Pasado, presente y futuro)
Amigo se escribe sin hache, pero cuando es un amigo de verdad, entonces se escribe con hache, porque se le llama hermano...
Enrique Jardiel Poncela (Amor se escribe sin hache)
...no podía dejar de recordar lo que su abuelo le había dicho sobre el amor: «Si la persona es la adecuada, te puedes enamorar en solo un segundo
Anna Casanovas (A fuego lento (Los hermanos Martí, #2))
«la unión de los miembros de la Iglesia peregrina con los hermanos que durmieron en la paz de Cristo de ninguna manera se interrumpe […] Se refuerza con la comunicación de los bienes espirituales».[290]
Pope Francis (Amoris laetitia: exhortación apostólica postsinodal sobre el amor en la familia)
Amo a la humanidad, pero, para sorpresa mía, cuanto más quiero a la humanidad en general, menos cariño me inspiran las personas en particular, individualmente. Más de una vez he soñado apasionadamente con servir a la humanidad, y tal vez incluso habría subido el calvario por mis semejantes, si hubiera sido necesario; pero no puedo vivir dos días seguidos con una persona en la misma habitación: lo sé por experiencia. Cuando noto la presencia de alguien cerca de mí, siento limitada mi libertad y herido mi amor propio. En veinticuatro horas puedo tomar ojeriza a las personas más excelentes: a una porque permanece demasiado tiempo en la mesa, a otra porque está acatarrada y no hace más que estornudar. Apenas me pongo en contacto con los hombres, me siento enemigo de ellos. Sin embargo, cuanto más detesto al individuo, más ardiente es mi amor por el conjunto de la humanidad.
Fyodor Dostoevsky (Los hermanos Karamazov)
Aceptamos alegremente que podemos amar a más de un niño, padre, hermano, profesor, amigo o mascota. Cuando pensamos en esto de esta forma, ¿no es positivamete extraña la total exclusividad que esperamos del amor conyugal?.
Richard Dawkins (The God Delusion)
Una tarde, volviendo del Carrefour con una bolsa de plástico en una mano, porque siempre se me olvida llevar las de tela, y las llaves en la otra, entendí, pensando en Paris, que lo del día que conocí a mi hermano era el amor. Que esa admiración, ese entrever en el otro la verdad o la perfección del mundo, ese no entender mucho y ese no atinar a explicarse por qué uno quiere si «no conoce» era enamorarse: asumir que el amor preexiste. Y que conocer es reconocerse.
Ana Iris Simón (Feria)
Sólo recuerdos excelentes conservo de la casa paterna. Estos recuerdos son los más preciosos para el hombre, con tal que un mínimo de amor y concordia hayan reinado en la familia. Es más: puede conservarse un buen recuerdo de la peor familia, siempre que se tenga un alma sensible.
Fyodor Dostoevsky (Los Hermanos Karamazov (Spanish Edition))
¿Qué es el honor, comparado con el amor de una mujer? ¿Qué es el deber, comparado con el calor de un hijo recién nacido entre los brazos, o el recuerdo de la sonrisa de un hermano? Aire y palabras. Aire y palabras. Sólo somos humanos, y los dioses nos hicieron para el amor. Es nuestra mayor gloria, y nuestra peor tragedia.
George R.R. Martin (A Game of Thrones (A Song of Ice and Fire, #1))
De todos modos, hay algo que has dicho que no tiene ningún sentido. Esa mierda de que el amor viene y va, ¿de dónde te la has sacado? […] Que no lo haya puesto en práctica no significa que no conozca la teoría. He visto a mis abuelos, a mis padres, ahora incluso a mis hermanos. Sé reconocer el amor verdadero y… y ese no se va
Abril Camino (Mark y Alice: el futuro perfecto (Hermanos Sullivan, #4))
La niña y el hermano pequeño lloran el uno junto al otro, sellados por una desesperación de sangre que no pueden compartir con nadie. Thanh los mantiene abrazados, acaricia sus rostros, sus manos. Llora por sus llantos, llora también por el llanto de la madre. Por amor a la niña. La madre. Se ha girado hacia el barco. No le vemos la cara. Da media vuelta. Va hacia las rejas, se apoya en la reja al lado de los hijos que le quedan. Llora sin ruido, bajito, ya no tiene fuerzas. Ya está muerta. Al igual que Thanh acaricia el cuerpo de sus dos hijos separados del otro, su hermano mayor, ese hijo perdido por el amor de su madre, un error de Dios.
Marguerite Duras (The North China Lover (The Lover, #2))
Aureliano no sólo podía entonces entender, sino que podía vivir como cosa propia las experiencias de su hermano, porque en una ocasión en que éste explicaba con muchos pormenores el mecanismo del amor, lo interrumpió para preguntarle: «¿Qué se siente?» José Arcadio le dio una respuesta inmediata: —Es como un temblor de tierra.
Gabriel García Márquez (Cien años de soledad)
Aquí está don Quirieleisón de Montalbán, valeroso caballero, y su hermano Tomás de Montalbán, y el caballero Fonseca, con la batalla que el valiente de Tirante hizo con el alano, y las agudezas de la doncella Placerdemivida, con los amores y embustes de la viuda Reposada, y la señora Emperatriz, enamorada de Hipólito, su escudero.
Miguel de Cervantes Saavedra (Don Quijote de la Mancha: Edición anotada (Spanish Edition))
La mayoría de ellas entraba en el cuarto en la oscuridad y se iban antes del alba, y al día siguiente eran apenas un poco de tedio en la memoria corporal. El único afecto que prevalecía contra el tiempo y la guerra, fue el que sintió por su hermano José Arcadio, cuando ambos eran niños, y no estaba fundado en el amor, sino en la complicidad.
Gabriel García Márquez (One Hundred Years of Solitude)
Pero sobre todo escribí acerca de él, que ahora se llamaba Max, acerca de mi hermano, nuestro amigo, que llevaba diez días desaparecido. Y escribí acerca de lo que había perdido aquella mañana: el testigo de mi alma, mi sombra de la infancia, cuando los sueños eran pequeños y alcanzables para todos; cuando los dulces costaban un penique y Dios era un conejo.
Sarah Winman (When God Was a Rabbit)
Empuñando el martillo, cribemos todo cuanto aprendimos: luego, Hermano, ¡adelante[77]!. A veces tengo un sueño enorme y conmovido: vivo con sencillez, ardientemente[78], nada malo sale de mí, bajo la amplia sonrisa de una mujer que amo, con noble amor trabajo; ¡y así trabajaríamos, ufanos, todo el día, escuchando el deber cual clarín clamoroso! ¡Qué felices seríamos!
Arthur Rimbaud
No es posible imaginar siquiera toda la deshonra y la decadencia moral con la que es capaz de transigir el celoso sin el menor remordimiento de conciencia. Y no es que sean almas vulgares y sucias. Al contrario, es posible ocultarse bajo las mesas, sobornar a gente infame y acostumbrarse a la inmundicia más ruin del acecho y el fisgoneo teniendo un gran corazón, sintiendo un amor puro, lleno de abnegación.
Fyodor Dostoevsky (Los hermanos Karamázov)
¿Hay en el mundo algún ser que tenga tal derecho? Mi amor a la humanidad me impide desear esa armonía. Prefiero conservar mis dolores y mi indignación no rescatados, ¡aunque me equivoque! Además, se ha enrarecido la armonía eterna. Cuesta demasiado la entrada. Prefiero devolver la mía. Como hombre honrado, estoy dispuesto a devolverla inmediatamente. Esta es mi posición. No niego la existencia de Dios, pero, con todo respeto, le devuelvo la entrada.
Fyodor Dostoevsky (Los Hermanos Karamazov (Spanish Edition))
Este conocimiento de nuestra culpa es la coronación de la carrera religiosa, como es, por lo demás, la de todas las carreras humanas Pues el religioso no es un ser aparte, sino la imagen de lo que deberían ser todos los hombres. Sólo cuando tengáis conciencia de ello, vuestro corazón se sentirá penetrado de un amor infinito, universal, insaciable. Entonces cada uno de vosotros será capaz de conquistar el mundo entero con su amor y de borrar los pecados con sus lágrimas.
Fyodor Dostoevsky (Los Hermanos Karamazov (Spanish Edition))
entrega, él también se había desprendido de la armadura y, como yo, se abría. Le dije, en un hilo de voz, porque se me había cerrado el pecho, que también yo, sin saberlo, lo había buscado a tientas. He descrito en mis novelas el amor romántico, ese que todo lo da, sin escatimar nada, porque siempre supe que existía, aunque tal vez nunca estaría a mi alcance. El único atisbo de esa entrega sin reparos la tuve contigo y tu hermano cuando eran muy pequeños; sólo con ustedes he sentido que éramos un solo espíritu en cuerpos apenas separados. Ahora también lo siento con Willie.
Isabel Allende (La suma de los días)
Otro aspecto que se debía tener en cuenta era la actitud de la Iglesia respecto a la cuestión de la vida a propósito de la guerra y las ejecuciones. En esa época Rusia estaba en guerra. Y los rusos, en nombre del amor cristiano, se pusieron a matar a sus hermanos. Era imposible no pensar en ello, no ver que el asesinato es un mal contrario a los principios más elementales de cualquier religión. Sin embargo, en las iglesias, rezaban por el éxito de nuestras tropas y los maestros espirituales consideraban esos asesinatos como una derivación de la fe. Además, no sólo se cometieron asesinatos en la guerra: durante los disturbios que le sucedieron vi a miembros de la Iglesia, maestros, monjes y ascetas que aprobaban el asesinato de jóvenes extraviados, impotentes. Y presté atención a todo lo que hacían esas personas que se llamaban cristianos, y me quedé aterrorizado.
Leo Tolstoy (A Confession)
—¡Válame Dios —dijo el cura, dando una gran voz—, que aquí esté Tirante el Blanco! Dádmele acá, compadre, que hago cuenta que he hallado en él un tesoro de contento y una mina de pasatiempos. Aquí está don Quirieleisón de Montalbán, valeroso caballero, y su hermano Tomás de Montalbán, y el caballero Fonseca, con la batalla que el valiente de Tirante hizo con el alano, y las agudezas de la doncella Placerdemivida, con los amores y embustes de la viuda Reposada, y la señora Emperatriz, enamorada de Hipólito, su escudero. Dígoos verdad, señor compadre, que por su estilo es este el mejor libro del mundo: aquí comen los caballeros, y duermen y mueren en sus camas, y hacen testamento antes de su muerte, con estas cosas de que todos los demás libros deste género carecen. Con todo eso, os digo que merecía el que le compuso, pues no hizo tantas necedades de industria, que le echaran a galeras por todos los días de su vida. Llevadle a casa y leedle, y veréis que es verdad cuanto dél os he dicho.
Miguel de Cervantes Saavedra (Don Quixote)
¿Cuándo cambié a tus ojos? Adam me miró con otro «tú estás loca». —No pienso contártelo. —¿Por qué no? —Porque es una de esas cosas de tíos que no entenderías y que probablemente te cabreará. Genial. Ahora estaba definitivamente intrigada. —No me enfadaré. Solo dímelo por favor —le supliqué con dulzura. —Vale. —Me miró con cautela—. Fue la mañana siguiente a tu decimoctavo cumpleaños. Mis ojos se agrandaron al recordarlo. «¿En serio?» —Sí, la mañana en la que tú… oh, casualmente, me dijiste que habías perdido la virginidad. ¿Fue ese el momento en que se dio cuenta de que sentía algo por mí? Dios… Joss tenía razón, los hombres era trogloditas. (...) Adam había estado celoso. No fue lo que me pareció en aquel momento. —Supe que estabas enojado conmigo, pero creí que era otro de esos episodios de «hermano mayor sobreprotector». —¡No! —Adam movió la cabeza sombríamente, se echó hacia atrás y se apoyó en las palmas de las manos—. Fue uno de esos episodios «estoy buscando a la hermana pequeña de mi mejor amigo, que me acaba de decir que se ha acostado con un tío por primera vez y lo único que veo son sus labios hinchados y su pelo revuelto recién salido de la cama y me he puesto jodidamente cachondo». —Sus ojos se detuvieron en mi boca conforme recordaba—. Mi cuerpo reaccionó a lo que habías dicho antes de que pudiera hacerlo mi cabeza. De repente me encontré preguntándome cómo sería ser acariciado por tus labios, a qué sabrías, cómo me sentiría al tener tus largas piernas alrededor de mi espalda mientras empujaba dentro de ti... —Me sacudí, notando cómo se me calentaba la piel ante el conocimiento de que Adam había estado teniendo pensamientos lascivos sobre mí durante mucho tiempo sin que yo tuviera ni idea—. Así que me cabreé. Conmigo por desearte así. Y también contigo… por dejarle probarte… Nuestras miradas se encontraron y mi respiración se tornó pesada. Supe que si no decía nada terminaríamos haciendo el amor en la segunda habitación antes de que pudiéramos acabar nuestro paseo por el sendero de la memoria.
Samantha Young (Until Fountain Bridge (On Dublin Street, #1.5))
—Yo me reí con él, al principio, pero acabé pensando igual que tu madre, presentí que eras una pequeña viciosa, una perdida potencial. La imagen se me quedó grabada en la cabeza, tú, desnuda, oliendo el camisón y repitiendo en voz baja, me ha cambiado el olor, aquella noche me masturbé con eso, fui construyendo una fantasía sólida, enloquecida, alrededor de esa imagen, una noche detrás de otra, me quedaba colgado de aquella imagen, tú escondiéndote por los rincones, despistando a todos tus hermanos y hermanas, para desnudarte y olerte, barriendo con la nariz la cama de tus padres para tocarte después, eras encantadora, claro que te imaginaba más mayor, cuando salí y te volví a ver, me asombré de que fueras todavía tan pequeña, pero ya había decidido que merecía la pena esperar, para intervenir en tu perdición, y esperé... Los ojos se me habían llenado de lágrimas. Como no quería que me viera, me di media vuelta, me arrebujé debajo de las sábanas y procuré no hacer ningún ruido. Fue inútil. Él se dio cuenta de todo, se acercó a mí, me abrazó, me besó en la frente y apagó la luz, para que pudiera llorar a gusto.
Almudena Grandes (Las edades de Lulú)
Cuando la humanidad entera prefiera el ateísmo (yo creo que esta era llegará a su debido tiempo, lo mismo que fueron llegando las épocas geológicas), desaparecerá, sin que haya que pasar por la antropofagia, la antigua concepción del mundo y, sobre todo, la antigua moral. Los hombres se unirán para extraer de la vida todos los goces posibles, pero sólo goces de este mundo. El espíritu humano se elevará hasta alcanzar un orgullo titánico: será como una humanidad divinizada. El triunfo continuo y grandioso de la naturaleza, mediante la ciencia y la energía, constituirá para el hombre una alegría tan incesante e intensa, que sustituirá sobradamente en él a las alegrías del cielo. Todos sabrán que son perecederos sin esperanza de resurrección, y se resignarán a morir, con sereno orgullo, como dioses. Por dignidad, se abstendrán de murmurar de la brevedad de la vida y amarán al prójimo desinteresadamente. El amor propio sólo proporcionará una satisfacción limitada, pero el mismo sentimiento de su limitación reforzará su intensidad, tanto como ahora se debilita al diseminarse en la esperanza de un amor eterno, de ultratumba...
Fyodor Dostoevsky (Los Hermanos Karamazov (Spanish Edition))
—Dejadme en paz —vocifera, pero su energía se evapora y se siente débil y hambriento—. Dejadme en paz —dice de nuevo, pero sus palabras son flojas e inútiles, tan inútiles como sus brazos y sus piernas, y enseguida deja de intentarlo. —Jude, mi pobre Jude —susurra Harold—. Cariño. Y al oír esa palabra él se echa a llorar, porque nadie lo ha llamado nunca «cariño», no desde el hermano Luke. Willem lo intentaba a veces —«cariño», lo llamaba, o «mi amor»— y él lo detenía; esas expresiones de afecto son palabras degradantes, depravadas, para él. —Cariño dice de nuevo Harold, y él quiere que pare y no pare nunca—. Hijo mío. Y él llora, llora por todo lo que ha sido, por lo que podría haber sido, por todas las viejas heridas, por las viejas dichas, llora por la vergüenza y la alegría de acabar siendo un niño, con todos los caprichos, las necesidades y las inseguridades de un niño, por el privilegio de portarse tan mal y ser perdonado, por el lujo de recibir ternura, de recibir afecto, de que le sirvan una comida y le obliguen a comérsela, por ser capaz, ¡por fin!, de creer en las palabras de consuelo de un padre, de creer que es especial para alguien, pese a todos sus errores y su odio, por culpa de todos sus errores y su odio.
Hanya Yanagihara (A Little Life)
—Dejadme en paz —vocifera, pero su energía se evapora y se siente débil y hambriento—. Dejadme en paz —dice de nuevo, pero sus palabras son flojas e inútiles, tan inútiles como sus brazos y sus piernas, y enseguida deja de intentarlo. —Jude, mi pobre Jude —susurra Harold—. Cariño. Y al oír esa palabra él se echa a llorar, porque nadie lo ha llamado nunca «cariño», no desde el hermano Luke. Willem lo intentaba a veces —«cariño», lo llamaba, o «mi amor»— y él lo detenía; esas expresiones de afecto son palabras degradantes, depravadas, para él. —Cariño dice de nuevo Harold, y él quiere que pare y no pare nunca—. Hijo mío. Y él llora, llora por todo lo que ha sido, por lo que podría haber sido, por todas las viejas heridas, por las viejas dichas, llora por la vergüenza y la alegría de acabar siendo un niño, con todos los caprichos, las necesidades y las inseguridades de un niño, por el privilegio de portarse tan mal y ser perdonado, por el lujo de recibir ternura, de recibir afecto, de que le sirvan una comida y le obliguen a comérsela, por ser capaz, ¡por fin!, de creer en las palabras de consuelo de un padre, de creer que es especial para alguien, pese a todos sus errores y su odio, por culpa de todos sus errores y su odio.
Hanya Yanagihara (A Little Life)
Más que vencedores 28   Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. 31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Casiodoro de Reina (Reina Valera 1960)
Bingo Junio-Julio-Agosto  Lord Voldemort (un libro que trate sobre la muerte): Un mosntruo viene a verme de Patrick Ness. Conor tiene que lidiar con el temor constante de que su madre muera a causa del cancer y es ahí cuando aparece el monstruo que le hace ver la realidad  Regulus Black (libro que el protagonista tenga un familia rara/malvada/numerosa): La tempestad de Shakespeare. Prospero es traicionado por su hermano y es mandando a una isla en el medio de la nada; Prospero jura venganza mediante sus poderes mágicos.  Barty Crouch Jr (libro que el/la protagonista participe en una secta o investigue sobre las mismas): Las chicas de Emma Cline. Evie se ve envuelta en una secta cuando es abandonada por su mejor amiga y su unica amiga en el mundo.  Fenrir Breyback (libro que tenga licántropos): Luna Nueva de Stephenie Meyer. Bella es abandonada por Edward, se acerca mas a jacob y descubre que el es un hombre lobo  Bellatrix Lestrange (libro en el que el romance tóxico sea lo principal) La selección de Kiera Cass. America Singer se ve envuelta en un triangulo amoroso entre el principe de Íllea, Maxon, y su amor de la ciudad, Aspen.  Draco Malfoy (libro que el/la protagonista sea desertor): Tres espejos; espada de Sebastián Vargas. Jian era un campesino que perdió al amor de su vida y se convierte en un pirata perseguido por el pueblo por ser desertor y huir de luchar en la guerra.  Lucius Malfoy (libro con puterio de ricos) Mansfield Park de Jane Auste. Fanny es adoptada por sus tios ricos y la llevan a vivir a Mansfield Park, ella se ve envuelta en todos los lios, complicaciones y preocupaciones de los ricos, donde cada acción tiene que ser friamente calculada  Petter Pettigrew (libro con animales como protagonistas): El principito de Antoine de Saint-Exupéry. El principito, un hombrecito de traje azul y pelo rubio se hace amigo de un zorro que lo aconseja sobre la vida.  Marietta (libro en que el/la protagonista tenga una doble vida/vida oculta): Heartsong de T.J Klune. Robbie se encuentra en otra manada, con sueño recurrente sobre unos lobos corriendo... Con el paso del tiempo, descubre que la vida que esta viviendo no era su vida.
Patrick Ness (A Monster Calls)
Se puede partir de cualquier cosa, una caja de fósforos, un golpe de viento en el tejado, el estudio número 3 de Scriabin, un grito allá abajo en la calle, esa foto del Newsweek, el cuento del gato con botas, el riesgo está en eso, en que se puede partir de cualquier cosa pero después hay que llegar, no se sabe bien a qué pero llegar, llegar no se sabe bien a qué, y el riesgo está en que en una hora final descubras que caminaste volaste corriste reptaste quisiste esperaste luchaste y entonces, entre tus manos tendidas en el esfuerzo último, un premio literario o una mujer biliosa o un hombre lleno de departamentos y de caspa en vez del pez, en vez del pájaro, en vez de una respuesta con fragancia de helechos mojados, pelo crespo de un niño, hocico de cachorro o simplemente un sentimiento de reunión, de amigos en torno al fuego, de un tango que sin énfasis resume la suma de los actos, la pobre hermosa saga de ser hombre. No hay discurso del método, hermano, todos los mapas mienten salvo el del corazón, pero dónde está el norte en este corazón vuelto a los rumbos de la vida, dónde el oeste, dónde el sur. Dónde está el sur en este corazón golpeado por la muerte, debatiéndose entre perros de uniforme y horarios de oficina, entre amores de interregno y duelos despedidos por tarjeta, dónde está la autopista que lleve a un Katmandú sin cáñamo, a un Shangri-La sin pactos de renuncia, dónde está el sur libre de hienas, el viento de la costa sin cenizas de uranio, de nada te valdrá mirar en torno, no hay dónde ahí afuera, apenas esos dóndes que te inventan con plexiglás y Guía Azul. El dónde es un pez secreto, el dónde es eso que en plena noche te sume en la maraña turbia de las pesadillas donde (donde del dónde) acaso un amigo muerto o una mujer perdida al otro lado de canales y de nieblas te inducen lentamente a la peor de las abominaciones, a la traición o a la renuncia, y cuando brotas de ese pantano viscoso con un grito que te tira de este lado, el dónde estaba ahí, había estado ahí en su contrapartida absoluta para mostrarte el camino, para orientar esa mano que ahora solamente buscará un vaso de agua y un calmante, porque el dónde está aquí y el sur es esto, el mapa con las rutas en ese temblor de náusea que te sube hasta la garganta, mapa del corazón tan pocas veces escuchado, punto de partida que es llegada. Y en la vigilia está también el sur del corazón, agobiado de teléfonos y primeras planas, encharcado en lo cotidiano. Quisieras irte, quisieras correr, sabes que se puede partir de cualquier cosa, de una caja de fósforos, de un golpe de viento en el tejado, del estudio número 3 de Scriabin, para llegar no sabes bien a qué pero llegar.
Julio Cortázar
Algún día, encontraré una mujer que me haga sentir lo mismo que cuando tengo un lápiz en la mano. Se me pasará el tiempo volando a su lado y siempre querré más. Sé que viviré junto a ella momentos frustrantes y otros inigualables, pero nunca me cansaré de embarcarme con esa mujer en nuevas aventuras. Y en cada una de ellas sé que me enseñará una faceta de mí mismo que desconocía. Yo veo así el amor.
Adriana Rubens (Puerta con puerta (Hermanos Montoya, #1))
No tiene nada de amor el que un cristiano vea a su hermano en Cristo viviendo en pecado sin confrontarlo con ello, como tampoco lo es que un padre de familia mire a su hijo caminar hacia un desastre sin interceptarlo. Si esperamos las bendiciones de Dios
R. Albert Mohler Jr. (Disciplina eclesiástica (Portavoz de la Gracia nº 16) (Spanish Edition))
El amor al prójimo será también el criterio por el que se juzgará nuestra vida; así lo expone el Señor: «Entonces dirá el Rey a los que están a su derecha: Venid benditos de mi Padre, tomad posesión del reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; peregriné y me acogisteis; estaba desnudo y me vestísteis; enfermo y me visitasteis; preso y vinisteis a verme. Y le responderán los justos: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, sediento y te dimos de beber?, ¿cuándo te vimos peregrino y te acogimos, desnudo y te vestimos?, ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte? Y el Rey les dirá: En verdad os digo que cuantas veces hicisteis eso a uno de estos mis hermanos menores, a mí me lo hicisteis» (Mt 24, 34-40).
Juan Luis Lorda Iñarra (Para ser cristiano (Patmos) (Spanish Edition))
«Si alguno viene a mí y no odia a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío»
Anthony de Mello (Una llamada al amor: Consciencia - libertad - felicidad El Pozo de Siquem())
el católico practicante siente que sus lágrimas se secan bruscamente su corazón late de amor sus puños se cierran convulsivamente le gustan tanto los militares… las camillas… los entierros… los cementerios… las viejas piedras… los calvarios… los santuarios… las osamentas… ... ante las imágenes de la muerte la alegría de vivir le domina allí arriba en el cielo ve a todos sus hermanos en Jesucristo a todos sus hermanos en Mussolini los arcángeles de los mataderos santos los despanzurradores… los aviadores… los ametralladores… toda la pandilla de nuestro señor… está loco de alegría… está contento… se encarama a su butaca de dieciséis francos… aclama a la escuadrilla de católicos traficantes… siente que la esperanza lo invade
Jacques Prévert
Nos convertimos en el hermano mayor cada vez que respondemos a los dolores de la vida fuera del amor de Dios. En lugar de dar perdón y misericordia a los demás, construimos muros de protección a nuestro alrededor. Nos aferramos a nuestra amargura y falta de perdón como si fueran una forma de defensa, pero no lo son. En realidad, son muros de prisión, que nos alejan de la vida de libertad y amor que Dios quiere.
Neal Lozano (Unbound: A Practical Guide to Deliverance (from Evil Spirits))
La mayoría de nosotros no somos tan fuertes. ¿Qué es el honor, comparado con el amor de una mujer? ¿Qué es el deber, comparado con el calor de un hijo recién nacido entre los brazos, o el recuerdo de la sonrisa de un hermano? Aire y palabras. Aire y palabras. Solo somos humanos, y los dioses nos hicieron para el amor. Es nuestra mayor gloria y nuestra peor tragedia.
George R.R. Martin (A Game of Thrones (A Song of Ice and Fire, #1))
Nuestras palabras solas no pueden cambiar a los que no creen. Únicamente podemos marcar una diferencia con nuestras oraciones y ejemplo, y sólo si tenemos amor en nuestros corazones: «Cuando rezáis por ellos, rezáis por vosotros y por vuestro futuro». Cuando rezamos no tenemos que hacerlo pidiendo lo que nosotros deseamos: Dios sabe todo lo que hay en nuestros corazones y Él conoce lo que es bueno para nosotros a largo plazo, hablando desde un punto de vista eterno, desde luego. Debemos rezar por nuestros hermanos y hermanas. Cada vez que rezamos por alguien que no cree, lo que hacemos es, fundamentalmente, secar una lágrima en el rostro de la Virgen. A través de la oración descubrimos el plan de Dios para nuestras vidas.
Mirjana Soldo
Cuando Javi fue creciendo yo empecé a pensar de ma­­nera recurrente dos cosas, como cuando lo conocí en el hospital. La primera en interrogativo: en qué se convierten los hermanos cuando crecen, cuando dejan de ser niños. La segunda en desiderativo: ojalá Javi pudiera ser yo por un día para verse como lo ven mis ojos. Ojalá pudiera ser yo por un día para comprobar, para saber lo orgullosa que me siento de él. A veces, cuando se viene a mi casa a dormir porque tiene exámenes de la universidad o porque le apetece, le sigo espiando cuando cierra los ojos, aunque ya no quepa en el Maxi-Cosi, y lo sigo haciendo para comprobar que existe, que es.
Ana Iris Simón (Feria)
Hasta entonces, el doctor Juvenal Urbino y su familia habían concebido la muerte como un percance que les ocurría a los otros, a los padres de los otros, a los hermanos y los cónyuges ajenos, pero no a los suyos. Eran gentes de vidas lentas, a las cuales no se les veía volverse viejas, ni enfermarse ni morir, sino que iban desvaneciéndose poco a poco en su tiempo, volviéndose recuerdos, brumas de otra época, hasta que los asimilaba el olvido.
Gabriel García Márquez (El amor en los tiempos del colera)
Lo más importante es que no se engañe a sí mismo. Quien se engaña a sí mismo y escucha sus propios embustes acaba por no discernir la verdad, ni en su fuero interno ni a su alrededor, y deja en consecuencia de respetarse a sí mismo y de respetar a los demás. Y, al no respetar a nadie, ya no puede amar, y al carecer de amor, con tal de estar ocupado y entretenido, se entrega a las pasiones y a los burdos placeres y llega a la bestialidad en sus vicios, y todo ello por culpa de la mentira incesante, a los demás y a sí mismo. Quien se engaña a sí mismo puede también sentirse ofendido antes que nadie. Porque sentirse ofendido, en ocasiones, resulta muy agradable, ¿no es así?
Fyodor Dostoevsky (Los hermanos Karamázov)
«Señor, ten piedad de todos ellos, protege a estas almas infelices y tempestuosas, guíalas. Tuyos son los caminos: llévalos por esos caminos y sálvalos. Tú eres amor. ¡Tú les mandarás alegría a todos!»,
Fyodor Dostoevsky (Los hermanos Karamázov)
la inutilidad del placer sexual si no se desarrollaba acompañado de amor. Casi todas estas muchachas (sus amigas) pertenecían al grado inmediato que antecede a la mediana burguesía. Hijas de empleados o de comerciantes. Tenían hermanos y novios empleados o comerciantes. Ocupaban por sistema casas cuya fachada se podía confundir con el frente de viviendas ocupadas por familias de la mediana burguesía. Nunca frecuentaban ni almacén, ni feria, ni carnicería, porque ello hubiera sido en desmedro de su categoría. A la calle salían vestidas muy correctamente. En ciertas circunstancias, un portero no habría podido individualizar a la semiburguesa de la aristócrata, como también era imposible establecer las diferentes fachadas de las casas ocupadas por esta gente.
Roberto Arlt (EL AMOR BRUJO: Novela (Spanish Edition))
Ya el hecho, señalado por Delôrme, de que «el vocabulario adoptado para designar a las autoridades constituidas de la sociedad política o religiosa no se aplica nunca en el Nuevo Testamento a los ministros de la Iglesia» indica una diferencia sustancial entre ambas. La autoridad en la Iglesia, al ser expresión de amor, está impregnada del espíritu del servidor (diákonos) y del siervo (doûlos). «Estos dos términos ocupan un lugar central en las categorías que sirven para definir nuestra existencia» (Y. Congar). La palabra «servidor» denota que quien tiene autoridad en la Iglesia «está hecho para servir». La expresión «siervo» indica que en ese servicio con frecuencia habrá de «tragar carros y carretas» y ser acémila de carga para sus hermanos. El término «servidor» comporta dedicación y humildad; el término «siervo» conlleva abnegación.
Juan María Uriarte (Palabras de vida para el ministerio. La espiritualidad apostólica según el Nuevo Testamento)
Quisiera que cada uno de vosotros sintiera la alegría de ser cristiano. En una bella oración para recitar a diario por la mañana se dice: «Te adoro, Dios mío, y te amo con todo el corazón. Te doy gracias porque me has creado, hecho cristiano...». Sí, alegrémonos por el don de la fe; es el bien más precioso que nadie nos puede arrebatar. Por ello demos gracias al Señor cada día, con la oración y con una vida cristiana coherente. Dios nos ama, pero espera que también nosotros lo amemos. Pero no es solo a Dios a quien quiero dar las gracias en este momento. Un papa no guía él solo la barca de Pedro, aunque sea esta su principal responsabilidad. Yo nunca me he sentido solo al llevar la alegría y el peso del ministerio petrino; el Señor me ha puesto cerca a muchas personas que, con generosidad y amor a Dios y a la Iglesia, me han ayudado y han estado cerca de mí. Ante todo, vosotros, queridos hermanos cardenales:
Javier Martínez-Brocal (Papa Francisco. El sucesor: Mis recuerdos de Benedicto XVI)
Nuestra propia necesidad de amor, atención, cariño y seguridad quedó insatisfecha mientras fingíamos ser más poderosas y menos temerosas, más adultas y menos necesitadas, de lo que realmente nos sentíamos. Y habiendo aprendido a negar nuestro propio anhelo de que nos cuidaran, crecimos buscando más oportunidades de hacer lo que habíamos aprendido a hacer tan bien: preocuparnos por las necesidades y exigencias de los demás en lugar de admitir nuestro miedo, nuestro dolor y nuestras necesidades insatisfechas. Escuchábamos porque teníamos miedo de las consecuencias que podrían aquejar al progenitor que sufría si no lo hacíamos, y miedo de la pérdida de amor si no cumplíamos el rol que nos había tocado en suerte. Por eso no nos protegíamos, y nuestros padres tampoco nos protegían, porque necesitaban vernos más fuertes de lo que éramos en realidad. Si bien éramos demasiado inmaduras para esa responsabilidad, terminamos protegiéndolos a ellos. Al ocurrir esto, aprendimos a edad demasiado temprana y demasiado bien a cuidar a todos menos a nosotras mismas. O quizás alguno de nuestros padres estuvo ausente debido a su muerte o a un divorcio y nosotras tratamos de tomar su lugar, ayudando a cuidar tanto a nuestros hermanos como al progenitor que nos quedaba. Tal vez nos convertimos en la madre de la familia mientras nuestra madre trabajaba para mantenemos.
Robin Norwood (Las mujeres que aman demasiado: El best seller que ha ayudado a millones de mujeres (Spanish Edition))
—¿Qué es el amor? Le preguntó una niña de cinco años a su hermano mayor. Y él le respondió: —El amor, es cuando tú me robas cada día mi trozo de chocolate del almuerzo y yo, aun así, sigo dejándolo en el mismo sitio para ti todos los días.
Lorena Franco (La viajera del tiempo)
lo mejor del mendigo es su pelo y su mano, su mano se desliza por el aire cuchillo y se clava en tu pecho y te pincha temblando. El mendigo del puerto tiene sabiduría, en esa mano larga que te tiende cortante, él ya sabe la frase, según vengas o vayas, a unos: por amor de Dios Y a otros: salud, hermano —según te ve el pelaje—.
Gloria Fuertes (Obras incompletas)
San Virila predicaba en la pequeña capilla a la que iba de vez en cuando en el tiempo que le dejaba libre su tarea de buscar a Dios en medio de los hombres. Decía San Virila: –No debe preocuparnos que algunos hermanos nuestros profesen otra religión. Si voy de noche por un camino, llevo mi lámpara encendida. ¿Me molestaré acaso porque otro lleva también su lámpara prendida, aunque el aceite que usa sea distinto del que alimenta la llama de la mía? Nuestra vida es camino, y todos debemos iluminarlo con esa flama de luz que es el amor. No importa nada que la forma de las lámparas o la fuente de su resplandor sean distintas. Si en verdad nos amamos como el Señor nos enseñó, todos nos alumbraremos unos a otros con la misma Luz. Los humildes feligreses de San Virila entendieron la lección: no importa la forma de la lámpara, lo que importa es que aquel que la lleva difunda amorosamente su fulgor.
Armando Fuentes Aguirre (Teologías para ateos (Ensayo y sociedad) (Spanish Edition))
—Porque fuiste la mujer con la que me quise casar, a la que le entregué mi maldito corazón y lo masticó hasta escupirlo. Fuiste mi gran amor, mi único amor y no hay leguas de tiempo que lo puedan hacer olvidar. Eras Emma Green, la chica que me hacía reír, que me hacía sentir… ¿Sabes qué tan difícil era y es para mí sentir algo?, ¿algo que haga saltar mi corazón? Es imposible y no ocurre desde que me dejaste plantado en el altar ese día.
Marcia D.M. (Segunda Oportunidad en Miami (Hermanos Walker #2))
Hermanos, no temáis al pecado de la gente, amad a las personas también con sus pecados, pues ese amor es semejante al amor divino y es la cumbre del amor en la tierra. Amad la obra completa de Dios, cada grano de arena, cada hoja, cada rayo divino habéis de amar. Amad a los animales, amad a las plantas, amad todas y cada una de las cosas. Si amas todas y cada una de las cosas, en ellas percibirás el misterio divino. Cuando lo hayas percibido una vez, empezarás a conocerlo sin descanso, cada vez más, todos los días. Y finalmente amarás a todo el mundo sin excepción, con un amor universal.
Fyodor Dostoevsky (Los hermanos Karamázov)
—¿No querías llamarla y contárselo tú? —fue la respuesta de su hermano, que ahora miraba por encima del hombro de Wesley, abriendo mucho los ojos y haciéndole gestos con la cabeza para que se diera la vuelta. Wesley se giró hacia Lloyd justo a tiempo de ver una especie de sonrisa asomando a sus labios; sonrisa que disimuló enseguida, volviendo a su gesto serio. Vaya… Así que ahora era una especie de juego… Pues participaría encantado, faltaría más.
Anyta Sunday (Géminis se queda con Capricornio (Signos de amor #3))
Puede que el afecto no sea amor, pero al menos es primo hermano de este.
Anonymous
Con su padre sirviendo en una misión, Ezra asumió gran parte de la responsabilidad de mantener la granja familiar. “Llevaba a cabo el trabajo de un hombre, aunque era solamente un niño”, recordaba su hermana Margaret tiempo después. “Ocupó el lugar de papá durante casi dos años”4. Bajo la dirección de Sarah, Ezra y sus hermanos trabajaban juntos, oraban juntos y leían juntos cartas de su padre. Setenta y cinco años después, el presidente Benson reflexionaba en las bendiciones que recibió su familia por el hecho de que su padre sirviera en una misión: “Me imagino que habrá algunos en el mundo que dirán que el hecho de que él hubiera aceptado ese llamamiento es prueba de que en realidad no amaba a su familia. Dejar en casa solos durante dos años a siete hijos y a su esposa embarazada, ¿cómo puede eso ser amor verdadero? “Pero mi padre tenía una visión mucho más amplia del amor. Él sabía que ‘para los que aman a Dios, todas las cosas obrarán juntamente para su bien’ (Romanos 8:28). Él sabía que lo mejor que podía hacer por su familia era obedecer a Dios.
Anonymous
No se mienta a usted mismo. El que se miente a sí mismo y escucha sus propias mentiras, acaba no sabiendo distinguir ninguna verdad, ni en sí mismo ni alrededor. Y entonces no siente ya ningún respeto, ni hacia sí mismo ni hacia los demás. No respetando ya a nadie, deja de sentir amor.
Fyodor Dostoevsky (Los hermanos Karamazov / El jugador)
No temas nada; no tengas miedo ni te aflijas. Con tal que al arrepentimiento subsista, Dios lo perdona todo. No hay pecado en la tierra que Dios no perdone al que se arrepiente de corazón. No existe pecado humano capaz de agotar el amor infinito de Dios. Porque ¿qué pecado puede superar en magnitud el amor de Dios? Piensa siempre en tu arrepentimiento y destierra todo el temor. Tú no puedes imaginarte cómo te ama Dios, aunque tenga que amarte como pecadora.
Fyodor Dostoevsky (Los hermanos Karamazov)
El amor es un tesoro tan inestimable que a cambio de él puedes adquirir el mundo entero y redimir, no sólo tus pecados, sino los pecados de los demás.
Fyodor Dostoevsky (Los hermanos Karamazov)
Por medio del amor, que es el que lo hace todo. Procure amar al prójimo con un ardor inextinguible. A medida que vaya usted progresando en el amor al prójimo, se irá convenciendo de la existencia de Dios y de la inmortalidad del alma.
Fyodor Dostoevsky (Los hermanos Karamazov)
La ingratitud es lo único que puede enfriar, e inmediatamente, mi amor activo por la humanidad. En una palabra, que, al amar, trabajo por un salario y exijo recibirlo inmediatamente en forma de elogios y de un amor como el mío. De otro modo, no me es posible amar a nadie.
Fyodor Dostoevsky (Los hermanos Karamazov)
Qué es el amor? Le preguntó una niña de cinco años a su hermano mayor. Y él le respondió: —El amor es cuando tú me robas cada día mi trozo de chocolate del almuerzo y yo, aun así, sigo dejándolo en el mismo sitio para ti todos los días.   E
Lorena Franco (La viajera del tiempo)
¿Quién los querrá si yo me muero? Y, mientras yo viva, ¿quién sino ellos me querrán, con todos mis defectos? El Señor ha hecho bien las cosas al hacer la especia humana, pues incluso un hombre de mi condición cuenta con el amor de algún otro ser humano.
Fyodor Dostoevsky (Los Hermanos Karamazov (Spanish Edition))
«Cuanto hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis». Esas palabras del Señor nos enseñan que «a la caída de la tarde nos examinarán en el amor» (San Juan de la Cruz), y en especial del amor a nuestros hermanos necesitados. Es una llamada a la compasión.
Jacques Philippe (La paz interior)
Lo comprendo todo perfectamente, Iván: desearíamos amar con el corazón y con el vientre: lo has expresado a la perfección. Me encanta tu ardiente amor a la vida. A mi entender, se debe amar la vida por encima de todo.
Fyodor Dostoevsky (Los Hermanos Karamazov (Spanish Edition))
A mi juicio, el amor de Cristo a los hombres es una especie de milagro que no puede existir en la tierra. Él era Dios y nosotros no somos dioses.
Fyodor Dostoevsky (Los Hermanos Karamazov (Spanish Edition))
No descendiste de la cruz cuando se burlaban de ti y te gritaban entre risas: '¡Baja de la cruz y creeremos en ti!' No lo hiciste porque de nuevo te negaste a subyugar al hombre por medio de un milagro. Deseabas una fe libre y no inspirada por lo maravilloso; querías un amor libre y no los serviles transportes de unos esclavos aterrorizados. Otra vez te forjaste una idea demasiado elevada del hombre, pues los hombres son esclavos aunque hayan nacido rebeldes. Examino los hechos y juzga. Después de quince siglos largos, ¿a quién has elevado hasta ti? Te aseguro que el hombre es más débil y más vil de lo que creías. En modo alguno puede hacer lo que tú hiciste. El gran aprecio en que le tenías ha sido un perjuicio para la piedad. Has exigido demasiado de él, a pesar de que le amabas más que a ti mismo. Si le hubieses querido menos, le habrías impuesto una carga más ligera, más en consonancia con tu amor. El hombre es débil y cobarde. No importa que ahora se levante en todas partes contra nuestra autoridad y se sienta orgulloso de su rebeldía. Es el orgullo de los escolares amotinados que han apresado al profesor. La alegría de estos rapaces se extinguirá y la pagarán cara.
Fyodor Dostoevsky (Los Hermanos Karamazov (Spanish Edition))
—¿Qué es el amor? Le preguntó una niña de cinco años a su hermano mayor. Y
Lorena Franco (La viajera del tiempo)
Queridos hermanos y hermanas, al leer esta narración, cada uno de nosotros está llamado a comprender que en la oración de petición al Señor no debemos esperar una realización inmediata de aquello que pedimos, de nuestra voluntad, sino más bien encomendarnos a la voluntad del Padre, leyendo cada acontecimiento en la perspectiva de su gloria, de su designio de amor, con frecuencia misterioso a nuestros ojos. Por ello, en nuestra oración, petición, alabanza y acción de gracias deberían ir juntas, incluso cuando nos parece que Dios no responde a nuestras expectativas concretas. Abandonarse al amor de Dios, que nos precede y nos
Pope Benedict XVI (La oración de Jesús (Documentos MC) (Spanish Edition))
El padre Bugingo nos contó que Martin Gray se comprometió a vivir un vida dirigida por el amor, incluso después de haber presenciado las horribles muertes de su madre y sus dos hermanos en un campo de concentración nazi. Años después, Gray perdió a su mujer y sus cuatro hijos en un incendio en el bosque… y aún no se dio por vencido. —Martin Gray ha vivido su vida con amor –predicó el padre Bugingo–. No fue derrotado por el genocidio, y no se dejó llevar por el odio o la venganza cuando escapó. Dejó a su corazón vivir y empezar su propia familia. Cuando un incendio mató a esta familia, no desesperó; se dedicó a la conservación forestal. La vida no desgastó el amor que Dios puso en su corazón, poco importó el mucho sufrimiento que le puso en el camino. Seguid su ejemplo; vivid vuestra vida como Martin Gray la vivió.
Inmaculée Ilibagiza (Mi viaje hacia el perdón (Palabra hoy) (Spanish Edition))
Podemos estar seguros de que nunca morirá y no hay manera de saber cuándo nació. El Gran Hermano es la concreción con que el Partido se presenta al mundo. Su función es actuar como punto de mira para todo amor, miedo o respeto, emociones que se sienten con mucha mayor facilidad hacia un individuo que hacia una organización
George Orwell (1984)
—Adoro los tiernos brotes primaverales y el cielo azul. La inteligencia y la lógica no desempeñan en esto ningún papel. Es el corazón el que ama, es el vientre… Amamos las primeras fuerzas de nuestra juventud ¿Entiendes algo de este galimatías, Aliosha? — Lo comprendo todo perfectamente, Iván. Desearíamos amar con el corazón y con el vientre: lo has expresado a la perfección. Me encanta tu ardiente amor a la vida. A mi entender, se debe amar la vida por encima de todo. — ¿Incluso más que al sentido de la vida? — Desde luego. Hay que amarla antes de razonar, sin lógica, como has dicho. Sólo entonces se puede comprender su sentido.
Fyodor Dostoevsky (Los hermanos Karamázov)
Diré en primer lugar que este joven, Aliosha, no era de ningún modo un fanático ni, en mi opinión al menos, un místico. Expresaré desde el principio mi parecer sin reservas: era sencillamente un filántropo precoz y, si se había adentrado en la senda de la vida monástica, eso se debía tan solo a que era en aquel tiempo la única que le había impresionado, la única en la que veía, por así decir, un ideal, una salida para su alma, ansiosa de abandonar las tinieblas del mal del mundo y ascender hacia la luz del amor.
Fyodor Dostoevsky (Los hermanos Karamázov)
No le quepa duda: usted le ama a él y sólo a él. Y su amor está en proporción con sus ofensas. Esto es lo que la atormenta. Usted le ama tal como es, con su mal comportamiento. Si se enmendara, dejaría de amarlo inmediatamente y lo abandonaría. Usted lo necesita para contemplar en él su propia lealtad heroica y reprocharle su traición. Todo esto es orgullo. Se siente usted humillada, pero la culpa es de su orgullo.
Fyodor Dostoevsky (Los Hermanos Karamazov (Spanish Edition))
Se dice que la humanidad, acortando las distancias y transmitiéndose los pensamientos por el espacio, se unirá cada vez más estrechamente, y que reinará la fraternidad. Pero no creáis en esta unión de los hombres. Al considerar la libertad como el aumento de las necesidades y su pronta saturación, se altera su sentido, pues la consecuencia de ello es un aluvión de deseos insensatos, de costumbres e ilusiones absurdas. Esos hombres sólo viven para envidiarse mutuamente, para la sensualidad y la ostentación. Ofrecer banquetes, viajar, poseer objetos valiosos, grados, sirvientes, se considera como una necesidad a la que se sacrifica el honor, el amor al prójimo e incluso la vida, pues, al no poder satisfacerla, habrá quien llegue al suicidio.
Fyodor Dostoevsky (Los Hermanos Karamazov (Spanish Edition))
Dios llena mi pensamiento, y esta idea me atormenta. ¿Qué ocurriría si Dios no existiera, si, como afirma Rakitine, fuera sólo un concepto creado por la humanidad? En este caso el hombre sería el rey de la tierra, del universo. Perfectamente. ¿Pero puede ser el hombre virtuoso sin Dios? ¿A quién amará? ¿A quién cantará himnos de agradecimiento? Rakitine se ríe de esto; dice que se puede amar a la humanidad sin Dios. Pero esto es algo que yo no puedo comprender. La vida es fácil para Rakitine. Hoy me ha dicho: 'Lucha por la extensión de los derechos cívicos o por impedir que se eleve el precio de la carne. De este modo demostrarás más amor a la humanidad y le prestarás mejores servicios que con toda la filosofía'.
Fyodor Dostoevsky (Los Hermanos Karamazov (Spanish Edition))
Amad a toda la creación en conjunto y a cada uno de sus elementos: amad a cada hoja del ramaje, a cada rayo de luz, a los animales, a las plantas... Amando a las cosas comprenderéis el misterio divino de todas ellas. Y una vez comprendido, penetraréis en esta comprensión cada vez más. Y terminaréis por amar al mundo entero con un amor universal.
Fyodor Dostoevsky (Los Hermanos Karamazov (Spanish Edition))
Padres míos, ¿qué es el infierno? Yo lo defino como el sufrimiento de no poder amar. En un punto, en un instante del espacio y del tiempo infinitos, un ser espiritual tiene la posibilidad, mediante su aparición en la tierra, de decirse: 'Existo y amo'. Sólo por una vez se le ha concedido un momento de amor activo y viviente. Para este fin se le ha dado la vida terrestre, de tiempo limitado.
Fyodor Dostoevsky (Los Hermanos Karamazov (Spanish Edition))
el amor de Dios y su gracia pueden perdonar y restaurar cualquier pecado u ofensa. No importa quién eres ni lo que has hecho. No importa si has oprimido o incluso asesinado a gente, o cuánto has abusado de ti mismo. El hermano menor sabía que en la casa del padre había “comida de sobra”, pero también descubrió que había gracia de sobra. No hay ningún mal que el amor del padre no pueda perdonar y cubrir, y no hay pecado que desafíe a su misericordia.
Timothy J. Keller (El dios pródigo: El redescubrimiento de la esencia de la fe cristiana)
Queridos hermanos y hermanas, miremos a Cristo traspasado en la cruz. Él es la revelación más impresionante del amor de Dios, un amor en el que eros y agapé, lejos de contraponerse, se iluminan mutuamente. En la cruz Dios mismo mendiga el amor de su criatura: tiene sed del amor de cada uno de nosotros. El apóstol Tomás reconoció a Jesús como «Señor y Dios» cuando metió la mano en la herida de su costado. No es de extrañar que, entre los santos, muchos hayan encontrado en el Corazón de Jesús la expresión
Anonymous
Piense en ese hermano o hermana a quien no se ha molestado en conocer porque no piensa que serán compatibles. Piense en esa persona con la que tiene una relación rota y no ha querido repararla. Ahora considere que esa misma persona ama y adora al mismo Señor que usted. Considere que el mismo Señor que murió por usted, también murió por él, o ella. Me pregunto si su entendimiento del evangelio de Jesucristo–las buenas nuevas de que Jesús le salvó sin que usted lo mereciera–es lo suficientemente profundo como para tragarse las pequeñas críticas que tiene contra sus hermanos y hermanas. Me pregunto si es lo suficientemente profundo como para enterrar las ofensas que han cometido en su contra, incluyendo las más dolorosas, y como para llevarle a perdonarlos y amarlos justo como Jesús mismo lo ha hecho por usted. Me pregunto si la vastedad del amor de Dios por usted ha incrementado su amor por los demás.
Greg Gilbert (¿Qué es el Evangelio? (Spanish Edition))
Este libro es para que te enamores de la historia de amor entre dos personas muy cercanas, demasiado cercanas. Lochan y Maya son hermanos y estan sumamente enamorados el uno al otro. Forbidden narra una historia muy dulce hasta que te das cuenta que te está llevando a tu propia destrucción emocional
Anonymous
«Ideale se calló. Miró al hermano, y finalmente entendió que su mirada, en aquella tarde, durante sus conversaciones no estaba, como había creído, lleno de la pasión por la política y los argumentos que debatían. Lo miró y vio en sus ojos la misma luz de amor que había visto en los ojos del padre, y pensó en cómo dan vuelta las cosas y vuelven a ser iguales y diferentes, ya que el tiempo nos las restituye con su proceder en espiral.» p. 166 [edición italiana].
Ugo Riccarelli (Il dolore perfetto)
¿Qué es el honor, comparado con el amor de una mujer? ¿Qué es el deber, comparado con el calor de un hijo recién nacido entre los brazos, o el recuerdo de la sonrisa de un hermano?
George R.R. Martin (A Game of Thrones (A Song of Ice and Fire, #1))
Entre más nos acerquemos a Dios, más nos aproximaremos a nuestro talento natural de proteger a nuestros hermanos.* Entre más alineados estemos con el amor de Dios, podremos ser amigos más sinceros. Sabremos cómo estar allí, cómo decir la palabra correcta, cómo dar un consejo a las personas que amamos.
Marianne Williamson (Don del Cambio, El: Una Guia Espiritual para Transformar Su Vida Radicalmente (Spanish Edition))
Se esfuerza generosamente por hacer el bien y acoge con alegría y gratitud el que le procura el prójimo, pero con inmensa libertad, porque su sostén está más allá: sólo en Dios. Sus debilidades no lo inquietan, ni se enfada con los demás porque no siempre correspondan a lo que espera de ellos. Su apoyo en Dios lo mantiene protegido de cualquier contratiempo y le concede una gran libertad interior que pone enteramente al servicio de Dios y de sus hermanos, con la alegría de corresponder con amor al amor. 5.
Jacques Philippe (La libertad interior)
Me enseñaste que la vida es mejor si la recibes con una sonrisa, incluso aunque no tengas demasiados motivos para sonreír. Me enseñaste que, si tienes un sueño, es tu obligación perseguirlo. Me enseñaste que confiar tus mayores miedos a la persona de la que estás enamorado puede hacerte más digno de su amor
Abril Camino (Mark y Alice: el futuro perfecto (Hermanos Sullivan, #4))
Emily se había creído tan imposible de hundir como habían creído al Titanic un siglo antes. La expresión que vio en Travis fue un disparo directo a su línea de flotación emocional
Abril Camino (Travis y Emily: el pasado imperfecto (Hermanos Sullivan, #2))
Hoy, hermanos, estamos aquí reunidos para dar gracias a la divina bicicleta. No solo le debemos nuestra gratitud más piadosa por el precioso e inefable amor que nos ha dado sino también, por la multitud de memorias sembradas a lo largo de toda nuestra vida deportiva y que hoy se han hecho más sólidas. En mi caso personal, la amo porque me ha dado un alma capaz de apreciarla; la amo por haberme atrapado el corazón con los radios de sus ruedas, por haberme rodeado en una etapa de mi vida con su armonioso cuadro, y por haberme iluminado constantemente con el brillo victorioso de sus piñones niquelados. A
Ignacio G. Iglesias (Los años heroicos del Tour de Francia (1903-1914))
Quizá en el fondo se quieran bastante, aunque eso del amor entre hermanos lleve consigo la cuota de mutua exasperación que otorga la costumbre.
Mario Benedetti (La tregua)
generalmente se equivocan sobre el sentido de la palabra "amor" en esta circunstancia; Jesús no entendió, por esas palabras, que se deba amar a su enemigo con el cariño que se tiene a un hermano o a un amigo; la ternura supone confianza, y no se puede tener confianza en aquél que se sabe que es capaz de hacernos mal, y no se pueden tener con él las expansiones de la amistad, porque se sabe que seria capaz de abusar de ellas; entre las personas que desconfían unas de otras, no pueden existir los arranques de simpatía que existen entre aquellos que son de una misma comunión de pensamientos; en fin, no puede tenerse el mismo placer encontrándose con un enemigo que con su amigo. Este sentimiento es también el resultado de una ley física: la de la asimilación y de la repulsión de los fluidos: el pensamiento malévolo dirige una corriente fluidica cuya impresión es penosa; el pensamiento benévolo nos envuelve en una emanación agradable y de aquí resulta la diferencia de sensaciones que se experimentan al aproximarse un amigo o un enemigo. Amar a sus enemigos, no puede, pues, significar que no debe hacerse ninguna diferencia entre ellos y los amigos; este precepto parece difícil y aun imposible de practicar, porque se cree falsamente que prescribe que demos a ambos el mismo puesto en el corazón. Si la pobreza de las lenguas humanas obliga a servirse de la misma palabra para expresar diversos grados de sentimiento, la razón debe establecer la diferencia según los casos. Amar a sus enemigos, no es tenerles un afecto que no está en la naturaleza, porque el contacto de un enemigo hacer latir el corazón de muy diferente modo que el de un amigo; es no tenerle ni odio, ni rencor, ni deseo (le venganza; es perdonarle "sin segunda intención y sin condición" el mal que nos hace, sin Poner ningún obstáculo a la reconciliación; es desearles bien en vez de quererles ni al, alegrarse en vez de afligirse (leí bien que les acontece, tenderles una mano caritativa en caso (le necesidad, abstenerse "en palabras y en acciones" de todo lo que puede perjudicarles; es' en fin, volverles siempre bien por mal, "sin intención de humillarles". Cualquiera que haga esto, llena las condiciones del mandamiento: "Amad a vuestros enemigos".
Allan Kardec (El Evangelio segun los Espiritus (Spanish Edition))
El odio 10. Amáos unos a otros y seréis felices. Procurad, sobre todo, amar a los que os inspiran indiferencia, odio o desprecio. Cristo, vuestro modelo, os dio ese ejemplo de abnegación; misionero de amor, amó hasta dar su sangre y su vida. El sacrificio que os obliga a amar a los que os ultrajan y os persiguen, es penoso; pero esto es precisamente lo que os hace superiores; si los aborreciéseis como ellos os aborrecen, no valdríais más que ellos; es la hostia sin mancha ofrecida a Dios en el altar de vuestros corazones, hostia de agradable aroma cuyos perfumes suben hasta El. Aunque la ley de amor quiera que indistintamente se ame a todos los hermanos, no endurece el corazón contra los malos procederes; por el contrario, la prueba es más penosa, lo sé, puesto que durante mí última existencia terrestre, experimenté ese tormento; pero Dios existe y castiga en esta vida y en la otra a los que faltan a la ley de amor. No olvidéis, queridos hijos, que el amor os aproxima a Dios y que el odio os aleja de El. (Fenelón, Bordeaux, 1861).
Allan Kardec (El Evangelio segun los Espiritus (Spanish Edition))
INSTRUCIONES DE LOS ESPÍRITUS La ley de amor 8. El amor resume toda la doctrina de Jesús, porque es el sentimiento por excelencia, y los sentimientos son los instintos elevados a la altura del progreso realizado. El hombre en su origen sólo tiene instintos; más adelantado y corrompido, sólo tiene sensaciones; pero instruido y purificado, tiene sentimientos, y el punto exquisito del sentimiento es el amor; no el amor en el sentido vulgar de la palabra, sino ese sol interior que condensa y reúne en su ardiente foco todas las aspiraciones y todas las revelaciones sobrehumanas. La ley de amor reemplaza a la personalidad por la fusión de los seres, y aniquila las miserias sociales. ¡Feliz aquel que, elevándose sobre su humanidad, quiere con grande amor a sus hermanos doloridos! ¡Feliz aquel que ama, porque no conoce ni la carestía del alma ni la del cuerpo; sus pies son ligeros y vive como transportado fuera de sí mismo! Luego que Jesús hubo pronunciado esta divina palabra: amor, hizo con ella estremecer a los pueblos, y los mártires, embriagados de esperanza, descendían al circo. El Espiritismo, a su vez viene a pronunciar la segunda palabra del alfabeto divino; estad atentos, porque esa palabra levanta la piedra de las tumbas vacías, y la "reencarnación", triunfando de la muerte revela al hombre ofuscado su patrimonio intelectual; ya no le conduce a los suplicios, sino a la conquista de su ser elevado y transfigurado. La sangre ha rescatado al espíritu y el espíritu debe rescatar hoy al hombre de la materia. He dicho que el hombre en su principio sólo tiene instintos; aquel, pues, en quien dominan los instintos está más próximo al punto de partida que al fin. Para adelantar hacia éste, es preciso vencer los instintos en provecho de los sentimientos, es decir, perfeccionar éstos sofocando los gérmenes latentes de la materia. Los instintos son la germinación y los embriones del sentimiento; llevan consigo el progreso, como la bellota encierra la encina; y los seres menos avanzados son los que permanecen avasallados por sus instintos. El espíritu debe ser cultivado como un campo: toda la riqueza futura depende del trabajo presente, y más que bienes terrestres os traerá la gloriosa elevación; entonces será cuando, comprendiendo la ley de amor que une a todos los seres, buscaréis en ella los suaves goces del alma, que son los preludios de los goces celestes. (Lázaro. París, 1862).
Allan Kardec (El Evangelio segun los Espiritus (Spanish Edition))