Amor A Primera Vista Quotes

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—También te amo —dijo él, retrocediendo después de un momento—. Creo que te he amado desde hace meses. Nunca he creído en el amor a primera vista, pero sí creo en el destino. Cada situación de mierda que has tenido que superar te trajo hasta aquí. Nunca he sentido esto por nadie, y es porque he estado esperando por ti, no lo sabía hasta que llegaste aquí.
Tiffany King (Wishing for Someday Soon)
A modo de disculpa le pregunte si creía en los amores a primera vista "claro que si", me dijo. "Los imposibles son los otros".
Gabriel García Márquez (Strange Pilgrims: Twelve Stories)
Todo el mundo sabe lo que es un flechazo, el amor a primera vista; no hay forma de explicarlo. Sucede, no cabe duda de que sucede: una mirada, un gesto, en los que se decide toda una vida.
George Steiner (Un largo sábado: Conversaciones con Laure Adler)
El amor a primera vista es real. Es el santo grial de las historias de amor. Las miradas de la pareja conectan y en ese mismo instante compartes cada secreto y vulnerabilidad, cada esperanza y cada miedo, y todo eso pasa en meros segundos, pero son mágicos.
Anyta Sunday (Piscis pesca a Tauro (Signos de amor, #4))
Nunca se habían hablado, eran totales desconocidos, pero algo en la energía que se transmitían provocaba que él lo siguiese como una polilla seguía a la luz.
P.A. Steller
Fue un amor a primera vista, aunque, eso sí, rodeado de imposibles, como ocurre, después de todo, siempre que alguien se enamora de un personaje inalcanzable y célebre.
Hortensia Campanella (Una guía para leer a Mario Benedetti (Spanish Edition))
Era amor a primera vista, a última vista, a cualquier vista.
Vladimir Nabokov (Lolita (Spanish Edition))
- Lincoln? - preguntó ella. - ¿Sí? - ¿Crees en el amor a primera vista? - No lo sé -dijo Lincoln-, ¿tú crees en el amor antes de eso?
Rainbow Rowell
Resulta fácil entender que exista el amor a primera vista. Mas lo prodigioso es que haya amor entre dos personas que se han mirado durante muchos años.
S.L.
—Supe que quería hacerte sentir bien desde que nos vimos la primera vez en el parque, Lewis. —Tienes mucha labia, pero te advierto que no creo en el amor a primera vista. —¿Y en el amor a primeras palabras?
Anna Pólux (Cosas del destino (I): El diario de Claire Lewis)
Y mi opinión es… el amor a primera vista existe, igual que existen las bombas de neutrones, los cables de alta tensión y otras cosas que provocan una muerte segura. ¿Qué hacer para evitarlo? ¡Mira para otro lado, bonita! O ponte gafas de sol…
Begoña Oro (Pomelo y limón)
No he mentido cuando he dicho que no creía en el amor a primera vista. Hace falta tiempo para enamorarse verdaderamente de alguien. Sin embargo, creo en los momentos. Ese momento en que vislumbras qué hay verdaderamente en el interior de alguien y ese alguien vislumbra qué hay verdaderamente en tu interior. En ese momento, dejas de pertenecerte, al menos por completo. Una parte de ti le pertenece a él y una parte de él te pertenece a ti. Después, ya no puedes recuperarla, por mucho que quieras o lo intentes.
Claudia Gray (A Thousand Pieces of You (Firebird, #1))
La veritat és que no té a veure amb l'amor a primera vista, sinó que més aviat s'assembla als moviments gravitatoris. Quan tu la veus, ja no és la Terra que et sosté, sinó ella, que passa a ser l'únic que importa. Faries i series qualsevol cosa per ella, et convertiries en el que ella necessités, tant si és el seu protector, el seu amant, el seu amic com el seu germà.
Stephenie Meyer (Eclipse)
El amor a primera vista es como mirar al Sol fijamente. Después de hacerlo, es imposible ver otra cosa que un montón de estrellitas brillantes, como pequeñas sucursales del Sol. Pues cuando ves a alguien del que te enamoras a primera vista, pasa igual. Desde la primera vez que ves a esa persona, ya no ves otra cosa. Todo te hace pensar en ella. El mundo es una sucursal de él.
Begoña Oro
Ya he probado las prisas, el sexo expres y los amores precipitados, la abolicion de los preliminares, los ombligos pasajeros, los te quiero a primera vista, los cuerpos fugaces, las bodas en las vegas, las cremalleras atropelladas, me enamore de desconocidas y las desquise a contrarreloj. Ya no quiero eso. Necesito un amor a fuego lento.
Marwán Abu-Tahoun Recio
Me preguntas cómo me volví loco. Ocurrió así: Un día, mucho antes de que nacieran los dioses, desperté de un profundo sueño y descubrí que se habían robado todas mis máscaras, las siete máscaras que había modelado y usado en siete vidas. Hui sin la máscara por las atestadas calles gritando: “¡Ladrones! ¡Ladrones! ¡Malditos ladrones!” Hombres y mujeres se reían de mí, y algunos corrieron a sus casas temerosos de mí. Y cuando llegué a la plaza del mercado, un muchacho de pie sobre el techo de una casa, gritó: “¡Es un loco!” Alcé la vista para mirarlo y por primera vez el sol besó mi rostro desnudo. Por primera vez el sol besó mi rostro desnudo, y mi alma se inflamó de amor por el sol y ya no deseé más mis máscaras. Como en éxtasis grité “¡Benditos, benditos sean los ladrones que me han robado mis máscaras!” Así fue como me volví loco.
Molière (50 Obras Maestras que Debes Leer Antes de Morir: Vol.8 (Los Más Vendidos en Español) (Spanish Edition))
En un libro de Alfonso Karr, titulado "Am Rauchem", hay un hombre que sigue por la noche a una mujer muy elegante, de quien se ha enamorado a primera vista, tan bella es. Por besar la mano de esta mujer, se halla con fuerzas para emprenderlo todo, con voluntad para conquistarlo todo, con coraje para efectuarlo todo. No se atreve casi a mirar el tobillo coqueto que descubre ella a fin de no manchar su vestido al contacto del polvo. Mientras él sueña en todo lo que haría para poseer a esa mujer, ella le para en la esquina de una calle y le invita a subir con ella. Desvía él la cabeza, cruza la calle y vuelve muy triste a su casa. Recordé este estudio psicológico, y yo, que habría desea sufrir por aquella mujer, temía que me aceptara ella de buenas a primeras y me otorgara demasiado pronto un amor que, por mi parte, habría querido pagar con una larga espera o con un gran sacrificio.
Alexandre Dumas fils (La Dama de Las Camelias)
Se vieron el sábado siguiente y todos los demás sábados de otoño, con Ferguson desplazándose en autobús desde Nueva Jersey hasta la terminal de Port Authority y cogiendo luego la línea IRT del metro hasta la calle Setenta y dos Oeste, donde se apeaba para luego caminar tres manzanas en dirección norte y otras dos en dirección oeste hasta el piso de los Schneiderman en Riverside Drive esquina con la Setenta y cinco, apartamento 4B, que se había convertido en la dirección más importante de la ciudad de Nueva York. Salidas a diversos sitios, casi siempre los dos solos, de vez en cuando con amigos de Amy, cine extranjero en el Thalia de Broadway esquina con la calle Noventa y cinco, Godard, Kurosawa, Fellini, visitas al Met, al Frick, al Museo de Arte Moderno, los Knicks en el Garden, Bach en el Carnegie Hall, Beckett, Pinter y Ionesco en pequeños teatros del Village, todo muy cerca y a mano, y Amy siempre sabía adónde ir y qué hacer, la princesa guerrera de Manhattan le enseñaba cómo orientarse por la ciudad, que rápidamente llegó a convertirse en su ciudad también. No obstante, pese a todas las cosas que hacían y todo lo que veían, lo mejor de aquellos sábados era sentarse a charlar en las cafeterías, la primera serie de incesantes diálogos que continuarían durante años, conversaciones que a veces se convertían en feroces discusiones cuando sus puntos de vista diferían, la buena o mala película que acababan de ver, la acertada o desacertada idea política que uno de ellos acababa de expresar, pero a Ferguson no le importaba discutir con ella, no le interesaban las chicas facilonas, las pánfilas llenas de mohínes que sólo perseguían imaginarios ritos amorosos, eso era amor de verdad, complejo, hondo y lo bastante flexible para albergar la discordia apasionada, y cómo no podría amar a aquella chica, con su implacable y penetrante mirada y su risa inmensa, retumbante, la excitable e intrépida Amy Schneiderman, que un día iba a ser corresponsal de guerra, revolucionaria o doctora entregada a los pobres. Tenía dieciséis años, casi diecisiete. La pizarra vacía ya no lo estaba tanto, pero aún era lo bastante joven para saber que podía borrar las palabras ya escritas, suprimirlas y empezar de nuevo siempre que su espíritu la impulsara a ello.
Paul Auster (4 3 2 1 (Biblioteca Formentor) (Spanish Edition))
—No hay un solo pueblo que haya organizado su vida según los principios de la razón y la ciencia. No ha habido nunca un ejemplo de ello, o quizá sólo durante un momento y eso por estupidez. El socialismo, por su índole misma, tiene que ser ateísmo, puesto que proclama desde el primer momento que es una institución atea y que trata de organizarse exclusivamente según los principios de la ciencia y la razón. Ahora bien, en la vida de los pueblos, la ciencia y la razón han cumplido un menester tan secundario como auxiliar; y lo seguirán cumpliendo por los siglos de los siglos. Los pueblos se forman y mueven por otro género de fuerza que los conduce y rige, cuyo origen es desconocido e inexplicable. Esa fuerza es la del anhelo infatigable de llegar hasta el fin, al mismo tiempo que niegan que haya un fin. Es el espíritu de la vida, o, como dice la Escritura, «los ríos de agua viva» con cuya posibilidad de secarse nos intimida el Apocalipsis. Es un principio estético, como dicen los filósofos, un principio ético con el cual lo identifican. La «búsqueda de Dios», como yo lo llamo de modo más sencillo. La meta de todo movimiento popular, en cualquier pueblo y momento de su existencia, es únicamente la búsqueda de Dios, de su Dios, del suyo propio, y de la fe en él como único verdadero. Dios es la personalidad sintética de todo un pueblo, considerada desde el principio hasta el fin. Nunca se ha dado el caso de que todos los pueblos, o muchos de ellos, tengan un solo Dios común, sino que siempre ha tenido cada uno el suyo. Cuando los dioses comienzan a ser comunes, ocurre la primera señal de descomposición de la nacionalidad. Cuanto más poderoso es un pueblo, más individual debe ser su dios. No hay pueblo sin religión, es decir, sin noción del bien y del mal. Ahora, cuando entre muchos pueblos surgen nociones comunes del bien y del mal, esos pueblos mueren, y hasta la misma diferencia entre el bien y el mal comienza a desdibujarse y termina desapareciendo. Nunca ha podido la razón definir el bien y el mal, ni distinguir siquiera aproximadamente el bien del mal; al contrario, los ha mezclado de manera vergonzosa y lamentable. La ciencia sin embargo no ha dado sino soluciones basadas en la fuerza bruta. En ello ha descollado en particular la semiciencia, el más terrible azote de la humanidad, peor que cualquier peste, peor que el hambre y la guerra. La semiciencia es un déspota de una fauna jamás vista hasta ahora, un déspota que tiene sus sacerdotes y sus esclavos, un déspota ante quien todos hincan la frente con amor y temor supersticioso inconcebibles hasta ahora, y ante quien tiembla y se rinde vergonzosamente la ciencia misma. Éstas son las mismísimas palabras de usted, Stavrogin, salvo las referentes a la semiciencia. Ésas son mías, porque yo no tengo más que semiciencia y, por lo tanto, le tengo un odio especial. Además, no he cambiado ni una sola de sus palabras y tampoco ni una sola de sus ideas.
Fyodor Dostoevsky (Demons)
El verdadero «te amo» se va armando con cada historia juntos, pasando por las dificultades aceptando defectos, asumiendo compromiso y amor a esa historia juntos. El «te amo» verdadero se demora en armar y se sustenta en el tiempo; no existe el amor a primera vista, lo que existe es pura atracción erótica o física o atracción a la personalidad. El «te amo» verdadero es en un comienzo enamoramiento y luego la realidad lo convierte en un amor real y sólido.
Tomas angulo (El amor es mucho más que decir te amo (Spanish Edition))
El amor a primera vista tiene elementos de activación inmediata en el sistema nervioso central, la conexión en serie del hipocampo, el sistema límbico, los ganglios basales y la corteza cerebral son fundamentales para evaluar al ser amado. Los incrementos de neurotransmisores en el espacio sináptico como dopamina y serotonina y de algunas hormonas neuromoduladoras como la oxitocina y la vasopresina constituyen las bases del inicio/mantenimiento de una actitud, de conductas y decisiones de mantener una relación con la pareja.
Eduardo Calixto (Un clavado a tu cerebro: Descubre cómo tus neuronas actúan en el amor, la sexualidad, el estrés y las emo (Spanish Edition))
Vine, vi, me perdí.
Abhijit Naskar (Ingan Impossible: Handbook of Hatebusting)
Devocional 29 Tolera Es un hecho que en ocasiones nos cuesta mucho aceptar y comprender a los demás cuando no estamos de acuerdo con su manera de pensar o de ser. De hecho, muchas relaciones se ven afectadas porque no somos capaces de ser empáticos, de ponernos en el lugar del otro y tratar de entender sus razones, o al menos los sentimientos que se ocultan detrás de su comportamiento. Es un hecho que todos somos diferentes, por eso necesitamos aprender a escucharnos para así entender el punto de vista de los demás, antes de juzgarlos de forma apresurada y dañarlos. Por esta razón, la Biblia nos da un sabio consejo: «Acéptense unos a otros, así como Cristo los ha aceptado. Acéptense para honrar a Dios» (Romanos 15:7). Esto quiere decir que Dios quiere que tengamos relaciones saludables con los demás, y por eso nos dice que una manera de honrarlo es aceptándonos mutuamente. Además, Dios dice a través de su palabra que no debemos enojarnos, ni amargarnos unos con otros (Colosenses 3:13). Y necesitamos aplicar esto, porque los desacuerdos, nos gusten o no, son parte del día a día de las relaciones de pareja, familiares, con nuestros amigos e incluso las laborales. Pero el problema no son los desacuerdos. Los conflictos se presentan cuando no estamos en la capacidad de escuchar y manejamos la situación gobernados por la ira, el orgullo y la prepotencia. Ninguna de estas tres son buenas consejeras ya que siempre nos llevarán a buscar tener la razón a como dé lugar, sin importar si pasamos por encima de los sentimientos del otro. En cuanto a esto, la epístola a los Colosenses nos enseña lo siguiente: «… más bien, perdónense unos a otros. Cuando alguien haga algo malo, perdónenlo». ¿Sabes por qué?, porque precisamente así es como Dios ha demostrado su amor para con nosotros: soportándonos, tolerándonos, perdonándonos y aceptándonos a pesar de nuestras equivocaciones. ¿Recuerdas el relato bíblico que narra aquel momento cuando los fariseos llegaron ante Jesús con la mujer adúltera? Ellos estaban esperando a que Él diera una orden para apedrearla. Pero cuando Jesús les dijo: «El que esté sin pecado que tire la primera piedra», sin duda cambiaron sus planes. Ahora me gustaría saber, si hubieras estado en el lugar de Jesús, ¿cuál habría sido tu respuesta? Dios quiere que manifestemos su amor siendo respetuosos y tolerantes con los demás. Es más, el amarnos los unos a los otros es un mandamiento dado directamente por Jesús, así que no podemos decir que amamos a Dios si no lo hacemos con el prójimo (1 Juan 4:21). Así que no juzgues a otros sin conocer sus intenciones, porque si no, serás juzgado de la misma manera (Mateo 7:2). No hemos sido llamados para descalificar a otros, sino a amar y a restaurar. En Hebreos 12:14 dice que debemos procurar la paz con todos. Pero es necesario aclarar que cuando hablamos de tolerancia no quiere decir que debamos aprobar un acto indebido. Según el Diccionario de la lengua española, la palabra tolerar significa «llevar con paciencia». En ningún sentido quiere decir aprobar o participar en aquello que ofende a Dios. Esto lo podemos ver en la actitud que Él tiene hacia nosotros: el Señor tiene las puertas abiertas para todos y si nos acercamos a su presencia, no nos echa afuera. Pero Él desea restaurarnos porque nos ama. Fíjate en el caso de la mujer adúltera. Jesús no permitió que la apedrearan y confrontó a los fariseos; pero de ningún modo aprobó el acto de adulterio, por eso le dijo: «¡Vete y no peques más!». Jesús nunca juzgó a los demás, buscó restaurar al otro desde su amor. Acepta y tolera a los demás como Dios lo ha hecho contigo. Recuerda que también Él te perdonó y te restauró a pesar de tus errores.
Rodrigo Riaño del Castillo (Diario de un vencedor: Un plan de acción para conectar con Dios y su propósito (Spanish Edition))
Maribel nos contó que Florian había dicho que con ella había sentido un flechazo, palabra que no tenía una traducción exacta al francés, la alternativa más evocadora y cercana que se nos ocurrió fue coup de foudre, porque «amor a primera vista» era demasiado prolijo y cursi, y Tarentina conjeturó que, por lo tanto, quienes solo hablaban inglés resultaban prolijos y cursis a causa de su limitación verbal porque las personas solo pueden experimentar emociones para las que su lengua tiene un nombre.
Patricia Engel (It's Not Love, It's Just Paris)
Para que realmente sea amor a primera vista es necesario estar con la persona en cuestión el tiempo suficiente para que llegue a serlo.
Colleen Hoover (Verity: La sombra de un engaño)
Nunca olvidaré el momento en que su belleza apareció ante mi vista por primera vez. Sabe bien que el paso del tiempo jamás podrá borrarlo de mi memoria. ¿Qué sentí cuando la encantadora criatura entró en la habitación? Su visión fue como la visión de algo maravilloso. Me levanté, la miré con admiración. Adorable Henrietta, ¡qué hermosa es estes! ¡Declaro que es usted divina! Es usted más que mortal. Es usted un ángel. Es usted la misma Venus. En resumen, señora, es usted la muchacha más hermosa que he visto en mi vida. ¿Habías leído alguna vez una obra maestra de la escritura como esta? ¿Alguna vez tal inteligencia, tal sufrimiento, tal pureza de pensamiento, tal fluidez de lenguaje y un amor genuino semejante en una sola página?
Jane Austen (Love and Friendship)
vez, todo estaba allí, en mi interior, todo hasta los mínimos detalles, todos los recuerdos, absolutamente todo. Sí: desde cierto punto de vista, allá la vida había sido más simple, más inequívoca. Me acordé de todo y de todos, repasando hasta a los que no me habían interesado para nada, y también a los que ya sólo existían en mis recuerdos, a todos: a Bandi Citrom, a Pietka, a Bohús, al médico y a todos los demás. Por primera vez pensé en ellos con un ligero sentimiento de reproche, de resentimiento, pero también de amor.
Imre Kertész (Sin destino)
Es esta la cuestión que, hoy en día, se le plantea de nuevo a la juventud trabajadora de la Rusia soviética. Un rápido vistazo sobre la evolución del ideal de las relaciones amorosas y conyugales te ayudará, mi joven camarada, a comprender que el amor no es en absoluto un "asunto particular", como podríamos creerlo a primera vista. El amor es un precioso factor psicosocial por el que la humanidad se ha guiado insintivamente, en interés de la colectividad, a lo largo de su historia. Corresponde a la humanidad trabajadora, armada del método científico del marxismo y receptora de la experiencia del pasado, comprender esto: ¿qué lugar debe reservar la nueva humanidad al amor en las relaciones sociales? ¿Cuál debe ser, por consiguiente el ideal amoroso que responda a los intereses de la clase que lucha por dominar tales relaciones sociales?
Alexandra Kollontai (Autobiografía de una mujer sexualmente emancipada)
Sin embargo, por su apostasía, el ser humano se ha convertido en una criatura rebelde que se opone a su Creador. Se opone a Dios como primera causa, al elegir la auto dependencia, se opone a Dios como el mayor bien al amarse a sí mismo, se opone a Dios como el mayor Señor al elegir su propia voluntad, y se opone a Dios como fin último al buscar su propio interés. Así pues, el ser humano camina en un desorden enorme, y todas sus acciones son irregulares.
Manuel Bento (Guardando el corazón - John Flavel: Un punto de vista puritano acerca de cómo mantener el amor por Dios (Spanish Edition))
Ya he probado las prisas el sexo expres y los amores precipitados la abolicion de los preliminares los ombligos pasajeros los te quiero a primera vista los cuerpos fugaces las bodas en las vegas las cremalleras atropelladas me enamore de desconocidas y las desquise a contrarreloj. Ya no quiero eso. Necesito un amor a fuego lento.
Marwan La triste historia de tu cuerpo sobre el mío.
- ¿Crees en el amor a primera vista? - No lo sé. ¿Tú crees en el amor antes de que se dé la “primera vista”?
Rainbow Rowell
No creo en lo que llaman amor a primera vista, a menos que se entienda como esa inconfundible intuición que te indica de antemano que se avecina un vínculo; esa súbita descarga que te obliga a encogerte de hombros y a entrecerrar los ojos, protegiéndote de algo inmenso que se te viene encima y que por alguna misteriosa razón está más ligado a tu futuro que a tu presente. Recuerdo con claridad que en el momento en que vi entrar a Siete por Tres, aun antes de saber su ningún nombre, me hice con respecto a él la pregunta que a partir de entonces habría de hacerme tantas veces: ¿Vino para salvarme, o para perderme?
Laura Restrepo